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República Dominicana: La educación como derecho y como servicio público esencial

Cristóbal Rodríguez Gómez

La suspensión de la docencia en la escuela pública en las indicadas condiciones quebranta, además, el derecho fundamental a la igualdad y no discriminación de los menores de edad.

En su edición del día de ayer, este periódico editorializaba sobre un tema crucial para cualquier sociedad: la educación. Nos recordaba que durante la pandemia «pocos sectores sufrieron tanto y durante tanto tiempo como el sector educativo»; que «mientras otros campos se han recuperado satisfactoriamente, el educativo sigue de problema en problema perjudicando directamente a la masa estudiantil del sector público» y que, en medio del rezago de «los más vulnerables», continúan «los maestros haciendo asambleas en horas lectivas.»

Pero no se trata solo de asambleas. Se trata además de paralizaciones de docencia por reclamos que se llegan a cabo amparados en el derecho a huelga que de forma recurrente reivindica el gremio. Así, a la paralización general del pasado viernes -según informa Diario Libre en una nota de la misma fecha-, se suman las convocadas para los días 26 de mayo y 7 de junio próximos. Esto a pesar de las advertencias del ministro Ángel Hernández en el sentido de que, cada día que se deja de impartir docencia en el sector público, le cuesta al Estado una suma que ronda los 750 millones de pesos.

En otras palabras, el gremio de los maestros sigue privilegiando sus derechos, frente al derecho de los estudiantes a recibir docencia. Y pese a la obligación de los docentes de ofrecer el servicio al que sirven, en los términos que manda la Constitución en su artículo 147.

Conviene recordar que nuestro Tribunal Constitucional ha fijado su criterio sobre los límites del derecho a huelga de los maestros. Hagamos memoria: el 13 de mayo de 2019, mediante Sentencia TC/0064/19, el Tribunal Constitucional decidió un recurso de revisión constitucional de amparo que le fue presentado por la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), seccional del municipio de Barahona. Dicho recurso se interpuso contra una Sentencia en la que, la Primera Sala de la Cámara Civil del Juzgado de Primera Instancia de esa demarcación, consideró que una serie de marchas, piquetes, asambleas y suspensiones parciales de la docencia en las escuelas públicas, propiciadas por el indicado gremio durante el año 2017, atentaban contra el derecho a la educación en condiciones de igualdad.

En el proceso que culminó con la señalada sentencia se enfrentaban, en esencia, dos derechos fundamentales: el derecho a la huelga de los profesores que integran la ADP, seccional Barahona, y el derecho a la educación. Esta circunstancia, por aplicación del canon del artículo 74.4 constitucional, llevó al TC a un ejercicio estricto de ponderación que, ciertamente, no funda una regla de aplicación general a otros casos similares en el futuro. Pero que dejó claro algunas cuestiones sobre las que conviene volver.

Lo anterior significa, en primer término, según nos informa el TC, «que la solución a que se arribará no supondrá necesariamente, y en todo caso, que el derecho fundamental que resulte protegido haya de prevalecer siempre respecto del otro, ni tampoco que el precedente contenido en la decisión podrá ser considerado en abstracto como fuente de una sub-regla de jerarquización entre los derechos en conflicto, sino que será necesario realizar una casuística ponderación entre uno y otro para determinar la solución que resulte constitucionalmente adecuada, según el grado de afectación y satisfacción de los intereses en conflicto.»

La consideración central del tribunal para asignar un mayor peso al derecho a la educación frente al derecho a la huelga en el caso bajo comentario es la siguiente: «Las huelgas constantes y reiteradas convocadas por la ADP (…) constituyen un grave riesgo que podría afectar el logro de los objetivos educacionales de 33,000 niños, niñas y adolescentes de la región. El beneficio que pretendían obtener los profesores radicaba en mejoras en las condiciones laborales y en los planteles educativos. Sin embargo, las probabilidades de que tales beneficios se pudieran conseguir en un corto plazo eran precarias, pues los requerimientos de las normas que pautan la erogación de los fondos públicos y el carácter centralizado de la gestión educativa en el país, pugnan con la posibilidad de mejoras como las exigidas por la ADP, seccional Barahona, sin el aprovisionamiento presupuestario del Poder Legislativo…»

De lo anterior parece desprenderse que, en circunstancias en las que el recurso a la huelga resulte adecuado para de alcanzar los fines perseguidos, el mismo podría prevalecer frente al derecho a la educación. No obstante, ese aspecto de la decisión no debe ser visto al margen de la que considero su cuestión jurídica más relevante: la redefinición de la noción de servicios esenciales llevada a cabo por el Tribunal.

Tradicionalmente definidos como «aquellos cuya suspensión pone en peligro la vida, la salud o la seguridad de las personas en toda o parte de la población», en el caso concreto el Tribunal considera que dicha noción abarca, además, «la educación pública gratuita a nivel inicial, básico y medio, cuando la suspensión de la docencia se practica de modo ´progresivo, prolongado e indiscriminado´, pues su misión esencial es contribuir a la función del Estado social y democrático de derecho que, por mandato constitucional debe propender a la obtención de los medios que permitan a la persona perfeccionarse de forma igualitaria, equitativa y progresiva (artículo 8).»

En consecuencia, el derecho a la huelga deberá ceder frente al derecho a la educación, no solo por el hecho de que los fines perseguidos no sean realizables como resultado de su uso. Deberá ceder siempre que la docencia, considerada como un servicio esencial por la sentencia comentada, sea suspendida de modo «progresivo, prolongado e indiscriminado». Esto así porque, a consideración del Tribunal, con ello se pone en entredicho la misión esencial del Estado en la obtención y desarrollo de los medios de perfeccionamiento progresivo de las personas bajo su jurisdicción.

