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Programa, valores, y difusión del ideario neoliberal: un análisis anticapitalista Raúl Navas

América del Norte/México/Diciembre 2016/Raul Navas/rebelion.org
Programa, valores, y difusión del ideario neoliberal: un análisis anticapitalista

Las políticas neoliberales fueron diseñadas por el gran capital en un contexto en el que los capitalistas necesitaban salir del atolladero de la crisis económica iniciada en los años 70. En los años 80 y 90, el neoliberalismo acabó imponiéndose prácticamente todo el planeta, a través del FMI, la banca y las grandes multinacionales. En los últimos años y con el inicio de la crisis económica, las políticas neoliberales se han impuesto de una forma aun más virulenta en Europa de un modo que recuerda en algunos aspectos a como fueron aplicadas hace años en el llamado Tercer Mundo.

Pese a que la experiencia de los recortes sociales sufridos en los últimos años ha erosionado considerablemente la influencia y credibilidad del neoliberalismo, su poder aún queda lejos de haber sido vencido. Llegados a este punto, debemos incidir en la importancia de la lucha militante e internacional contra los recortes y la austeridad, recordando en todo momento que prácticamente nadie en el mundo, ha estado o está a salvo de las agresivas políticas neoliberales. Dada la importancia de esta lucha, conviene analizar global e históricamente todas las cuestiones relativas a las características y contradicciones del neoliberalismo como forma de dominación actual del capitalismo.

EL PROGRAMA NEOLIBERAL: Desde Pinochet en Chile, Menem en Argentina, Aznar en España o Thatcher en Gran Bretaña, nuestra historia reciente nos brinda numerosos ejemplos de programas económicos basados en el ideario neoliberal. Este fenómeno cada vez más global ha sido denominado coloquialmente como Pensamiento único, o el Consenso de Washington, y se ha basado en una aplicación rigurosa de unas políticas económicas reaccionarias de consecuencias tremendamente desastrosas para las clases trabajadoras y sectores sociales mas desfavorecidos.

En primer lugar conviene recordar en que consisten exactamente estas políticas. En este sentido recordamos que la teología neoliberal asegura que el sector público es ineficiente, e incluso que frena el crecimiento económico, por lo que todo se debe privatizar. De hecho en las últimas décadas hemos asistido a infinitos programas de privatizaciones en todos los continentes. El origen de estas políticas privatizadoras guarda relación con las salidas por las que optó la burguesía tras la crisis económica de los años 70. Los capitalistas decidieron en (y desde) los años 80 que para recuperar sus beneficios (menguados por la crisis) debían conseguir nuevas áreas de negocio y mercados, para expandirse a sectores atractivamente rentables, que hasta entonces pertenecían al sector público: agua, educación, telecomunicaciones, energía, etc. En una primera oleada, grandes empresas públicas de sectores (telecomunicaciones, compañías aéreas, energéticas, etc) fueron vendidas al capital con consecuencias nefastas para los trabajadores y ciudadanos.

El desmantelamiento del sector publico afectó a bienes tan básicos como la vivienda (en España no, porque nunca hemos tenido un parque publico de viviendas), pudiendo señalar el ejemplo de Gran Bretaña, con resultados desastrosos para las familias trabajadoras. También y mas recientemente se han dirigido sin escrúpulos a la sanidad para hacer negocio. De esta forma han creado nuevos mercados al sector privado que brindan grandes beneficios. El geógrafo británico, David Harvey ha estudiado profundamente este fenómeno, analizando exhaustivamente como el capitalismo lleva años intentando obtener ganancias a costa de depredar los servicios públicos.

Otra de las principales prioridades del neoliberalismo se basa en destruir los derechos laborales y sociales conquistados por el movimiento obrero, atacando constantemente al mundo del trabajo, y provocando un aumento de la tasa de explotación a los trabajadores. Para lograr este objetivo no han dudado en quebrar el poder de los sindicatos y de la clase trabajadora organizada, impulsando la precariedad laboral como dogma incuestionable. Para los neoliberales cualquier cambio en el derecho laboral debe ir orientado a regular las condiciones de explotación a los trabajadores en las condiciones más ventajosas posibles para el capital. De esta forma han conseguido que los gobiernos aprueben una tras otra, reformas laborales basadas en: abaratamiento del despido, temporalidad como norma, reducción del poder sindical en la negociación colectiva, eliminar la estabilidad laboral, etc. Por supuesto, también defienden prolongar la vida laboral y atacar las pensiones publicas para que nos exploten mas y mejor durante mas años, siendo a su vez férreos defensores de los planes de pensiones privados. Además, apuestan por reducir o eliminar las prestaciones por desempleo, porque según ellos los subsidios a los desempleados constituyen la misma causa del desempleo. En definitiva sus propuestas se pueden resumir en el lema: “Todo el poder para el capital”.

Otra característica fundamental del neoliberalismo lo encontramos en el aumentó del poder del capital financiero frente a otras actividades productivas tradicionales. El neoliberalismo defiende unos mercados financieros complejos, opacos, sin restricciones gubernamentales y ajenas a cualquier tipo de control. Este modelo ha conllevado un aumento monumental de las actividades especulativas y el control total de las finanzas y los bancos sobre el conjunto de la economía. De hecho en las últimas décadas hemos visto como aumentaban espectacularmente los beneficios empresariales obtenidos por actividades financieras. Esta política de huida de la actividad productiva e industrial y de refugio especulativo en las finanzas, constituyen otras de las salidas por las que el gran capital apostó para salir de la crisis de los 70, y también es una de las causas de la última crisis. Sus efectos han sido nefastos y variados, con aumentos descomunales en las deudas públicas (primero en el Tercer Mundo, y luego en países occidentales) hasta la creación de burbujas especulativas catastróficas (como la del ladrillo y las hipotecas basura).

El neoliberalismo también ha defendido que los gobiernos deben aprobar rebajas fiscales a los ricos, pese a que de esta forma las arcas públicas se resienten considerablemente. A su vez, apuestan permanentemente por la reducción del gasto público y los sistemas de protección social, bajo el dogma de la lucha “contra el déficit”. Desde las instituciones de la UE se ha llegado incluso a elaborar normativas para institucionalizar una política neoliberal y de derechas de este tipo. Es significativo el hecho de que consideran al euro como a una religión, y que han llegado a multar a estados que no cumplían pactos de “estabilidad” neoliberales. En los últimos años, han ido más lejos presionando para plasmar estas políticas en las constituciones nacionales de algunos Estados, para que la prioridad del pago de la deuda prevalezca sobre todo lo demás. Recordamos que en este sentido, PP y PSOE modificaron una mañana la misma, constitución (sin referéndum, sin consulta y debate previo si quiera en sus grupos parlamentarios) que durante décadas definían como intocable. El BCE, (Vicenc Navarro lo llama acertadamente el Vaticano del neoliberalismo) ha jugado un papel muy activo en crear todo este tipo de entramado jurídico y constitucional a favor del gran capital. De hecho, han llegado a conseguir que los mismos bancos responsables de la crisis pudieran financiarse cómodamente a través del BCE, mientras que los estados han tenido que financiarse en los mercados de deuda con intereses insoportables para las arcas públicas. Por tanto, es indiscutible que el neoliberalismo defiende unos intereses muy concretos: los de la patronal, sobre todo los de la patronal bancaria.

VALORES PROMOVIDOS POR LOS NEOLIBERALES:

Los defensores del materialismo histórico pensamos que el modo de producción y organización social determinan que tipos de políticas, conductas sociales y preceptos morales se impulsan desde el poder. También entendemos que las ideas, creencias, comportamientos y conductas no se heredan genéticamente, ni son innatas al ser humano. Por el contrario, defendemos que están social y culturalmente condicionadas, siendo adquiridas en un entorno social determinado. Por este motivo, a los anticapitalistas no nos extraña que el neoliberalismo además de defender un programa económico, patrocine y difunda una serie de valores, conductas, relaciones y patrones sociales que están en plena sintonía con el capitalismo.

