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Policía mantiene en prisión a principales líderes de protestas en Tailandia

Los principales líderes de las protestas prodemocráticas convocadas en Tailandia siguen en prisión después de que la Policía haya dejado en libertad bajo fianza la mayoría de los 78 detenidos entre el 13 y el 22 de octubre,

El subdirector de la Policía de Bangkok, Piya Tawichai, señaló este viernes en una rueda de prensa que de los 78 detenidos ocho continúan en prisión preventiva, entre ellos los líderes más visibles del movimiento estudiantil que lleva desafiando al gobierno desde julio, mientras que el resto han sido puestos en libertad bajo fianza.

Hoy fue liberado el conocido activista Jatupat «Pai» Boonpattararaksa, que fue recibido por decenas de manifestantes que se habían congregado para exigir la libertad de los encarcelados al salir del módulo de prisión preventiva de la cárcel de Bangkok.

ESTADO DE EMERGENCIA

La liberación se produce un día después de que se levantara el estado de emergencia «severo» impuesto para impedir las protestas y la víspera de que expire el plazo de tres días que los manifestantes dieron el pasado miércoles al primer ministro, Prayut Chan-ocha, para presentar su dimisión.

Un vez que expire el ultimátum se espera que se convoque una nueva protesta masiva.

A pesar del decreto y la encarcelación de los líderes más prominentes, como el abogado Anon Nampa o los estudiantes Panusaya «Rung» Sithijirawattanakul y Parit «Penguin» Chaiwarak, el movimiento fue capaz de organizar protestas masivas a diario hasta el miércoles.

Según explico hoy el segundo oficial al mando de la Policía de la capital, 46 de los detenidos tienen cargos pendientes por delitos como violar el estado de emergencia, 21 por participar en reuniones ilegales, 10 por sedición y 1 por resistirse a la autoridad.

VIOLENCIA CONTRA LA REINA

Pero la acusación más grave es la que pende sobre tres manifestantes por el delito de cometer «un acto de violencia contra la reina o su libertad», que conlleva una pena de 16 o 20 años de cárcel o un máximo de cadena perpetua.

La acusación ha estado motivada por un incidente en el que los participantes de una protesta el pasado 13 de marzo desafiaron la caravana de coches donde viajaban la reina Suthida y el príncipe Dipangkorn, llegando a bloquear su paso durante unos segundos.

Además de motivar las acusaciones de violentar la libertad de la reina, aquel gesto de desafío directo a miembros de la familia real carece de precedentes en la historia contemporánea de Tailandia y fue el que provocó que se decretara el estado de emergencia «severo» al día siguiente.

El rey Vajiralongkorn, que pasa la mayor parte del año en Alemania pero que se encuentra en Tailandia desde hace dos semanas, asistió hoy a las celebraciones del día de su antepasado el rey Chulalongkorn en el Gran Palacio de Bangkok, donde fue recibido por centenares de ciudadanos.

DEMANDAS

La principal demanda del movimiento estudiantil, que comenzó el 18 de julio y ha ido cobrando fuerza, es la dimisión del Gobierno, encabezado por el general golpista Prayut Chan-ocha, y una nueva Constitución, ya que la actual fue redactada por la antigua junta militar (2014-2019), además de reducir la influencia del Ejército en la política.

Pero la demanda más audaz, y controvertida, de los estudiantes y sus partidarios es la reforma de la monarquía, un tema tabú hasta hace poco por el gran respeto y temor que ha inspirado la institución y la dura ley de lesa majestad, que prevé penas de hasta 15 años de cárcel para quien critique a la corona.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/internacional/20201023/484236783330/policia-mantiene-en-prision-a-principales-lideres-de-protestas-en-tailandia.htmlhttps://www.lavanguardia.com/internacional/20201023/484236783330/policia-mantiene-en-prision-a-principales-lideres-de-protestas-en-tailandia.html

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China incluirá evaluación artística en admisión a escuela secundaria de segundo ciclo

Asia/China/23-10-2020/Autor(a) y Fuente: Spanish. xinhuanet. com

China promoverá la inclusión de una evaluación artística en los estándares de admisión de la educación secundaria de segundo ciclo, antes de expandir el modelo en todo el país para el 2022, informó Wang Dengfeng, un alto funcionario del Ministerio de Educación.

La evaluación dará mayor importancia al rendimiento de los estudiantes en la educación física y artística, dijo Wang el viernes en una rueda de prensa, explicando una serie de directrices sobre la promoción de la educación física y artística en las escuelas, recientemente emitidas por las oficinas generales del Comité Central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado.

Wang instó en mejorar el contenido y la forma de evaluación de la educación física, así como la inclusión del arte a la reforma piloto para la admisión a la escuela secundaria de segundo ciclo.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2020-10/17/c_139447000.htm

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Tailandia: “Estudiantes malos” tailandeses protestan contra abusos en escuela y piden renuncia del ministro de Educación

Asia/Tailandia/Octubre 2020/https://es.globalvoices.org/

Los manifestantes fueron a cinco escuelas y al Ministerio de Educación

Este artículo editado es de Prachatai, página de noticias independiente de Tailandia. Se ha editado y vuelto a publicar en Global Voices como parte de un acuerdo de asociación de contenidos. 

