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Costa Rica y Panamá desarticulan organización de explotación infantil

Las autoridades de Costa Rica y Panamá desarticularon este jueves una organización criminal dedicada a la explotación sexual de menores de edad y rescataron a 5 víctimas panameñas.

El operativo, a cargo de la Policía de Migración de Costa Rica y la Policía Nacional de Panamá, se llevó a cabo en localidades de ambos países en la zona fronteriza y dio como resultado la detención de tres sospechosos- dos en Panamá y uno en Costa Rica.

Las autoridades llevan a cabo este jueves 4 allanamientos en Costa Rica y 8 en Panamá, y de acuerdo con la información de las autoridades costarricenses, en Panamá fueron rescatadas 5 víctimas menores de edad.

La banda cruzaba a las menores de Panamá a Costa Rica y las trasladaba hacia un taller mecánico o a una vivienda ubicada en la localidad de Corredores, donde se cometían los abusos sexuales y se grababa material con contenido pornográfico, detalló la Policía de Migración.

El subdirector de la Policía de Migración de Costa Rica, Alonso Soto, explicó en declaraciones a los periodistas que la operación se denomina “Luz de Esperanza” y que se originó luego de información recibida por el Ministerio Público de Panamá, que posteriormente coordinó con su par costarricense.

“Se logra la detención del principal sospechoso a quien se le persigue por los delitos de trata de personas con fines de explotación sexual, difusión de pornografía infantil y corrupción de menores, entre otros”, dijo Soto.

La Policía de Migración solo identificó al detenido en Costa Rica, quien es un hombre costarricense de apellidos Ulate Picado. Los cargos que se le imputan se castigan con penas que van desde los 8 a los 16 años de cárcel.

El caso sigue en proceso, por lo que las autoridades no descartan más detenciones en las próximas horas.

Fuente: https://elnacional.com.do/costa-rica-y-panama-desarticulan-organizacion-de-explotacion-infantil/

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El Salvador: Educación inicia año escolar 2022 semipresencial opcional por segundo año consecutivo

América Central/El Salvador/04-02-2022/Autor@s: Susana Joma / Jessica Orellana / Jonatan Funes/Fuente: www.elsalvador.com

La ministra Carla Hananía de Varela afirmó que el modelo semipresencial es flexible porque permitirá seguir trabajando desde o fuera de las aulas, además se cuenta con protocolo de bioseguridad.

Entre alegría, nerviosismo y medidas de bioseguridad para prevenir contagios, miles de estudiantes del sector público volvieron este lunes a las aulas. Las autoridades educativas, quienes inauguraron el inicio del año escolar 2022 en el Centro Escolar República de Honduras, de esta capital, afirmaron que se trabajará en modelo semipresencial opcional, por segundo año consecutivo.

“¡Llegó el día, aquí estamos!, dijo la ministra Carla Hananía, quien durante la ceremonia inaugural estimó que son alrededor de 1.3 millones de estudiantes del sector público y privado que están ya en las aulas.

Hananía de Varela también indicó que son 45,000 maestros, la mayoría de ellos formados y especializados en el uso de las plataformas, los que estarán atendiendo a los escolares bajo esta modalidad flexible, dado que está diseñada para adaptarse a cualquier eventualidad y a cualquier nivel de evolución de la pandemia.

“Es una modalidad semipresencial y opcional, utilizando las diferentes plataformas que hemos puesto a disposición de maestros y alumnos que son la radio, la televisión, las guías impresas, la plataforma de Google Classroom. En resumen la educación sigue y no se va a detener”, afirmó.

En las últimas semanas, dada la incidencia de casos de covid entre la planta de docentes y administrativos, gremios de profesores del sistema de enseñanza pública han insistido en que las clases deberían comenzar virtuales, porque según argumentan no todas las escuelas guardan las condiciones y recursos para cumplir los protocolos de bioseguridad.

Alumnos del Instituto Nacional General Francisco Menéndez (INFRAMEN) de San Salvador inician el año escolar 2022 de forma semipresencial este 31 de enero.
Foto EDH / Jessica Orellana

Hananía de Varela sostuvo que se cuenta con un protocolo de bioseguridad y si se respeta este protocolo las aulas y las escuelas seguirán siendo seguras, porque se está adoptando la responsabilidad entre padres de familia, maestros, directores, ministerio de Salud y todo el personal del Ministerio de Educación.

