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¿Las TIC, harán el futuro más social?

Por Juan Domingo Farnos

Seamos conscientes de que estamos hablando de un cambio drástico y por tanto realmente complicado. Le estamos pidiendo al profesor que ceda su protagonismo, renuncie a su autoridad y desempeñe un rol para el que nadie le ha preparado, incluyendo al mismo tiempo una dolorosa revolución tecnológica. Creo que todos reconocemos que los profesores juegan un papel crucial. Pasan más tiempo con los niños que los propios padres y tienen en sus manos la enorme responsabilidad de co-educarlos. Sin embargo apenas se les dan herramientas y recursos y en la práctica no les reconocemos ese papel esencial.
La conclusión es clara: No podemos seguir enseñando las mismas cosas y de la misma manera. La educación y la formación son aburridas, demasiado serias y dejan escaso margen al entretenimiento.
Los profesores deben jugar un papel diferente, y que será más importante que el que han desempeñado hasta ahora porque la información y conocimiento que antes transmitían, hoy ya están disponibles en múltiples formatos. En lugar de estar encerrados en un aula, participarán en el diseño de cursos y simulaciones, en la construcción de plataformas, de herramientas de autor, en la tutorización, seguimiento y evaluación de alumnos, en la selección de contenidos, en el diseño de itinerarios formativos y curriculums, en la gestión de conocimiento, en los equipos de desarrollo de productos. Este panorama tiene también sus peajes. El tutor tiene que aceptar que efectivamente los alumnos saben más que ellos en algunas cosas y que por tanto en ocasiones los roles se intercambian y ello posibilita una inmejorable oportunidad para aprender.
Debe también comprender que se trata de enseñar a las personas a pensar y que para esto tenemos que inducirles objetivos, hacer que fallen las expectativas, ayudarles entender porque y facilitarles herramientas para que corrijan su teoría y aprendan. En un curso bien diseñado, un alumno habrá tenido éxito, y por tanto un tutor también, si ha aprendido a HACER (desempeño) y no solo a saber (información). Sin perder de vista que lo importante es lo qué necesita saber el alumno y lo qué le interesa, no lo mucho que sepa el profesor. Es una oportunidad única de revalorizar el esencial rol social de los profesores, hoy en día fuertemente desprestigiado y desprotegido.
Nicolás Maquiavelo en el Siglo XVI escribió: “Se debe tener en cuenta que no hay nada más difícil de llevar a cabo, ni de éxito más dudoso, ni más peligroso de manejar, que iniciar un nuevo orden de las cosas”.
Creo que no habrá disenso si afirmo que uno de los efectos más notables de las tecnologías digitales es que permiten y facilitan una mayor comunicación entre las personas independientemente de su situación geográfica o temporal. Las nuevas tecnologías de la comunicación rompen barreras espacio-temporales facilitando la interacción entre personas mediante formas orales (la telefonía), escrita (el correo electrónico) o audiovisual (la videoconferencia). Asimismo esta comunicación puede ser sincrónica – es decir, simultánea en el tiempo- o asincróna – el mensaje se emite y recibe en un período de tiempo posterior al emitido. En segundo lugar, podemos señalar que las tecnologías permiten el acceso de forma permanente a gran cantidad de información. (…)
Otro hecho destacable es que las nuevas tecnologías mejoran la eficacia y calidad de los servicios. La creación de bases de datos accesibles desde cualquier punto geográfico y en cualquier momento junto con la gestión informatizada de enormes volúmenes de información permiten incrementar notablemente la rapidez y eficacia de aquellas tareas y servicios que tradicionalmente eran realizadas de una forma rutinaria y mecánica por personas. (…) Por otra parte, Las tecnologías digitales posibilitan nuevas formas de actividad productiva. La innovación tecnológica está afectando también al ámbito laboral transformando los patrones tradicionales de trabajo. (…)
Asimismo, las nuevas tecnologías de la información y comunicación están propiciando la superación de una visión estrecha y localista de la realidad. (…) En este sentido, los medios de comunicación y por supuesto las redes telemáticas, están jugando un papel clave en este proceso de creación de una conciencia y perspectiva mundial o planetaria.
En definitiva, las redes telemáticas propician nuevas formas de participación social más allá de los límites territoriales locales. (…) La acción política y organización de los denominados movimientos alternativos o de antiglobalización no sería explicable sin la utilización de las nuevas tecnologías de la comunicación.

Ya nada volverá a ser como antes y aún será muy diferente porque no solo cambiamos el paradigma, sino que la sociedad quiere otras cosas que seguramente ni siquiera se llamarán educación, por lo que el papel de cada uno de los intervinientes será otro, eso si, a lo mejor será otra tipología de personas, actuaciones y como no, de conexiones…

Todo ello nos lleva a una serie de actuaciones que los que ahora nos llamamos docentes, en el mejor de los casos, para nosotros evidentemente, deberemos desarrollar…

