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Educación en crisis: profesores universitarios venezolanos son los más pobres de América Latina

Un docente necesita el equivalente a 29,76 veces su salario para pagar la canasta básica de alimentos, valorada en 539,79 dólares para una familia representativa de cinco personas.

El Observatorio de Universidades de Venezuela (OBU) denunció este jueves la crisis salarial que afrontan los profesores universitarios. Señaló que el mejor sueldo que puede percibir un docente público es de 27 dólares mensuales, y eso significa que son “los más pobres” de América Latina.

 

Venezuela está por debajo de Cuba, donde los profesores universitarios perciben 29 dólares mensuales, mientras que Brasil figura con el salario más alto, calculado en 4.231 dólares al mes.

 

“Tras casi mil días sin aumento salarial, los profesores que recién comienzan su carrera académica y tienen solo medio tiempo de dedicación, reciben 5 dólares americanos mensuales por su trabajo”, manifestó el observatorio en su cuenta de X el Día del Profesor Universitario, que se conmemora el 5 de diciembre en Venezuela.

 

Debido a la crisis salarial, el OBU señalo que “32% de los profesores universitarios comen menos de 3 veces al día y 45% ha tenido que vender o intercambiar bienes para comprar alimentos”, según datos de la última encuesta de la organización, publicada en 2023.

 

Añadió que 7 de cada 10 docentes se dedican a otras actividades, “que no necesariamente tienen que ver con la labor educativa, para obtener ingresos y cubrir sus necesidades más básicas”.

 

Un docente en Venezuela necesita el equivalente a 29,76 veces su salario para pagar la canasta básica de alimentos, valorada en 539,79 dólares para una familia representativa de cinco personas, según datos del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).

 

En octubre, el Cendas calculó que la cesta alimentaria, conformada por 60 productos básicos, costaba 539,79 dólares, 8,22 dólares más que en septiembre.

 

Desde marzo de 2022 el salario mínimo se ha mantenido en 130 bolívares, monto que ha perdido poder de compra ante el alza de la cotización del dólar en el país, donde los comercios usan esta divisa como referencia para fijar sus precios.

 

El precio oficial del dólar cerró noviembre con aumento de 11,47%, lo que indica desaceleración en comparación con el alza de 15,70% que reportó en octubre.

Educación en crisis: profesores universitarios venezolanos son los más pobres de América Latina

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La educación indígena en Venezuela se ve afectada por el deterioro de las escuelas

La educación intercultural bilingüe en Venezuela se ha visto afectada por el “deterioro” de las escuelas dispuestas para este fin y por otros problemas económicos y sociales, según un informe de la oenegé Fundaredes difundido este miércoles.

“Las comunidades indígenas enfrentan una crisis educativa que perpetúa la desigualdad, vulnera derechos fundamentales y pone en riesgo la preservación de sus culturas”, dice el escrito, en el que se señala que estos grupos étnicos representan el 2,8 % de la población total de Venezuela, distribuidos principalmente en los estados Bolívar, Zulia, Amazonas y Delta Amacuro.

Con base en entrevistas, la oenegé alerta sobre una “preocupante decadencia” de la educación en los pueblos originarios, atribuida a causas como la falta de recursos y la discriminación, ocasionando una “pérdida de la identidad cultural y marginación” para niños y jóvenes que viven en estas comunidades, muchas de ellas ubicadas en zonas remotas.

“El Estado ha fallado en garantizar su derecho a una educación de calidad, culturalmente relevante y accesible”, subraya el informe, en el que, a modo de ejemplo, se cita el caso de Delta Amacuro, donde “8 de cada 10 escuelas no operan, y en las que lo hacen, los niños asisten a instituciones sin mobiliario adecuado, sentados en el suelo o en bancos improvisados”.

A esto se suma -prosigue Fundaredes- la escasez de docentes capacitados en educación intercultural y bilingüe, lo que restringe aún más la capacidad para cumplir con la garantía constitucional que obliga al Estado a proveer el traspaso de conocimientos ancestrales en estas poblaciones.

Otro de los ejemplos expuestos por la organización es el de unos 2.500 niños indígenas en Amazonas, que “deben cruzar el río Orinoco para recibir educación en Colombia, exponiéndose a riesgos graves”, ante la ausencia de una escuela operativa en el lado venezolano de esa zona fronteriza.

Ante ello, la ONG llamó al Gobierno a priorizar la inversión en infraestructura y en la capacitación de docentes en enfoques interculturales y bilingües, así como a “garantizar el acceso equitativo a una educación de calidad, que respete y valore la diversidad cultural de los pueblos indígenas”. EFE

hp/sb/pddp

https://www.lavanguardia.com/vida/20241127/10147862/educacion-indigena-venezuela-ve-afectada-deterioro-escuelas-agenciaslv20241127.html

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La internacionalización universitaria de la tercera revolución industrial (1972 – 1980)

La internacionalización universitaria de la tercera revolución industrial (1972 – 1980)

Luis Bonilla-Molina

 

Introducción

Las dinámicas de internacionalización universitaria, al ser un continuo histórico, se imbrican y entrelazan en distintos momentos. En el caso de la internacionalización universitaria neoliberal, si bien su auge es a partir de los setenta del siglo XX, es imposible comprenderla sin vincularla a hechos y procesos que le precedieron, especialmente a finales de los cincuenta y en el conjunto de la década de los sesenta, así como en su continuidad durante la égida neoliberal desde los ochenta.

Lo que es cierto es que ya no resulta suficiente decir que hay que hacer lo contrario a lo que plantee el capitalismo para contar con una propuesta alternativa, porque ahora el mercado “invade” nuestro campo y lo resemantiza, haciendo más compleja la distinción de orientaciones estratégicas.

En las próximas líneas mostraremos estos problemas y los cursos de cambio educativo que ha abierto el modo de producción capitalista, como relaciones sistémicas e interconectadas.

Tercera revolución industrial e internacionalización universitaria

La tercera revolución industrial formó parte de los cambios importantes ocurridos en las rutinas del modo de producción capitalista en las últimas décadas del siglo XX. La crisis de acumulación, el impacto de la escalada de los precios del petróleo en los setenta, el ocaso del fordismo, el surgimiento de modelos de gestión empresarial posfordistas (Gestión de Calidad Total, el Benchmarking, Justo a Tiempo, entre otros), la globalización neoliberal, crisis de la deuda externa y financiarización de la economía, la mundialización cultural hegemónica, el inicio de un ciclo regresivo -que se mantiene hasta el presente- en las conquistas laborales y de seguridad social como parte del proceso de desmantelamiento del Estado de Bienestar Keynesiano, fueron solo algunos de los elementos del contexto. Las conversaciones Nixon-Kissinger con Mao-Deng que abrieron la senda para el retorno al capitalismo en la China Comunista, se complementaron con la degradación burocrática en la economía -y el conjunto de la sociedad- soviética hasta su implosión años después. La educación no podía quedar ajena a cambios de esta magnitud.

Los sistemas escolares y universidades que conocemos, han sido altamente influenciada por los requerimientos del capital, en el marco de las dos primeras revoluciones industriales. Si bien la universidad como institución es previa al auge del capitalismo industrial, el modo de producción capitalista moldeó su institucionalidad, procesos y dinámicas, a partir de la primera revolución industrial.

Eje de la enseñanza y el aprendizaje fundamentado en la apropiación y divulgación del método científico en todas las áreas, la transición del dogmatismo religioso al laicismo, el conocimiento organizado para la enseñanza de manera escalar de lo simple a lo complejo, su estructura curricular por especialidades, los enfoques disciplinares del aprendizaje, la innovación científica que interactuaban con la tradición tecnológica expresada en ciclos largos de novedades, los perfiles de egreso estudiantil como hilo conductor de la formación profesional, entre otros elementos, marcaron la pauta de la educación superior en el marco de las primeras revoluciones industriales.

En el intersticio, la universidad fue increpada por el capital para que impactara mucho más al desarrollo de las fuerzas productivas, el orden social y la gobernabilidad, mientras desde los sectores populares la demanda era por mayor compromiso con la justicia social, lo que llevó -por estas distintas razones- a incorporar la extensión a las labores de docencia e investigación que realizaba. En ese contexto de movilidad sistémica ocurre el advenimiento de la tercera revolución industrial.

Ernest Mandel (1962) define con claridad los rasgos distintivos de la tercera revolución industrial, que deben ser valorados en la larga transición de máquinas hechas manualmente, a máquinas que hacen máquinas, pasando por las máquinas que producen materias primas y alimentos, hasta llegar -en el presente- a las maquinas que construyen ideas y pretenden construirse en régimen de verdad sobre lo humano.

