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Samsoe

Por: Manuel Guzmán Hennessey / Fuente: http://www.eltiempo.com/

El papel que cumple la Academia de Energía es muy inspirador para las universidades de todo el mundo.

La revolución que hoy avanza en la isla de Samsoe, en Dinamarca, es un ejemplo para el mundo. Empezó cuando el ministro de Ambiente, Svend Auken, asumió en Kioto el compromiso de reducir 20 por ciento las emisiones de carbono. Una meta ambiciosa que generó escepticismo. Pero el ministro formuló un plan de transformación energética aún más ambicioso, para avanzar hacia una economía libre de carbono. Entonces Soren Hermansen empezó a trabajar en Samsoe con una visión que desafiaba la consigna de ‘pensar globalmente y actuar localmente’. Propuso algo más concreto: piensa local y actúa local. Invitó a los ciudadanos a mirar su territorio y poner manos a la obra en las energías, el nudo de la crisis y el corazón de las soluciones. Lo que han logrado hasta hoy bien se puede reproducir en Colombia, país de costas y de activas ciudadanías locales.

Samsoe será neutral en carbono en el 2020 y cero carbono en el 2030. Los habitantes de la isla, 3.724 personas que ocupan 113 kilómetros cuadrados, están orgullosos de ser ya autosuficientes. La estructura que han logrado construir, con apoyo de la alcaldía local, les alcanza para venderle energía a Aarhus, la ciudad más cercana. El eje de la revolución es la energía generada por el viento. Toda una industria de herreros, ingenieros y emprendedores locales para desarrollar la tecnología de los parques eólicos instalados en el mar. Pero el enfoque de la transformación va más allá: un nuevo tipo de valor de futuro que incluye, además de lo económico, lo social, lo cultural, lo ambiental y lo educativo. Por eso trabajan en frentes complementarios: distritos generadores de calor que aprovechan biomasa de agricultura, electricidad eólica, turismo de bajo impacto, transformación del sistema de transportes, economías locales y generación de empleo. Samsoe tiene en cuenta que los cambios deben ser graduales, estructurales y sistémicos. Dinamarca ofrece un ejemplo de gradualidad con el gas natural, combustible de transición, que aporta la quinta parte de su energía.

El papel que cumple la Academia de Energía (www.energiakademiet.dk) es muy inspirador para las universidades de todo el mundo, indispensables en el urgente y gigantesco desafío de construir una nueva sociedad. La clave del éxito es la virtuosa mezcla de la participación local (privada y pública), lo nacional, lo tecnológico, lo empresarial y lo educativo.

Fuente: http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/samsoe-manuel-guzman-henenssey-columna-el-tiempo/16628318

Foto: http://mitsloanblog.typepad.com/mit_clean_energy/2011/03/sams%C3%B8-a-renewable-energy-island.html

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Los percentiles: ¿está creciendo bien mi bebé?

Por: Alhelí Quintanilla / Fuente: http://www.webconsultas.com/

¿Está creciendo bien mi bebé? ¿Coge suficiente peso? ¿Su talla es normal? Las respuestas a estas dudas maternas están en las curvas de desarrollo y los llamados percentiles. Conoce cómo funcionan.

¿Está creciendo bien mi bebé? ¿Coge suficiente peso? ¿Su talla es normal? Preguntas repetidas una y mil veces en la consulta de todos los pediatras. Las respuestas están en las curvas de desarrollo y los llamados percentiles, unas herramientas de referencia usadas en pediatría que sirven para comprobar la evolución del niño y detectar posibles alteraciones.

Peso y talla al nacer

El peso y la talla del los recién nacidos están condicionados por una serie de factores como la edad gestacional, la herencia genética, la evolución del embarazo, que la madre se haya alimentado bien… Un recién nacido a término (40 semanas de gestación) suele tener un peso de entre 3 kg y 4 kg y una talla de entre 48 y 52 cm (las niñas suelen ser un poco más pequeñas que los niños).

En los primeros días de vida, pierde alrededor del 10%, pero se recupera a partir de los ocho o diez días y después despega, ya que es en los dos primeros años de vida cuando más crecemos. En los primeros cuatro meses, el bebé engorda como media entre 800 y 1.000 gramos al mes. Alrededor de los cinco meses suele pesar el doble que al nacer y tres veces más alrededor del año.

Y aún cuando el bebé nace con un bajo peso (menos de 2,5 kg), en la mayoría de los casos (alrededor del 80-85%) se produce una recuperación postnatal del crecimiento. Esta puede ser total o parcial y tiene lugar, habitualmente, durante el primer año de vida y, sobre todo, durante los seis primeros meses.

Factores que influyen en el crecimiento

Estos son los factores que influyen en el crecimiento de un niño:

  • Hereditarios: la talla final que alcance el niño dependerá mucho de sus genes. Mientras no concurran factores externos que lo impidan, el niño crecerá lo que le permita su potencial genético.
  • Nutricionales: una alimentación equilibrada permite desarrollar al máximo el potencial genético del niño. En los seis primeros meses, lo mejor es la lactancia materna.
  • Condiciones sanitarias: las vacunas, nuevos fármacos, la detección precoz de enfermedades y síndromes que influyen en la talla, la posibilidad de corregir alteraciones hormonales, metabólicas, etcétera, y los frecuentes controles médicos permiten subsanar contratiempos que afectan al crecimiento.
  • Ejercicio: conviene estimulara a los bebés para que se muevan, ya que el ejercicio tonifica los músculos, oxigena los tejidos y favorece el crecimiento. Según van creciendo, los paseos y las salidas al parque son obligatorios.
  • Sueño: el descanso nocturno resulta imprescindible para un buen crecimiento. Según indican los endocrinos, entre el 70% y el 80% de la hormona del crecimiento es secretada durante el sueño.
  • Afectividad: está demostrado que los niños que han sufrido grandes carencias afectivas (abandono, maltrato, desatención…) crecen menos que otros niños de su misma edad. Estos pequeños, sometidos a estrés o ansiedad, segregan en su organismo grandes cantidades de somatostatina, una hormona que inhibe la liberación de la hormona del crecimiento.