José Tránsito García Gómez, director del Centro Escolar República de Honduras, expresó que en los últimos dos años la institución ha tenido mejoras en las instalaciones, así como en el equipamiento de docentes y estudiantes, de ahí que este año quieren enfocarse en impulsar fortaleciendo los valores como la responsabilidad, excelencia, equidad y el dominio de las herramientas informáticas, además de la lectura y matemática.

En otros centros de la ciudad los directores, profesores, padres y alumnos hicieron lo propio en el primer día de clases, retando las adversidades, como se pudo verificar durante un recorrido.

El Centro Escolar República de Costa Rica, el Centro Escolar República de Argentina y el Instituto Nacional Francisco Menéndez (INFRAMEN), siempre de esta capital, son de los que están aplicando de forma estricta las medidas sanitarias: en las dos primeras instituciones se constató que no se permite la entrada a los padres de familia, mientras en el tercero se observó como los alumnos hicieron una fila para ingresar, se `puso en práctica el distanciamiento social y la aplicación del alcohol gel.

Natividad Vásquez Pérez se despide de su hija, Maritza Esmeralda Morales Vásquez, de 12 años, estudiante de sexto grado en el Centro Escolar República de Costa Rica. La madre dice que es mejor el estudio presencial y confía en que no se contagie ya que la menor tiene las dos vacunas contra el COVID-19. Foto EDH / Jonatan Funes

En opinión del profesor Hugo Canjura, director del INFRAMEN, los jóvenes han asimilado con con gran entusiasmo el regreso a clases: “La situación de la pandemia no podemos obviarla, por lo que hemos decido empezar con los primeros años”, recalcó.

Canjura precisó que determinaron dividir a los estudiantes en dos grupos, uno de ellos tomará las clases presenciales y el otro de forma virtual, dado que ahora tienen computadora y les es más fácil.

En el INFRAMEN también se pudo observar que en las aulas solo se permite 20 estudiantes, a cada alumno se le entregó una mascarilla, los pupitres están distanciados y los que no se pueden utilizar tienen una calcamonía como indicativo.

La opinión de los padres en torno al regreso a clases presencial está dividido. Este lunes, algunos padres se decantaron por la idea de que sus hijos tomen las clases presenciales y otros por la virtualidad.

Natividad Vásquez Pérez, de 41 años, quien llevó a su hija Maritza Esmeralda Morales Vásquez, de 12 años, al Centro Escolar República de Costa Rica, dijo que son mejores las clases presenciales y se mostró confiada de que su hija no se contagie. La madre contó que la escolar atenderá el sexto grado y según detalló tiene dos vacunas contra la covid-19.

Para Herber Rivera, de 57 años, otro padre de familia que llevó a su hijo Guillermo Rolando Rivera, de 15 años, al Centro Escolar República de Costa Rica, la opción es la  educación virtual. Según dijo este lunes será el único día que asistirá a la escuela de forma presencial para recibir las indicaciones, el resto del año estudiará desde casa para evitar que se enferme.

Aunque Guillermo Rivera ya tiene las dos dosis de vacuna anticovid, su padre señaló que muchos de sus familiares ya sufrieron la enfermedad y la variante ómicron, de ahí que no quiere que su hijo corra el mismo peligro.

María Guadalupe Hernández, de 33 años, quien tiene dos hijas en la Escuela Costa Rica (Luisa Michelle Hernández, de 7 años, y Brixia Adriana Hernández, de 11), dijo que “me da un poco de miedo pero ellas querían venir”. En este caso ambas están vacunadas.

María Guadalupe Hernández, de 33 años, acompaña a sus hijas, Brixia Adriana Hernández, de 11 años, estudiante de sexto grado, y Luisa Michelle Hernández, de 7, estudiante de segundo año. “Me da un poco de miedo pero ellas quieren venir. Ambas están ya vacunadas”. Foto EDH / Jonatan Funes

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/educacion-inicio-clases-semipresenciales-el-salvador-estudiantes/922532/2022/

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La Educación en tiempos de COVID-19 en Guatemala, estos son los desafíos que enfrentan los estudiantes

Por: Elvis Hidalgo. https://tvaztecaguate.com

La pandemia del COVID-19 en Guatemala, como en otros países, ha agravado los problemas sociales, la educación es uno de ellos. El presidente Alejandro Giammattei declaró el 14 de marzo el cierre de los establecimientos educativos tanto públicos como privados.

