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Génesis de la Universidad Nacional

Por: Ignacio Mantilla

Como ha sido costumbre desde hace algunos años, la celebración se realizó en el marco de la semana universitaria en la que se programan múltiples eventos culturales y académicos, y en la que tiene lugar el acto académico más importante del año, cuyo propósito es exaltar y distinguir a personalidades y profesores que con rectitud y dedicación han llevado a cabo una labor que la comunidad universitaria destaca como sobresaliente y ejemplar.

Este año, la celebración ha tenido un especial significado: la Universidad se prepara para conmemorar en 2017 el sesquicentenario de su fundación. Será un año lleno de eventos que resaltarán su papel y destacarán el legado universitario que como consciencia y guía fundamental para la educación superior del país, ha dejado en la formación de miles de profesionales y nuevos investigadores.

Los orígenes de la Universidad Nacional pueden rastrearse en la promulgación de la Ley del 18 de marzo de 1826 y el Decreto del 3 de octubre del mismo año que fijó el plan de estudios del gobierno del general Santander en la Gran Colombia, para apoyar la construcción de una nación moderna e ilustrada.

Aquel Código de 1826, redactado por el general Santander, constituyó un avance importante en la concepción educativa del país, pues eliminó el dominio religioso en la educación, pasando este poder al Estado; y extendió la instrucción pública a todos los rincones de la patria, creando los Colegios Santanderianos y escuelas y universidades en distintos departamentos. Gracias a este Plan de educación se logró la creación de las universidades Central de Bogotá, Central de Quito y Central de Caracas. La reforma educativa del 26 implantó el modelo napoleónico de educación, ampliamente adoptado por las nuevas repúblicas latinoamericanas, desplazando el modelo clerical del Imperio Español.

En 1830 y gracias a las conversaciones sostenidas con Wilhelm von Humboldt durante su exilio, Santander se introduce en las ideas renovadoras sobre educación que se desarrollaron con éxito en Alemania a partir de la famosa reforma educativa de 1808 adelantada precisamente por Humboldt. En los encuentros con el sabio alemán y en su visita a la Universidad de Berlín, Santander recibe la influencia metodológica, científica e investigativa de la reforma educativa alemana que se contrapuso a los modelos napoleónicos de la educación en Europa y que habían sido los paradigmas teóricos, utilizados por el mismo Santander en la fundación de la Universidad Central con sus tres seccionales en Quito, Bogotá y Caracas.

Su obsesión por la educación pública lo condujo a adquirir un gran conocimiento en esta materia, Santander pensaba que la educación superior debía ganar ante todo en autonomía. Estaba convencido de que los decretos de 1826 ponían a las universidades cadenas estatales indebidas que la limitaban para desarrollar libremente la investigación científica. El general trabajó por más de dos años redactando y discutiendo un nuevo código de instrucción pública que fue entregado al Congreso para su aprobación en 1834.

Lamentablemente, dichas ideas encontraron fuerte oposición en el Congreso de la Nueva Granada. El respeto de Santander por la institucionalidad le detuvo a forzar su aprobación. El proyecto de 1834 se discutió por cerca de ocho años y al final no fue aprobado por el Congreso. No obstante, Santander sí llevó a cabo, durante su período como presidente, algunos cambios en la educación de la República con los que logró incrementar sustancialmente el número de escuelas, la participación de la mujer en la educación y los cupos para la formación superior.

Estos ideales liberales del general Santander están de alguna manera reflejados en el proyecto de ley de 1864 que buscaba organizar la universidad, presentado por Manuel Plata Azuero y José María Samper al Congreso de los Estados Unidos de Colombia. Este proyecto, que se convertiría en la ley que finalmente da vida a la Universidad Nacional fue un proyecto de profundas motivaciones pacifistas para formar a jóvenes provenientes de cada rincón del país recién constituido. Un proyecto de universidad para toda la nación y de todos los colombianos en donde los jóvenes encontraran verdaderas posibilidades para desarrollarse personalmente y, a partir de allí, llevar progreso a sus regiones.

El gran esfuerzo del Estado en esta línea de acción se consolidócon la ley 66 por la cual se organiza la Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia, hoy conocida como la Universidad Nacional de Colombia, aprobada el 22 de septiembre de 1867. El objetivo principal de esta Ley era contar con una institución mediante la cual el Estado organizara y desarrollara las políticas de educación superior para el país.

Esta universidad, de carácter nacional, ostentaba una relativa autonomía frente al gobierno de turno y total financiamiento por parte del Estado, como lo había propuesto Santander. Su misión se definió como la de desarrollar y fortalecer el saber académico, la ciencia y la investigación a través de seis escuelas que pretendían cubrir todas las áreas del conocimiento: la Escuela de Medicina, de Derecho, de Ciencias Naturales, de Ingenieros, de Artes y Oficios y de Literatura y Filosofía.

La Universidad Nacional de Colombia, desde sus inicios, ha estado comprometida con grandes objetivos sociales y con el pensamiento libre. Ahora, 149 años después, la Universidad Nacional, patrimonio de todos los colombianos, continúa fiel a los principios rectores de sus orígenes de servicio a Colombia, desarrollando con excelencia su quehacer académico.

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/genesis-de-universidad-nacional

Imagen: https://plus.google.com/118431447098053475449

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La virtud del magisterio: Luis Ramiro Beltrán Salmón

Por: Francisco Sierra Caballero

Este discurso fue pronunciado el 23 de septiembre de 2014 en La Paz, Bolivia, durante el acto de entrega de la Medalla de Oro de Ciespal, el más alto reconocimiento de la institución, al comunicólogo boliviano Luis Ramiro Beltrán Salmón, fallecido el 11 de julio de 2015. Lo reproducimos en su memoria.

