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Crisis del concepto de gen y alimentos transgénicos

Por: Julio Muñoz Rubio

Fenómenos como la epigéneis o epistasis cuestionan el modelo ortodoxo imperante en genética y biología molecular en la que se basan fabricantes de alimentos transgénicos y científicos afines.

Según la teoría que dominó la biología molecular entre los años 50 y 70 del siglo pasado, la transmisión de información genética se explica por la propiedad que tienen los ácidos nucleicos (DNA y RNA) de autocopiarse (reproducción) y transmitir y copiar su información, contenida en sus bloques constituyentes (nucleótidos), a los bloques constitutivos de las proteínas (aminoácidos). Una secuencia de nucleótidos determinada formará un gen, y una de aminoácidos, copiada de la secuencia génica, formará una proteína. Se establece una relación lineal, una correspondencia entre un gen y una proteína, lo cual lleva a una correspondencia entre el genotipo y el fenotipo. Tal explicación de la herencia es la base del modelo ortodoxo prevaleciente en genética y biología molecular desde los años 50.

Esta visión ha comenzado a descartarse debido al descubrimiento de diversos fenómenos tales como epigéneis, epistasis, pleiotropía, metilación de ácidos nucleicos, splicing, splicing alternativo, o de moléculas como los priones o el RNA de interferencia. La manera como estos fenómenos y moléculas modifican la noción inicial de gen y el Dogma Central de la Biología Molecular (DCBM) ha sido ampliamente estudiada. En función de ello se sabe hoy que los mecanismos de transmisión genética son muy distintos de los de aquella imagen tradicional de los años 50. Todos estos fenómenos nos hablan de formas diversas y complejas de flujo de información genética: mecanismos que cuestionan seriamente la correspondencia de un gen para una proteína y se resalta que existen influencias ambientales en la regulación y la expresión o no de multitud genes. Todo ello hace más complicada la tarea de la predicción a corto, mediano y largo plazos de la expresión fenotípica de los genomas. Numerosos científicos, tales como El-Hani (2007, 2010, 2015), Koonin (2009, 2012), Stotz, (2006), Shapiro (2009), Álvarez-Buylla (2015), entre algunos, señalan con precisión la creciente invalidez del concepto tradicional del gen y del DCBM y la crisis en la que ha entrado. Algunos de ellos postulan la necesidad de replantear de raíz nuestra concepción de la herencia biológica.

Sin embargo, en las empresas fabricantes de alimentos transgénicos y en las comunidades científicas que para ellas trabajan, lo que sigue dominando es ese esquema ortodoxo de los años 50, porque es el que les conviene para el desarrollo de sus tecnologías y la obtención de ganancias. Ese esquema defiende la vetusta idea de la correspondencia 1 gen-1 proteína, y que, por tanto, basta insertar un gen de un organismo que codifique para la síntesis de una proteína en otro de otra especie, para producir un nuevo organismo sin consecuencias negativas a mediano y largo plazos.

Quienes defienden la producción y comercialización de los alimentos transgénicos lo hacen incluyendo solamente la parte de los conocimientos de biología molecular que les conviene, omitiendo mencionar el cúmulo de conocimientos que han metido en crisis a la teoría tradicional del gen.

En México, en 2011, por ejemplo, apareció publicado un libro electrónico, editado por la Academia Mexicana de Ciencias e intitulado Por un uso responsable de los alimentos genéticamente modificados, el cual no contiene la más mínima mención a los fenómenos y las moléculas arriba enlistadas, ni mucho menos la manera como cuestionan y falsean la teoría ortodoxa del gen y del DCBM. Esa es la tónica que en nuestro país ha privado en la divulgación de los supuestos beneficios de los alimentos transgénicos

La pregunta obligada a Monsanto, Syngenta. Du Pont, etcétera, y a sus comunidades científicas, es: ¿Conocen estos trabajos y los procesos o fenómenos que señalan y que invalidan el modelo de transmisión de herencia que en sus empresas defienden? Una posible respuesta, francamente increíble, es que no los conocieran. Lo que sí es posible es que los conozcan y que omitan deliberada y sistemáticamente mencionarlos, en cuyo caso su calidad ética, ya de por sí deteriorada, queda aún más en tela de juicio.

Lo que es claro es que empresas como Monsanto y sus comunidades científicas asociadas, al desarrollar y apoyar la producción de alimentos transgénicos, están trabajando y defendiendo un modelo científico de copia y transmisión lineal de caracteres biológicos que es cada vez más cuestionable. El concepto de gen se encuentra seriamente en peligro. La ciencia defendida por estas empresas se mueve sobre gelatina, es falsa, por mucho poder económico y político que tengan y que les permita hacer una desmedida publicidad en favor de estos organismos, y por muy célebres que sean muchos de sus más acérrimos defensores.

* El autor es biólogo marxista, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro de la UCCS. Este artículo apareció por primera vez en La Jornada de México, el viernes 16 de octubre de 2015. El autor nos ha concedido su reproducción para La Izquierda Diario.

Tomado de: http://www.laizquierdadiario.com/Crisis-del-concepto-de-gen-y-alimentos-transgenicos

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La ecología de Marx y Engels ante el desarrollo capitalista

Por: Roberto Andrés

En el pensamiento de Marx y Engels hay varios aspectos que nos permiten ligar su historia con lo que el naturalista Ernst Haeckel definía como ecología, cuyo denominador común es lo concerniente al metabolismo entre sociedad y naturaleza.