La cuestión se relaciona con el artículo 147 constitucional según el cual los servicios públicos, sean prestados por el Estado o por los particulares, «deben responder a los principios de universalidad, accesibilidad, eficiencia (…) continuidad, calidad, razonabilidad y equidad tarifaria.» Esto así, porque las paralizaciones recurrentes no son razonables, ni eficientes, al tiempo que atentan contra la calidad y el carácter continuo con que deben ofrecerse dichos servicios.

La suspensión de la docencia en la escuela pública en las indicadas condiciones quebranta, además, el derecho fundamental a la igualdad y no discriminación de los menores de edad pues, según el criterio del TC, «las suspensiones reiteradas de docencia por la huelga convocada por la ADP, seccional Barahona, lesionan gravemente su derecho a la educación y son víctimas de discriminación fáctica en la medida en que los estudiantes de colegios privados disfrutan de programas completos, cursos y exámenes a tiempo, sin ningún tipo de interrupción.»

https://www.diariolibre.com/opinion/en-directo/2023/05/23/la-educacion-es-un-derecho-y-servicio-publico-esencial/2324064

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República Dominicana: Inteligencia Artificial (IA) en el cibermundo

Inteligencia Artificial (IA) en el cibermundo -4 de 8-

ANDRÉS MEREJO

Harari propone delimitar el poder de la IA y pone énfasis en el ser humano. Su enfoque va por un replanteo en los temas de educación y el diálogo sobre la IA desde una perspectiva crítica y humanista.

Harari, discurso transido ante la IA

El discurso de Harari sobre los efectos sociales, económicos, políticos, culturales, educativos e históricos que trae la IA, se puede analizar en su texto “Hablamos del posible fin de la historia humana” (The Economist, 03/05/2023). En este artículo el autor expresa no solo preocupación por el avance de la IA, sino el temor, la angustia y lo transido, puesto que esta inteligencia nos puede quitar el poder, la libertad, y la dignidad como sujetos.

Además de esto, nos despojaría del lenguaje – discurso- cultura: “La inteligencia artificial ha adquirido notables capacidades para manipular y generar lenguaje, ya sea con palabras, sonidos o imágenes. Y, al hacerlo, ha hackeado el sistema operativo de nuestra civilización” (Harari, 2023, párr.1).

Pienso que esto, más que un despojo, sería uno de esos desafíos a los que nos enfrentamos los sujetos cibernéticos que investigamos y pensamos de forma crítica e innovadora. Por tanto, se ha de construir el discurso crítico, que no asume como bueno y válido los que se nos presenta a simple vista, como si fuesen signos configurados en trucos de magia sacados de una chistera.

Esto implica que se ha de abordar desde la ciberseguridad lo relacionado al control (ciber) y lo límite, dado que:

En un nivel más prosaico, pronto podríamos encontrarnos debatiendo largamente online sobre el aborto, el cambio climático o la invasión rusa de Ucrania con entidades que pensamos que son seres humanos, pero que en realidad son inteligencias artificiales. El problema reside en que resulta del todo inútil que dediquemos tiempo a intentar cambiar las opiniones sostenidas de un bot de inteligencia artificial, y que, en cambio, la inteligencia artificial puede refinar con tanta precisión los mensajes que tendrá muchas posibilidades de influir en nosotros. (párr.6).

Aquí se ha de precisar que cuando Harari aborda el diálogo con la IA, es con software o programas virtuales que el sujeto cibernético (desarrollador y programador) construye y que va acorde con ese sistema. Esto es la IA Débil (IAD) porque la IA General (IAG), también llamada fuerte se coloca todavía en la ciencia ficción, como la película I A (2001) del director Steven Spielberg.

La teorización sigue su curso en el cibermundo, en el seno de la IA G. Generando hipótesis de que si la máquina, androide o dispositivos requeriría una inteligencia igual a la de los sujetos cibernéticos: conciencia de sí misma, experiencia y la capacidad de resolver problemas, planificar el futuro y aprender incluso mejor que los propios sujetos que viven en ese cibermundo.

Harari propone delimitar el poder de la IA y pone énfasis en el ser humano. Su enfoque va por un replanteo en los temas de educación y el diálogo sobre la IA desde una perspectiva crítica y humanista. La filosofía cibernética, tecnocientífica involucra diversas disciplinas del saber y aboga por una cooperación global para regular la IA y garantizar la responsabilidad ética de esta.

El deja bien precisado: “Aunque no hay ningún indicio de que las inteligencias artificiales tengan conciencia ni sentimientos propios, les bastará con lograr que éstos se sientan emocionalmente vinculados a ellas para fomentar una falsa intimidad con los humanos” (párr.7).

El discurso Harari no quiere repetir lo que todos los investigadores dicen con relación a que la IA puede que sea una tecnología que nos ayude a resolver problemas globales como el cambio climático, las enfermedades o la pobreza. Él va más allá de estas bondades y se preocupa porque esta no se apropie de nuestras capacidades cognitivas, emocionales y creativas.

“De todos modos, ni siquiera esos escenarios logran ofrecer la visión de conjunto. De lo que en realidad hablamos es del posible fin de la historia humana. No el fin de la historia, sólo el fin de su parte dominada por los humanos. La historia es la interacción entre biología y cultura; entre necesidades y deseos biológicos de cosas como comida y sexo, y creaciones culturales como las religiones y las leyes. La historia es el proceso mediante el cual las leyes y las religiones moldean la comida y el sexo. (párr.11).