Si la autoría constituye una función pública de articulación de espacios, de recuerdos, omisiones, momentos incidentales y pura contingencia, la vida y obra de Luis Ramiro Beltrán es, sin lugar a dudas, la más prolífica y creativa del continente americano pues, desde siempre, ha sido proclive a ir trenzando constelaciones de patrimonio simbólico para el acuerdo o la controversia, que han marcado un antes y un después en la comunicología latinoamericana. Ciespal reconoce en él no solo a un pionero de la Escuela Latinoamericana de Comunicación, sino a un pensador incómodo e intempestivo, que supo despejar el horizonte intelectual del pensamiento emancipatorio, disolviendo malentendidos o lugares comunes a fin de alumbrar lecturas disidentes del bagaje con el que el pensamiento latino en comunicación ha ido transitando los cambios históricos acontecidos a lo largo del último siglo. En definitiva, sin su liderazgo y concurso no hubiera tenido lugar el proceso de catálisis por el que hoy podemos repensar las matrices epistémicas de un pensamiento propio en la región.
El determinante papel académico y político de nuestro autor lo hace acreedor de todos los reconocimientos. Ahora bien, este homenaje de Ciespal no es un mero recuerdo o ejercicio ritual de celebración de la necesaria memoria histórica en su nombre, tan habitual, por otra parte, en la lógica académica. El término homenaje, que se remonta a la Edad Media, proveniente del provenzal homenatge, significaba en el latín tardío homenaticum, pues aquel que comprometía fidelidad a su señor, era denominado hombre. Adquiría, en suma, un reconocimiento o suerte de ciudadanía por el acto de veneración y respeto a su señor. En castellano, el significado de homenaje tiene tres acepciones. El sentido común designa el acto que se celebra en honor a alguien, pero también, respeto y veneración hacia una persona, al tiempo que, obligado cumplimiento de cualquier pacto como juramento solemne de fidelidad. Hablar de admiración y respeto, de la veneración compartida por todos respecto a la figura de Luis Ramiro Beltrán como académico y persona es por obvio un ejercicio en vano. Pero no tanto, quizás, el pacto o compromiso que ello significa, desde el punto de vista de la fidelidad a sus ideas, a su trayectoria intelectual, al legado que nos ha dejado. Y este sentido del homenaje es el que conviene recordar como reconocimiento, como memoria, como proyecto vivo de la Comunicología Latinoamericana.
Sí, como dejó escrito José Carlos Mariátegui: por lo general, quien no puede imaginar el futuro tampoco puede pensar el pasado; y, por lo mismo, quien no cultiva la memoria poco o nada puede proyectar en el horizonte histórico, las páginas de este modesto homenaje que Ciespal brinda a nuestro principal autor de referencia, tienen la voluntad de tejer nuevas utopías y proyectos históricos emancipatorios para el derecho a la comunicación en lugar del concepto equívoco del homenaje como acto ritual desprovisto de sustancia y contenido, como momento episódico y posmoderno siempre apolítico, más aún en un tiempo como el actual que si por algo se distingue es, justamente, por la preeminencia de una cultura pragmática y una percepción del presente perpetuo, marcada, incluso teóricamente, por el olvido de la historia y la negación de toda lectura crítica sobre las cenizas del pasado.
La complejidad y la velocidad de los cambios informativos en curso han penetrado tan profundamente en las estructuras y formas de sociabilidad que la naturalización, a nivel del discurso público, de las lógicas dominantes de mediación se ha revestido de tal consistencia y opacidad, que, bajo la apariencia de una falsa transparencia, parecen irreductibles a la crítica científica, mientras el proceso de estructuración y organización de la comunicación y la cultura pública inciden en las lógicas de dominación y desigualdad material y simbólica, características del modo de producción capitalista.
La naturalización de las formas desvertebradas y alienantes de la cultura contemporánea ha reafirmado así, como consecuencia, una concepción individualizada de la vida social que debe ser objeto de crítica para hacer visible las causas sociales de fenómenos desconcertantes de la ‘modernidad líquida’ que fragmentan y descomponen los marcos axiológicos y de convivencia. En este sentido, dos obstáculos fundamentales para la teoría crítica son, por un lado, el poder dominante de la metafísica burguesa, en especial la ilusión extensamente propagada de que el mercado capitalista y el régimen capitalista de producción son eternos e insuperables y, por otro, el imperio de una teoría y academia miopes incapaces de pensar más allá de los límites formales que determina el proceso o la lógica de acumulación.
Esta miopía intelectual sobre los dispositivos de control y subsunción social de los mundos de vida por el capital es la clave de la renuncia a una idea de sociedad crítica y comprometida con los espacios próximos de reproducción cultural y con la articulación dialógica de las complejas relaciones a distancia que median los sistemas desterritorializados del poder basado en flujos de información, que hoy también colonizan el pensamiento y la producción teórica, condicionando una nueva concepción del intelectual y de los trabajadores de la cultura.
Por ello, el homenaje dedicado a Luis Ramiro no puede ser de otro modo que aprendiendo de su virtud y de su legado; una reivindicación del deber de fidelidad a la virtud insobornable de pensar desde el compromiso y una política de lo procomún que ha venido mostrando, ejemplarmente, a lo largo de su trayectoria, al promover en América Latina esperanzas de futuro desde la conciencia despierta de lo que hoy se reformula como sumak kawsay.
No es cuestión glosar aquí la fructífera y rica trayectoria intelectual de Luis Ramiro. Tratar de resumir sus contribuciones al campo latinoamericano de estudios en comunicación y a la propia Ciespal sería demasiado profuso y materialmente imposible en unas pocas líneas. Maestro de comunicadores, inspirador y líder de una generación de estudiosos que hizo real el paradigma de la Teoría de la Dependencia en Comunicación para la insubordinación de los conocimientos locales, pretender, como decimos, resumir en unas pocas páginas toda una vida dedicada a la labor de ingeniero incansable de utopías nos llevaría a la paradoja de Funes el memorioso de Borges y, además, no es la razón de ser de este texto, pues tal empeño es tarea de biógrafos y estudiosos de la Genealogía de la Comunicación Latinoamericana.
Únicamente nos permitimos la licencia de señalar, por justicia, y lo evidente del hecho histórico que motiva tal conmemoración, que Ciespal le debe a Luis Ramiro Beltrán lo que hoy es como institución: un espacio de encuentro y articulación de la Comunicología Latinoamericana pensada, en su proyección, desde el sentido y sentimiento del Sur. El norte o guía de la caja de herramientas que hizo posible la Escuela Latinoamericana de Comunicación como un proyecto utópico de Comunicología del Sur está en deuda con el maestro. Y esta certera asunción o compromiso nos ha acompañado siempre desde que conocemos a Luis Ramiro Beltrán y compartimos amistad, primero en Sevilla, donde le hiciéramos un merecido y modesto reconocimiento la comunidad académica iberoamericana, posteriormente, en La Habana, Madrid y, hoy, en La Paz. Por ello, tal reconocimiento es, en cierto modo, una defensa del corpus conceptual y la práctica teórica surgida en los setenta como ruptura y desconstrucción frente a las corrientes dominantes en las antiguas y nuevas metrópolis occidentales; es decir, frente a las teorías foráneas del funcionalismo norteamericano y la teoría crítica marxista de la Escuela de Frankfurt, cuando en América Latina se comenzó a enunciar nuevas agendas propias adaptadas al contexto de movimientos y luchas políticas y sociales de la región, construidas desde la dialéctica de la hibridación y el mestizaje que reconoce la praxis, la diversidad y la participación como medulares en la comunicación, entendida esta como proceso de mediación social.
Como sabemos, es en suma, desde el reconocimiento de las particularidades históricas y culturales de América Latina, donde se comienza a tejer la propuesta de comprensión de la comunicación desde la perspectiva social y cultural. Las prácticas locales y creativas y los testimonios de resistencia suscitados a través de los procesos de comunicación participativa dan consistencia al pensamiento comunicacional latinoamericano. Es en este marco, que la Academia regional hace visible la construcción de pensamiento desde la praxis como posibilidad de reflexión a partir de la práctica/acción, de acuerdo con Ramiro Beltrán, y la investigación-acción Participativa como metodología colectiva de producción de conocimiento, donde la cooperación de los actores, siguiendo las exploraciones de Orlando Fals Borda en Colombia, en torno a la experiencia de lo popular y lo cotidiano, constituye el alfa y el omega de toda práctica teórica. De tal manera que el conocimiento científico es interpelado por la emergencia de otros saberes desde las culturas populares, afroascendientes e indígenas, en función de la construcción socioanalítica de conocimiento colectivo como lógica de apropiación de los saberes locales comunes, resituando la Comunicología en el terreno de las formas ancestrales y antagonistas de lo procomún, de la tierra y las cosmogonías invisibilizadas por la racionalidad cartesiana como opción epistémica y política frente a la condición de colonialidad en la que ha vivido históricamente América Latina. De aquel tiempo a esta parte, la larga noche neoliberal ha tratado de mudar tal espíritu reivindicativo. Pero como dice el adagio popular: “No hay mal que dure cien años…”, y “…tras la tormenta llega la calma”, pues, “…toda noche tiene su Alba…”. Así hoy, países como Bolivia y Ecuador han experimentado cambios significativos en la estructura del Estado y la cosmovisión de las políticas públicas con el reconocimiento de base del pensamiento de los pueblos originarios. Esta es apenas, como señala Boaventura de Sousa Santos, un punto de partida, “una victoria del movimiento social, del movimiento indígena y del movimiento popular” (De Sousa Santos, 2009: 61). Sin embargo, más allá del plano normativo, es el inicio de un proyecto de transformación y justicia cognitiva que debe llevarnos a pensar el estatuto de las ciencias sociales y de la comunicología en particular.
Si bien la hibridación social fue casi siempre negada en el plano conceptual de la práctica teórica como una desviación de la norma, hoy por hoy, en la era del capitalismo cognitivo, la ruptura con el eurocentrismo y el imaginario científico occidental es como se evidencia la condición para el desarrollo autónomo del campo científico regional. Ello exige, a diferencia de otras épocas, reformular las bases epistémicas de la comunicología en virtud de un proyecto histórico transmoderno, transoccidental, dialógico y articulado en, por, desde y para el Sur, atendiendo la singularidad creativa de sus culturas originarias. Ahora bien, para construir una epistemología del Sur para la comunicología latinoamericana, como rearticulación de la teoría crítica de la mediación social, basada en la cultura académica emancipadora y antagonista de la Escuela Latinoamericana de Comunicación (Elacom) no partimos de cero. De Freire a Escobar, de Martín Barbero y García Canclini a Dussel y Quijano, y los estudios poscoloniales, pasando por Boaventura de Sousa Santos, la apuesta por la decolonialidad del saber-poder informativo nos plantea el reto de reformular las bases del discurso científico comunicacional a partir de una crítica del poder mediador del pensamiento hegemónico angloamericano desde las matrices culturales del paradigma amerindio por el que Luis Ramiro se introdujo durante su período de residencia en Quito (1984-1991) de la mano de Wilson Hallo y que recientemente se materializó en el Proyecto Ameribcom (Beltrán, L. R.; Herrera, K.; Pinto, E. & Torrico, E., 2008).
La apuesta por formas diferentes de ver el mundo, de interpretar e intervenir en él constituyen una tradición epistémica propia del pensamiento latinoamericano desde su génesis, construyendo nuevas bases y estilos de conocer y representar el universo a partir de formas comunitarias inspiradas en la filosofía de la liberación y la cultura de la resistencia que hoy, a fuerza, deberían ser enriquecidas además por la emergencia reciente de los movimientos indígenas en una nueva lógica de compromiso intelectual(1).
El redescubrimiento de lo propio como empoderamiento del pensamiento y la realidad latinoamericana se traduce en la comunicología latinoamericana, en una reivindicación de la diferencia. Además también en un cuestionamiento y antagonismo de la norma y el pensamiento dominante de la modernización occidental y la ciencia neopositivista hegemónica en el Norte. En su origen, por ejemplo, la Escuela Crítica Latinoamericana demuestra con su emergencia y potencia crítica deconstructiva que “un pensamiento de fronteras, márgenes (que es donde mejor se ve la gramática del poder); está en las rutas, plazas, pueblos, marchas con las poblaciones y también en los foros, las cumbres, las jornadas de discusión, en las asambleas constituyentes en todos estos vertiginosos años” (De Sousa Santos, 2009: 5) que cuestionaron la hegemonía angloamericana. Así, por ejemplo, con el movimiento Nomic y, posteriormente, la defensa del Informe McBride, América Latina, con Luis Ramiro Beltrán a la cabeza, lideraría el debate sobre el acceso a la información y la democratización de la comunicación como componente fundamental de los Derechos Humanos, lo que marcaría un punto de inflexión en las agendas de investigación. Esta tradición que legitima un saber-hacer diferenciado constituye, como reconoce el propio autor, el principal elemento original de la comunicología latinoamericana. La filosofía de la praxis es la razón que habría de animar al maestro a convertirse en el eje de articulación del frente del Nomic, como impulsor de la Conferencia de San José de Costa Rica, y, más allá, en abogado defensor del concepto sistemático e integral de Políticas Nacionales de Comunicación. Como es de conocimiento público, aquel encuentro pudo haber acontecido en Buenos Aires, Lima o Quito. Pero entonces, como hoy, los voceros de la SIP y de AIR orquestaron una campaña de presión contra los gobiernos nacionales y la propia Unesco. Al igual que, actualmente, el capital acosa y trata de deslegitimar los procesos de democratización de Bolivia, Venezuela, Ecuador o Argentina. Por ello, es preciso recordar de dónde venimos -la lección es del todo evidente- y qué legado nos deja el artífice de la Comunicología de la Liberación.
