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India: las mujeres explotadas de Tamil Nadu en las mil fábricas pirotécnicas

Este estado indio tiene una de las tasas de población activa femenina más alta del país. Ellas representan el 75% de mano de obra, cobran la mitad que los hombres y carecen de seguridad social y derechos laborales.

S. Rathinam, de 39 años, escapó de la muerte por los pelos aquella tarde. El 13 de febrero de 2021 tuvo que correr junto con centenares de personas para salvar su vida cuando una explosión sacudió la fábrica de pirotecnia en la que trabajaba en el pueblo de Achakulam, cerca de Sivakasi, al sur de Tamil Nadu. Un total de 26 personas, la mayoría mujeres, murieron, y varias resultaron heridas.

“Todo sucedió en un instante”, recuerda Rathinam. Como trabajadora en el sector de la pirotecnia en la región de Sivakasi, no era la primera vez que veía la muerte tan de cerca. Y puede que no sea la última.

El incidente se coló en la campaña durante las elecciones a la Asamblea, celebradas el 6 de abril. El líder de la oposición y jefe del Dravida Munnetra Kazhagam (Partido Progresista Dravídico), Mutuvel Karunanidhi Stalin, acusó al Gobierno de Edappadi K. Palaniswami de hacer caso omiso de los problemas crónicos de las peligrosas factorías de fuegos artificiales y cerillas del distrito. Entre febrero y marzo de 2021 hubo al menos cuatro explosiones en varias fábricas. Según datos facilitados por la Administración del distrito de Virudhunagar, 204 accidentes le robaron la vida a 298 personas e hirieron a otras 236 en la última década.

En sus discursos electorales, Palaniswami prometía regularizar el sector si su partido –All India Anna Dravida Munnetra Kazhagam (AIADMK)– resultaba reelegido.

Sin embargo, pocos prestan atención a una particularidad destacada de estas tragedias: las más afectadas son las mujeres mal pagadas, como Rathiam, que constituyen la columna vertebral de la industria pirotécnica. El 95% del trabajo en las factorías es manual e incluye desde el manejo directo de productos químicos al relleno, montaje, etiquetado y empaquetado de los petardos; y el 77% de quienes realizan estas peligrosas tareas son mujeres, según el informe Condiciones socioeconómicas de las trabajadoras de la industria fosforera publicado por el Ministerio de Trabajo en 2014-2015.

Las estructuras económicas, el sistema educativo y las iniciativas de desarrollo social de Tamil Nadu han asegurado durante décadas una tasa de participación femenina en la población activa (30%) superior a la media de India (19%), de acuerdo con los últimos datos disponibles recogidos en la Encuesta Periódica de Población Activa 2018-2019. Las de las zonas rurales del estado representan un porcentaje superior de la mano de obra (35%) que las de las zonas urbanas (24%), cifras que también superan a las medias nacionales de un 20% y un 16%, respectivamente.

Sin embargo, las mujeres de otras industrias de Tamil Nadu que cuentan igualmente con abundante mano de obra femenina (alrededor del 75-80%, según los líderes sindicales), como las de componentes para automóviles, electrónica y confección, también se quejan de que sus salarios son más bajos, sus jornadas laborales más largas y que se les niegan los derechos básicos.

Las empresas pequeñas y medianas situadas en el corredor industrial que rodea Madrás emplean a mujeres con contratos que permiten no aplicar subidas salariales y facilitan la contratación y el despido. Por otro lado, las de confección del oeste de Tamil Nadu, tienen un historial de prácticas de empleo y remuneración que las ponen a ellas en desventaja. Lo que tienen en común es la promesa de empleo remunerado para las mujeres; siempre que sean mano de obra joven, vulnerable y sin apenas derechos laborales.

Sivakasi, fuegos artificiales y falta de lluvia

La industria pirotécnica de Sivakasi nació fruto de la desesperación económica de una región sin apenas lluvias, con pocas reservas de agua subterránea y escasas opciones de empleo agrícola. La primera fábrica de fósforos se levantó en la década de 1920, después de que dos empresarios locales, P. Ayya Nadar y su primo, Shanmuga Nadar, viajasen a Calcuta para aprender cómo funcionaba la industria cerillera. Más tarde, la familia instaló también fábricas de fuegos artificiales y pirotecnia en la ciudad. Pronto surgieron imprentas y talleres de etiquetas para dar servicio a esas manufacturas.

Actualmente, las 1.070 fábricas pequeñas y medianas de Sivakasi representan casi el 90% de la producción de petardos y cerillas de India

Y familias enteras empezaron a trabajar para las factorías. “El resultado fue la generalización de una cultura de búsqueda de empleo no agrícola que involucraba a toda la unidad familiar y se traducía en altas tasas de participación en la población activa”, detalla el periodista Hamish Damoradan en su libro India’s New Capitalists: Caste, Business, and Industry in a Modern Nation. “Ya en el censo de 1991, mientras que el porcentaje promedio de población activa de Tamil Nadu era del 44%, en Sivakasi y en las secciones adyacentes rondaba el 60%, lo cual indica el considerable empleo de mano de obra femenina e infantil para complementar los ingresos familiares”.

Actualmente, las 1.070 fábricas pequeñas y medianas de Sivakasi representan casi el 90% de la producción de petardos y cerillas de India. La industria da empleo directo a 300.000 trabajadores, y a más de 500.000 a través de los sectores afines.