Harari deja entrever su angustia en su discurso y lo transido que se siente, dado que la IA, tendrá influencia en lo que opinamos y en lo que pensamos del mundo, a tal punto que, “Las personas podrían llegar a utilizar un único asesor de inteligencia artificial como oráculo universal omnisapiente. (párr.10).

Ahí es que él analiza el peligro que tiene la IA en el plano de la ciberpolítica, puesto que desde este software de IA virtual se pueda influir y manipular a los ciudadanos en cuanto tomas de decisiones en los procesos políticos, de manera específica en las elecciones presidenciales de un país.

En ese mismo tenor, aunque un poco más complejo, Harari se pregunta: “¿Qué ocurrirá con el curso de la historia cuando la inteligencia artificial se apodere de la cultura y empiece a producir relatos, melodías, leyes y religiones?” Para luego afirmar: “Las herramientas anteriores, como la imprenta y la radio, ayudaron a difundir las ideas culturales de los humanos, pero nunca crearon ideas culturales propias. La inteligencia artificial es en todo punto diferente. La inteligencia artificial puede crear ideas completamente nuevas, una cultura completamente nueva”. (párr.12).

Para luchar contra tales propósitos, se ha de girar en vuelta y revuelta filosófica, nutrirse del pensamiento de la filosofía para cuestionar, dudar, reflexionar y criticar en la medida en que construimos un pensamiento crítico, tal como se valió en el siglo XVII, el filósofo René Descartes, cuando comenzó a pensar la duda y a dudar de esta, a través del pensamiento:

(…) “primero no admitir como verdadera cosa alguna, como no supiese con evidencia que lo es; es decir, evitar, cuidadosamente la precipitación y la prevención, y no comprender en mis juicios nada más que lo que se presentase tan clara y distintamente a mi espíritu, que no hubiese ninguna ocasión de ponerlo en duda” (Descartes, 2011, p114).

De ahí su insistencia en mantener nuestra autonomía y nuestro sentido crítico frente a esta inteligencia de software virtual. Para que tales acontecimientos no nos enreden en el proceso de la búsqueda del conocer y del saber, acudir a la epistemología y ciber- epistemología (Merejo, 2015) para comprender los acontecimientos que están ocurriendo estos tiempos cibernéticos y transidos.

Quedarse en la epistemología es vivir en el mundo no así en el cibermundo y sus redes de datos, información conocimientos articulado a los chatbots, donde el ChatGPT, es tan solo un producto de otros que se encuentran en el ciberespacio.

Muchas de estas reflexiones, en parte las habíamos hecho en el (2002) en la República Dominicana en un panel filosófico que participe junto a la pionera en robótica y IA en el país, la ingeniera Rina Familia. Este panel fue coordinando por la escuela de filosofía de la UASD, bajo la moderación del filósofo Rafael Morla, en la librería Mateca, en donde reflexionamos sobre lo cibernético, la IA y como se estaba construyendo el cibermundo como sistema social.

Referencias bibliográficas

Harari, Noah Yuval (2017) Sapiens. De animal adioses (2017a). Barcelona: Penguin Rendón Hoouse Grupo Editorial.

————(2017b).Homo Deus. Barcelona: Penguin Random Hoouse Grupo Editorial.

————(2018).21 lecciones para el siglo XXI. Barcelona: Debate.

————(2023). “Hablamos del posible fin de la historia humana” (The Economist, 03/05/2023): https://www.lavanguardia.com/tecnologia/20230503/8937187/ia-hackeado-sistema-operativo-civilizacion-humana.html

 

Fuente de la Información: https://acento.com.do/opinion/inteligencia-artificial-ia-en-el-cibermundo-4-de-8-9200985.html

 

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República Dominicana: Profesor, usted no sabe de eso. Mejor pregúntele a Merejo

América Central/República Dominicana/19-05-2023/Autoría: GERARDO ROA OGANDO/Fuente: acento.com.do

Nuestro autor observa diferentes formas en que la sociedad ha vivido transida, concepto que conceptualiza como “abatimiento, preocupación, angustia, miedo, tristeza, intranquilidad en lo económico, en lo político y en lo social”, etcétera (pág. 65).

Decenas de artículos nacionales e internacionales se están publicando sobre los avances de la llamada inteligencia artificial. Algunos de esos textos muestran cierto rechazo a lo inevitable. Otros muestran resentimientos ante dichos avances y se atreven a predecir un final catastrófico para la humanidad, final motivado por la inteligencia artificial. Con estas actitudes los articulistas radicalmente escépticos ignoran que existe un discurso sobre el cibermundo que merece ser leído antes de opinar, discurso que en nuestro país ha sido merecedor de un premio nacional de ensayo científico, cuyo autor es el más importante exponente del tema en la región del Caribe, el filósofo nuestro, Andrés Merejo (PhD).

Recientemente, nuestro autor publicó, en la Academia de Ciencias de la RD, el libro, Cibermundo transido: Enredo gris de pospandemia, guerra y ciberguerra (2023).Se trata de un ensayo de cuatro capítulos que de forma íntegra constituye una muestra del producto reflexivo del pensamiento de su autor, quien ha observado con ojo crítico cada uno de los conceptos que viene publicando desde hace más de veinte años. Por eso, ese libro, a mi juicio, es sólo un estadio dentro del sistema-discurso que este sagaz investigador dominicano ha construido sobre la base de lecturas y observaciones asiduas al fenómeno que con el correr del tiempo ha convertido en objeto de su reflexión.