Empecemos aclarando que la ecología nace como rama de la biología. Quien acuñó el término fue el naturalista alemán Ernst Haeckel, admirador y divulgador de la obra de Darwin en su país en la segunda mitad del siglo XIX. Su trabajo Los enigmas del universo (1899) le valieron, por una parte, el desprecio y una campaña feroz por parte de todo el idealismo místico reaccionario que dominaba en la filosofía y la teología de la época y, por otra, la simpatía de Vladimir Lenin y Franz Mehring. En Materialismo y empirocriticismo, el revolucionario ruso hace una acérrima defensa del “célebre naturalista” quien a pesar de expresar “las opiniones, disposiciones de ánimo y tendencias más arraigadas, aunque insuficientemente cristalizadas, de la aplastante mayoría de los naturalistas de fines del siglo XIX y principios del XX, demuestra de golpe, con facilidad y sencillez, lo que la filosofía profesoral pretendía ocultar al público y a sí misma, a saber: que existe una base, cada vez más amplia y firme, contra la cual vienen a estrellarse todos los esfuerzos y afanes de las mil y una escueluchas del idealismo filosófico, del positivismo, del realismo, del empiriocriticismo y demás confusionismos. Esa base es el materialismo de las ciencias naturales”. Para el revolucionario alemán Franz Mehring “el libro de Haeckel, tanto por sus puntos flacos como por sus puntos fuertes, es extremadamente valioso para ayudar a aclarar las opiniones que han llegado a ser un tanto confusas en nuestro Partido sobre lo que representa para éste el materialismo histórico” (…). “Todo aquel que quiera ver de modo palpable esa incapacidad (la incapacidad del materialismo de las ciencias naturales ante las cuestiones sociales) y tener plena conciencia de la imperiosa necesidad de ampliar el materialismo de las ciencias naturales hasta el materialismo histórico, a fin de hacer de él un arma verdaderamente invencible en la gran lucha de la humanidad por su emancipación, que lea el libro de Haeckel. (…) Su punto extremadamente flaco está indisolublemente ligado a su punto extremadamente fuerte: a la exposición clara y brillante del desarrollo de las ciencias naturales en el siglo XIX, o en otros términos, a la exposición de la marcha triunfal del materialismo de las ciencias naturales”.

Ökologie

Haeckel, en Morfología general de los organismos (1866), acuñó el concepto ökologie, del griego οἶκος (hogar) y λογία (estudio), para referirse a “la enseñanza de la economía de la naturaleza”, a “la ciencia de la economía, modo de vida y relaciones externas vitales mutuas de los organismos”, al “estudio de la economía de las interrelaciones de los organismos”. Es significativo el uso del concepto eco en Haeckel. Este lo entendía como economía de la naturaleza (en donde era fundamental el intercambio de materia y energía, y su transformación por las comunidades biológicas) y no como medioambiente. Para definir la relación de los organismos con su medio geográfico, Haeckel había acuñado otro concepto: corología. Sin embargo, más adelante, en 1868, en su Historia natural de la Creación, afirma que “la ecología de los organismos [es] el conocimiento de la suma de las relaciones de los organismos con el mundo externo que los rodea, de las condiciones orgánicas e inorgánicas de su existencia”. La ciencia de la ecología, según Haeckel, “a menudo considerada equivocadamente como ‘biología’ en un sentido restringido, constituye desde hace tiempo la esencia de lo que generalmente se denomina ‘historia natural’”.

El concepto de ecología de Haeckel se fue dando a conocer con lentitud y no encontró inmediata acogida en la literatura darwinista, ni se puso de moda sino hasta mediados del siglo XX. Marx y Engels, que conocían bien la obra de Haeckel, y que veían a la especie humana en términos evolucionistas, como parte del mundo animal (rechazando la visión teleológica, metafísica, que situaba a los seres humanos en el centro de la creación), adoptaron el concepto más antiguo de “historia natural” (equivalente como dijera Haeckel a su nuevo término ökologie), aunque lo aplicarían en un modo baconiano, es decir, centrado en la historia natural de los seres humanos en relación con la producción.

En el pensamiento y las preocupaciones de Marx, Engels y los principales representantes de su corriente hay varios aspectos que nos permiten ligar su historia con la historia de lo que Haeckel definía como öklogie, y cuyo denominador común es lo concerniente al metabolismo entre sociedad y naturaleza (y su fractura total bajo el capitalismo). Nos centraremos básicamente en tres: la importancia del desarrollo de las ciencias naturales para una comprensión profunda del mundo y de la historia humana, el problema concerniente a la coevolución de las especies, y el problema del desarrollo sostenible de la agricultura, ante la industria capitalista, en el conflicto de la contradicción entre la ciudad y el campo.

La marcha triunfal de las ciencias naturales

Lenin, en Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo (1913), señalaba que, en la lucha contra toda la escoria medieval arraigada en las instituciones y en las ideas, “el materialismo se mostró como la única filosofía consecuente, fiel a todo lo que enseñan las ciencias naturales, hostil a la superstición, a la mojigata hipocresía”, y que, por eso, los enemigos de la democracia “empeñaron todos sus esfuerzos para tratar de difamar el materialismo en defensa de las diversas formas del idealismo filosófico”. Para el viejo bolchevique “Marx y Engels defendieron del modo más enérgico el materialismo filosófico y explicaron reiteradas veces el profundo error que significaba toda desviación de esa base”.

Mientras Marx hizo extensivo el conocimiento de la naturaleza al conocimiento de la sociedad humana, dando nacimiento al materialismo histórico, Engels aportó con la relación más directa entre el marxismo y la ciencia. Tanto para él, pero también para Marx, una concepción materialista y dialéctica de la naturaleza no sólo era posible sino que, en gran parte, ya la había proporcionado para el mundo natural El origen de las especies de Charles Darwin. En el viejo prólogo del Anti-Dühring, obra considerada por Lenin “de cabecera para todo obrero con conciencia de clase”, Engels destacaba que el potente desarrollo de las ciencias naturales planteaba la necesidad de superar los límites del pensamiento formal aristotélico, así como de ordenar desde el punto de vista teórico los resultados de las investigaciones científicas. A esta concepción materialista del mundo, cuyos orígenes se remontaban al pensador griego Epicuro, Marx y Engels incorporan a través de una síntesis la dialéctica hegeliana, la doctrina del desarrollo -en palabras de Lenin- “en su forma más completa, profunda y libre de unilateralidad, la doctrina acerca de lo relativo del conocimiento humano, que nos da un reflejo de la materia en perpetuo desarrollo”.