Para Mandel, La tercera revolución industrial se caracteriza por:

  1. tendencia al desplazamiento del trabajo vivo por el muerto;
  2. transferencia progresiva de la fuerza de trabajo dedicada a la producción directa de mercancías a labores de dirección y supervisión de la producción cada vez más automatizada;
  3. traslado de los costos de la incorporación de la maquinaria automatizada al producto final, lo cual genera un crecimiento colosal en valor e, incremento en la aplicabilidad de agregados de maquinaria automática controlada cibernéticamente (pag.232);
  4. cambio en las proporciones apropiadas de plusvalor, generados en la misma empresa y en otras empresas involucradas en la cadena de producción;
  5. incremento de los costos de producción en materia de compra de maquinarias y medios de circulación, mientras decae la inversión en construcción de infraestructura;
  6. reducción de los periodos de producción de mercancías y de circulación de stock (posfordismo);
  7. tendencia al incremento de la investigación para la producción e inicio de la caída en investigación en otras áreas;
  8. periodos más cortos de capital fijo, especialmente de maquinarias, así como la reducción del paradigma de la libre competencia por el de la programación de la producción;
  9. aumento del capital constante en el valor medio de la mercancía, lo cual implica una mayor composición orgánica del capital;
  10. intensificación de las contradicciones en el modo de producción capitalista, especialmente entre la creciente socialización del trabajo y la apropiación privada, el valor de uso y el valor de cambio, la acumulación del capital y su valoración, en este último caso abriendo paso a la financiarización de la economía.

En educación, desde la lógica del capital, esto se expresó en:

  1. demandas de nueva formación profesional y laboral, con perfiles de egreso más polivantes;
  2. incorporación en la formación profesional y laboral para la gestión de procesos, del emprendimiento, autogestión de la vida, inteligencia emocional, resiliencia, empatía que rompiera con la tradición del conflicto para dirimir las relaciones entre patronos y trabajadores. Este proceso se fue dando lentamente y no de manera simultánea, en las seis décadas siguientes al desembarco de la tercera revolución industrial;
  3. El desarrollo de sistemas de clasificación y competencia (escolar y universitaria) que atrajeran la inversión privada a la educación pública, permitiendo el impulso de diversas formas de mercantilización y privatización educativa que transfirieran a los ciudadanos los costos de los cambios en curso;
  4. El auge del modelo de buenas prácticas escolares y universitarias (benchmarking educativo) que fueran abriendo paso a la internacionalización de manera homogénea, especialmente en el modo de entender el trabajo de las instituciones de educación superior;
  5. La conversión del paradigma liberal del derecho humano a la educación a lo largo de la vida, en un derecho para la empleabilidad;
  6. El desarrollo de esquemas de transferencia de los costos de formación profesional a los estudiantes y familias (créditos con intereses, cogestión educativa), como una forma de expandir la lógica del mercado en educación;
  7. Impulso de los esquemas de investigación, docencia y extensión, centrados en la “utilidad” ´para la economía, gobernabilidad y consumo. Eso implicaba reducir o eliminar en los planes de estudio lo que no se vinculaban directamente con la producción, empleo, compra de mercancías, paz social y desarrollo centrado en la acumulación capitalista;
  8. necesidad de superar el paradigma disciplinar por la transdisciplinariedad y/o el pensamiento complejo,
  9. esfuerzo sistemático por superar la curricularización rígida de la enseñanza que limitaba las posibilidades de incorporar lo nuevo en tiempo real y, abrir la etapa de la curricularización flexible y abierta. Esta ruptura con la tradición de los sistemas escolares y universidades, respecto a lo que ocurría en las dos primeras revoluciones industriales, ha sido comprendido de manera muy precaria por las propias burocracias educativas afines ideológicamente a la lógica del capital, por lo que muchas reformas siguen centrándose en el currículo prescrito y cerrado;
  10. surgimiento del paradigma STEM, que centra la labor docente en lo que se debe hacer para acoplar la enseñanza-aprendizaje, a los cada vez más cortos ciclos de innovación científico-tecnológica vinculados a las necesidades del modo de producción capitalista;
  11. superación de los paradigmas taylorista y fordista en la gestión escolar universitaria, impulsando el paradigma posfordista de calidad en la educación;
  12. imposición de la cultura evaluativa neoliberal como operación de la internacionalización universitaria para comprobar los avances en la “actualización” de la educación superior respecto a lo que demanda el modo de producción capitalista;
  13. redefinición de los perfiles de egreso profesional centrándolos ahora en las competencias;
  14. marco homologado de las competencias escolares y universitarias a escala mundial para facilitar la internacionalización universitaria;
  15. estandarización de las políticas de cambio educativo, mediante operaciones institucionales y políticas públicas que hagan eficiente la estrategia de internacionalización universitaria (normalización, sistemas seriados, arbitrados e indexados de publicaciones, acreditación universitaria, rankings académicos, micro acreditación, convenios de reconocimiento de títulos, entre otras);
  16. relanzamiento de las políticas de movilidad estudiantil y académica calificada, para la “racionalización productiva” de la “fuga de cerebros” y el flujo más eficiente de los nuevos paradigmas del centro a la periferia capitalista. En esta estrategia, los órganos nacionales de investigación, ciencia y tecnología, así como los procesos de ascenso académico y asignación salarial en las universidades juegan un rol central.

Estos requerimientos, que parecían abstractos, demandaban una traducción educativa en los territorios e instituciones. La academia y los intelectuales alineados con el sistema fueron convocados para generar investigaciones “confirmatorias”, que legitimaran el cambio en curso. El complejo industrial cultural jugó un papel central en la estrategia comunicacional de implantación y consolidación, usando el término polisémico de la calidad como un comodín multiuso.

Homogenización y estandarización: nueva etapa de la internacionalización universitaria

La estandarización es el proceso mediante el cual se establecen criterios y parámetros, ponderables y comparables a nivel mundial, de entrada y salida, para los procesos de enseñanza y aprendizaje. Por otra parte, la homogenización está referida a las dinámicas y rituales institucionales, mediante los cuales se hacen converger e interactuar estos estándares, para alcanzar la estrategia que responda a determinados intereses correlaciones de fuerza.

La estrategia, en el actual periodo del capitalismo, es la internacionalización universitaria, que procura alcanzar sincronía total entre de las dinámicas de docencia, investigación y extensión universitaria con los requerimientos del modo de producción capitalista en la tercera revolución industrial (y que continúa en la transición a la cuarta revolución industrial). La operación que viabiliza la estrategia es la cultura evaluativa neoliberal.

La cultura de la autonomía universitaria contenía correlaciones de fuerza en la vida académica con las cuales el cambio tenía no solo que dialogar sino alinear.  En las instituciones de educación superior (IES) no se puede forzar, al menos en el corto plazo, una transformación de esta significación sin generar caos, conflicto y elevar exponencialmente las resistencias (narrativas y con los poderes políticos, económicos, religiosos y tecnológicos de facto).

Por esta razón, la construcción de viabilidad implicaba -y sigue siendo así- un largo proceso de construcción de falso “sentido común”, que atenuara la percepción de externalidad en la estrategia y posibilitara el proceso de instauración de la internacionalización universitaria neoliberal. En este camino, había que convencer al mundo universitario de la necesidad de evaluar y clasificar de manera estandarizada y homologada la actividad académica, usando para el ello el paradigma de la meritocracia, lo cual demandó décadas, para que no fuera evidente que esta estrategia capitalista era una violación de la autonomía universitaria.

En la tercera década del siglo XXI, es evidente que el capitalismo ha logrado “naturalizar” la bibliometría, los rankings, la acreditación universitaria, la movilidad profesoral y estudiantil basada en la inmersión en las “buenas prácticas” y la mercantilización de la productividad académica. Este es el mayor triunfo de la cultura evaluativa neoliberal.

La estandarización y homogenización ha sido una tendencia constante en el tiempo histórico de la universidad latinoamericana y caribeña, pero nunca había alcanzado las dimensiones, ni logrado tal grado de cohesión y direccionalidad, como lo ha hecho a partir de la tercera revolución industrial.

Por supuesto, la internacionalización universitaria neoliberal requiere una “adaptación nacional” para poder presentar las acciones que converjan con esta estrategia, como propias y singulares, iniciativas locales que van al encuentro de lo global, cuando en realidad el proceso se ha generado a la inversa.  Al instaurarse a nivel mundial la cultura evaluativa neoliberal -corazón de la internacionalización universitaria- el capitalismo pretende desarrollar una dialéctica entre lo global y lo local, que le permita hacerla más eficiente.