1) Conocer la diferencia entre “escuchar” y “aprender“escuchar” y “aprender“.
Escuchar es pasivo. Es el más bajo, menos eficientes, menos eficaz forma de aprendizaje. Eso significa que las conferencias son los más bajos, menos eficientes, menos eficaz forma de aprendizaje. Escuchando solo requiere un esfuerzo muy poco cerebro por parte del alumno (y eso va para la lectura de textos como la conferencia-también), así que escuchar para aprender a menudo es como ver a alguien levantar pesas para ponerse en forma.
2) Saber cómo el cerebro toma las decisiones sobre lo que debe prestar atención, y lo que debe recordar.
Y aquí estamos de vuelta a las emociones de nuevo. Las emociones proporcionan los metadatos de una memoria. Son las variables que determinan la importancia de esta memoria es, si se trata de la pena salvar, y la profundidad de bits (metafóricamente) de la memoria. La gente recuerda lo que ellos sienten mucho más de lo que ven y escuchan que es emocionalmente vacía.
3) Saber aplicar lo que aprendió en el # 2.En otras palabras, saber cómo llegar a sus alumnos a sentir.
Voy a ver esto en la lista de diez consejos.
4) Conoce la amplia variedad de estilos de aprendizaje, y la forma de incorporar el mayor número posible en su experiencia de aprendizaje.
Y no, no estamos hablando acerca de ordenar los alumnos en distintas categorías como “Él es un estudiante visual, mientras que Jim es un aprendiz auditivo.”, O “Él aprende mejor a través de ejemplos.” Cada persona que ve es un “aprendiz visual”, y todo el mundo aprende a través de ejemplos. Y a través de instrucciones paso a paso. Y a través de alto nivel “forestales” puntos de vista. Y a través de bajo nivel “árbol” puntos de vista. Todo el mundo se entera de arriba abajo y de abajo arriba. Todo el mundo aprende de imágenes, explicaciones y ejemplos. Esto no quiere decir que ciertas personas no tienen determinadas preferencias de estilo de cerebro, pero los estilos más que cargar en cualquier experiencia de aprendizaje, mejor será el aprendizaje es para todos – independientemente de sus preferencias individuales.
(Y mientras estás en ello, sabemos que la mayoría de los adultos de hoy no sabe realmente sus propios estilos de aprendizaje, o incluso la forma de aprender. La palabra “metacognición” no aparece en la mayoría de las instituciones educativas.

Con esta ESCALERA DE EVALUACION, adaptada por María McFarland, los aprendices pueden responsabilizarse no solo del proceso de aprendizaje, sino de su propia evaluacion en los mismos procesos de aprendizaje… https://juandomingofarnos.wordpress.com/…/el-aprendiz-pers…/ El aprendiz, personaliza su formación y se responsabiliza de ello! (Educación Disruptiva)…. ¿Quien se responsabiliza de la evaluación?…

A su vez se coresponsabilizan unos a otros con lo que llegan a un alto grado de METACOGNICIÓN, con lo que el proceso formal e informal, aunemta su potencialidad en cuanto a competencias, implementación directa en la PRAXIS, obteniendo un grado de calidad, bien sea de forma directa o por medio de retroalimentaciones, que en un aprendizaje normal es impensable.
5) Conocer los fundamentos de la teoría del aprendizaje actual!
(Echa un vistazo a los enlaces de libros al final de este post.)
6) Saber por qué – y cómo – las buenas obras publicitarias.
Te ayudará a determinar Asegúrese de que usted reconozca qué esto es importante.
7) ¿Sabes por qué – y cómo – Trabajo buenas historias.
Considere la posibilidad de que el alumno estará en una especie de viaje del héroe. Si Frodo es su hijo, y ya está Gandalf … aprender todo lo que pueda acerca de la narración y el entretenimiento. Aprenda lo que los guionistas y novelistas aprender. Sepa lo que “no le digas a mostrar” realmente significa, y entender cómo aplicarla para el aprendizaje.
Los seres humanos gastado miles y miles de años en desarrollo / evolución de la capacidad de aprender a través de historias. Nuestros cerebros están sintonizados para ello. Nuestros cerebros no están afinados para sentarse en un aula escuchando pasivamente a una conferencia de los hechos, o la lectura de páginas de datos de texto. De alguna manera nos las arreglamos para aprender a pesar de la entrega de aprendizaje pobres la mayoría de nosotros en las escuelas tradicionales y los programas de formación (y libros).
8) Conocer un poco sobre “el método socrático“.Sepa por qué es mucho más importante que hacer las buenas preguntas en lugar de suministrar todas las respuestas.
9) ¿Sabes por qué la gente suele aprender más al ver lo mal que lo hacen de ver las cosas bien.Sepa por qué el cerebro gasta mucho menos tiempo procesando cosas que cumplen las expectativas, lo que lo hace en cosas que no lo hacen.
10) ¿Sabes por qué es tan importante estudiar y mantener sus habilidades de enseñanza, ya que es mantener sus habilidades profesionales.Sí, hay organizaciones profesionales de los formadores, a través de conferencias, publicaciones y debates en línea.
11) ¿Sabes por qué utilizar transparencias para ofrecer una experiencia de aprendizaje en el aula puede – a veces (a menudo) – lo peor que puedes hacer.

Pero también la sociedad deberá conocer el cómo y el por qué…– mantener a la gente involucrada y comprometida durante un tiempo continuado, aprender a desarrollar las actividades que llevan a un estado de fluidez..y cambiar su metodología de tabajo para adaptarla a lo que le piden los aprendices…
Hay casi (pero no siempre) algo mejor que la conferencia, si el aprendizaje es el objetivo. Si la clase consiste en una combinación de clases teóricas y laboratorios, entonces si estás corto de tiempo – siempre cortar la conferencia no, los ejercicios! (Por desgracia, esto es lo contrario de lo que la mayoría de los entrenadores lo hacen.)
Casi siempre es mucho más importante que sus alumnos clavar un menor número de sujetos que ser “expuestos” a una gama más amplia de temas.
En la mayoría de los casos, es mucho más importante que sus estudiantes sean capaces de hacer algo con sus nuevos conocimientos y habilidades, que se dejan simplemente saber más.
Darles las habilidades para ser capaz de continuar aprendiendo por su cuenta, en lugar de tratar de meter más contenido en sus gargantas.
Para los que se consideran instructores en el aula, el mayor reto que tienen es la gestión de múltiples habilidades y niveles de conocimiento en las mismas aulas!
La peor cosa que puedes hacer es elegir una determinada (y por lo general estrecha) habilidad / conocimientos de nivel , haciendo caso omiso de las necesidades únicas de las personas que son más lentas o más avanzadas. Y no uses la excusa de que “si no tienen los pre-requisitos, no debería estar aquí.” Incluso entre aquellos que cumplen con los requisitos formales requisito previo, puede hacer que los niveles drásticamente diferentes, sean los que se lleven a término
Los estudiantes quieren ver “expuesto” el material como requisito previo, pero sólo porque lo escuchado o leído no quiere decir que les recuerda ahora, o que alguna vez realmente “lo tuvieron”.
Las técnicas para hacer frente a múltiples niveles:
Asegúrese de saber lo que tienes. Averigüe antes de la clase, si se puede, al hablar con los estudiantes o al menos intercambiar correos electrónicos. Si no tenemos acceso a los estudiantes antes de la clase, hablar con sus pares…
Los estudiantes más avanzados son mucho más probable que se molestó cuando piensan que no se dan cuenta o apreciar su nivel. Al reconocer que, a reconocer sus habilidades y preparar el escenario para hacerlos actuar como mentores de los demás.
Tener una “base” de las actividades de laboratorio (investigación) que cada uno debe completar, pero tienen otras opciones interesantes y desafiantes para que tu pueblo avanzadas no están creciendo aburrido o frustrado esperando a la gente más lentos para terminar sus ejercicios.
Para las personas que puedan ir a otro ritmo, incluir hojas de sugerencia para los ejercicios., o lo que debe ser usual, hacer otras cosas que les interesen más y para los que ellos puedan buscar su excelencia (INCLUSIVIDAD)

