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Juegos de niños y niñas bajo un cielo de plomo

Por: Diego Del Norte

 

Crónica sobre la vida cotidiana en el norte de Siria, la región kurda que, desde hace varias semanas, es bombardeada diariamente por Turquía y donde su pueblo resiste los ataques mientras el mundo mira hacia otro lado.

Desde Rojava

Son las 7:45 de la mañana. A esta hora, el clima es fresco, pero si sale el sol, lo cual pasa a menudo, el ambiente se calienta bastante al mediodía. Llevo unas semanas andando a diario este recorrido de 15 minutos, bordeando las afueras de Derik, una pequeña ciudad donde la precariedad salta a veces a la vista mientras se codea con edificios un poco más acomodados. El hormigón es, por desgracia, el rey indiscutible, con esqueletos de los futuros edificios salpicando el paisaje sin preocupación por consideraciones estéticas. En este día luminoso, las montañas del lado turco se asientan majestuosas en el horizonte, como una invitación inaccesible. Zigzagueo entre unos cuantos tractores viejos, cofradías de gallinas y columnas de gansos, en un escenario colorido que serviría para una película de Emir Kusturica. Las fronteras entre la ciudad y el campo se desdibujan en estas zonas urbanas periféricas.

Me dirijo a lo que recientemente se ha convertido en mi “lugar de trabajo”: un gran edificio de color crema, en pésimo estado de conservación, que es una antigua escuela secundaria del régimen sirio y que hoy alberga a la administración escolar bilingüe (árabe/kurdo) de las 87 escuelas de la pequeña localidad y de los numerosos pueblos de los alrededores. En esta mañana, reina una calma digna de un viernes (que aquí tiene carácter de domingo), lo que me hace pensar que, probablemente, encontraré la puerta cerrada. Y es que este lunes no es un lunes como los demás. El luto y la conmemoración están a la orden del día. Hace dos noches, las bombas turcas sembraron la muerte en una región históricamente más bien indemne en comparación con otras.

Imagen: Derik, ciudad de Rojava / Diego del Norte / La tinta
Imagen: Derik, ciudad de Rojava / Diego del Norte / La tinta

En la noche del 20 al 21 de noviembre, hacia la medianoche, un ataque aéreo turco se dirigió contra la aldea de Teqil Beqil, matando a dos personas y destruyendo una central eléctrica. Un grupo de pobladores acudió al lugar de los hechos para ayudar a las víctimas y denunciar el incidente. Un periodista de un medio de comunicación local los acompañaba. A continuación, cayeron otras tres rondas de proyectiles macabros sobre la asamblea, matando a nueve personas. Esta táctica de “ataque en dos tiempos” es una estrategia tan habitual como despreciable por parte de la fuerza aérea de la bandera roja adornada de una luna y una estrella blanca. El objetivo es innegable: matar creando un shock psicológico. Es imposible no ver la sórdida hipocresía del ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, que se atreve a hablar de “ataques quirúrgicos contra objetivos militares específicos”. Por supuesto, si el razonamiento es considerar a cualquier civil solidario con las fuerzas de autodefensas populares de Rojava como un terrorista, esto abre el camino a una pseudo-legitimación de muchos crímenes de guerra.


A la mañana, el ambiente entre mis colegas es de gravedad y aprensión. El 20 de noviembre, Día Internacional del Niño, estaba previsto un gran desfile en la ciudad, seguido de una fiesta en varias escuelas. Asistí a un ensayo general en una de las escuelas. Los niños y las niñas se sentían orgullosas de mostrar las canciones y bailes que habían preparado para la ocasión. Este año, no habrá celebración, el ejército turco ha decidido sustituirla por la estupefacción y el dolor.


El tradicional café/té colectivo del comienzo del día se prolonga, cada uno intercambiando noticias sobre los trágicos acontecimientos. Llegan informaciones en el transcurso de la mañana que revelan el número y la identidad de las compañeras y compañeros asesinados durante la noche. Los colegas se enteran de que hay gente cercana entre los muertos. Observo con impotencia su aflicción. No sé dónde colocarme, qué hacer, qué decir. Me conformo con estar allí, testigo discreto, extraño a pesar de todo. Pienso en la magnitud del daño y en el dolor causado por los intereses de una minoría dispuesta a realizar los más sórdidos trapicheos para mantenerse en el poder.