El problema reside en la complejidad de las interacciones sistémicas de las operaciones propias de la estrategia de internacionalización universitaria, que suelen aparecer para las burocracias institucionales y el común, como autónomas, fragmentadas, desconectadas y difusas. Al no captarse la direccionalidad y sentido complementario de las operaciones de la internacionalización universitaria, esto puede conducir a errores de priorización desigual de las mismas o de omisión de alguna de ellas, afectando las posibilidades de logro para la lógica del capital.

Sin embargo, como lo explica Anderson (1991), lo nacional es una comunidad imaginada que comporta subjetividades, porque “los miembros de la nación … no conocerán jamás a la mayoría de sus compatriotas, no los verán ni oirán siquiera hablar de ellos, pero en la mente de cada uno vive la imagen de su comunión” (pág. 24).  En el caso de Latinoamérica, no suele haber una idea de la “educación nacional” diferenciada de manera sustantiva en lo escolar y universitario global de lo externo, como tampoco se está exento de las antiguas y nuevas formas de colonización cultural que impone en materia educativa el sistema mundo capitalista. En consecuencia, la identidad educativa nacional muchas veces suele ser un espejismo, más aún si se combina con la calidad educativa.

Por ejemplo, los órganos nacionales para la promoción de la investigación, ciencia y tecnología, que se fueron creando y extendiendo como una hiedra en la región -después de la segunda guerra mundial y el marco del surgimiento de la tercera revolución industrial- promovidos por la mirada cepalina (naciones Unidas) del desarrollo, hicieron posible que, desde la externalidad del mundo universitario, las ideas de lo nacional en las políticas universitarias estuvieran alineadas a los objetivos que para el sector le imponía el centro a la periferia capitalista.

Se suele pensar el papel de estos organismos para la promoción de la ciencia, investigación y tecnología como apoyos al sector universitario, cuando en realidad su trabajo ha significado formas sui generis de quebrar la autonomía universitaria, debido a tres factores. Primero, el presupuesto asignado a estas instancias debió ser asignado directamente a las propias universidades y, en la medida que se incrementa su porcentaje tiene efectos colaterales de desinversión para las IES. Segundo, la priorización de agendas de investigación, docencia y extensión desde un lugar de enunciación ajeno a la universidad que sufre problemas de precarización presupuestaria, se convierte en una injerencia indirecta en la definición de prioridades, lo cual vulnera la propia autonomía. Tercero, estos organismos crean un referente de autoridad en la gestión universitaria que depende de los gobiernos centrales y, por lo tanto, sus prioridades (docencia, investigación y extensión) no suelen ser las de la academia, sino las de la superestructura política.

En sus inicios, la “mediación” de estos órganos nacionales de ciencia, tecnología e investigación, adquiría especial importancia ante la ausencia -o debilidad institucional- de ministerios dedicados exclusivamente al sector universitario, así como por la precaria experticia y autoridad que sobre la educación superior tenía en sus inicios la UNESCO[2]. Lo cierto es que el desarrollo del multilateralismo de la post guerra, mostró la renovada vocación de internacionalización educativa (dentro de ella la universitaria) que tendría el capitalismo en la tercera revolución industrial.

Cómo en las alternativas anti sistema -diríamos hoy anticapitalistas- el internacionalismo era un principio orgánico, la internacionalización educativa -y universitaria- en muchos casos fue erróneamente valorada como progresista. Aún más, cuando la UNESCO -promotora de la normalización educativa– en el marco de la guerra fría, jugaba el rol de espacio de encuentro entre el mundo capitalista y el socialista soviético. Eso no solo facilitó la legitimación de UNESCO, sino que le dotó de un falso manto de neutralidad, que hoy perdura en amplios sectores del magisterio.

Esto no niega ni procura obviar los esfuerzos autónomos por construir políticas educativas nacionales, las cuales han surgido en el marco de las contradicciones inter burguesas, nacionalistas o de carácter nacional popular, como tampoco lo que significó la revolución cubana (1959) en la región. Lo que pretendemos subrayar es el carácter hegemónico y estandarizado que va tomando la internacionalización universitaria, en la tercera revolución industrial y la fase de hegemonía imperialista de los Estados Unidos.

Discurso político, poder e internacionalización

Lacan (1974) en “Reverso del Psicoanálisis” identifica cuatro niveles de la producción del discurso político en las relaciones de poder, los cuales marcan la dinámica entre opresión y liberación. Estos cuatro niveles son: a) el discurso sin límites del amo castrado, b) el papel de la academia en la construcción de narrativas que legitimen la posición del amo, c) la histeria del común, marcada por los “límites” impuestos por el amo, d) el papel del analista “subversivo” (el saber cómo medio de goce) que intenta construir narrativas que develen esta realidad.

A los efectos de este trabajo, parafraseando a Lacan, nos interesa identificar, en un primer momento, la política del “amo capitalista”, que se expresa en varios y complementarios proyectos económicos simultáneos del capital[3] que, si bien tienen diferencias en las disputas por las ganancias derivadas de los mercados educativos, comparten la orientación estratégica de la internacionalización universitaria.

En un segundo momento, entender el “despiste universitario” sobre la orientación política, económica e ideológica de la internacionalización universitaria que se implementa, generándose con ello una crisis de comprensión sobre el sentido real de la misma y, vacíos en el corpus analítico alternativo, que limitan la capacidad autónoma para pensar y elaborar políticas públicas universitarias sobre la internacionalización. La academia de derechas y vinculada a la lógica del capital, solo atinó a realizar estudios confirmatorios, pero no tuvo la capacidad de abrir caminos para implantar lo nuevo-

Tercero, se ha generado una “histeria” colectiva sobre la calidad educativa, un término polisémico y por lo tanto ambiguo, que asociado a la estrategia de internacionalización universitaria construye falso sentido común sobre lo que la ciudadanía aspira para la educación de sus hijos, la propia y de la comunidad. Esto justifica las políticas educativas asociadas a este fenómeno, limitando las resistencias a la cultura evaluativa neoliberal (competencia, clasificación, estratificación, movilidad) implícita en la internacionalización universitaria.

Cuarto, lo que incomoda a la hegemonía imperante, es la construcción desde abajo y los márgenes, de narrativasprácticas y propuestas colectivas que develen el sistema de relaciones de poder constituidos alrededor y dentro de la internacionalización universitaria.  Lo subversivo es analizar y mostrar, que la internacionalización universitaria tiene como lugar de enunciación la racionalidad capitalista y, no la autonomía académica. La perversión de la reproducción funcional se supera con el goce del saber crítico.

Las metáforas lacanianas nos sirven para ilustrar que lo que está en juego es una disputa sobre los sentidos de la actividad académica y la internacionalización universitaria.

Crisis educativa

En la narrativa capitalista surgen denominaciones  que se usan para construirle viabilidad social a la internacionalización universitaria neoliberal en el marco de la tercera revolución industrial. Las expresiones más usadas son “crisis educativa”, “crisis de la calidad universitaria”, “crisis civilizatoria en la educación superior”.  Estos enunciados se han promovido por el centro capitalista, desde la década de los sesenta del siglo XX (seis décadas), muy especialmente en el decenio 1962-1972 (desde el memorándum sobre educación del Banco Mundial hasta el Informe Faure), periodo en el cual se sentaron las bases conceptuales y operacionales de la internacionalización universitaria capitalista.

Desde la lógica del capital, tres grandes sucesos marcan hitos en la construcción de la idea hegemónica de crisis educativa en general y del sector universitario en particular.  Primero, determinado por la llegada de la tercera revolución industrial y sus demandas específicas y novedosas sobre la actividad académica. Segundo, los debates impulsados desde las instancias de poder mundial del capitalismo sobre la urgencia de un cambio en los sistemas escolares y universidades.  Tercero, la precariedad en la construcción de análisis alternativos contextualizados y en profundidad.

Paradójicamente, también desde el campo popular y revolucionario, la década de los sesenta significó un hito importante en el cuestionamiento de la gestión y orientación estratégica de las universidades. El mayo francés, las movilizaciones antirracistas y contra la guerra de vietnam en los Estados Unidos, el movimiento latinoamericano por la reforma universitaria, las insurgencias estudiantiles en distintos países, planteaban que, ante la crisis de la educación universitaria, había que ser realistas y soñar lo imposible[4].

En consecuencia, la palabra crisis se hizo presente en las dos caras de la moneda, planteando la urgencia de transformar la universidad. En el capitalismo de la tercera revolución industrial se da la paradoja, que desde distintos lugares de enunciación (poder dominante y alternativas), se plantea desde hace seis décadas que hay que cambiar radicalmente la universidad. Las IES, por distintas razones, estaban siendo -y siguen- cuestionadas a nivel global, lo cual fue aprovechado por los impulsores del neoliberalismo para abrir paso a soluciones estandarizadas y homogenizadas en formato de internacionalización universitaria.