El grupo activista estudiantil Bad Student (Estudiante Malo) organizó una serie de protestas el 2 de octubre en varias escuelas secundarias en Bangkok para protestar contra los abusos y el maltrato hacía los estudiantes. Tras esto, el grupo se dirigió hacía el Ministerio de Educación para pedir la dimisión del ministro, Nataphol Teepsuwan.

Los manifestantes condujeron un camión y desplegaron carteles mientras visitaban cinco escuelas a lo largo de la tarde: Samsenwittayalai, Triam Udom Suksa, eConvento de San José y Wat Rajabopit han sido objeto de denuncias que alegan que los profesores abusaron y acosaron a los estudiantes.

Los estudiantes enviaron cartas a los directores de cada escuela en las que exigen acabar con el uso de violencia en su contra. Además, colocaron pancartas con detalles de los abusos ocurridos en las escuelas, como incidentes en los que los maestros golpearon a los estudiantes o rompieron los tirantes de los sujetadores de las estudiantes por violaciones del código de vestimenta.

Los estudiantes colgaron carteles frente a la escuela Wat Rajabopiy que decían “Los profesores de esta escuela aún golpean a los estudiantes”. Foto y pie de foto de Prachatai. Utilizada con autorización.

En la escuela secundaria Samsenwittayalai, los administradores cerraron las puertas para evitar que los estudiantes se unieran a las protestas. Mientras tanto, la Escuela del Convento de San José canceló todas sus clases por la tarde antes de la protesta. Además, los administradores tocaron con megáfonos el himno de la escuela en un intento de sofocar los discursos. Por su parte, los estudiantes comenzaron a cantarlo como parte de la protesta.

Wat Rajabopit, representante de los estudiantes de la escuela secundaria, también mencionó que la Policía trató de impedirles que organizaran la protesta, pues la escuela está a menos de 150 metros del Grand Palace, donde las reuniones públicas no están permitidas en virtud de la Ley de Asamblea Pública, y que además la protesta bloquearía el tráfico.

A las 17:45 horas, los manifestantes llegaron al Ministerio de Educación bajo una fuerte lluvia que comenzó temprano por la tarde y aparcaron su camión justo en frente del edificio. Según se informa, el ministro Nataphol estaba en otra provincia, por lo que el secretario permanente Karun Sakulpradit se reunió con los manifestantes.

Luego, los organizadores leyeron la carta de dimisión que escribieron para el ministro Nataphol por la mala gestión de sus funciones como ministro de Educación, por su incapacidad para poner fin a las violaciones de derechos humanos contra los estudiantes en las escuelas y por su participación en la protesta del Comité Popular de Reforma Democrática (CPRD).

El CPRD lideró grandes manifestaciones en 2013 y 2014 y se opuso a la celebraciones de elecciones. En cambio, presionaron al nombramiento de un “Consejo Popular” no elegido, lo que muchos creen que es contrario a los principios democráticos.

Laponpat Wangpaisit (derecha), representante del grupo Bad Student, habla con el secretario permanente, Karun Sakulpradit (izquierda). Foto y pie de foto de Prachatai. Utilizada con autoruzación.

Debido a la fuerte lluvia, los manifestantes se trasladaron al interior del Ministerio, donde cantaron el himno nacional mientras hacían el ya popular saludo de los tres dedos de “Los juegos del hambre”, que ahora se ve en la mayoría de las protestas antigubernamentales en Tailandia. Además lanzaron un montón de cartas de dimisión en los escalones frente al edificio del Ministerio.

Laponpat Wangpaisit, miembro del grupo Bad Student, dijo al secretario permanente de Educación que están pidiendo lo mismo que pidieron hace un mes: el fin del acoso hacía los estudiantes, la derogación de normas obsoletas y una reforma educacional, junto con las demandas hechas por los estudiantes de varias escuelas que, según Laponpat, el Ministerio aún no ha ejecutoadp pese a sus promesas.

Laponpat dijo que el caso de abuso de la escuela Sarasas [donde se grabó a un profesor mientras abusaba físicamente de un niño de la guardería] es solo uno entre miles y preguntó por qué no es posible comenzar a hacer que las escuelas sean seguras ahora. Laponpat dijo:

La cuestión es que esas cosas ocurrieron, pero no tendría ni idea si los estudiantes no se expresaran. Le hablo como representante del ministro Nataphol, porque creo que ya se debe hacer algo, no solo hacer promesas, y al final estas cosas siguen sucediendo y no son menos frecuentes.