El 31 de marzo el Mineduc inició un programa televisivo para que se pudiera dar continuidad a clases de preprimaria, primaria y secundaria, pero no todos los estudiantes tienen acceso a telecomunicaciones y tecnología.

Ante esta situación la ex ministra de educación María del Carmen Aceña dio a conocer que en los último 10 años ya no se ha innovado en el tema educativo. Aceña señaló que si no se cambia el rol del maestro y se adaptan a los desafíos del siglo XXI no se tendrá un aprendizaje con los niños y jóvenes.

La Educación en tiempos de COVID-19 en Guatemala, estos son los desafíos que enfrentan los estudiantes

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Costa Rica: Estudiantes indígenas de Costa Rica luchan para continuar su educación durante la pandemia de COVID-19

Estudiantes indígenas de Costa Rica luchan para continuar su educación durante la pandemia de COVID-19

La historia de Enoc Hidalgo, un estudiante de nueve años de la Escuela Indígena San Joaquín de Boruca deja al descubierto la desigualdad entre las comunidades rurales e indígenas y las urbanas en el país centroamericano, pero también en otros muchos lugares del continente. Su ejemplo, muestra a la vez como estudiantes, familias y escuelas luchan para continuar con el proceso educativo en condiciones adversas.

 

Enoc Hidalgo llega a su casa apurado, tras atravesar una quebrada inofensiva a simple vista, pero que con los aguaceros de la estación lluviosa se convierte en una grave amenaza porque puede llegar a ser un torrente incontenible.

Su hogar está en el territorio indígena de Boruca, al sur de la provincia de Puntarenas. En el paisaje de la comunidad predomina la naturaleza, los caminos son de tierra y se siente la quietud de la vida rural.

Enoc tiene 9 años, es estudiante de cuarto grado de la Escuela Indígena San Joaquín de Boruca y su hablar tímido no esconde su tristeza por la imposibilidad de ir diariamente a la escuela debido a la pandemia, lo que cambió su vida y su forma de aprender.

Enoc vive con sus tres hermanas Génesis, Kristen y Tamara, así como con sus padres, las gallinas y al menos cinco perros propios y vecinos que reciben con curiosidad y ladridos a todo el que se acerca.

“A mí me gusta estar en casa, estudiar acá con mi familia y mis hermanas. Pero quería volver a la escuela, me gustan las matemáticas y las tablas de multiplicar y allá hay más silencio para estudiar”, cuenta Enoc.

En Boruca hay 26 escuelas y en ellas 157 estudiantes en educación preescolar y 527 en educación primaria. Todos ellos han tenido que lidiar con el mismo desafío: la pandemia por COVID-19 y la suspensión de clases presenciales sacaron a relucir los problemas de conectividad, la falta de dispositivos adecuados, y todas las dificultades de aprender a distancia.

Junto a su familia, Enoc ha continuado su proceso educativo en época de pandemia. Su mamá y sus hermanas le apoyan para hacer las tareas.

El virus alteró todo el calendario escolar

Las autoridades educativas suspendieron las clases presenciales a partir del 17 de marzo de 2020 y aunque el objetivo era reanudarlas en el transcurso de los meses, la propagación del virus y sus consecuencias han alterado el calendario escolar y no todas y todos los estudiantes han tenido la oportunidad de regresar a los colegios.

De hecho, la tercera ola de la pandemia volvió a golpear con fuerza a los centros educativos y, como medida para limitar la movilidad en todo el país y reducir los contagios de COVID-19, el Ministerio de Educación Pública aplicó una interrupción del curso lectivo desde el 24 de mayo y hasta el 9 de julio de 2021, de modo que el calendario escolar del año 2021 se extendió hasta el final de enero de 2022.

En este contexto son precisamente los estudiantes de centros rurales y de zonas en condición de vulnerabilidad, como los territorios indígenas, los que más han sufrido las consecuencias del impás educativo.

