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Asociación Venezolana de Educación Católica inicia plan vacacional virtual

América del Sur/Venezuela/efectococuyo

Acompañamiento en vacaciones. Este martes 4 de agosto y hasta el jueves 27, la Asociación Venezolana de Educación Católica (Avec) realizará un plan vacacional virtual para sus estudiantes.

Su presidenta, Sor Alicia Bocán, contó que este será un programa para que niños y niñas tengan “un toque especial de diversión”, de compartir en familia, seguir aprendiendo y de encuentro con Dios en su palabra.

Como en 2019, la organización contarán con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Solo que esta vez la actividad no será presencial en las escuelas, debido a la pandemia del coronavirus y la cuarentena.

El “Plan Pedagógico Pastoral” consta de folletos que serán repartidos a aproximadamente 8.000 estudiantes en los estados Bolívar, Delta Amacuro, Distrito Capital, Miranda, Táchira y Zulia.

Actividades por semana

“Ellos van a recibir un folleto muy hermoso con las actividades explicadas por cada semana. Incluye las pinceladas del día y una guía para que cada martes, miércoles y jueves puedan tener un espacio”, explicó Bocán a Efecto Cocuyo.

La Avec y la Unicef también entregarán a un grupo de familias un combo para la preparación de meriendas.

“Deseamos que cada niño junto con su familia, pueda disfrutar de unos días donde comparten la creatividad, la cocina, el baile y las tradiciones venezolanas y sientan el gozo de ser los preferidos de Dios”, refirió la organización.

Para llevar acabo la actividad durante el mes de julio se realizó la formación para el equipo al frente de las jornadas. La capacitación se logró a través de WhatsApp para los acompañantes, coordinadores editoriales, promotores pedagógicos comunitarios, los docentes enlaces y el equipo de directivos.

Por la pandemia del COVID-19, en Venezuela las escuelas suspendieron las clases presenciales desde el 16 de marzo, cuando finalizaba el segundo lapso. El resto del año escolar 2019-2020 transcurrió bajo la modalidad virtual.

Defensores de los derechos de los niños, niñas y adolescentes afirman que las circunstancias vulneraron el derecho a la educación. Además, se acentuaron las desigualdades entre los distintos sectores socioeconómicos respecto al acceso a la tecnología.

El período académico 2020-2021 también iniciará a distancia el próximo 16 de septiembre.

Fuente: https://efectococuyo.com/la-humanidad/asociacion-venezolana-de-educacion-catolica-inicia-plan-vacacional-virtual/

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Chile: El nuevo plan “paso a paso” que prepara el gobierno para reabrir colegios y jardines infantiles

Dos protocolos: uno para educación parvularia y otro para educación escolar son los documentos que afina el Ministerio de Educación y que son la guía para materializar las reaperturas de colegios y jardines infantiles que silenciosamente han comenzado a funcionar en el país. Esta semana el gobierno concretará un nuevo paso: Salud eliminará la restricción nacional que existe sobre los establecimientos educacionales para reabrir sus puertas.

Contra la corriente, las redes sociales y varias voces que insisten que niños y jóvenes no debieran volver a clases este 2020, el Ministerio de Educación ha puesto todos los elementos sobre la mesa y ha decidido diseñar cómo será la vuelta a clases, muy alineado con la ONU que este martes en un llamado desesperado pidió reabrir escuelas para evitar una “catástrofe generacional”.

Algo que el ministro de Educación Raúl Figueroa ha venido empujando  -bastante solo- desde hace algunas semanas, porque sabe los efectos dramáticos que genera la suspensión prolongada de clases para todos los estudiantes, pero sobre todo para los que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad.

Según las encuestas realizadas por el Ejecutivo la crisis está aumentando las brechas de aprendizaje, con años de rezago que nadie podrá devolver jamás. “Es como el libro que por alguna razón no leíste, pero que en realidad no te leerás nunca más, así de duro”, explican desde el ministerio, señalando que la educación a distancia se hace muy compleja cuando los datos muestran que un 36% de las personas declara tener un computador de uso personal; casi un 60% lo comparte, y solo un 40% de la población tiene conexión de punto fijo a Internet.

Por lo mismo, las autoridades se han reunido con sostenedores y alcaldes para que sean los cuartos medios quienes inicien el proceso de reapertura, si bien los expertos indican que la necesidad más urgente es que regresen los niños más pequeños, toda vez que el colegio sirve como lugar de protección y contención que muchas veces no encuentran en sus propios hogares.

Con todo, muchos padres están asustados de enviar a niños chicos. Por tanto el punto de partida, de prueba, serán los estudiantes que están ad portas de egresar, y que necesitan actividades prácticas, para sumarse luego los III medios. Con los colegios ya operando, empezarían a sumar cursos, dependiendo de cómo se da la situación sanitaria y de los propios actores del sistema.

“Es evidente que hay grupos de personas que no quieren que esto funcione. En el debate he echado de menos a expertos, directores de colegios y profesores que no han levantado con tanta fuerza los efectos que genera sobre los niños el que no vayan a clases. Creo que es importante que se visibilice esa necesidad”, dice el ministro Figueroa.