Tras la aprobación de una legislación estricta para reducir el uso miserable de mano de obra infantil, las fábricas de Sivakasi pasaron a contratar sobre todo a trabajadoras. Según el mencionado informe del Ministerio de Trabajo de 2014-2015, por entonces ya las mujeres representaban el 74% del total de las plantillas empleadas en la industria cerillera de Tamil Nadu y Kerala. Solo la primera aporta alrededor del 75% de la producción de fósforos de seguridad del país.

Una mujer cobra alrededor de 300 rupias diarias, (unos tres euros), mientras que los hombres de la familia reciben entre 600 y 800 rupias (entre siete y nueve euros)

Lo normal es que a las trabajadoras de las pirotecnias de Sivakasi se les pague la mitad del salario que cobran los hombres. Hemos comprobado que una mujer cobra alrededor de 300 rupias diarias, muy raramente 500 (entre tres y seis euros), mientras que los hombres de la familia ‒es frecuente que familias enteras realicen este trabajo‒ reciben entre 600 y 800 rupias (entre siete y nueve euros).

Manipular explosivos sin seguro

Las casetas donde se trabaja en Sivakasi son particularmente peligrosas debido a los múltiples incumplimientos de las leyes de seguridad en lo que concierne al alquiler, el número de trabajadores y la utilización de sustancias químicas autorizadas. Las licencias para productos pirotécnicos pequeños las expide el funcionario de ingresos del distrito (DRO, por sus siglas en inglés), mientras que la Organización de Seguridad del Petróleo y los Explosivos (PESO, por sus siglas en inglés), un organismo nodal que regula el uso de sustancias peligrosas como explosivos, gases comprimidos y petróleo, autoriza la producción de fuegos artificiales peligrosos de alta gama pensados para ofrecer un despliegue espectacular de luz y sonido.

Las licencias concedidas a los propietarios de pirotecnias difieren dependiendo de la naturaleza del trabajo que se lleve a cabo, los petardos producidos y los ingredientes utilizados. Las normas especifican el número de trabajadores por sala y el número de salas necesarias en función del volumen del material.

“Solo está permitido que trabajen cuatro personas en una caseta, pero en la temporada alta somos más de ocho”, denuncia G. Shanthi, una trabajadora de 30 años de una de las fábricas de Sivakasi.

Los trabajadores denuncian que las casetas están abarrotadas, y que las bolas de productos químicos se secan al sol, y no a la sombra (los productos con un alto contenido de azufre se tienen que secar antes de las 8.30 de la mañana para evitar accidentes). Durante la temporada álgida de actividad, las manufacturas subarriendan sus instalaciones a un contratista para aumentar su producción por encima del límite estipulado en la licencia, según el testimonio de ellas mismas. Las investigaciones de la explosión de febrero revelaron que los locales habían sido subarrendados a cinco personas. Una práctica ilegal.

Solo está permitido que trabajen cuatro personas en una caseta, pero en la temporada alta somos más de ocho”, denuncia G. Shanthi, una trabajadora de 30 años

La Asociación India de Fabricantes de Fuegos Artificiales (TIFMA, por sus siglas en inglés) reconoce que algunas factorías se saltan las normas de seguridad. “La principal causa de accidentes es, sin duda, el arrendamiento y subarrendamiento sin escrúpulos. Como asociación, lo máximo que hemos podido hacer es advertirles. El Gobierno debería intervenir y tomar medidas severas”, reclama T. Kannan, secretario general de la TIFMA.

En los últimos dos meses se han suspendido las licencias de 90 pirotecnias de Virudhunagar por incumplir las normas de seguridad, afirman los miembros de la asociación.

Un estudio publicado en la revista International Journal of Environmental Engineering and Management, los trabajadores de las fábricas también se quejan de dolores de cabeza crónicos, mareos y úlceras debido a los elevados niveles de exposición al manganeso. Los que trabajan sin mascarillas ni guantes, como ocurre en muchas factorías de Sivakasi, corren el riesgo de inhalar altas concentraciones de cromo, manganeso y plomo, todos ellos metales pesados que, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), conllevan el riesgo de padecer cáncer tras una prolongada exposición.

J. Kanagalakshmi, una trabajadora de 28 años de Kiliampatti, cerca de Sivakasi, se queja de que tiene menstruaciones dolorosas, irregulares y muy abundantes que atribuye al calor extremo y a la exposición a sustancias químicas en el trabajo. “A muchas que solo tienen algo más de 40 años les han tenido que extirpar el útero por esto. En las revisiones médicas en la fábrica nos aconsejan siempre que comamos fruta y azúcar de caña, pero no nos lo podemos permitir. Debería dárnoslo la empresa”, protesta.

“Hago 200 mechas al día por 500 rupias”

Igual que sus padres, Shanthi cobra 300 rupias al día (algo más de tres euros), pero no es un salario estable. Depende del volumen de trabajo que le dé su contratista. La joven es una trabajadora de segunda generación de una pirotecnia de Sivakasi. La educación les habría proporcionado a ella y a su hermana una vida mejor, señala, pero las dos se casaron con hombres del mismo pueblo, y ahora sus familias llevan más de una década dedicadas a esta labor.