Esto puede observarse cuando en una carta enviada por Marx a su amigo Engels, el primero, a partir de sus observaciones sobre la teoría de la evolución de Darwin, le dice al segundo que “el descubrimiento de Hegel en relación a la ley de que los cambios meramente cuantitativos se vuelven cambios cualitativos… se sostiene igualmente bien en la historia como en la ciencia natural”. La naturaleza, en otras palabras, es ella misma dialéctica, de modo que las teorías adecuadas en las ciencias naturales deberán tener necesariamente una estructura dialéctica. El libre movimiento de la materia, según Marx “no es más que una paráfrasis del método con el que tratamos a la materia, es decir, del método dialéctico”. Mientras que para Engels “no se trata de construir las leyes de la dialéctica de la naturaleza sino de descubrirlas en ella”, por su parte, para el ruso, “los recientes descubrimientos de las ciencias naturales como el radio, los electrones o la trasformación de los elementos, son una admirable confirmación del materialismo dialéctico de Marx”.

En El rol del trabajo en la transformación del mono en hombre, Engels señala que “en efecto, cada día aprendemos a comprender mejor las leyes de la naturaleza y a conocer tanto los efectos inmediatos como las consecuencias remotas de nuestra intromisión en el curso natural de su desarrollo”. Para el alemán, “sobre todo después de los grandes progresos logrados en este siglo por las ciencias naturales, nos hallamos en condiciones de prever y controlar cada vez mejor las remotas consecuencias naturales de nuestros actos en la producción”.

Coevolución

Esta concepción de control lejos de tratarse de una concepción prometeica -en palabras de Engels, como de “un conquistador sobre un pueblo conquistado”-, se basa en una visión de interdependencia de la sociedad y la naturaleza, cuando dice “cuanto más sea esto una realidad, más sentirán y comprenderán los hombres su unidad con la naturaleza, y más inconcebible será esa idea absurda y antinatural de la antítesis entre el espíritu y la materia, el hombre y la naturaleza, el alma y el cuerpo”, idea que Engels denuncia comienza a difundirse por Europa con la decadencia de la antigüedad clásica y adquiere su máximo desenvolvimiento en el cristianismo medieval.

Esta idea de coevolución heredada a partir de sus análisis de la obra de Darwin se manifiesta con mayor claridad al analizar la situación de “los italianos de los Alpes, que talaron los bosques de pinos de las laderas del sur, conservados con tanto celo en las laderas del norte”. Por una parte, según Engels, estos “no tenían idea de que con ello destruían las raíces de la industria lechera en su región, y mucho menos podían prever que al proceder así privaban de agua a sus manantiales de montaña la mayor parte del año”. Por otra parte, con este proceder también generaban además que las laderas de las montañas pudiesen, “al llegar el período de las lluvias, vomitar con tanta mayor furia sus torrentes sobre la planicie. (…) Así, a cada paso, los hechos nos recuerdan que nuestro dominio sobre la naturaleza no es como la de un conquistador sobre un pueblo conquistado, no es el dominio de alguien situado fuera de la naturaleza, sino que nosotros, por nuestra carne, nuestra sangre y nuestro cerebro, pertenecemos a la naturaleza, nos encontramos en su seno, y todo nuestro dominio sobre ella consiste en que, a diferencia de los demás seres, somos capaces de conocer sus leyes y de aplicarlas de manera juiciosa”.

Gracias a un conocimiento de la evolución y la aplicación de la dialéctica hegeliana, Engels logra trascender las formas mecanicistas del pensamiento, algo de gran importancia, puesto que en su visión (como en la de Marx) la concepción de la historia natural que salía del análisis de Darwin era la que permitía entender la naturaleza en términos de surgimiento. En su plan para la Dialéctica de la naturaleza, obra inconclusa de 1876 y que solo se conocerá en 1925, Engels indicaba que la discusión en torno a los “límites del conocimiento” en relación con la biología deberían comenzar con el electrofisiólogo alemán Emil Du Bois-Reymond, cuya tradición también se remontaba a Epicuro, y quien en las décadas de 1870 y 1880, había argumentado que la teoría evolucionista podía proporcionar la respuesta al origen de la vida, precisamente porque la relación de la vida con la materia es una relación de surgimiento.

Según Bellamy Foster (La ecología de Marx), “fue este naturalismo complejo, dialéctico, en el que se veía a la naturaleza como prueba de la dialéctica, el que explica la brillante colección de ideas ecológicas que impregna el pensamiento tardío de Engels”. Este, en Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana (otro libro de cabecera “para todo obrero con conciencia de clase”, según Lenin), argumentaba que la revolución darwiniana y el descubrimiento de la prehistoria habían hecho posible, por primera vez, un análisis de la “prehistoria de la mente humana… que a través de diversas etapas de la evolución, desde el protoplasma de los organismos inferiores, simple y carente de estructura pero sensible a los estímulos, continuaba ascendiendo hasta el pensante cerebro humano”.

Sustentabilidad

Si Engels se sumergía en las profundidades de la teoría de la evolución de Darwin para extraer de ella un análisis de la coevolución de las especies, Marx se volcó de lleno al estudio del trabajo del químico agrícola alemán Justus Von Liebig, para sumergirse en las profundidades del problema de la tierra y su desarrollo sustentable.