El cara a cara

Los establecimientos educacionales ya diseñan propuestas para el segundo semestre. Varios directores critican derechamente la falta de “instrucción” de la autoridad, por lo que han decidido que el segundo semestre será online, a pesar de los múltiples efectos educaciones y emocionales negativos.

Uno de ellos es el Colegio Santiago College, que en una comunicación a los apoderados determinó “planificar el resto del año en torno a la probable continuidad del aprendizaje remoto”.

Se requieren ciertas directrices, reclaman. “Tal como fue el ministerio el que nos ordenó realizar cuarentena por temas sanitarios, es deber de ellos, explicitar cuándo podemos o tenemos que volver. Son ellos los expertos”, explica Macarena López, directora del Saint George, institución que ya ha comenzado a realizar in situ trabajos de coordinación para un eventual regreso presencial.

Esta semana se concretará un paso relevante: el ministerio de Salud eliminará la prohibición que opera sobre los colegios para reabrir sus puertas, contenido que se publicara en el diario oficial, algo relevante para decenas de colegios y jardines que han solicitado volver a funcionar, sin respuesta alguna.

En este nuevo escenario, dicen fuentes de Palacio, se proyecta que decenas de instituciones comiencen con actividades presenciales sobre todo en comunas y regiones con bajos contagios; y fuentes en Educación recalcan que incluso en septiembre podrían abrir algunos colegios y jardines en la Región Metropolitana, siempre que las condiciones sanitarias lo permitan.

 Nuevas reaperturas

Hasta ahora unos 20 establecimientos están funcionando en Chile, después de que el gobierno ha verificado que las condiciones sanitarias lo permiten, algo que según expertos podría echar por tierra las duras estimaciones que maneja Educación y que no han sido rebatidas, hasta ahora, por nadie: que de seguir con los colegios cerrados, unos 80 mil niños quedarían fuera del sistema “por culpa del covid”: niños que desertarían al perder la conexión y el arraigo con las instituciones educacionales.

Con este fin, Educación afina dos protocolos: “Orientaciones para volver a las escuelas”, un documento de 42 páginas para la educación escolar; y “Orientaciones para la Educación parvularia”, otro escrito de iguales características, para los jardines infantiles con exigencias de limpieza y desinfección, y de organización al interior de los recintos educacionales, que el gobierno les entregará a cada uno de los colegios que vaya abriendo las puertas de manera de dar mayor claridad, en un tema en el que el Ejecutivo está al debe, porque ni siquiera el presidente Piñera ha querido dar lineamientos.

Entre los tema se indica que los colegios y jardines deberán garantizar un metro de distancia entre los estudiantes; el uso obligatorio de mascarillas para niños mayores de ocho años (ojo que en jardines infantiles se determinó que es mejor no usarlas), la obligación del uso de escudos por parte de los profesores; dobles jornadas y clases por turno en colegios con demasiados niños en las salas, de modo de evitar lo que más se pueda los contagios.

Con este propósito, en La Moneda aclaran que Educación invirtió $ 11 mil millones de pesos en kit con todos estos productos de desinfección; y además en estos documentos exige un canal de información a las comunidades, hacer inducción a los profesores y entregar total flexibilidad para que las aperturas se produzcan con calma para alumnos y padres.

Fuente: https://www.t13.cl/noticia/nacional/el-nuevo-plan-paso-paso-prepara-gobierno-reabrir-colegios-y-jardines-infantiles

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Colombia: Con «Aprende en casa con Maloka» niños desarrollan el pensamiento científico

América del Sur/Colombia/

Bogotá continúa fortaleciendo la estrategia ‘Aprende en casa’ con la que los más de 792 mil estudiantes de colegios públicos continúan sus procesos de aprendizaje en el hogar durante el aislamiento obligatorio.

Esta vez, con el apoyo del museo interactivo de Bogotá, llega ‘Aprende en casa con Maloka’. Iniciativa que, a través de contenidos científicos, busca que las niñas y niños despierten su curiosidad, exploren con detalle sus casas y sus cuerpos, hagan experimentos, cuestionen su entorno y desarrollen aprendizajes pertinentes en medio de la coyuntura por el coronavirus.

Así lo explica Edna Bonilla Sebá, secretaria de Educación del Distrito, quien destaca la importancia de unir esfuerzos como ciudad para enriquecer el hogar como ambiente de aprendizaje y promover la construcción de visiones positivas de la ciencia desde temprana edad.

“Esta alianza nos permitirá que, desde los hogares, se hable de ciencia y se desarrollen prácticas que estimulen la experimentación, la creatividad y el pensamiento crítico. Además de brindar una herramienta para que los docentes fortalezcan sus prácticas pedagógicas y los padres, madres y adultos cuidadores sus procesos de acompañamiento”, subraya la secretaria.

Por su parte, Adriana Correa, presidente ejecutiva del Museo Interactivo, explica que, gracias a esta alianza, “las casas de los niños se convertirán en laboratorios de vida y en poderosas bases de investigación. Serán ellos quienes exploren el mundo, en una aventura en la que el juego y la creación serán la clave del aprendizaje”.

