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Casi la mitad de los integrantes de los grupos armados de Haití son niños y niñas que se ven obligados a alistarse a causa de la violencia, según UNICEF

Casi la mitad de los integrantes de los grupos armados de Haití son niños y niñas que se ven obligados a alistarse a causa de la violencia, según UNICEF

Un grupo de niños exhiben obras de arte que crearon durante actividades psicosociales y educativas organizadas por APADEH, en colaboración con UNICEF, en una escuela de Puerto Príncipe, Haití.

 

PUERTO PRÍNCIPE/NUEVA YORK, 28 de mayo de 2024 – En un contexto en que la violencia armada sigue provocando el deterioro de la situación en Haití, las Naciones Unidas estiman que entre el 30% y el 50% de los integrantes de los grupos armados son niños y niñas sometidos a coacción, abusos y explotación, todo ello como consecuencia de la persistente fragilidad social, económica y política causada por el conflicto, que ha sumido en el caos a algunas zonas del país.

La situación de la infancia de Haití es desesperada. El 90% de la población haitiana vive en la pobreza y tres millones de niños y niñas necesitan ayuda humanitaria urgente. Paralelamente, años de inestabilidad política y unas devastadoras condiciones económicas han provocado la proliferación de grupos armados a los que, cada vez más, muchos niños y niñas del país se ven obligados a unirse ante la falta de otras opciones para sobrevivir o protegerse, lo que representa una clara vulneración de sus derechos.

“Los niños y las niñas de Haití están atrapados en un círculo vicioso de sufrimiento: se ven obligados a alistarse en grupos armados por pura desesperación, a causa de la violencia despiadada, la pobreza y el colapso de los sistemas que deberían protegerlos”, ha declarado la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “Los grupos armados utilizan a los niños para distintas tareas, como cocinar, limpiar, hacer de “esposas” o como vigilantes. Pero lo que estos niños y niñas tienen en común es que pierden su inocencia y se separan de sus comunidades. La repercusión que sufre cada uno de ellos es el reflejo de una tragedia que debe abordarse de inmediato. Hay que dar prioridad a su protección y su bienestar, y para ello debemos ayudarlos a desvincularse de los grupos armados, garantizar su reintegración en la sociedad y facilitarles un acceso seguro a servicios básicos y asistencia”.

Según estimaciones recientes, más de medio millón de niños y niñas en Haití viven en zonas controladas por grupos armados, lo que los hace más vulnerables a la violencia y al reclutamiento infantil.

A menudo, los niños y niñas se ven obligados a alistarse en grupos armados como medio para mantener a sus familias o debido a las amenazas recibidas contra ellos o sus seres queridos. Muchos se unen también a estos grupos tras haber sido separados de sus familias, como un medio para sobrevivir y estar protegidos.

El reclutamiento y el uso de niños y niñas por parte de grupos armados constituye una grave violación de sus derechos, y su alistamiento a cualquier edad en estos grupos es una clara vulneración del derecho internacional.

UNICEF y los Ministerios de Justicia, Educación y Trabajo y Asuntos Sociales de Haití han acordado recientemente un enfoque conjunto de trabajo dirigido a apoyar la reinserción de los niños y las niñas que en el pasado han estado vinculados a grupos armados. Este acuerdo constituye un hito en los esfuerzos por preservar su bienestar.

En lo que va de 2024 se ha intensificado la violencia y más de 2.500 personas han sido asesinadas, han resultado heridas o han sido secuestradas. Las Naciones Unidas han constatado más de 400 casos de violaciones graves contra la infancia. Al mismo tiempo, las familias siguen viéndose obligadas a desplazarse por la violencia y, de hecho, más de 180.000 niños y niñas son actualmente desplazados internos.

A pesar de este entorno de alta inestabilidad, UNICEF está redoblando esfuerzos para proteger a las familias y proporcionarles ayuda de emergencia, inclusive a aquellas que se encuentran atrapadas y apartadas de los servicios esenciales. Junto al Gobierno haitiano y sus aliados, UNICEF está ayudando a preservar los sistemas y servicios nacionales, regionales y, en las zonas más inseguras, vecinales, que protegen a los niños y las niñas y a sus familias.