En la década de 1860, cuando Marx escribía El Capital, este había llegado al convencimiento de la insostenibilidad de la agricultura capitalista debido a dos hechos: el sentimiento más general de crisis en la agricultura europea y norteamericana ligada a la disminución de la fertilidad natural del suelo, y un giro en la obra del propio Liebig a partir de 1850 hacia una fuerte crítica ecológica del desarrollo capitalista. Justamente en este periodo (1830-1880) es cuando se da lo que muchos historiadores de la agricultura consideran la Segunda revolución agrícola, subproducto de la gran Revolución industrial británica del siglo anterior, caracterizada por el crecimiento de la industria de los fertilizantes y el desarrollo de la química de los suelos. Si bien en un primer momento, tanto Marx como Engels, incluido el propio Liebig, reaccionaron ante esta revolución tecnológica de la agricultura llegando a la conclusión de que, en el futuro cercano, el progreso agrícola podría dejar atrás a la propia industria, esta valoración optimista dejaría lugar en la década del 60 a una comprensión mucho más sofisticada de la degradación ecológica en la agricultura.

Es significativo que Marx le haya comentado a Engels, un año antes de la publicación de El Capital, que al desarrollar la crítica de la renta de la tierra, haya tenido que vérselas con “la nueva química agrícola que se está haciendo en Alemania, en particular Liebig y Schönbein, que tiene más importancia para esta cuestión que todos los economistas juntos”. En efecto, todas estas tempranas teorías de la economía clásica adolecían de la falta de comprensión científica de la composición del suelo, algo que se manifestaba con mayor agudeza en Ricardo y Malthus. Esto se debía fundamentalmente al estado en el que por entonces se hallaba la química agrícola, lo que provocaba que las causas reales del agotamiento de la tierra fuesen desconocidas para cualquiera de los economistas que habían escrito acerca de la renta diferencial. Marx, que había estado estudiando la obra de Liebig desde la década de 1850, estaba impresionado por la introducción crítica a la edición de 1862 de su Química orgánica en su aplicación a la agricultura y la fisiología, integrándola dialécticamente con su propia crítica de la economía política que ya había bosquejado en los Grundrisse de 1858.

En la Química Orgánica (1840) Liebig había diagnosticado que el problema se debía al agotamiento del nitrógeno, el fósforo y el potasio, nutrientes esenciales de la tierra que iban a parar a las cada vez más crecientes ciudades y que no solo no eran restituidos a la tierra sino que además contribuían a la contaminación urbana. Lo primero era parcialmente resuelto con el desarrollo de la implementación del sistema de fertilizantes sintéticos, pero esto llevó al desarrollo a su vez de una dependencia casi total en todos los países del uso de estos fertilizantes. Para la introducción de 1962 de la Química Orgánica, Liebig muestra un giro a través de una crítica terrible de la agricultura capitalista británica al señalar que “si no logramos que el agricultor tome una mejor conciencia de las condiciones bajo las cuales produce, y no le damos los medios necesarios para el aumento de su producción, las guerras, la emigración, las hambrunas y las epidemias necesariamente crearán las condiciones de un nuevo equilibrio que socavará el bienestar de todos y finalmente conducirá a la ruina de la agricultura”.

La conclusión fundamental que saca Marx sobre estas cuestiones se puede sintetizar de la siguiente manera: la producción capitalista no solo destruye la salud física de los obreros urbanos y la vida espiritual de los trabajadores rurales, sino que a la vez “perturba la circulación material entre el hombre y la tierra, y la condición natural eterna de la fertilidad durable del suelo, volviendo cada vez más difícil la restitución a este de los ingredientes que le son quitados y que son usados en forma de alimentos, ropa, etcétera”. Es elemental aquí el concepto que expone de metabolismo entre la sociedad y la naturaleza (que ya venía abordando desde los Grundrisse), específicamente al decir “entre el hombre y la tierra”. Para Marx, la relación unilateral y antagónica entre la ciudad y el campo, basado en el desarrollo del comercio a grandes distancias, llevaba a un despojo irreparable de los nutrientes del suelo por parte de la industria capitalista, “socavando al mismo tiempo las dos fuentes de donde mana toda riqueza: la tierra y el trabajador”. Para Marx, cada progreso de la agricultura capitalista, cada progreso en el arte de incrementar su fertilidad por un tiempo “es un progreso en la ruina de las fuentes durables de fertilidad”.

Marx señala que se trata de “una fractura irreparable en el metabolismo social, metabolismo que prescriben las leyes naturales de la vida misma”. Los dos elementos concretos en los que se apoya Marx para esta definición son, por un lado, la inevitable unidad del desarrollo industrial entre el campo y la ciudad, en la que esta última no solo despoja al primero de sus nutrientes sino que también le brinda a través del comercio los suministros para tal agotamiento. Por otro lado, reduce la población agraria “a un mínimo siempre decreciente y la sitúa frente a una población industrial hacinada en grandes ciudades”, proyectando socialmente de este modo la fractura metabólica con la tierra.

Esta discusión, lejos de desaparecer, se mantiene en el marxismo de la Segunda internacional. Figuras como August Bebel, Karl Kausky, Vladimir Lenin y Rosa Luxemburg incorporaron estas cuestiones a sus preocupaciones. Esto lo trataremos en otra ocasión.

Tomado de: http://www.laizquierdadiario.com/La-ecologia-de-Marx-y-Engels-ante-el-desarrollo-capitalista

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Sobre la educación y otros demonios en Santa Fe: ¿a qué estamos jugando?

Por: Silvia Sánchez

Podemos dar vueltas hasta el infinito en las ruedas de convivencia, docentes y estudiantes habitando edificios escolares que cada vez se asemejan más a las ruedas de laboratorio donde los roedores giran hasta el vómito y en las que jugamos a que dialogamos, porque nos interesamos en el otro u otra. Y escuchamos, nos respetamos y nos entendemos, porque todas y todos queremos lo mismo… ¿queremos lo mismo?

Hemos sido y somos oprimidas y reprimidos en nuestros reclamos porque lo que estamos denunciando es falta de presupuesto. Es tan obvio como grosero. Pero nos enredamos discutiendo cómo hacerle frente a los embates que sufrimos desde la patronal. De eso se trata, de los fondos, del dinero que se destina a Educación y a Salud, que durante décadas vienen siendo sostenidas por el profesionalismo y voluntarismo de quienes están comprometidas con sus próximos.