En Costa Rica residen más de 104.000 personas indígenas, pertenecientes a ocho pueblos y la mayoría de ellos conviven con fuertes rezagos en comparación con el resto de la población. Por ejemplo, el 70% de los hogares indígenas presenta necesidades básicas insatisfechas en ámbitos como la salud, la educación y la vivienda, mientras que el porcentaje nacional llega al 24%.

El porcentaje de mujeres adolescentes indígenas que son madres supera el doble del total nacional (10,2% frente al 4,3%). Además, el porcentaje de niñas indígenas en unión libre es del 12,7% frente al 4,3%. Sólo el 40% de los indígenas tiene acceso a agua potable, mientras el alcance nacional es del 90%. Asimismo, apenas el 67% de la población indígena tiene acceso a la electricidad, mientras que el 99% de toda la población sí lo tiene.

Respecto a la educación, sólo el 13% de las personas indígenas se gradúa del colegio y el 41% de esta población presenta algún rezago escolar, pero Enoc y muchos otros estudiantes de los territorios indígenas no quieren ser parte de esa estadística y se esfuerzan, aún en la adversidad, para salir adelante.

Las imponentes montañas en la provincia de Puntaneras, al Sur de Costa Rica.

La distancia y sus dificultades

Al lado de su casa, Enoc y su familia tienen una amplia cocina con vista al paisaje verde azulado que los rodea. Ahí se reúnen para comer, hablar y estudiar y, ahí fue donde su madre, doña Evelyn Leiva, nos comentó más acerca de este proceso de aprendizaje en casa, que les cambió la rutina.

“Este periodo ha sido bastante complicado porque también estudio y estaba haciendo mi trabajo de graduación a través de Zoom con mi tutor, más atender lo de ellos y la casa, pero salimos adelante. Con los que están en la escuela fue complicado por la accesibilidad, por eso finalmente se optó por guías impresas”, señala doña Evelyn.

Alrededor de la cocina juegan sus otras dos hijas menores Kristen y Tamara, que también son estudiantes de la Escuela Indígena San Joaquín. Génesis, la mayor de sus hijas, es estudiante del Colegio Técnico Profesional de Buenos Aires.

“Una se da cuenta que les hace falta compartir con otros y que esa posibilidad la tenían en la clase y los recreos. También existe preocupación porque una siente que no da la talla con las tareas y que la explicación que les da no sea suficiente”, agregó doña Evelyn.

Para ella las Guías de Trabajo Autónomo (herramientas elaboradas por las autoridades educativas para promover el aprendizaje en tiempos de pandemia) resultaron difíciles de comprender en varias ocasiones y consideró que estaban “hechas para las escuelas de San José (capital del país)”. “Además, muchas veces las entregaron de forma incompleta, ahora con el retorno a clases todas las dudas pueden resolverlas mejor con sus maestros”, agregó doña Evelyn.

Enoc vive en el Territorio Indígena de Boruca en Costa Rica. Allí 684 niñas, niños y adolescentes, con el apoyo de sus familias,  continúan con su proceso educativo pese a las complicaciones de la pandemia por COVID-19.

Desigualdad, brecha digital y retos

Según datos recientes del Ministerio de Educación Pública en Costa Rica hay 1,2 millones de estudiantes. De ellos, 425.000 tienen problemas de conectividad y cerca de 300.000 no cuentan con acceso a una terminal (computadora, tablet o teléfono).

Nunca antes nos vimos en una situación como esta, de trabajar a distancia. La gran mayoría de nuestros estudiantes no tenía conectividad, pero si tenían dispositivo y el que tenía dispositivo no tenia conectividad. Ante una situación tan compleja, se decidió trabajar con materiales impresos, pero eso además traía consigo una estrategia evaluativa complicada, falta de tiempo para entender y poco a poco con base a lineamientos se fue trabajando durante este tiempo”, aseguró Rafael Rojas, director de la Escuela Líder Doris Z. Stone, de Boruca.

La falta de conexión, de dispositivos electrónicos, de recursos para poner a funcionar de nuevo los colegios no han sido el único problema.

En las poblaciones indígenas se nota más la desigualdad porque no todas las madres indígenas saben leer y escribir. Tenemos también que tomar en cuenta otros elementos que aquejan a los padres de familia de un territorio indígena, como la tecnología, el teléfono celular y la recarga, la pobreza”, afirmó Lourdes Frasser, lideresa y propietaria de So Cagru Proyecto Eco Cultural.