En este sentido, el capital lleva años redoblando sus esfuerzos en inculcar a la sociedad ideas y valores como: la competencia, avaricia, individualismo, pasividad, consumismo, despolitización, codicia, enriquecimiento personal, subir en el escalafón social, etc. A su vez, se repudia todo lo que huela: a asociacionismo, agrupación sindical, huelga, movimientos sociales, participación ciudadana, etc. Es decir, promueven el egoísmo frente a la solidaridad, y unas relaciones sociales poco armoniosas caracterizadas por la competencia desbocada. Estos patrones sociales ignoran la lucha de clases y defienden la idea de Margaret Thatcher de que ya no hay clases sociales, sino “individuos y familias”.

El capital ha conseguido impulsar un tipo de ideología, conducta social y modo de vida, que se caracteriza por un comportamiento en clave y rutina consumista e individualista. Se ha fomentado un tipo de ocio individualizado, mercantilizado, degradado y comercializado. Su objetivo ha consistido y consiste en educar a las personas para que seamos seres pasivos y desprovistos de reflexiones críticas hacia los problemas sociales. De esta formar quieren que se sustituya la protesta por el “esfuerzo personal”, mientras que se culpabiliza al individuo si no logra prosperar en el escalafón social. Bajo esta óptica un parado es una persona sin talento y un fracasado sin aspiraciones. Con este mensaje en el fondo quieren convertir a victimas en culpables.

Además, el adoctrinamiento burgués y neoliberal inculca no valorar o incluso despreciar a movimientos colectivos que luchan contra las injusticias sociales. En España tenemos un largo historial de campañas de descrédito contra movimientos sociales: Nunca Mais, Plataforma de Afectados por la Hipoteca, etc. Por tanto, se inculca valorar únicamente los comportamientos individuales de una persona o un equipo formado por elites privilegiadas que permanentemente buscan o logran el “éxito” en mas dinero y posesiones materiales. Bajo este concepto ideológico las estrellas del futbol, resultan personajes más conocidos y valorados, que por ejemplo alguien como Hervé Falciani, cuya vida corre peligro por haber tenido el valor de poner en evidencia a miles de grandes fortunas que estafaban a las haciendas públicas. Reiteramos que este fenómeno se percibe a menudo en algunos deportes de elite, donde asistimos a una especie de culto a la personalidad, que se predica sobre unos deportistas multimillonarios, cuya programada popularidad es diseñada y utilizada por bancos (que desahucian a familias) y grandes empresas en anuncios publicitarios.

Por ultimo y en torno a esta pasividad inculcada, conviene detenerse en algunas peculiaridades de nuestro tiempo. Sabemos que el gran capital en algunos periodos y contextos históricos no ha dudado en movilizar a algunos grupos sociales como la pequeña burguesía. En este sentido podemos comparar las dictaduras y regimenes fascistas de los años 30 y 40, y las dictaduras ultraderechistas de los años 70 y 80 al servicio del capital neoliberal. El fascismo en el poder fomentaba la movilización de sus bases sociales reaccionarias, organizaban partidos de masas, mítines con multitudes, y mantenían a su base social en tensión y alerta permanente. En cambio el neoliberalismo (ya sea en una dictadura o en democracia burguesa) prefiere controlar a una sociedad inculcando la obediencia ciega al poder, la pasividad, y renunciando a movilizar o implicar activamente a la población. Se han centrado en la aplicación rigurosa de su programa económico en beneficio del gran capital, esforzándose para que su ideario calara en la sociedad en un clima de paz social, pasividad y sumisión. Únicamente apuestan por la movilización, en el caso de países donde un gobierno no siga al dictado un programa neoliberal. Venezuela es el ejemplo mas claro.

LA DIFUSIÓN DEL IDEARIO NEOLIBERAL:

El capital siempre ha pretendido dominarnos mas y mejor, buscando la forma de mantenernos explotados y pasivos de la forma mas sutil y efectiva posible. Marx explicó que las relaciones de producción formaban una estructura económica y social que utilizaba una superestructura política y jurídica encargada de mantener la dominación capitalista. Hoy vemos en las sociedades contemporáneas como los encargados de intentar mantener esta dominación han perfeccionado su trabajo, utilizando de una forma muy eficaz los medios de comunicación de masas. El capital es consciente de la importancia de la opinión pública en la actualidad, y por tanto no escatiman esfuerzos y personal a sueldo para manipularla e intoxicarla continuamente a través de la prensa, radio, televisión, etc. Esta situación no nos debe extrañar, dado que la burguesía siempre ha intentado perfeccionar formulas y entramados que sirvan para justificar su dominio sobre los demás. Gramsci ya explicaba que una clase social no siempre necesitaba de la fuerza para mantenerse en el poder y resaltaba el concepto de hegemonía ideológica como instrumento de dominación político y cultural.

Tampoco olvidemos que se han multiplicado las fundaciones patrocinadas por grandes empresas y partidos políticos de derechas (en algunos casos subvencionadas con dinero público) que se dedican a difundir el neoliberalismo, donde el rigor científico brilla por su ausencia. Los padres ideológicos de estas fundaciones los encontramos en la escuela de Chicago o los economistas Friedman y Hayek. Con ayuda de estas fundaciones varias generaciones de políticos, periodistas, jueces, etc., han sido alimentados y educados escrupulosamente en esta ideología.

Volvemos a insistir que con los medios de comunicación de masas, el capital dispone de un espacio muy valioso para conseguir sus propósitos, difundir su ideología, e incluso intentar colonizar el pensamiento y mentalidad de una sociedad. El mundo de las finanzas y las altas esferas empresariales ha copado directamente la prensa, radio, televisión, etc. Para los defensores del capitalismo suena a tópico, pero basta mirar detenidamente quienes son los propietarios de los medios de comunicación, y veremos como los bancos suelen ser los principales accionistas. De esta forma se construye una hegemonía neoliberal que a través de este entramado de poder mediático pretenden entre otras cosas que el mayor número de personas acepte las políticas de los gobiernos sin cuestionarlas, o con una actitud de resignación generalizada.

Además, en los últimos años las escuelas y técnicas para formar a “especialistas de la comunicación” han adquirido una gran importancia. Estos centros y fundaciones son financiados con los beneficios del gran capital, y son utilizados para formar sicarios de la manipulación informativa, que posteriormente son los encargados de protagonizar un bombardeo ideológico constante en los medios, que persigue intoxicar al espectador y estimular a su vez la ignorancia. De esta forma se ha creado un ejército de “periodistas” cuya misión consiste en defender un ideario ultraconservador en prácticamente todas las tertulias de radio y televisión. Todos ellos son instruidos en técnicas de expresión oral, y utilizan casi siempre el mismo tipo de semántica y retórica repetitiva, con la que defienden y justifican sin pestañear cualquier atropello o injusticia social. Se esfuerzan en ocultar que un gobierno sirve los intereses del capital, y se ocupan de que los banqueros queden fuera de cualquier culpa. Los más cínicos y arrogantes sirven como voceros del capital para difamar, despreciar y sembrar el odio a movimientos políticos y sociales molestos para el poder.

Este entramado mediático que pretende crear esclavos ideológicos se ha constituido en una especie de inquisición ideológica que considera una herejía no solo a Marx, sino a cualquier planteamiento mínimamente socialdemócrata. Ahora bien, si uno se hace mayor y renuncia a su pasado izquierdista, se suelen perdonar tus pecados y se valora como síntoma de “madurez”. De este modo, la hegemonía neoliberal ha conseguido durante mucho tiempo acallar y silenciar a muchas personas que ponen en duda sus políticas, lo que ha favorecido su legitimación.