Lejos de intentar escuchar las demandas y manifestaciones colectivas, continuas y desesperadas, las van convirtiendo en una suerte de “contracultura de lo malo” y se las intenta ahogar, desacreditar, demonizar, destrozar.

A tal punto que están intentado quebrar una unidad de lucha con mecanismos macabros y siniestros como la de poner en tela de juicio las éticas de los trabajadores y trabajadoras que poseemos títulos, que acreditan nuestra idoneidad para llevar adelante nuestra prácticas profesionales, por alguien que, por título y competencia, no acredita aptitud alguna para comprender, estructurar y llevar adelante políticas de Estado sobre el complejo entramado de las currículas escolares educativas de nivel. Y por actitud pone de manifiesto su indiferencia hacia las personas, deshumanizándonos, cosificándonos, estigmatizándonos en sus arrebatos discursivos mediáticos.

“¿Qué es un juego, en efecto, sino una actividad cuyo origen primordial es el hombre, cuyos principios el mismo hombre plantea y que no puede tener consecuencias sino de acuerdo a los principios planteados? Desde que el hombre se considera libre y quiere usar su libertad su actividad es un juego: plantea él mismo el valor, las reglas de sus actos y no consiente en pagar sino de acuerdo con las reglas que él mismo ha planteado y definido”, nos explica Jean-Paul Sartre.

Nosotras, las mujeres venimos luchando y lo seguimos haciendo por el reconocimiento de la integridad de nuestros derechos, siendo proveedoras fundamentales en el sostenimiento del sistema capitalista. Seguimos pariendo mano de obra barata y esclava. Educando hijas e hijos adoctrinados en la discriminación y la inequidad como condición “natural”; inmodificable. Después de habernos negado el acceso a la educación durante milenios, lo siguen haciendo por diferentes medios, pero el religioso y el económico-financiero son los que terminan definiendo nuestra cultura de oprimidas y oprimidos.

Esto no lo ha tenido en cuenta la Ministra de Educación, Balagué. Como tampoco la unidad en la lucha de los trabajadores y trabajadoras de la educación. En definitiva somos quienes, junto a las familias, asistentes escolares, administrativos, médicos, enfermeras, artistas, usted y yo, sostenemos la educación pública.

Defender nuestro derecho a una educación pensada, discutida y diseñada para construir espacios donde cada persona pueda ir desarrollando todo su potencial en condiciones de estabilidad emocional, laboral y financiera es una decisión política, que para algunos sectores es inadmisible. Es imposible. Es peligroso. Por eso entramos en conflicto. Por eso nos atacan y nos intentan dividir. Por esos pactan con sectores gremiales para deteriorar desde adentro lo que tantos años de lucha y trabajo nos ha costado construir. Vamos por la educación pública gratuita, laica, de identidad y para todas y todos.

Tomado de: http://www.laizquierdadiario.com/Santa-Fe-Sobre-la-educacion-y-otros-demonios-A-que-estamos-jugando

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Maestras: Las que luchan

Por: Virginia Pescarmona

Bombones, flores, adornos, bijouteri y muchas cartas se preparan en las manos de los niños y niñas para agasajar a sus maestras. Queremos el pan, pero también las rosas. Las maestras que tenemos un enorme historial de lucha y resistencia todavía por conocer.

Según se puede leer, el 11 de septiembre de 1943, durante la Primera Conferencia de Ministros y Directores de Educación de las repúblicas Americanas, se resolvió homenajear a Sarmiento como educador en la fecha de su muerte. Pero que el Día sea del Maestro, en masculino ya implica una discusión y que sea en homenaje a Sarmiento es también toda una contradicción.

Se homenajea a una figura controvertidísima de la historia nacional gracias a la llamada Revolución del `43 de los milicos Rawson, Ramírez y Farrell. La resolución decía: «Considerando: que es actividad fundamental de la escuela la educación de los sentimientos, por cuyo motivo no debe olvidarse que entre ellos figura en primer plano la gratitud y devoción debidas al maestro de la escuela primaria, que su abnegación y sacrificio guían los primeros pasos de nuestras generaciones y orientan el porvenir espiritual y cultural de nuestros pueblos; que ninguna fecha ha de ser más oportuna para celebrar el día del maestro que el 11 de septiembre, día que pasó a la inmortalidad, el año 1888, el glorioso argentino Domingo Faustino Sarmiento».

En nuestro país más del 90% de los maestros primarios son maestras, es decir, mujeres. En 1870 Nicolás Avellaneda decía: «La experiencia ha demostrado efectivamente que la mujer es el mejor de los maestros, porque es más perseverante en la dedicación a la enseñanza, (…) y porque se halla, en fin, dotada de todas esas cualidades delicadas y comunicativas que la hacen apoderarse fácilmente de la inteligencia y de la atención de los niños». Los datos dicen que entre 1874 y 1921 se graduaron 2.626 maestras y sólo 504 maestros.

Transcurren sólo treinta años entre la apertura de la Primera Escuela Normal, en 1870, y la conformación de un cuerpo docente predominantemente femenino. Según las revistas, documentos y libros de la época, las maestras suponen un cúmulo de cualidades que la hacen ideal para la tarea: prudencia, sencillez, humildad, amor a los niños y a la patria. Todas cualidades morales y cívicas, pero ninguna relacionada con capacidades intelectuales. Para el 1900 el requisito para obtener un título de maestra era rendir un «examen de moral, religión y buenas costumbres». Pero la señorita maestra: devota, abnegada, sacrificada y quien sostiene el porvenir espiritual y cultural de la Nación, por suerte ha sido mucho más que eso.