UNICEF hace un llamamiento a la comunidad internacional para que redoble los esfuerzos destinados a proteger a los niños y niñas de Haití a través de las siguientes medidas:

  • Garantizar que la misión de seguridad apoyada a nivel internacional priorice la protección de los niños y las niñas, la seguridad de los civiles y el compromiso de defender el derecho humanitario y asegurar un espacio para la acción humanitaria.
  • Apoyar los esfuerzos para prevenir y poner fin a las violaciones graves cometidas contra la infancia, por ejemplo, mediante la protección de escuelas, hospitales y otras instalaciones de las que depende la población infantil y salvaguardando los espacios humanitarios.
  • Reforzar el apoyo a las iniciativas nacionales dirigidas a garantizar un acceso humanitario sostenible, predecible y sin trabas a gran escala, que incluya la seguridad de los desplazamientos del personal humanitario y los trabajadores de primera línea y la prestación de servicios y suministros esenciales a las poblaciones necesitadas.
  • Aumentar la financiación inmediata y flexible para atender las necesidades humanitarias y de protección de las personas más vulnerables a medida que evoluciona la situación, garantizando que la ayuda llegue a los niños y niñas afectados lo antes posible, en particular aquellos que han huido o han sido liberados de grupos armados.

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Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/casi-mitad-integrantes-grupos-armados-haiti-son-ninos

 

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UNICEF: Ola de violencia en Haití empuja a la infancia hacia grupos armados

Haití se encuentra inmerso en una compleja red de crisis sociales, inestabilidad política y desastres naturales recurrentes.

La situación de violencia que azota a Haití desde febrero ha provocado un preocupante fenómeno: cada vez más niños y adolescentes están siendo reclutados por bandas armadas, sumiéndolos en un entorno de coacción, abuso y explotación en medio de la frágil realidad social y económica del país.

Según estimaciones de Naciones Unidas, entre el 30% y 50% de los integrantes de estos grupos son menores de edad, quienes, ante la falta de oportunidades para sobrevivir, se ven obligados a unirse a estas organizaciones que también comparten responsabilidad en la crisis que enfrenta la nación caribeña.

 

Haití se encuentra inmerso en una compleja red de crisis sociales, inestabilidad política y desastres naturales recurrentes, situaciones que han convertido al país en uno de los más pobres del mundo, con aproximadamente el 90% de su población viviendo en condiciones de extrema pobreza y cerca de tres millones de niños necesitando ayuda humanitaria urgente.

 

«La niñez haitiana está atrapada en un ciclo de sufrimiento sin fin. Los niños se ven forzados a unirse a grupos armados por la desesperación provocada por la violencia, la pobreza y el colapso de los sistemas de protección», denuncia Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF.

 

Russell resalta que estos niños desempeñan diversos roles en las bandas armadas, desde tareas de cocina hasta labores de vigilancia, pero todos comparten la pérdida de su inocencia y la desconexión con sus comunidades. «El impacto en cada niño afectado es una tragedia que exige una acción urgente», enfatiza.

En este contexto, UNICEF hace un llamado a la comunidad internacional para priorizar la «protección y bienestar» de los menores, comenzando por su desvinculación segura de los grupos armados, su reintegración en la sociedad y el acceso facilitado a ayuda humanitaria.

La agencia de la ONU subraya que, en muchas ocasiones, los niños se unen a estas bandas por la necesidad de sostener económicamente a sus familias o debido a amenazas, mientras que en otros casos lo hacen después de ser separados de sus hogares.

 

Violencia en ascenso en Haití

Durante el año 2024, la violencia en Haití ha cobrando la vida de más de 2.500 personas y dejando a otras heridas o secuestradas. Además, se han verificado más de 400 violaciones graves contra niños y niñas, y miles de familias han sido desplazadas a causa de la violencia.

 

En cuanto a los niños, UNICEF insta a la comunidad internacional a garantizar su seguridad, apoyar los esfuerzos para prevenir y detener las violaciones contra ellos, proteger escuelas, hospitales y otras infraestructuras, y asegurar un acceso humanitario continuo y sin impedimentos.