Documentos que sirvieron de partida a la internacionalización neoliberal de las universidades

Banco Mundial

Sin pretender simplificar, podemos identificar los principales documentos fundantes de la internacionalización universitaria neoliberal en el marco de la tercera revolución industrial. Estos son:

  1. el memorándum del Banco Mundial,
  2. el informe Coleman (1966),
  3. Los papeles de trabajo y conclusiones de la Conferencia Internacional sobre la Crisis Mundial de la Educación (1967),
  4. la publicación del libro de Philip Coombs sobre la crisis mundial de la educación (1968),
  5. la conformación de la Comisión Internacional de UNESCO que elaboró el informe “Aprender a Ser (1972), mejor conocido como Informe Faure.

Luego, estos documentos serían complementados con una serie de trabajos del Banco Mundial, UNESCO (especialmente el IIPE, CRESALC-IESALC y la Dirección de Educación Superior del organismo multilateral), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Naciones Unidas, entre otros. Entre los documentos posteriores es necesario señalar los que circularon para las tres conferencias regionales y mundiales de educación superior, así como la CRES+5 (2024).

Como precisa Bonilla-Molina (2023) en el trabajo “El Banco Mundial en la educación superior (1962-2000)”, esta instancia de conducción de la política económica mundial, creada en el marco del nuevo orden surgido en las postguerras, desplegó abiertamente su trabajo en materia educativa en 1962, con la aprobación del primer proyecto educativo. La labor crediticia del BM en el sector educación, entre 1962 y 1970 se centró en fortalecer las iniciativas de enseñanza, orientadas a atender las demandas de mano de obra del modo de producción capitalista.

Es a partir de septiembre de 1971, cuando el BM en el documento “Education: sector working paper” comienza a perfilar un trabajo internacional de promoción del cambio educativo, mediante el estudio sistemático de los casos nacionales de las Instituciones de Educación Superior (IES). Este documento del Banco Mundial converge con las conclusiones del libro del norteamericano y técnico del IIPE UNESCO Philip Coombs, titulado “The World Crisis in Education: the view from the eighties”. Se inaugura así, una serie de documentos del Banco Mundial, que aún hoy continúan construyendo un marco normativo neoliberal para el cambio universitario, especialmente en materia de internacionalización universitaria.

En el documento de 1971 el Banco Mundial (BM) plantea:

  1. la necesidad de actualizar la capacidad de gestión del sector universitario a nivel internacional, en sus áreas de organización, planificación, evaluación y supervisión,
  2. esta actualización debe impactar al currículo y los métodos de enseñanza,
  3. el crecimiento de la cobertura universitaria debe fundarse en la identificación de nuevas y diversas fuentes del financiamiento de las IES,
  4. Se necesitan reformas estructurales e integrales y menos cambios sectoriales.

Evidentemente, el BM intentaba alinear las respuestas del sector universitario a los requerimientos de formación, investigación y extensión que emanan del modo de producción capitalista en la tercera revolución industrial. El paraguas sobre el cual construye sus propuestas de cambio es la noción de “crisis educativa”. La estrategia es la internacionalización universitaria con distintas dinámicas convergentes de cultura evaluativa neoliberal.

La intervención abierta del BM en la agenda educativa y, en especial del sector universitario, es una señal inequívoca del interés del sistema en producir un cambio radical en las IES, convocando a todos los actores de la superestructura a esta tarea, procurando eliminar cualquier duda de los gobiernos y los conductores de instituciones al respecto.

Informe Coleman

Después del banderazo de 1962 por parte del BM, el gobierno de la nación imperial surgida de las postguerras mundiales del siglo XX, abre un debate sobre la eficiencia de la educación en su propio patio. De hecho, los intereses estratégicos de los Estados Unidos eran -y son-  los más impactados por la vorágine de aceleración de la innovación científico tecnológica que trajo la tercera revolución industrial. Por ello, el interés en actualizar los sistemas escolares y universidades para alinearlos a la reproducción y consolidación de su rol imperial.

El Informe Coleman (1966) constituye un hito en la caracterización de problemas complejos de los sistemas escolares que afectan la gobernabilidad del sistema, incluido el impacto de lo tecnológico en la concentración de riqueza, con la menor generación de desigualdades sociales en su país. El resultado del Informe Coleman instala la idea que la educación norteamericana está en crisis y se debe promover un cambio de manera rápida y efectiva. El meta mensaje consistía en mostrar que esto no era anomalía ni singularidad, sino que la crisis de la educación en Norteamérica y la necesidad de reformas educacionales en ese país, debería ser una regularidad en el resto de las naciones industrializadas, pero también las dependientes, es decir, en el centro y la periferia del sistema mundo.

Este diagnóstico permeó al movimiento social y mediático de los Estados Unidos que comenzaba a ser sacudido por el movimiento hippie, las protestas por la paz en el sudeste asiático, la solidaridad con los movimientos que cuestionaban la racialización de la sociedad, así como por logro de cupo universal para las juventudes en las universidades. La onda de las ideas libertarias del socialismo, la revolución cubana y los cursos de las independencias nacionales en áfrica, así como la beligerancia de las clases subalternas en Asia contribuyeron al surgimiento del protagonismo estudiantil universitario norteamericano y de los países industrializados, que cuestionaban desde otro lugar de enunciación a las IES. El sistema ve a las protestas estudiantiles, el movimiento libertario hippie y la creciente beligerancia social como un signo claro de problemas educativos que tocan a las universidades.

La idea de una nueva reforma educativa recorre al continente latinoamericano y caribeño, mientras desde distintos flancos se cuestiona la legitimidad y eficacia de la formación universitaria en la nación más ´poderosa del planeta.

Conferencia Internacional sobre la Crisis Mundial de la Educación

Esta construcción de hegemonía para la internacionalización del cambio universitario, tiene un capítulo especial en la convocatoria hecha por el propio presidente norteamericano Lyndon  Johnson, para la celebración de la Conferencia Internacional sobre la Crisis Mundial de la Educación (1967), a la cual asisten 150 delegados de 52 países que acuerdan promover iniciativas para un cambio de los sistemas escolares y las universidades a nivel mundial, dando un paso gigantesco en la reelaboración de las agendas para la internacionalización, conforme las exigencias del ese momento.

La Conferencia Internacional, sacudida por los resultados del Informe Coleman, llega a la conclusión  que la crisis no es exclusiva de los EEUU, sino un rasgo de la educación en el sistema capitalista en su conjunto como resultado de la nueva realidad derivada del impacto de la tercera revolución industrial en el modo de producción capitalista.

Los objetivos centrales de este evento fueron:

  1. diagnosticar la naturaleza, causas y proyecciones de la crisis mundial de la educación,
  2. consensuar una estrategia internacional común para enfrentar y superar las causas de esta crisis.

El documento central del evento fue encargado al IIPE-UNESCO, creado en 1962 y dirigido para ese momento por Philip Coombs, quien había estado al frente del Departamento de Educación de los Estados Unidos en la administración Kennedy.

Para la realización de los debates y la construcción del discurso del poder (los amos en el sentido lacaniano), se establecieron diez grupos de trabajo, cada uno dirigido por especialistas del área:

  1. administración escolar (Dr. King, del departamento de Educación de la OECD),
  2. finalidades y contenidos de la educación (Dr. Beeby, de la Universidad de Londres),
  3. estructura de los sistemas escolares (Dr. Bereday, Universidad de Columbia),
  4. Formación docente (Dr. Butts, Universidad de Columbia),
  5. democratización de la enseñanza (Bowles, Fundación Ford),
  6. Educación Informal (Schwartz, Instituto Nacional de Formación de Adultos de Francia),
  7. Nuevas Tecnologías (Dr. Leussink, Universidad Fridericiana de Karlsrube, Alemania),
  8. productividad de la educación (Dr. Edding, Instituto de Investigación Pedagógica de Berlín),
  9. Investigación para Mejorar la Educación (Dr. Husén, Instituto de Investigación Pedagógica de Estocolmo),
  10. Cooperación Internacional para el Fomento de la Educación (Dr. Quik, Fundación Universitaria de Cooperación Internacional de La Haya).

Las conclusiones, mencionadas por Villa-Gómez (1967) fueron:

  1. promover un Mercado Común Mundial de la Educación,
  2. creación de un Consorcio Internacional para la coordinación de los programas de asistencia técnica y financiera en materia educativa,
  3. duplicar la ayuda internacional en materia educativa en los siguientes cinco años,
  4. Concentrar la cooperación los llamados países en desarrollo,
  5. priorizar el financiamiento para la planificación educativa, innovación tecnológica, cambio en los planes de estudio, racionalización y modernización de la administración educativa,
  6. condicionar la ayuda educativa a los países a cuatro factores:
  7. la estrategia de aplicación de la ayuda debe estar consensuada entre donantes y sector educación que lo recibe,
  8. establecer sistema de evaluación periódica de los cambios (imposición de la cultura evaluativa en la gestión educativa),
  9. la productividad como criterio del apoyo multilateral y de fuentes multinacionales,
  10. el sistema educativo y las IES que reciben ayuda internacional deben estar alineadas a un plan de desarrollo nacional conforme a la división internacional del trabajo. Estos elementos serían centrales en el curso que tomaría la década siguiente la internacionalización universitaria.