Actualizar sus propuestas, su ejemplo de disciplina y compromiso, la metódica voluntad de insubordinación al neocolonialismo de propuestas como la ALCA que amenazan el sentido y progreso del Buen Vivir da toda la razón de ser a este reconocimiento público, quizás, es de lamentar, muy tardío por parte de Ciespal, pero aun así ello nos permite repensar y seguir luchando por el código, por la información y el conocimiento libres, por una obra y un pensamiento que hacemos nuestro en la asunción del deber de formar y transformar la realidad a partir en la actualidad de nuevas bases, pues, de acuerdo con el profesor Erick Torrico, es preciso renovar el legado de Luis Ramiro Beltrán a partir del programa de investigación sobre modernidad/colonialidad que Escobar, Quijano, Castro-Gómez, o Dussel vienen proponiendo para deconstruir las matrices eurocéntricas y definir un nuevo horizonte epistémico con el que pensar las ciencias sociales desde la autonomía, el pensamiento propio y la lucha por la emancipación social. Se trata, en fin, no de otra cosa que hacer efectivo el principio de homenaje como fidelidad al pensamiento antiestratégico de Luis Ramiro Beltrán que, hoy por hoy, iniciativas como el Foro Nuestra América identifica como reivindicación de la memoria al defender la soberanía tecnológica, la autonomía informativa, la defensa de los medios y prácticas comunicativas propias, así como las plataformas libres y las políticas públicas adecuadas a las realidades nacionales de Latinoamérica.
En esta voluntad transformadora radica la universalidad de la obra de Luis Ramiro Beltrán, la primera voz propia de América Latina que revolucionó el estatuto de la comunicología hegemónica para, en el fondo, dar voz a los sin voz, y repensar el sentido y la praxis de la comunicación para el cambio social en el paso de la lógica del escamoteo funcionalista a la estrategia del disimulo que alumbrara lo que el profesor Marques de Melo ha venido sistematizando como Escuela Crítica Latinoamericana de la Comunicación. En esta transición de la filosofía de la praxis comunicacional, “Beltrán es uno de los primeros comunicólogos en pensar América Latina como unidad con ciertas peculiaridades históricas e identitarias, razón por la cual se considera uno de los fundadores -junto a Pasquali, Verón, Díaz Bordenave o Marques de Melo- de la Escuela Crítica Latinoamericana de la Comunicación” (Barranquero en Beltrán, 2014: 30), cuya principal contribución fue imaginar, siempre, la mediación desde abajo, desde las comunidades y actores sociales, dando así rienda suelta a su inclinación artística, jugando a los palimpsestos con la Ciencia de la Comunicación. Tal virtud está, en el fondo, en su ADN cultural. La polivalencia y perfil polifacético hacen de él un artista de la comunicación, en tanto que atento observador de las culturas populares, de las formas de vida y resistencia de los movimientos sociales en la región. Si tuviéramos que definir a un académico tan inclasificable como Luis Ramiro, sería justamente como un investigador que piensa la comunicología como arte y técnica, como pensamiento nómada, como un reto de asunción, en el fondo, del ethos barroco. Y esta definición no es un rasgo menor o marginal. Antes bien, define, en esencia, la práctica teórica de nuestro autor.
El barroco es la forma de mediación de la lógica de la equivalencia y la racionalidad instrumental y la vida cotidiana, esto es, la afirmación de la forma natural y aliento a la resistencia que el trabajo y el disfrute de los valores de uso ofrecen al dominio del proceso de valorización. “El ethos barroco no borra, como lo hace el realista, la contradicción propia del mundo de la vida en la modernidad capitalista y tampoco la niega, como lo hace el romántico; la reconoce como inevitable, a la manera del clásico, pero, a diferencia de este, se resiste a aceptarla, pretende convertir en bueno el lado malo por el que, según Hegel, avanza la historia” (Bolívar Echeverría, citado por Dussel, 2012). Es esta mirada atenta a la inmanencia de la vida, la potencia del deseo, la realidad bizarra, extravagante y ornamental, la que ilumina el hilo rojo de la comunicación regional que Luis Ramiro supo capturar con inteligencia. Y que tan relevante se nos antoja en la contemporaneidad para pensar el capitalismo cognitivo. Pues, como ilustra el filósofo Bolívar Echeverría, el ethos barroco es el fundamento cultural que puede garantizar en América Latina una lectura otra para la emancipación. Es el que permite una subjetivación política y la emergencia de un nuevo sujeto de conocimiento legitimando el saber-poder como disyunción, subsunción y excentricidad, necesarios hoy más que nunca en los espacios liminares de la llamada Economía Creativa. De ahí la apuesta, acorde con la naturaleza fugaz del capitalismo informacional, por un conocimiento local, efímero, transitorio, particular de la heterotopía que fraguó la cultura latinoamericana, y que hoy exige una mayor reflexividad compartida. En otras palabras, pensar las diásporas como comunidades, como espacios de fuga y resistencia, de construcción y reconstrucción de identidades, durante más de quinientos años de lucha, nos permite dibujar una nueva epistemología o pensamiento de frontera, neobarroco, del Sur, de los márgenes, fluido y complejo que genera nuevos procesos de producción de sentido común liberado a partir de las bases antes expuestas. Ahora bien, apostar por ello, de acuerdo con Boaventura de Sousa (2009), es dislocar la práctica de representación de la Teoría Global de la Comunicación, del centro angloamericano en favor de los márgenes amenazados, a partir de una fenomenología de la marginalidad basada en el uso creativo de las tradiciones culturales amerindias. Si el poscolonialismo anglosajón parte de una relación colonial fundada en la polarización extrema entre colonizador y colonizado, entre Próspero y Calibán, una polarización que es tanto una práctica de representación como la representación de una práctica; una lectura decolonial de la comunicología latinoamericana representa una subversión y crítica antagonista de lo mestizo, hibridado y creativo transfronterizo, una proyección modélica de lo transcultural americano que sienta las bases para una nueva epistemología del Sur constructivista, no funcional ni esencialista. El problema de este reto es cómo construir el pensamiento desde y a partir de los grupos y movimientos indígenas que luchan en el subcontinente por su liberación.
Luis Ramiro supo apreciar, en plena madurez y ya retirado de la academia, la brillante idea, a la vanguardia del conocimiento, de repensar la comunicación desde la cultura precolombina. En su epistemología cultural se observa una diferencia notable con Bolívar Echeverría. Luis Ramiro Beltrán supo ver en la Teoría de la Dependencia, a diferencia de cierto marxismo dominante en la región, un modo específico de comprensión de los problemas de la comunicación moderna a nivel regional. Como bien observa Dussel, la teoría latinoamericana no siempre apreció el aporte diferente de la teoría de la dependencia, con sus limitaciones, en la contribución de la academia a los procesos de transformación histórica y las luchas sociales de la región. Luis Ramiro sin embargo apostó por esta mirada estructural para convertir la comunicología en un campo de disputa de los imaginarios del cambio social. Es por ello que podemos afirmar que la filosofía de la cultura, el giro descolonizador y la actualidad y potencia del pensamiento latinoamericano, vista desde Quito, capital del barroco por excelencia, plantea con él otra mirada sobre el pensar comunicológico. Sabemos, a ciencia cierta, que es esta cultura de una conciencia insatisfecha la que hizo posible y necesaria su voluntad de deconstrucción del elitismo funcionalista, la colonialidad del saber-poder informativo y las anteojeras ideológicas de la academia acomodaticia del imperio. Es este ethos barroco, la lucha expresiva entre el alma y el cuerpo, la contradictora emergencia de la modernidad y la cultura de la miseria en Latinoamérica la que explica la potencia creativa de un pensamiento otro que -permítaseme el atrevimiento- explica la virtud y originalidad del pensamiento de Luis Ramiro Beltrán, su deambular bohemio entre la literatura y el periodismo, al tiempo que el rigor de la ciencia y la disciplina del método. Porque en el fondo sabe el maestro que la comunicación es Comunic@rte, creatividad, técnica y ciencia aplicada al mismo tiempo. Esa tensión entre literatura y pensamiento estratégico, entre rigor científico y creatividad cinética, entre pensamiento y acción, han marcado su vida y obra, entre la bohemia y la disciplina del conocimiento consistente, meticuloso y relevante.
El reto ahora es construir una comunicología contrahegemónica, incluyente, participativa, pensada para el Buen Vivir, reconstruyendo una vez más utopías de futuro para la región. Los textos y ejemplo del magisterio de Luis Ramiro Beltrán garantizan sin duda esta apuesta, en tanto que son puertas, ventanas, intervenciones para un pensar otro. Hoy que las prácticas y fuentes de referencia están de nuevo colonizadas por el dominio del capitalismo cognitivo, su ejemplo como impulsor de Alaic, Ciespal, Felafacs y el pensamiento propio, autónomo y rebelde de América Latina, cobra así viva actualidad. Solo hay que desplegar la competencia freireana de la escucha activa. Pues, en palabras del maestro: “Hay, en nuestra parte del mundo, una base institucional de excepcional calidad e influencia. Pero, puesto que obviamente ninguna de estas organizaciones puede asumir el gran reto por sí sola, es indispensable y urgente que todos ellos conjuguen sus recursos humanos y materiales, mediante un Comité Permanente de Coordinación Internacional, encargado de diseñar y ejecutar un Programa Cooperativo Regional de Promoción de Políticas para Democratizar la Comunicación”.
El homenaje de Ciespal es compromiso de fidelidad a su obra y estas, sus palabras. La asunción, en fin, de la virtud debida a la conciencia despierta, porque no renunciamos a la utopía y porque, bien lo saben, la mayéutica socrática es eso: el cultivo de una vida ejemplar. Quito, 8 de septiembre de 2014
Nota: 1. Para una revisión sobre las matrices originarias de la Escuela Latinoamericana de Comunicación y sus fundamentos teóricos desde una perspectiva crítica ver José Marques de Melo (1988): Communication Theory and Research in Latin America, Culture, Media & Society, vol. X, Nº 4, pp. 405-418, London: Sage; José Marques de Melo y Cristina Gobbi (org.) (2000). Gênese do Pensamento Comunicacional Latino-Americano: O Protagonismo das Instituições Pioneiras – Ciespal, ICINFORM, ININCO, Sao Bernardo do Campo: UMESP/UNESCO; Raúl Fuentes Navarro (2005). La emergencia de un campo académico. Continuidad utópica y estructuración científica de la investigación de la comunicación en México. Tesis doctoral, Departamento de Ciencias Sociales, México DF: Universidad de Guadalajara, UdG; Raúl Fuentes Navarro (1992). Un campo cargado de futuro. El estudio de la Comunicación en América Latina, México: CONEICC; José Marques de Melo (org) (1996). O pensamento latino-americano en Comunicaçao, Comunicaçao e Sociedade, 15, Sao Bernardo do Campo: UMESP; José Marques de Melo (1998). Teoría da Comunicaçao. Paradigmas Latino-Americanos, Petrópolis: Vozes; Gustavo León Duarte (2008): “ELACOM. Referente histórico y conquista de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de comunicación”, Revista Razón y Palabra, vol. 13, Nº 61, Marzo-Abril, ITEMS-CEM, Estado de México. José Marques de Melo (2009). Pensamiento Comunicacional Latinoamericano. Entre el saber y el poder, Sevilla: Comunicación Social Ediciones y Publicaciones; Gustavo León Duarte (2011). La Escuela Latinoamericana de Comunicación, Madrid: Editorial Académica Española; Luis Ramiro Beltrán (2000). Investigación sobre Comunicación en Latinoamérica. Inicio, trascendencia y proyección, La Paz: Plural Ediciones. Referencias Beltrán, L. R. (2014). Comunicología de la liberación, desarrollismo y políticas públicas. Málaga: Luces de Gálibo. Beltrán, L. R., Herrera, K., Pinto, E. & Torrico, E. (2008). La comunicación antes de Colón. Tipos y formas en mesoamérica y los Andes. La Paz: Centro Interdisciplinario de Estudios de la Comunicación. Castro-Gómez, S. (1996). Crítica de la razón latinoamericana. Barcelona: Puvill Libros. Castro-Gómez, S. y Mendieta, E. (1998). Teorías sin disciplina. Latinoamérica, postcolonialidad y globalización en debate. México DF: Editorial Porrúa. Castro-Gómez, S. (1999). Pensar(en) intersticios. Teoría y práctica de la crítica postcolonial. Bogotá: CEJA. De Sousa Santos, B. (2009). Una epistemología del Sur: la reinvención del conocimiento y la emancipación social. México DF: Siglo XXI / CLACSO. Dussel, E. (2012). Modernidad y ethos barroco en la filosofía de Bolívar Echeverría, México DF: UAM-Iztapalaba. Echeverría, B. (2005) (comp.) La mirada del ángel, México DF: Ediciones ERA. Echeverría, B. (2010). Antología. Crítica de la modernidad capitalista. La Paz: Vicepresidencia de Bolivia / Oxfam. Escobar, A. (1996). La invención del tercer mundo, construcción y deconstrucción del desarrollo. Bogotá: Editorial Norma. Escobar, A. (2010). Una minga para el postdesarrollo: lugar, medio ambiente y movimientos sociales en las transformaciones globales. Lima: Programa Democracia y Transformación Global y Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Recuperado de ‹http://www.unc.edu/~aescobar/text/esp/escobar.2010.UnaMinga.pdf›. Lander, E. (comp.) (2001). La colonialidad del saber. Eurocentrismo y ciencias sociales. Buenos Aires: CLACSO / CICCUS. Marques de Melo, J. y Gobbi, M. C. (orgs.) (2003). Pensamento comunicacional latinoamericano. Da pesquisa-denuncia ao pragmatismo utópico. Sao Paulo: UMESP / Unesco. Sierra, F. , Bolaño, C. y Mastrini, G. (edit.) (2012a). Political Economy, Communication and Knwoledge. A Latin American Perspective. London: Hampton Press. Sierra, F. y Martínez, M. (edit.) (2012b). Comunicación y desarrollo. Prácticas comunicativas y empoderamiento local. Barcelona: Gedisa.