16.40 horas: estudiantes de la escuela Wat Rajabopit han colgado carteles frente la escuela en previsión de una protesta del grupo de activistas estudiantiles Bad Student.
———–
17.45 horas: manifestantes llegaron al Ministerio de Educación. Laponpat Wangpaisit, miembro del grupo, habló con Nathapol Teepsuwan de los problemas que los estudiantes han estado enfrentando. ¿Qué está pasando en Tailandia?

Un funcionario del ministerio dio esta respuesta como informaron los medios: “Recibimos la petición de los estudiantes e investigaremos”.

Una estudiante de décimo año de la escuela Samsenwittayalai que participó en las protestas dijo a Prachatai que los problemas que enfrentan los estudiantes en su escuela incluyen reglas de corte de pelo que violan los derechos de los estudiantes, un plan de estudios que no se ajusta a las necesidades de los estudiantes y profesores que abusan de los estudiantes, algo que la sociedad considera normal.

Contó que una vez un profesor la agarró por el pelo y la hizo correr alrededor del campo porque su pelo era demasiado largo y tenía flequillo. Esta estudiante dijo que estuvo en dos protestas y que su familia la apoya, pues no les parece justo que los jóvenes vean violados sus derechos en la escuela. Sin embargo, dijo que muchas otras familias no son como la suya pues tiene amigos que participaron en las protestas que fueron repudiados por sus propias familias. Añadió:

Es comprensible que algunos hogares no entiendan. Muchos son así. Sin embargo, estoy feliz de que mis padres estén abiertos a escuchar los problemas de mi generación y los míos, y no se basen solo en su propia opinión. Es más, quiero que también que otros padres puedan pensar así. Siento compasión por otros de mi generación, otros que enfrentan el mismo destino, cuyas escuelas violan sus derechos y a quienes además hieren sus sentimientos en casa.

Otra estudiante de la misma escuela que participó en la protesta dijo que ha sido castigada por violar las normas de vestimenta y del corte de pelo, además de enfrentarse a otros tipos de abusos en la escuela. Cuando participó en una clase de derecho se dio cuenta de que lo que le habían hecho era ilegal y conoció sus propios derechos. Además, dijo que su familia la apoya porque ven que los problemas que enfrenta son problemas desde hace mucho tiempo. Añadió:

(En clase), hablamos sobre las violaciones de derechos humanos, sobre sociedad y política. Estábamos debatiendo porque sabemos ya cuáles son los problemas, así que hablamos para tratar de encontrar una solución. Sin embargo, aún no la encontramos, pues somos los oprimidos y no podemos hacerles nada.

Fuente e imagen tomadas de: https://es.globalvoices.org/2020/10/21/estudiantes-malos-tailandeses-protestan-contra-abusos-en-escuela-y-piden-renuncia-del-ministro-de-educacion/

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India: Hijras o el tercer género, de la mitología a la marginación

Asia/India/Octubre 2020/elpais.com 

Aún reconocida, la comunidad transgénero en India sigue siendo uno de las más marginadas. Kerala es uno de los estados que ha empezado a tomar medidas para mejorar su situación y cuenta con centros de apoyo. Visitamos uno ellos

En medio de una ciudad que aparenta estar en continua construcción, donde los símbolos cristianos y comunistas parecen luchar por adueñarse del espacio público, un edificio de cuatro plantas de aspecto gris y casi olvidado sirve de refugio para una pequeña parte de la comunidad transgénero de Kochi, en el sur de la India. Un lugar de acogida y punto de partida para las personas que buscan una oportunidad de vida en una sociedad que poco a poco empieza a aceptarlas de nuevo.

India posee una de las culturas más antiguas y fascinantes de la humanidad, con figuras ancestrales como las hijras, que han trascendido hasta la actualidad. Oficialmente reconocidas como tercer género, las hijras son personas de género disidente que no se identifican con el binomio hombre-mujer, se maquillan, visten con ropa de mujer y durante siglos gozaron de gran respeto y un cierto estatus social.

Antes de la colonización británica, el tercer género no estaba estigmatizado. La ambivalencia sexual y la fluidez de los géneros está muy presente en la mitología hindú, con divinidades que cambian de género o la incorporación de los dos sexos en una sola persona. Pero hace 150 años su suerte cambió y pasaron a conformar uno de los sectores más marginados de la sociedad; sucedió cuando en 1871 la Ley de Tribus Criminales clasificó a toda la comunidad transgénero como delincuentes. Los británicos las vieron como una amenaza a la moral y lanzaron una campaña para borrarlas de la vida pública, obligándolas a la clandestinidad.

Y aunque en 1949 se derogó la ley que las denigró y las excluyó de la sociedad, las hijras no recuperaron su antiguo estatus y han seguido viviendo marginadas y apartadas, dedicadas en su gran mayoría a la mendicidad y a la prostitución. Muchas aprovechan la creencia popular sobre sus poderes para bendecir o maldecir como modo de subsistencia. Son requeridas para cantar y bailar en bodas y nacimientos para atraer la buena suerte. Sus supuestos dones sobrenaturales están consagrados en la mitología hindú, y despiertan tanta admiración como temor en una cultura muy supersticiosa.