No es para menos. Andrés Merejo creció en tiempos en que las dos grandes superpotencias mundiales; entiéndase, Estados Unidos de América y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas; protagonizaron la llamada Guerra fría, en tanto lucha ideológica y discursiva, posterior a la Segunda Guerra Mundial, que buscó la imposición a nivel planetario de un único sistema de gobernanza, es decir, capitalismo, versus comunismo, respectivamente, en lo económico, en lo político y en lo social.

Si bien para aquel entonces no era posible hablar de ciberguerra, la observación que hace Merejo de las principales guerras, pestes y descubrimientos tecnológicos que han pintado la historia de la humanidad, especialmente durante el siglo XX, constituye un insumo importante para la elaboración de su propio discurso, el cual también es el resultado de sus años de vida en los Estados Unidos.

Sabemos de fuente primaria que en 1984 Andrés Merejo, en plena Guerra Fría, protestó frente al Capitolio junto a su hermano Jesús Merejo y a su cuñada Edita González, en contra del proyecto armamentista y nuclear que estaba propulsando el presidente Ronald Reagan. Con esa manifestación, nuestro autor evidenció, desde su juventud, un alto sentido de compromiso social y humano, testimonio que ha quedado impreso en las páginas que integran este interesante libro.

El libro Cibermundo transido es un análisis crítico del discurso de la guerra y de la ciberguerra. No es una mera descripción de los significantes y otros elementos periféricos a la expresión de la realidad cibermundo.

La firma del Tratado de Washington, materializada el cuatro de abril de 1949, con la que se dio forma a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y que inicialmente estuvo compuesta por Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido y Estados Unidos no es ignorado por nuestro autor, como tampoco lo es el desaparecido Tratado de Amistad, Colaboración y Asistencia Mutua, conocido popularmente como pacto de Varsovia, cuya firma tuvo lugar el 14 de mayo de 1955. Asimismo, nuestro autor fue testigo de la disolución de la URSS, sus principales causas y consecuencias, así como de las diferentes estrategias bélicas usadas por las grandes potencias en sus luchas por el control planetario, en desmedro del ser humano y de su hábitat.

En su obra, Merejo observa con preocupación cómo pese a los avances científicos las grandes potencias de la humanidad han vivido históricamente de crisis en crisis, generada por las guerras, las pestes y, sobre todo, por la falta de compasión y altruismo que sobrepasa la expresividad propia de un mero discurso ético. “No parecen aprender de lecciones del pasado, sino que están repitiendo conductas y formas de pensamientos totalitarios que se consideraban superados”, afirma Merejo.

Nuestro autor observa diferentes formas en que la sociedad ha vivido transida, concepto que conceptualiza como “abatimiento, preocupación, angustia, miedo, tristeza, intranquilidad en lo económico, en lo político y en lo social”, etcétera (pág. 65). En ese sentido, la historia de la humanidad parece otorgarle la razón a don Andrés Merejo.

El libro Cibermundo transido es un análisis crítico del discurso de la guerra y de la ciberguerra. No es una mera descripción de los significantes y otros elementos periféricos a la expresión de la realidad cibermundo. Tampoco es un desahogo ante la impotencia de no comprender los tiempos actuales, grises y confusos. Todo lo contrario, se trata de un discurso que todo el que se sienta inquieto por los avances de la tecnología de última generación (Incluyendo los diferentes modelos de la llamada inteligencia artificial) debe leer, antes de arriesgarse a asumir posturas que denoten resentimientos sobre nuevas realidades que deberían ser aprendidas e integradas al quehacer educativo de los docentes y estudiantes.

Gerardo Roa Ogando en Acento.com.do

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/cultura/profesor-usted-no-sabe-de-eso-mejor-preguntele-a-merejo-9199991.html

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República Dominicana: Gobierno pide educación sexual integral ante embarazos de estudiantes

América Central/República Dominicana/12-05-2023/Autoría y Fuente: acento.com.do

Las cifras sobre embarazo en adolescentes, uniones tempranas, violencia sexual y violencia social en la escuela, dadas a conocer por el Ministerio de Educación, urgen a encarar estos problemas con acciones «inmediatas» y «contundentes».

El Gabinete de Niñez y Adolescencia (Gana) y el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani) plantearon este miércoles que la educación sexual integral debe ser impartida en el sistema educativo formal y extraescolar.

Esto, según un documento de ambas entidades, para crear conciencia en la población juvenil de las consecuencias de la iniciación sexual temprana y prevenir los abusos sexuales de que son víctimas las niñas y las adolescentes.

Gana y Conani aseguraron que las cifras sobre embarazo en adolescentes, uniones tempranas, violencia sexual y violencia social en la escuela, dadas a conocer por el Ministerio de Educación, urgen a encarar estos problemas con acciones «inmediatas» y «contundentes».

Expresaron su «preocupación» ante la elevada cantidad de niñas y adolescentes embarazadas y en uniones tempranas, las que ya son madres y las que han sido víctimas de violación e incesto.

«Sabemos por los reiterados informes estadísticos, que la República Dominicana ocupa uno de los primeros lugares en embarazo en adolescentes en América Latina y el Caribe. Estas cifras del Minerd vienen a reconfirmar que estamos frente a un problema social de envergadura que demanda, tanto de las instituciones del Estado como de la sociedad, un compromiso serio con el enfrentamiento de sus causas», expresaron.

El pasado 13 de abril, el Gana, presidido por la primera dama, Raquel Arbaje, anunció la campaña «Toma el control, ponlo en pausa», como parte de la ejecución de la política de prevención y atención a las uniones tempranas y el embarazo en adolescentes (PPA), presentada por el presidente Luis Abinader en noviembre de 2021 durante un acto en el Palacio Nacional.