Curvas y Tablas de Crecimiento. Estudios Longitudinal y Transversal

A continuación te presentamos las Gráficas de crecimiento infantil elaboradas por el Instituto de Investigación sobre Crecimiento y Desarrollo de la Fundación Faustino Orbegozo, publicadas en el año 2004. Estas gráficas se utilizan como referente en prácticamente todas las Comunidades Autónomas, ya que tanto la amplitud como las características de la muestra y la metódica empleada en su elaboración, permiten extrapolarlas a todas ellas.

Asimismo, dichas Curvas han sido incorporadas por los Organismos Oficiales de Sanidad de las Comunidades Autónomas, en las Cartillas de Salud Infantil, historias médicas pediátricas y en otros documentos de carácter sanitario, siendo la base de trabajo de los pedíatras y otros profesionales relacionados con la salud infantil a nivel nacional.

Estas tablas suponen la culminación del estudio longitudinal y su validación mediante un estudio transversal. Por razones metodológicas de este tipo de estudios, su utilización es diferente de las anteriores. Para valorar si un niño tiene una talla o peso dentro de lo normal únicamente hay que compararlas con el estudio transversal (sombreado blanco).

Las líneas percentilares en negro (el estudio longitudinal) solamente se deben utilizar para facilitar visualmente si la velocidad de crecimiento va siendo normal, y ante la duda siempre hacer el cálculo de la velocidad de crecimiento y compararlo con las curvas de velocidad.

Así, si un niño se encuentra en la zona sombreada clara, tiene una talla (o peso) normal para la edad, pero si en consultas posteriores -aunque persista en la zona sombreada clara- va cambiando de percentil (líneas negras del longitudinal), nos indica que puede tener alguna alteración del crecimiento.

Si un niño se encuentra fuera del sombreado claro tiene una talla (o peso) que no corresponde para su edad, y habrá que descartar la existencia de una patología del crecimiento y valorar la velocidad de crecimiento viendo si sigue las líneas percentilares del longitudinal.

Puede consultar aquí dichas tablas así como sus autores y las normas para su uso y entendimiento. Estas tablas son cortesía de la Fundación Faustino Orbegozo Eizaguirre.

¿Qué son los percentiles y cómo interpretarlos?

Los percentiles son las tablas o curvas de crecimiento que utilizan los pediatras para valorar el desarrollo de los niños en función de unos valores de referencia admitidos de antemano como normales para niños de una misma edad, sexo y raza. En España, el Sistema Público de Salud utiliza las curvas y tablas de crecimiento confeccionadas por el Instituto de Investigación sobre Crecimiento y Desarrollo de las Fundación Faustino Orbegozo Eizaguirre. Las tablas se dividen en curvas de crecimiento para niños de 0 a 2 años y de 2 a 14 años y son diferentes para niños y para niñas.

En una gráfica de percentiles figuran varias líneas, cada una con un número: 3, 10, 25, 50, 75, 90 y 97. La curva central, generalmente más gruesa, representa el percentil 50 o media. Para conocer en qué percentil se encuentra un bebé -por ejemplo de peso-, se debe buscar primero la edad en el eje horizontal. Luego, se traza una línea vertical desde ese punto. A continuación se busca el peso en el eje vertical, y se traza una línea horizontal por ese punto. Las dos rectas se cruzarán sobre alguna de las líneas de percentiles del gráfico. Ese será el percentil de peso. Por ejemplo, un lactante que pesa 8,200 kg y tiene 6 meses de edad, se encuentra en el percentil 80.

¿Qué significa? Que si lo comparamos con 100 lactantes normales de su misma edad y sexo, habría 80 que pesarían menos, mientras que los otros 20 pesarían más que él. Lo mismo vale para la talla. Si decimos que un bebé está en percentil 25 de talla, estamos diciendo que comparado con cien lactantes normales, 25 medirían menos y 75 más.

Valores normales de altura y peso en niños

Todas las líneas de los percentiles corresponden a valores normales, pero dentro de los límites de la normalidad hay niños más regordetes y otros más delgados, lo mismo que habrá niños altos y niños bajos, pero todos dentro de los límites normales:

  • Se considera que un parámetro o una talla son normales si su valor se sitúa entre los percentiles 97 y 3.
  • Los niños excesivamente altos o gordos están por encima del percentil 97.
  • Los niños excesivamente bajos o delgados se sitúan por debajo del percentil 3.

Pero lo importante no es tener un percentil alto, ni estar muy rollizo, sino crecer y engordar de forma más o menos regular, alrededor de un mismo percentil. Cuando esto sucede, se dice que el niño tiene un desarrollo armónico: si el crecimiento es continuo, aunque corresponda al percentil tres, el crecimiento es normal; sin embargo, cualquier alteración o pérdida progresiva de percentiles alerta sobre algún tipo de problema. El pediatra valorará entonces si se debe derivar al pequeño al especialista.

La medición del peso y la talla son controles rutinarios que llevará a cabo el pediatra en cada visita. Es importante no obsesionarse con estas medidas porque los picos de aumento de peso y de crecimiento no son siempre los mismos y, durante el primer año, cambian con frecuencia. Tampoco es recomendable que los padres realicen ellos mismos las mediciones, ya que pueden cometer errores que derivan en preocupaciones innecesarias.