Si Recep Tayyip Erdogan y su banda de asesinos juegan la carta de la escalada bélica, no es por la supuesta defensa de su pueblo amenazado, sino por su desastroso historial y las elecciones que se aproximan en 2023. No deja de sorprenderme que la vieja estrategia de crear un enemigo externo para desviar la responsabilidad de las élites por el triste destino del pueblo siga funcionando; que sea, a pesar de las lecciones de la historia, aún insuficientemente aprendidas, de una temible eficacia. Y por muy burdo que es el maquillaje, los medios de comunicación desempeñan su papel de caja de resonancia, absteniéndose de “tomar partido”, lo que basta para dar crédito a la mentira.

Hace tiempo que no oigo cantar y corear el “sehid namirin” (“los mártires nunca mueren”) con el corazón encogido. El funeral colectivo de las 11 víctimas reúne a una gran multitud, atravesada, de principio a fin, por la emoción y la rabia. Y es que las personas asesinadas eran especialmente apreciadas y reconocidas por su larga implicación en la sociedad civil. Su rápida presencia en el lugar del atentado, en plena noche, es reflejo de su constante dedicación a apoyar la construcción colectiva de esta alternativa democrática revolucionaria en el norte de Siria. Dos de ellos eran, por ejemplo, muy activos en la “Casa de los Mártires”, que proporciona apoyo y asistencia a las familias en duelo. Los conocí. Son las primeras personas muertas que conocí en vida, lo que hace que este desenfreno asesino, que se acelera desde hace varios meses, sea aún más concreto y tangible.

Al día siguiente del funeral, acudo con mis colegas a un nuevo homenaje, al que asisten más de mil personas. Los discursos gritan la rabia y la determinación de continuar la resistencia contra viento y marea. Quienes hablan, proclaman, alto y claro, que el miedo está ausente de sus cuerpos. En varias intervenciones, destacan la dedicación de la guerrilla en el norte de Irak y la lucha de las mujeres en Irán. Un grupo de chicas adolescentes pasa por delante de la asistencia, enarbolando banderas y entonando “Jin, Jiyan, Azadi”, una consigna que es retomada por la multitud. Esta experiencia de Rojava, que quiere ir más allá del modelo de Estado-nación, las heroicas batallas guerrilleras en las montañas de Irak y las movilizaciones salvajemente reprimidas en las calles de Irán se conforman como una sola experiencia: la misma lucha, el mismo deseo de disfrutar una vida digna, el mismo grito de libertad para las mujeres, como también la misma crítica y el rechazo a una modernidad capitalista que destruye inexorablemente la diversidad de la vida.

Imagen: Zona bombardeada por Turquía / Diego del Norte / La tinta
Imagen: Despedida de los mártires / Diego del Norte / La tinta

En el camino de vuelta, decido cambiar un poco mi itinerario. Descubro, en el recodo de la carretera, alineaciones de piedras que delimitan zonas de juego infantil, viejas latas que sirven de mobiliario y vajillas para esas casas en miniatura, sin paredes ni tejados, pero no exentas de una especie de poesía. En la pared contigua, los dibujos de tiza dan testimonio de momentos colectivos de imaginación desplegada. Una creatividad que no deja de conmover al profesor “creyente, pero no practicante” que soy. Mientras inmortalizo la escena, dos mujeres me saludan. Cuando les digo que vengo de Bélgica, una de ellas se alegra: “¡Mi hijo se fue a vivir a Bélgica hace unos meses!”. Ha ido a reunirse con miembros de su familia, que viven allí desde hace mucho tiempo. Me toca hacer preguntas y darme cuenta de que vive en la Ciudad Ardiente, en las alturas del barrio de Pierreuse, al que tengo un especial cariño. Hay momentos en los que el mundo es definitivamente un pañuelo.