Fuente: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/carton-piedra/1/la-virtud-del-magisterio-luis-ramiro-beltran-salmon

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Educación. Métodos y Metodología Comparada

Por: Gerson José Gómez Escobar

El asumir el reto de convertirse en un comparatista, requiere involucrarse de lleno con una serie de principios metodológicos que deben ser la  bandera de cada uno de los investigadores en esta maestría.

Aunque la Educación Comparada tradicional posee una serie de principios, el contexto actual requiere de incorporar dentro de los “Los Sistemas Curriculares” elementos transformadores como las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación); el discurso NEO MARXISTA CRÍTICO”  y  en una realidad temperó espacial contextualizada, desde el discurso económico social. De esta manera, hay que tomar en cuenta una serie de elementos que permitirían desarrollar un discurso adecuado a los nuevos tiempos. En este sentido, aparece el tema de las TIC de GERENCIA Y ACADEMIA (Administración y Herramienta de Aprendizaje).  Hay que tener en cuenta que todos los posibles avances y logros tecnológicos  están supeditados a Alianzas, Convenios y Relaciones GEPOLÍTICAS  con ESTADOS Y EMPRESAS, según el caso; asumir que la tecnología es la que dinamiza  los MERCADOS Y ORGANISMOS FINANCIEROS E INTERCAMBIOS COMERCIALES  desde lo macro hasta lo micro. Surge la necesidad de revisar el papel del estado  en cuanto al uso, accionar y alcance  de las TIC en las distintas estructuras del aparato estatal e inclusive en la empresa privada. En el caso que nos atañe, el tema educativo, se vincula con el hecho del uso y el alcance fundamentalmente como gerencial y educativo.

Con el fin de ilustrar lo antes expuesto se hace necesario citar: Leída Ibáñez y Rubén Castillo:

“El discurso contextualiza en la sociedad actual, realidad ante el mundo globalizado que está transformando a profundidad las estructuras de las Instituciones de Educación Superior en el Mundo. Este fenómeno debe incidir en alcanzar mayores índices de productividad, eficiencia y competitividad, para dar respuesta al mercado laboral cambiante que demanda incesantemente mejoras en las ideas para Proyectar el futuro de la misma”. (Pág. 2824.)

En este mismo párrafo escribe Ohmio (2005, pág. 30). “La economía global no sería posible, ni siquiera comprensible, sin la tecnología cibernética que permite la transferencia increíblemente rápida de grandes cantidades de información.”

El uso entonces de la Tecnología es fundamental en el desarrollo socioeconómico de los mercados y el uso de esta para la vida cotidiana. Esta debe estar ligada, no solo; a la Educación sino extenderse a los otros niveles del sistema o sistemas educativos para permitir la construcción de una cultura tecnológica que responda a las necesidades socioeconómicas  locales, estadales, regionales, nacionales e internacionales, para esto es indudable y necesario la discusión señala por Neida Ibañez y Rubén Castillo “agregar elementos a la discusión de la epistemología de la Gerencia, para determinar el uso de las Tecnologías de la Información y comunicación (TIC) como estrategia que contribuye a estimular el desarrollo económico y social, comenzando por la convergencia de una serie de variables desde lo interno de cada una de estas organizaciones, a través de evidencias empíricas como la Gerencia Educativa frente al uso de las TIC como mecanismo para la mejora del alcance de la Educación, la Gerencia para el uso de Intermediación Financiera y otros”. Lo antes mencionado vislumbra que hay que indagar con determinismo científico el pro, contras y necesidades institucionales para ir transformado esta realidad.

Sin duda, con el argumento anterior se hace necesario mencionar lo referente a epistemología citado en la pág. 21 por los autores antes mencionados de Diamini (2005) “la disciplina que privilegia el análisis y la evaluación de los problemas cognoscitivos de tipo científico; es una actividad intelectual que reflexiona sobre la naturaleza de la ciencia sobre el carácter de sus supuestos. La epistemología analiza, evalúa y critica un conjunto de problemas que se presenta en el proceso de la Producción científica. Así, por ejemplo las cuestiones que conciernen a la definición y las caracterizaciones de los conceptos científicos, el problema de la construcción de temas teóricos de la ciencia y las concepciones metodológicas, las condiciones operatorias y técnicas del proceso de investigación”.  (pág. 29)

Con lo antes mencionado y en el plano de una idea de transformación, en materias de políticas educativas emergentes se hace necesario que a través de los principios comparativos se determine el análisis epistemológico de las realidades y la gerencia educativa en los países involucrados ALBA, para consolidar políticas congruentes que profundicen al desarrollo humano con la visión de construir la sociedad del Siglo XXI “Socialismo del siglo XXI”, con mucha vehemencia en aciertos y desaciertos de la administración educativa en distintas latitudes de la Región.

Si tomamos en cuenta que la integración regional se utiliza como estrategia geo-política para crear condiciones y agruparnos para fortalecer nuestra economía, se hace necesario hacer un estudio minucioso del funcionamiento operativo y académico de nuestras instalaciones y de la constitución curricular como esencia de la formación de recursos humanos como esencia de nuestros pueblos, cultura tecnológica y académica para la vida (CT y APV)

En tal sentido, se hace necesario que al crear condiciones de integración se fomenten políticas públicas educativas similares, para conseguir el intercambio académico, político, social y tecnológico, para así robustecer nuestros aparatos productivos.

Se puede afirmar que muchos de estos logros estarán supeditados al ejercicio de lo político y los aliados involucrados que  amerita de un esfuerzo claro y congruente que acelere los procesos, seria utópico pensar que sin los aliados políticos, los cuadros necesarios y el apoyo financiero se pueda avanzar, la tecnología de punta y los aliados tecnológicos son fundamentales, esto no nos separa del poder y la competencia, y por ende en la alianza con el aparato financiero para ilustrar Ibáñez y Castillo: “A través  de la hermenéutica a diversos autores: “describiendo la manera de intermediación financiera se ha apoyado al curso de la red como herramienta que se toma imprescindible, pues la computadora conectada al Internet ha transcendido para convertirse en un medio básico para muchos apuntando a la modernización, la interacciones económicas que ofrecen  la instituciones financieras” (pág. 291).

A pesar de lo antes expuesto, el estado se hace o debe crear, una serie de mecanismos legales que generen o garanticen la transacción, con certificación legal a través de este maravilloso recurso, que se ha convertido en esencia de la vida contemporánea.