Fuente: http://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/creciendo/percentiles/al-nacer-2854

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La prospectiva tecnológica

Por: Jenyree Alvarez  / Fuente: http://revistaeducacionvirtual.com/

La prospección tecnológica se ha aplicado ampliamente como instrumento de políticas por los gobiernos de todo el mundo durante los últimos decenios. Por ejemplo, Japón ha estado efectuando prospecciones en el plano nacional, otros países europeos como Alemania, los Países Bajos y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte también han llevado a cabo ejercicios de prospección, y un número cada vez mayor de países en desarrollo ha realizado también ejercicios de prospección tecnológica.

En el contexto actual de globalización, competencia y el creciente cambio tecnológico, los ejercicios de prospectiva pueden ayudar a los países en desarrollo a detectar oportunidades para una futura especialización tecnológica y productiva que les permita actualizarse, dar un gran salto y seguir avanzando. Además, habida cuenta de su potencial para configurar el cambio tecnológico y el crecimiento económico, los ejercicios de prospección se deberían preparar y realizar de manera coherente con las estrategias nacionales de desarrollo, incluido el desarrollo industrial.

Es así, como las numerosas dimensiones en las que las innovaciones emergentes en las TIC, pueden presentar retos y oportunidades para las políticas de desarrollo. Es por ello, que los ejercicios de prospección tecnológica pueden ayudar a prever las tendencias tecnológicas y preparar respuestas sociales proactivas y adecuadas.

La importancia del uso de la prospectiva tecnológica radica en que:

  1. Orienta la formulación de políticas y toma de decisiones
  2. Promueve la cooperación en Ciencia, Tecnología e Innovación.
  3. Establece prioridades
  4. Genera visiones e imágenes del futuro
  5. Promueve el debate público
  6. Identifica oportunidades de investigación e inversión
  7. Alienta el pensamiento estratégico y de futuro
http://www.camara.es/
http://www.camara.es/

http://oa.upm.es/22189/1/Prospectiva_Tecnologica.pdf

Medina Vásquez, Javier y Ortegón Edgar (2006). Manual de prospectiva y decisión estratégica: bases teóricas e instrumentos para América Latina y el Caribe. CEPAL e Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES). Área de Proyectos y Programación de Inversiones. Chile

 

Fuente: http://revistaeducacionvirtual.com/archives/2035

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¿Calidad o simulación académica en universidades?

América del Norte/México/Fuente:http://www.angulo7.com.mx/

Por Miguel Ángel Damián Huato

En esta colaboración abordaré el tema de la calidad académica que se exige a las instituciones de educación superior (IES) desde hace alrededor de tres décadas. La calidad se ha convertido, paradójicamente, en el concepto más utilizado por el ineficiente régimen neoliberal puesto en marcha en México a partir de 1982.

El objetivo es demostrar cómo la calidad académica puede trocarse en simulación académica como consecuencia de la interacción de dos factores. El primero surge cuando la calidad se transfigura en cantidad, como resultado de que la evaluación se trasladó a entidades ajenas a las IES, las cuales centraron esta evaluación esencialmente en la producción académica (publicaciones, cursos, tesis, etc.), y el segundo cuando en algunos programas de las IES, con el fin de producir más, se priorizaron los intereses de los académicos sobre la propia propuesta curricular de los programas de estudios.

La contribución la divido en cuatro partes. Primero, respondo la pregunta ¿qué es la calidad académica?Después abordo la cuestión de cómo la calidad académica se trasformó en simulación académica, considerando como estudio de caso el de la maestría en Manejo Sostenible de Agroecosistemas (Masagro). En la tercera y cuarta parte planteo algunas alternativas con el fin de enriquecer el enfoque académico del posgrado referido.

¿Qué es la calidad académica?

Partamos de los planes de desarrollo para buscar una definición de calidad académica vinculada a la planificación. La tercera meta del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 plantea alcanzar: un México con Educación de Calidad para garantizar un desarrollo integral de todos los mexicanos y así contar con un capital humano preparado, que sea fuente de innovación y lleve a todos los estudiantes a su mayor potencial humano […] El enfoque será promover políticas que cierren la brecha entre lo que se enseña en las escuelas y las habilidades que el mundo de hoy demanda desarrollar para un aprendizaje a lo largo de la vida.

Por su parte el Plan Nacional de Educación 2013-2018 (Diario Oficial de la Federación, 13 de julio de 1993, última reforma publicada el 01-06-2016), plantea en su artículo 8 fracción IV, “que la educación será de calidad, entendiéndose como la congruencia entre los objetivos, resultados y procesos del sistema educativo, conforme a las dimensiones de eficacia, eficiencia, pertinencia y equidad”.

A su vez, el Plan de Desarrollo Institucional 2013-2017 de la BUAP, aborda la calidad en el programa de desarrollo I.3 Aseguramiento de la Calidad Académica, donde plantea:

“La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla ha realizado esfuerzos significativos por consolidar su sistema de aseguramiento de la calidad académica a través de la evaluación, acreditación y certificación de sus procesos académicos, desde la perspectiva de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (Ciees) y la de los organismos acreditadores reconocidos por el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (Copaes). Asimismo, la universidad ha logrado avanzar de forma sustantiva en la incorporación de programas educativos de posgrado al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC), así como el aumento del número de profesores con reconocimiento al perfil deseable en Promep, ahora Prodep, y miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI)”.

Este plan enfatiza que la evaluación-acreditación-certificación se han convertido en los ejes sustantivos para medir, desde hace más de tres décadas, la calidad académica de los procesos educativos impartidos por las IES, incluida la BUAP. De ahí en adelante, serán estas entidades, y otras más, las que van a decidir qué programa educativo cumple con los criterios de calidad, enfatizando en la producción académica de las IES y soslayando criterios tales como la eficacia, eficiencia, pertinencia y equidad, asociados intrínsecamente a la evaluación y, por ende a la planificación.