Hasta hace un par de años, Kanagalakshmi trabajaba en una fábrica en la que su tarea consistía en rellenar tubitos químicos con barro para producir sofisticados fuegos artificiales con complicados efectos y sonidos. “Solía hacer unas 200 mechas al día, y ganaba 500 rupias (menos de seis euros). Pero el trabajo con el contratista era irregular. Algunos días no había nada”, cuenta. Ahora, en otra empresa le pagan solo 300 rupias diarias, su tarea es más fácil y tiene acceso a los lavabos, algo que no tenía antes.

Ahora trabaja en una fábrica en la que le pagan solo 300 rupias diarias (tres euros), pero el trabajo es más fácil y tiene acceso a los lavabos, algo que no tenía en su trabajo anterior

Eswari, de 32 años, está traumatizada por el recuerdo de una explosión en su antigua fábrica que mató y mutiló a sus amigas y compañeras. No consiguió regresar hasta pasados unos días de la tragedia. “¿Qué puedo hacer? Es el único empleo que he tenido en toda mi vida. No conozco otro. Trabajo mucho para que mis hijos reciban una buena educación y consigan algo mejor”, se resigna. Ese anhelo es lo que une a todas las obreras de Sivakasi.

Pero las familias a menudo “no tienen manera de escapar de la industria que antes ofrecía la tan necesaria movilidad económica ascendente a los trabajadores sin tierra y les ayudaba a abrirse camino por el sistema feudal de propiedad de la tierra”, observa Muniraj, un activista que se dedica a defender los derechos de los trabajadores desde que perdió a dos miembros de su familia en accidentes en las pirotecnias. “No ha habido ninguna mejora en sus condiciones laborales y muchas siguen trabajando en el sector al menos durante dos o tres generaciones”.

Hasta diciembre de 2020 el Gobierno de Tamil Nadu no creó una junta específica para las pirotecnias y las fábricas de cerillas “no organizadas”, como venían pidiendo los trabajadores desde hacía tiempo. El primer paso del organismo consistirá en asegurar que 62.661 obreros ‒tan solo el 12% de la mano de obra del sector‒ que ya forman parte de la Junta de Bienestar de los Trabajadores Manuales del estado, reciban ayudas. El Gobierno anunció que se animará a los trabajadores informales a registrarse gratuitamente. “Cada año recurrimos a los tribunales contra la prohibición de los petardos. Quienquiera que forme el Gobierno de Tamil Nadu debe garantizar una solución permanente a este asunto”, reclama Kannan, de la TIFMA.

A medida que el coro de voces que pide la prohibición de los fuegos artificiales se vuelve cada año más sonoro con múltiples demandas judiciales, crece la preocupación de las trabajadoras por su futuro. “Desde la mera supervivencia hasta la búsqueda de un empleo remunerado, tenemos la sensación de estar viviendo siempre al límite”, se lamenta Shanthi.

El Gobierno tiene que intervenir en representación de los empleados, opina Kannan. “No han hecho nada por el bienestar de los obreros de las pirotecnias, aunque genere un volumen de negocio de 25.000 millones de rupias (casi 300.000 euros)”, se queja el secretario general de la asociación. “Teniendo en cuenta que se trata de un trabajo peligroso, el Gobierno debería garantizar que las fábricas cumplan estrictamente las normas establecidas y proporcionen la seguridad social necesaria”.

Contratos “manipuladores”

En Tamil Nadu también se violan los derechos laborales en otros sectores en los que predomina la mano de obra femenina. En concreto en dos de ellos: la industria auxiliar situada en las afueras de Madrás, y las fábricas de confección de la zona oeste del estado.

Ruby (un nombre ficticio para proteger su identidad) es una contratada en una factoría de componentes para automóviles de Maraimalai Nagar clasificada en la categoría de fabricante de equipos originales (OEM, por sus siglas en inglés). Ruby, cuya familia vive de su sueldo, trabaja en una cadena de montaje que fabrica los sistemas de cableado de los volantes.

La creciente externalización de la contratación de la mano de obra en India está teniendo como consecuencia el descenso de los salarios, la reducción de las prestaciones y el deterioro de las condiciones laborales

Los trabajadores de estas fábricas, el 75% de los cuales son mujeres ‒como informaron diversos empleados de las OEM‒, son reclutados por agencias externas que les pagan los salarios y se encargan de garantizar otras prestaciones a los empleados de estos centros. Las entrevistadas declararon que sus sueldos se mantienen durante años prácticamente igual de bajos que cuando entraron, y que no tienen seguridad laboral ni oportunidades de progresar. “En la fase de formación cobraba 8.000 rupias (90 euros); cuatro años después mi sueldo es de 10.000 rupias (111 euros) nada más”, afirma.

La creciente externalización de la contratación de la mano de obra en India está teniendo como consecuencia el descenso de los salarios, la reducción de las prestaciones y el deterioro de las condiciones laborales, así como menos responsabilidades para las empresas, a pesar de que estas están aumentando su beneficios, como informaba IndiaSpend en marzo de 2019.

Coser y denunciar

La industria textil y de la confección de Tamil Nadu, concentrada en gran parte en los distritos al oeste del estado, tiene un historial de prácticas de explotación de la mano de obra que han provocado denuncias por los bajos salarios, jornadas laborales excesivas, violencia física y sexual, restricción de movimientos y la denegación del derecho a la sindicación.