Trabajar duro para conseguir que cada uno pueda completar, aunque seguramente el fin no se encuentra nunca, pero jamás dar a conocer las soluciones de antemano!
No todos los estudiantes tienen laboratorios de acabado y se debe a que hay algunos alumnos más lentos (y no me refiero a “más tonto”, sino simplemente menos conocimientos o experiencia en el tema de los otros estudiantes, o simplemente tener un estilo de aprendizaje que requiere más tiempo).
Asegúrese de que cada estudiante ha tenido éxito en los ejercicios! Y si se les da la solución por adelantado, usted los ha robado la oportunidad de patear culo en serio, trabajando a través de él, incluso cuando las cosas se ponen difíciles.
Tomado de: https://juandomingofarnos.wordpress.com/2016/11/03/las-tic-haran-el-futuro-mas-social/

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La Significación de la Autonomía Universitaria

Por: Jorge Díaz Piña

La autonomía universitaria es parte de un imaginario social ( C. Castoriadis) adosado por el pensamiento liberal clásico (W. von Humbolt)  a la universidad en tanto institución,“el Estado debe permanecer siempre consciente del hecho de que precisamente estos centros llevan a cabo lo que él no es capaz de realizar y que, incluso, su intervención puede llegar a constituir un obstáculo” (Humbolt en La situación de la universidad.) Para entonces, era un alto funcionario del Estado alemán impulsor de la reforma educativa.

Argumentaba que los centros universitarios: “liberados de toda forma estatal, no son más que la vida espiritual de los hombres, a quienes las condiciones exteriores o un impulso exterior empujan hacia la ciencia y a la investigación” (Ob. cit.). Esto se conjugaba con el rechazo a la instrumentalidad: “El Estado no debe tratar a sus propias universidades ni como gimnasios ni como escuelas especializadas, y no debe utilizar a la propia academia como si fuese una comisión técnica y científica” (Ob. cit.), y sostuvo que  si  alguien producía algo obedeciendo el mandato de otro “podremos admirar lo que hizo, pero despreciaremos lo que es” (Humbolt citado en Chomsky en Sobre democracia y educación)

La autonomía universitaria  simbolizó una espacialidad  institucional ( no un mero espacio o  territorio) que semiotizó una relación “dentro-fuera” con el Estado y la Sociedad Civil (ámbito de los intereses económicos para entonces) que  ha operado como identificación institucional de manera  imaginaria y mítica : ”espacio que vence las sombras”,  “templo del saber y la ciencia”, “territorio libre del pensamiento crítico”,  etcétera.

No obstante, esa autonomía inicial la perdió cuando cedió instrumentalmente ante el cerco del Estado burgués que dejó de ser retóricamente liberal, y del mercado laboral que  se desarrolló y fortaleció reduciéndola a ser primordialmente formadora de los profesionales o fuerza de trabajo requerida para atender las necesidades reproductivas del capital presentadas como de la sociedad en general.

Necesidades re-productivas del capital que se tradujeron también como pautas de una lógica o racionalidad (la Razón Instrumental) “neutra y aideológica”   para pensar y actuar científica y tecnológicamente en las universidades que las aceptaron acríticamente pese a su protección autonómica.

El gesto más simbólico que reivindicó socioculturalmente la autonomía de la universidad para “Latinoamérica” ( mejor Indoafrolatinoamérica) fue la Reforma de Córdoba (1918) en su lucha contra el orden oligárquico-clerical que la sujetaba.

En Venezuela, luego del simbólico decreto del Libertador sobre la autonomía de la universidad para liberarla de su sujeción clerical-colonial,  la autonomía es efectivamente reivindicada y legalmente reconocida luego del derrocamiento del dictador Pérez Jiménez en 1958 por su participación decisiva en esa gesta. Autonomía que es menguada por su posición opositora a los gobiernos de entonces (la oposición de hoy), con la aprobación de la Ley de Universidades en 1970  vigente y, luego reivindicada con rango constitucional en 1999 por el gobierno del presidente Hugo Chávez, para propiciar su reinstitucionalización.

Se pudiera concluir que la vigencia institucional de la autonomía universitaria,  en tanto condición imaginaria instituida o reinstituyente de la  universidad frente a sus relaciones con el  Estado, con los intereses y lógica capitalistas o con  los del pueblo, y con la democracia universitaria misma, dependerá de la correlación de fuerzas a favor o en contra de la significación hegemónica contextualizada sociohistóricamente  que se le asigne. De aquí la importancia de la  lucha por su significación.