Según Max Contasti (Reflexión sobre la Evaluación Institucional, Diario El Globo, 2000), la eficacia, eficiencia y pertinencia, son conceptos constitutivos de la tríada metodológica articulados íntimamente a la planificación. La eficacia es referida al logro, total o parcial, de los resultados del proceso. La eficiencia, al relacionar los resultados con los costos y recursos del proceso, mientras que la pertinencia conecta los resultados con los efectos sociales generados por el proceso.

Por su parte, la equidad atañe a cuestiones del ámbito económico-social y el pedagógico. En este ámbito las preguntas que debe hacerse un evaluador de programas educativos son las siguientes: ¿En qué medida este programa tiene restricciones? (de edad, costo, distancia, raza, género, religión, filiación ideológica, capacidad física, etc.). En el campo socio-económico los tratos compensatorios de un programa se refieren a cuotas especiales, exenciones de pago, otorgamiento de créditos, becas y empleos a los estudiantes. El otro aspecto de la equidad concierne a la pedagogía y tiene que ver con la posibilidad de optar entre distintas estrategias para lograr los objetivos de aprendizaje del programa (Milagros Cano Flores, La Autoevaluación Institucional: estrategia de calidad).

Miagros Cano además destaca la importancia de la autoevaluación institucional como garante para mantener la calidad de los programas de estudios que imparte, “donde quede de manifiesto el cumplimiento o incumplimiento de los fines y objetivos educativos; de los métodos y procedimientos idóneos para mejorar lo bueno y erradicar lo malo o inaceptable de la actividad educativa; un proceso que constituya un medio para conocer la realidad y transformarla”.

O sea, la autoevaluación concebida como un proceso crítico, de retroalimentación, donde la ejecución de un programa educativo permita detectar  y potenciar las ventajas y, al mismo tiempo, conocer y corregir las debilidades que presenta. De eso trata la evaluación-diagnostica, de conocer la realidad, porque este conocimiento son los cimientos de la planificación educativa, entendida como un proceso continuo que tiene como fin, primero, conocer la realidad para transformarla en función del diseño/ejecución de objetivos, metas y medios los cuales tienen que evaluarse junto con sus productos para, después, ajustar los programas de estudios.

En este contexto, cabe preguntarse ¿Es posible conocer la calidad omitiendo la evaluación? Sí, pero sólo a condición de que la calidad se mida circunscribiéndola  a números, a cantidades representadas por la producción académica, que pueden o no ser de calidad. Al amputar el primer componente de la triada evaluación-acreditación-certificación, se eliminó el único elemento ligado con la planificación.

En este contexto, destaca la importancia de la autoevaluación para conocer la calidad académica. No hay otra forma. Hay que decir que la autoevaluación y la evaluación externa, no son excluyentes, sino mecanismos complementarios, que harían coincidir, en la praxis, la calidad con la acreditación-certificación de los programas de estudios.

Privilegiar solamente la cantidad, como veremos en la siguiente contribución considerando como estudio de caso la maestría en Masagro, ha desembocado en la simulación académica.

Palabras agudas:

Ahora sí se excedió el Dr. Ygnacio Martínez Lagunas, Vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado (VIEP) de la BUAP, al considerar que si se divulgan los nombres de los dictaminadores de los proyectos VIEP se pone en riesgo la seguridad nacional. Si la dictaminación de proyectos de investigación es un proceso anual donde se analiza la solidez teórica, conceptual y metodológica, así como la eficiencia, eficacia, competitividad y relevancia social de los proyectos de investigación presentados por la comunidad científica de la BUAP. ¿Cómo es que este proceso puede poner en riesgo la seguridad nacional?

Fuente: http://www.angulo7.com.mx/columnistas/miguel-angel-damian/item/15785-%C2%BFcalidad-o-simulaci%C3%B3n-acad%C3%A9mica-en-universidades.html

Imagen: https://encrypted-tbn2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcS9iOLL_6Gr9hB5jhHulPgxyAeRl30pdf9MbzNpiU2zx_8ZJ9Au

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Aprendamos: “Pedagogía rubendariana”

Centro América/Nicaragua/Fuente:http://www.elnuevodiario.com.ni/

Por:Francisco Javier Bautista Lara

¿Cuál fue la ruta de aprendizaje de Rubén Darío? Al camino emprendido, con frecuencia obviado, nos referiremos como “Pedagogía rubendariana”. Incluimos diez componentes, métodos o valores en la ruta consciente del autor de Azul… Implicó dedicación y constancia. Le permitió romper y confrontar los paradigmas precedentes en la literatura panhispánica, imponer nuevos hitos, innovar con ímpetu y crear con estilo, siendo reconocido por su genialidad literaria, como fundador de un movimiento que marcó su época y las posteriores, permaneciendo después de un siglo con su inagotable creación letrada que provoca multitud de impresiones e interpretaciones.

Se afirma que tuvo memoria privilegiada e inteligencia brillante. Sin embargo, no radican allí los méritos de la grandeza de Darío, esas características, al igual que sus rasgos físicos, son herencia genética. Entonces ¿dónde está lo meritorio de la pedagogía asumida, quizás espontánea, en el contexto sociocultural y político de León a fines del siglo XIX? Darío supo cultivar esa herencia genética y social que percibió de su origen, de su tiempo y circunstancias.

Fue autodidacta (1). Organizaba su aprendizaje según sus inquietudes. Si bien asistió a la escuela, fue un alumno irregular —aprovechó sus años escolares; sus primeros maestros dejaron huella en el discípulo—, no se bachilleró ni cursó la universidad, el sistema educativo, limitado y encasillado, no domó al genio de particular lucidez y rebeldía, menos mal, si lo hubiera hecho, posiblemente coartaba su capacidad para crear e innovar. Algo tuvo León que, a pesar de lo improbable, generó a Darío. Su inicial espacio de aprendizaje fue la tertulia leonesa: círculo de discusión político-cultural del padre adoptivo, después las tertulias de Managua y San Salvador, de Valparaíso, Santiago, Guatemala, San José, Buenos Aires, Madrid, Barcelona y París. ¡Autodidactas como Darío!