Son maestras las que luchan y enseñan a luchar

Desde fines del SXIX las maestras no paran de denunciar las condiciones en que trabajan, en las que hay que enseñar y aprender. Las condiciones en que viven los niños, niñas y jóvenes. La docencia ha librado luchas enormes en todo el país en las últimas décadas que, en algunos casos, han trascendido los reclamos salariales convirtiéndose en verdaderas luchas del conjunto de la clase obrera y el pueblo. Como vimos en ese 2007, tanto en Santa Cruz, en Salta, como en la provincia de Neuquén. La última etapa de la era kirchnerista ha visto a la docencia luchar en las calles por el salario y las condiciones laborales y edilicias, junto a los estudiantes y familias. Ahora con el macrismo nuevamente se pone en el tapete la discusión sobre la educación pública y la defensa de los derechos adquiridos.

El trabajo docente es muy complejo. Incluye innumerables tareas fuera y dentro del aula. Se exige a la docencia una polifuncionalidad que conlleva un fuerte y cotidiano desgaste psíquico y físico que se expresa en el deterioro de la salud. La lista de afecciones es interminable e incluye enfermedades que no son reconocidas como laborales como el síndrome de Burnout, cuyos síntomas son cansancio y desgaste emocional, pérdida de energía, desmotivación, desorientación, incapacidad de concentración y sentimientos depresivos.

Con salarios que no alcanzan, se suman turno, horas, módulos para llegar a fin de mes. A esto se le suman las jornadas de trabajo doméstico no remunerado, algo que recae en la mayoría de los casos sobre las mujeres. Que las maestras dejemos nuestras vidas en la escuela no puede ser algo “normal”, pero pasa.

Las maestras no son entes neutrales, blancas y puras, abnegadas conservantes de las buenas costumbres y la moral dominante. Su saber y su accionar no es “neutral”. Enfrenta patrones, gobiernos, regímenes políticos. La docencia se ha ganado un lugar en la lucha por sostener la educación pública, más allá de las permanentes campañas de descrédito que lanzan los distintos gobiernos y los medios de comunicación. Las maestras son la clave para la articulación entre la escuela, los pibes y sus padres que son parte de la clase trabajadora y el pueblo pobre, que sufre penurias sociales de todo tipo. Son la llave para empezar a cuestionar hasta lo más naturalizado: ¡hasta el Día del Maestro!

Tomado de: http://www.laizquierdadiario.com/Maestras-las-que-luchan

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La discreta privatización de la educación pública

 Por: Por Guntars Catlaks

Un nuevo estudio encargado por la Internacional de la Educación revela que la creciente tendencia a privatizar la educación pública se camufla muchas veces con palabras como “reforma de la educación” o se lleva a cabo discretamente a través de una “modernización”. De ahí el título del estudio: La privatización encubierta en la educación pública.

Los autores de esta investigación son el catedrático Stephen Ball y la Dra. Deborah Youdell, ambos del Instituto de Educación de la Universidad de Londres. En su estudio analizan dos tipos de privatización: una en la que las ideas, técnicas y prácticas del sector privado se importan para que las escuelas sean más parecidas a empresas, y otra en la que la educación pública se abre a la participación del sector privado con ánimo de lucro. El primer tipo de privatización generalmente allana el camino al segundo.

Ambos afectan profundamente al modo de prestar el servicio educativo, de decidir el plan de estudios, de formar al personal docente, de evaluar a los estudiantes y, en realidad, a los valores fundamentales sobre los que se sostiene la educación pública tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo.

“Por lo que se deduce del estudio hasta el momento, uno de los problemas más importantes atañe al propio espíritu de la educación”, señaló el secretario general de la IE, Fred van Leeuwen. “Por ponerlo de la forma más clara posible: ¿la educación consiste en brindar a todos los niños y jóvenes la oportunidad de desarrollar todo su potencial como persona y como miembro de la sociedad? ¿O es más bien un producto que se vende a clientes, que desde una edad temprana son considerados consumidores y blancos de la comercialización?

Los docentes y sus sindicatos en todo el mundo defienden firmemente el concepto de educación pública de calidad como derecho fundamental del niño. Por tanto, esta transformación encubierta de la educación pública en un producto que se usa para obtener beneficios privados resulta muy preocupante.

“La Internacional de la Educación encargó la realización de este estudio para arrojar algo de luz sobre la tendencia hacia la privatización. Precisamos una mayor transparencia, necesitamos comprender mejor lo que está sucediendo para poder participar en un debate público sobre el futuro de la educación en nuestras sociedades”, afirmó Van Leeuwen.

Se publicó un informe preliminar para el Congreso Mundial celebrado en Berlín en julio de 2007, que fue presentado por los autores en una sesión temática sobre la privatización.

El Instituto de Investigación de la IE encargó el estudio, y su Red de Investigación se reunió dos veces para abordar asuntos relativos a la privatización y evaluar las conclusiones emergentes. El informe final se presentó el 17 de junio en el Centro Sindical de Londres.

John Bangs, del sindicato británico National Union of Teachers (NUT) y miembro del consejo del Instituto de Investigación de la IE, declaró: “Se trata del primer análisis del impacto global de estas tendencias a la privatización sobre los sistemas de la educación pública”. Bangs hizo referencia al recientemente fallecido secretario general del NUT y señaló: “Steve Sinnott habría estado encantado de ver este informe”.

“Es el primer toque de advertencia de la IE contra el tremendo impacto de los privatizadores en la educación”, afirmó Jerry Bartlett, secretario general de NASUWT y miembro del Consejo Ejecutivo de la IE. “La privatización supone la dejación por parte del Estado de su obligación de prestar un derecho fundamental. Va a ser una herramienta realmente útil para hacernos eco de la desaparición del espíritu del sector público en la educación”.

Stephen Ball dijo que la denominada industria de la educación resulta enormemente rentable. “Los servicios educativos constituyen el sector de exportaciones más importante para el Reino Unido, valorado en 28.000 millones de libras al año aproximadamente”, señaló. “¡Es un auténtico negocio!”