Ambos nos alegramos de esta coincidencia y me invita a su casa a tomar el té. Allí conozco a dos jóvenes artistas muralistas en ciernes. Tienen 10 y 12 años, se llaman Rojava y Rojhilat. ¡Vaya símbolo! Hablamos de la guerra y la migración, de nuestras esperanzas y miedos. Salgo con una convicción más fuerte de que, digan lo que digan, el mundo está peor de lo que vale la mayoría de los seres humanos que lo habitan. En definitiva, la humanidad está, en gran medida, menos podrida que el estado actual del planeta. Me voy preguntándome qué será de estas dos jóvenes, dónde y cómo crecerán, qué sinsabores y alegrías vivirán. Seguramente, les tocará encender sus gritos y sus armas para hacer posible, más allá de las fronteras estatales que datan de la colonización, ¡el respeto incondicional a la mujer, a la vida y a la libertad!

Fuente de la información: La Tinta

 

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El reembolso de los préstamos estudiantiles disminuye en Tailandia

El reembolso de los préstamos estudiantiles disminuye en Tailandia

 

El Fondo de Préstamos Estudiantiles de Tailandia informó de un menor número de prestatarios que reembolsan sus deudas en los últimos tres meses a la espera de la versión modificada de la ley relativa a la reducción de los tipos de interés y las multas por impago.

Según el gestor del fondo, Chainarong Katchapanan, los prestatarios han pagado directamente al fondo 2.070 millones de baht entre el 15 de septiembre y el 30 de noviembre, lo que supone un descenso interanual del 28%. El reembolso total de la deuda por parte de los deudores disminuyó un 12% respecto al mismo periodo del año anterior.

El descenso en las cifras se debe a que los prestatarios esperan aclaraciones sobre una enmienda a la Ley del Fondo de Préstamos Estudiantiles, aprobada por la Cámara de Representantes en septiembre.

La Cámara aprobó un proyecto de enmienda que eximiría a los deudores del fondo de los intereses, las multas por impago y los requisitos del avalista. Sin embargo, cuando llegó al Senado, los legisladores la modificaron para que el fondo cobre un tipo de interés máximo del 1% anual y una multa mensual máxima del 0,5% por pagos atrasados. Está previsto que el Senado presente su versión revisada a la Cámara para que la examine en la sesión de tercera lectura.

La ley actual fija el tipo de interés máximo para los préstamos estudiantiles en el 7,5% anual, y el fondo suele cobrar en torno al 1% para minimizar el efecto financiero sobre los prestatarios.

EL REEMBOLSO TOTAL DE LA DEUDA POR PARTE DE LOS DEUDORES DISMINUYÓ UN 12%

Chainarong afirma además que el fondo no tiene actualmente problemas de liquidez y que concede préstamos por valor de unos 40.000 millones de baht al año. En la actualidad, el fondo ha concedido 697.000 millones de baht a más de 6,2 millones de estudiantes, con una deuda pendiente de 338.000 millones de baht.

 

Fuente de la Información: https://reporteasia.com/cultura/educacion/2022/12/15/reembolso-prestamos-estudiantiles-disminuye-tailandia/

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UNICEF: Más de 11.000 niños muertos o heridos en Yemen

Más de 11.000 niños muertos o heridos en Yemen

La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, pide la renovación urgente de la tregua tras su visita

NUEVA YORK, 12 de diciembre de 2022 – Más de 11.000 niños han resultado muertos o mutilados como resultado del conflicto en Yemen, según UNICEF, un promedio de cuatro por día desde la escalada del conflicto en 2015. Como estos son solo los incidentes verificados por la ONU, es probable que el verdadero número de víctimas de este conflicto sea mucho mayor.

Si bien la tregua negociada por la ONU condujo a una reducción significativa de la intensidad del conflicto, otros 62 niños resultaron muertos o heridos entre el final de la tregua a principios de octubre y finales de noviembre. Al menos 74 niños se encontraban entre las 164 personas muertas o heridas por minas terrestres y artefactos explosivos sin detonar solo entre julio y septiembre de 2022.