Fue lector incansable (2), devoraba bibliotecas. Los primeros libros los encontró en los estantes de sus padres.  Hubo otras bibliotecas en León y la Biblioteca Nacional en la que laboró en Managua. Viajaba con libros en las travesías en barco o tren. Leía sin prejuicio diversidad de autores y temas: clásicos y contemporáneos, nacionales, hispanoamericanos y europeos, del español y otras lenguas, particularmente inglés y francés, descubrió autores raros y desconocidos en nuestras latitudes. Encontró, antes que muchos, a Whitman, Poe, Hugo, Verlaine, Adam, Moréas, Ibsen,… Leer fue conocer y conocerse, descubrir la estética del lenguaje, el sentido de las palabras e imágenes que estimulan la imaginación, fundamentan la razón y expande las emociones ¡lectores como Darío! Asumió la lectura como actitud para el aprendizaje.

Era un niño inquieto; se hizo hombre sin dejar de ser curioso (3), no perdió esa virtud. Edad, escuela y rigidez social suelen apagar la curiosidad sana y creativa de la infancia. Era observador constante,  su alrededor no pasó desapercibido; se sorprendía de detalles, apreciaba lo complejo y simple, lo cotidiano y extraordinario. Por curioso y observador (4), necesitó viajar, descubrir lugares y personas. ¡Curiosos y observadores como Darío!

Sabía escuchar (5). Era capaz de dirigir una conversación sin decir una palabra. No era su defecto hablar sin parar, sabía guardar silencio y oír atento, asentir o disentir, sin asaltar la palabra. Apreciar el conflicto de ideas que provocan la imaginación, despiertan la razón, la lógica, los absurdos, puntos de vista que enriquecen y descubren lo que no vemos. Escuchando aprendía; supo hacerlo desde las tertulias de su niñez que marcaron un método consciente e instintivo. ¡Escuchemos como Darío!

Era persistente (6) en lo que identificaba su propósito: “soy un instrumento del Supremo Destino”; no cesó de transformar, innovar la prosa y la poesía, lo asumió como obligación, a veces una carga llevada con entereza, en medio de sus limitaciones humanas, lidiando con sus fragilidades personales. Hombre imperfecto que impulsó con perfección su propósito, ¿qué puede ser más meritorio?

Era, en su complejidad intelectual y humana, sencillo (7), humilde. Gustaba la elegancia, la conversación inteligente, los grandes salones, la buena comida, el buen vino…, pero supo relacionarse con todos, sin ver por encima del hombro. Siendo adulto, era ingenuo; asumía la sencillez bien intencionada que lo hacía vulnerable.

Curiosidad, persistencia y sencillez: puertas del aprendizaje. Rasgos que le permitieron asimilar y transformar a partir de la lectura, la observación y la conversación. Facilitaron aprovechar su memoria prodigiosa e inteligencia natural, sin desperdicio, las hizo fructificar.

Tuvo cualidades personales inseparables a su sensibilidad artística: i) no respondía la ofensa con ofensa (8), ii) respetuoso (9), y iii) agradecido (10), actitud de reconocer el apoyo recibido sin olvidarlo ni dejar de expresarlo.

Escuelas y universidades, instituciones públicas y privadas, junto a la prosa y los versos, deberían resaltar: “seamos autodidactas, lectores, curiosos y observadores como Darío, aprendamos a escuchar, asumamos su sencillez y sensibilidad, su capacidad de agradecer”. No invisibilicemos el mérito frente a sus defectos. Así se construyó el genio, así cultivó las habilidades naturales y sociales heredadas. Es la “Pedagogía rubendariana” obviada que tuvo como consecuencia su obra imperecedera.

Fuente: http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/396530-aprendamos-pedagogia-rubendariana/

Imagen: http://i1.wp.com/confidencial.com.ni/wp-content/uploads/2015/11/RubenDario.jpg?w=389

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¿Qué prueban las Pruebas?

Centro América/República Dominicana/Fuente:http://www.metrord.do/

Por:Jorge Manauri 

Estefany se examinó en Lengua Española y salió preocupada porque reconoce que tiene debilidades con esa asignatura, sin embargo habla inglés, francés, créole y español con fluidez. A David le pasa algo similar, es un erudito en tecnología pero dice que no comprende las matemáticas. Wilyie no domina las Sociales aunque baila y canta con mucha destreza.

En el caso de Miguel no calcula bien el valor de X o Y en trigonometría, pero sabe cuál es la fuerza precisa que debe ejercer en el bate para sacar del parque una pelota a 85 millas por hora. Para mala suerte de estos adolescentes, las Pruebas Nacionales que recién llenaron no toman en cuenta esas habilidades, aunque por cualquiera de ellas se logra una vida exitosa.

Cuando se reintrodujeron las Pruebas en 1992, todavía en República Dominicana las computadoras eran escasas, no existían las redes sociales y mucho menos celulares inteligentes. La intención era tener un sistema nacional de medición cognitiva, pero en casi un cuarto de siglo los resultados marcan un Reprobado colectivo.

Estos tests se aplican en Lengua Española, Matemática, Ciencias Sociales y Ciencias de la Naturaleza a los estudiantes de octavo grado, cuarto de bachillerato y un tercer grupo que corresponde a los adultos. Una de sus debilidades es que son cuantitativos, ignoran las aptitudes y destrezas de cada alumno, al contrario de todas las corrientes pedagógicas de hoy.