Para esta educadora y ahora empresaria turística, “la pandemia ha sido más desastrosa que en poblaciones rurales–urbanas. Aquí, la transmisión de la educación está a cargo de las mujeres indígenas y siento que el problema ha sido más grande porque con la estadía en las casas se añaden otros problemas como la violencia intrafamiliar, el abuso sexual de adolescentes y el hecho de que los niños pasen más tiempo cerca de los abusadores”.

El 4 enero del 2022, el Ministerio de Educación Pública anunció la reanudación de los servicios educativos presenciales en las escuelas públicas y privadas del país, para el curso lectivo 2022, a partir del jueves 17 de febrero y hasta el 22 de diciembre.

Este anuncio llena de alegría a Enoc y a miles de estudiantes quienes esperan ansiosamente el retorno continuo a la escuela, para aprender y compartir con otras niñas y niños.

Para garantizar el retorno seguro a las lecciones presenciales, Costa Rica empezó  en enero de este año la vacunación infantil en edades comprendidas entre los 5 y los 11 años, convirtiéndose en uno de los tres países de la región, junto con Chile y Argentina, en la aplicación de la vacuna pediátrica. La vacunación de adolescentes de 12 a 17 años comenzó el 25 de octubre del 2021.

Además de prevenir el contagio del Covid-19, este curso lectivo marca un gran desafío para Costa Rica porque deben acelerarse las acciones para recuperar los aprendizajes no logrados y realizar mayores esfuerzos para cerrar la gran brecha digital que quedó en evidencia con la pandemia y que afecta la educación y las oportunidades de empleo futuro de las actuales generaciones.

La ONU respalda  el regreso a la escuela en Costa Rica con asistencia técnica, recursos financieros y material educativo y de protección.

El papel de la ONU

Allegra Baiocchi, coordinadora de la ONU en Costa Rica, destacó que el regreso a la educación presencial de las poblaciones más excluidas, como niñas, niños y adolescentes indígenas, es clave para superar las desigualdades y la brecha en el acceso al Desarrollo Sostenible. “Desde ONU reafirmamos nuestro compromiso para impulsar todas las medidas necesarias para garantizar el derecho a la educación de Enoc y de todas las niñas y niños indígenas de Costa Rica”.

Las Naciones Unidas han destacado los esfuerzos de Costa Rica por adaptarse a la pandemia y hecho un llamado urgente para el retorno a la presencialidad como mecanismo para superar la desigualdad.

La ONU ha acompañado también al país en la atención y respuesta a las principales necesidades para la reapertura de los colegios.

Por ejemplo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO) apoyaron técnica y económicamente al Ministerio de Educación Pública para facilitar la educación virtual, así como en la Estrategia Regresar para el retorno seguro y progresivo a las clases presenciales.

“En UNICEF promovemos la importancia de la educación presencial para las niñas, niños y adolescentes en diversos ámbitos como lo académico, la salud física y mental y el desarrollo de capacidades para la vida. Debemos hacer todos los esfuerzos para recuperar el tiempo y los aprendizajes no logrados y que todos los estudiantes tengan acceso a educación continua y de calidad”, subrayó Patricia Portela, representante de UNICEF Costa Rica.

Además, UNICEF ha entregado equipos tecnológicos, kits de materiales para educación preescolar y primer ciclo, suministros de higiene crítica, como alcohol en gel, desinfectante, jabón líquido para manos y termómetros, a 642 escuelas del país en función de sus condiciones de vulnerabilidad.

Asimismo, la ONU ha venido trabajando en territorios indígenas para promover y hacer cumplir el derecho a la educación de sus poblaciones.

Con ese objetivo, desarrolla múltiples iniciativas para prevenir la exclusión escolar y asegurar la educación temprana, a la vez que fomenta el liderazgo de adolescentes y jóvenes indígenas, impulsa la salud sexual y reproductiva con pertinencia cultural; apoya iniciativas para la alimentación saludable y la prevención de la malnutrición.

Además, en el marco del Decenio de las Lenguas Indígenas del mundo, promueve la revitalización, el uso y la visualización de las lenguas indígenas y el diálogo intercultural.