Se tiende a usar el término hijra para referirse a todas aquellas personas que se identifican como transgénero, transexual, travesti o eunuco, aunque eso no es del todo correcto. “Nosotras somos transgénero, pero no todas somos hijras”, aclara Adithi Achuth, de 35 años. “Estamos juntas en una misma lucha y coincidimos en muchos aspectos, pero no somos lo mismo”. Achuth es la coordinadora de la comunidad transgénero del distrito de Ernakulam, en el estado de Kerala. Gestiona el hogar de acogida para personas transgénero en Kochi, el único que hay en la ciudad. “Tenemos capacidad para albergar a 25 personas y solo en Kochi hay una comunidad de más de 300”.

En un fallo histórico de 2014, la Corte Suprema de la India reconoció a las personas transgénero como un tercer género. Los jueces pidieron al Gobierno que las tratase como a otras minorías para permitirles obtener cuotas en empleos y educación, y asegurar su acceso a atención médica. El fallo judicial recomendó al Gobierno central y a los estados el desarrollo de sistemas efectivos de asistencia social y la realización de campañas públicas de sensibilización para borrar el estigma social. Aunque a día de hoy queda mucho camino por recorrer, Kerala es uno de los estados que ha empezado a tomar medidas al respecto.

“Tenemos que completar la tarea de hacer de la comunidad transgénero los socios naturales del público en general”, expresó el ministro de finanzas, doctor T.M. Thomas Isaac en su discurso presupuestario del ejercicio 2019-2020. “La confianza y visibilidad ganadas por esta comunidad en los últimos años es un avance esperanzador”. Según el presupuesto de ese año, se destinaron 50 millones de rupias (unos 585.000 euros) en el proyecto Mazhavillu, que incluye varios programas destinados a la capacitación vocacional, la asistencia para el autoempleo, viviendas y asistencia para cirugía basada en asesoramiento médico.

En el discurso presupuestario del ejercicio 2020-2021, el ministro de Finanzas también comprometía 50 millones de rupias para los programas de Mazhavillu, pero ese discurso se formuló el 7 de febrero de 2020, antes de que estallara la crisis sanitaria generada por la covid-19. “El coronavirus lo ha paralizado todo”, dice sin poder ocultar su preocupación Achuth. “Ahora hay otras prioridades y no estamos recibiendo los fondos para poder llevar a cabo nuestros programas”.

Con el cierre nacional, el Gobierno central anunció un paquete de estímulo de unos 18,6 millones de euros que incluía medidas específicas para los grupos vulnerables (discapacitados, viudas, personas mayores, agricultores y aquellos por debajo del umbral de pobreza), pero omitió una respuesta específica para la comunidad transgénero, compuesta de unos 490.000 miembros según el último censo de 2011. Kerala anunció la entrega de kits de ayuda para las 1.000 personas transgénero registradas en el estado, de los cuales 127 fueron entregados a través del hogar de acogida en Ernakulam. “Esto no soluciona el problema, ya que solo es una pequeña tirita, pero de momento es lo único que podemos hacer”, afirma Achuth mientras entrega kits a aquellas que se acercan al refugio.

Uno de los proyectos que ha quedado interrumpido en el hogar de acogida de Ernakulam es el restaurante que estaban a punto de abrir en el mismo edificio y que iba a emplear a trabajadoras transgénero para capacitarlas en el sector de la hostelería. “Serviremos cocina tradicional utilizando solo vegetales orgánicos, pescado, carne y especias caseras”, cuenta muy ilusionada Archana, de 19 años. Antes de entrar en el hogar de acogida en mayo de 2019 vivía en la calle, y ahora es una de las cinco internas que trabajan en el refugio. “Mi familia me rechazó y terminé en la calle” dice sin perder la sonrisa, “pero yo tuve suerte de entrar aquí y conseguir una plaza fija como personal del centro, el resto de mis compañeras solo pueden quedarse durante tres meses”.

Este es el caso de Ameya, de 22 años, que llegó al refugio en diciembre de 2019 a través de una amiga que le habló del lugar. “Me tendría que haber ido en marzo, pero justo coincidió con el confinamiento establecido en todo el país por la covid-19 y me he podido quedar unos meses más” explica en su pequeña habitación compartida, donde apenas caben tres camas y un par de sillas donde dejar sus cosas. En junio de 2019 empezó el tratamiento para hormonarse y la situación en su casa se hizo insostenible. Ella es la única del refugio que estudia. “Estoy a punto de terminar mis estudios de comercio y espero encontrar trabajo en una oficina cuando termine, aunque soy consciente que no será fácil, ya que lamentablemente la sociedad todavía nos tiene muy estigmatizadas y no nos tienen confianza”.