Hace más de una semana 144,570 estudiantes de octavo grado se examinaron y aprobó el 80.34 %. Esto implica que por lo menos 24,500 alumnos tendrán que repetir la evaluación, y repetirla y repetirla… hasta que logren alcanzar un mínimo de 70 puntos. Se conocen casos de varios años repitiendo y otros que desistieron por cansancio o por vergüenza.

La directora de Evaluación y Calidad del Ministerio de Educación, Ancell Schécker Mendoza, confirmó que este año tomaron las pruebas 26,672 adultos que habían reprobado en por lo menos dos ocasiones. Otra vez tendrán que repetirla 4,268 que no lograron la puntuación mínima de 70 puntos entre el promedio escolar y el acumulado en las nacionales.

Como esta modalidad es la única con que cuenta el país para “medir” la calidad educativa, los organismos internacionales la asumen en sus mediciones. En el Informe de Competitividad Global (2014-2015) del Foro Económico Mundial, República Dominicana está en el puesto 138 de 144 naciones en educación básica y en el lugar 128 en la media.

El Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación nos ubica en último lugar a nivel regional con 448.7 puntos. Chile con 573.1 queda puntero. En el Octavo Concurso de Oposición Docente de 2014 casi el 60% de los “maestros” que fueron evaluados no logró alcanzar el nivel mínimo exigido para entrar formalmente al sistema educativo.

Una muestra de que la deficiencia está en todos los niveles se dio en el ranking de la firma Quacquarelli Symonds Ltd en 2015, donde presentaron las mejores universidades del continente americano. La academia local que mejor calificación sacó fue la Pontiíficia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) en el puesto 175 de 395. La Universidad Autónoma de Santo Domingo, con el 80 % de la matrícula nacional, aparece en el 310.

En los primeros años se presentaron debilidades en las Pruebas que incluían la compra de cuadernillos por parte de estudiantes y docentes para evitar la repetición del proceso, además del alto costo que tenía implementarlas. En 2014 la inversión en la primera convocatoria fue de 95 millones de pesos; en 2013 se acercó a los 80 millones.

Cuando Melaneo Paredes fue ministro de Educación intentó hacer cambios en las pruebas colectivas, pero los grupos empresariales que controlan la impresión y timbrado del papel se opusieron. Son muchos millones de pesos envueltos que quizás no respondan al interés genuino de la escuela, pero sí al de un colectivo de vasta opulencia y poder.

El maestro Paredes, titular de la Fundación Pensar y Crecer, reitera su convicción de que las Pruebas Nacionales deben ser readecuadas o, en su defecto, eliminadas. No le ve ningún sentido al formato implementado porque “no evalúa las competencias de los estudiantes ni los docentes, pero tampoco dice nada sobre la marcha del sistema educativo”. Es enfático en su crítica, aunque se quedó corto en sus años de ministro.

“Los modelos de aprendizajes más exitosos en el mundo están migrando a estrategias que aseguren que los estudiantes puedan mostrar las competencias y habilidades logradas en las diferentes disciplinas a través de la elaboración, junto a sus compañeros y maestros, que los vincula a su entorno y los habilita para sus proyectos de vida”, consideró el ex funcionario.

La directora del Distrito Educativo 10-06, Miguelina Alcina, entiende que las Pruebas Nacionales no miden las aptitudes de los postulantes porque limitan el conocimiento a cuatro asignaturas básicas y se obvian los logros en las otras asignaturas. “Quizá por eso no hemos logrado las metas propuestas, porque se margina el conocimiento”.

La también maestra desde hace 20 años adelanta que la intención del Ministerio de Educación es trabajar con los estudiantes por competencias, aunque las pruebas estandarizadas no midan eso. Confiesa que hay contradicción en el discurso y los hechos, pero la propuesta es mejorar la oferta educativa, incluyendo las Pruebas.

¿Qué se quiere probar?

Cuando Danilo Medina llegó al Palacio Presidencial en 2012 sus primeros esfuerzos fueron para destinar el 4 % del Producto Interno Bruto al sistema educativo. Se firmó un pacto nacional y de inmediato comenzaron los cambios: más aulas, tanda extendida, estancias infantiles, capacitación colectiva de docentes, más ingresos y hasta una República Digital.

Con la implementación de las pruebas estandarizadas se busca, en cierta forma, tener un referente nacional sobre los saberes. Sin embargo el conocimiento es tan dinámico que la vigencia de una teoría suele durar menos que el tiempo en formularla porque “el conocimiento está en la nube y los estudiantes no necesitan memorizarlos, sino razonarlos”, sentencia la doctora en educomunicación Helen Hasbún.

“Ese dinero que se gasta en las Pruebas pudiera reinvertirse en la capacitación docente, porque hay programas como Prepara que necesitan maestros calificados. Con la inversión del 4 % y las tantas escuelas que hay, mucha gente quiere estudiar educación, no por vocación, sino por un interés económico, lo que conlleva a que tengamos educadores mal formados y sin la capacidad necesaria”, confesó Miguelina Alcina.

Se sabe que mientras más estudiantes reprueban en un centro determinado, más reclamos de las autoridades recibe la administración del plantel. Entonces, lo que muchas veces se adopta es dar un refuerzo un mes antes a todos los postulantes a las Nacionales; sin embargo, lo que pudiera funcionar sería cambiar de metodología, adoptar nuevos formatos y reforzar en todos los cursos para evitar la presión posterior.

Helen Hasbún plantea que se requiere un cambio de modelo educativo y dar los primeros pasos hacia la educomunicación con la implementación de las tecnologías de la información y la comunicación. Se arriesga en proponer pruebas virtuales que permitan un ahorro considerable de recursos, agilidad en el proceso y más transparencia. “Por un lado se habla de República Digital y por el otro estamos en la imprenta de hace 500 años y el carbón”.