Tres estrategias para crear los laboratorios en los hogares

La primera serán los recursos editoriales, guías cuyo contenido está focalizado en los intereses del público al que se dirige: estudiantes, familias y docentes. En ese sentido, el material de los estudiantes, por ejemplo, acerca la ciencia a su cotidianidad a través de diferentes experimentos como la creación de jabón antiséptico en casa, cómo crear su propio sistema digestivo, cómo protegerse de la covid-19 en el hogar y los que sean sugeridos por las niñas y niños durante el desarrollo del programa.

Este material será entregado a 20 mil estudiantes y familias focalizadas por la Secretaría de Educación de Bogotá, ubicadas en la ruralidad de las localidades de Ciudad Bolívar, Chapinero, Los Mártires, Rafael Uribe, San Cristóbal, Santafé, Suba, Sumapaz, Tunjuelito, Usaquén y Usme, que presentan dificultades de acceso a internet y herramientas virtuales. De igual forma, estará disponible para su consulta y descarga.

La segunda son los recursos audiovisuales que, con video clips con diversas actividades, alrededor del juego, la exploración y la experimentación promueven el desarrollo del pensamiento científico de las familias. También se realizarán podcast para los estudiantes de educación inicial y básica primaria y activaciones digitales quincenales, para estudiantes y docentes.

La tercera realizará un acompañamiento pedagógico por medio de la línea telefónica 5086083 y del correo electrónico aprendeencasa@maloka.org, que será atendido de lunes a sábado por un equipo de profesionales interdisciplinares dispuestos por el Museo Interactivo. El propósito es acompañar el uso y apropiación de los recursos educativos desarrollados en esta alianza, así como la resolución de dudas o dificultades que las familias o docentes estén presentado.

Todos los contenidos de este programa estarán disponibles en el edusitio de ‘Aprende en casa’ de la Secretaria de Educación y en www.encasaconmaloka.org.

“Con esta alianza, la estrategia del Distrito de aprender desde los hogares amplía sus canales virtuales y no virtuales y sigue avanzando con herramientas para la continuidad del proceso de aprendizaje con la entrega de material pedagógico físico a los hogares que, en este periodo de contingencia por la pandemia de COVID, han tenido dificultades de acceso a herramientas virtuales”, concluye la secretaria de Educación.

‘Aprende en casa con Maloka’ se suma a las herramientas y orientaciones de la estrategia ‘Aprende en casa’ de Bogotá, que ya cuenta con recursos virtuales, televisivos, físicos y radiales dirigidos a estudiantes, docentes, familias y directivos y con los que se busca que la educación de calidad llegue a todas las niñas, niños, adolescentes y jóvenes de la ciudad durante la pandemia.

Fuente: https://www.compartirpalabramaestra.org/actualidad/noticias/con-aprende-en-casa-con-maloka-ninos-desarrollan-el-pensamiento-cientifico

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Una nueva generación de ‘malalas’ y ‘gretas’

Noticia/06 Agosto 2020/elpais.com

Jóvenes desde Brasil, India, Bangladés o Kenia conforman una red que lucha, con iniciativas locales, por los derechos de los transexuales, contra la deforestación, el desperdicio, la falta de agua o la exclusión social. Quieren cambiar el mundo

¿Qué tienen en común una joven de Bangladés que lucha por los derechos de los transexuales, una chica de India que defiende el buen uso del agua y acabar con el desperdicio, un joven brasileño que recorre las escuelas plantando la semilla del activismo medioambiental y una bailarina estadounidense que viaja a Kenia para usar la danza como herramienta contra la exclusión social?

Malala Yousafzai, a sus 15 años, se convirtió, quizás de la manera más trágica, en el símbolo mundial de la defensa de los derechos civiles y la educación para las niñas en Pakistán. Años más tarde, pero a la misma edad, en Suecia, Greta Thunberg comenzaría una huelga escolar que la auparía a portadas de todos los medios de comunicación como símbolo de la lucha contra el calentamiento global. Estas dos adolescentes acaparan la atención mediática y los flashes allá donde van. Sin embargo, no son las únicas que abanderan una lucha desde tan temprano.

Lamea Tanjin Tanha, Garvita Gulhati, Vitor Zanellato y Sophia Andrews comenzaron sus proyectos a los 12, los 15, los 12 y los 13 años respectivamente. Los cuatro querían cambiar el mundo que les ha tocado vivir y aún hoy sueñan y trabajan para ello. Ellos, junto a otros miles repartidos por todo el mundo, pertenecen a la red de jóvenes changemaker, una iniciativa que puso en marcha la Fundación Ashoka, que busca a menores de 21 que no solo tengan proyectos que solucionen problemas localmente, sino que sean referentes y embajadores del mensaje de que todos podemos cambiar el mundo. Estas son algunas de sus iniciativas.

Vitor Zanellato, guardián de los bosques de Brasil

Vitor creció en la localidad de Atalanta en Santa Catarina, una comunidad ubicada en medio del bosque atlántico en Brasil, al sur del país, en la que la mayoría de sus habitantes viven de la producción agrícola de sus granjas familiares. «No queríamos quedarnos en la teoría, queríamos empezar a realizar acciones que tuvieran una repercusión más allá», explica Zanellato, a través de Zoom desde su casa.