Como Ameya, la mayoría de sus compañeras tendrán que buscar otro lugar cuando se levanten las restricciones impuestas por el Gobierno para combatir la propagación del virus en la India. Estos últimos meses ha compartido habitación con Sanui Merin, de 21 años, y con Mumds, de 20 años, y se han vuelto inseparables. “Buscaremos una habitación en un hostal para compartir, ojalá pudiéramos seguir siempre aquí, pero ahora somos más fuertes que cuando llegamos y entre las tres conseguiremos mantenernos” dice Ameya entre risas, rodeada de sus amigas.

El hogar de acogida, lanzado bajo el proyecto Mazhavillu del Gobierno estatal, puede albergar a 25 personas durante tres meses, aunque, si es necesario, la estancia puede extenderse dependiendo de la situación, como ha pasado ahora, ya que la idea es ofrecerles apoyo hasta que puedan encontrar un trabajo decente y un refugio propio. Se les proporciona comida, alojamiento, asistencia jurídica y asesoramiento psicológico de forma gratuita, y se les incentiva a participar en los programas de formación y capacitación que ofrece el estado.

Brinda refugio temporal a personas de la comunidad transgénero que se acaban de someter a una cirugía de reasignación de género, así como a personas que están en crisis o en situaciones de emergencia. “Gracias al centro pude dejar la prostitución y la calle” cuenta Mikhashe, de 22 años, mientras acaba de prepararse para ir al mercado. Ella es la más veterana del lugar, llegó al hogar de acogida cuando lo abrieron en mayo de 2018 y sigue ahí, ya que, como Archana, forma parte del personal del centro.

El proyecto de implementar hogares de acogida para miembros de la comunidad transgénero fue creado por el departamento de Justicia Social de Kerala en 2018 después de que el estado diera a conocer su Política Transgénero. Según el plan, el departamento planea establecer cinco hogares de acogida en cuatro distritos: dos en Thiruvananthapuram, la capital del estado, y el resto en los distritos de Kozhikode, Ernakulam y Kottayam. Hasta la fecha solo se han abierto tres, y con la actual coyuntura es probable que los otros se retrasen todavía más.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/09/07/planeta_futuro/1599488663_460336.html

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Cuidar la tierra para cuidar la vida: la resistencia de las mujeres rurales en Palestina​

El trabajo de las mujeres campesinas como activismo contra las políticas sionistas, «fue un acto revolucionario, cambiamos la sociedad desde aquí. Nos juntamos para mantener la vida y la cultura vivas».


Los ojos de Karemeh Ahmad se iluminan cuando habla de su cooperativa agrícola, un deseo cumplido desde la Primera Intifada. Mientras canta con los rezos que amenizan la sala, prepara el trigo para hacer cuscús y envasa en bolsitas de plástico el za’atar recién preparado, que llevará al día siguiente al mercado. Como si de un antiguo teatro se tratase, el semicírculo formado a su alrededor denota la admiración que despierta. Se respira el aire fresco del mediterráneo. Nadie diría que estamos en una zona ocupada.

Ahmad vive en Dayr al-Sudan, a 50 kilómetros de Ramallah. Oficialmente, fundó la cooperativa en 2007, aunque la actividad comenzó cinco años atrás. Reconoce que no fue fácil, porque no solo fue juntar a un grupo de mujeres, sino incidir en la sociedad y en ellas mismas sobre la importancia de ser independientes y trabajar la tierra como parte de la identidad palestina. «Fue un acto revolucionario, cambiamos la sociedad desde aquí. Nos juntamos para mantener la vida y la cultura vivas».

Como muchas mujeres durante la Primera Intifada, Ahmad tuvo que hacerse cargo ella sola de todo el peso familiar, pues su marido fue encarcelado y, posteriormente, asesinado. Así, la agricultora comienza a pensar formas de resistir a la ocupación, como ya lo hicieron sus antepasados desde los tiempos del Imperio Otomano. En un inicio, las condiciones eran muy precarias y era común que los soldados del Ejército Israelí ocuparan varias habitaciones de su casa, que también hacía las veces de oficina. Pero ahora, la cooperativa proporciona recursos y modos de subsistencia para las mujeres, teniendo un impacto positivo en la economía familiar. De hecho, Ahmad y sus compañeras son un referente e inspiración en toda la región, pues practican lo conocido como sumud palestino, un concepto que se ha traducido como la perseverancia ante las políticas israelíes, asociado a las luchas diarias de las mujeres por mantener la vida de sus familias y comunidades.

Para Nidda Abu Awwad, profesora e investigadora del Instituto de Estudios de la Mujer de la Universidad de Birzeit, el sector agrícola es la columna vertebral de la economía palestina, pero al mismo tiempo el escenario de conflicto con ella, ya que la tierra es el principal componente de la agricultura que se encuentra en el centro del conflicto y, por lo tanto, una base para la resistencia. «Históricamente, las mujeres palestinas han sido un pilar básico en la agricultura. Sin embargo, en el contexto palestino, es difícil separar la participación en la agricultura como actividad económica y como estrategia de supervivencia, ya que, en sí misma, es una expresión de la identidad y la resistencia nacional. Hay que aclarar que nuestra lucha como palestinos en general con la entidad sionista es una lucha de existencia».