Fuente de la Información: https://news.un.org/es/story/2022/01/1503142

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Guatemala: La triste niñez de la pandemia

La triste niñez de la pandemia

Carolina Vásquez Araya

Las actuales condiciones de vida ponen límites al desarrollo de la niñez

Lo dijo mi amiga Susana: “Cuando vemos a diario a los niños no alcanzamos a percibir cuánto ha cambiado su comportamiento. Están tristes”. Esta observación puntual me ha hecho reflexionar sobre el impacto del entorno durante la etapa más importante del desarrollo de la niñez y cómo las condiciones restrictivas -en términos económicos y sociales- se han transformado en una especie de cepo, cuya imposición ha acabado con el juego, la interacción entre pares, la diversión y el estímulo físico y psicológico propios de la libertad de movimiento. A ello, añadir la tensión implícita de una situación a la cual no estamos acostumbrados e invade todos los espacios íntimos,  condicionando nuestro humor y, por ende, nuestras actitudes.

Muchas veces medimos los acontecimientos de acuerdo con la vara más conocida. Es decir, nos resulta mucho más fácil establecer rangos de comparación con nuestra percepción y un específico estilo de vida. Poca, o casi nula, es la capacidad de empatía necesaria para ponernos en el sitio de otros, menos afortunados, y tendemos a rebajar el impacto del nuevo escenario ignorando a propósito su poder en la vida de los demás.

Estamos ingresando al tercer año de una realidad de la cual lo desconocemos todo. Nos atacó unapandemia que ha puesto de cabeza todo lo conocido y de la cual no tenemos la medida exacta. Es decir, se ha desatado una infección viral desconocida hasta para el gremio de la salud, que se ha visto sobrepasado no solo por sus consecuencias, también por un cúmulo de informaciones contradictorias y opacas. Si eso sucede entre los expertos, es fácil colegir cómo ha complicado la vida de las familias.

Pero volvamos al tema más importante, el de una niñez triste y sin motivación. Una niñez a la cual le han cortado las alas, le han quitado la libertad de movimiento, la han encerrado entre cuatro paredes -una vivienda popular tiene un promedio de 60 metros cuadrados para una familia de 4 o 5 integrantes- y le han limitado la interacción con sus pares y con el espacio público. Si a eso se añade la tensión originada por la potencial pérdida del empleo o la carencia de recursos económicos para afrontar la crisis, el plato está servido.

En términos generales, estamos inmersos en una situación desconocida y, ante sus desafíos, lo menos importante termina siendo la salud mental de la infancia. Aun cuando esto suena extremadamente cruel, la mente del adulto promedio tiende a considerar a los más pequeños como un material flexible que aguanta con todo. Pocos se detienen a reflexionar sobre la trascendencia de una infancia feliz como plataforma esencial para el desarrollo de un ser pleno, tanto física como intelectual y psicológicamente, y esto es porque tampoco la tuvieron. Entonces, simplemente se aplican los criterios establecidos por las autoridades sanitarias y se deja para después el esfuerzo de compensar adecuadamente las carencias que ello implica en la vida de los más jóvenes.

La infancia triste será una de las peores caudas de esta situación incomprensible a la cual nos enfrentamos sin herramientas propias. Vamos hacia adelante a ciegas, avanzando y retrocediendo a medida que el estamento científico tantea, a ciegas, un esquema apropiado de conducta. En medio se deslizan los miedos, las desconfianzas y la sospecha de que ya nada volverá a ser como antes. Sin embargo, como adultos acostumbrados a las dificultades propias de un sistema cada vez más hostil, poseemos la capacidad de adaptación. Otra cosa es la perspectiva para las niñas, niños y adolescentes privados de los recursos esenciales para desarrollar todo su potencial. Vivir confinados, estudiar frente a una pantalla -eso, para los más privilegiados- o compartir a duras penas con sus hermanos un teléfono celular para comunicarse con su maestra mientras se les impide jugar con sus amistades y se les mantiene privados de los estímulos de una vida al aire libre, es una fuente constante de frustración y tristeza. Las consecuencias de este nuevo esquema son imprevisibles.

Hay que pensar en cómo adecuar lo de hoy para no afectar el mañana.