Se hace necesario que dentro del análisis epistemológico comparativo y gerencial, se vislumbre el tema de las desigualdades- contradicción “campo-ciudad” y el aprovechamiento de la tecnología como motor de desarrollo espacial dejando el análisis operativo y de funcionamiento tradicional desde la perspectiva positivista y darle preponderancia la aspecto económico – social, apegado a la institucionalidad y las leyes que regulan el ejercicio del poder político dentro de las instituciones educativas de cada nación involucrada.

A tal fin es importante incluir en el discurso comparativo la visión crítica del neo marxismo con una tendencia algo conservadora hacia la dialéctica tradicional, para profundizar elementos que sean necesarios para constituir la nueva sociedad necesaria, no como estructuralistas, conversos, si no como una renovación de un marxismo-dialéctico y crítico del mundo contemporáneo.

A tal fin que existe una visión contraproducente entre quien dirige las instituciones conservadoras en cuanto al uso de la tecnología como herramienta en el proceso de enseñanza-aprendizaje, la computadoras y el resto de la tecnología no solo debe estar al servicio de la administración si vislumbran el papel de la escuela en lo que respecta a la educación primaria señala Luis Beltrán Prieto Figueroa: “La educación tiene tareas que cumplir en América… La actividad libre y creadora comienza en la escuela primaria con el desarrollo de habilidades y de una capacidad de servicio que mediante las cosas que en el trabajo transforma y utiliza rinde beneficios  a la persona y a la comunidad entera… está obligada a extender su influencia sobre todas las personas que forman el núcleo donde la Escuela se desarrolla. Con este y para este debe trabajar a la creación de este espíritu solidario y de servicio.” (pág. 29).

En tiempos de reorientación de la Economía “globalizada multipolar” la incorporación del Recurso Humano es y la tecnología y su incorporación al desarrollo de habilidades que aminora las diferencias, debe convertirse en política de estado, con el fin del desarrollo Individual y colectivo. Para ilustrar lo antes expuesto sería interesante darle respuesta a la siguiente interrogante  “¿Conocemos el alcance que puedan tener estos lenguajes en la Educación Infantil? Cito “Las Tecnologías de la Comunicación y la Información en la Escuela. Isabel Cabanellas: “R: si aceptamos el reto que supone al lenguaje debemos ya a conocer con claridad cuál es el grado de permeabilidad que hacia ellos tiene la infancia y que tipos de precoz realizan con ellos. Son múltiples las estrategias y habilidades que se pueden extraer de un niño y de la multiplicidad el lenguaje que hoy ofrece nuestra cultura. Parece que los niños y niñas en su gran permeabilidad viven y captan tecnologías como “cultura” propia de sus actuaciones, sus lenguajes con un claro exponente. No es dar posibilidades a nivel escolar es contar con posibles experiencias que, sin embargo, pertenecen a la vida cotidiana de la infancia y en cualquier edad, a través de juegos muy sofisticados y de materiales de trabajos comunes en los, incluso domésticos del día de hoy” (Pág. 58). Sería sorprendente descubrir hasta qué punto se desarrollarían una cantidad de destrezas con Juegos Software educativos, formación en valores que permitirían una formación más completa en Integral en el mundo de hoy. Desde el TV, cámara fotográfica, reproductores, computadores, teléfonos celulares, etc. Pueden estar al servicio del proceso enseñanza-aprendizaje (en el aula de clase o en la vida cotidiana).

Sin duda hay que articular esfuerzos que permitan, con la ayuda de las distintas comunidades estudiantiles a unificar esfuerzos en pro de estas metas prometedoras; pero, con muchas trabas burocráticas y del ejercicio del poder.

En cuanto al tema intelectual y lo que respecta al tema del Método y la Método Comparativo, hay mucha tela que cortar ya que la comparación se incluye dentro de los pasos del Desarrollo de las ciencias sociales profesionalmente la “Geografía como Ciencia””, comparten distintos autores que estos son: “Observación, localización, distribución, (comparación), análisis, síntesis y análisis regional. “Estos serían los pasos a seguir de la Geografía como ciencia, en el caso de esta maestría, el objeto no es crear formulas metodológicas,  como nos lo ha planteado la educación comparada tradicional, sino, más bien considerar como la señala: Rigoberto Lanz: “Es una experiencia singular que aporta elementos nuevos al trabajo intelectual, a los modos de organizar dinámicas académicas y el debate teórico esencial para la permanente renovación del Pensamiento”. (199 p).

En lo que se refiere a la renovación de Discurso comparado, se deben incorporar varios elementos: El crítico, el epistemológico, el ideológico-político y económico, el tema social (la construcción de una forma superior de sociedad).

El uso y accionar del Lenguaje, a la construcción de Ensayos Heterodoxos. El tema de la gerencia entre otras cosas y el asunto de liderazgo. Señala el mismo autor en “Elogio al Debate” (1996) “se debe apelar Implacablemente al Rigor Intelectual como ética descubrirse al tiempo de que abre todos los compuestos para el Dialogo fecundo, para que las búsquedas verdaderas no sé quién con el simulacro, para nuevos dogmatismos”. La realidad que vislumbra América Latina y la Decadencia del Discurso Pedagógico Eurocéntrico tradicional debe ser esencia de la Discusión del Tema Educativo Pedagógico en el plano Macro-Meso y Micro, dentro de cada uno de los elementos que involucran la Gerencia y desarrollo de los procesos educativos.

En este orden de idea sería interesante vislumbrar cual debe ser el papel de la Educación, en lo nuevos tiempos, seguir formando consumidores o seres pensantes que discriminen y sean capaces de asumir el Reto del Siglo XXI con más Integridad y Ética política. A tal fin el método comparado, ligado al tema epistemológico y la Dialéctica en pro del constructo crítico, debe ir más allá de la construcción de fórmulas metodológicas rigurosas y buscar el hacer y rehacer intelectual del problema contextualizado en la búsqueda real de la emancipación de los pueblos y el rescate del discurso pedagógico latinoamericano y caribeño.

Indudablemente debe ser motivo de reflexión en tema de la Educación Popular en América Latina Ezequiel Andes-Erg (2013) donde señala que “a partir de los años 70 aparece en América Latina una concepción y una práctica de la Educación Popular, que además en su significación pedagógica constituye un hecho político de profunda significación, la Educación Popular se convierte en una tarea realizada en el seno de las organizaciones populares, por un proceso de acción y reflexión, participativo, critico, que desarrolla la capacidad de análisis y creatividad, con vistas a la transformación de la sociedad”.

De la misma manera seria importante vislumbrar la práctica de educación popular en Venezuela con los preceptos antes mencionados y como practica esencial en cada uno de los planos incluyendo el plano “Académico-Intelectual” de Nuestra maestría y re-definir el papel de la escuela en la formación de la ciudadanía del Siglo XXI.

BIBLIOGRAFÍA

Cabanellos. Isabel (2012). Tecnología de la Información y la Comunicación en la escuela Editorial.   Laboratorio Educativo.

Pérez Almeida, Gragorio (2011). Ensayos Heterodoxos en derechos humanos. Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

Ibáñez Neida, Castillo Rubén (2012) Epistemología de la Gerencia y sus Métodos 2.Edición. Biblioteca “Ciencias Económicas y Sociales”

Marx, Carlos (1970). Método y Economía política. Editorial Grijalbo. México

Prieto Figueroa, Luis Beltrán (2007).  El Estado Docente. Biblioteca Popular para  los consejos comunales

Roberto, Follari (1998). Sobre la Fundamentación Epistemológica Contemporáneo. Colección de Estudios Avanzados. CIPOST (Centro de Investigaciones postdoctorales)

 

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Pocos hijos, sólo uno o ninguno, las opciones de la familia moderna

Miguel Angel Ferrer

En 1979 China estableció la política demográfica de un solo hijo. Labores de convencimiento, asesoría en anticoncepción, sanciones diversas y la presión social y política lograron el objetivo de impedir, a lo largo de 37 años, 400 millones de nacimientos, algo así como cuatro veces la población mexicana actual.

Pero a la par de esa meta alcanzada apareció otro fenómeno demográfico, previsible si bien un tanto inesperado: el envejecimiento de la población. Y ahora el gobierno chino ha anunciado el abandono definitivo de la política de un solo niño para pasar, con ciertas restricciones, a la de dos hijos por familia.

Ahora el objetivo es el contrario: incrementar la fecundidad. Y para lograrlo, las autoridades chinas transitan de las sanciones y la presión política y social antinatalista, incluidos la esterilización y el aborto voluntarios y hasta forzados, a los estímulos pro natalistas: mejor vivienda, premios en dinero,   mejores condiciones laborales y facilidades para realizar estudios superiores.

Sólo que, para la frustración de los planificadores demográficos, la sociedad china no ha hecho suya la nueva política poblacional. Sólo la décima parte de las familias susceptibles de acogerse a la nueva concepción demográfica ha respondido afirmativamente.

Esta respuesta social, desde luego, era perfectamente esperable. Mil quinientos años antes la Roma clásica experimentó la misma situación de cierto despoblamiento. Y primero el emperador Julio César y luego el emperador Augusto se propusieron incrementar la natalidad romana mediante diversos incentivos morales y económicos. Las llamadas Ley Julia y Ley Augusta fueron los instrumentos para la consecución de ese propósito. Y la respuesta social, como ahora en China, fue la indiferencia popular. El caso chino es prueba del éxito en los propósitos gubernamentales de reducción de la natalidad, así como igualmente del fracaso en incrementarla.

Es cierto que también modernamente hay casos de países, digamos Francia y Argentina, en los que las políticas oficiales de incremento de la natalidad han sido selladas con el más rotundo fracaso. Por lo que toca a Francia, esas políticas natalistas datan del fin de la segunda guerra mundial; y con respecto a la Argentina el fenómeno se dio en los años setenta y ochenta del siglo veinte.