La especialista en “elearning” vislumbra un sistema educativo incluyente, progresivo y amigable para sus participantes, sobre todo porque los saberes evolucionan a diario. Esa misma idea la secunda Alcina cuando señala que los libros cambian constantemente, pero se le exige a un estudiante que recuerde cuatro años de contenido en tres horas, y se caen.

“Si los maestros trabajamos bien en las aulas, creo que no se necesitan unas pruebas porque conocemos a los estudiantes y sabemos lo que han hecho en su trayecto. Hay muchos factores que pueden influir el día del examen para que un adolescente se queme, pero eso no quiere decir que sea malo. Sin embargo, para el sistema sí lo es”, reflexiona.

Al juicio del exministro Paredes, para que unas pruebas funcionen deben evaluar de forma individual las competencias de los estudiantes, “no tienen que ser pruebas genéricas o estandarizadas, podrían ser referidas a cada proyecto de grado, lo cual implicaría  un mayor compromiso con la calidad del proceso educativo de maestros y familias”.

De acuerdo con el teórico Edgar Dale en su Pirámide de Aprendizaje, la forma menos eficiente de enseñar es mediante la repetición de contenido porque el estudiante asume una postura pasiva; la de mayor ventaja es hacer (construir conocimiento) y enseñar a otros mientras se practica el material porque los protagonistas se involucran de lleno con la actividad. Las conversaciones o debates están en el medio junto con la demostración visual.

Hasbún propone mantener un formato de pruebas donde se pueda medir el nivel de los estudiantes, cambiando el enfoque cuantitativo y asumiendo paradigmas educativos que incluyan las TICs. Paredes plantea eliminar cualquier examen que no mida capacidades individuales y Alcina se inclina por mejorar lo existente hasta que llegue la nueva oferta curricular.

¿Y los estudiantes? A ellos el sistema no les pregunta. Nunca lo ha hecho.

El peso en la calificación

Las Pruebas Nacionales aportan el 30 % del acumulado total del estudiante; el otro 70 % se consigue acumulado en el centro educativo, lo que en total sumaría 100 puntos. La mayoría de estudiantes que reprueba el curso es porque arrastra un promedio mediocre desde el aula, o por lo menos no llega a un 50 del 70 que es lo mínimo para ir sin complicaciones.

Proporción

24,500 Estudiantes de octavo grado tendrán que repetir las Pruebas Nacionales más recientes, hasta lograr obtener el 70% como mínimo.

Fuente: http://www.metrord.do/noticias/que-prueban-las-pruebas/ftwpgd—98pSo2AYLdON/

Imagen: http://www.metrord.do/_internal/gxml!0/2qijkhn0ctpwx8acoz5fxkpvtmr4nbh$90170k6ainu65htsuo3csk0mycbuzl9/MetroRD.jpeg

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¿El último ultimátum?

América del Norte/México/Fuente:http://www.cronica.com.mx/

Por: Rafael Cardona

Los aviones “Hércules” son máquinas de guerra. Son gigantescos, parecen enormes ballenas voladoras. Ruidosos, de apariencia tosca y arcaica, se reconocen fácilmente por la rampa de timón. Por ahí se baja la carga. Fueron  construidos por la empresa Lockheed y México tiene siete de ellos. Pueden transportar cualquier cosa: desde tanques hasta tropas o alimentos.

En México se usan casi siempre para lo último.Ahora se han usado para salvar un sitio, tomada esta palabra no como sinónimo de lugar, sino como zona cercada por tropas enemigas. Como aquel  de Cuautla cuya ruptura inmortalizó a Morelos. Sitiar una ciudad o una región tiene como finalidad impedir el acceso de alimentos. Rendir por hambre a sus pobladores, como los franceses hicieron en Puebla durante dos meses, hasta la llegada de Díaz.

Hoy los rebeldes del magisterio, auxiliados por Morena, han sitiado varias ciudades de Oaxaca y Chiapas. La aviación militar les pasó por arriba y con auxilio de los aviones Hércules C-130, se han  comenzado a distribuir alimentos básicos de esa manera transportados. Por aire llegan el maíz elemental, el frijol indispensable, el arroz bienhechor.

Como todos sabemos la estrategia de tomar caminos, cerrar carreteras y adueñarse de autopistas es básica en cualquier avance guerrero o guerrillero. Liberar los caminos y restablecer los suministros es necesidad fundamental de quien quiera recobrar plazas o control sobre un territorio. Esas son cosas de la guerra. Lo saben hasta quienes no saben nada de batallas y lucha armada y han leído las solapas del librito de Tsun Tu.

Lo único extraño es estar hablando de esta cosas en tiempos de paz. Por eso nos debemos preguntar si de verdad estamos viviendo en tiempos de paz, cuando un “ejército” irregular de 10 o 20 mil activistas del magisterio ponen al gobierno contra la pared, con el auxilio de la opinión favorable de los políticamente correctos, los bien  portados, los defensores de Derechos Humanos, la Iglesia jesuítica, las organizaciones internacionales y los acusadores eternos, esos cuya careta favorita es contra la represión.
Represión. Acto de reprimir, de someter. Vaya horrible verbo.