 

Fuente de la Información: https://iberoamericasocial.com/la-triste-ninez-de-la-pandemia/

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Puerto Rico: Inconformes los maestros con aumento de $470 mensuales

Las expresiones de la Asociación de Maestros de Puerto Rico surgen luego de que la Junta de Supervisión Fiscal aprobara el monto.

Luego de que la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) anunciara un aumento condicionado al magisterio de $470.00 mensuales, el presidente de la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR), Víctor M. Bonilla Sánchez,  indicó sentirse decepcionado y aseguró que esto constituye una “migaja” en comparación con lo que perderán los maestros activos tras la entrada en vigor del Plan de Ajuste de la Deuda (PAD).

“Nosotros nos reunimos con la Junta y les indicamos que como mínimo ese aumento debería llevar el salario base de los maestros a los $3,500 para, de alguna forma, compensar lo que perderán nuestros educadores con la congelación de sus beneficios de retiro. Hoy nos sorprenden con este propuesto aumento que es muy poco y para colmo llega con unas condiciones que nos parecen absurdas”, expresó Bonilla Sánchez.

La propuesta de la JSF incluye un aumento de $5,640 anual, lo que elevaría el salario base del maestro a $2,220 mensual. Además, la propuesta fracciona la entrada en vigor del aumento a los maestros en dos fases. La primera fase se otorgaría en julio de este año y la segunda en enero de 2023, pero condicionado a que se cumpla de manera colectiva con un 90 por ciento de registro de asistencia digital del docente y de los estudiantes.

“Esta condición, a juicio de la AMPR y su Local Sindical, es injusta porque los maestros llevan más de 13 años dando la milla extra, sin aumentos y realizando labores administrativas que no les corresponden. El magisterio merece no menos de $3,500 mensuales porque todo sube en el país, menos los sueldos de nuestros docentes”, afirmó el líder magisterial.

Bonilla Sánchez aseguró que con el aumento propuesto ni siquiera se equipara a los esfuerzos que se realizan en la Legislatura para llevar el salario base del magisterio a $2,700. Por otra parte, insistió en que la Junta y el Gobierno deben identificar los fondos para hacerle una verdadera justicia salarial a los educadores.

“Cuando los maestros rechazaron la Propuesta Alterna que les presentamos se dejaron en la mesa de negociación $1,200 millones. Exigimos se identifiquen más fondos para poder compensar al magisterio como merece, pues estos serán el grupo de trabajadores públicos que peor quedará con la entrada en vigor del PAD. Además, si pudieron identificar el dinero para nuestros compañeros policías, lo más justo es que también se identifiquen fondos para los maestros”, resaltó Bonilla Sánchez.

Por su parte, la secretaria general interina de la Local Sindical, Sybaris A. Morales Paniagua, no descartó que lleven a cabo otras acciones para lograr que se cumpla con sus reclamos en favor de los docentes del Departamento de Educación. La educadora aprovechó la oportunidad para hacer nuevamente un llamado al gobernador, Pedro Pierluisi, para que se reúna con el gremio y puedan junto con la Asamblea Legislativa buscar soluciones concretas y reales para hacerles una verdadera justicia salarial a los maestros.

“Señor Gobernador, una vez más le hacemos un llamado de parte de los maestros activos del sistema público de enseñanza para que juntos busquemos mejores alternativas para el magisterio. Nosotros tenemos el compromiso de los presidentes legislativos de que defenderán al magisterio. Sin embargo, desde hace un mes le hemos solicitado a usted reiteradamente que nos reunamos para dialogar temas que afectan a los docentes y ha hecho caso omiso. Dice mucho del primer ejecutivo el que se ignoren los reclamos de nuestros maestros. ¿Usted se ha puesto a pensar que gracias al amor, esfuerzo y enseñanza de un maestro hoy día usted dirige el destino de nuestra isla? ¿Usted cree que un docente puede vivir con la miseria que gana y al final de sus días ni siquiera tener un retiro digno? Usted sabe que no. Haga lo que tiene que hacer y no empuje a la clase magisterial a la indigencia”, finalizó Morales Paniagua.

Fuente: https://www.metro.pr/pr/noticias/2022/01/27/inconformes-los-maestros-aumento-470-mensuales.html

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