De esta forma muchas personas han llegado a interiorizar la cultura neoliberal, incluso desde niño, sin ni siquiera conocer nunca el significado e incluso la existencia del termino neoliberal. Las clases dominantes siempre han pretendido inculcar unos valores y una forma determinada de pensamiento en forma de “sentido común universal” que considere como “natural”, “apolítico” o razonable las ideas y creencias reaccionarias de la clase dominante. Es importante detenerse brevemente en este asunto porque pese a que el ideario neoliberal es indiscutiblemente de derechas, los neoliberales suelen negar la evidencia y nos aseguran que el enfrentamiento ideológico entre derecha e izquierda esta “pasado de moda”, y que ellos se limitan a defender políticas aplicando únicamente el “sentido común”. Bajo este disfraz de camuflaje ideológico intentan despolitizar las propias decisiones políticas sobre economía, ocio, educación, sanidad, etc. Incluso son presentadas como neutras, o “modernas”, ignorando cualquier alternativa mínimamente progresista. Así, pretenden aplicar recetas económicas de recortes sociales y laborales bajo razones supuestamente “técnicas” y desideologizadas, que deben ser aplicadas por cualquier gobierno. De esta manera buscan despolitizar y desideologizar las acciones de un gobierno.

En el fondo se pretende inculcar que el capitalismo es la única manera de organizar el mundo, y que por tanto resulta una estupidez fuera de lugar plantear cualquier alternativa. Esta idea suele ser anunciaba al igual que un decreto ley aprobado en un consejo de ministros. En un documental sobre la globalización, recuerdo ver al Premio Novel, Adolfo Pérez Esquivel explicando como el capital trataba de imponer su política, a modo de un chiste sobre faisanes y otros animales antes de ser cocinados. Según su chiste, el cocinero (representando al gobierno de turno) preguntaba a los faisanes (representando metafóricamente al pueblo) con que salsa preferían ser cocinados. En ese momento un faisán dice al cocinero que no quiere ser asado. Inmediatamente el cocinero responde violentamente que esa observación esta completamente fuera de lugar y que únicamente pueden elegir la salsa con la que serán cocinados. Esta es una metáfora que describe de una forma excelente cómo funciona la política hoy en día.

ES NECESARIA UNA ALTERNATIVA ANTICAPITALISTA AL NEOLIBERALISMO:

La contrarrevolución neoliberal ha conseguido aumentar el poder del gran capital y la desigualdad social. Basta leer las estadísticas de la revista Forbes sobre las fortunas de las personas más ricas del planeta, y se ve como su riqueza se aumenta desde 1987 a unos niveles muy superiores al crecimiento de la economía global. Por otro lado, Boomberg ha publicado que en 2013 las 300 personas mas ricas del mundo aumentaron su riqueza en 524.000 millones de dólares, mas que los ingresos conjuntos de Dinamarca, Finlandia, Grecia y Portugal juntos. En total esas 300 personas sumaban una fortuna de 3.7 billones de dólares.

Aunque esta recuperando fuerza en Latinoamérica, no exageramos si decimos que el neoliberalismo como sistema de dominación encuentra dificultades de legitimación de sus políticas. En algunos países de Europa, crecen electoralmente partidos políticos críticos con las políticas de austeridad, aunque el ejemplo griego nos enseña que esto no es suficiente. El neoliberalismo ha perdido fuerza, pero no ha sido derrotado, por lo que aún estamos lejos de romper con las recetas de la doctrina económica dominante. En este sentido, no olvidemos que identificar y analizar correctamente una situación es muy importante, pero después hay que proponer alternativas. Tenemos la ineludible tarea de evidenciar ante los demás que estas alternativas al sistema capitalista son factibles y posibles, haciendo hincapié en el socialismo como sociedad futura. Incidiendo en este punto, algunos pensamos que la mejor manera de revertir la situación actual la encontramos defendiendo firmemente la perspectiva de transformación social anticapitalista, sin crear falsas ilusiones sobre reformas imposibles en el marco capitalista, y apostando por un cambio radical en las relaciones sociales y de producción.

Fuente

http://rebelion.org/noticia.php?id=210078

 Fuente imagen

https://lh3.googleusercontent.com/Nd9epdvTWrunXrPiWx56kkGHfUFFbL8D10hAOvfWJd-MKDAv6ouKu-afix2GLnGkGwLVbDw=s92

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El oficialismo estadounidense judío reprime la libertad de expresión para silenciar a los críticos del sionismo por Peter Beinart

Asia /Palestina/Diciembre 2016/Peter Beinart/https://www.rebelion.org/

El oficialismo estadounidense judío reprime la libertad de expresión para silenciar a los críticos del sionismo
Haaretz
 Traducido del inglés para Rebelión por J. M
Según la nueva Ley del Senado del «Acto de Conciencia del Antisemitismo» Henrietta Szold, Hannah Arendt y Martin Buber también podrían definirse como antisemitas.

 

Cada año que pasa el oficialismo estadounidense judío plantea una mayor amenaza para la libertad de expresión en los Estados Unidos.

La razón es simple. Cada año que pasa el control israelí sobre Cisjordania crece permanentemente. Y así, cada año que pasa, más progresistas estadounidenses cuestionan el sionismo.

Después de todo si el Estado judío condena de forma permanente a millones de palestinos de Cisjordania a vivir como no ciudadanos, en la legislación militar, sin la libre circulación o el derecho al voto para el Gobierno que controla sus vidas, no es de extrañar que el número de estadounidenses que detestan la discriminación, aprecian la igualdad y se sienten incómodos con lo que ocurre, crezca.

Y cuantos más estadounidenses expresan su incomodidad, más trabajan las organizaciones judías estadounidenses para clasificar el antisionismo como antisemitismo, que es castigado por ley.

El último ejemplo es la Ley de la conciencia del antisemitismo, que el Senado aprobó por unanimidad el 2 de diciembre. La Ley –impulsada por el AIPAC, la Liga Anti-Difamación y las federaciones judías de EE.UU.- instruye al Departamento de Educación de Derechos Civiles para seguir “la definición de antisemitismo establecida por el Enviado Especial de Vigilancia y Lucha Contra el Antisemitismo del Departamento de Estado en la hoja informativa emitida el 8 de junio de 2010″.

 

Activistas palestinos e israelíes huyen del gas lacrimógeno disparado por soldados israelíes durante una manifestación contra la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania el 17 de noviembre de 2016. Majdi Mohammed / AP

Suena bastante inocua. Hasta que nos fijamos en lo que dice la hoja informativa. Siguiendo la definición urdida por el disidente soviético devenido al ala de extrema derecha israelí Natan Sharansky, la hoja de datos define el antisemitismo entre otras cosas como “negar al pueblo judío su derecho a la libre determinación y negar a Israel el derecho de existir».

Esto es una locura. En todo el mundo numerosos pueblos desean la «libre determinación.» Los kurdos han estado buscando su propio estado desde finales del siglo XIX, más o menos el mismo período en que eclosionó el sionismo de los judíos.

También la querían los vascos. Los sijs se han estado agitando por su propio país, en el Punjab, desde la creación de la India. Los igbos del este de Nigeria, concretamente crearon uno, Biafra, durante tres años entre 1967 y 1970.

Existen argumentos razonables a favor de estos esfuerzos por la libre determinación. También hay argumentos razonables a favor de exigir a los kurdos, vascos, sijs e igbos vivir en países multiétnicos con base a una identidad nacional que sustituya a la propia.

De cualquier manera la intolerancia no tiene nada que ver con ello. Si oponerse al deseo de un pueblo por la autodeterminación te hace intolerante a ese grupo, entonces un montón de líderes judíos estadounidenses deben reportarse a la oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación ahora mismo.

Después de todo los palestinos quieren su propio estado. Muchos líderes judíos estadounidenses se oponen a ello. ¿Por qué no están esos fanáticos líderes bajo el mismo principio que están intentando transformar en ley?

La verdad es que el sionismo político -la creencia de que judíos deben disfrutar de la mayor seguridad y la libre expresión en su propio Estado- siempre ha sido motivo de controversia, incluso entre los judíos. A principios del siglo XX muchos judíos ortodoxos llamaron al sionismo una violación de la ley judía.

Muchos judíos estadounidenses reformistas argumentaron que los judíos eran una fe, no un pueblo, y por lo tanto no tenían otra patria que no fuera Estados Unidos. Otros prominentes pensadores judíos -incluyendo a Judah Magnes, que fundó la Universidad Hebrea, Henrietta Szold, que fundó Hadassah y los filósofos Hannah Arendt y Martin Buber– argumentaron que un Estado judío despojaría a los palestinos y llevaría a la guerra. En cambio argumentaron a favor de un estado binacional. Eso no les hizo antisemitas.