 

Correo: diazjorge47@gmail.com

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Experto nos explica cómo educar a los niños para superar el primer grado

Por: Mariana Tello / Helymar Márquez

Se podría decir que la resiliencia es la entereza más allá de la resistencia. Todos podemos adquirir resiliencia y ayudar a los niños a que la desarrollen también. El proceso implica conductas, pensamientos y acciones que pueden aprenderse con el paso del tiempo.

Si bien es cierto que no es posible proteger a los hijos de los altibajos de la vida es posible educar hijos capaces de adaptarse y superar las adversidades y poderles proporcionar las herramientas que necesitan para responder a los desafíos de la adolescencia y de la adultez joven y para desenvolverse con éxito en la edad adulta.

En el entorno actual, los niños y los adolescentes necesitan desarrollar fortalezas, adquirir destrezas para enfrentar, recuperarse de las adversidades y estar preparados para los futuros desafíos. Necesitan ser optimistas para tener éxito en la vida.

 

La psicóloga Helymar Márquez destaca que la resiliencia es la capacidad de sobre ponerse ante las adversidades.  “Muchos piensan que solo se puede lograr a la edad adulta pero no, podemos iniciar desde que los niños entran en la educación básica”.

Detalla la especialista que este acto sirve para “ir desarrollando en el ser humano esa capacidad de resolución a pesar de las circunstancias y que con la situación de país que vivimos se ha vuelto súper importante para poder seguir desarrollando nuestra capacidad de funcionalidad”.

Márquez destaca algunas alternativas para lograr la resiliencia:

“Primero se le debe explicar a los niños que las dificultades siempre van a existir en diversos grados en muchas ocasiones «fracasaremos» pero de esa situación podemos aprender muchas cosas útiles para poderlo lograr la próxima vez”.

 

“Los niños cuando empiezan el primer grado suele sentir el cambio en el modelo de educación a la cual estaban acostumbrados y a muchos les cuesta al principio, esta es una oportunidad para introducir la resiliencia, es decir ayudarlos a ver su situación y a generar pensamientos alentadores que les permitan ir logrando los objetivos exigidos. Por ejemplo: tranquilo tú puedes solo tienes que practicar más y cada día lo harás mejor, recuerda que tus músculos de la mano necesitan mucho ejercicio para estar fuertes y eso requerirá tiempo y dedicación, cuando yo tenía tu edad también me pareció difícil pero con trabajo mira como lo logré superar”.

Es importante añadió la psicóloga “ayudar al niño a drenar su sentimiento llámese rabia, tristeza o frustración, luego hablar con él y darles sus frases de poder y posteriormente acompañarlo en su desafío es una manera de ir desarrollando en él la capacidad de resilencia”.

Fuente: http://www.panorama.com.ve/pitoquito/Experto-nos-explica-como-educar-a-los-ninos-para-superar-el-primer-grado-20161020-0019.html

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Educación, el gran pacto pendiente

Por: Pilar Álvarez

España tiene una oportunidad única, favorecida por un Gobierno en minoría que necesita apoyos: un acuerdo político por el sistema de aprendizaje, con más de 9,5 millones de estudiantes.

Firmar un pacto educativo sería algo inédito en 40 años de democracia. El acuerdo, hasta hoy imposible, podría verse favorecido por un momento político inédito, con un gobierno en minoría que necesita recabar apoyos. 9,5 millones de estudiantes, desde la educación infantil a la universidad, se verán beneficiados. Las altas tasas de fracaso, las posiciones modestas en las clasificaciones internacionales, los recortes y el futuro incierto de las próximas generaciones lo hacen más necesario que nunca.

Hay un axioma que se replica en miles de foros sobre educación y resume la incertidumbre que reina ante el presente y el futuro de la escuela. La dijo el exsecretario de Educación de Estados Unidos, Richard Riley:“Estamos preparando a nuestros estudiantes para trabajos que aún no existen, en los que tendrán que usar tecnologías que no han sido inventadas, para resolver problemas en los que no hemos pensado todavía”.

España, campeona de Europa en alumnos que dejan el aula antes de tiempo, está saliendo de una crisis que le ha supuesto perder 7.300 millones de euros de gasto educativo en seis años (ahora se invierten 46.000 millones entre Administraciones, entidades y familias) y ha dejado a 33.000 profesores en el camino (-8%).

El nuevo gobierno encara esta etapa con un compromiso urgente encima de la mesa: cerrar en seis meses un pacto educativo inédito que «que dure para 10 o 15 años, que dé seguridad y certeza», en palabras del ministro Íñigo Méndez de Vigo,  que repite esta legislatura al frente de Educación.

Educación, el gran pacto pendiente
Más allá de si existe una opción real de cerrar un pacto entre fuerzas políticas dispares, la cuestión de fondo es hacia dónde se debe encaminar un sistema educativo en ese panorama de cambios vertiginosos al que alude Riley.

“La escuela vive una crisis institucional que afecta a sus funciones, a su relación con el entorno y a su estructura interna, a la vez que una transformación radical de su público, el alumnado, es acompañada por el anquilosamiento de su principal agente, el profesorado”, define el sociólogo de la Complutense Mariano Fernández Enguita en su libro reciente «La educación en la encrucijada», de la Fundación Santillana. Así lo catalogó en una entrevista el pensador educativo Ken Robinson -cuya charla TED ¿Matan las escuelas la creatividad? es la más vista de la historia- : “La gente piensa que es una excentricidad decir que la escuela funciona como una fábrica, pero es cierto. Se divide en compartimentos separados, a los que la gente acude durante unas horas fijas; los días se distribuyen en bloques de tiempo y los alumnos son evaluados de forma periódica para saber si son aptos para seguir ahí”.

Los informes PISA de la Organización para la Cooperación y Desarrollo económico (OCDE), que evalúan a alumnos de 15 años de una treintena de países, sitúan a España en una posición que muchos consideran mediocre, entre cinco y 10 puntos por debajo del promedio en las materias analizadas: Matemáticas, Comprensión Lectora y Ciencias. Pero existen comunidades autónomas que superan esa media y se acercan a la modélica Finlandia, como le pasa a Navarra en Matemáticas.