Awwad afirma que durante la segunda intifada hubo una creciente participación de las mujeres en la agricultura, que surgió como una estrategia individual de supervivencia y una necesidad de hacer frente al deterioro de las condiciones de vida de la población, como consecuencia del cierre y la imposición de toques de queda. Al mismo tiempo, esta situación conllevó a que las mujeres comenzaran a establecer cooperativas agrícolas de plantas, animales, y proyectos de producción de alimentos. También, porque muchas de ellas quedaron viudas, sus maridos fueron encarcelados o los hombres tuvieron que marcharse a trabajar a Israel, pues los sueldos eran más altos y había una continua destrucción de los campos sembrados y robo del agua.

«Aquí pagamos el agua más cara del mundo-, dice Nawal Yousef, fundadora de una cooperativa de mujeres en Deir Ballut, a 45 kilómetros de Nablus. Los colonos israelíes nos están robando toda el agua. Estamos en una de las zonas más ricas de este recurso y, por ello, nos hacen esta presión para sacarnos. Estamos aislados». De hecho, pueden llegar a pagar más de un euro por el metro cúbico de agua, en unas tierras donde no podrían hacer nada, pues debido a la división de Palestina en los Acuerdos de Oslo de 1993, en su pueblo apenas tienen el 6% del territorio para administrar.

Karemeh Ahmad en su casa de Dayr al-Sudan 16 de agosto de 2019. / Marta Saiz
Karemeh Ahmad en su casa de Dayr al-Sudan 16 de agosto de 2019. / Marta Saiz

Una de las maneras para afrontar y llevar mejor esta situación son las comidas que comparten todas juntas en el local de la cooperativa, que hace unos años hacía las veces de escuela. Las paredes rosas y los restos de dibujos coloreados añoran tiempos donde el muro no existía y la vida era más llevadera. Yousef ríe junto a Amhed Hader, con quien fundó la cooperativa, con el objetivo de negociar los precios abusivos de mercado que les ofrecían los intermediarios, pues ellas mismas plantaban, recogían y vendían la mercancía.Nidda Abu Awwad:

Y recuerdan como juntas se hicieron más fuertes para reclamar sus derechos.

Yousef nació en una familia de la diáspora palestina. Sus padres se vieron forzados a abandonar Palestina durante la Nakba, el desastre de la creación del Estado de Israel que, durante los años 1947 y 1949, conllevó el éxodo de más de 700.000 personas palestinas de su territorio. Y Venezuela les acogió. Ella vivió treinta años en el país Latinoamericano hasta que decidió visitar su tierra y quedarse allí. Fue la única de sus ocho hermanos que regresó.

Al igual que Yousef, Abeer Ibder vive en una zona donde la cercanía del muro les imposibilita poder trabajar libremente la tierra. En su pueblo, Dayr al-Ghusun, a 14 kilómetros Tulkarem, Ibder es ingeniera agrónoma y, desde hace diez años, también trabaja las tierras que le dejó su madre. Para ella es importante trabajarlas porque es su derecho, así como el de todo el pueblo palestino. Pues son sus tierras. «El problema que tenemos es que la colonización sionista lo destruye todo, lo que sembramos y lo que producimos. Plantar la tierra significa una lucha contra la colonización. Cuidarlas para que no sean ocupadas de nuevo y confiscadas».

Agri-resistencia

Once años atrás, cuando Vivien Sansour regresó a su pueblo natal, Beit Jala (Belén), conoció a muchas personas agricultoras que eran las que mantenían la tierra, incluso si no era económicamente viable. «Arriesgan su vida para trabajar la tierra, para mantener vivas las costumbres. El verdadero significado de la resistencia es lo que estas personas están haciendo; mantener esas señales que nos hacen estar vivas. En eso consiste la agri-resistencia».

Y decidió que eso es lo que iba a hacer el resto de su vida.

Karemeh Ahmad en su casa de Dayr al-Sudan, 16 de agosto de 2019. / Marta Saiz
Karemeh Ahmad en su casa de Dayr al-Sudan. / Marta Saiz

Sansour ve indisociable separar el término agri de cultura, pues van de la mano. Y, por ello, en 2014 fundó Palestine Heirloom Seed Library, una biblioteca de semillas que trabaja para encontrar y preservar variedades de semillas antiguas y prácticas agrícolas tradicionales. También es un movimiento para concienciar a la población palestina sobre la riqueza de sus productos y la importancia del consumo local. Sin embargo, no es tan fácil.

«Al vivir en una prisión como esta, donde el Estado de Israel nos pone frente a una industria agroalimentaria terrible en las que los precios son mucho más bajos, es complicado convencer de la riqueza del producto local. Y más, cuando producir en los territorios ocupados es cinco veces más caro por la falta de agua y el excesivo pago de aranceles».