 

La agencia de la ONU también hace un llamamiento para un aumento inmediato y flexible de la financiación destinada a satisfacer las necesidades humanitarias y de protección de la población más vulnerable, garantizando que la ayuda llegue rápidamente a los niños afectados.

Fuente: https://www.diariolasamericas.com/america-latina/unicef-ola-violencia-haiti-empuja-la-infancia-grupos-armados-n5357548

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UNICEF: El conflicto armado agrava la crisis de desnutrición infantil en Haití

El conflicto armado agrava la crisis de desnutrición infantil en Haití

UNICEF advierte de que la crisis de desnutrición mortal, agravada por el aumento de la inseguridad, el corte de las carreteras y un sistema de salud en ruinas está llevando a los niños a una situación de peligro extremo

PUERTO PRÍNCIPE/NUEVA YORK, 26 de marzo de 2024 – La alarmante intensificación de la violencia armada en algunas zonas de Haití está aumentando el riesgo de que la crisis de desnutrición sea aún más grave en el país, según ha advertido hoy UNICEF.

Los últimos resultados del análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) revelan un alarmante aumento del 19% en la cifra de niños y niñas que podrían sufrir desnutrición aguda grave en Haití este año. Además, según se desprende del último análisis de la CIF, 1,64 millones de personas se enfrentan a niveles de emergencia por inseguridad alimentaria aguda (Fase 4 de la CIF), lo que incrementa el riesgo de que los niños sufran emaciación y desnutrición, especialmente en ocho zonas del país.

El conflicto armado que está teniendo lugar en el departamento de Artibonite y el departamento Oeste, donde se encuentra Puerto Príncipe, obstaculiza la distribución de ayuda y ha provocado el derrumbamiento de un sistema de atención de salud que ya era frágil, lo cual supone un peligro mortal para más de 125.000 niños y niñas en riesgo de sufrir desnutrición aguda grave.

“Las consecuencias del conflicto y la inestabilidad en Haití no se limitan a los riesgos asociados a la violencia: la situación está provocando también una crisis sanitaria y nutricional infantil que podría costarles la vida a muchísimos niños y niñas”, afirmó Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF. “Miles de niños y niñas están en peligro extremo, mientras que los suministros que podrían salvarles la vida se encuentran preparados para ser distribuidos cuando cese la violencia y se reabran las carreteras y los hospitales. Esta crisis de desnutrición ha sido provocada enteramente por el ser humano. La población de Haití necesita que se restablezca la seguridad para poder acceder a los servicios de los que dependen y para que los trabajadores humanitarios puedan llegar a los niños y las familias que necesitan ayuda urgente”.

Desde enero, el precario nivel de seguridad de Haití ha seguido agravando la crisis humanitaria, lo cual ha socavado gravemente la capacidad de UNICEF para almacenar, distribuir y reabastecer los suministros de asistencia que se necesitan con tanta urgencia.

Uno de los 17 contenedores de UNICEF fue saqueado a principios de marzo en el puerto principal de Puerto Príncipe. El contenedor almacenaba artículos esenciales para la supervivencia de las madres, los recién nacidos y los niños y niñas, como resucitadores y otros materiales similares. Debido a la inseguridad actual, solo dos de cada cinco hospitales están operativos en el país, mientras que solo uno de cada cuatro establecimientos de salud está funcionando en el departamento de Artibonite, la mayor región productora de arroz del país.

Paralelamente, la inseguridad actual en Puerto Príncipe también ha imposibilitado casi por completo la distribución de suministros de salud y nutrición a los aproximadamente 58.000 niños y niñas que padecen emaciación grave en la zona metropolitana. La carretera de Martissant –el único corredor humanitario que va desde Puerto Príncipe hasta las regiones del sur– sigue bloqueada y, como consecuencia, la vida de unos 15.000 niños y niñas con desnutrición pende de un hilo.

Además, la inseguridad que asola una gran parte de la capital de Haití está dificultando el transporte y reabastecimiento de los alimentos terapéuticos listos para el consumo que se administran a los niños y niñas con desnutrición aguda grave, lo cual podría interrumpir la cadena de suministro y tener serias consecuencias si no cambia la situación.