A medida que avanzaba el siglo XX estos argumentos contra el sionismo se desvanecieron. El Holocausto reforzó el asunto de un país de refugio judío. Israel se convirtió en un hecho establecido y en muchos sentidos en un éxito extraordinario.

Luego, en 1993, el presidente de la OLP Yasser Arafat declaró que «La OLP reconoce el derecho del Estado de Israel a existir en paz y seguridad». En 2002, la Liga Árabe se ofreció a «firmar un acuerdo de paz con Israel» si se retraía a las líneas de 1967 y daba una «justa» y «acordada» solución a los refugiados palestinos.

Una vez que los líderes palestinos y árabes incluso declararon públicamente que podrían aceptar un Estado judío junto a uno palestino, el histórico debate sobre el sionismo disminuyó.

Estando ya en el siglo XXI nunca nació un Estado palestino (un fallo del cual ambas partes son culpables). Ese fracaso, combinado con décadas de crecimiento de los asentamientos israelíes, ha convencido a muchos progresistas de que ahora es imposible un Estado palestino.

Por lo tanto, en su opinión, la única manera de que los palestinos de Cisjordania pueda conseguir sus derechos se encuentra en un estado que incluya Cisjordania, la Franja de Gaza y al propio Israel, que no privilegie a los judíos.

Este no es mi punto de vista. A pesar de todo sigo considerando la solución de dos estados más realista que la alternativa binacional. Pero usted no tiene que ser un antisemita por estar en desacuerdo.

El antisionismo nunca murió. Siempre ha habido personas -judías y no judías- que se oponen a cualquier tipo de Estado judío dentro de cualquier frontera. Pero el antisionismo está creciendo debido a que la profundización de control israelí de Cisjordania hace que sea más difícil conciliar el sionismo con los derechos humanos básicos de los palestinos.

Ante el creciente número de estadounidenses que niegan que el sionismo sea compatible con la democracia liberal, grupos de judíos estadounidenses oficialistas podrían tratar de hacer al sionismo más compatible con la democracia liberal. Podrían cuestionar públicamente la ocupación no democrática de Israel de Cisjordania. Pero eso requeriría confrontar con Benjamin Netanyahu y muchos de sus propios donantes.

Por lo que han elegido un camino más fácil: conseguir que el Departamento de Educación equipare el antisionismo con el antisemitismo y así amenazan a los militantes del campus que están desafiando al Estado judío con sanción legal. El proyecto del Senado afirma que «nada de este acto… será interpretado para disminuir o infringir cualquier derecho protegido por la Primera Enmienda».

Pero eso es exactamente lo que hace el proyecto de ley. En palabras de Michael Macleod-Ball, jefe de personal de la Unión de Libertades Civiles de América, Washington DC, un cargo legislativo, se «abre la puerta a considerar las declaraciones políticas y actividades anti-Israel como posibles causas de investigaciones sobre derechos civiles».

Es una vieja historia: cuando la gente en el poder teme un debate trata de criminalizarlo. No funcionará. Si el sionismo significa un control permanente de millones de palestinos que carecen de derechos básicos, los sionistas perderán gradualmente la contienda de ideas en los Estados Unidos. Y el oficialismo judío estadounidense que optó por silenciar a los oponentes del sionismo y no la lucha por un sionismo que pudieran defender con honestidad, tendrá que asumir parte de la culpa.

Fuente: http://www.haaretz.com/opinion/.premium-1.757284

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/T_XpX1UEfQLuDC_I4TxtnSu5zwnPH5QpXOaAK33U3VJYEr0WJ_dTPIW5qk3H6CMgFwPjJQw=s85

 

 

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La otra corrupción política de la que no se habla, responsable de la escasa protección al consumidor en España

Europa/España/Diciembre 2016/ Vicenç Navarro/
Público.es

 

Este artículo denuncia la falta de protección del consumidor frente a los abusos de las empresas productoras de bienes y servicios como consecuencia de su excesiva influencia sobre el Estado español, influencia que debería definirse como corrupción, y que está causando miles de muertos en todo el país. Cito el caso de Volkswagen como ejemplo de ello.

El caso más conocido de corrupción y con mayor visibilidad mediática se produce cuando un grupo económico o financiero paga directamente a un político para que este tome decisiones que les son beneficiosas. Otro caso, también conocido y visible en los medios, se da cuando el político, bien a título personal o representando a un partido, exige un pago de la empresa como condición para que se la contrate para el desarrollo de una actividad o servicio. En ambos casos, la base de dicha corrupción es la complicidad que se desarrolla entre personas o instituciones políticas por un lado, y personas e instituciones económicas o financieras por el otro. España es uno de los países de la Unión Europea de los Quince (UE-15) (el grupo de países de mayor desarrollo económico de la Unión Europea) donde estos tipos de corrupción están más extendidos.

Pero hay otra corrupción política que es masiva en las instituciones políticas españolas de la que raramente se habla en los medios y que responde también a esta complicidad entre el mundo de los negocios y el de la política, complicidad que está dañando enormemente a la ciudadanía española. Me estoy refiriendo a la enorme falta de protección del consumidor en España, que se encuentra totalmente desamparado frente a los abusos en la provisión de bienes y servicios realizados por intereses económicos y financieros que se realizan con la complicidad del poder político, es decir, del Estado español. Estos abusos, resultado de tal complicidad, se dan con más frecuencia con los partidos de derechas (partidos conservadores, como el PP, y partidos liberales, como Convergència Democràtica -ahora Partit Demòcrata Europeu Català-, que pertenece a la misma familia política que Ciudadanos) que con los partidos de izquierdas (aunque también se han dado en gobiernos del PSOE). Y ello como consecuencia de que su proximidad al mundo empresarial es mayor (por lo general) que la de los partidos de izquierdas (que suelen estar más próximos a los sindicatos y movimientos en defensa del consumidor).

Esta situación ha sido una constante en la historia de España, incluyendo durante su periodo democrático. La manera inmodélica como se hizo la transición de la dictadura a la democracia perpetuó la enorme influencia del mundo de las grandes empresas financiera e industriales sobre el Estado español (que había dominado el Estado dictatorial), influencia que corrompe la democracia española y que afecta negativamente a la calidad de vida no solo de los trabajadores (los salarios están entre los más bajos de la UE-15), sino también de los consumidores españoles (que tienen una de las protecciones más débiles y limitadas en la UE-15). Ejemplos de ello hay a miles.

El escándalo de Volkswagen

Uno de los casos más aparatosos (que ha tenido muy poca visibilidad mediática) ha sido el de la empresa alemana productora de automóviles, Volkswagen, la cual era plenamente consciente del daño que estaba causando a la salud (tanto de los usuario de sus vehículos como de la población en general), al alentar el uso de un combustible, el llamado nuevo diesel, que es altamente tóxico y contaminante. Y para ocultar tal gravedad, esta empresa había desarrollado un sistema de gestión del combustible en el vehículo que ocultaba la contaminación de los motores de sus modelos de coche con diesel en las pruebas de emisiones. Para evaluar correctamente el significado de esta canallada (y no puede ser definida de otra manera) hay que ser consciente de que tal producto mata a miles de personas en el mundo, pues es altamente tóxico. La empresa Volkswagen sabía de ello, pues la evidencia científica sobre su toxicidad es abrumadora. Algo idéntico ha pasado en España, por cierto, con la producción y utilización del amianto, sustancia altamente tóxica, un hecho que las empresas productoras ocultaron, dañando enormemente a los trabajadores del amianto y a las comunidades expuestas a tal contaminación (como ha sido el caso del municipio de Cerdanyola del Vallès en Catalunya). Ningún empresario de estas compañías ha terminado en la cárcel. Y tampoco irán los productores de los vehículos Volkswagen que están diseñados para ocultar el impacto contaminante, dañino y mortal del combustible del nuevo diesel.