The World Crisis in Education: the view from the eighties

Al año siguiente, el señor Philip Coombs, publica en formato de libro, una versión mejorada de los documentos que había trabajado para la Conferencia Internacional, bajo el título “Crisis Educativa Mundial” (1968), en el cual se amplían los conceptos, afirmaciones, debates y conclusiones de la reunión internacional convocada por el presidente Johnson. El libro de Coombs, al ser una figura mundial de UNESCO, saca el debate de la “crisis educativa” de las fronteras norteamericanas y lo coloca en el propio corazón del organismo multilateral creado por Naciones Unidas para el fomento de la educación, cultura y comunicación.

Aprender a ser: la educación del futuro

Esto obligó al organismo de la Plaza Fontenoy de París, a escalar el debate (de los amos del poder) a nivel planetario. En consecuencia, convoca a la conformación de una comisión internacional que estudió el “estado de la educación mundial”. Si bien la convocatoria a la investigación no se alinea inicialmente con la idea de “crisis educativa”, los resultados de la misma si lo harían.

En el apartado “puntos de referencia actuales” de “Aprender a Ser: la educación del futuro” se parte del enunciado que la “sociedad rechaza los productos de la educación” (pag.62) porque la educación que precedía las transformaciones económicas, tecnológicas y culturales ha perdido esa capacidad y, en consecuencia, ha diluido sus posibilidades de prever el futuro inmediato con conocimiento adecuado para cada tiempo histórico.

En el inciso “desigualdades en la universidad” el informe Faure, se crítica el efecto de los paliativos para promover la igualdad de oportunidades, si estos no están vinculados a una estrategia integral de meritocracia que sea capaz de superar los obstáculos internos, que además pueda ser valorada adecuadamente mediante modelos de evaluación institucional.

Lo que confirma el Informe Faure (1973) es la necesidad de un cambio radical de la universidad y los sistemas escolares, que se abra paso mediante una adecuada cultura evaluativa de las IES y el resto de instituciones educativas para lograr recuperar su capacidad de prever y preceder.

A partir de este momento, la máscara altruista y despolitizada de la UNESCO comenzó a caerse, mostrándose como un aparato trasnacional o multilateral alineado a los intereses dominantes, algo que analizamos en profundidad en otros textos.

Las “soluciones” del capitalismo en materia educativa, comenzaron a plantearse abiertamente como mundiales, estandarizadas y comparables, para tratar de producir un giro en los sistemas escolares y las universidades. A esa operación se le dio el nombre de internacionalización y tomó variadas formas: normalización educativa, acuerdos para el reconocimiento de títulos y convalidación de estudios en diferentes países, compatibilidad curricular, sistemas de serialización de publicaciones, mecanismos de arbitraje e indexación, financiamiento de la movilidad académica y estudiantil, promoción de la migración calificada, generación de las categorías e indicadores para la medición y clasificación, sistemas de acreditación universitaria, rankings universitarios, micro acreditación de estudios, diversificación del financiamiento universitario, procesos de neo privatización (diversificación de las fuentes de financiamiento público, transformación digital de la educación) y deslocalización de los centros de enunciación de políticas educativas (filantropía empresarial, empresarios por la educación, otras formas de sociedades económicas).

Como veremos más adelante, las Conferencias Regionales de Educación Superior (CRES 1996, 2008, 2018, CRES+5 2024), las Conferencias Mundiales de Educación Superior (1998, 2009, 2022), los acuerdos multilaterales y las convenciones mundiales fueron instrumentos para su aplicación, cumpliendo además la función de válvulas de escape para las críticas a la tendencia hegemónica.

En este periodo, la internacionalización se asume ya no como una adaptación nacional a las experiencias exitosas ubicadas en otras latitudes -propio de los ciclos anteriores-, sino como una necesidad del sistema mundo de alinear los esfuerzos universitarios en una misma dirección, independientemente de las graduaciones propias del desarrollo desigual y combinado del capitalismo, en un nuevo contexto de nueva división internacional del trabajo, incluido el profesional e intelectual.

La innovación como problema

La pregunta natural que surge es ¿por qué en ese momento el capital redobla su discurso sobre la crisis educativa? ¿Le llegó la hora a la transformación radical de los sistemas escolares y universidades? ¿Por qué el sistema mundo no lo hizo antes? Siempre se dijo desde la teoría crítica que los sistemas escolares y universidades habían servido para la reproducción simbólica y material del modo de producción capitalista ¿que había cambiado entonces?

 

Fuente de la Información: https://luisbonillamolina.com/2024/11/30/la-internacionalizacion-universitaria-de-la-tercera-revolucion-industrial-1972-1980/

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30% de los migrantes venezolanos se fue con título universitario, según la OIT

30% de los migrantes venezolanos se fue con título universitario, según la OIT

02-12-24.-De los casi 8 millones de migrantes venezolanos que han salido del país en los últimos años, al menos 30% tiene títulos universitarios, según los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La emigración de profesionales caracterizó a las primeras oleadas de venezolanos que abandonaron el país por razones económicas. El país apenas se recupera de una pérdida acumulada de alrededor de 80% del Producto Interno Bruto (PIB).

La realidad salarial en el resto de América Latina, o en destinos más apetecidos como Estados Unidos o Europa, es completamente diferente, incluso para empleos de baja calificación que, en otros países, generan remuneraciones más elevadas que los salarios que devengan los profesionales en el país.

De acuerdo con reportaje de la televisora estatal alemana Deutsche Welle (DW), un médico en Venezuela gana en promedio entre 200 y 300 dólares mensuales, mientras en Colombia la remuneración de estos profesionales alcanza a un mínimo de entre 700 y 800 dólares.

Fuente de la Información: https://www.aporrea.org/educacion/n399009.html

 

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Venezuela: Advierten que 75 % de trabajadores universitarios venezolanos han pensado en renunciar el último año

La asociación por la Libertad, Derechos y Desarrollo Social (Liddes) reiteró este sábado, la necesidad imperante de atender las exigencias de docentes y trabajadores universitarios en Venezuela que, afrontan, al igual que todo el sector público, una situación de extrema vulnerabilidad al percibir salarios que equivalen a 3,5 dólares mensuales, mientras que la inflación acecha y la canasta básica ronda los 530 dólares, de acuerdo a estimaciones de diversas firmas y organizaciones.

 

La directora general de Liddes, Laura Linares enfatizó que los trabajadores universitarios se debaten a diario entre renunciar y seguir asistiendo a sus lugares de trabajo por estricta vocación o retirarse y dedicarse a otros oficios que le permitan tener ingresos para subsistir.

 

“Muchos trabajadores del sector universitario han dejado sus puestos de trabajo a favor de empleos mejor pagados, lo cual genera una crisis de personal en todo el sistema educativo del país. El 75 % de los trabajadores universitarios ha pensado en abandonar el trabajo en los últimos 12 meses”, precisó. “Lo que estamos viviendo ante la indiferencia del Estado es una catástrofe”, lamentó.

 

En medio de este escenario, el paupérrimo ingreso que perciben los trabajadores universitarios se convierte en el primer factor negativo que incide de forma directa en el acceso a una educación de calidad.

 

“Un sistema educativo fuerte depende en gran medida de la capacidad de atraer y retener a docentes altamente cualificados, y los salarios son un factor determinante. Los trabajadores universitarios venezolanos perciben en promedio 3,5 dólares al mes, esto ha impulsado la deserción del personal ATO, así como de profesores universitarios en el país, dejando fuertes desafíos para garantizar el acceso a la educación de los jóvenes venezolanos y la libertad académica”.

 

Laura Linares recalcó que estas presiones económicas, ponen en peligro los derechos económicos y sociales, generan desigualdades en la población; y retrasa el desarrollo de la sociedad, pues obstruye la investigación en áreas tan importantes hoy en día como la salud, la agricultura y, en general, la búsqueda de soluciones y políticas públicas eficientes y sostenibles”.

 

En esta misma línea, Fabiana Lujan miembro de Students for Liberty, subrayó que no dejarán de denunciar esta grave situación que no se puede normalizar. No es justo, lógico ni aceptable que el salario permanezca estancado desde hace casi tres años y que hoy el salario mínimo integral no cubra ni el 1 % de la canasta básica alimentaria.