Casi ocho años después de la escalada del conflicto, más de 23,4 millones de personas, incluidos 12,9 millones de niños, necesitan asistencia humanitaria y protección: casi las tres cuartas partes de la población total. Se estima que 2,2 millones de niños en Yemen están gravemente desnutridos, incluidos casi 540.000 niños menores de cinco años que sufren desnutrición aguda grave y luchan por sobrevivir.

“Para niños como Yasin, de 7 meses, y su madre Saba, a quienes visité en un hospital de Adén, la vida se ha convertido en una lucha por la supervivencia”, dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, quien lanzó el Llamamiento de Acción Humanitaria para la Infancia de UNICEF desde Yemen. la semana pasada. “Miles de niños han perdido la vida, cientos de miles más siguen en riesgo de muerte por enfermedades prevenibles o hambre. Yasin es solo uno de los muchos niños gravemente desnutridos en Yemen. Todos necesitan apoyo inmediato ya que los servicios básicos prácticamente se han derrumbado”.

Más de 17,8 millones de personas, incluidos 9,2 millones de niños, carecen de acceso a servicios de agua potable, saneamiento e higiene (WASH). Durante años, el sistema de salud del país ha sido extremadamente frágil: solo el 50 por ciento de las instalaciones de salud funcionan, lo que deja a casi 22 millones de personas, incluidos alrededor de 10 millones de niños, sin acceso adecuado a la atención médica.

La cobertura de inmunización se ha estancado a nivel nacional, y el 28% de los niños menores de 1 año no reciben las vacunas de rutina. Junto con la falta de acceso a agua potable, esto pone a los niños en riesgo extremo en medio de brotes regulares de cólera, sarampión, difteria y otras enfermedades prevenibles por vacunación.

Al mismo tiempo, Yemen se enfrenta a una grave crisis educativa que tiene enormes consecuencias a largo plazo para los niños. Dos millones de niños no asisten a la escuela, y este número podría aumentar a 6 millones de niños cuya educación se ve interrumpida ya que al menos una de cada cuatro escuelas en Yemen está destruida o parcialmente dañada.

“Si los niños de Yemen quieren tener alguna posibilidad de un futuro decente, entonces las partes en conflicto, la comunidad internacional y todos aquellos con influencia deben asegurarse de que estén protegidos y apoyados”, dijo Russell. “Eso incluye a niños como Mansour, a quien conocí en un centro de rehabilitación y prótesis apoyado por UNICEF. Le amputaron la pierna a la altura de la rodilla después de que un francotirador le disparara. Ningún niño debería sufrir eso. La renovación urgente de la tregua sería un primer paso positivo que permitiría un acceso humanitario crítico. En última instancia, solo una paz sostenida permitirá a las familias reconstruir sus vidas destrozadas y comenzar a planificar el futuro”.

UNICEF necesita urgentemente 484,4 millones de dólares para responder a la crisis humanitaria en Yemen en 2023. La falta de financiación predecible para intervenciones urgentes desafía la continuidad de los servicios clave, poniendo en riesgo la vida y el bienestar de los niños.

A pesar de los desafíos, en 2022 UNICEF pudo:

  • Apoyar el tratamiento de la desnutrición aguda severa para más de 260.000 niños en 4.584 centros de atención primaria de salud y 34 centros de alimentación terapéutica.
  • Proporcione transferencias de efectivo de emergencia a casi 1,5 millones de hogares cada trimestre, beneficiando a alrededor de 9 millones de personas.
  • Proporcionar acceso a agua potable segura y sostenida a 4,7 millones de personas a través de una amplia gama de actividades, incluido el transporte de agua en camiones, la instalación de puntos de distribución de agua y la expansión de los sistemas de suministro de agua a los campamentos de personas desplazadas internamente. UNICEF también proporciona combustible para apoyar la producción y distribución de agua potable a 36 Corporaciones Locales de Agua y Saneamiento en 15 Gobernaciones.
  • Proporcionar vacunación contra el sarampión y la poliomielitis a por lo menos 1,6 millones de niños que tienen poco o ningún acceso a la atención primaria de la salud. 
  • Llegue a más de 254 000 niños y cuidadores en áreas afectadas por conflictos con apoyo psicosocial, y a más de 423 000 niños y miembros de la comunidad con educación sobre el riesgo de las minas para salvar vidas.
  • Llegue a más de 1,6 millones de personas que viven en áreas rurales remotas con acceso a los servicios de los centros de salud públicos.
  • Apoyar los servicios de Salud de la Madre, el Recién Nacido y el Niño (MNCH) en 24 hospitales brindando asistencia operativa, así como equipos y suministros. Además, a través del apoyo a 4.500 centros fijos del Programa Terapéutico Ambulatorio (OTP) y 288 equipos móviles, se ampliaron los servicios de tratamiento y prevención de la desnutrición.