En la Francia de esa época, en la baja en la natalidad no participaron, porque no existían, los modernos y eficaces métodos anticonceptivos químicos, mecánicos y quirúrgicos, ni el aborto seguro. En Argentina fue distinto. La píldora anticonceptiva nació en 1960, y para las décadas de los setenta y ochenta ya era bastante popular. Y tan popular, que en sus propósitos antinatalistas, la dictadura de Videla prohibió por ley el uso de ese y otros métodos contraceptivos. Y ya no digamos el aborto. Si los franceses y francesas consiguieron reducir y mantener baja su tasa de natalidad sin los modernos anticonceptivos, éstos ahora, con el aborto seguro y generalizado, les han facilitado y les facilitan la tarea.

Parece, en consecuencia, que los deseos y propósitos de una familia con pocos hijos o sin ellos depende más de una nueva conciencia que de los recursos físicos para lograrlo. Por las razones que se quiera, las sociedades modernas optan por tener pocos hijos, sólo uno o simplemente no tenerlos. Claro que la anticoncepción moderna y el aborto seguro ayudan, pero indudablemente la nueva conciencia es el factor esencial. Hoy en todo el mundo, México incluido, las opciones son pocos hijos, sólo uno o ninguno.

 

Fuente del articulo: http://www.telesurtv.net/bloggers/Pocos-hijos-solo-uno-o-ninguno-las-opciones-de-la-familia-moderna-20160922-0002.html

Fuente de la imagen: http://www.telesurtv.net/__export/1474571228163/sites/telesur/img/multimedia/2016/09/22/foreign201606291538000450142329642.jpg_916636689.jpg

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La deuda del feminismo latinoamericano con Cristina y Dilma

Ilka Oliva Corado

He buscado hasta por debajo de las piedras, algún comunicado expresamente feminista y burgués, donde se manifieste el rechazo al Golpe a Dilma y la persecución política que sufre  Cristina ( y con ella Las Abuelas y Madres de la Plaza de Mayo y Milagro Sala, entre tantos otros) pero,  o yo no he buscado bien o no existen. Feministas manifestándose individualmente sí he visto, pero ése es otro paisaje. Hablo del conglomerado que para otros trámites firma inmediatamente.

Por el contrario, organizaciones de mujeres se han pronunciado abiertamente desde las barriadas, y han sido miles las que han tomado las calles de Argentina y Brasil para mostrar respaldo a ambas presidentas. Lo hemos visto también en Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Perú, Colombia  y Venezuela. A esas mujeres de periferia, las feministas burguesas las llaman fanáticas e idealistas. Ignorantes. Porque no tienen un título universitario que les permita el mote de intelectuales. Porque hacen visible en la práctica lo que otras se acomodan en la teoría.

El gran vacío en este momento de la historia  es el del feminismo latinoamericano. Y lo encabeza el feminismo burgués, por supuesto. El feminismo de vitrina. El que es excelente plataforma para pronunciamientos desde la intelectualidad y la comodidad de clase, que eleva y galantea  en lisonjas a quienes saben de memoria la teoría pero que son incapaces –por hipócritas y aprovechadas- de volverla acción en la práctica.

Me refiero con esto, a quienes van y vienen recitando  Una habitación propia, de Virginia Woolf pero que jamás bajarían a la alcantarilla para decirle a la mujer obrera cómo liberarse de un sistema patriarcal que la abusa y la invisibiliza. A hablarle de políticas de inclusión, de sus derechos. A compartirle un libro.  Me refiero a aquellas que van partiendo plaza con su “yo, feminista” y que son adeptas de Simone de Beauvoir pero que le tienen pavor a Rosa Luxemburgo, Clara Campoamor o a Dolores Ibárruri “La Pasionaria”. Pero eso sí, que conmemoran cada año a Las 13 Rosas. Para que vean… Y que degradan a mujeres como Evita y Bartolina Sisa, una por indígena y la otra por paria e iletrada. Pero eso sí, van por el mundo dictando conferencias  con una su chalina típica, para que digan… Pero en sus casas a las mismas indígenas y parias de las que hablan, las tienen trabajando de lunes a domingo sin derechos laborales. De ese feminismo hablo, del que abunda por doquier.

Hablo del feminismo donde se tiran flores  unas a otras, con baños de intelectualidad.

Del que permite entrar a las universidades, embajadas y centros culturales para recitar textos y obtener diplomas de participación, fotografías y contactos; pero que no va a hablar de derechos humanos, derechos laborales, violencia género y equidad de género  a la vendedora de mercado, a la panadera, a la tortillera, a la mujer que limpia casas: porque ahí no hay de dónde sacar ventaja.

A la maquiladora, a la que se pudre 18 horas en las fábricas.  Simple, la razón es simple: porque para pasar de la teoría a la acción se necesitan arrestos y éstos no los tiene cualquiera. Lo mismo sucede con los intelectuales y los de la ultra izquierda.

Ahí entran Dilma y Cristina que son aborrecidas por este tipo de feminismo, porque demuestran todos los días con acción que la teoría  puede ir muy bien a los cañales, a los campos abiertos, a las fábricas y a las periferias. No solo eso, ellas demuestran que sí son posibles las políticas de inclusión social y de equidad de género y que pueden ir de la mano.  No por gusto una es perseguida política y la otra acaba de recibir un Golpe traidor.  ¿Cuántas niñas, adolescentes y mujeres pudieron ir a la escuela en sus gobiernos?

¿A cuántas niñas y adolescentes se les sacó del trabajo forzado, de la explotación infantil? ¿Del tráfico para explotación sexual?  ¿A cuántas se les dieron derechos laborales? ¿A cuántas Dilma y Cristina han permito la expresión y el sustento? ¿Cuántas han tenido educación  gratuita y lograron graduarse de la universidad? ¿Cuántas han tenido acceso al sistema de salud? ¿A cuántas se les quitó una bolsa de pegamento de las manos y se les puso una computadora, un pincel, un uniforme deportivo?

Y no es teoría porque los cambios son palpables y visibles y lo sabemos todos, aunque algunos pretendamos no conocerlos porque nos va mejor personalmente y para nuestros proyectos   particulares.

Al feminismo latinoamericano burgués, al de la lisonja, al feminismo de lociones finas y micrófonos apartados, al que nunca ha sido político, porque para ser político se necesita entereza,  a ese feminismo Dilma y Cristina les quedan grandes. Ese feminismo no merece congéneres como ellas. No se lo ha ganado. No lo ha luchado. Y su silencio en este momento de la historia  lo evidencia.

Ese feminismo viene siendo entonces una copia de la ultra izquierda latinoamericana que también las aborrece  y las apuñalada. Porque el silencio otorga, el que guarda silencio solapa. Es en estos momentos en los que el feminismo debe pronunciarse y no por pasión, por idealismo, por fanatismo. Debe pronunciarse porque debería ser su obligación moral y humana para con dos mujeres que han cambiado la historia de América Latina, les guste o no.

Y deben pronunciarse por agradecimiento, por lealtad y por consecuencia política, porque fueron millones de mujeres en los más bajos estratos de la sociedad las que se beneficiaron con las políticas de inclusión de ambas. Esas miles de mujeres que nunca han visto a una feminista burguesa ir a sus lugares de trabajo, saludarlas en la calle, invitarlas a un café y conversarles, como hacen con intelectuales y gente de clase social holgada donde sí se pueden obtener beneficios personales por el contacto.

Probablemente muchas feministas me llamarán ignorante, idealista y fanática. Me dejarán infinidad de mensajes con insultos, como regularmente sucede cuando cuestiono al feminismo, y me dirán machista. Y me desmenuzarán la teoría. O simplemente me llamarán loca, como sucede con frecuencia.

Muchas tal vez saquen a relucir el tema del aborto y la corrupción de las que se les acusa (sin prueba alguna) para defender su negativa a apoyarlas y así lavarse las manos.  Jamás mencionarán que estas dos mujeres han sido insultadas, menospreciadas y que han sufrido violencia de género desde los medios de comunicación hasta del esposo de la feminista burguesa que nunca ha alzado la voz en su comodidad; y la han sufrido por mujeres consecuentes con la acción que es la única que cambia los patrones y que libera sociedades.

No hay punto de comparación con el feminismo burgués y todos los que de ahí nacen, con su “yo, feminista” pero que guardan silencio ante este nivel de violencia que  están viviendo Dilma y Cristina, solo queda agradecer el respaldo de  las mujeres que sin etiquetas y sin aires de intelectualidad; agradecidas y consecuentes y sobre todo políticas han dado la cara en defensa de semejantes mujeres de Latinoamérica.

Por supuesto, no soy feminista, no pertenezco a ningún gueto o jauría; a mí si me quieren etiquetar me llaman como lo que soy: paria y estoy con Cristina y Dilma. Por amor y agradecimiento, de ahí pal real…

Y si sueno populista es porque en absoluto lo soy.

Fuente del articulo:  https://cronicasdeunainquilina.com/2016/09/15/la-deuda-del-feminismo-latinoamericano-con-cristina-y-dilma/

Fuente de la imagen: http://www.telesurtv.net/__export/1473975235740/sites/telesur/img/blog/2016/09/15/cfk-dilma.jpg_916636689.jpg

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Reformas educativas en Latinoamérica / La hechura jurídica de la reforma educativa en México

Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia

Mercedes Ruiz Muñoz – Departamento de Educación. Universidad Iberoamericana, Ciudad de México

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticas del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

De acuerdo a Popkewitz (2009) lo que caracteriza a una reforma educativa es el “cambio” y la incorporación  de ese “cambio” en las mentalidades de los sujetos. Pero,  ¿qué cambios ha propuesto la reforma educativa, vigente desde 2013?

La reforma educativa en México, bajo el supuesto de lograr el derecho a la educación con calidad ha desplegado las tecnologías del poder para regular y ordenar la vida de los docentes. Esta se articula a partir de las modificaciones al artículo 3°, que alude directamente a la educación, y el 73, que otorga facultades al Congreso para regular las condiciones jurídico-laborales de los docentes a nivel nacional; la armonización entre los artículos modificados con la Ley General de Educación y la promulgación de las Leyes Secundarias de la reforma, como la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD) y la Ley del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE). Estas normas operan como los marcos en los que se promulga y recrea la reforma con los cuales se pretende interpelar a los actores involucrados y a la sociedad en general.