 

“Seguir visibilizando la realidad que viven los trabajadores universitarios es vital para que la sociedad en general tome consciencia sobre la importancia de la exigencia de sus derechos. Resulta indispensable y urgente la inversión para garantizar la educación de calidad y garantizar el acceso a la educación superior de calidad a los venezolanos”, sentenció.

 

Asimismo, aseveró que reconocer el valor del trabajo universitario garantizando sueldos justos, no es solo un asunto de justicia social, sino que representa la retribución a todos los profesionales que se encargan de formar jóvenes que serán el futuro de la nación.

 

“Si la libertad académica se ve afectada, el desarrollo de los jóvenes y la sociedad en general también se afectará”, agregó Lujan.

 

El artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, suscribe expresamente que el Estado deberá garantizar a los trabajadores del sector público y privado un salario mínimo vital que, será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica”.

 

Advierten que 75 % de trabajadores universitarios venezolanos han pensado en renunciar el último año

 

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VISION FORMATIVA GERENCIAL Y RESPONSABILIDAD SOCIAL SUSTENTADA EN ECOAXIOLOGÍA: SIGNIFICANTE DEL DOCENTE UNIVERSITARIO UNERGISTA

Autora: MSg. Juiliet Bastardo

Fecha: Noviembre, 2024

Resumen

Este estudio tiene como propósito interpretar la visión formativa gerencial y responsabilidad social sustentada en la ecoaxiología significante del docente universitario Unergista. Para ello, la investigación se ubica en el paradigma Postpositivista, con enfoque cualitativo. El método empleado para su desarrollo fue el hermenéutico, bajo el enfoque del Círculo Hermenéutico de Gadamer. Se considera de igual manera a tres sujetos informantes que cumplen funciones gerenciales y directivas en el Área de Ciencias de la Salud, específicamente en el Programa Nacional de Formación en Nutrición y Dietética. A tal efecto se considera el uso de la entrevista acompañada de grabador, cuaderno de notas y cámara fotográfica para obtener la información. En el procesamiento de la información las técnicas empleadas adoptan las fases sistémicas sugeridas por Martínez (2014), con adaptaciones y reconfiguraciones metodológicas formuladas por Morea (2019). Se asume trasladar el proceso de síntesis de los resultados a un lenguaje metafórico, el cual fluye en la medida en que se dan encuentros con referentes imaginarios de la naturaleza como los procesos físicos en los que se producen focos de luz, obteniéndose así cuatro destellos más luminosos identificados como: la universidad: significado, tradición y retos en devenir, pertinencia social de la universidad: sus nexos con la comunidad, corresponsabilidad de la gerencia universitaria en el accionar de la responsabilidad social y discurso gerencial para repensar la praxeología de la gerencial universitaria a la luz de la responsabilidad social.

Palabras Clave: formación gerencial, responsabilidad social, ecoaxiología.

 

Summary

The purpose of this study is to interpret the managerial training vision and social responsibility supported by the significant ecoaxiology of the Unergist university professor. To do this, the research is located in the Postpositivist paradigm, with a qualitative approach. The method used for its development was hermeneutic, under the approach of Gadamer’s Hermeneutic Circle. Three reporting subjects who fulfill managerial and directive functions in the Area of ​​Health Sciences, specifically in the National Training Program in Nutrition and Dietetics, are equally considered. For this purpose, the use of the interview accompanied by a recorder, notebook and camera to obtain information is considered. In information processing, the techniques used adopt the systemic phases suggested by Martínez (2014), with adaptations and methodological reconfigurations formulated by Morea (2019). It is assumed to transfer the process of synthesis of the results to a metaphorical language, which flows to the extent that there are encounters with imaginary references of nature such as the physical processes in which light sources are produced, thus obtaining four more flashes. luminous identified as: the university: meaning, tradition and challenges in future, social relevance of the university: its links with the community, co-responsibility of university management in the actions of social responsibility and managerial discourse for rethink the praxeology of university management in light of social responsibility.

 

Keywords: management training, social responsibility, ecoaxiology.

 

Introducción

El conocimiento se ha convertido junto con la ciencia y la tecnología en otro de los factores, recursos o elementos motores del desarrollo económico y social del siglo XXI. Ello impone a las universidades el reto de cambiar, evolucionar y adecuar sus procesos al progreso continuo de una sociedad que exige cada vez más una participación efectiva de la institución en el abordaje y solución de sus requerimientos.

Actualmente, el quehacer universitario está caracterizado por un estilo tradicional de trabajo, donde se abordan acciones independientes, aisladas, discriminativas y hasta socialmente desvinculadas desde sus prácticas académicas, y administrativas. Se busca calidad en los procesos de formación, cumplimiento de una misión y transformación del egresado desde visiones débiles y excluyentes del significado de universidad.

Es oportuno entender que se requiere enfrentar los desafíos de la comunidad desde una reforma del pensamiento y una visión integradora que favorezca la praxis universitaria desde la interacción, la inclusión y la cooperación en la construcción de nuevos saberes y respuestas contextualizadas, críticas, innovadoras y socialmente pertinentes en los que se estimule la participación de todos como fundamento de una nueva sociedad.

El compromiso de la universidad ante las exigencias éticas de orientar sus actividades hacia el desarrollo sostenible, considerando el impacto ambiental y social que puedan tener estas, hace referencia a las obligaciones y compromisos derivados del impacto que la actividad de las organizaciones produce en los ámbitos social, laboral, medioambiental y de los derechos humanos. Surge en un contexto en el que la sociedad demanda cambios en los negocios para que se involucren cada vez más en los problemas sociales. En consecuencia, Vallaeys, (2006) plantea:

La participación de la comunidad educativa universitaria en el logro de metas, debe darse en el marco del ejercicio responsable, del respeto a la libertad, la ética y la tolerancia dentro de una perspectiva de compromiso y pertinencia institucional. Cada día más, la sociedad demanda de la universidad y de la academia, mayor participación en los hechos sociales.

Es así como, la universidad requiere definir la visión integral de sus funciones académicas: docencia, investigación y extensión sobre un nuevo paradigma siendo uno de sus mejores soportes, una comunicación oportuna como eje transformador que le permita, a través de la creación y difusión del conocimiento, lograr la correspondencia entre lo que la sociedad demanda por una parte y la coherencia interna que debe reinar en la universidad. Con base a lo expuesto, este desplazamiento de la atención hacia el entorno social por parte de la universidad (proyectos sociales hacia fuera), hacia la gestión integral de la organización académica, es la clave para comprender lo que puede y debería significar la responsabilidad social universitaria, con miras a desarrollar la calidad de la gestión social y ambiental de ésta. Es por ello, la importancia que desprende en el contexto de la formación profesional el compromiso existente en las instituciones universitarias bajo principios axiológicos que busquen el desarrollo de profesionales integrales, que den respuesta a las necesidades de la sociedad cada día más cambiante.

En tal sentido, se presenta el siguiente estudio que guarda la pretensión en asumir una postura teórica-axiológica vinculada a la responsabilidad social universitaria, para la formación profesional a la luz de las experiencias de sus actores sociales.

 

Metodología

Mirar la realidad desde un enfoque subjetivo nos traslada a conocer los fenómenos sociales sin límites, más allá de lo que no es observable. Parafraseando a González (2016) el conocimiento de las realidades vividas y existentes en la humanidad conlleva una serie de conceptos y acepciones que permiten aprender y reconocer el fenómeno en un encuentro más cercano con el objeto. Visto de otra forma, el proceso de aprehensión del fenómeno de estudio, desprende una serie de elementos que nos trasladan a la no medición, sino más bien, hacia un encuentro con la interpretación del escenario.

Cuando nos aproximamos a ese complejo sistema (se está refiriendo a la realidad) por medio de nuestras prácticas, las que, en este caso, están relacionadas a la investigación científica, formamos un nuevo campo de la realidad en el que nuestras prácticas son inseparables de los aspectos sensibles de la realidad estudiada. Son precisamente esos aspectos susceptibles a ser significados en nuestra investigación. Es imposible pensar que tenemos acceso ilimitado y directo al sistema de lo real, por tanto, tal acceso es siempre parcial y limitado a partir de nuestras propias prácticas.

Método de Investigación: El estudio se ubica como una investigación interpretativa, concebida en el método hermenéutico. La metodología hermenéutica, está implícita en los estudios cualitativos ya que resalta el interés de interpretar de una manera holística el contexto de investigación y las interrelaciones que emergen en el desarrollo de la problemática observada.

Visto desde la perspectiva de lo que representa la investigación, la utilización del método conlleva una estructura, basada en pasos lógicos y progresivos a fin de dar cumplimiento de los propósitos investigativos. En relación a lo anterior, la presente investigación resalta la necesidad de abordar desde un contexto metodológico, propio, coordinado y coherente, el estudio y conducción en la arquitectura teórica del objeto estudiado, considerando así, que la elección del método sería el más conveniente en relación a las necesidades investigativas.