***

Notas para los editores:

Son cifras que Naciones Unidas ha podido comprobar. Es probable que los números reales sean mucho más altos. Entre marzo de 2015 y el 30 de septiembre de 2022:

  • 11.019 niños han sido asesinados o mutilados
  • 3.774 niños asesinados (2.742 niños; 983 niñas; 49 desconocidos)
  • 7.245 niños heridos (5.299 niños; 1.946 niñas)
  • 3.995 (3.904 niños reclutados para los combates y 91 niñas participando en los eventos o en los puestos de control)
  • 672 ataques y uso militar de instalaciones educativas.
  • 228 ataques y uso militar de instalaciones de salud.
  • 445 niños (todos varones) detenidos.
  • 152 niños secuestrados (140 niños y 12 niñas).
  • 47 niños expuestos a violencia sexual relacionada con el conflicto (29 niños y 18 niñas).

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/press-releases/more-11000-children-killed-or-injured-yemen

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El triunfo del día de la Nakba: cómo la ONU está corrigiendo un error histórico

Por The Palestine Chronicle

El próximo Día de la Nakba será conmemorado oficialmente por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 15 de mayo de 2023. La decisión de la institución democrática más grande del mundo es significativa, si no un cambio de juego.

Durante casi 75 años, la Nakba palestina , la ‘catástrofe’ provocada por la limpieza étnica de Palestina por parte de las milicias sionistas en 1947-48, ha sido el epicentro de la tragedia palestina, así como de la lucha colectiva palestina por la libertad.

Hace tres décadas, concretamente tras la firma de los Acuerdos de Oslo entre Israel y la dirigencia palestina en 1993, la Nakba prácticamente dejó de existir como variable política relevante. Se instó a los palestinos a superar esa fecha ya invertir sus energías y su capital político en un objetivo alternativo y más «práctico», el regreso a las fronteras de 1967.

En junio de 1967, Israel ocupó el resto de la Palestina histórica (Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza), lo que provocó otra ola de limpieza étnica.

Con base en estas dos fechas, las animadoras occidentales de Oslo dividieron a los palestinos en dos campos: los ‘extremistas’ que insistieron en la centralidad de la Nakba de 1948 y los ‘moderados’ que acordaron cambiar el centro de gravedad de la historia y la política palestina a 1967. .

Tal revisionismo histórico impactó cada aspecto de la lucha palestina: dividió a los palestinos ideológica y políticamente; relegó el derecho al retorno de los refugiados palestinos, consagrado en la Resolución 194 de la ONU; ahorró a Israel la responsabilidad legal y moral de su establecimiento violento sobre las ruinas de Palestina, y más.

El destacado historiador palestino de la Nakba, Salman Abu Sitta, explicó en una entrevista hace unos años la diferencia entre la llamada política pragmática de Oslo y la lucha colectiva de los palestinos como la diferencia entre ‘objetivos’ y ‘derechos’. Los palestinos “no tienen ‘objetivos’… (sino) derechos”, dijo. “… Estos derechos son inalienables, representan la línea roja inferior más allá de la cual no es posible ninguna concesión. Porque hacerlo destruirá su vida”.

De hecho, alejar la centralidad histórica de la narrativa de la Nakba fue equivalente a la destrucción misma de las vidas de los refugiados palestinos, como ha sido trágicamente evidente en Gaza, Líbano y Siria en los últimos años.