Sobre la situación de la mujer agricultora, Sansour habla de una lucha continua con el sionismo, el patriarcado y la violencia del propio Estado. «Las mujeres están constantemente en estado de supervivencia. Con la construcción del muro, arriesgan sus vidas para salir y poder vender unos pocos kilos de algo. Los soldados las paran, las violentan y las humillan. Y luego llegan a sus casas y también tienen que sufrir esa violencia estructural. Pero eso no nos hace heroínas. ¿Por qué las mujeres tenemos que ser heroínas todo el tiempo? ¿Es increíble porque es resistencia, o no es justo porque hay un poder superior? ¿Acaso las mujeres de otros lugares del mundo lo tienen más fácil?»

Fuente: https://rebelion.org/cuidar-la-tierra-para-cuidar-la-vida-la-resistencia-de-las-mujeres-rurales-en-palestina%e2%80%8b/

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Philippines’ Thriving Gig Economy

Philippines’ Thriving Gig Economy

The gig economy refers to the hiring of independent contractors and short-term workers by businesses. Talents that make up the gig economy are usually called freelancers, gig-workers, independent contractors and free agents.

In recent years, more professionals are joining the gig economy to look for additional income or a change of pace in work.

Technology is enabling gig economy workers to take on extra or freelance work from anywhere in the world. Eyal Moldovan, the general manager of financial services company Payoneer, said that professionals who voluntarily choose to freelance do so for lifestyle reasons because online platforms make it possible for them to work from home.

Companies are also embracing this new work setup and employing freelancers for certain projects. Based on a report by talent outsourcing and consultancy group, KellyOCG, 84 percent of hiring managers in the Asia Pacific outsource to freelancers. These hiring managers use freelancers in their departments to save cost, drive innovation and keep a competitive advantage. The KellyOCG report also found that 43 percent of global organisations who engage these free agents have saved at least 20 percent in labour costs.

According to a 2019 report by Payoneer on the ‘Global Gig Economy Index,’ the Philippines placed sixth in the world as the fastest-growing market for the gig industry, revealing a 35 percent growth in freelance earnings.

Whether it’s the flexible hours, the absence of micromanaging bosses or a desire to build their businesses, the rewards for freelancers includes work flexibility, higher incomes and autonomy. A rising number of freelancers have also created a demand for flexible coworking spaces.

Gig economy

Choosing To Freelance 

Driven by digital technology and high internet penetration, more Filipinos are choosing to freelance. According to PayPal’s 2018 Global Freelancer Insights Report, at least two percent of the Philippines’ population is said to be freelancers. Some of the many types of work Filipino freelancers are engaged in are data entry/internet research (34 percent), virtual assistance (13 percent) and customer service (eight percent).

PayPal’s survey also revealed that digital platforms provide ease and convenience for freelancers to receive payments from clients overseas.

Filipino freelancers are supported by government initiatives such as the DigitalJobsPH Technical Training which help people find work as digital entrepreneurs and freelancers in the Information Communications Technology (ICT) field. The government recognises the potential of the gig economy to provide meaningful work to rural folks who are otherwise left out in the industrialisation of cities.

Freelancing Can Become Stressful 

Even though there are benefits to freelancing, participating in the gig economy comes with its own set of challenges. PayPal’s online survey found that 92 percent of Filipino freelancers said ‘job stability’ is a key concern for their careers. It is hard for freelancers to plan for their futures since they move from contract to contract. To sustain a pipeline, gig-workers freelance for multiple clients, allowing them to anticipate the unpredictability of work and to diversify their income streams.

The gig economy also raises concerns over social safety nets, financial security, and health and retirement plans. Without savings or health benefits, freelancing can become stressful. Surviving in the gig economy also requires competency in specific skill sets, which can get very competitive. In Southeast Asia, the gig economy is unregulated, making freelancers easy targets for exploitation either by being overworked or underpaid.

Then there are people who assume freelancers work for free. PayPal revealed that 58 percent of freelancers in four Southeast Asian markets (Singapore, Philippines, Indonesia, and Vietnam) have experienced not being paid. The key reason for this is that freelancers are not being taken seriously by clients.

A World Bank article on ‘Regulating the gig economy,’ stated that without changes to governments’ regulations, freelancers will continue to be left out of the traditional social protection systems such as unemployment benefits, sick pay and pensions. The International Labor Organization (ILO) has also suggested for countries to extend their labour protection to people who are working part-time or in temporary jobs.

As the gig economy continues to take over the workforce, governments and labour groups must reassess their roles and be creative to better protect workers in this industry.

Fuente de la Información: https://theaseanpost.com/article/philippines-thriving-gig-economy

 

 

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Protestas en Tailandia: las inéditas marchas estudiantiles contra la monarquía

Las masivas protestas estudiantiles que sacuden Tailandia desde hace meses dieron un salto inédito este miércoles.