No obstante, y pese a la extrema volatilidad del entorno, UNICEF está ampliando los esfuerzos para proporcionar ayuda vital y proteger a las familias y a quienes están atrapados y no tienen acceso a los servicios básicos. Junto con el gobierno y sus aliados, UNICEF está ayudando a sostener los sistemas y servicios nacionales, regionales y –en las zonas más inseguras– vecinales que ofrecen protección a los niños y las familias.

UNICEF insta a:

  • Acelerar los esfuerzos de la comunidad internacional para proteger a la población civil, restablecer la ley y el orden en las calles y garantizar el desplazamiento seguro de trabajadores humanitarios y suministros vitales, incluidos los alimentos terapéuticos listos para el consumo;
  • Aumentar la financiación inmediata y flexible con el fin de cubrir las necesidades de los más vulnerables conforme avanza la situación, y velar por que la ayuda llegue cuanto antes hasta las poblaciones más afectadas;
  • Proteger las escuelas, los hospitales y otras infraestructuras de importancia vital para los niños y niñas, así como salvaguardar los espacios humanitarios.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/el-conflicto-armado-agrava-la-crisis-de-desnutrici%C3%B3n-infantil-en-hait%C3%AD

 

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UNICEF: Millones de personas corren riesgo de contraer el cólera debido a la falta de agua potable, jabón e instalaciones sanitarias, y a la escasez de vacuna contra el cólera

Millones de personas corren riesgo de contraer el cólera debido a la falta de agua potable, jabón e instalaciones sanitarias, y a la escasez de vacuna contra el cólera

El Grupo Internacional de Coordinación (GCI) para el Suministro de Vacunas pide que se aceleren urgentemente las medidas que salvan vidas

GINEBRA/NUEVA YORK, 20 de marzo de 2024 – Se necesitan medidas inmediatas para frenar un aumento sin precedentes de varios años de casos de cólera en todo el mundo, según el Grupo Internacional de Coordinación (GCI) para el Suministro de Vacunas. Las acciones incluyen invertir en acceso a agua potable, saneamiento e higiene, realizar pruebas y detectar brotes rápidamente, mejorar la calidad y el acceso a la atención médica y acelerar la producción adicional de dosis asequibles de vacuna oral contra el cólera (OCV) para prevenir mejor los casos.

El ICG gestiona las reservas mundiales de vacunas contra el cólera. El grupo incluye la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Médicos Sin Fronteras, UNICEF y la OMS. Gavi, la Alianza para las Vacunas, financia la reserva de vacunas y la entrega de OCV. Los miembros del ICG hacen un llamado a los gobiernos, donantes, fabricantes de vacunas, socios y comunidades a unirse en un esfuerzo urgente para detener y revertir el aumento del cólera. 

El cólera ha ido aumentando a nivel mundial desde 2021, con 473 000 casos notificados a la OMS en 2022, más del doble de los notificados en 2021. Los datos preliminares para 2023 revelan nuevos aumentos, con más de 700 000 casos notificados. Varios de los brotes tienen altas tasas de letalidad, superando el umbral del 1% utilizado como indicador para el tratamiento temprano y adecuado de los pacientes de cólera. Estas tendencias son trágicas dado que el cólera es una enfermedad prevenible y tratable y que los casos habían ido disminuyendo en años anteriores.    

El cólera es una infección intestinal aguda que se propaga a través de alimentos y agua contaminados con heces que contienen la bacteria Vibrio cholerae . El aumento del cólera se debe a las persistentes brechas en el acceso al agua potable y al saneamiento. Aunque se están haciendo esfuerzos para cerrar estas brechas en algunos lugares, en muchos otros están aumentando, impulsadas por factores relacionados con el clima, la inseguridad económica, los conflictos y el desplazamiento de población. El agua y el saneamiento gestionados de forma segura son requisitos previos para detener la transmisión del cólera.

Actualmente, los países más afectados son la República Democrática del Congo, Etiopía, Haití, Somalia, Sudán, Siria, Zambia y Zimbabwe. 