En su último gran informe educativo, la OCDE situaba el gasto educativo español por debajo de la media de los 35 países que la integran en todas las etapas. Y advertía a España: “Una educación de alta calidad necesita una financiación sostenible”.

Pero la estadística que peor deja al país es la referida al abandono educativo temprano, los jóvenes que dejan los estudios con, como máximo, el título de la ESO bajo el brazo. El último dato disponible es el más bajo de la serie histórica, un 19,4%, pero aún así resulta casi el doble de la media europea y está lejos de los objetivos marcados por la UE para 2020: menos del 15% que ya consiguen País Vasco, Cantabria y Navarra.

La educación es el sexto problema del país señalado en las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) pero está lejos de las grandes preocupaciones. Son la mitad de los que citan la crisis, preocupa tres veces menos que la corrupción y siete menos que el paro. Quizá esa falta de impulso ciudadano esté detrás de la falta de motivación política para llegar a acuerdos.

“Necesitamos un cambio metodológico. Funcionamos con los mismos esquemas de enseñanza y aprendizaje de hace 30 años: libro, deberes, clase, explicación y examen. Hay otras alternativas de organización en el aula que permiten que adquieran competencias para que las puedan usar en cualquier situación que se les plantee en la vida”, considera Carlos Utrera, presidente de la asociación de inspectores educativos ADIDE. El cambio ha empezado desde los centros, impulsado más por profesores voluntariosos que por un apoyo decidido de las Administraciones. “Las últimas leyes de educación no han tenido memoria económica para la formación”, recuerda Utrera. Y con proyectos, como la inclusión del teléfono móvil entre las herramientas para aprender, que nacen respaldados por grandes empresas de tecnología.

Una encuesta de la Comisión Española de Cooperación con la Unesco, la Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción (FAD) y el BBVA, presentada en junio, pregunta a 200 profesores y expertos sobre el futuro de la educación, cómo se ven dentro de cinco años. El 71,4% piensa que estarán poco valorados o desmotivados entonces. Nueve de cada 10 consideran que las becas serán más selectivas y exigentes. Y la mayoría coinciden en que el currículo escolar contemplará mejor la capacidad del trabajo en equipo, las habilidades emocionales, la iniciativa emprendedora, la creatividad o el liderazgo. El alumno ganará protagonismo en la gestión de su propio aprendizaje, añaden, aunque la mitad cree que la memorización seguirá pesando lo mismo.

Pero será el papel de los maestros el más determinante. Multitud de estudios internacionales sitúan a los docentes en el epicentro de la calidad educativa. Es otro de los debates a los que España se ha aproximado con lentitud. El profesor y pedagogo José Antonio Marina elaboró en 2015, por encargo del Ministerio de Educación, el libro blanco de la función docente para cambiar el proceso de selección de profesores. El documento, que lleva casi un año en un cajón, propone siete años de carrera para convertirse en maestro y evaluaciones “sistemáticas” durante su ejercicio profesional con efectos en el sueldo.

Todos los partidos comparten que hay que cambiar la forma de seleccionar, evaluar y formar a los profesores a lo largo de su vida. La propuesta del MIR docente —formarlos como se prepara ahora a los futuros médicos— es un concepto que asumen PP, PSOE y Ciudadanos. Tampoco es nuevo. Ya en 2009, el último presidente del Consejo Escolar del Estado, Francisco López Rupérez, promovió esa idea que Alfredo Pérez Rubalcaba acuñó como el MIR de los profesores en 2010. Estaba en los programas electorales de PSOE y PP en 2011 y repitieron con distintas fórmulas todos los partidos en 2015, pero no se han hecho.

El debate sobre el futuro de los profesores es un ejemplo de cómo España es capaz de detectar cambios necesarios aunque los aplica, si es que lo hace, con lentitud. El profesor de Sociología de la Universidad de la Laguna, José Saturnino Martínez, lo resume así: “Vamos donde hay que ir pero no vamos a la velocidad adecuada”.

Los partidos han creado una subcomisión de Educación para abordar ese pacto educativo que todos aseguran querer. Antes de empezar a dialogar, deberán hacer un diagnóstico para decidir cuál es el punto de partida. Juntos tendrán que reflexionar sobre si el fracaso escolar retrocede como efecto de leyes o porque los jóvenes dejaban las aulas atraídos por empleos fáciles que ya no existen. Habrá que analizar, también, por qué hay una brecha tan amplia de rendimiento entre unas comunidades y otras, o cómo formar a esos profesores que educarán a las siguientes generaciones para empleos y tecnologías que no existen.

El presente y el futuro están en juego y la única forma de lograr el acuerdo es empezar por lo que a todos une: la calidad en la enseñanza y su adecuación a los nuevos tiempos.

OTRA LEY EDUCATIVA DESBARATADA

El único gran intento para alcanzar un Pacto de Estado por la Educación en España tuvo lugar en 2010, con un Gobierno socialista e impulsado por el entonces ministro de Educación, Ángel Gabilondo. Pero el PP lo frenó cuando faltaba la firma final. La negociación de acuerdos ha estado siempre impregnada de cuestiones ideológicas, como la presencia de la Religión en las aulas o el peso de la enseñanza concertada. Este nuevo intento, además, tiene en contra el escollo de la LOMCE, una ley que ha legitimado la opción de subvencionar con dinero público a colegios que separan a los alumnos por sexo. El Congreso aprobó derogar la ley mientras el Gobierno estaba en funciones. Si se acaba cambiando, España alcanzará su octava ley educativa en democracia, aunque lo cierto es que solo tres han supuesto cambios estructurales: las socialistas LOGSE y LOE y esta última reforma del PP.