Poco después de acabar el instituto, G. Kokila, de 20 años, empezó a trabajar en una hilandería del distrito de Dindigul, en Tamil Nadu, por 230 rupias diarias (poco más de dos euros). Cuatro años después gana 300 (tres euros). Antes, el sector era conocido por su represivo Plan Sumangali, el cual obligaba a las jóvenes solteras a trabajar por un pago único de entre 30.000 rupias (335 euros) y un lakh en concepto de compensación por los gastos de la boda. Las mujeres no cobraban sueldo ni recibían otras prestaciones como el fondo de previsión o el seguro estatal para empleados.

Estas prácticas han sido sustituidas por otras que solo han cambiado el carácter de la explotación. Mediante planes como el Pradhan Mantri Kaushal Vikas Yojana y el Deen Dayal Upadhayaya Grameen Kaushalya Yojana, integrados en la iniciativa India Skill, muchas jóvenes de este y otros estados ‒Odisha, Assam, Bengala Occidental y Bihar‒ son traídas a las hilanderías y fábricas de confección de Tamil Nadu. “Las normas y los métodos en vigor en las décadas de 1980 y 1990 como parte del plan [Sumangali] se han modificado para adaptarlas a estrategias más flexibles, como contratar a chicas de entre 16 y 18 años y mantenerlas solo uno o dos años”, revela S. Thivya, del Sindicato del Textil y el Trabajo Común de Tamil Nadu.

Srinivasan, un trabajador de campo de la Alianza Tamil Nadu, una coalición de organizaciones de la sociedad civil que lucha por la mejora de las condiciones del sector textil, denuncia que a las jóvenes se las contrata como aprendices y se las hace trabajar turnos de más sin remuneración adicional. Según el activista, “en la mayoría de los casos, los guardas de los albergues son los encargados de las tarjetas bancarias de las trabajadoras, en las que se les abonan los salarios”.

Este artículo se realizó en colaboración con Behanbox, una plataforma digital para el periodismo de género, y fue publicado originalmente en IndiaSpend.

Fuente: https://elpais.com/planeta-futuro/2021-05-20/india-las-mujeres-explotadas-de-tamil-nadu-en-las-mil-fabricas-pirotecnicas.html

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Palestinos llaman a huelga general por Gaza

La huelga general tiene el propósito de rechazar los más recientes ataques a Gaza

Sindicatos, partidos políticos y organizaciones civiles palestinas convocaron para este martes 18 de mayo a una huelga general en Israel y los territorios ocupados de Jerusalén Este y Cisjordania, para rechazar “el asalto israelí contra Gaza”, las órdenes de desalojo de las familias palestinas y el aumento de agresiones por parte de judíos extremistas.

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Sube a 200 la cifra de muertos en Gaza por bombardeos israelíes

«Negocios, escuelas, universidades y oficinas en los territorios ocupados” están citados a cerrar sus puertas luego de que el partido nacionalista Al Fatah, liderado por el presidente Mahmud Abaas, convocara a la huelga, según recogieron medios locales.

Los sindicatos de abogados, docentes, el Comité Superior de Transporte Público, el movimiento de prisioneros y otras organizaciones también emitieron declaraciones apoyando la propuesta.

Igualmente, el Alto Comité de Seguimiento Árabe de Israel, que aúna a los árabes-israelíes de origen palestino (cerca del 20 por ciento de la población de Israel) se sumará también a la convocatoria.

Esta comunidad ha recibido ataques y linchamientos por parte de extremistas judíos en la última semana en diferentes lugares del país, donde muchos árabes se enfrentaron con las fuerzas de seguridad y les dieron palizas a judíos, acciones por las cuales un hombre de 56 años que estuvo ingresado, falleció.

Estos sucesos ocurren a una semana de la escalada de agresiones entre milicias palestinas en Gaza e Israel, denominada la peor escalada desde 2014. Unos 200 palestinos han muerto en Gaza y 10 personas en Israel desde el estallido el pasado 10 de mayo.

Además, se suman largas tensiones entre palestinos con la Policía y colonos israelíes en Jerusalén Este ocupado. El barrio de Sheij Yarrah, donde muchas familias palestinas están en riesgo de desalojo en favor de los colonos judíos, continúan las protestas.

Ayer un palestino embistió en un auto a varios agentes israelíes en el barrio jerosolimitano de Sheij Yarrah, bloqueado con cordones policiales, para evitar protestas. El atacante fue abatido por la policía israelí.

Las protestas y ataques contra fuerzas israelíes se incrementaron la semana pasada también en Cisjordania, donde cerca de 15 palestinos murieron por el fuego del Ejército o cuerpos de seguridad de Israel.

Ante el flujo de bombardeos y la imposibilidad de que las organizaciones humanitarias lleven ayuda a la población de la franja de Gaza, Comité Internacional de la Cruz Roja solicitó este lunes acceder a la zona.

«No hay tiempo que perder, hacemos un llamamiento a todas las partes pertinentes para que, de manera proactiva, protejan a los civiles, reduzcan la tensión y nos permitan ayudar a las personas», dijo en un comunicado, el director general del CICR, Robert Mardini.

La población herida apenas logra acceder a hospitales y a otros lugares esenciales por los ataques aéreos continuos, pues las carreteras y edificios están devastados.

«La intensidad del conflicto es algo que no hemos visto antes: ataques aéreos ininterrumpidos en la densamente poblada Gaza y cohetes que alcanzan grandes ciudades de Israel. Como consecuencia, mueren niños en ambos lados», denunció Mardini.

El organismo que observa de cerca todo lo que provocan los enfrentamientos, explicó que se ha puesto en contacto con ambas partes en conflicto para mostrar la necesidad de respetar sus obligaciones en materia de derecho internacional humanitario.