El proyecto Plantando o Futuro comenzó en 2016, en una reunión informal entre Vitor y 10 amigos más, después de sus clases del instituto, en un paseo en bicicleta por la zona. Su propósito era trabajar para la defensa, preservación y recuperación del medio ambiente, promoviendo la educación ambiental en centros educativos y escuelas. «Nuestros profesores nos apoyaron desde el principio que les planteamos nuestra iniciativa», explica Zanellato, que ve fundamental, en un país con la biodiversidad de Brasil, y las políticas del Gobierno de Bolsonaro, su función de involucrar a más jóvenes para promover acciones y mitigar los efectos del cambio climático, pero también a la sociedad. «No quiero imaginar cuál sería el impacto real si además de los jóvenes, también otros sectores de la sociedad civil, más organizaciones y un grupo de ciudadanos críticos con las políticas actuales lucharan unidos», añade el joven, de 17 años, que el año que viene ira a la Universidad.

«No teníamos la sensación de que fuéramos jóvenes, teníamos una idea y pensamos que era buena, así que seguimos adelante», asegura Zanellato, sobre la reticencia que podría presentar un grupo de amigos de entre 12 y 15 años que querían iniciar un proyecto medioambiental. Comenzaron con varios ambientales en su escuela, a los que fueron sumándose más jóvenes y más familias. La ONG local Apremavi se interesó por su trabajo, y juntos, desde el verano de 2019, han desarrollado más de 30 proyectos enfocados en la preservación ambiental, consiguiendo plantar 4.000 árboles hasta ahora. «No importan la cantidad de obstáculos que uno encuentre, hay que seguir», zanja Zanellato.

Lamea Tanjin Tanha, defensora de los transexuales en Bangladés

Fue a los 12 años cuando la madre de Lamea TanjinTanha le contó una historia que marcaría su vida y que ella no podía recordar sin ayuda. Recién nacida, a Tanha la visitaba un grupo de hijra, nombre por el que se conocen a los transexuales en Bangladés. Su madre, después de tantos años, aún recordaba el nombre del líder del grupo, Mala Hijra. Su madre, al contrario que la mayoría en Bangladés, fue amigable con ellos y nunca pensó que les traería mala suerte si no le daba limosna, una de las creencias más populares. «Escuchar esa historia me emocionó y decidí que haría lo necesario para ayudarles, por duro que fuera el desafío», asegura Tanjin Tanha.

En 2017 comenzó con su proyecto, que se llama TransEnd y tiene objetivo cerrar la brecha entre la comunidad transgénero y la sociedad general, ayudando a aquellos que se identifican así y obtener libertad financiera y social. Algo tan sencillo como conseguir un trabajo de camarero o un alquiler es algo impensable para los miembros de esta comunidad. «Son abandonados por sus familias, están solos, muchas veces tienen que vivir de lo que piden en la calle y otros muchos se ven obligados a prostituirse», contextualiza Tanjin Tanha. «Cuando comencé a investigar su situación y a hablar con algunos de ellos, al final iban acercándose más y más a mí para confesar sus problemas».

Lamea Tanjin Tanha, a la izquierda, realiza una encuesta entre un grupo de transexuales en Dacca (Bangladés).
Lamea Tanjin Tanha, a la izquierda, realiza una encuesta entre un grupo de transexuales en Dacca (Bangladés). L.T.T.

Tanjin Tanha, que ahora estudia su segundo año de literatura inglesa en la universidad de Dacca, ya no está sola en esta nueva aventura, y trabaja con otros cinco jóvenes más. En 2020, y a pesar de las duras condiciones por la covid-19, ha realizado diversas encuestas para comprender mejor las necesidades de la comunidad y apoyar el diseño de soluciones creadas por la misma. «Luchar por los derechos de los transexuales en Bangladés es hacerlo por los derechos humanos, nada más. ¿Por qué una feminista cuando habla de derechos para las mujeres no puede también incluir a los transexuales?», se pregunta Tanha.

Sophia Andrews, bailarina contra la exclusión social en Kenia

El viaje a Kenia a los 14 años, en 2016, cambió para siempre a Sophia Andrews. «Fue mi primer viaje sin mis padres, fue duro para ellos, pero allí pude conocer la realidad de muchas niñas que como yo, querían bailar, pero no tenían los recursos», explica Andrews a través de Zoom. En Nairobi conoció a Esther, una niña huérfana en la casa de Happy Children Life. A su vuelta, y  con el dinero que ganaba como niñera, apoyó a Esther y el orfanato en el que se encontraba para que pudiera realizar su sueño.

Pero para Sophia conseguir hacer realidad el sueño de Esther no era suficiente. En 2017 fundó Ngoma Kenya, una organización para igualar el acceso a las artes y la capacidad de los jóvenes para alcanzar su máximo potencial a través de la expresión cultural y personal en los barrios con menos recurso en la capital keniana. Su proyecto fomenta el baile y la integración con la cultura local. «Siendo mujer y niña y sabiendo que soy la más joven en una habitación llena de adultos a los que convencer de una idea, sé que tengo que trabajar diez veces más para conseguirlo», explica Andrews, recién graduada en el instituto en Delaware y en plena mudanza para empezar la universidad en Washington. «Lo más deseo es acabar mi carrera para focalizarme en mi proyecto en Kenia», asegura Andrews, país al que ha vuelto ocho veces desde que inició su proyecto.