La inmunidad empresarial en España

Cuando tal ocultación de la intensidad del efecto contaminante en los automóviles Volkswagen se descubrió en Estados Unidos, hubo una demanda de que se sancionara a Volkswagen por sus prácticas deshonestas y perjudiciales hacia los usuarios de sus vehículos y a la sociedad en general. Y muchos países, incluido EEUU, han sancionado a esta compañía, desde que en septiembre de 2015 se descubriera tal canallada. Pero España no es uno de ellos. Con predecible cinismo (y podría añadirse “cara dura”) el Estado español ha dicho “que lo están estudiando”, comentario que ha sido la respuesta continua del gobierno Rajoy del Partido Popular, y que ha colmado la paciencia de la Comisión Europea, que por fin ha abierto un expediente (¡ya era hora!) al Estado español, denunciando su pasividad (pasividad, por cierto, de la que la propia Comisión Europea ha sido también cómplice). Predeciblemente, el Sr. Ministro de Justicia del gobierno del PP, el Sr. Rafael Catalá, respondió a la Comisión Europea indicando que el ministerio lo estaba estudiando (lo han estado estudiando por más de un año). El Ministro de Industria (que era el que “lo está estudiando” desde hace ya más de un año) era el Sr. José Manuel Soria, conocido por su supuesta conexión con los papeles de Panamá, y que fue propuesto por el gobierno del PP para ocupar un alto cargo en el Banco Mundial (siendo un gran amigo del Ministro de Economía, el Sr. Luis de Guindos). Es interesante señalar que el Sr. Manuel Soria tuvo que renunciar al puesto debido a sus supuestas relaciones con los papeles de Panamá, pero nunca se consideró que su complicidad con Volkswagen, evitando con ello sancionar a tal compañía, fuera un motivo que justificara su dimisión. La falta de protección al consumidor que existe en España se basa precisamente en la complicidad entre el Estado español y las industrias altamente contaminantes que continúan gozando de una enorme inmunidad en este país.

Fuente: http://www.vnavarro.org/?p=13758

Fuente :

https://www.rebelion.org/noticia.php?id=220513

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/Ltl0ZpwJwdwEjRJCYP1yndazDZ6Q3eBR_Jpk0I93HzZ_0rB2RA_kk4TcUqW7Ila78YzBSNU=s85

 

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Sin reconocimiento de la otredad, no hay diálogo posible

América del Sur/Uruguay/Diciembre 2016/Aram Aharonian

 

El primer día de diciembre, la oposición amenazó nuevamente con abandonar la mesa de diálogo con el gobierno y puso plazos perentorios a la misma, en un documento dirigido a los facilitadores de Unasur y del Vaticano: “… el proceso de búsqueda de soluciones a través del diálogo se encuentra detenido por el incumplimiento del gobierno de los acuerdos logrados en las reuniones plenarias de la Mesa de Diálogo Nacional realizadas los días 30 de octubre, 11 y 12 de noviembre”, señaló en un comunicado.

En Venezuela cada vez más se consolida una intención fatalista destinada a construir un clima negativo de desaliento, desesperanza y desmoralización que pretende, por una parte, minar la confianza en mediadores y, por la otra, socavar la credibilidad en los actores políticos que se sientan en la mesa, señala la socióloga Maryclén Stelling.

Y con ello colabora la persistente guerra de micrófonos, el discurso de ambas partes que no hace caso de la recomendación vaticana de bajar el tono agresivo y descalificador del “otro”: dudas, predicciones, pronósticos, presentimientos y apuestas invaden el clima político, incierto en cuanto la posibilidad de un final feliz.

El padre general de la Compañía de Jesús, el venezolano Arturo Sosa, indicó desde El Vaticano, que el punto de partida para cualquier reconciliación es el reconocimiento de la situación en la que se está. “Nadie puede seriamente reconstruir las relaciones sociales si no reconoce que estas se encuentran fragmentadas”, expuso. Mientras, algunos creen que el alza de los precios del petróleo es buena noticia…

El fracaso del diálogo, añade, gradualmente ha devenido en una profecía autocumplida, predicción que, una vez formulada, directa o indirectamente lleva a su propio cumplimiento. Clima fatalista, sustentado en la creencia del determinismo de los acontecimientos, dirigido por causas independientes de la voluntad de una mayoría (79%), quien, de acuerdo a reciente sondeo, apoya el diálogo por la paz.

La oposición en su laberinto

En el seno de la oposición siempre han convivido varias estrategias y no es sencillo percibir cuál es la que predomina en cada momento. Desde enero venía trabajando en un esquema –que puede sintetizarse en el desalojo del Presidente en 2016-, posible de materializarse si se produjera una insurgencia de calle con importantes componentes de violencia y acompañada de una acción de la Fuerza Armada. Sin ello, no se alcanzaría la meta propuesta.

Sin dudas, el equipo dirigente opositor y sus analistas internacionales interpretaron el descontento real que existe en la calle de manera errada, en cuanto a su naturaleza y alcance. Y de manera ingenua fallaron al descifrar las señales y opiniones provenientes de oficiales del estamento militar. La aceptación del diálogo, más allá de la fuerza de las presiones de los facilitadores, parecía estar enmarcada dentro del concepto de larga marcha a través de las instituciones.

Esta vez, la oposición contó nuevamente con aliados externos. El gobierno denunció como un “golpe de Estado” en el Mercosur, la decisión de sus socios de suspenderlo como estado miembro, lo que representa la más dura sanción de un ente internacional en medio de la crisis del bloque regional, haciendo caso omiso a la resolución del Parlasur del primero de diciembre, refrendada incluso por los diputados de la oposición venezolana. “Constituye una agresión a Venezuela de dimensiones realmente muy graves”, dijo la canciller Delcy Rodríguez.

“Lo que se busca con esta medida impulsada por las oligarquías regionales es generar las condiciones para una desestabilización de la democracia venezolana, amenazada desde el triunfo electoral de Hugo Chávez por el imperialismo norteamericano y la oligarquía venezolana, que se niega a perder sus privilegios”, señaló la central unitaria de trabajadores uruguayos PIT-CNT.

Para el politólogo Leopoldo Puchi, la nueva estrategia emprendida desde octubre apunta hacia los próximos procesos electorales: gobernadores y alcaldes en 2017 y presidenciales en 2018, un camino no sólo electoral sino también institucional, que se desarrolla dentro del sistema vigente y apunta a una alternancia en el poder en un mediano plazo, a la cohabitación. El trabajo más importante de negociación debería entablarse en la mesa de diálogo, con la ventaja de ser refrendado por los observadores internacionales.

Hay quienes lo consideran sólo un movimiento táctico y no una estrategia. ¿En los próximos meses, se proseguirá con ella o se realizará de nuevo un viraje hacia la línea de “primavera”?

El alcalde Caracas y líder del PSUV, Jorge Rodríguez, destacó que dentro de la oposición hay una condición disfuncional que no permite que entre ellos exista un acuerdo en las mesas de diálogo de asuntos políticos, económicos y sociales en paz. Señaló que para abandonar el diálogo, dirigentes opositores esgrimen una serie de elementos que no tienen nada que ver con los acuerdos que se llegara con la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en la pasada sesión plenaria el 12 de noviembre.

Aseveró que el poder público fue desmantelado por las ansias del poder de quien en este momento encabeza el poder Legislativo, Henry Ramos Allup, quien no quiere que el dirigente de primero Justicia –miembro del MUD- Julio Borges, reciba el día 5 de enero al Parlamento con una situación de normalidad y por ello insiste en mantener esa posición de desmantelamiento de ese Poder Público.

El diálogo fue rechazado sistemáticamente por los líderes de la oposición hasta que Francisco le dio la bendición, aunque apenas instalado, varios de sus dirigentes anunciaron que si en 12 días no había resultados concretos se retirarían para “calentar la calle” que para ellos significa transvestir el derecho constitucional a manifestar en instrumento para atentar contra el orden democrático y constitucional. Pero cada día es más escuálida la concurrencia, muestra de la frustración de sus seguidores.