Condiciones de producción

El retorno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República, después de 12 años de alternancia en el gobierno con el Partido Acción Nacional (PAN); el Pacto por México firmado por las tres fuerzas políticas, PRI, PAN y PRD y el pronunciamiento de la presidencia de recuperar la rectoría de la educación por parte del Estado mexicano, ante la fuerza del Sindicato Nacional de los Trabadores de la Educación (SNTE) y su exlideresa Elba Esther Gordillo son los aspectos que han condicionado la promulgación de esta reforma educativa. Tanto es así que el 1° de diciembre de 2012 en la toma de posesión,  Enrique Peña Nieto señaló: “no habrá plazas vitalicias ni hereditarias en el servicio educativo nacional”, marcando en este caso una clara frontera política con el SNTE.

La firma del Pacto entre los líderes de esta clase de administradores en el marco del retorno del PRI a la presidencia indica la persistencia del arreglo político que mantuvo al PRI en el poder durante 70 años. De acuerdo con Magaloni (2010: 8) ese arreglo consistió en un pacto de colusión entre los dirigentes de ese partido a partir del cual se repartieron los beneficios de controlar el aparato estatal. Al mismo tiempo, el pacto operaba como un mecanismo que le impedía a un miembro en particular ponerse por encima del grupo para acaparar todo el poder.

En el marco de la firma del Pacto por México, el 2 de diciembre de 2012 Peña Nieto planteó algunos retos como la expansión de la cobertura y sobre todo elevarla en calidad. En este sentido, el discurso de la recuperación de la rectoría de la educación le confirió un sentido de legitimidad a la reforma. Así, se planteó la creación del Servicio Profesional de Carrera Docente para ascender en el sistema de enseñanza a través del trabajo y los méritos propios. Esta estrategia estaría acompañada por el Sistema Nacional de Evaluación Educativa, para eliminar las plazas vitalicias y hereditarias e impartir una educación de calidad. El 10 de diciembre de 2012 la Subsecretaría de enlace legislativo de la Secretaría de Gobernación, enviaría a la Cámara de Diputados la propuesta de reforma educativa del Presidente Peña. Dos días después la Cámara de Diputados votaría la iniciativa de la reforma educativa.

El 20 de diciembre en sesión vespertina, la Cámara de Senadores aprobó en lo general y en lo particular la iniciativa de reforma con 113 votos a favor, 11 en contra y 4 abstenciones (Boletín 0767, 2012). El siguiente día, la Cámara de Diputados aceptó la discusión para su votación. Con 360 votos a favor, 51 en contra y 20 abstenciones, se aprobó la reforma educativa en lo particular sin modificaciones. Los días 6 y 7 de febrero de 2013 la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores declararon constitucional la reforma educativa. El 25 de febrero de 2013 el Presidente Peña promulgaría finalmente la reforma educativa en compañía de los integrantes del Pacto por México y el Secretario de Educación Pública de ese entonces, Emilio Chuayffet (Notilegis Nota N°. 1971).

Los cambios a los artículos 3 y 73 de la Constitución publicados el 26 de febrero en el Diario Oficial de la Federación reorganizan el servicio profesional de carrera docente, determinando que los ascensos en la carrera se den por méritos propios. Así, la estabilidad de los maestros en el puesto estaría determinada por la evaluación que regula el ingreso, la permanencia y el ascenso en el Sistema Educativo Nacional. Esto se lograría a través del llamado Sistema Nacional de Evaluación Educativa (SNEE), cuya misión consiste en arrojar resultados visibles e instalar la profesionalidad en el ramo educativo.

El 2 de septiembre de 2013 la Cámara de Diputados aprobaría la Ley General del Servicio Profesional Docente con 369 votos a favor, 69 en contra y cuatro abstenciones, y en lo particular con 375 votos a favor, 73 en contra y una abstención (Notilegis Nota N°. 4064). Mientras que el 3 de septiembre de 2013 la Cámara de Senadores la aprobó con 102 votos a favor y 22 votos en contra (Notilegis Nota N°. 4110). El 11 de septiembre de 2013 fueron publicadas las tres leyes secundarias (Notilegis Nota N°. 4188).

Pese a esta secuencia imparable de promulgación y aprobación de documentos legales, el rechazo de la disidencia magisterial a la reforma educativa ha sido contundente durante ese período. La entonces lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo se había pronunciado en contra, llamando a los maestros a resistir. Este desafío de la maestra sirvió para ilustrar con mayor contundencia el discurso de recuperación de la rectoría de la educación por parte del Estado. El 26 de febrero de 2013, Gordillo fue detenida bajo el cargo de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita (Notilegis Nota N°. 2005). De esta manera, el Estado sometió a la cúpula del SNTE para alinearla con los objetivos de la reforma educativa. Así, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) pasó a encabezar la resistencia contra la reforma educativa. El 8 de mayo de 2013 maestros de la CNTE se instalaron en el zócalo de la Ciudad de México a manera de protesta, marcando el inicio de una resistencia firme e inclaudicable frente a la reforma educativa, que se mantiene vigente luego de tres años, pese a la represión y los intentos del Estado de apagar la llama de la resistencia magisterial.

El rechazo a una evaluación que reduce el desempeño a un listado de conocimientos pero que tiene la capacidad de condicionar su permanencia en el cargo, es la frontera política en la que radica la desavenencia entre el magisterio opositor y el gobierno que elaboró la reforma, y que se mantendrá aunque la norma ya se haya instituido. Con esta reforma se pretende ordenar y regular la vida de los maestros y las escuelas, acerca de lo que los profesores deben enseñar y lo que los estudiantes deben aprender en aras a elevar la calidad de la educación. A la vez que se busca desestabilizar la identidad de los docentes y ofrecer un nuevo modelo de identidad centrado en la competitividad y la idoneidad para el trabajo docente. El argumento de recuperar la rectoría de la educación por parte del Estado aunado a los cambios constitucionales opera políticamente para promover ese cambio.

Las directrices de política educativa surgidas de las reformas a los Artículos 3° y 73° y sus leyes reglamentarias aspiran persuasivamente a representar el lenguaje y los intereses de población que, sin embargo, se encuentran muy lejos de ser compatibles con los intereses del Estado. Dicha operación política se intenta resolver en calidad de régimen de verdad. La asociación entre igualdad y certificación de procesos de calidad mediante la evaluación es el eje principal en el que se enmarca la hechura legislativa de la reforma educativa y bajo el cual se aspira a legitimar el sistema que se encargará de velar por la regulación de procesos de calidad en el sistema educativo y el control de los regímenes laborales de los docentes.

A más de tres años de la promulgación de la reforma educativa, los cambios que se han incorporado a la cotidianeidad política y social de México, parecen estar más vinculados con la consolidación de un mecanismo estatal de control y regularización como dispositivos de poder y coerción, más que con el aseguramiento de procesos reales de calidad educativa. A esto se ha sumado la institucionalización de la represión y la violencia física, simbólica y mediática hacia los docentes como una estrategia de deslegitimación de los discursos contrahegemónicos de la disidencia magisterial y de los intereses del pueblo que reclaman por una educación más justa y libre. La demanda de nuevas miradas acerca de los procesos educativos, que visibilicen los problemas y los intereses reales de los maestros y estudiantes es un paso ineludible en la consecución de cambios, ya no instalados en la mirada coercitiva del Estado, sino más bien en la mirada de miles y miles de maestros, jóvenes y niños que sueñan con una educación mejor, crítica, libre pensante y sin violencia.

Referencias bibliográficas

Ball, S., Bowe, R. Gold, A. (1992). Reforming Education and Changing Schools. London, Routledge

Notilegis Nota N°. 1261 Comisión de Puntos Constitucionales aprueba la reforma educativa con cinco modificaciones, 13-12-2012. Consultado el 18 de febrero de 2014 enhttp://www3.diputados.gob.mx/camara/005_comunicacion/b_agencia_de_noticias/008_2012/12_diciembre/13_13/1261_comision_de_puntos_constitucionales_aprueba_la_reforma_educativa_con_cinco_modificaciones

Notilegis Nota N°. 1349 Diputados dispensan trámites a minuta de reforma educativa que regresó el Senado y el Pleno inicia su discusión. 21-12-2012. Consultado el 18 de febrero de 2014 enhttp://www3.diputados.gob.mx/camara/005_comunicacion/b_agencia_de_noticias/008_2012/12_diciembre/21_21/1349_diputados_dispensan_tramites_a_minuta_de_reforma_educativa_que_regreso_el_senado_y_el_pleno_inicia_su_discusion

Notilegis Nota N°. 1971 Celebra PAN y PRD promulgación de reforma educativa; MC refrenda su oposición y señaló que estarán “muy vigilantes en la legislación secundaria”. 25-02-2013. Consultado el 18 de febrero de 2014 enhttp://www3.diputados.gob.mx/camara/005_comunicacion/b_agencia_de_noticias/009_2013/02_febrero/25_25/1971_celebra_pan_y_prd_promulgacion_de_reforma_educativa_mc_refrenda_su_oposicion_y_senalo_que_estaran_muy_vigilantes_en_la_legislacion_secundaria

Notilegis Nota N°. 2005 Detención de Elba Esther Gordillo regresa a la sociedad la confianza de que hay un Estado de derecho y un gobierno que lo hace cumplir: Francisco Arroyo Vieyra, 26-02-2013. Consultado el 18 de febrero de 2014 enhttp://www3.diputados.gob.mx/camara/005_comunicacion/b_agencia_de_noticias/009_2013/02_febrero/26_26/2005_detencion_de_elba_esther_gordillo_regresa_a_la_sociedad_la_confianza_de_que_hay_un_estado_de_derecho_y_un_gobierno_que_lo_hace_cumplir_francisco_arroyo_vieyra