Garvita Gulhati, salvaguardia del agua en India

«En 2015 India vivió una de las peores sequías que recordamos. Los agricultores se suicidaban por la tragedia de no recoger nada para comer o vender, familias enteras andando muchos kilómetros para conseguir agua para sobrevivir… Aquella situación me marcó para siempre», explica desde su casa en Bangalore Garvita Gulhati, que con 15 años y  junto con su amiga Pooja, crearon Whywaste? (Por qué desperdiciar?, en inglés), una organización que educa a los ciudadanos de manera creativa para reducir el desperdicio de agua, principalmente en los restaurantes donde se calcula que se desperdician cuatro millones de galones de agua por año en India.

«Comencé visitando los restaurantes alrededor de mi casa, pero ¿quién iba a hacer caso a una niña de 15 años?», explica Gulhati, que más tarde pediría a su madre que en coche la llevara a zonas más alejadas, y así poder seguir predicando su mensaje. «En India es normal tener agua en la mesa de cada consumidor. Lo que les planteaba a los dueños era, ¿por qué no preguntas sí quieren agua y en ese caso, servirla? Así no siempre hay agua que a lo mejor no se usa y hay que igualmente tirar», explica Gulhati, que promovió la llamada iniciativa El vaso medio lleno que con el hashtag #GlassHalfFull se hizo muy popular en India en 2019. El método que proponía Gulhati es que cada restaurante solo llene la mitad de cada vaso del consumidor, y así salvar miles de litros de agua cada día.

Garvita Gulhati, durante una charla sobre su proyecto.
Garvita Gulhati, durante una charla sobre su proyecto. G. G.

«Los inicios fueron difíciles, cuando estabas casi sola luchando contra todo, amigos que sí te apoyaban, pero otros que se reían de tus ideas», explica Gulhati, que ahora tiene 20 años y estudia para ser ingeniera de telecomunicaciones. Su organización, Whywaste?, que no ha parado de crecer en este lustro, también trabaja con estudiantes de Secundaria para que se atrevan a plantear soluciones a los problemas que les interesan. Este modelo se ha extendido a otras 20 escuelas de Bangalore y a otras partes de India. «Queremos transmitir la idea de que las personas con ganas de cambiar las cosas son necesarias. Y la importancia que tiene proteger el medio ambiente».

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/08/04/planeta_futuro/1596527853_231190.html

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El problema de los salarios en Venezuela

Por: Jorge Forero

Venezuela experimenta una crisis económica con profundas y muy complejas repercusiones sociales, cuyas expresiones más notables son: depresión de la producción nacional, la cual registró una reducción del 52,3% entre 2013 y 2018 según cifras del Banco Central de Venezuela (BCV)[1]; caída de las tasas de inversión productiva; la contracción del comercio exterior (con un descenso vertiginoso de los ingresos por exportaciones) y las distorsiones del mercado nacional; inestabilidad sistémica dada por severos y muy lesivos fenómenos de megadevaluación e hiperinflación; tendencia hacia la destrucción de fuerzas productivas, que implica una descapitalización neta de su capacidad agroindustrial instalada, así como la pauperización de la fuerza de trabajo como factor de reproducción de valor.

Por supuesto, los elementos esbozados, afectan y socavan de manera estructural a la formación económico-social venezolana como totalidad orgánica: tanto en los referidos indicadores macroeconómicos, y en su situación financiera de ahorro, liquidez y crédito; como en  sus potencialidades de crear valor a través de sus fuerzas productivas y sus capacidades de infraestructura-transporte para la producción y distribución de bienes y servicios.

Sin embargo, la crisis presenta expresiones especialmente dramáticas para la clase trabajadora (la proporción mayoritaria de la población), la cual enfrenta un proceso de precarización sistemática de sus medios y condiciones de vida, ante la caída estrepitosa del valor real de sus salarios[2] y la pérdida de derechos laborales (de beneficios previstos en contratos colectivos, prestaciones y seguridad social, entre otros), con lo cual, se ha condenado a la pobreza a la mayoría de la población venezolana, expuesta en los últimos años a un retroceso significativo en sus posibilidades de satisfacción de necesidades fundamentales.

Para dar cuenta de la abrupta caída de los salarios en Venezuela, basta con señalar que de acuerdo con la cotización oficial de monedas extranjeras publicadas diariamente por el BCV, para el 5 de agosto de 2020 el salario mínimo legal en Venezuela apenas supera los 1,5 dólares americanos, una cifra impresentable para un gobierno que se autodenomina socialista y obrero.

En primer término, porque esto significa una involución significativa respecto a las conquistas sociales alcanzadas durante los gobiernos de Hugo Chávez (1999-2012), cuyo valor salarial aumentó desde los 149 hasta los 251 dólares americanos; en segundo término porque incluso resultan vergonzosos al compararlos con los salarios mínimos legales decretados en el marco de  gobiernos neoliberales de finales del siglo XX. por ejemplo el segundo gobierno de Rafael Caldera (1993-1998), transitó desde los 104 hasta los 149 dólares entre 1993 y 1998; y en tercer término, porque la oferta electoral fundamental de Nicolás Maduro para la campaña electoral de 2018 (momento en que se registraba un salario de 6,78 dólares americanos), fue precisamente la recuperación económica, y con ello, el aumento de los salarios (cifras del Banco Mundial).