Mientras los políticos de todos los bandos relevantes seguían lamentando el proceso de paz ‘estancado’ o incluso ‘muerto’, a menudo culpándose unos a otros por esa supuesta calamidad, se estaba produciendo un tipo diferente de conflicto. Por un lado, los palestinos comunes junto con sus historiadores e intelectuales lucharon para reafirmar la importancia de la Nakba, mientras que los israelíes continuaron ignorando casi por completo el evento trascendental, como si no tuviera consecuencias para el presente igualmente trágico.

La ‘ Gran Marcha del Retorno ‘ de Gaza (2018-2019) fue posiblemente la acción palestina colectiva y sostenible más significativa que intentó reorientar a la nueva generación en torno a la fecha de inicio de la tragedia palestina.

Más de 300 personas, en su mayoría de la tercera o cuarta generación posterior a la Nakba, fueron asesinadas por francotiradores israelíes en la valla de Gaza por exigir su derecho al retorno. Los hechos sangrientos de esos años fueron suficientes para decirnos que los palestinos no han olvidado las raíces de su lucha, ya que también ilustraron el miedo de Israel a la memoria palestina.

El trabajo de Rosemary Sayigh sobre la exclusión de la Nakba del género traumático, y también el de Samah Sabawi, demuestran, no solo la complejidad del impacto de la Nakba en la conciencia colectiva palestina, sino también la continua negación, si no borrado, de la Nakba desde los discursos académicos e históricos.

“El evento traumático más significativo en la historia palestina está ausente del ‘género del trauma’”, escribió Sabawi en el volumen publicado recientemente, Nuestra visión para la liberación .

Sayigh argumentó que “la pérdida del reconocimiento de los derechos (de los refugiados palestinos) al pueblo y al estado creado por la Nakba ha llevado a una vulnerabilidad excepcional a la violencia”, siendo Siria el ejemplo más reciente.

Israel siempre fue consciente de esto. Cuando los líderes israelíes aceptaron el paradigma político de Oslo, entendieron que eliminar la Nakba del discurso político de los líderes palestinos constituía una gran victoria para la narrativa israelí.

Gracias a los palestinos comunes, aquellos que se han aferrado a las llaves y las escrituras de sus hogares y tierras originales en la Palestina histórica, la historia finalmente se está reescribiendo, volviendo a su forma original y precisa.

Al aprobar la Resolución A/77/L.24, que declaró el 15 de mayo de 2023 como el ‘Día de la Nakba’, la AGNU ha corregido un error histórico.

El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, entendió correctamente la decisión de la ONU como un paso importante hacia la deslegitimación de Israel como ocupante militar de Palestina. “Trate de imaginar a la comunidad internacional conmemorando el Día de la Independencia de su país calificándolo de desastre. Qué vergüenza”, dijo .

En los comentarios de Erdan y otras respuestas de los funcionarios israelíes no se encuentra el mero indicio de responsabilidad política o incluso moral por la limpieza étnica de más de 530 pueblos y aldeas palestinas, y la expulsión de más de 750.000 palestinos, cuyos descendientes ahora se cuentan en millones de refugiados. .

Israel no solo invirtió décadas en cancelar y borrar la Nakba, sino que también la criminalizó al aprobar lo que ahora se conoce como la Ley Nakba de 2011.

Pero cuanto más se involucra Israel en esta forma de negacionismo histórico, más luchan los palestinos para reclamar sus derechos históricos.

El 15 de mayo de 2023, el Día de la Nakba de la ONU representa el triunfo de la narrativa palestina sobre la de los negacionistas israelíes. Esto significa que la sangre derramada durante la Marcha del Retorno de Gaza no fue en vano, ya que la Nakba y el Derecho al Retorno vuelven a estar ahora en el centro de la historia palestina.

Fuente de la información e imagen:  https://nuevarevolucion.es

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El Ejército israelí asesinó a una adolescente palestina en Cisjordania

Fue en la ciudad de Jenín donde las tropas israelíes ingresan periódicamente para perseguir y asesinar palestinos en la Cisjordania ocupada. La joven de 16 años fue asesinada de cinco disparos durante una incursión del Ejército. Al menos 150 palestinos fueron asesinados este año en el marco de la ocupación israelí.