Ahora más que nunca, los países deben adoptar una respuesta multisectorial para luchar contra el cólera. Los miembros del ICG hacen un llamado a los países actualmente y potencialmente afectados a tomar medidas urgentes para garantizar que sus poblaciones tengan acceso a agua potable, servicios de higiene y saneamiento, y a la información crítica para prevenir la propagación del cólera. El establecimiento de estos servicios requiere voluntad política e inversión a nivel nacional. Esto incluye crear capacidad para la detección y respuesta tempranas, una mejor detección de enfermedades, un acceso rápido al tratamiento y la atención, y trabajar en estrecha colaboración con las comunidades, incluso en la comunicación de riesgos y la participación comunitaria.  

La grave brecha en el número de dosis de vacunas disponibles, en comparación con el nivel de necesidad actual, ejerce una presión sin precedentes sobre las reservas mundiales de vacunas. Entre 2021 y 2023, se solicitaron más dosis para responder al brote que durante toda la década anterior.

En octubre de 2022, la actual escasez de vacunas obligó al ICG a recomendar una sola dosis de vacuna, en comparación con un régimen anterior de dos dosis de larga data. El año pasado se produjeron aproximadamente 36 millones de dosis, mientras que 14 países afectados registraron una necesidad de 72 millones de dosis para una estrategia reactiva de una sola dosis. Estas solicitudes subestiman la verdadera necesidad. Las campañas de vacunación preventiva han tenido que retrasarse para preservar dosis para los esfuerzos de control de brotes de emergencia, creando un círculo vicioso. El cambio de estrategia permitió que las vacunas disponibles protegieran a más personas y respondieran a más brotes de cólera en medio de la actual escasez de suministro, pero un retorno a un régimen de dos dosis y la reanudación de la vacunación preventiva proporcionarían una protección más prolongada.

Se pronostica que la capacidad de producción mundial en 2024 será de 37 a 50 millones de dosis, pero probablemente seguirá siendo inadecuada para satisfacer las necesidades de millones de personas directamente afectadas por el cólera. Actualmente, sólo un fabricante, EuBiologics, produce la vacuna; Si bien la empresa hace todo lo posible para maximizar la producción, se necesitan más dosis. Actualmente, no se espera que nuevos fabricantes se incorporen al mercado antes de 2025; deben acelerarse. La misma urgencia e innovación que vimos con la COVID-19 deben aplicarse al cólera.

Los fabricantes adicionales que planean ingresar al mercado deben acelerar sus esfuerzos y ofrecer dosis a precios asequibles.

Hacemos un llamado a los fabricantes de vacunas, gobiernos, donantes y socios para que prioricen un aumento urgente de la producción de vacunas e inviertan en todos los esfuerzos necesarios para prevenir y controlar el cólera.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/press-releases/millions-risk-cholera-due-lack-clean-water-soap-and-toilets-and-shortage-cholera

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La educación, otra víctima más de la violencia en Haití

Por Milo Milfort/Puerto Príncipe (EFE).-

La educación es otra de las muchas víctimas de la violencia en Haití: las escuelas son objetivos de las bandas armadas, refugio de desplazados y los alumnos pierden decenas de días al año de horas lectivas.

Y, si hay algo en lo que creen los haitianos, es en la educación. Los padres prefieren pasar hambre para gastar el dinero en la educación de sus hijos, apuestan por ella para salir de la pobreza y contribuir al progreso de Haití, como queda patente con el dicho ‘Si la escuela vale algo, la nación lo vale todo’, pues se considera que, cuando la escuela no funciona, el país se paraliza.

En el pasado las escuelas se conservaban y respetaban, pero ahora se están convirtiendo en objetivo de bandas armadas. Profesores, alumnos y directores han sido secuestrados y asesinados y muchos centros educativos han sido blanco de tiroteos, saqueos e incendios.

En 2023, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estimó que la violencia armada contra las escuelas deHaití se había multiplicado por nueve en un año.

Ejemplo de ello es una escuela cuyas paredes están plagadas de agujeros de bala de todos los calibres en el barrio de Cité-Soleil, en la zona de Brooklyn, centro de un conflicto entre dos coaliciones armadas que luchan por controlar el territorio.