Más aún, si se estiman dos variables que permiten apreciar la lógica distributiva de la política económica: por una parte, el porcentaje del salario mínimo legal en relación con el PIB per cápita nacional, el cual según datos del precitado Banco Mundial, presentó un descenso desde el 30,6% en 2012, hasta el 2,8% en 2018; y por otra parte, la relación dada entre los salarios y el pago de deuda, que en el caso venezolano ha adquirido proporciones escandalosas, con pagos por concepto de servicio de deuda y amortización de intereses superiores a los 70.000 millones de dólares americanos entre 2013 y 2017[3], justamente en el periodo de pauperización de los salarios reales de la clase trabajadora venezolana.

Ante esta realidad de devastación económica nacional y de precarización sistemática de los medios y las condiciones de vida de la clase trabajadora venezolana, el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha responsabilizado de tan dramáticos estragos, en un primer momento, a una guerra económica en contra de la economía nacional, y en un segundo momento, a las medidas coercitivas unilaterales (entre las que sobresalen sanciones económicas y financieras) impuestas por el gobierno estadounidense, las cuales se han acentuado en los últimos años, hasta el punto de golpear a la industria petrolera nacional, la fuente fundamental de ingresos del país.

Ciertamente, es innegable que dichas sanciones lesionan de manera grave a las potencialidades de producción de bienes y servicios, y especialmente a las posibilidades de recuperación económica de la nación. En gran medida, porque además de proscribir agencias económicas fundamentales del poder estatal venezolano (como PDVSA y el BCV), y de restringir severamente la inversión internacional e incluso las transacciones de comercio exterior, ha escalado hasta la confiscación, usufructo y saqueo de recursos y activos (propiedad de todos los venezolanos) localizados en el exterior[4].

No obstante, es desleal la posición del gobierno venezolano, reducida a victimizarse y evadir responsabilidades ante la depresión económica más extensa de la historia republicana, sobre todo porque en los hechos, y en muchas ocasiones incluso en el discurso, el gobierno luce impotente e indolente ante la crisis (con un apagón de publicación de estadísticas oficiales de por medio), y primordialmente ante la superexplotación que supone tener el salario más bajo del mundo, con  terribles consecuencias para la población, tales como la caída de la demanda de bienes y servicios, el aumento de la informalidad y la pobreza (por ingresos, por necesidades básicas insatisfechas y la pobreza extrema), el retorno de enfermedades “superadas” y la tortura que significa padecer enfermedades crónicas o terminales;  el avance de la malnutrición infantil y la deserción escolar; y la tragedia sicológica-social-emocional que ha representado el éxodo migratorio por motivos económicos para las familias venezolanas, el cual según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), superó los 4 millones de migrantes venezolanos entre 2015 y 2019.

De acuerdo con la tesis del gobierno, para que se produzca un cambio de la situación económica nacional, es preciso esperar que cese la denominada guerra económica, que el gobierno estadounidense desista de sus sanciones económicas contra el país, que la burguesía nacional-transnacional se sensibilice, y por arte de magia, permita la construcción del socialismo bolivariano y la felicidad social bajo el liderazgo y amparo protector del gobierno (sic.).

En esa misma corriente, se inscriben pronunciamientos de altos voceros del gobierno como el ministro de Trabajo, y de algunos defensores de la política económica, tales como el diputado constituyente Jesús Faría y dirigentes de sindicatos alineados con el gobierno, los cuales postulan que es idealista pedir salarios dignos para los trabajadores venezolanos (a propósito de un debate de este último con Pasqualina Curcio divulgado ampliamente), porque las sanciones y la guerra económica hacen que esa demanda sea imposible e insostenible.

Al respecto, debemos decir que esas medidas de dignificación de los salarios resultan inviables únicamente en las condiciones actuales de la economía política venezolana[5], es decir en las condiciones actuales de sus procesos metabólicos de acumulación-distribución y de sus lógicas de reproducción ampliada de capital, en las cuales se privilegia el mundo del capital por sobre el mundo del trabajo, en favor de intereses corporativos de la heterogénea burguesía nacional, y de facciones del capital transnacional integradas a los referidos procesos de acumulación de capital en Venezuela.

Precisamente esa economía política asumida religiosamente por el gobierno de Nicolás Maduro, es la que determina que la riqueza producida socialmente por los trabajadores del país (por más mermada que esté), sea consignada para cancelar una deuda ilegítima mientras se sacrifica la salud, la educación y la alimentación del pueblo; para que se haya producido una fuga de capitales astronómica al amparo de un régimen de complicidad e impunidad, o en el mejor de los casos, de silencio oficial; para que se hayan realizado reformas tributarias que profundizan el carácter antiobrero y antipopular del sistema de recaudación de impuestos nacional (con exenciones obscenas para los grandes capitales que ya no necesitan recurrir a la elusión o evasión porque prácticamente les han liberado de responsabilidad fiscales[6], mientras se imponen tributos regresivos como el I.V.A., y el pago de impuestos sobre la renta a la pauperizada clase asalariada[7]); y no menos grave, para que se proscriba y se criminalice la lucha sindical en Venezuela, con situaciones de persecución política, represión y judicialización penal de líderes de las causas de los trabajadores y trabajadoras.