Escenario de Estudio: El escenario seleccionado ha sido la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos (UNERG), ubicada en San Juan de los Morros estado Guárico, institución cuyo origen data del 15 de agosto de 1974. En el proceso de recolección de información, necesario en el abordaje la realidad investigada, la autora seleccionó el Área de Ciencias de la Salud, específicamente el programa nacional de formación en nutrición dietética de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales, “Rómulo Gallegos” (UNERG).

Sujetos Significativos: Los sujetos informantes estarán conformados por tres (03) docentes del Área de Ciencias de la Salud, que cumplen funciones directivas y gerenciales en el área académica en cuestión. En tal sentido, los informantes seleccionados para la investigación, tiene en sus rasgos características específicas que le confieren valor a la apreciación y opiniones que pueden expresar en relación a la temática, entre sus rasgos están:

a-. Ser personal docente y de investigación ordinario a dedicación exclusiva, b-. Ocupar cargo directivo en la institución, c-. Ser abiertos, comunicativos, expresivos e interesados en el abordaje y estudio de la temática seleccionada.

Aprehensión de la Información: Para la aprehensión de la información se tomará como técnica la entrevista en profundidad. Al respecto, Martínez (ob.cit.), la define como «un encuentro en el cual el entrevistador intenta obtener información, opiniones o creencias de una o varias personas» (p.85).

Procesamiento de la Información: En esta investigación, el procesamiento de la información sigue la estructura formulada por Martínez (2014), quien propone las siguientes etapas: categorización, estructuración, contrastación y teorización.

Categorización: “categorizar” o clasificar las partes en relación con el todo, de asignar categorías o clases significativas, de ir constantemente integrando y reintegrando el todo y las partes, a medida que se revisa el material y va emergiendo el significado de cada sector, evento, hecho o dato.

Estructuración: El proceso de estructuración y teorización constituyen como el corazón de la actividad investigativa: ilustran el procedimiento y el producto de la verdadera investigación, es decir, cómo se produce la estructura o síntesis teórica de todo el trabajo y, también, cómo se evalúa. Una metodología adecuada para descubrir estructuras teóricas no puede consistir en un procedimiento típicamente lineal, sino que sigue básicamente un movimiento en espiral, del todo a las partes y de las partes al todo, aumentando en cada vuelta el nivel de profundidad y de comprensión.

Contrastación. Esta etapa de la investigación consiste en relacionar y contrastar sus resultados con aquellos estudios paralelos o similares que se presentaron en el marco teórico referencial, para ver cómo aparecen desde perspectivas diferentes o sobre marcos teóricos más amplios y explicar mejor lo que el estudio verdaderamente significa.

Teorización. El proceso de teorización utiliza todos los medios disponibles a su alcance para lograr la síntesis final de un estudio o investigación. Más concretamente, este proceso trata de integrar en un todo coherente y lógico los resultados de la investigación en curso, mejorándolo con los aportes de los autores reseñados en el marco teórico referencial después del trabajo de contrastación.

Validez: En esta investigación, la validez se asume en el tipo externa dado que las categorías emergidas adquieren rasgos similares al significado que se atribuye en los estudios reportados en las investigaciones afines, lo cual facilitaría el proceso de comparación de las estructuras de significado descubiertas al tiempo que poseen rasgos comunes y específicos de esos grupos. Al apreciarse un proceso comparativo de esta índole, la investigadora puede afirmar que los nuevos referentes emergentes constituyen un valioso aporte al estado del arte que hace alusión el proceso de formación gerencial sustentada en la ecoaxiología como significante del talento humano.

Fiabilidad de la Investigación: En cuanto a la fiabilidad, se asume considerando lo expresado por Eisner (1990), cuando señala “la adecuación referencial que plantea apoyar las interpretaciones en situaciones, documentos, observaciones o registros de diversos tipos y en el reporte descriptivo y sistematice de todas las etapas de las investigaciones desarrolladas” (p. 59). Del mismo modo, se considera la devolución de testimonios y las interpretaciones de la investigadora hacia los informantes a los fines de que estos certifiquen si los hallazgos y síntesis generadas se corresponden con la visión de la realidad aportada por ellos a través de los encuentros dialógicos.

 

Resultados

En este momento, se desarrollan los hallazgos de la investigación obtenidas a través de la actividad hermenéutica. Esta investigación se realizó con la intención de describir desde el ambiente universitario y el lenguaje de los actores implicados los sentidos y significados que se otorgan a la praxis de la gerencia en el contexto de la responsabilidad social universitaria.

 

Discusión de los Resultados

Muchos destellos deja apreciar la realidad de la formación gerencial y responsabilidad social sustentada en la ecoaxiología como significante del talento humano docente, los procesos que forman parte de la experiencia de los actores académicos considerados en el desarrollo de la investigación procuran al ser interpretados configurar una nueva visión que acerca la comprensión de la praxeología de la gerencia universitaria revelada en los códigos línguisticos expresados por los informantes clave entrevistados, a lo que se adiciona la percepción difusa de la investigadora, el estado del arte y la asunción paradigmática que con su carga y fundamentos epistémicos y filosóficos permiten develar vestigios que constituyen en lo sucesivo el punto de partida para la concreción del proceso teorizador, como vestigios que serán sujeto de los procesos teorizadores se tienen los siguientes:

La universidad hoy es asumida como el centro por excelencia para la producción del conocimiento y la formación profesional de los hombres y mujeres que demandará la construcción del proyecto de país; sin embargo, al ser centro de encuentros y desencuentros, la dialéctica que acontece en la misma muestra senderos dispersos en cuanto a uno de sus papeles 76

fundamentales; la extensión universitaria, a través de la cual materializa la función social, ésta última andamio en el cual se sujeta la responsabilidad social como dimensión fundamental en tiempos de postmodernidad donde el reclamo epistémico nos llama a la integración, cohesión y sentido de la participación en la agenda social y comunitaria; dejando valiosos aportes desde la esencia misma de la actividad académica para lograr cambios sustanciales a partir de la transferencia de conocimientos, ciencia y tecnología para solventar los problemas social; aquí una restricción; las intencionalidad del común académico no rema en la misma dirección y el detrás del accionar gerencial acontecen saberes, intenciones y propósitos que no contribuyen con la concierto de la universidad en la comunidad en un vínculo indisoluble, sustanciado en principios y valores de compromiso manifiestos en el eje universidad – comunidad.

La pertinencia social de la universidad a partir de sus nexos con la comunidad constituye un destello en el que se generan y representan profundas contrariedades en la agenda universitaria, y que al interior y exterior de los procesos que se desarrollan sólo muestra desaliento y poca esperanza en los actores universitarios como figuras clave de la participación.

Hoy, se insta por una universidad cuya acción social sea pertinente con el entorno y con los proyectos y planes regionales y desde luego con el proyecto de país que intentamos construir, la universidad debe materializar la acción social a través de sus funciones primigenias que la identifican desde sus orígenes con la universidad napoléonica. Ya con la Reforma de Córdoba se exhortó al desarrollo y establecimiento de nexos con la realidad social, hoy continuamos desconectados del hecho social, aun cuando en la práctica la objetivación de la acción se traduce en la formación profesional como intento académico en función de las necesidades productivas del país.

La universidad actual para ser pertinente socialmente debe apoyarse en el desarrollo de acciones extensionistas que podrían ser materializadas por la asunción y el reconocimiento académico de actividades de extensión en la realidad comunitaria, pero ello, se gesta con la institucionalización de la acción cuando la gerencia logre demostrar que su praxis es más consciente que el lenguaje con que se intenta derivar y promover la acción con la invitación a sus actores. 77

En el lenguaje oculto se nos invita a reconocer que hoy miramos una universidad poco pertinente con la realidad social y sus necesidades esenciales, toda vez que más allá de la formación de profesionales en serie a nivel de pre y postgrado, no acontece otro aporte, y ello quizás radica en que emocionalmente vemos una universidad que gerencialmente su praxeología no asume como fundamental el valor del compromiso y la reciprocidad con el colectivo, enigma por reconceptualizar teóricamente.

En este destello se afirma que la universidad parece que entró en un nuevo trance donde se desarticuló la integración de las funciones primigenias de la universidad al tiempo que estas sólo operan de forma independientes y sin correlación de objetivos y propósitos más allá de la interpretación y concepción que cada actor académico le asigna en el acontecer universitario.