“Se puede ver lo nueva que es nuestra escuela, pero tenemos que abandonarla y dar clase a los niños en un espacio estrecho”, dice la responsable de una institución humanitaria que trabaja en Cité-Soleil, donde miles de personas viven en la miseria extrema, lejos de servicios básicos como el agua, la electricidad y la sanidad.

Las escuelas se vacían

La educación en Haití ya no es la misma, se deteriora, por lo que las escuelas tienen que revisar su funcionamiento, reinventarse o desaparecer, lo que repercute en el rendimiento escolar.

Michelle, que se dedica a la enseñanza desde hace al menos diez años, puede dar fe de ello: “Hacemos muy pocos ejercicios. Solo nos centramos en lo esencial. Es como si preparáramos a los niños para los exámenes, mientras que antes la escuela preparaba a los niños para la vida”.

“Organizábamos días de recreo y días llenos de color. Dada la situación del país, ya no podemos hacerlo. Antes podíamos hacer visitas, llevar a los niños a sitios históricos, pero ya no podemos hacerlo. Ya no es posible por la inseguridad”, afirma Michelle, quien se queja de que hace dos semanas que no puede dar clase ni llevar a su hija a la escuela.

Educación en Haití, bloqueada por la brecha de desigualdad

Para suplir las carencias y seguir funcionado, algunas escuelas recurren a la tecnología, como los grupos de WhatsApp o las plataformas de aprendizaje virtual, pero en un país donde solo alrededor del 25 % de la población tiene acceso a la electricidad y donde la alimentación prima sobre otras necesidades lo que esto hace es crear desigualdades.

“Los deberes que se dan en la escuela exigen que los niños investiguen en internet. Se dan muy pocas clases. Ya no se trabaja los sábados”, explica a EFE Sandrine, una joven educadora.

La educación es otra víctima de la violencia en Haití: las escuelas son objetivos de las bandas armadas y refugio de desplazados.
Fotografía de personas refugiadas en una escuela tras abandonar sus hogares debido a la violencia de las pandillas en Puerto Príncipe (Haití). EFE/ Johnson Sabin

Además, las escuelas y también las universidades se enfrentan a una importante pérdida de alumnos en los últimos años, o bien disminuye la cifra de matriculados o bien el número de estudiantes que van a diario a clase se reduce jornada tras jornada. La culpa de ello la tienen los ataques de bandas que obligan a las familias a abandonar sus casas y los programas humanitarios que facilitan a los haitianos la salida del país

También escuelas y universidades se están vaciando de profesores que optan por abandonar el país. Además, unas familias cada vez más empobrecidas no pueden mandar a sus hijos al colegio.

El fracaso escolar

La vida ha cambiado para los alumnos, que pierden decenas de días al año de clase con el consiguiente impacto en el nivel escolar. Cuando no son las bandas las que ocupan los colegios, lo hacen los desplazados que huyen del terror de las bandas armadas (hay más de 300.000 desplazados, según las últimas cifras de la Organización Internacional para las Migraciones).

Tampoco se ven ya imágenes antes habituales, como cuando caía la noche a finales de año y los estudiantes se preparaban para los exámenes finales u oficiales bajo las torres eléctricas y en las plazas públicas. Ahora, cuando cae la noche, las calles se vacían.

Niños juegan en una escuela donde varias familias permanecen refugiadas tras abandonar sus hogares debido a la violencia de las pandillas, el 13 de marzo de 2024, en Puerto Príncipe (Haití). EFE/ Johnson Sabin

A ello se une unos alumnos cada vez menos motivados e interesados, lo que provoca un aumento del fracaso escolar.

La infancia ya no es la misma. Vive al ritmo de los disparos, los desplazamientos forzosos y la pérdida de sus padres. En la escuela, las calles y los barrios, los tiroteos forman parte de su vida cotidiana. Ahora los niños no necesitan estar enfermos o que lleguen los fines de semana para no ir al colegio, simplemente muchas veces no pueden acudir.