Y en este gran negocio, la clase emergente de los “empresarios educadores” son los que mayores beneficios van a cosechar. Las empresas encargadas de preparar y corregir los exámenes, por ejemplo, son empresas multimillonarias en países que otorgan máxima prioridad a los resultados de los exámenes como forma de medir la calidad de la educación. Según Ball, en el marco de la ley “No Child Left Behind” (“Que ningún niño se quede atrás”), promulgada por el gobierno de George Bush, cada año se realizan 45 millones de exámenes que reportan 517 millones de dólares al sector privado.

Y en el plano internacional, el Banco Mundial también promueve la participación de las empresas privadas en los sistemas de la educación pública. “El Banco Mundial está colocando al sector privado en el centro de su política en los países en desarrollo”, declaró Ball.

Youdell añadió que, en muchos países en desarrollo, las tendencias de privatización muchas veces predominan en los proyectos de educación recién establecidos, en ocasiones financiados por el Banco Mundial o con fondos para ayuda. Como dependen más de la ayuda externa, las naciones en desarrollo son inevitablemente más vulnerables a la privatización en todas sus formas.

Ball advirtió de que en muchos países la privatización ha avanzado tanto que en la actualidad se considera algo inevitable o simplemente “de sentido común”. Asimismo, instó a los educadores a ser escépticos ante las iniciativas privadas y a mirar más allá de los aparentes beneficios inmediatos de, por ejemplo, los recursos de aprendizaje, equipos u ordenadores “gratuitos”.

La consecuencia más insidiosa de la privatización encubierta, según Ball, es la forma en que están cambiando las relaciones entre los docentes, los estudiantes y los padres. Cuando la educación se comercializa, los resultados (incluidos los logros de los alumnos) son considerados productos. De esta manera, los responsables escolares se convierten en gerentes de empresa, los docentes se convierten en técnicos y los estudiantes (según los resultados de sus exámenes) en activo o pasivo de una escuela que compite contra todas sus vecinas.

Ball destacó además que existe una fuerte necesidad de llevar a cabo “auditorías éticas” para evaluar el impacto de la injerencia privada en la educación pública.

Bob Harrris, asesor principal de la IE, agradeció el informe y elogió su potencial como herramienta para que los sindicatos de docentes desarrollen sus estrategias y se resistan a las formas más atroces de privatización.

Harris puso de relieve la necesidad de que los sindicalistas comprendan perfectamente el peligro que suponen para la educación pública (y en realidad para todos los servicios públicos) las presiones de la privatización, y de que actúen enérgicamente para llevar a cabo contrapropuestas.

“El debate no debe ser si las reformas educativas son o no necesarias, sino más bien el tipo de reformas y las condiciones necesarias para tener éxito”, afirmó.

Tomado de: http://educrim.org/drupal612/?q=educaci%C3%B3n/67

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Un colegio nacional para niños especiales y neurólogos

Por. Berta González de Vega

Pilar García de la Granja lleva meses con un sueño: quiere un colegio en España como el que puede ir su hijo Pepe en Nueva York.  Para conseguirlo, junto a otras familias, ha puesto en marcha la Fundación Querer. Por todos los niños del espectro autista que se pueden beneficiar aquí. Todos los que padecen enfermedades raras del desarrollo que afectan al lenguaje y a la memoria. Ella sí que se sabe de memoria los datos: uno de cada 59 niños que nacen en España está en el espectro autista. Otros más demoledores: «Se tarda entre cinco y diez años en diagnosticar la enfermedad. No hay registro nacional».  Desde que diagnosticaron a Pepe con el síndrome de Landau-Kleffner y empezó a conocer a familias con hijos con problemas similares quiere que «el cerebro se ponga de moda, sin él, no somos nada». Que seamos conscientes de que nos puede impresionar el internet de las cosas, el big data y poner a un robot en Marte, pero que, dentro de nosotros, tenemos mucho que descubrir. Está convencida, además, que «los niños diferentes necesitan una educación diferente». Esa educación implicaría a neurólogos, «son la clave en el diagnóstico»  y el colegio tendría como objetivo «aunar expertos en neuroplasticidad, educación especial, nano robótica y neurología».  Ya han dado el primer paso: La Fundación Nisa, a través del hospital NISA Aravaca, ha llegado a un acuerdo con la Fundación Querer y ya han creado la primera unidad de epilepsias raras e intratables para diagnóstico y seguimiento clínico de estos niños en el colegio, aunque no sean sus pacientes.

Ella cree que, en España, en un colegio nacional, al que pudieran acudir los mejores especialistas en neurología, se podría ayudar a muchas familias. A niños como Celia, a la que conoció gracias a este reportaje publicado en este periódico, donde hablaba la madre, Maricarmen. «O incluso a enfermos con Alzheimer porque, si estudian bien a niños como ellos,  que se olvidan en una noche lo que han aprendido durante el día, a lo mejor pueden  saber mejor cómo funciona el mecanismo del olvido«, explica. Que, al menos, mientras se investiga la enfermedad de estos niños se pueda también ayudar a otros muchos.

Su hijo ha vuelto a hablar. En dos idiomas, además. «Es gracias a un tratamiento experimental en un colegio pionero en el estudio del cerebro de estos niños». Un colegio que cuesta tres veces lo que Harvard por niño pero que el alcalde demócrata de Nueva York, De Blasio, cree que el ayuntamiento debe pagar a los que no se lo puedan permitir, la mayoría, porque «piensa que cada niño debe tener la escuela que necesita y no que se adapten al colegio«, explica. «Todos los profesores tienen un master en educación especial. Son capaces de llevar a cada niño a su máximo desarrollo», explica la periodista.

Pepe hablaba, hasta que una noche dejó de hacerlo. Se despertó y, con cinco años, había sufrido una regresión hasta los 13 meses. Pero eso lo supieron después. Esa mañana, no tenían ni idea de lo que había pasado. Esa angustia de no tener un diagnóstico claro la experimentan muchas familias a las que ayudaría que hubiera más coordinación entre hospitales y comunidades autónomas. En el colegio con el que sueñan pasaría como el de Nueva York, donde todo está digitalizado y eso posibilita que los investigadores que los siguen estén perfectamente al tanto de los avances de cada niño.  En las aulas, hay cristales a través de los que se puede observar a los alumnos, sin que estos se den cuenta.