“La educación es un proceso muy lento, desde que se accede con tres años hasta que se sale pasados los 20. Hay que tomar muchas decisiones a largo plazo y si cada dos años te cambian el sistema no puedes tomarlas. Es necesario que la gente sepa qué se va a encontrar por delante”, reclama José Saturnino, profesor de Sociología de la Universidad de La Laguna, que recuerda que los cambios han llegado, en muchos casos, sin una evaluación del efecto de las medidas.

Tomado de: http://politica.elpais.com/politica/2016/11/04/actualidad/1478288120_169530.html

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La vuelta de la derecha

Por: Emir Sader

La nueva ola de derecha en América latina no tardó en decir a qué vino. Los gobiernos de Mauricio Macri en Argentina y de Michel Temer en Brasil se dedican, única y exclusivamente, a aplicar el mismo tipo de duro ajuste fiscal que ya había sido aplicado en esos y otros países del continente, con las desastrosas consequencias económicas y sociales que se conocen.

Para ello, tuvieron que reimponer el viejo diagnóstico, según el cual, los problemas de los países son resultado de gastos excesivos del Estado. Un diagnóstico totalmente desmentido por la forma en que en esos mismos países los gobiernos han reaccionado a los duros efectos de la crisis internacional iniciada en 2008. Se podría haber hecho lo que se hace ahora, cortando hondamente los presupuestos de los recursos para políticas sociales. Pero las economías latinoamericanas habrían ingresado en recesiones profundas y prolongadas, de las cuales no habrían salido, como ocurre con las economías europeas.

Sin embargo, los gobiernos de Argentina y de Brasil, con orientaciones distintas de las actuales, no se dejaron llevar por la crisis y reaccionaron en contra de la recesion, con medidas anticíclicas. Con ello pudieron sacar rápidamente a las economías de la recesion, volver a crecer, superar el desempleo y retomar la dinámica de expansión económica con distribución de renta, que permitió el momento más virtuoso de la historia de esos y de otros países del continente en este siglo.

Pero la derecha volvió a los gobiernos de esos países, como si no hubiera pasado nada. Como si no hubieran fracasado y arrojado a los países a las peores crisis recesivas en mucho tiempo, con altos niveles de desempleo y profundas crisis sociales. Como si no se hubieran dado gobiernos que recuperaron esas economías, superaron su crisis social y desarrollaron los programas de inclusión social más amplios de su historia.

La derecha retoma el mismo diagnóstico que había llevado a los ajustes, a las recesiones, a las crisis sociales. Necesita, para ello, borrar o descalificar todos los avances logrados a lo largo de este siglo. Como si Argentina y Brasil no estuvieran mucho mejor, de todos los puntos de vista, gracias a las políticas con las que han enfrentado a la crisis.

Tratan de pasar la idea de que la crisis actual es generada por el modelo que mejor funcionó. Dicen que se habría gastado demasiado. Que los gastos en políticas sociales serían la causa del desequilíbrio de las cuentas públicas. No las altísimas tasas de interés, no el pago de las deudas interna y externa, no la evasión de impuestos, no los paraísos fiscales, no los subsidios a los grandes empresarios, no la especulación financiera.

En realidad, la derecha vuelve para destruir lo que fue construido a lo largo de este siglo en los países donde logra, por una u otra vía, volver al gobierno. Su agenda es estrictamente negativa: privatización de propiedades públicas, menos recursos para politicas sociales, menos derechos para los trabajadores, más recesión, más desempleo. Más Estados Unidos en el continente y menos integración regional.

No pueden decir que son lo nuevo, porque rescatan a los viejos economistas neoliberales. Ni que van a retomar el crecimiento económico, porque ahondan la recesión. Ni que van a controlar las cuentas públicas, porque aumentan la inflación y el déficit público. No tienen nada para prometer, porque lo que hacen no tiene nada de popular, ni de democrático. Sólo pueden sobrevivir, blindados por los medios.

¿Cómo deben reaccionar las fuerzas populares frente a esa ofensiva conservadora?

Antes de todo, buscando el más amplio proceso de toma de conciencia, de movilización y de organización de los sectores populares, víctimas de las políticas de esos gobiernos. Sin eso, no será posible revertir la situación. En segundo lugar, buscar la más amplia unidad de las fuerzas opositoras, tomando como línea divisoria entre los dos campos al modelo neoliberal. Unir a todas las fuerzas antineoliberales. En tercer lugar, hacer un balance del pasado reciente, pero valorando todo lo conquistado como paso previo a la crítica de los errores. En el cuarto, finalmente, reconquistar la hegemonía de los valores que han llevado a los gobiernos progresistas a ser eligidos por la mayoría. Reelaborar los temas de la justicia social, de la democracia política, de la soberanía nacional, entre tantos otros, en los términos actuales, después de los avances de la derecha.

Como cada vez que se da una victoria política de la izquierda o de la derecha ésta es antecedida por una victoria en el plano de las ideas, hay que reimponer como objetivos fundamentales del país el desarrollo económico con distribución de renta, después de desarticular las falsedades con las que la derecha vuelve a los países de América latina.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-313307-2016-11-03.html

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Historia panameña, ¿ciencia o ideología?

Por: Olmedo Beluche

En Panamá, al mes de noviembre se le conoce como el “mes de la Patria”, ya que en su transcurso se conmemoran multiplicidad de gritos independentistas, algunos verdaderos y otros supuestos, en diversos municipios. Produciéndose la ironía de que es el país que más independencias celebra, siendo uno de los más dependientes del imperialismo norteamercano en América Latina. Por supuesto, la ocasión es propicia para, además de festejar y cantar loores a la patria, reflexionar sobre nuestra historia nacional, a ver si alguna moraleja extraemos de ella que sea útil para el presente.

Desde el aparato del estado, entes gubernamentales, medios de comunicación e ideólogos de diversa calaña aprovechan la ocasión para repetir los consabidos mitos y falacias erigiendo estatuas de pulido bronce a los abuelos de la oligarquía istmeña y trastocando hechos. Esta labor es particularmente enjundiciosa en torno a la conmemoración del 3 de Noviembre de 1903, fecha en que se produjo la separación de Panamá de Colombia.