Por tanto, aunque resulte cierto que la realidad económica del país es compleja y no hay condiciones para instaurar un régimen de salarios equiparable a los que se asignaron durante los gobiernos de Hugo Chávez, no es un disparate  exigir que esa situación cambie. La plataforma LUCHAS defiende un programa auténticamente socialista, pero es un hecho matemáticamente comprobable, que con un conjunto de reformas no maximalistas (sino más bien de signo liberal- socialdemócrata), es totalmente factible cambiar la economía política descrita. Para empezar sería necesaria una reforma fiscal, que permita la creación de un sistema tributario equiparable a los existentes en cualquier país latinoamericano (Britto García y Curcio dejan explícita esa realidad), con el cual se contaría con la base material para la recuperación económica a través de planes de inversión y de crédito con fines productivos, y sería sostenible mejorar significativamente los salarios de la clase trabajadora venezolana.

Otras medidas medulares un poco más avanzadas para recuperar la economía de Venezuela, están relacionadas con la suspensión indefinida de pagos, auditoria y renogociación de la deuda nacional (en los casos de que se compruebe la legitimidad de la misma); un estudio riguroso de las elusiones y evasiones de impuestos de los grandes capitales durante la última década para exigir la compensación correspondiente y si fuera el caso realizar las extinciones de dominio que ameriten  las personas jurídicas que se nieguen a sufragar sus compromisos con el fisco nacional; la identificación de capitales fugados hacia la banca internacional para presionar su repatriación, y en caso de no producirse la misma, para llevar a cabo las confiscaciones de activos en la jurisdicción nacional que resulten pertinentes; y por último una campaña internacional para exigir el retorno y las indemnizaciones que sean necesarias para la hacienda nacional, de los recursos y activos expropiados en el marco de la crisis política nacional dada por la autoproclamación de un gobierno títere de los intereses estadounidenses, que ha actuado como un medio para el saqueo de la riqueza nacional.

Por supuesto, para que estas medidas sean viables, se requiere de un golpe de timón en la economía política del gobierno, algo absolutamente improbable en la gestión de Nicolás Maduro, a la luz de las evidencias.

Vale señalar, tampoco son suficientes las medidas monetaristas que propone Pasqualina Curcio, pues está demostrado en el caso venezolano, que la mera emisión de dinero es impotente para la elevación de la relación oferta y demanda, porque en la sociedad capitalista (que es en la que vivimos) la producción agroindustrial -la producción de valor- no responde a estímulos inorgánicos como la mano invisible del mercado, sino a las tasas de inversión y de ganancia respectivamente.

Tampoco son ciertas las tesis neoliberales, como las formuladas por sectores de derecha política, e incluso por el informe Encovi de la UCAB (publicada el 7 de julio de 2020), el cual plantea que la salida a la crisis económica venezolana está determinada por un cambio de gobierno, porque tal hecho significaría nuevas condiciones de confianza para la inversión nacional e internacional en el país. Afirmación divorciada de la realidad económica global, signada por una caída tendencial de las tasas de inversión y de ganancia (fenómeno previsto por Marx hace más de 150 años). No es un dato menor, que la inversión productiva y las tasas de beneficio han experimentado descensos notables, incluso en las economías centrales del sistema, entre las que por supuesto se destaca la estadounidense (muy a pesar de las presiones de la administración Trump para sus propias burguesías, a través del fallido American First).

En definitiva, la recuperación económica de Venezuela y la dignificación progresiva de los salarios de la clase trabajadora venezolana, tienden a resultar factibles incluso en las condiciones actuales de devastación económica. No es con magia, con alquimia o con manos invisibles, sino con ciencia y trabajo vivo del pueblo venezolano como se pueden dar los primeros pasos para superar los estragos de esta devastadora depresión económica.

Por supuesto, un acuerdo político nacional facilitaría las cosas. Porque la crisis institucional, dada por la yuxtaposición de una forma de gobernar a través de un Estado de excepción permanente por parte de Nicolás Maduro, con amenazas y agresiones internacionales al pueblo venezolano amparadas en un gobierno autoproclamado y sin poder real en territorio venezolano, es un obstáculo inmenso para la economía del país. Pero también es importante señalar, que si ese acuerdo se reduce a las cúpulas que se han disputado el país durante las últimas décadas, puede ser probable retomar la senda del crecimiento, pero es una quimera aspirar un régimen de democracia auténtica y justicia social.

Ante ese escenario, la plataforma LUCHAS se suma a los llamados y exhortaciones de otras organizaciones de izquierda revolucionaria, y de otros factores de la política nacional que están promoviendo un diálogo amplio y democrático para la búsqueda de un Acuerdo Nacional para la recuperación económica del país, donde los trabajadores y las trabajadoras de Venezuela (como factor esencial de los procesos de producción de valor y como proporción mayoritaria de la población) debemos participar y ser protagonistas, tal y como lo prevé la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

En nuestro caso, entendemos que el problema de los salarios en Venezuela, es esencial para la definición del tipo de sociedad por la cual luchamos, por tal motivo, fieles a nuestros principios y convicciones, seguiremos  en la defensa irreductible del mundo del trabajo, frente a los intereses del mundo del capital.