De ahí el empeño en que sea un centro nacional al que puedan acudir todos los investigadores que están estudiando el cerebro. La idea sería replicar en educación especial el modelo del Centro Nacional de Tetrapléjicos de Toledo.

Pilar es periodista -la corresponsal en EEUU de Mediaset– y no se anda por las ramas en su blog. Tener a un niño con una enfermedad rara implica sentirte inseguro muchas veces pero, con su hijo diagnosticado desde hace varios años, después de ver la evolución de Pepe en su colegio actual, Pilar tiene clara una cosa: «Se equivocan quienes aconsejan que tratemos a estos niños como si fueran normales. A la gente normal hay que educarla para entender a los diferentes. Pero nuestros hijos diferentes bastante tienen con su lucha como para añadir que intente parecer normal».

 «Estoy segura de que si alguien es capaz de entender el cerebro de Pepe, de todos esos niños,  se ayudará a mucha gente», dice Pilar en el único momento que se le quiebra la voz. Ella está dispuesta a que estos niños sirvan a la ciencia y viceversa. Ahora quiere que sean miles los que ayuden. En ese colegio nacional. De Celia y Pepe y de muchos más. Que se ponga el cerebro de moda. Operación neurona, en la Fundación Querer. También buscan a neurólogos, maestros y fisioterapeutas que se unan al proyecto. Escribánles, por favor.

Fuente: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/mejoreducados/2016/07/22/un-colegio-naconal-para-ninos-especiales.html

Imagen: estaticos.elmundo.es/blogs/elmundo/mejoreducados/imagenes_posts/2016/07/22/171836_540x348.jpg

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Árbol que crece torcido

Por: Manuel Gil Antón

Hoy, en México, el plagio tiene permiso. Carece de consecuencias. La analogía con el título del cuento de Edmundo Valadés, “La muerte tiene permiso”, vale. El “tumbaburros” dice: plagio es “copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias” Así entendido (RAE), consiste en “usar el trabajo, las ideas o las palabras de otra persona como si fueran propias, sin acreditar, de manera explícita, de dónde provienen”. Las comillas que se ponen al inicio y al final de lo que dijo o escribió otra persona, e informar de quién se trata, es indispensable en el quehacer intelectual ético.

“Desde el principio se hicieron mal las cosas; (se definió) a la carrera perfiles, parámetros, indicadores de medición”. Ni la SEP ni el SNTE hicieron bien las cosas. Cuando crearon el INEE, hubo presión para echar a andar las cosas ya: “se obligó a salir muy rápido, no se informó apropiadamente, se creó una estructura sobre la marcha y muy absurda, para evaluar; además, para dirigir el proyecto más importante de la reforma educativa, se puso al frente a un administrador que es muy bueno para ver números, mover plazas, pero nada más”. Se contrató al Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval) para que hiciera los exámenes, sin experiencia alguna en evaluación de Educación Básica: “Se les encargó y lo hicieron mal, a la carrera, urgente, mal”. En la evaluación del desempeño, “hubo muchos errores, pifias, en los procesos, en el trato humano hacia los profesores, hubo educadores que exageraron y trataron mal a los maestros. Hubo problemas de logística graves”.

Esto no lo dijo un opositor a, o crítico de la reforma: a quien se cita es a Gilberto Guevara Niebla, integrante de la Junta de Gobierno del INEE (ver: Gerardo González Acosta, La Crónica de Hoy, 17/07/ 2016). A confesión de parte, relevo de pruebas. ¿Se puede sostener que la evaluación, a la que se ha sometido a miles de docentes, es adecuada? ¿Está orientada a que mejoren sus labores cotidianas en el aula? No. Es una imposición para conservar el empleo. Es falaz que sean detalles “de implementación” que no invalidan los resultados.
Además de plagiar, en el sentido de secuestrar la voz y la palabra al magisterio, tratándolo como objeto, no sujeto activo en el proceso de transformación educativa. Profesionalizado (sic) desde la soberbia del poder, lo que contradice el rasgo central de una profesión: se regula por los especialistas en un campo del saber. Anuladas su diversidad, y talento, en la generalización absurda, clasista y racista, de ignorantes. Acusados por las élites de ser culpables de todos los problemas educativos, cuya cura es la evaluación a la trompa talega, hay otro problema serio.cnte sep

En las páginas 43 y 44 de El Modelo Educativo 2016: el planteamiento pedagógico de la Reforma Educativa, firmado por la SEP, se copia, con ligeras variaciones, el párrafo entero de un documento de la OCDE sin entrecomillar, ni referir —siquiera— al trabajo y sus autores. Aparece como texto original sin serlo. “Es sólo un párrafo”. “Un error”. “En otro documento sí se hace la debida referencia” ¿Sin comillas? “No se requieren: si es una traducción se puede parafrasear sin ellas”. Falso. En esos casos se entrecomilla el texto o se cambia la tipografía, se da la fuente y se indica que la traducción es propia o de una versión en castellano. No es un problema “metodológico”. ¿Se cayeron las comillas en la imprenta? Es una falta de honradez intelectual en el documento orientador de la educación del nuevo siglo. “No juzgues al todo por una parte”. Un delito es tal no por su tamaño, sino por su naturaleza.

Varios tipos de plagio, a cual más grave. Al nacer torcida la reforma, no hay modo de enderezarla. Se necesita, pronto, otra, no fincada en la arena del plagio, la mentira y el desprecio.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/arbol-que-crece-torcido/

Imagen: mx.globedia.com/imagenes/noticias/2014/3/17/cortinas-humo-dejan-vislumbrar-futuro-reforma-educativa_2_2016673.jpg

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