Es que cuesta trabajo presentar una intervención armada norteamericana y un acto de vil traición a la patria, panameña y colombiana, como si fuera un acto de heroica liberación. Por ello, los ideólogos de la burguesía panameña se esfuerzan por remozar y apuntalar el mito al que cada año le salen más grietas por donde se escapa la simple verdad del acontecimiento tan celosamente escondida a los ojos del pueblo.

Ya lo dijo Carlos Marx hace tiempo: “la ideología dominante es la ideología de la clase dominante”. Porque la ideología es tan o más efectiva que las armas para garantizar la dominación, la opresión y la explotación. Mientras un pueblo crea los cuentos de la clase dominante no hará falta reprimirlo para imponer el orden.

Lo que da grima es ver tanta gente seria, tanto historiador profesional y hasta autotitulados marxistas que, con toda candidez, repiten los cuentos de hadas que relata la oligarquía y sus amanuenses. Francamente asombra tanta ausencia de pensamiento crítico.

Una actitud crítica no requiere haberse leído los tres tomos de El Capital, ni hacer gárgaras con El Manifiesto Comunista. Basta con usar la lógica y preguntarse: ¿La historia que nos echan sobre el 3 de noviembre es cierta o es falsa? ¿Tiene sentido todo lo que se afirma? ¿Qué dicen los hechos?

La historia puede ser ideología o puede ser ciencia. Lo que distingue a la segunda de la primera son los hechos objetivos, es decir, lo que realmente pasó. Y los hechos están ahí a la vista del que quiera ver, en multiplicidad de libros de historiadores reputados, nacionales y extranjeros. Pero cierta izquierda inconsecuente prefiere quedarse en el marco de los prejuicios y hacerse eco del mito porque es más cómodo y así no se corre el riesgo de caer mal. Misma actitud que prevalece sobre el debate respecto a los derechos sexuales y reproductivos, en especial de las mujeres. Mejor seguir la corriente.

Cuando alguien saca a relucir los hechos bochornosos que rodearon la “indepencia” de Colombia, la primera tontería que suele responderse es que se trata de un “antipatriota” que no quiere a Panamá. Por esta vía resulta que quienes trabajaron para que Estados Unidos impusiera un canal controlado “como si fueran soberanos” son los patriotas, los próceres. Quien cuestione ese proceder es antipatria. Ya de salida los argumentos se mueven al terreno de los prejuicios y la actitud científica se esfumó.

De ahí deriva en que debemos llamar “independencia” al acontecimiento que convirtió a Panamá en un protectorado de Estados Unidos, logrado por la ocupación militar de facto del Istmo por miles de soldados yanquis y decenas de acorazados del Army Navy, que creo la Zona del Canal, que impuso nuestra versión de la Emienda Platt en el artículo 136 de la Constitución de 1904. Hecho en el que los actores centrales fueron los empleados de la transnacional imperialista Panama Rail Road Company y la Compañía Nueva del Canal (francesa) y su adminstrador en Nueva York, William N. Cromwell.

No hace falta el ingenio de Galileo Galilei para preguntar con suspicacia: ¿Si fuera cierto que la separación es un acto de liberación del pueblo panameño frente a la opresión colombiana, dónde están las luchas de liberación, las manifestaciones populares, las insurrecciones y las proclamas? ¿Los liberales de Victoriano y Belisario Porras? Victoriano peleaba por la tierra y los derechos de los indígenas, como consta en sus biografías. Y Belisario escribió como colombiano y contra la separación en La Venta del Istmo (mayo de 1903).

O, ¿el gobierno colombiano oprimía, “mantenía en el olvido” sólo al pueblo panameño, o también al cartagenero, antioqueño, tolimense y caucano? ¿Los comerciantes istmeños eran también oprimidos o participaban de ese gobierno? ¿No fueron Tomás Herrera y José D. Obaldía presidentes de Colombia? ¿Y Justo Arosemena, José A. Arango, Manuel Amador Guerrero y tantos otros senadores, funcionarios y ministros? ¿No eran corresponsables?

Es evidente que la “leyenda dorada” y la seudomarxista “versión ecléctica” pretenden exonerar a la oligarquía comercial panameña de los males que aquejaban a Colombia, convirtiéndolos en supuestos adalides de la “liberación nacional”. No se entiende como alguien que se llame marxista pueda defender una falacia tan evidente.

Los argumentos más sofisticados, llegados a este punto, se mueven al siglo XIX, para justificar los acontecimientos de 1903. La “prueba” serían las llamadas “actas separatistas” de 1826, 1830, 1831, 1840, el estado federal de 1855. Pero resulta que la interpretación de esos acontecimientos es fruto de una historia reescrita luego de 1903, para justificar la separación, y se ha hecho descontextualizando el conjunto de las circunstacias específicas que los rodearon y que afectaron a toda Colombia.

Labor de falseamiento e ideologización de la historia desembozadamente propuesto por Carlos Gasteazoro, padre de nuestra historiografía, en su presentación de la reedición del Compendio de Historia de Panamá, de Sosa y Arce, publicado por la Universidad de Panamá en los años 70. Asunto que ya hemos abordado en nuestro ensayo Estado, nación y clases sociales en Panamá (1997) y en el artículo El debate del Centenario, publicado por la Revista Lotería (2006), y que no vamos a repetir aquí.

La suma de toda la ignorancia posible la expresan quienes en una osadía sin parangón ni sonrojo, alegan que ya existía una “nación panameña” desde que Balboa descubrió el Mar del Sur, e incluso antes con nuestros pueblos originarios. ¿Nuestros indígenas eran “panameños”? ¿O eran ngabes, bugleres, kunas, cuevas, bokotas, bribri, etc.? ¿Balboa era panameño o era español?