Notas

[1]     Las cifras más actualizadas en torno a este indicador, fueron divulgadas por un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el cual este organismo multilateral estima una caída del 70% el PIB en Venezuela entre los años 2013-2019.

[2]     Para el 5 de agosto de 2020, de acuerdo con cifras oficiales cotización de monedas extranjeras publicadas diariamente por el BCV, el salario mínimo legal en Venezuela apenas supera los 1,5 dólares americanos.

[3]     Pago acompañado de una declaración de  cumplimiento de “todas las obligaciones”, y el compromiso de sufragar hasta el último centavo de la deuda” https://telesurtb.net/news/Presidente-de-Venezuela-Hemos-pagado-nuestra-deuda-externa-hasta-el-ultimo-centavo-20171102-0067.html

[4]     Casos paradigmáticos: CITGO, Monómeros de Venezuela y las reservas de oro literalmente robadas a la nación por parte del Reino Unido, los cuales pretenden legitimarse con un gobierno autoproclamado que actúa como un títere de Washington.

[5]     Cabe subrayar que muchos de los problemas esenciales de la economía política venezolana fueron heredados de la denominada Cuarta República y de la propia gestión de gobierno del Presidente Hugo Chávez, tales como la ausencia de un proceso de acumulación originaria; la carencia de una industrialización con un estilo tecnológico nacional, la exacerbada dependencia de la industria petrolera; el endeudamiento y la fuga de capitales; la evasión y la elusión tributaria; y una economía que no produce valor; por mencionar los más sobresalientes.  Sin embargo, estos se han exacerbado hasta niveles insostenibles durante los últimos ochos años.

[6]     Y además los intereses nacionales están supeditados a los designios de jurisdicciones extranjeras.

[7]     Ver: “Quiénes pagan y quiénes no pagan impuestos en Venezuela” de Luis Britto García. En: https://m.aporrea.org/ddhh/a13450.html

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Unicef muestra inquietud por cierre del año escolar en Bolivia

América del sur/Bolivia/06 Agosto 2020/telesur.tv

Precisaron que esto representaría una terrible pérdida para los niños, niñas y adolescentes de Bolivia.

La dependencia de la Unicef en Bolivia manifestó este lunes su preocupación ante la clausura anticipada del año escolar anunciada por el Gobierno de facto ante la imposibilidad de que los alumnos puedan acceder a las clases de forma virtual.

La organización internacional destacó que «el derecho a la educación es universal, por lo que necesitamos actuar con urgencia y unidad para brindar alternativas formales de educación que aseguren su desarrollo emocional y cognitivo en este tiempo excepcional del Covid-19».

De igual forma, reiteraron su plena disposición a ayudar a las autoridades bolivianas en los esfuerzos para la continuidad de la educación en el país.

El ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, anunció la clausura del año escolar debido al crecimiento de casos de coronavirus que arriesga la salud de los estudiantes y ante la falta de condiciones para la educación virtual.

Los magisterios rural y urbano expresaron su objeción al Decreto Supremo 4260 que fijó las modalidades de educación virtual y el cual, en su criterio, omitía condiciones para la educación virtual, especialmente en el campo.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/unicef-bolivia-muestra-preocupacion-clausura-actividad-escolar—20200803-0009.html
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Llegan a Parlamento de Uruguay reclamaciones de maestros

América del sur/Uruguay/06 Agosto 2020/prensa-latina.cu

Diputados uruguayos recibirán hoy a representantes de un gremio magisterial por reclamación de adeudados salariales en un contexto de seguros de paros y un venidero presupuesto con drásticos recortes.
Ante la comisión de Trabajo y Legislación Social comparecerán dirigentes de la Asociación de Maestros de Uruguay (Ademu) para exponer la situación por la que atraviesan y por la que suspendieron actividades laborales hasta que se efectúan los pagos correspondientes.

La secretaria general del sindicato, Daisy Iglesias, que acudirá a la cita agradeció a la ciudadanía por la ‘difusión masiva’ que recibió un video que realizaron para informar la situación en que se encuentran entre 400 y 500 maestros.

Asimismo valoró que también se logró el involucramiento de diferentes organismos públicos, incluyendo la comisión parlamentaria que escuchará las dificultades en el sector de la enseñanza.

En encuentro con la prensa aclaró que se trata de un problema que arranca hace meses, relativo a maestros de práctica a los que tampoco se les pagan complementos desde abril.

Respecto a reproches desde el Ministerio de Educación por la actuación del gremio por los salarios impagos, Iglesias ripostó que los verdaderos intolerantes son las empresas de servicios públicas que elevaron sus tarifas por disposición gubernamental.

Entre las impopulares medidas del gobierno de coalición de derecha tan pronto fue investido el 1 de marzo destacan el aumento entre un 10 y 15 por ciento en electricidad, agua y telecomunicaciones.

Para el viernes se espera en el Palacio Legislativo el ingreso de la propuesta de presupuesto para el nuevo ejercicio fiscal que viene con anunciados recortes de un 15 por ciento en su totalidad sin señales de que se excluya lo correspondiente a la educación.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=387150&SEO=llegan-a-parlamento-de-uruguay-reclamaciones-de-maestros
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