El dirigente de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, indicó que los líderes de la oposición deben dejar de lado sus aspiraciones políticas personales y el oportunismo para fortalecer la verdadera unidad. Denunció que la única estrategia del gobierno en los últimos tres años, fue la de ganar tiempo “para que la gente creyera que Chávez aún estaba vivo”. La advertencia llega en momentos en que Julio Borges y Carlos Ocariz, dirigentes con mayor peso dentro del partido Primero Justicia, se deslindan de Henrique Capriles por su línea individualista.

Los acuerdos

Como se sabe, no hay acuerdo sobre la celebración de un referendo revocatorio o sobre un adelanto de elecciones, pero si hay entendimientos sobre otras aspectos, en pleno debate sobre el ritmo de aplicación de los convenios ya alcanzados.

El acuerdo redactado bajo el título “En el campo económico-social” ambas partes acordaron trabajar de manera conjunta para combatir toda forma de sabotaje, boicot o agresión a la economía venezolana, priorizar en el corto plazo la adopción de medidas orientadas al abastecimiento de medicamentos y alimentos sobre la base de contribuir a promover su producción e importación.

Asimismo, acordaron promover el diseño y aplicación de políticas de cooperación entre los sectores público y privado para monitorear, fiscalizar y controlar los mecanismos de adquisición y distribución de insumos y mercancías” Pero lo cierto es que, en lugar de pronunciarse abiertamente contra las manipulaciones en torno al llamado “dólar paralelo”, la oposición ha omitido toda mención a esta forma de sabotaje y al abierto ataque contra el bolívar, dirigido desde laboratorios de guerra.

El ex ministro de Economía Productiva Luis Salas señala que la derecha económica y los grupos concentrados tienen clara voluntad de arreciar en el boicot, lo que se manifiesta por ejemplo en la acción de las calificadoras de riesgo, en el tema de la agudización del desabastecimiento y la especulación de algunos rubros, en esos casos donde el problema no es la escasez sino el no acceso por los costos elevadísimos.

Sobre el ataque al signo monetario, Salas recuerda que la tendencia creciente se retomó desde el 27 de noviembre, después de que se anunciara el cronograma electoral y que el gobierno y la oposición irían a una mesa de diálogo. “A medida en que el discurso de la oposición se radicaliza en esa mesa, el tipo de cambio paralelo tiende a subir. Es un marcador arbitrario, que corresponde más a intereses políticos, que a un indicador de tipo económico”, señaló.

Sin dudas, éste es el acuerdo más importante, aunque prácticamente desconocido por la ciudadanía, porque establece el marco ideal, el clima, la atmósfera que haría posible la continuación del diálogo y evitaría la eclosión de la violencia. El oficialismo, por su lado, tiene la paz como una de sus principales consignas, pero no ha convocado suficientemente a todo el pueblo a movilizarse para su defensa específica y para respaldar masivamente el diálogo.

El dos veces vencido candidato presidencial Henrique Capriles, dijo que “la destrucción de nuestro signo monetario no se debe a una página web ¡eso es mentira! El gobierno es el único culpable de la devaluación de nuestra moneda”. Mientras, desde sectores oficialistas se recuerda que la oposición no se ha pronunciado contra el acaparamiento de productos, la especulación comercial o la simplificación de la producción.

En otro acuerdo (En lo político) hubo compromiso en avanzar en la superación de la situación de desacato de la Asamblea Nacional dictada por el Tribunal Supremo de Justicia y se instó a los poderes públicos a actuar en la resolución perentoria de la situación del caso de los tres diputados (suspendidos) del estado Amazonas. Ya el Consejo Nacional Electoral anunció que habrá nuevas elecciones en Amazonas.

También las partes consensuaron en “trabajar conjuntamente, en el marco de lo establecido en la Constitución, para el nombramiento de los dos rectores del CNE, que culminan su mandato en diciembre 2016”.

En la mesa “Convivir en paz” las partes se comprometieron a reforzar de manera conjunta la defensa de la soberanía y rechazar cualquier injerencia externa, del signo político que sea. Pero sectores de la oposición continúan convocando la injerencia extranjera y solicitando la aplicación de la Carta Democrática de la OEA en Venezuela, y persiste en dar vueltas por el mundo para convocar a toda la derecha internacional para que intervengan Venezuela.

Colofón navideño

De la mano de las narrativas mediáticas sobre la crisis, la convivencia y el diálogo, la ciudadanía se encuentra a merced de una construcción social de la realidad y del sentido de lo que acontece en Venezuela. Los medios de información despliegan cruzadas en pro o en contra de la gestión de gobierno, del diálogo y, en consecuencia, de la convivencia y la paz, advierte Stelling. El relato mediático no informa: tiene el objetivo de enmarcar su “media verdad” y legitimar determinadas decisiones y acciones.

La cruzada de la oposición tiene como uno de sus blancos la mesa de diálogo: dirigentes de la MUD y empresas mediáticas afines desarrollan una estrategia discursiva de alto contenido emocional dirigida tanto a deslegitimación como a la justificación del levantamiento de la mesa de diálogo, que supone acuerdos para resolver la crisis política y económica que consume todos la ciudadanía.

El excanciller Roy Chaderton afirma que la gente no siente nostalgia por la Cuarta República, siente nostalgia por el pasado reciente del chavismo, en el cual el país alcanzó un nivel de democratización del consumo, la mayoría de las personas podían cubrir sus necesidades básicas, y además hacer otras cosas que son derechos constitucionales, pero que suelen ser vistas como suntuosas, la recreación, viajar, ciertos derechos adquiridos por la población. Sin duda eso se prestó para deformaciones, pero la solución a esas deformaciones no puede ser la privación del derecho adquirido.

Dice Carola Chávez, fina humorista, que “así, por mucho que traten de impedir su llegada, inevitablemente, la navidad llega. Y aunque nos encontrará golpeados, nos encontrará insumisamente de pie. Y es que los que calculan mal, lo hacen siempre desde su lejana perspectiva, jugando un ajedrez solo con las piezas blancas, siempre ignorándonos, siempre subestimándonos, siempre fallando porque, por mucho que no quieran verlas, por mucho que les moleste, las piezas negras también están en el tablero y saben jugar lo suyo”.

¡Tun, tun! ¿Quién es? Gente de paz…” Por lo menos eso dice el popular villancico venezolano.

Fuente:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=220042

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/esh-JPtAQp0nKrsTOONb9ZS4pJqL07e473wymgidGjdZs0amP03PwDjiYwPO-Jscy5GX8nU=s85

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¿Alcanza con Software Libre para independizarnos tecnológicamente?

Por: Enrique Amestoy

Como hemos dicho en otras oportunidades, el uso de Software Librei es una condición esencial en el camino de lograr la Soberanía Tecnológica. Respetar a los usuarios, a las comunidades, compartir, tener la libertad de investigar un software, modificarlo y distribuirlo, son sin duda elementos basicos y fundamentales en el camino de la soberanía. Es condición necesaria pero: ¿Suficiente?

A modo de brevísima revisión histórica podemos definir SOBERANÍA como la capacidad de un pueblo o nación de definir sus leyes, elegir sus gobernantes y que su territorio sea respetado.

En 1576 Jean Bodin en los seis libros de la Repúbica la define como el “poder perpétuo y absoluto de la República” y soberano a quien tiene el poder de decisión. En 1762 Jean-Jacques Rousseau define soberanía como la capacidad del pueblo soberano de tomar las decisiones. Estos planteos darían lugar a la Revolución Francesa y su pensamiento es base de las democracias modernas. La Constitución francesa de 1793 señala que la “soberanía reside en el pueblo” En el derecho internacional moderno, la soberanía es un concepto clave, referido al derecho de un estado para ejercer sus poderes.

A fines del siglo pasado se introduce el concepto de Soberanía Alimentaria como “el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, y su derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo.”ii

Ahora bien: entendemos que de la misma forma que un Estado implementa estrategias de salud, educación, defensa de su soberanía territorial controlando, por ejemplo, fronteras o su soberanía alimentaria definiendo políticas agrarias; es necesario que se definan políticas para lograr tener el 100% del control del software que utiliza para su gestión, administración o para sus comunicaciones.