Estos argumentos expresan una ignorancia tan supina que no merecen mayor demostración, cuando en este continente, pese a las ideas precursores como Miranda, la idea de la indepencia, es decir la ruptura de la nación hispanoamericana, no quedó sólidamente colocada sino hasta el fracaso de la Constitución de Cádiz en 1810. Y, aún después, le costó a los libertadores sumar a su proyecto nacional a las clases explotadas como indígenas y esclavos negros, quienes veían a la oligarquía criolla como enemiga fundamental y al rey español como aliado en la lucha por sus derechos.

Pero el paroxismo irracional, rayando en la xenofobia, llega cuando, acabados todos los argumentos, se dice que “bueno, pero los gringos nos hicieron un favor, porque si no estaríamos vueltos un desastre como lo es Colombia”. Y, sí, Colombia duele, y es lamentable la situación a la que ha sido conducido el hermano pueblo por una oligarquía antidemocrática y paramilitar. Pero esa no es la discusión.

Los crímenes de la burguesía colombiana contra su pueblo no justifican los crímenes de la burguesía panameña contra el suyo. Además, nadie ha propuesto volver a ser una provincia de Colombia. De lo que se trata es de reconocer a los enemigos de nuestros pueblos, colombiano y panameño: el imperialismo norteamericano y nuestras clases gobernantes. Y eso es lo que no quieren que sepa el pueblo y por eso usan la historia como ideología. Sólo sobre la base de esa verdad podremos luchar por una unidad continental con un fundamento más realista y efectivo que soñado por Bolívar al crear la Gran Colombia.

Finalmente, la verdadera dimensión del acontecimiento de noviembre de 1903 la da el hecho de que los siguientes 100 años de nuestra historia, el pueblo panameño tuvo que luchar contra las consecuencias del hecho: el Tratado Hay – Bunau Varilla y la presencia norteamericana en el canal. Esto es una verdad irrebatible.

En esa lucha contra el imperialismo norteamericano, y no contra Colombia, en la que generaciones panameñas forjaron con sangre de sus verdaderos héroes (en 1925,1947, 1964) se formó la nacionalidad panameña, resisitendo la asimilación y la aculturización anglosajona.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=218793&titular=historia-paname%F1a-%BFciencia-o-ideolog%EDa?-

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Los falsos polos de la moral

Por: Carolina Vásquez Araya

Las condiciones de confinamiento en el Centro Juvenil de Privación de Libertad para Varones, Etapa 2 en San José Pinula, Guatemala, descritas la semana pasada por la jueza Verónica Galicia, son indignantes. Adolescentes confinados en espacios mínimos como si fueran celdas de castigo, drenajes colapsados, escasez de agua, promiscuidad; en fin, un escenario digno de película de horror constituye la vida de estos jóvenes en conflicto con la ley.

En cierto modo, este trato degradante responde muy bien a la actitud general que condena a niñas, niños y adolescentes de escasos recursos a soportar toda clase de abusos y violación de todos sus derechos. A tal extremo llega la insensibilidad colectiva que incluso hay quienes se atreven a expresar públicamente su deseo de exterminar a estos grupos de niños y jóvenes para “sanear” a la comunidad.

Ese es uno de los rasgos más evidentes del deterioro moral en un país sin rumbo político, hundido en la corrupción, cargado de odios y resentimientos cruzados entre etnias, estratos sociales y el agravante de un premeditado abandono por parte del Estado en temas de un enorme potencial constructivo, como son la educación y la cultura. Esto, porque una sociedad educada e informada es una amenaza para los grupos de poder.

Curioso eso de la moral. Una sociedad dividida en buenos y malos sin mayores consideraciones sobre las causas que han llevado a una importante parte de la población a violar la ley. ¿Qué sucede en ese segmento mayoritariamente compuesto por jóvenes empujados por el abandono, la falta de establecimientos educativos dignos, la ausencia de políticas públicas diseñadas específicamente para atender como corresponde a esta parte de la ciudadanía? ¿En dónde está la presencia del Estado como ente rector para garantizarles la vida, la libertad, la justicia, la paz y el desarrollo integral, como lo manda la Constitución en su primer capítulo?

El Centro en referencia ha sido cerrado temporalmente con acertado criterio por la jueza Galicia, con la finalidad de remodelarlo y darle las condiciones adecuadas a sus funciones. Pero eso no resuelve todo. También están los “Hogares Seguros” bajo la supervisión del Estado, en donde se supone se refugia a niñas, niños y adolescentes sin deudas con la ley, sino vulnerados en sus derechos.

Desde uno de estos hogares ha desaparecido un centenar de niñas, hecho deslizado sin mayor impacto a través de las redes sociales y las páginas de los medios. Quizá porque estas niñas no son “buenas” desde la perspectiva de una sociedad indiferente a su suerte. Ellas no pertenecen a la sociedad. Para quienes las perciben como una amenaza potencial, son “prescindibles”. Entonces, para ellas no hay voces elevándose en protesta por su vida de miseria y agresiones. Para ellas, en realidad, el futuro es un espacio en blanco el cual quizá nunca alcancen a disfrutar.

Pero entonces ¿quiénes gobernarán cuando las generaciones actuales se retiren? ¿Quiénes llevarán con su productividad el peso de la carga que representan las generaciones pasivas? No parece ser una preocupación –dejando de lado los sentimientos y las consideraciones puramente humanas- el hecho de estar deslizándose hacia una situación de desequilibrio económico y social de enormes proporciones, próxima a reventar mientras quienes dirigen los destinos se ocupan de competir entre pares para monopolizar el poder.

Esta juventud abandonada es el futuro de la nación, les guste o no. Para ellos la prioridad es sobrevivir en un contexto que les resulta tan ajeno como indiferente. Mientras, se les exije una conducta moral que sus mayores no poseen.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=218668&titular=los-falsos-polos-de-la-moral-

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