La campaña cuenta con un audiovisual de 40 segundos, dos anuncios radiales de 37 segundos y artes para medios digitales, dirigidos a madres, padres y adolescentes. Está siendo difundida en los 20 territorios priorizados por la APP por la alta incidencia del embarazo adolescente y la violencia sexual.

Datos del Ministerio de Educación difundidos ayer, establecen que el sistema de educación público en República Dominicana registra 1,422 estudiantes embarazadas en el año escolar 2022-2023, de las que 113 lo están a causa de violación y otras 30 por incesto.

Asimismo, hay 4,059 estudiantes en uniones tempranas, 3,697 que ya son madres y 1,440 padres.

Además, se han producido en el año escolar 24,686 hechos de violencia entre estudiantes. También se registran 2,105 conflictos entre alumnos y docentes y 27 hechos de violencia entre los profesores.

Los datos se refieren a violencia física, verbal o psicológica, que se han registrado dentro o fuera del recinto escolar.

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/actualidad/gobierno-pide-educacion-sexual-integral-ante-embarazos-de-estudiantes-9197273.html

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República Dominicana: La irrelevancia de los maestros

La irrelevancia de los maestros

Con el auge de la inteligencia artificial, muchos entusiastas de las posibilidades casi ilimitadas de la tecnología de la información y la comunicación se han atrevido a vaticinar la desaparición de la educación presencial. Incluso, otros han sido más radicales, y han planteado que en menos de cinco años, los maestros seremos innecesarios para enseñar, por lo que pasaríamos a ser  irrelevantes, para usar un término de Yuval Noah Harari, quien en su libro21 Lecciones para el Siglo XXlhabía vaticinado que para el 2050 la mayoría de los oficios y de  las profesionales actuales serán inútiles.

La semana pasada, Bill Gates declaró que con el desarrollo de la inteligencia artificial y la creación de herramientas tecnológicas como el ChatGPT, muchos profesionales serán innecesarios, por lo que desaparecerán. Hizo hincapié en los maestros, los cuales seremos innecesarios e irrelevantes  antes de cinco años, según su visión de la educación. Ya Elon Musk hacía tiempo que venía desconfiando de la educación formal. Para Musk, para triunfar no hay que ir a la universidad. Puso como ejemplos de triunfadores que  no necesitaron terminar los estudios universitarios a Bill Gates, Mark Zuckerberg y Steve Job. Cónsono con su línea de pensamiento, creó su propia escuela (o más bien antiescuela)  para sus hijos y los de los ejecutivos de su empresa Spacex. Una escuela sin currículo, sin métodos formales, basada en la observación, el diálogo y la libre interacción de los participantes (aquí no hay alumnos) con los científicos e intelectuales. Una antiescuela  para formar genios. De entrada, el nombre así lo sugiere: Ad Astras (hacia las estrellas).

¿Pero, qué concepto de educación tienen en sus mentes estos genios de la informática y la inteligencia artificial? Evidentemente que quienes piensan que los sistemas de inteligencia artificial (los chatbots, midjourney, y otros que vienen en camino), las fuentes en líneas,  los videos, etc. pueden sustituir la educación formal y al maestro conciben la educación como simple transmisión de datos e informaciones. Reducen la educación a la información, y no a la formación. Esa concepción de la educación comenzó a ser superada desde la década de los años ochenta del siglo pasado,  con el constructivismo, primero;  y con el enfoque orientado al desarrollo de competencias, en la actualidad. Hoy más que erudición, la educación persigue elevar la capacidad de razonamiento y de investigación; fomentar pensamiento crítico, la creatividad y la competencia epistémica;  e incentivar la aplicación del conocimiento en las distintas asignaturas, en el desempeño profesional y en situaciones de la cotidianidad.

Sin conocimiento científico no hay tecnología. Súmese también que la idea de que todo está en el ciberespacio es un mito.

Además, nuestros genios (no lo digo con intención despectiva), defensores de una educación sin escuelas ni currículo ni maestros, pierden de vista que la educación cumple roles fundamentales que solo se logran con la socialización. La alteridad, tan en crisis hoy, precisamente por el aislamiento a que induce la tecnología de la información y la diversión se logra con los otros (maestros y estudiantes); el desarrollo de liderazgo, necesita la convivencia con los otros; la validación de habilidades como la dicción, el dominio escénico, la escritura,  la negociación, la resolución de conflictos, entre otras, necesitan el contacto  con los otros en condiciones adecuadas; la maduración  emocional es mejor en contacto con los otros; en fin, hasta los juegos eróticos (miradas, sonrisas, gestos, picardía, etc.) que se producen en el aula deben formar parte  de la educación de los jóvenes. Hoy la educación emocional en el aula, con los estudiantes y los maestros,  cobra cada vez más sentido.

A todo lo anterior, súmese que el aula, los laboratorios  y el profesor favorecen la aplicación del conocimiento a las distintas esferas disciplinares, para producir ciencia, en las aulas y fuera de ellas. Sin conocimiento científico no hay tecnología. Súmese también que la idea de que todo está en el ciberespacio es un mito. No es usual que los libros especializados y actualizados  estén disponibles en línea. Las reflexiones espontáneas  de los profesores en las aulas, al calor del diálogo académico tampoco están en línea. Muchos docentes investigan y reflexionan mientras ejercen la docencia. El producto de sus actividades cognitivas se refleja en la calidad de su docencia. Por ejemplo, hay docentes que cuestionan sobre bases sólidas la teoría diática del signo linguístico planteada por Ferdinand de Saussure. Incluso cuestionan la teoría triádica del signo en general, de  Charles Sanders Peirce. Le pedí al ChatGPT que me elaborara un ensayo crítico sobre la teoría del signo de Saussure, y por supuesto no hizo alusión a la doble cara del significante, que se ha planteado en las aulas. Con el tiempo, esas teorías llegarán al ciberespacio, pero habrá que esperar, lo que es indicador de que incluso para tener determinadas informaciones actualizadas y de calidad, los chatbots y otros sistemas creados por la inteligencia artificial no son suficientes.