Imaginemos un Estado o bloque regional como UNASUR o CELAR utilizando para su gestión y sus comunicaciones exclusivamente Software Libre. Estaría resuelto el conocer a cabalidad que es lo que hacen todos y cada uno de los programas. Se definirían políticas públicas en materia de elección de software para la educación, como por ejemplo lo hace Argentina con el Sistema Operativoiii Huayraiv que integran los mas de 4.5 millones de netbooks que el gobierno ha entregado a niños y jóvenes en el sistema educativo o en Venezuela el uso de Canaimavvi, sistema operativo utilizado en las estaciones de trabajo de la Administración Pública desde 2011 y en la educación donde ya se han entregado mas de 3.5 millones de computadoras a niños de la educación básica. Huayra y Canaima se basan integramente en Software Libre.

Si educamos niños utilizando Software Libre lograremos hombres y mujeres que entienden como natural el compartir, investigar y modificar todos y cada uno de los programas que utilizan. Romperemos la lógica de que es “natural” buscar el “botón verde” o “círculo azul”, abajo a la izquierda, para desplegar el menú del Sistema Operativo que hoy se utiliza mayoritariamente en las computadoras personales y puestos de trabajo de todo el mundo y que es controlado por la gran multinacional estadounidense.

Pero, siempre hay un pero, ¿qué pasa cuando conectamos esos computadoras a las redes? ¿Quienes son los propietarios de la fibra o cobre que utilizamos para acceder a Internet? Y cuando accedemos a redes sociales: ¿quienes son los grupos económicos y politicos detrás de Facebook, Twitter o Google? ¿A que lógicas de mercado y políticas responden?

¿Podemos tener total control de los datos que traficamos o almacenamos en “la nube” (tema que abordaremos en otra nota) cuando no tenemos la capacidad de acceder, investigar y/o modificar los programas que los controlan? ¿La mentada “neutralidad de red” (tema que también abordaremos en otra columna) que a grandes rasgos define que la velocidad de acceso a Internet no puede depender de cuanto pagamos por ello: ¿puede ser controlada y defendida por usuarios o Estados? Son conocidos los acuerdos entre empresas como Telefónica o Claro en varios países, que dan preferencia al tráfico de empresas o a redes con las que tienen acuerdos económicos en desmedro del tráfico hacia o desde otros sistemas o sitios web. ¿Cómo hace Uruguay, por ejemplo, con el 100% de la fibra óptica soberana, en manos de ANTELvii(que llega a todos los hogares del país, desde la gestión del ex presidente Pepe Mujica) para conectarse con sus vecinos Argentina o Brasil donde los dueños de la fibra son corporaciones trasnacionales y donde las condiciones son puestas por éstas últimas?

Sin intención de ser retórico: alcanza con el uso de Software Libre para defender la Soberanía Tecnológica?

i https://www.gnu.org/philosophy/free-sw.es.html

ii Declaración de Nyéleni, Selingué, Mali 2007

iii http://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_operativo

ivhttp://huayra.conectarigualdad.gob.ar/

vhttp://canaima.softwarelibre.gob.ve/

vihttp://es.wikipedia.org/wiki/Canaima_%28distribuci%C3%B3n_Linux%29#Canaima_Educativo

viiEnte Estatal de Comunicaciones del Uruguay

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=196725

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Kreisel: El inmisericorde toma y dame del capitalismo con los niños

Por: Alberto Aranguibel B.

En la sociedad capitalista, desideologizada como es, existe la creencia de que el quehacer humano estaría determinado por el carácter o la vocación de quienes llevan adelante cualquier actividad.

Los curas, por ejemplo, suelen ser vistos como personas de carácter mesurado y habla amorosa, porque la religión es supuestamente el compendio de la pureza del Ser supremo que veneran.

De ahí la creencia en las sociedades contemporáneas de que un empresario cuya área de negocios sea la de juguetes, deba ser una persona movida indefectiblemente por los más nobles sentimientos de amor hacia los niños.

Walt Disney, cuya trascendental obra dirigida especialmente a los niños lo convirtió en el más emblemático ícono de la bondad sobre la tierra, se erigió a la larga en la referencia del mundo capitalista que mejor expresó la fórmula de hacer negocios milmillonarios explotando sin el más mínimo pudor la sensibilidad del ser humano hacia los más pequeños.

Disney logró ser la persona cuyo trabajo en el ámbito cinematográfico ha sido reconocido más que ningún otro hasta hoy con el prestigioso Premio Oscar. Sus películas forman parte del acervo cultural del mundo entero desde hace casi un siglo; con ellas se ha construido el ideario del cuento infantil animado en todos los rincones del planeta.

La noción de diversión y entretenimiento que hoy en día tiene la humanidad, pasa indefectiblemente por el modelo de parque temático concebido y llevado a cabo por Disney con Disneyland (California, Estados Unidos) y Disney World (Florida, EEUU), bases de la más poderosa corporación del mundo en la creación y mercadeo de productos de consumo masivo para niños.

Pero el famoso magnate del entretenimiento, fallecido a causa de un cáncer de pulmón en 1966, era en realidad uno de los seres más aborrecibles que pueda recordar la humanidad desde los tiempos de Atila.

Desde siempre Disney fue un miserable explotador que erigió su gran fortuna a costa de escamotear el trabajo de auténticos artistas del dibujo animado, entre ellos Ub Iwerks, creador del ratón Mickey que Disney se atribuyó como creación propia hasta su muerte.

El desprecio del tacaño empresario hacia los trabajadores llegaba a extremos de lo indecible, no solo impidiéndoles las posibilidades de agruparse en sindicato (lo cual hizo durante mucho tiempo hasta que las leyes y la presión social lo hicieron ceder) sino negándoles incluso la sola mención en los créditos de las películas que producía.

Para esconder ante los tribunales su vocación explotadora, Disney argumentaba que los sindicalistas eran “simples comunistas tratando de acabar con la democracia estadounidense”, razón que le granjeaba no solo una mayor simpatía entre la gente sino que le hacía ganar cada vez más dinero, porque esa posición procapitalista le aseguraba el financiamiento fácil de los grandes bancos de EEUU y le permitía obtener los jugosos contratos que obtuvo para la producción de la propaganda que el Ejército de Estados Unidos requería para avanzar con su empeño genocida por el mundo durante la II Guerra Mundial.

Contrario a lo que piensa la mayoría de la gente, Disney no le debió nunca su gigantesca fortuna al éxito de los personajes que sus dibujantes crearon y que él presentó al mundo como suyos, sino a los creados por Lewis Carroll y los hermanos Grimm, entre muchos otros grandes creadores de cuentos infantiles, a los que Disney no les pagó jamás ni un centavo por derechos de autor apoyándose en las superficiales modificaciones que hacía a las historias originales que plagiaba para así hacerlas aparecer como propias.

Todo, absolutamente todo lo que hizo Disney como empresario, estuvo cimentado en la más perfecta y salvaje lógica capitalista. Pero no es solo esa condición la que determina su carácter aborrecible.

Como hombre de derecha que era, apoyó el crecimiento de su empresa ya no solo en su condición de fervoroso militante del Partido Republicano, sino como funcionario encubierto de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), tal como lo han revelado diversos documentos que evidencian sus actividades desde 1940 como agente de contacto especial (Special Agente Contact) para ese organismo, por órdenes directas de John Edgar Hoover, brazo ejecutor de la razia fascista del macartismo anticomunista en Estados Unidos.

Aquel “noble buen hombre” que siempre aparentó ser, preocupado exclusivamente por la felicidad de los niños, no fue nunca sino un capitalista perverso y ruin, que llegaba a la peor vileza incluso contra sus propios colaboradores en la búsqueda de acumular cada vez más dinero.

La indecible inmoralidad de ofrecer felicidad a los niños a cambio de cualquier fortuna mal habida está reñida hasta con la palabra de Dios.