«Los actores sobre el terreno deben detener este ciclo de violencia. Las normas son totalmente claras: las personas civiles deben ser protegidas en todo momento. Lamentablemente, hoy no es así», enfatizó Mardini.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/palestinos-llaman-huelga-general–20210517-0022.html

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Escuelas privadas ocupan un tercio del total de instituciones educativas en China

Asia/China/21-05-2021/Autor(a) y Fuente: Spanish.xinhuanet.com

China tiene 186.700 escuelas privadas hasta 2020, cifra que representa más de un tercio de todas las instituciones educativas chinas, informó el lunes el Ministerio de Educación.

Las escuelas privadas de China recibieron a más de 55,64 millones de estudiantes el año pasado, y esa cifra representa casi una quinta parte de todos los estudiantes en China, añadió la cartera en una conferencia de prensa sobre las regulaciones revisadas que promueven el desarrollo del sector educativo privado del país.

Las regulaciones buscan otorgar los mismos derechos a las instituciones educativas públicas y privadas en términos de matrícula y contratos laborales, y garantizar que los maestros y los estudiantes de las escuelas privadas gocen de derechos iguales de aquellos de las escuelas públicas.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2021-05/17/c_139951471.htm

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Realizan huelga general en toda Palestina del Mar al Río contra ataques israelís

Redacción de: Palestina Libre

Del Mar al Río. Una huelga integral en Palestina. A esta hora y en toda Palestina histórica se llevan a cabo marchas en todas las ciudades y pueblos en apoyo de Jerusalén y condenando la continua agresión israelí contra el pueblo palestino en Gaza.

La huelga general se desarrolla en todos los rincones de Palestina, del Mar al Río hoy martes 18 de mayo, en apoyo de Jerusalén, Sheikh Jarrah y la Mezquita Al-Aqsa, y condenando la agresión israelí en la Franja de Gaza y todos los territorios palestinos.

جانب من مسيرة الخليل

La huelga incluyó todos los aspectos de la vida comercial y educativa, las instituciones públicas y privadas, y se cerraron escuelas y universidades, así como bancos y transporte público.

Ahora en toda Palestina, se llevan a enfrentamientos con los militares israelíes tras marchas en Cisjordania y el interior palestino en apoyo a Jerusalén y Gaza.

A esta hora y en toda Palestina histórica se llevan a cabo marchas en todas las ciudades y pueblos en apoyo de Jerusalén y condenando la continua agresión israelí contra el pueblo palestino en Gaza.

جانب من تظاهرات أراضي الـ48

Las marchas se dirigieron hacia los Checkpoints donde se ubican las fuerzas de ocupación y se produjeron enfrentamientos. Hay heridos y asfixiados por gases lacrimógenos.

En Ramallah, tuvo lugar una manifestación masiva en la que miles de personas portaban banderas y consignas palestinas condenando la agresión israelí en la Franja de Gaza.

En todas las ciudades, campos de refugiados y pueblos estallaron violentos enfrentamientos con las fuerzas de ocupación, que resultaron en decenas de heridos con gases lacrimógenos. En Hebrón se reportan heridos por disparos de los soldados israelíes.

مواجهات بيت لحم

Fuente: Palestina Libre

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Las escuelas de los campos de concentración de Corea del Norte: la experiencia de Shin Dong-hyuk

Por: Fernanda Ibáñez

El libro “Evasión del Campo 14” describe cómo en estos campos de concentración los alumnos de primaria asisten a clases seis días a la semana, y los de secundaria siete días, con solo un día libre una vez al mes.

La historia de Shin Dong-hyuk es una de las más importantes a contar si se quiere conocer sobre la experiencia educativa en Corea del Norte, ya que es una de las escasas personas de la que se tiene conocimiento que ha nacido, crecido y escapado de uno de los campos de concentración de este país.

Shin Dong-hyuk vivió en dos campos de concentración diferentes, desde su nacimiento en el campo 14 y su niñez en el campo 18 hasta que escapó a China a sus 23 años. Después de unos años llegó a adentrarse en el mundo occidental donde vivió por un tiempo en California (Estados Unidos) y en Corea del Sur. Hoy en día se dedica a ser voz de los crímenes contra la humanidad que se están cometiendo en su país natal. En el 2012 el periodista estadounidense Blaine Harden, estuvo dispuesto a escuchar su historia, y años después publicaron el libro, Evasión del Campo 14, que está basado en esta historia y el cual relata su niñez y adolescencia dentro de los campos de concentración, su escape victorioso y su adultez. Se ha buscado popularizar el relato de Shin porque no se conoce a otra persona que haya vivido en algún campo de trabajo norcoreano que hoy en día pueda contar lo que realmente pasa dentro de estos. Se sabe de la existencia de estas instalaciones, porque en el libro se relata que gracias a imágenes satelitales de Google Maps, se pueden alcanzar a ver las estructuras, pero es algo que el mundo ha decidido ignorar. Para muchas personas, Corea del Norte puede ser un país sumamente lejano, ya que la cultura se encuentra alienada gracias a la dictadura totalitaria que ha gobernado por 70 años en el país.