El aula y el currículo sirven para graduar el acceso a las informaciones y la construcción y aplicación del conocimiento. Sin aula ni maestro ni currículo tendríamos muchos autodidáctas y dilectantes. Y ya se sabe que los autodidáctas suelen tener serios sesgos en su formación, pues solo estudian lo que quieren, y soslayan lo que deben saber, sino le gusta. Otro riesgo de la educación sin escuela ni maestro ni currículo es el diletantismo.  Justamente lo que los amantes de la inteligencia artificial están criticando. Los dilectantes de hoy (coaches, influencers y comentaristas de las redes sociales) dan cátedras de todo sin ser especialistas de nada. Parte de su éxito es que lo trivializan todo y que impregnan su discurso de histrionismo, gracias y de un tono grandilocuente.

Los desafíos que nos está planteando la tecnología de la información y la comunicación a los maestros y maestras es acentuar la diferenciación con la inteligencia artificial. En el terreno de la búsqueda, de la mediación entre los estudiantes y los datos, de la organización y de la comunicación de las informaciones jamás la podremos igualarla. Ni es necesario. Quienes se aferren al viejo modelo que concibe al maestro como mediador  y reproductor  de informaciones quedarán en la orilla del desarrollo tecnológico. Es el momento de establecer métodos y estrategias docentes que impliquen una clara demarcación con los métodos y estrategias de los programadores de los sistemas que está produciendo la inteligencia artificial. Nuestros métodos, estrategias y actividades docentes tienen que propender al desarrollo de competencias en todas las áreas disciplinares, especialmente en las humanísticas, que son las más amenazadas. Es este el momento para profundizar en incentivar el pensamiento crítico, el pensamiento complejo, las competencias inferenciales, la originalidad, el apego a la ética, las habilidades de investigación científica, la valoración de la alteridad, la producción permanente  monitoreada en las aulas, etc.

En definitiva, los medios  de interacción, de información y elaboración de tareas que se están produciendo con  la aplicación de los algoritmo y de la  inteligencia artificial nos liberan de una parte de nuestra labor (la repetición de datos comunes y la de mediación). Liberado de algunas tareas, el maestro se puede dedicar a liderar el proceso docente; a reflexionar e investigar más; a preparar prácticas de metacognición y de aplicación del conocimiento; a estimular el diálogo académico en las aulas; a preparar eventos académicos para realizarse en el aula o en la institución (conferencias, congresos, seminarios, ferias culturales, lecturas, concursos, exposiciones, etc.); a propiciar  que los estudiantes tengan un papel más activo y determinante. El profesor podrá organizar prácticas y estrategias que ayuden a los estudiantes a construir barreras cognitivas, epistémicas y  de razonamiento lógico contra la invasión permanente de informaciones o a medias, de datos falsos o inexactos, de trivialidades y estulticias legitimadas como relevantes,  y de realidades virtuales que se pueden confundir con la realidad real.

La inteligencia artificial, contrario a lo que suponen los genios de la tecnología de la información, afianzará  el papel del maestro en el modelo educativo centrado en el ser humano integral y orientado a la construcción y a la aplicación del conocimiento. Además, acelerará el abandono del viejo modulo educativo centrado en la memoria, y orientado a la formación enciclopédica

Fuente de la Información: https: //acento.com.do/cultura/la-irrelevancia-de-los-maestros-9195203.html

 

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República Dominicana: AIRD clama por la transformación educativa y mantener el clima de inversión

AIRD clama por la transformación educativa y mantener el clima de inversión

El acto fue encabezado por la vicepresidenta Raquel Peña, a quien se le entregó el pin Corazón Industrial simbolizando el apoyo del gobierno al sector

La Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) abogó para que se avance hacia la transformación educativa y se consolide un contexto jurídico e impositivo que genere certidumbre, se asuma un modelo de producción ambientalmente sostenible, centrado en la innovación y el incremento de la productividad, así como que sean aprovechados todos los mecanismos que permitan el fortalecimiento del sector en todo el país.

La AIRD hizo el llamado durante una actividad por su 61 aniversario y el Día Nacional de la Industria.

Durante la actividad, la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, manifestó que, en la historia del sector industrial, sin duda alguna, la Asociación de Industrias de la República Dominicana tiene un rol protagónico y trascendente, y que esa asociación, que nació en un contexto de cambios sociopolíticos y económicos, ha dado muestra de esa resiliencia que hoy lleva como insignia este importante sector del tejido productivo.

Expresó que el Gobierno trabaja incansablemente para crear un entorno propicio para que las empresas crezcan y prosperen, y se están implementando políticas e iniciativas que ayudarán a estimular la inversión, aumentar la productividad y crear empleos, por lo que animó a los industriales a continuar trabajando en estrecha colaboración con el gobierno y otras partes interesadas para identificar oportunidades de colaboración y asociación.

Añadió que los hombres y mujeres industriales, han dado ejemplo de compromiso con el país al invertir y dar la oportunidad de empleo digno al talento dominicano.