Una adolescente palestina fue asesinada durante una redada del Ejército israelí en Jenín, una zona de Cisjordania ocupada por Israel que ha venido siendo hostigada periódicamente por las tropas israelíes en los últimos meses.

Jana Zakarna, de 16 años, recibió anoche un disparo en la cabeza (y al menos cuatro en el cuarpo) durante la represión desatada por las redadas que realizan las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) casi a diario en Cisjordania. Jenín en particular es uno de los lugares donde más ha crecido la resistencia a las fuerzas de ocupación y también donde han emergido distintas organizaciones, muchas de ellas formadas por jóvenes, que no responden a la dirección palestina colaboracionista de Al Fatah y la Autoridad Palestina. Es por esto que Israel realiza ataques sistemáticos sobre Jenín para amedrentar a los habitantes y asesinar a quienes resisten a la ocupación.

La adolescente estaba en el tejado de su casa en el barrio donde se produjo la incursión del ejército israelí y fue hallada muerta tras la retirada de las tropas israelíes, informó la agencia de noticias oficial palestina Wafa. Además, otros tres palestinos resultaron heridos por disparos del Ejército israelí en Jenín. Ambos fueron hospitalizados en condiciones moderadas y leves, indicó por su parte la Media Luna Roja palestina.

En una entrevista con la estación de radio Radio Ashams con sede en Nazaret, el tío de Zakaran dijo hoy que Jana escuchó disparos y subió al techo para ver qué estaba pasando.

Según el tío, Jana recibió un golpe en la cabeza pero en el hospital identificaron al menos cuatro heridas de bala más en su cuerpo.

En una conversación que mantuvo hoy con el medio israelí Haaretz, el tío destacó que la familia niega que Jana subiera al techo para fotografiar la actividad militar en la zona. Según él, tan pronto como llegó a la escena, encontró a Jana muerta sin teléfono ni equipo de filmación.

Las distintas facciones palestinas en el campo de refugiados y la ciudad de Jenín señalaron que van a conmemorar la muerte de Zakarna, tras el funeral que tiene lugar este lunes.

La intensificación de la violencia del Ejercito de ocupación israelí este año se cobró la vida de al menos 150 palestinos en Cisjordania, Israel y la ciudad disputada de Jerusalén. La cifra incluye más de 40 palestinos muertos en la zona de Jenín durante operativos de las fuerzas israelíes.

Junto a los asesinatos también creció una resistencia contra el Estado de Israel, el Ejército y los colonos. Israel ocupa Cisjordania y Jerusalén este desde la llamada guerra de los seis días de 1967. Por su parte mantiene a la Franja de Gaza asediada y bloqueada por tierra, aire y mar, donde viven hacinados dos millones de personas en lo que muchos definen como la más grande prisión a cielo abierto.

Fuente de la información e imagen:  https://www.laizquierdadiario.mx

 

 

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Qatar 2022: la trágica historia de los migrantes

Por: UNAM Global

Como bien sabemos, organizar un Mundial de Futbol es una tarea titánica que requiere contemplar muchos aspectos: los medios de transporte y la infraestructura (estadios, hoteles), entre otros. Necesarios para que la máxima justa futbolística se realice de manera exitosa y pueda albergar a los visitantes sin contratiempos.

Un Mundial genera empleo para muchos trabajadores que brindan sus servicios. Sin embargo, también puede ser el marco de diversos abusos. Qatar 2022 es una prueba contundente de ello. Amnistía Internacional recopiló datos que muestran la violación de los derechos humanos de los trabajadores migrantes que participaron en la construcción de los estadios.

Para comenzar, los migrantes tuvieron que pagar elevadas comisiones para trabajar. Dependiendo de la tarea que podían realizar, estas sumas iban desde 500 hasta 4,300 dólares, que se pagaban a los contratistas, quienes “abusaron de manera reiterada de esta situación”.

Los abusos de los contratistas no sólo quedaron en eso. Por medio de fotografías, Amnistía Internacional enseñó las pésimas condiciones en las que vivían los migrantes. Los cuartos eran muy chicos, por lo que había condiciones de hacinamiento: alrededor de ocho hombres vivían en espacios que sólo eran aptos para cuatro personas; por lo tanto, la falta de higiene y seguridad eran la norma.