Muchas personas desconocen que los campos de trabajo de Corea del Norte han existido veinte veces más que los campos de concentración Nazis y el doble de tiempo que el Gulag soviético. Conocidos como los campos de trabajo forzado que se establecieron en la Unión Soviética, los Gulag comenzaron a operar de 1919 a 1987 donde Gorbachov comenzó el proceso para clausurarlos. De acuerdo con la historia de Shin relatada en el libro, a estos campos de trabajo se pueden mandar a familias completas y hasta formar familias dentro del mismo. Se tiene una rutina en donde todos los prisioneros trabajan, ya sea en maquiladoras, agricultura, ganadería, entre otros, además de escuelas, casas y colonias.

La educación básica de Shin fue llevada a cabo dentro de uno de estos campos de trabajo forzado. Su familia llegó ahí debido a que fueron acusados de traición. A diferencia a la del resto del país, la educación de los niños dentro del campo es aún más limitada, ya que, ante el sistema de castas, ellos son considerados como la más baja. De acuerdo a una investigación realizada por el Dr. Gianluca Spezza acerca de la educación en Corea del Norte, sabemos que hay un sistema de castas en el país. Las instituciones son completamente públicas, ya que las privadas están prohibidas por el régimen, y son accesibles para la clase media. La clase alta la conforman personas que tienen una relación cercana con la familia Kim, y gracias a sus recursos tienen oportunidades más amplias, que a veces pueden incluir hasta universidades prestigiosas en el extranjero. La educación para la clase media se encuentra en constante monitoreo de organizaciones como la ONU o UNICEF, en donde investigaciones como las anteriores, nos dejan ver que el régimen prioriza la educación de ideologías y no las materias educativas.

Dentro del Campo 14, la escuela se describe como un cúmulo de edificios. El libro relata que como recompensa por hacer un buen trabajo a los ojos de los maestros, a los alumnos se les entrega un pedazo de jabón, debido a que un derecho tan básico como el de la higiene y la salud, está condicionado al desempeño. A los alumnos se les enseña cómo dirigirse a los maestros; pararse erguidos, saludar y nunca mirarlos a los ojos. Los alumnos de primaria atienden clases seis días a la semana, y los de secundaria siete días, con un día libre una vez al mes. Las faltas no son permitidas, sin importar el estado físico de un alumno, los maestros se encargaban de checar la asistencia dos veces al día.

No se tiene conocimiento del concepto de literatura, solamente se les enseña a escribir y leer en el alfabeto coreano, a través de ejercicios en papel. Los recursos son escasos, describe el libro, a los alumnos se les da un cuaderno con 25 páginas para todo el año escolar. Los lápices son un recurso inaccesible, por lo que, de acuerdo con el testimonio de Shin, se veían obligados a usar madera carbonizada para escribir, además de que no sabían de la existencia de las gomas para borrar. La enseñanza de las matemáticas consta de sumas y restas básicas, pero no multiplicación ni división, por lo que Shin, hasta el día de hoy, no sabe multiplicar.

La educación física consistía en correr y jugar en el patio, donde algunas veces los alumnos corrían al río y recogían caracoles para regalar a su maestro. Las pelotas no eran permitidas, y eran inexistentes en el país. La primera vez que Shin vio una pelota fue cuando escapó a China. En las escuelas ubicadas en estos campos de trabajo no se enseña geografía, ni historia (ya sea mundial o de su mismo país). La población no tiene conocimiento de los países vecinos, y se les dice a los alumnos que Corea del Norte es un estado independiente. Las preguntas no son permitidas en las escuelas y los castigos físicos y la brutalidad son el método más común para mantener el orden. Uno de los recuerdos más violentos de Shin es la muerte de una niña dentro del aula. Fue apaleada por su maestro después de que fue descubierta por llevar granos de arroz robados en sus bolsillos. Otro castigo común, es que los docentes nieguen comidas, ya que son consideradas un premio por hacer una labor escolar o de trabajo bien hecha.

De acuerdo con Blaine Harden, autor del libro, la meta a largo plazo de estas escuelas es muy implícita, y se refleja en lo que no se enseña. El modelo básico de las instituciones se basa en intimidar a los alumnos para que no busquen información. Un ejemplo de esto es que las familias nuevas que llegan al campo y que vienen del exterior, no son integradas con los prisioneros que han vivido ahí todas sus vidas, sino que son colocadas en la parte aislada del campo o en otras prisiones. Con el objetivo de que las personas dentro no tengan conocimiento de qué pasa más allá de la cerca. Todo esto ayuda a los maestros a “moldear” las mentes y los valores de los alumnos sin la contradicción de niños o personas que han estado fuera del campo y conocen otra vida.

Unos de los adoctrinamientos más inhumanos que se usan en estas escuelas consiste en acondicionar a los alumnos para que, cada vez que son castigados corporalmente, piensen que se lo merecen porque están limpiando el crimen que ellos, o sus familias, cometieron para llegar al campo. Esto de acuerdo al testimonio de Shin plasmado en el libro. Además de que son entrenados para ser “soplones”, reportar disidentes o rebeldes conlleva recompensas y beneficios. Esto evitaba que se construyera un sentido de comunidad, porque no había base para la confianza ni la construcción de relaciones interpersonales. Harden relata que los efectos psicológicos de este tipo de adoctrinamiento podían tener consecuencias a largo plazo.