En su discurso anual con motivo del Día de la Industria Nacional, Julio Virgilio Brache, presidente de la AIRD, expresó que uno de los retos que tiene República Dominicana es la transformación de su sistema educativo. “Si no cambiamos nuestro sistema educativo, este hecho nos pasará factura a todos a mediano y largo plazo.”.

En la actividad se hicieron presentes la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, así como el presidente del Senado, Eduardo Estrella, ministros, congresistas, directores de instituciones públicas y los socios de la AIRD.

Brache también enumeró otros cinco retos que valoró como sumamente importantes: un marco que continúe fomentando los negocios y que apoye y fomente las compras locales; el establecer la calidad y la sostenibilidad como centro, incluyendo avanzar en la economía circular; el fortalecimiento de las exportaciones de bienes transables, y el defender lo HechoenRD.

Sobre defender lo HechoenRD expresó que no se trata solo de un orgullo legítimo por la calidad de lo que se produce en el país, sino que “también tiene implicaciones económicas y sociales profundas. Genera ingresos al fisco, genera empleo formal, impulsa el crecimiento del PIB, identidad, y reconocimiento nacional e internacional”.

A la vicepresidenta Raquel Peña le fue entregado el pin Corazón Industrial como un reconocimiento a ella y al Gobierno de los esfuerzos que se hacen para que el sector público y el sector industrial avancen buscando consensos en los más diversos retos del desarrollo

Fuente de la Información: https://acento.com.do/economia/aird-clama-por-la-transformacion-educativa-y-mantener-el-clima-de-inversion-9192167.html

 

 

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La educación superior dominicana: necesidades de cambios

La educación superior dominicana: necesidades de cambios

VIRGILIO LÓPEZ AZUÁN

En la República Dominicana, en los últimos 25 años se han registrado avances en el acceso y promoción de estudiantes en las universidades; mejoras en las infraestructuras, formación del profesorado; procesos de institucionalización y gestión en sentido general.

Los cambios provocan rupturas de modelos y paradigmas, crean resistencias y emergencias en cualquier aspecto del desarrollo humano. Para asumir los cambios deben crearse actos de conciencia crítica que reorienten las futuras decisiones. Trazar escenarios posibles basados en categorías y variables del contexto social, económico, político y cultural, ayuda de buena manera ser asertivo. En este caso, para el cambio, realizar otras miradas al desarrollo de la educación superior supone enjuiciar, suprimir y modificar formas de gestión consideradas inadecuadas y poco útiles en el presente.

Espacios de educación

Eso pasó cuando en Europa se diseñó el Espacio Europeo de Educación Superior –EEES-, donde más de 30 países de ese continente —atendiendo al modelo político de regionalización y globalización— decidieron crear una visión de una nueva educación en las universidades. La Declaración de Bolonia en 1999 fue el inicio para “promocionar la movilidad y la complejidad de los ciudadanos europeos mediante la armonización de los sistemas de educación superior en los países pertenecientes a la Unión Europea –UE-”. Hubo procesos de convergencia y reforzamiento de la enseñanza. Sus objetivos se extendieron a la restructuración de la enseñanza, un sistema de créditos y calificaciones comunes, la eliminación de obstáculos para la circulación de estudiantes, investigadores, profesores y personal administrativo; los programas de movilidad y formación conjunta, y el cambio de un modelo de aprendizaje basado en competencias a lo largo de la vida. Se tomaron en cuenta algunas prioridades dentro de las cuales podemos nombrar: la adaptación del desarrollo de capacidades en la educación superior a las necesidades de trabajo, incrementar la eficacia, la inclusión y la capacidad de innovación. Aunque se han presentado retos institucionales todavía no superados, desafíos de tipo cultural, político y económico han tenido que ser estratégicamente tratados.

En el caso de América Latina y el Caribe, las universidades impactadas por el modelo global, por la economía de mercado que venía tomando cuerpo en las últimas décadas, promovieron el concepto universidad-empresa, donde el egresado debe responder a necesidades laborales. Ofrecer carreras en las áreas de negocios, tecnología y servicios, tomaron auge, mientras que las ciencias y las humanidades quedaron rezagadas. Al mismo tiempo, se apuesta a la privatización de la educación superior, impulsadas por las concentraciones de privilegios a empresarios ligados al sector, la falta de la aplicación de políticas públicas que estimulen el desarrollo de las academias —donde se incluyan sectores de escaso acceso a la educación superior— y la falta de confianza desde el Estado en las Instituciones de formación.

La experiencia en República Dominicana

En la República Dominicana, en los últimos 25 años se han registrado avances en el acceso y promoción de estudiantes en las universidades; mejoras en las infraestructuras, formación del profesorado; procesos de institucionalización y gestión en sentido general. Dentro de estas iniciativas para el desarrollo, caben ser nombradas el Plan Decenal de Educación Superior 2008-2018, donde se presta atención a la modernización en el campo de la información y la comunicación; las políticas de inserción nacional e internacional de la educación dominicana a la sociedad del conocimiento y la economía global. Se establecieron programas para la modernización de las estructuras en la educación superior y de plataformas de servicios digitales, programa nacional de emprendurismo, de formación docente, la Evaluación quinquenal de la calidad de las instituciones de educación superior y los planes de mejoras.