También hubo engaño en cuanto a los salarios. Por ejemplo, migrantes a los que se les había dicho que la paga sería de 300 dólares, recibieron en su primer sueldo sólo 190 dólares. A pesar de los reclamos, los gerentes no hacían caso y amenazaban con quitarles la visa y deportarlos a sus países de origen. Sumado a ello, se presentaban casos de retrasos de pagos.

Por otro lado, los empleadores no expedían (o en otros casos no renovaban) los permisos de residencia, lo cual afectaba a los trabajadores porque no podían abandonar los campamentos en los que vivían. Esta situación también implicaba que aquellos que decidieran renunciar no lo pudieran hacer, ya que para obtener un “permiso de salida” era necesario tener el documento de residencia.

Muchos empleados fueron sometidos a trabajo forzoso en situaciones de alto peligro, ya que carecían del equipo para realizarlo. “Fundación para la Democracia” mencionó que algunos trabajadores debían cumplir 60 horas continuas sin descansar, o en su defecto trabajar más de 18 horas al día, soportando temperaturas que alcanzaban los 50ºC.

De acuerdo con datos del diario inglés The Guardian, publicados a principios de 2021, alrededor de 6 mil 500 trabajadores migrantes habían fallecido en Qatar desde que este país fue elegido como sede del Mundial en 2010. Y se cree que gran parte de ellos trabajaban en la construcción de infraestructura para este evento. De manera oficial, el Comité Organizador informó que sólo hubo tres muertes relacionadas directamente con la construcción de estadios.

Fuente de la información e imagen:  UNAM Global

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Afganistán: Adolescentes afganas se presentan a exámenes pese a llevar un año sin ir a clases

Asia/Afganistán/09-12-2022/Autor(a) y Fuente: www.jornada.com.mx

Jóvenes afganas podrán tomar sus exámenes de graduación de la escuela secundaria esta semana, a pesar de que se les ha prohibido la entrada a las aulas desde que los talibanes tomaron el control del país el año pasado. En la imagen, estudiantes asisten a un centro educativo religioso, que permaneció abierto desde el cambio de régimen, en Kabul, Afganistán, el 11 de agosto de 2022. Foto Ap

Las autoridades educativas afganas organizaron el miércoles exámenes de fin de estudios secundarios para adolescentes en gran parte del país, a pesar de que a la mayoría de ellas se les prohibió asistir a clase durante más de un año.

El ministerio de Educación no facilitó detalles sobre los exámenes -ni sobre el número de alumnas que se presentaban a ellos- y se negó a permitir que los medios de comunicación se acercaran a las escuelas donde se estaban celebrando.

«Fueron muy difíciles. No estábamos listas», dijo una adolescente a AFP mientras se dirigía a su casa, pidiendo no ser identificada.

Afirmó que les avisaron sobre el examen apenas unos días antes. «Este examen no sirve porque durante tres años no hemos estudiado nada. Primero fue el coronavirus y luego la llegada de los talibanes, así que no pudimos estudiar», detalla.

La mayoría de las escuelas secundarias para niñas cerraron sus puertas en todo el país desde que los talibanes volvieron al poder en agosto del año pasado, y los islamistas de línea dura ofrecen una serie de excusas para justificar este hecho.

Los funcionarios afirman no contar con suficientes profesores o fondos. También aseguran que reabrirán cuando se haya preparado un plan de estudios islámico y cuando se formule una política nacional sobre el atuendo escolar.

El ministerio había anunciado la reapertura de dichas escuelas en marzo del año pasado, pero fueron cerradas horas después por orden del líder supremo Hibatulá Akhundzada que, según fuentes talibanes, se opone a la educación de las niñas.

Los talibanes permitieron hasta ahora que las jóvenes asistan a la universidad, con clases segregadas por sexo.

Sin embargo, se teme que, sin poder aprobar el examen de fin de estudios, haya muy pocas mujeres que puedan solicitar la universidad.

Los estudiantes que aprueban el examen de fin de estudios son elegibles para presentar el «Kankor», una prueba altamente competitiva que decide codiciadas plazas universitarias.

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