Los manifestantes prodemócratas protestaron contra la caravana real mientras se desplazaba por Bankgok, la capital del país asiático.

Criticar a la monarquía tailandesa es algo que suele pagarse con largas condenas de prisión.

Tras los eventos del miércoles, Tailandia emitió un decreto de emergencia para «mantener la paz y el orden».

Título del video,En una histórica demostración de desafío, miles de tailandeses se enfrentan a su rey

La policía se desplegó para forzar la retirada de manifestantes y por el momento ha arrestado a más de 20 personas, incluyendo a tres líderes activistas.

Además de protestar contra la monarquía, las manifestaciones también piden la renuncia del primer ministro Prayuth Chan-ocha, quien llegó al cargo tras unas controvertidas elecciones el año pasado.

Las medidas de emergencia lanzadas por el Gobierno se hicieron efectivas este jueves desde las 4:00 am hora local en Tailandia.

La estudiante líder de las protestas Panusaya Sithijirawattanakul
Pie de foto,La estudiante líder de las protestas Panusaya Sithijirawattanakul ha sido arrestada.

¿Qué dice el decreto de emergencia?

El decreto se anunció a través de la televisión estatal, argumentando que los manifestantes intentaron instigar un incidente que conducía a la «incitación de caos, conflicto y desorden público».

Además, citó la «obstrucción a la caravana real» como una de las razones de la imposición.

Algunos manifestantes el miércoles habían levantado el saludo de los tres dedos, un símbolo del movimiento, a un convoy que transportaba a la reina mientras eran empujados hacia atrás por las filas de la policía.

Protestas antigobierno en Bangkok en Tailandia.
Pie de foto,Los estudiantes han liderado las protestas más multitudinarias de Tailandia en los últimos años.

Poco después de que entrara en vigor el decreto, la policía antidisturbios tailandesa desalojó a los manifestantes de las inmediaciones de la oficina del primer ministro.

Algunos intentaron resistir y levantaron barricadas improvisadas, pero la policía terminó retirándoles.

Además de limitar las reuniones hasta cuatro personas, el decreto también implantó restricciones en medios de comunicación, prohibiendo la publicación de noticias que «pueden crear miedo o difundir información intencionalmente distorsionada, creando malentendidos que afecten la seguridad nacional o la paz y el orden».

Estudiantes entregan una carta con sugerencias de reforma a las autoridades.
Pie de foto,Los estudiantes entregaron una carta con sugerencias de reforma a las autoridades.

También permite que las autoridades veten que las personas entren a «cualquier zona que designen».

¿Por qué son inéditas las protestas contra la monarquía?

Las protestas estudiantiles prodemócratas se han convertido en el mayor reto en años contra el poder instituido en Tailandia.

Los manifestantes piden la renuncia del primer ministro Prayuth por su elección en las controvertidas elecciones de 2019, unas acusaciones que Parayuth siempre ha rechazado.

Caravana real.
Pie de foto,Las protestas han provocado un debate sin precedentes sobre la monarquía tailandesa.

También quieren que se reescriba la Constitución y que se termine la persecución del Estado contra sus opositores.

Pero las protestas también han provocado un debate sin precedentes sobre la reforma de la monarquía, una institución que durante mucho tiempo ha estado protegida de críticas por la ley.

Y es que la oposición a esta institución suele condenarse con varios años de cárcel, en un país donde todavía existe el crimen de «lesa majestad».

Este miércoles, mientras la caravana del rey Maha Vajiralongkorn se desplazaba por Bangkok, los manifestantes expresaron su descontento contra la monarquía.

Policía tailandesa.
Pie de foto,La policía tailandesa se desplegó para forzar la retirada de los manifestantes.

El pasado fin de semana se celebraron algunas de las manifestaciones más multitudinarias de los últimos años, con miles de personas desafiando a las autoridades y reclamando cambios.

Activistas arrestados

La policía confirmó el arresto de alrededor de 20 personas este jueves, pero no confirmó sus nombres.

La BBC ha conocido que los arrestos incluyen a tres líderes de las protestas: la abogada de derechos humanos Anon Nampa, la estudiante activista Parit Chiwarak y Panusaya Sithijirawattanakul.

Grupos prodemocracia en Tailandia, 16 de agosto de 2020
Pie de foto,Este fin de semana se celebraron las protestas más multitudinarias en años recientes en la capital tailandesa.

En un video difundido se ve a policías leyendo cargos contra Panusaya en la habitación de un hotel.

Otro video mostró a la policía metiendo a la activista dentro de un carro mientras ella y sus seguidores entonaban eslóganes.

Anon, de 36 años, fue la primera en romper abiertamente el tabú de hablar sobre la monarquía de Tailandia al pedir reformas en agosto.

Panusaya se convirtió en una de las caras más prominentes de las protestas después de que entregó un manifiesto de que incluía 10 sugerencias de reforma.

 Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-54552162

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