La experiencia de Shin Dong-hyuk relatada en Evasión del Campo 14 pone en cuestionamiento la etiqueta de un educando a la de un prisionero, y nos adentra en este contexto. Cabe destacar que su testimonio original fue corregido hace unos años, resultando en una nueva versión de su historia en la que Shin admite que algunos de los datos del libro son falsos, mientras que otros se mantienen. Él mismo explicó que no logró revelar todos los detalles de su historia por miedo a represalias, ya que fue lo primero que se le preguntó cuando fue recibido como refugiado en Corea del Sur. Sin embargo, el valor del testimonio de Shin Dong-hyuk no se encuentra en la exactitud de su historia, si no en cómo nos acerca a la experiencia de una persona que vivió estos eventos, que merece contar su historia, y que nosotros la escuchemos.

Fuente e imagen:  Observatorio de Innovación Educativa (tec.mx)

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CAONGD: Exigimos el respeto de los derechos humanos de la población palestina y el fin de la violencia

Por: CAONGD 

Manifestamos nuestra profunda preocupación por la escalada de violencia de las fuerzas armadas israelíes contra la población civil palestina, tanto en los territorios ocupados de Cisjordania, como en la Franja de Gaza, que nuevamente sufre unas desproporcionadas represalias que han provocado ya decenas de personas muertas. Sin olvidar, además, la violencia perpetrada tanto por fuerzas policiales como por colonos israelíes contra población árabe, en el Estado de Israel, fruto de una política irresponsable de confrontación que está escalando la tensión, y que hace temer una extensión de mucha mayor envergadura del conflicto, de modo que acabe afectando al conjunto de la población civil dentro de dicho Estado.

Las incursiones de las fuerzas armadas israelíes en recintos civiles o religiosos árabes, así como los ataques que se han repetido en las últimas semanas y en los que se han utilizado balas de acero recubiertas de goma, golpes físicos, gases lacrimógenos o granadas de sonido contra la población palestina, no han hecho sino acrecentar una indignación permanente. Así mismo, los bombardeos perpetrados por el ejército israelí contra la Franja de Gaza son causa de muchísima preocupación por las implicaciones en los derechos humanos del pueblo palestino. Estos ataques no sólo vuelven a poner el foco en la ocupación militar de Cisjordania y en el bloqueo y asedio que sufre la población de Gaza desde hace años, sino que nos recuerdan la difícil situación que afronta diariamente la población palestina residente en el Estado de Israel. La comunidad internacional debe tomar cartas en el asunto y evitar que se cometa una masacre que resulte una nueva causa para la vergüenza internacional.

Como ONG de cooperación, paz y derechos humanos, estamos especialmente preocupadas porque, a ello, se suma el ataque continuado a organizaciones de la sociedad civil y a personas defensoras de derechos, y la detención de civiles, como Juana Ruiz, ciudadana española y trabajadora de la organización palestina Health Work Committees.  Todo ello en un contexto de ocupación militar por parte de Israel de los territorios palestinos desde 1967, con una violación continuada y sistemática del Derecho Internacional Humanitario, con una permanente dejación de las obligaciones de una potencia ocupante con la población civil ocupada, y con la negación de los derechos fundamentales de la población palestina, derechos que compañeras como Juana tratan de defender con su trabajo.

La presión que ejerce el Gobierno de Israel a las personas y organizaciones que forman el sector de la cooperación y la acción humanitaria en Palestina, así como del movimiento de solidaridad con el pueblo palestino, se enmarca en una estrategia del Gobierno Israelí para la criminalización del trabajo de defensa de los derechos humanos de la población palestina y en el Territorio Ocupado Palestino. Organizaciones de la sociedad civil palestina e internacional, entre las que se incluye la UNRWA, vienen sufriendo una continua campaña de desprestigio y criminalización por su actividad de denuncia de las violaciones de derechos humanos por parte del Estado de Israel. Se está realizando una instrumentalización del caso de Juana Ruiz para reactivar una campaña de desprestigio, criminalización y judicialización a la cooperación internacional en el Territorio Ocupado Palestino.

La Coordinadora de ONGD y la Red de Coordinadoras Autonómicas de ONGD dejamos claro nuestro respaldo al trabajo de las organizaciones de defensa de los derechos humanos de la población palestina. Y hacemos un llamamiento a que se proteja a las personas y a las organizaciones.

Por todo lo anterior, pedimos al Gobierno de España y a todos los gobiernos autonómicos:

  • Una condena enérgica de las violaciones sistemáticas de los derechos humanos de la población palestina por parte del Estado de Israel y la suspensión inmediata de transferencias de armas a Israel hasta que se tomen medidas para garantizar que no se utilicen para violaciones graves del derecho internacional, en línea con lo que están demandando otras organizaciones de la sociedad civil como Amnistía Internacional y Human Rights Watch.
  • Una firme denuncia del uso de la violencia contra la población civil, con especial condena al empleo de bombardeos sistemáticos contra civiles.
  • La exigencia del fin inmediato de la escalada militar y las operaciones del ejército israelí contra la población civil palestina.
  • Rechazo rotundo y denuncia pública de las violaciones del Derecho Internacional Humanitario, en línea con sus valores, planes estratégicos y prioridades de trabajo.
  • Compromiso con las organizaciones de la sociedad civil y con la cooperación por parte de los gobiernos y administraciones del Estado español y de la Unión Europea. Es imperativo mantener el compromiso con la defensa de los derechos de la población palestina desde todos los niveles de la administración pública.
  • La condena, rechazo y denuncia rotunda y pública por parte de la ministra de Asuntos Exteriores, Sra. Arancha González Laya, de las falsas acusaciones de falta de control y fiscalización de los fondos de cooperación y acción humanitaria gestionados vía ONGD, así como una clara defensa del sector.
  • La llamada a consultas a la embajadora de Israel en Madrid para que dé explicaciones /explique acerca ¡de las acusaciones que se están vertiendo a la persona de Juana Ruiz y al sector de la cooperación y de la acción humanitaria del Estado Español en el Territorio Palestino Ocupado.
  • Estudiar las implicaciones jurídicas/penales de estas acusaciones para el Estado Español y para las ONGD del Estado Español que trabajan en el Territorio Ocupado Palestino.
  • Garantizar, de forma activa, la protección de las organizaciones del Estado español que trabajan en el Territorio Ocupado Palestino para que ejerzan con plenas garantías su rol como sociedad civil a través de los mecanismos oportunos y acordados en terreno junto con el Ministerio de Asuntos Exteriores a través del Consulado y la Embajada.
  • Solicitar una reunión de representantes de Asuntos Exteriores europeos para abordar la criminalización al sector y al trabajo que las entidades de cooperación y humanitarias llevan a cabo en el Territorio Ocupado Palestino.
  • Solicitar una reunión con el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Vicepresidente de la Comisión Europea, Sr. Josep Borrell, para abordar la criminalización del sector de la cooperación y de la acción humanitaria en el Territorio Ocupado Palestino, y exigir una respuesta clara y pública por parte de la Unión Europea a las acusaciones recibidas al sector.
  • Manifestar en todas las comunicaciones externas la necesidad de acabar con la impunidad del Estado de Israel exigiendo su cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas.

Instamos a las partes a parar inmediatamente cualquier forma de violencia, desescalar las hostilidades, proteger a las poblaciones, atender a los compromisos humanitarios internacionales y detener el uso excesivo de la fuerza. Y a la comunidad internacional a contribuir activamente a ello.

(Comunicado conjunto de la Coordinadora de Organizaciones de Desarrollo España)

Fuente e imagen:  tercerainformacion.es

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Palestina: Piden la apertura de cruces para la llegada de ayuda sanitaria de emergencia a la Franja de Gaza

Piden la apertura de cruces para la llegada de ayuda sanitaria de emergencia a la Franja de Gaza

Ashraf Al Qidra, portavoz del Ministerio de Salud en la Franja de Gaza, pidió a las instituciones de salud, las organizaciones internacionales y las instituciones donantes que «trabajen de inmediato para apoyar nuestras necesidades médicas urgentes y mejorar las reservas de medicamentos que se han agotado por el asedio».

Llaman a  abrir los cruces para la llegada de ayuda sanitaria de emergencia y delegaciones médicas, además de facilitar la salida de heridos y enfermos para completar su tratamiento fuera de la Franja de Gaza.

Asimismo, pidió a las instituciones de salud, las organizaciones internacionales y las instituciones donantes que «trabajen de inmediato para apoyar nuestras necesidades médicas urgentes y mejorar las reservas de medicamentos que se han agotado por el asedio».

También informó que la agresión israelí en la Franja de Gaza había provocado la muerte de 212 civiles, incluidos 61 niños, 36 mujeres y 16 ancianos, además de dejar a  mil 400 civiles heridos, incluidos 400 niños y 270 mujeres.

Al Qidrah agregó: «A través de las observaciones y los exámenes del personal médico, queda claro que la ocupación israelí continúa atacando a civiles desarmados en sus hogares, utilizando fuerza excesiva y las armas más letales que destrozan los cuerpos de niños y mujeres, y los gases venenosos a los que han estado expuestos varios mártires».

Al indicar que la agresión israelí «provocó el desplazamiento de decenas de miles de ciudadanos, en condiciones de vida y de salud inseguras que provocarán la propagación de la epidemia de Covid-19 y enfermedades infecciosas», el portavoz agregó que «la continuación de los israelíes en sus  agresiones contra la Franja de Gaza amenaza con socavar los esfuerzos del Ministerio de Salud ante la epidemia, sobre todo después que el  laboratorio central dejara de realizar sus funciones como consecuencia de los ataques que afectaron al edificio del ministerio.

Y advirtió sobre «el impacto directo en las distintas secciones vitales como consecuencia de cortes de energía, lo que obliga a trabajar largas horas en generadores que drenan grandes cantidades de combustible, además de exponer los dispositivos médicos a daños por cortes de energía frecuentes».

Al Mayadeen Español


La artillería israelí, este martes por la noche, renovó su bombardeo de las zonas fronterizas de la Franja de Gaza. En toda Palestina se lleva a cabo la huelga general programada para hoy

La caída de un proyectil israelí sobre una casa en Gaza provocó la muerte de un ciudadano y heridas a varios civiles.

El fallecido y los heridos fueron trasladados al Hospital Shifa en Gaza, donde las heridas de algunos de ellos fueron calificadas de graves.

Los aviones de guerra de ocupación destruyeron dos casas palestinas en el barrio de Al-Zana, al este de Khan Yunis.

En otro sector de Gaza, un ciudadano resultó herido en el bombardeo del barrio de Shejaiya, al este de Gaza.

Israel ataca sede de la ONU y universidades en Gaza

A primera hora de hoy martes, aviones israelíes atacaron la sede de la UNRWA en Gaza y edificios de varias universidades en el centro de la ciudad.

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/piden-la-apertura-de-cruces-para-la-llegada-de-ayuda-sanitaria-de-emergencia-a-la-franja-de-gaza/

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