Eso es lo que no entienden (o no les da la gana de entender) quienes hoy elevan su más airada protesta en contra del procedimiento de incautación y decomiso por parte de los organismos del Gobierno Bolivariano que velan por los intereses del consumidor venezolano, de los más de 4 millones de juguetes que la empresa Kreisel mantenía ocultos desde el año 2009 en sus galpones de varias ciudades del país.

Los juguetes, adquiridos con divisas preferenciales por esos delincuentes, son presentados por los líderes de la oposición venezolana (y por cientos de seguidores de la MUD a través de las redes sociales) como objeto de “un robo al trabajo honesto de un noble y esforzado empresario venezolano”, como dicen ellos que son los empresarios que juegan con su empresa a la quiebra económica del país para asaltar el poder y reinstaurar el neoliberalismo en Venezuela.

El propósito de la empresa Kreisel no es otro que el de la especulación para obtener beneficios incalculables, en el marco de una acción contra los consumidores que busca hacerles estallar de ira contra el gobierno.

Nada puede ser más inhumano y cruel que provocar el sufrimiento intencional a los niños para obtener un beneficio económico y ejercer a la vez una acción política que acabe con el derecho de esos pequeños, y de la sociedad toda, a disfrutar de la vida en paz y en armonía, sin las presiones delirantes de quienes con su guerra económica contra el pueblo promueven la convulsión social como medio para hacerse del poder.

Esconder 4 millones de juguetes en temporada de Navidad es la contravención incluso de los mismos principios del capitalismo que dicen promover la Noche Buena como la fecha más hermosa y auspiciosa de la humanidad, y que el mercado neoliberal usa en realidad como hipócrita escenografía para tratar de ocultar la pobreza que el propio capital genera a lo largo del mundo.

Pero nada de extraño hay en todo este acontecimiento.

En los locales de esa empresa estafadora y criminal se está ejerciendo simplemente una filosofía que se opone a la concepción humanista que inspira a la mayoría de la población venezolana.

Se trata de la insalvable confrontación del capitalismo y su perversa forma de actuar en la sociedad, frente a un socialismo fundado en la más clara e inequívoca idea de justicia e igualdad social.

No es para nada la persecución del gobierno del presidente Nicolás Maduro contra el empresariado, ni la individual actuación canallesca del miserable dueño de la empresa Kreisel contra el pueblo venezolano.

En la Venezuela revolucionaria de hoy esa lógica de un capitalismo al mejor estilo de Walt Disney, que se presenta como bondadoso cuando en realidad su credo y su práctica es la del asaltante, ya no funciona.

No funciona porque el pueblo está consciente del carácter criminal de esos usureros que buscan quebrar al país para asaltarlo, y sabe que sus autoridades, en apego estricto a la ley y en defensa del pueblo, aplicarán siempre la justicia que corresponde para que tal miseria no prospere nunca jamás en nuestro suelo.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/kreisel-inmisericorde-toma-y-dame-capitalismo-ninos-opinion/

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Las intuiciones en la educación

Por: Sydia Candanedo de Zúñiga

Nunca imaginé que, a mi avanzada edad, encontraría información tan impactante como para revolucionar los conceptos que yo tenía sobre la historia del conocimiento, cuando escuché las palabras del filósofo mendocino Enrique Dussel, quien expresó de una manera didáctica en ese extraordinario programa televisivo, Dossier, sus teorías sobre la modernidad y la europeización del conocimiento, situación que devino con la conquista de América y que alteró el relato de cómo se entendía el desarrollo del conocimiento en el mundo y de la cultura de los pueblos. Esa alteración —dijo el filósofo— se concretó cuando los escritores románticos alemanes ‘decidieron’ que el conocimiento era creación de los europeos, y dividieron la Historia en las épocas que nos han estado enseñando en las escuelas a lo largo y ancho del planeta. Todo lo anterior me ha hecho descubrir que no debe ser ya un ‘basta de historias’, como dijera equivocadamente un periodista, sino más bien un ‘basta de falsas historias’, como lo plantea positivamente Enrique Dussel. Hay que saber, por ejemplo, que la filosofía no nació en la antigua Grecia, sino mucho siglos antes en Egipto, que la imprenta no fue invento de Gutenberg, sino de los chinos y que Alepo, ahora bombardeada, fue cuna del conocimiento aristotélico.

Hace poco en nuestro país, celebramos dos fechas emblemáticas; el Día del Maestro, y el Día de la Madre, las que me recuerdan siempre a mi progenitora, Aurelia Castillo de Candanedo, educadora chiricana que dejó su impronta en varias generaciones de niños que después descollaron como profesionales en nuestro país y que muchos de ellos, la resaltaban por su profundo conocimiento que recibieron y por la forma como ella enfrentaba los temas. Yo recuerdo a mi madre preparando ‘las intuiciones’, que no son más que el material didáctico hecho con cartulinas, figuras, recortes y con el uso de cuentos y rondas infantiles para facilitar al estudiante la comprensión sencilla de la materia de una manera real, inmediata y directa.

Pues bien, para aquellos años en que ese ser que me trajo al mundo era mi maestra, en nuestro país había un desarrollo extraordinario de la Educación, porque se era maestro por vocación, en las escuelas normales y con buenos profesores que sí existían. Además, en Panamá convergían grandes educadores de otros países con culturas superiores a la nuestra y hay que decirlo, teníamos igualmente ilustres personalidades, panameños raizales, dirigiendo los destinos de nuestra educación y la cultura. Panamá en esos años se convirtió en un Estado Docente, con una dirigencia política que le daba valor a la educación, apoyada como algo positivo por el pueblo panameño y desarrollada en base al pensamiento universal. Mi madre contribuía con su granito de arena con la educación nacional y casi sin saberlo era parte de ese engranaje valiosísimo que teníamos en nuestro país y que nos llevó a tener importantes organizaciones como el Magisterio Panameño Unido y la Antigua Asociación de Profesores. Y era tan pujante nuestra educación que pienso que de seguirla desarrollando, hubiéramos llegado a otros niveles, de manera que tal vez se hubiese arribado a excelentes conclusiones parecidas a las de Dussel.

No obstante, ese desarrollo en la educación y la cultura nuestras, fue cortado, especialmente a partir de los años de la dictadura militar y desde entonces el caminar educativo fue de tumbo en tumbo, sin encontrar la brújula que nos llevaría hoy, hacía la luz del conocimiento.

Sí, es cierto, en América Latina, para aquellos años, no sabíamos ni remotamente lo que plantea actualmente el sabio filósofo Enrique Dussel, sobre todo, cómo se ha estado manipulando la historia del conocimiento, al atribuirle todos los logros de la civilización a Europa y a los países beneficiarios de la modernidad; es decir, a las culturas del norte. Diría yo que entonces por ‘intuición’ sentíamos que se nos daba una educación que nos colocaba a los países del Sur como segundones, pero haciendo un juego de palabras, las ‘intuiciones’ didácticas de mi madre y de otros maestros de la época, nos llevaban al fondo de lo que es nuestra verdadera cultura, aunque lo hicieron parcialmente porque tal vez la cultura latinoamericana estaba en formación y el conocimiento de lo nuestro era muy limitado.

Pienso que ahora las cosas han cambiado. El mundo está preparado para dar, efectivamente, un salto enorme para cambiar la ‘geopolítica del conocimiento’ y de la cultura de los pueblos. Sobre todo de nuestra América Latina que debe ‘descolonizar su pensamiento’, como dijo el filósofo en su disertación. Sin embargo, el hecho de que estemos listos para ese desarrollo de la educación y de la cultura, de revolucionar la forma como se debe enseñar, no nos hace menos vulnerables a las fuerzas centrífugas que desintegran y que se resisten a ese desarrollo del verdadero conocimiento. Por eso se hace necesario entender, más allá de lo que expresara el filósofo argentino Enrique Dussel, como conclusión de su análisis claro y contundente, que los latinoamericanos ‘o inventamos, para brillar con luz propia, o vamos camino a la destrucción’.

Fuente: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/intuiciones-educacion/23975995

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