La corresponsabilidad de la gerencia universitaria en el accionar de la responsabilidad social viene a constituir un destello con poca luminosidad en la panorámica que esperamos contemplar, hoy los vínculos y las alianzas se muestran inexistentes en el eje universidad – comunidad y pareciera que la planificación y organización de acciones que conlleven a lograr el accionar de la responsabilidad social sólo representa un discurso posterior a la profunda reflexión en el acontecer permanente de la gerencia universitaria y su praxeología, hoy la práctica significante se concreta a perder fuerza en la materialización de actividades donde los actores académicos se inserten en la transformación del entorno con la producción de conocimiento científico y tecnológico y la consecuente transferencia de la misma a la comunidad para apreciar sus beneficios de cambio, realidad particular que esgrime una nueva visión del hacer y representar epistémicamente en esta producción teórica.

El destello más luminoso discurso gerencial para repensar la praxeología de la responsabilidad social nos apunta interesantes cosmovisiones para lograr una visión integradora de cohesión y articulación, para ello, debe asumirse en la visión filosófica de la gerencia que el compromiso social y la reciprocidad constituyen pilares fundamentales en la construcción de un discurso que oriente el sentido de la gerencia hacia el repensar de la praxeología de la responsabilidad social 78

REFLEXIONES INACABADAS

La investigación permitió comprender e interpretar la visión formativa gerencial y responsabilidad social sustentada en la ecoaxiología como significante del talento humano docente universitario asumiendo la realidad y la interacción con el fenómeno desde una mirada postpositivista interpretativa y hermenéutica, tomó como contexto de estudio el Área de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos, espacio donde la investigadora estableció nexos intersubjetivos con actores académicos que cumplen funciones directivas proceso posterior al cual se desprendió la construcción de una Teoría Luminiscente sobre la visión formativa gerencial y responsabilidad social sustentada en la ecoaxiología como significante del talento humano docente universitario, la cual se fundamentó en cuatro destellos más luminosos emergidos del proceso de interpretación que se realizó y sobre los cuales aún quedan al pendiente para la consideración algunas reflexiones que constituyen punto de partida para la consideración ontológica de la realidad y ocupación futura de las ciencias en el esclarecimiento del fenómeno en contextos similares, entre otros aspectos a considerar:

La formación gerencial universitaria debe examinar el piso que fundamenta el desarrollo de su accionar al articular las funciones de docencia, investigación y extensión, toda vez que la filosofía de gestión debe implicar a los actores de la vida universitaria a través de su participación en la concreción de metas de intervención y vínculos con la realidad comunitaria.

Constituye un reto para la formación gerencial universitaria visualizar que los planes de vinculación y relación con las comunidades pueden ser materializados si se concreta la participación de los actores académicos de la universidad y ello, se institucionaliza a través de alianzas estratégicas entre universidad y fuerzas vivas de la comunidad.

La universidad debe al interior de las conversaciones que animan su existencia, renovar el significado de las funciones primigenias que la representan: docencia, investigación y extensión, en un contexto más dinámico y adaptado al tiempo que reclama la participación y cohesión social en la agenda universitaria. 90

Se debe sensibilizar la comunidad universitaria en cuanto al desarrollo de proyectos centrados en atender los problemas más sentidos y las necesidades del entorno de la universidad en sintonía permanente.

Impulsar la identidad institucional en un lenguaje y mensaje que sea común y reconocido por todos los actores académicos, donde se recoge y percibe la voz y pensamiento de todos los actores universitarios en el compromiso de ser responsables socialmente desde el quehacer de la universidad.

Del mismo modo, se debe valorar los aportes que puede realizar cualquier actor de la vida académica institucional, toda vez que en su imaginario reposan y se activan sueños e ilusiones que pueden traducirse en metas y hechos concretos si la disposición y el interés se suman a la concreción de la idea.

Se asume que el servicio comunitario es un puente extensionista de aprendizaje – servicio que pueden continuar siendo representación de un vínculo de la universidad con la comunidad al tiempo que constituye una posibilidad permanente de ser responsables socialmente desde la acción gerencial de la universidad.

En este orden de ideas, se debe pensar en la visión formativa gerencial y responsabilidad social sustentada en la ecoaxiología como significante del talento humano en el contexto universitario y con ello hablar de un marco de posibilidades donde quienes cumplen funciones directivas al interior y exterior de los esfuerzos que el tiempo impone a la universidad deben poner en práctica en función de lograr procesos de vinculación, motivación, cooperación, desarrollo permanente, atención a las necesidades comunitarias, formación profesional aprovechadas en espacios abiertos de la comunidad, investigación y desarrollo tecnológico aprovechando los saberes tanto de la comunidad como de los actores académicos en función de lograr un trabajo mancomunado en el que nos visualicemos como universidad integrada y cohesionada hacia un mismo fin, ser responsables socialmente con la comunidad. 91

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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Venezuela: En la ULA falta uno. La silenciosa ausencia de un profesor, bajo la protección de la CIDH

Las aulas de la Universidad de Los Andes en Trujillo, en la calma habitual de la investigación y la enseñanza, esconden un vacío silencioso. Un espacio vacío, una ausencia palpable, un espacio que grita por la justicia. En la ULA falta uno. Falta Gustavo Torres, un profesor que hoy se encuentra injustamente privado de libertad, víctima de una crisis que persigue a la universidad venezolana: la crisis de la libertad; afirma contundente el Profesor Johny Humbría, Presidente de la APULA Trujillo.

 

En un giro preocupante para la libertad académica en Venezuela, el gremio de profesores de la Universidad de Los Andes en Trujillo ha emitido una denuncia alarmante. La situación crítica que enfrenta la academia no solo se ve reflejada en los salarios insuficientes que luchan contra una inflación rampante, sino también en la asfixiante falta de libertades fundamentales. Según declaraciones de Humbría, la universidad no solo sufre por la escasez de recursos, sino que también está siendo desangrada por la ausencia de libertad. La detención de cinco miembros de la comunidad universitaria, entre ellos el profesor Gustavo Torres, tres estudiantes y un egresado, tras las protestas poselectorales. «Un juicio sin rostro, una condena sin voz.».

 

La ausencia del profesor Gustavo Torres en la ULA NURR no es solo una ausencia física, es la ausencia de su voz, de su conocimiento, de su pasión por la enseñanza. Es la ausencia de un profesor que, a diferencia de tantos otros, no ha sido acallado por el miedo, un hombre que siempre ha salido a protestar pacíficamente en defensa de la libertad, la justicia y la democracia.

 

Su detención no es solo un acto de injusticia, es un golpe a la universidad venezolana, a la educación, a la libertad de expresión. Su familia, privada de su presencia, se ve sometida a la tortura de la incertidumbre y la impotencia, recorriendo kilómetros en busca de un mínimo contacto con su ser querido, enfrentando barreras burocráticas y la angustia de un viaje que a menudo se convierte en una esperanza frustrada.

 

 

La situación del profesor Torres y de otros presos políticos venzolanos, ha llegado a oídos de la comunidad internacional, y el pasado 28 de octubre de 2024, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió la Resolución 78/2024, otorgando medidas cautelares en su beneficio. La CIDH, preocupada por el riesgo irreparable a la vida, integridad personal y salud del profesor Torres, ha solicitado al Estado venezolano que informe sobre su paradero y las circunstancias de su detención, o bien, de las medidas tomadas para determinar su destino; y precise si el profesor Torres fue presentado a un tribunal competente para revisar su detención o si se le han imputado delitos; aclare las razones por las que no ha sido puesto en libertad e implemente medidas para que las condiciones de detención del profesor Torres sean compatibles con los estándares internacionales aplicables en la materia.

 

Desde el gremio de profesores de la Universidad de Los Andes en Trujillo, reafirman que esa universidad es una cuna de la libertad y el pensamiento crítico que hoy se encuentra en luto. El silencio de sus aulas se llena con el eco de una injusticia que nos interpela a todos. Desde este profesoral exigen la liberación del profesor Gustavo Torres y de todos los universitarios injustamente detenidos. La universidad no puede seguir viviendo bajo el manto de la opresión. «En la ULA falta uno» es la consigna de esa casa de estudios superiores, señala el profesor Humbría, Presidente de la APULA Trujillo, recordando que su ausencia nos recuerda la lucha que debemos seguir librando. Finaliza diciendo la lucha por la libertad, la justicia y la universidad que soñamos, debe ser la lucha de todos los ulandinos.

 

El otorgamiento de medidas cautelares por parte de la CIDH no solo es un acto de reconocimiento de la vulnerabilidad del profesor Torres, sino también un llamado de atención al Estado venezolano para que garantice sus derechos y ponga fin a la crisis que asfixia la libertad académica en el país.

 

https://diariodelosandes.com/en-la-ula-falta-uno-la-silenciosa-ausencia-de-un-profesor-bajo-la-proteccion-de-la-cidh/

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