Una experiencia de acceso a la carrera de Educación

El espíritu de reformas, de suprimir prácticas educativas tradicionales, no solo es una decisión del –EEES-, sino que tiene un carácter global. Se trató el tema de la estandarización de la educación, que un egresado de una universidad dominicana, por ejemplo, debía tener competencias similares a los de los países del “primer mundo”, que todo profesional sea evaluado con el mismo rigor a pesar de las distancias culturales, científicas, económicas y políticas de los países. Esto sencillamente no dejó de ser un ideal, pero algunas prácticas revelan hechos que forman parte de ese plan. Al evaluar a los estudiantes egresados del bachillerato dominicano para tener acceso a cursar estudios de la carrera de Educación, se les aplicaron varias pruebas, entre ellas la PAA (College Board), las cuales revelaron resultados desastrosos, un porcentaje mínimo de estudiantes pudieron superarla, desnudando muchas de las debilidades de la educación de pregrado en la República Dominicana. Por supuesto, esto pudo haber obedecido a políticas de estado donde colateralmente se reducía el acceso a esa carrera por la superpoblación de egresados que no podían ser asimilados por el sistema educativo. A penas se disponían de 3 a 4 mil plazas anuales y las universidades, a nivel nacional, contaban con más de 70 mil estudiantes de Educación.

La PAA se empezó a emplear en América Latina en el año 1964, en el 2017 en Puerto Rico y fue exportada a la República Dominicana. Es una prueba que evalúa las habilidades y conocimientos de los estudiantes, que revela indicadores importantes para el éxito en las carreras universitarias que se emprenden. Esta es una buena razón para su aplicación, pero debieron generarse acciones de aprestamientos en el estudiantado y evitar las frustraciones. Ya en el país se habían iniciado procesos de selección para el ingreso en las áreas de ingeniería y medicina con impactos menores. Prácticamente, muchas universidades cerraron las escuelas de Educación por falta de estudiantes, y el presente gobierno, después de varios años, suprimió los requisitos de ingreso y todas tienen sus carreras abiertas.

Taxativamente expreso, sin lugar a dudas, que el ingreso a las carreras en las universidades debe ser regulado, sujeto a la aplicación de políticas del desarrollo educativo que inicie en el pregrado. La decisión de aplicar pruebas como la PAA no fue incorrecta, respondiendo a mandatos de políticas globales y acuerdos nacionales para mejoría de la calidad de la educación en todas las áreas, niveles y modalidades.

Un empuje transformador

En el período del 2004 al 2012, el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología –Mescyt-, bajo la conducción de la maestra Ligia Amada Melo experimentó un salto cualitativo y cuantitativo, estableciendo programas para mejorar la calidad de la educación superior, como política pública desde el Estado, que incluyen el establecimiento y ampliación de las becas para estudios en universidades extranjeras en el 3er y 4to nivel de formación, el amplio programa de capacitación en Inglés por Inmersión, los fondos para la investigación, el plan decenal y los planes de mejora de las universidades. Si bien es cierto que algunos de estos programas han continuado, como el otorgamiento de becas nacionales e internacionales, el programa de inglés por Inmersión,  otros han sido echados al olvido.

Ahora bien, ya el mundo no es igual que 15 o 20 años atrás, son otros los desafíos de la educación pública y privada en sentido general, y en particular, la universitaria.

 

Los efectos de la pandemia de la covid-19 llegaron hasta las universidades a escala global. En el caso dominicano, estas academias no estaban preparadas para tal situación. No existían experiencias instaladas para el servicio de la educación a distancia, como expresé, salvo honrosas excepciones. Pero el sentido de resiliencia permitió que se establecieran emergencias para salvar los periodos de docencia. Aún queda por evaluar, de manera científica y creíble, en qué afectó al proceso de enseñanza y aprendizaje, tanto de pregrado, grado y postgrado, este tipo de experiencia. Pero no caben dudas que, en su momento, las acciones del Mescyt en el período antes nombrado, y la pandemia, provocaron en las universidades un empuje transformador.

Lo pendiente es el cambio

En las últimas dos décadas, junto con la experiencia pospandemia covid-19, los avances científicos y tecnológicos, se han generado nuevos retos y desafíos que deben enfrentarse desde el Estado y el sector privado. El marco legal actual, la inserción y las prácticas para una nueva educación superior deben repensarse y establecer otros como prioritarios: el de cualificaciones, movilidad estudiantil, investigación, formación del profesorado, métodos de enseñanza y aprendizaje, incentivo a las ciencias, humanidades, y todo lo relativo a las nuevas tecnologías de robótica e inteligencia artificial en su amplio espectro. Por ejemplo, ya los laboratorios de las universidades en las áreas de Enfermería y Medicina deben contar con el apoyo de la robótica e inteligencias artificiales para sus prácticas. Existen decenas de plataformas que ofrecen servicios de prácticas en entornos virtuales, robots inteligentes que simulan ataques cardíacos donde el estudiante puede adquirir las experiencias necesarias propias del contexto educativo que ofrecen las altas tecnologías.

Desde la Presidencia de la República recientemente se informó que para agosto de este año 2023 el país contará con una Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial para introducir mejoras y generar eficiencias a nivel productivo, creando nuevas capacidades para el abordaje del desarrollo. En ese marco, las universidades deben participar de la estrategia, no ser entes pasivos; receptores solo de los beneficios del plan, sino que sean también gestores de esas nuevas prácticas de interés científico, que asuman roles de formación, implementación y veeduría en el campo ético.

Es por ello que las instituciones de educación superior, incluyendo el organismo rector del Estado y las instituciones sociales, asociaciones, fundaciones y sectores empresariales y expertos que les sirven de marco, deben pensar en las necesidades de cambios. Lo pendiente es el cambio.

El autor es escritor y educador

Domingo 23  de abril del 2023

Virgilio López Azuán en Acento.com.do

 

Fuente de la Información: https://acento.com.do/cultura/la-educacion-superior-dominicana-necesidades-de-cambios-9190199.html

 

 

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