*Foto de portada:

Fotografía de la Escuela de Nacional de Guatemala donde varias familias permanecen refugiadas tras abandonar sus hogares debido a la violencia de las pandillas, el 13 de marzo de 2024, en Puerto Príncipe (Haití). EFE/ Johnson Sabin

https://efe.com/mundo/2024-03-20/la-educacion-otra-victima-mas-de-la-violencia-en-haiti/

 

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Última hora: La capital de Haití entra en alerta con intensos tiroteos cerca del Palacio Nacional

El entorno del Palacio Nacional de Haití, ubicado en la capital del país, está siendo escenario de intensos tiroteos en la noche de este viernes, que han ido en aumento, según ha podido comprobar la agencia EFE.

Los disparos se están escuchando en los alrededores del Palacio Nacional, en una amplia zona que va desde Champ de Mars a Nazon, Lalue, Canape-Vert y Turgeau, en pleno centro de Puerto Príncipe.

En estos momentos la situación es de gran confusión y es posible que haya ataques en varias zonas, y algunas versiones no descartan que el objetivo de las bandas armadas sea intentar tomar el Palacio Nacional. Además, algunas imágenes muestran grandes agujeros en los muros del aeropuerto de la capital.

La jornada había transcurrido en aparente calma en la zona metropolitana de Puerto Príncipe y tan solo en la tarde se registraron disparos esporádicos. La tensión y la violencia se han incrementado exponencialmente en la capital después de que el 28 de febrero se conociera que el primer ministro haitiano, Ariel Henry, se había comprometido a celebrar elecciones antes de finales de agosto de 2025.

La violencia alcanzó su punto álgido el sábado pasado, cuando las bandas entraron en los dos principales penales en la capital, lo que permitió la huida de más de 3.000 presos.

La huida del primer ministro

Henry, cuya salida del poder persiguen las bandas armadas, está en Puerto Rico, después de varias jornadas en paradero desconocido. El primer ministro, la máxima autoridad del país tras el asesinato en 2021 del presidente Jovenel Moise, es ahora objeto de presiones tanto internas como en el exterior para que favorezca una transición que ayude a frenar la aguda crisis y la extrema violencia en el país.

Haití está a la espera del despliegue de una misión multinacional de apoyo a la seguridad liderada por Kenia y que en octubre pasado aprobó Naciones Unidas.

Fuente: https://alertas24.com/internacionales/la-capital-de-haiti-entra-en-alerta-con-intensos-tiroteos-cerca-del-palacio-nacional/

 

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Haití destina sólo el 1,1 por ciento del PIB a la educación

Prensa Latina
El gobierno del primer ministro de Haití, Ariel Henry, sólo destina un 1,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a la educación, un presupuesto que hoy sigue sin cubrir las necesidades esenciales de ese sector.

Esto demuestra la debilidad de la inversión pública en el sistema educativo, declaró la especialista, Marie Evane, quien explicó que este porcentaje del PIB está muy por debajo de la media, que es de un 4,3 por ciento.

La cifra refleja la falta de interés del gobierno haitiano por la educación, satisfacer las necesidades de las escuelas, e incluso la calidad de la enseñanza, parece una misión imposible, puntualizó la experta en una reunión organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo

En ese contexto, la ministra de Educación Nacional y Formación Profesional, Nesmy Manigat, abogó por una reforma prioritaria de los planes de estudios, con exigencias como la educación integradora, la innovación, el papel de los padres y las comunidades, y la elección de un multilingüismo funcional y abierto.

Para pasar de las palabras a los hechos, la titular anunció su intención de digitalizar próximamente el registro de escuelas y alumnos en el ministerio.

No faltan proyectos, pero es vital el aumento de la cantidad del gasto público en educación como uno de los factores clave para garantizar el éxito, resaltó Manigat citada por el diario Le Nouvelliste.

El Director General del Fondo Nacional de Educación, Jean Ronald, se refirió a la Constitución de 1987 para subrayar la responsabilidad de los poderes públicos en materia de educación.

Pues la carta magna estipula que “la educación es responsabilidad del Estado y de las autoridades locales. Deben poner la escolarización gratuita al alcance de todos y velar por que los profesores de los sectores público y no público reciban una formación adecuada», citó Ronald.

mem/joe

https://www.prensa-latina.cu/2024/02/27/haiti-destina-solo-el-11-por-ciento-del-pib-a-la-educacion/

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