Notilegis Nota N°. 4064 Aprueban diputados, en lo general y en lo particular, la Ley General del Servicio Profesional Docente y la turnan al Senado para su eventual ratificación. 02-09-2013, Consultado el 19 de abril de 2014http://www3.diputados.gob.mx/camara/005_comunicacion/b_agencia_de_noticias/009_2013/09_septiembre/02_02/4064_aprueban_diputados_en_lo_general_y_en_lo_particular_la_ley_general_del_servicio_profesional_docente_y_la_turnan_al_senado_para_su_eventual_ratificacion

Notilegis Nota N°. 4110 Afirma Silvano Aureoles que proceso de Ley General del Servicio Profesional Docente concluyó e invita a CNTE a evitar violentar derechos de terceros, con sus manifestaciones.  04-09-2013, Consultado el 19 de abril de 2014http://www3.diputados.gob.mx/camara/005_comunicacion/b_agencia_de_noticias/009_2013/09_septiembre/04_04/4110_afirma_silvano_aureoles_que_proceso_de_ley_general_del_servicio_profesional_docente_concluyo_e_invita_a_cnte_a_evitar_violentar_derechos_de_terceros_con_sus_manifestaciones

Notilegis Nota N°. 4188 Celebran PRI y PVEM promulgación de las tres leyes reglamentarias de reforma educativa. 10-09-2013, Consultado el 19 de abril de 2014http://www3.diputados.gob.mx/camara/005_comunicacion/b_agencia_de_noticias/009_2013/09_septiembre/10_10/4188_celebran_pri_y_pvem_promulgacion_de_las_tres_leyes_reglamentarias_de_reforma_educativa

Pacto por México (2012). <http://pactopormexico.org> [Consultado el 20 de marzo de 2014]

Popkewitz, Thomas (2009).  El cosmopolitismo y la era de la reforma escolar: la ciencia, la educación y la construcción de la sociedad mediante la construcción de la infancia. Madrid, Morata

Tello, César (2012). “La posición epistemológica de los investigadores en política educativa. Debates teóricos en torno a las perspectivas neomarxista, pluralista y posestructuralista”,Archivos Analíticos de Políticas Educativas. Vol. 20, No. 9, 20 de marzo

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/reformas-educativas-en-latinoamerica-la-hechura-juridica-de-la-reforma-educativa-en-mexico/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2013/08/pacto.jpg

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La evaluación en el capitalismo humano

Pluma Invitada

Pedro Martínez*

Ya sea como autoridades o como maestros, en cualquier circunstancia, siempre debemos hacer de la evaluación un sublime acto edificador.

La capacidad  de evaluar es propia de todo ser vivo y  está programada por la naturaleza para el bienestar y la sobrevivencia. La atracción y el rechazo es la prueba más evidente de su presencia en animales y vegetales, aun en los más elementales. Para el  ser humano es lo mismo, pero esta función es más  compleja porque está  formada por una cadena de procesos cuyos eslabones son: la atención, la memorización, la comprensión, la aplicación, el análisis, la síntesis y  el buen juicio, que es la culminación suprema del proceso evaluativo.

El niño al nacer ya posee la capacidad de la evaluación, por elemental que sea. Le atrae lo que le agrada y rechaza lo que le molesta como cualquier otro ser vivo, pero  con el transcurrir de los días, los meses, los años y la acción educativa adecuada, se va completando la madurez de todos los componentes  de  la cadena, que desde ahora llamaré del aprendizaje.

En el capitalismo humano, toda la sociedad, pero especialmente los padres estimuladores y los maestros del aprendizaje, cuidarán, aplicando la tecnología educativa propia de esta etapa, que los siete componentes de este proceso se desarrollen con la máxima brillantes y el mínimo de errores, para que la calidad sea óptima y el niño llegue a ser un excelente evaluador del entorno que lo rodea, empezando por su propia persona.

La evaluación tiene dos funciones, una instintiva que sirve para motivar el desempeño, y otra formal, que es útil para acreditarlo. La primera es una aportación de la naturaleza; la segunda, un artificio inventado por el hombre. Ambas son muy útiles si tenemos clara la  función de cada una de ellas y si aprendemos a utilizarlas con propiedad, más cuando estemos desempeñando la función docente

La evaluación con carácter motivador la encontramos en el “pacto”, que es una técnica que los padres estimuladores utilizan para hacer que sus hijos pasen de la etapa confrontadora a la cooperadora o sinérgica sin mayores dificultades.  Para  explicarla suele utilizarse un esquema triangular donde el vértice superior lo ocupa el acuerdo: “si tú haces esto, yo te permito esto otro”. Uno  de los dos vértices inferiores lo ocupa el niño que tiene que hacer lo pactado; en el segundo, está el padre para valorar lo realizado por el hijo. Si el progenitor comenta, a quien desee oír, los logros alcanzados por su vástago, la conducta de éste se motivará  intensamente

También encontramos la evaluación como un fuerte incentivo de la instrucción, en uno de los tres vértices del triángulo pedagógico, que es la técnica fundamental del trabajo escolar de los maestros del aprendizaje. El vértice superior corresponde a la autoridad educativa, y el restante, al alumno. Las autoridades fijan los  objetivos; toca al estudiante realizar la práctica adecuada, y al maestro, evaluar el desempeño. Si el docente no realiza el trabajo escolar bajo este esquema motivador, es muy probable que sus pupilos muestren en clase, en grado preocupante: apatía, timidez, lentitud, distracción o indisciplina

Los mentores, para llegar a ser buenos evaluadores, necesitamos conocer a fondo nuestra materia y tener desarrollada con el mínimo de fallas nuestra propia cadena del aprendizaje. Pero más importante que eso es que poseamos la capacidad Supervisora (con mayúscula) para que hagamos de la evaluación un acto que siempre estimule el máximo esfuerzo de nuestros alumnos

La Supervisión consiste en  fijar mediante la medición, la evaluación, el control estadístico o el buen juicio, el desempeño de un individuo, sistema, empresa o país para establecer tres niveles: el sobresaliente, el normal y el deficiente. Para el caso escolar, el maestro debe cuidar  que sus alumnos del nivel normal sigan haciendo su trabajo sin ser molestados; felicitar a los sobresalientes para dejar constancia de que reconoce su aplicación, y  ayudar  de inmediato e irrestrictamente al deficiente para que mejore su labor. El docente que puede organizar a su grupo para atender a este sencillo reclamo de la educación futura, puede llamarse con orgullo: Maestro del aprendizaje  

La evaluación formal o acreditadora camina por los senderos de la psicotécnica y la estadística, materias que hay que estudiar a fondo para manejarlas con propiedad y cuidado, si no es así, los errores que cometamos  como maestros, serán muy semejantes a las que están haciendo los  institutos evaluadores de algunos  países, entre ellos el mexicano

Los países líderes en educación no tienen inútiles, costoso, aberrantes y monstruosos institutos evaluadores, sólo sencillos estándares de calidad propios de la etapa cooperativa o sinérgica de la humanidad, y cuya definición (la consigno en mi primera entrega llamada: “Capitalismo humano para todos”), ahora cito a continuación:

“En el capitalismo humano, a diferencia del capitalismo tradicional, ya no habrá tantas instituciones, leyes y reglamentos para regular la convivencia humana, sino fundamentalmente, estándares de calidad. Al ser los estándares de calidad acuerdos voluntarios que asumen las personas con educación cooperadora o sinérgica para hacer algo con elevada eficiencia y eficacia, cualquiera que esto sea, resultará obsoleto todo el engranaje inútil, excesivo y corrupto que existe hoy en día  para regular la mayor parte de nuestras múltiples actividades”

Finlandia, uno de los países prototipo de la educación mundial, no tiene instituto evaluador, tampoco una profusión de pruebas estandarizadas o algo que se le asemeje. ¡Vamos! ni siquiera parece haber evaluación, lo que tienen es un estándar  de calidad llamado “confianza” (sentimiento recíproco de nunca hacer daño o engañar)  que utilizan todos los integrantes del sistema educativo, empezando por los alumnos y terminando con las más altas autoridades del país, incluyendo a los secretarios de educación. El sistema confía en que todos harán con la mejor calidad el trabajo que les corresponde, y que el individuo que no pueda alcanzar tal propósito, será ayudado de alguna manera.

En este país, el buen juicio, que es la corona del proceso evaluativo y la constancia fehaciente de la excelente educación de sus maestros, y desde luego, de sus habitantes, reemplaza con bastante  frecuencia a los procedimientos psicotécnicos o estadísticos por su mayor eficiencia, eficacia y ahorro de  recursos.

También, entre otras cosas importantes que hay que destacar para explicar el éxito del sistema educativo finlandés, es que las autoridades realizan la evaluación de los maestros, no con el sistema psicotécnico, totalmente nulo  e inoperante para estos casos, sino por pares, colegas que son poseedores de un excelente buen juicio y realizan de forma amable, rápida y edificante su labor, sin engorro burocrático e intenciones encubiertas

En México se abre la posibilidad de hacer algo parecido o mejor,  si en vez de perder el tiempo en otra reforma contraria a la actual, que parece ser sólo una evaluación innecesaria, cara, malhecha y muy sospechosa en contra del gremio magisterial, las organizaciones de la sociedad civil afines a la educación, aprovechando la fuerte crisis que padece nuestro sistema, inician y dirigen una revolución educativa apoyada por padres de familia, maestros, académicos, sindicatos magisteriales y autoridades en turno.

Esta revolución o movimiento sinérgico (su fuerza sería exponencial y pacífica por la naturaleza diversa de sus participantes),  se basaría en los principios de la calidad, el triángulo pedagógico, la confianza, la Supervisión y el buen juicio, para que con un esquema educativo sencillo, claro, accesible y gradual  se detone de inmediato el entusiasmo y la participación de la sociedad sin distingo de región, sexo, edad, ocupación, religión, partido político, condición económica o cualquier otra diferencia.

¿Arduo?, sí, pero absolutamente posible y totalmente necesario para  empezar a mejorar a fondo las deplorables condiciones educativas, sociales, económicas y ambientales  actuales de nuestro amado país.

*Director de la Escuela Creadora de Riqueza México

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/la-evaluacion-en-el-capitalismo-humano/

Fuente de la imagen:  http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/09/images-3.jpeg

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