Pero leyendo la historia de México, ahora cuando el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio ha advertido cómo el tiempo se ha acabado (el tiempo de la tolerancia ante los bloqueos, debo entender) veo las palabras del benemérito Juárez, quien en enero de 1858 advertía desde Guanajuato:
“Mexicanos: el gobierno constitucional de la República, cuya marcha fue interrumpida por la defección de quien fue depositario del poder supremo, queda restablecido. La carta fundamental del país ha recibido una nueva sanción, tan explícita y elocuente que solo podrán desconocerla los que voluntariamente quieran cerrar los ojos ante las evidencia de los hechos.
“…Los hombres que de buena o de mala fe repugnaban aceptar las reformas sociales que aquel código establece para honor de México y para el bien procomunal, han procurado todos sus esfuerzos a fin de destruirlo…
“… dictaré las medidas que las circunstancias demanden para expeditar la marcha de la administración en sus distintos ramos, y para restablecer la paz.
“Llamaré al orden a los que con las armas en la mano o de cualquier manera niegan la obediencia a la ley y a la autoridad y si, por una desgracia lamentable, se obstinaren en seguir la senda extraviada que han emprendido, cuidaré de reprimirlos con toda la energía que corresponde, haciendo respetar las prerrogativas de la autoridad suprema de la República.”
Obviamente esta columna no intenta comparar (sería imposible) a Juárez el “Impasible” con el señor licenciado Osorio Chong. Tal atrevimiento resultaría ridículo. Su única cercanía es cuando se sienta en el salón de ese nombre en el edificio de Bucareli. La cita tiene como finalidad exponer, a la luz de la vida mexicana  actual, algunos conceptos inmutables en el ejercicio del poder.
El primero, el carácter constitucional del gobierno. El segundo la resistencia a las reformas. Aquella y estas. A fin de cuentas la Reforma Educativa no es un proyecto; es un sistema sustentado en la Constitución y las leyes de la instrucción pública.
Son legales y legítimas por haber seguido el camino legislativo correcto y –además—, en tanto la mayoría de los maestros (más de un millón y medio en el país) las han acatado. Sólo una minoría (así sea una minoría visible, pugnaz y con “buena prensa”)  se oponga a ellas.
Si el gobierno aceptara un recuento, los maestros “regulares” superarían en opinión favorable a los disidentes. Pero ni así los aplacaría
Y el tercer punto de esa cita, la legitimidad en el uso de la fuerza.
Hoy el problema no es magisterial. Es social. La disidencia quiere visibilizar su postura mediante el sabotaje, el pillaje y el incendio.
El cierre de caminos no es un asunto pedagógico; es una estrategia guerrillera. O militar. O política, escoja usted.
Hoy lo educativo ha pasado a segundo o tercer plano. El problema es un “Estado de Sitio”, aplicado por quien  carece de las facultades para decretarlo.
Esas facultades a las cuales don Benito se refería como “Las prerrogativas de la autoridad suprema de la República”.
Y mientras esa usurpación disfrazada de “libre expresión y manifestación”  no se resuelva, no tiene caso insistir en la tomadura de pelo de un “diálogo”.
Veamos las palabras del “último ultimátum”.
“Por semanas  -dijo el viernes MAO—, Oaxaca y Chiapas han vivido una situación compleja. La sociedad, en ambas entidades, ha sido víctima de actos que le han lastimado profundamente. Se trata de actos que han afectado la normalidad y la vida de millones de personas.
“De acciones que han obstaculizado la libre circulación y el abastecimiento de bienes, impidiendo que comerciantes abran las puertas de sus negocios.
“Que trabajadores ganen el sustento para mantener a sus familias.
“Que cientos de enfermos puedan recibir su atención y por supuesto los medicamentos que necesitan.
“Que han evitado que los apoyos sociales lleguen a las familias que más lo necesitan.
“Y muy importante, se trata de actos que han impedido que miles de niñas y niños, reciban una educación.
“Los daños han sido muchos y todos para los ciudadanos.
Ante ello, el Gobierno de la República ha abierto el diálogo, ofreciendo soluciones y alternativas para distender el conflicto.
“En los últimos días, me he sentado personalmente con las y los representantes de las maestras y maestros inconformes.
“Hemos estado en la mesa por horas, escuchando con apertura y atención sus planteamientos.
“Analizando cada uno de ellos para definir en cuáles, el Gobierno puede ofrecer una respuesta; y en qué otros, podemos abrir canales con las instancias y Poderes responsables, para dar cauce institucional a su conflicto.
“Pero siempre dejando claro, siempre que en una negociación, no puede ser todo o nada.
“Que en el diálogo se trata de buscar puntos de acuerdo, acercar posturas y que por definición, requiere que ambos lados pongan de su parte.
“La única condición de nuestro lado, ha sido que se deje de afectar a los ciudadanos.
“No obstante, no ha habido respuesta y se ha seguido afectando a la sociedad.
“Se ha puesto a los ciudadanos en medio de este conflicto, lastimándoles y lesionándoles.
“Se ha agotado el tiempo”.
Ultimátum. He dicho. O sea, “resolución terminante y definitiva comunicada por escrito.”
Pero todo ultimátum genera un desiderátum, o sea: un deseo aun incumplido. Y hoy vivimos en el no logrado deseo de retirar el bloqueo. O los bloqueos.
La única pregunta es, ¿podrá el gobierno del Presidente Peña, como lo advirtió en su tiempo el presidente Juárez, “reprimirlos con toda la energía que corresponde, haciendo respetar las prerrogativas de la autoridad suprema de la República?”.
Eso, eso está por verse.
Obviamente Carolina Monroy desempeña un interinato en la presidencia del PRI, pero sus palabras trascienden la coyuntura. No importa si lo dijo en torno al caso de Veracruz o por qué, pero estas palabras quedan para siempre:
“… El partido está tomando (hubiera sido mejor decir, siempre ha tenido) una posición muy clara: nosotros no tenemos porqué responder, mucho menos avalar aquello que no pudiera estar alineado (hubiera sido mejor decir, fuera de…) a los principios institucionales y sobre todo en la legalidad”.

Fuente: http://www.cronica.com.mx/notas/2016/970362.html

Imagen: http://cdn.proceso.com.mx/media/2015/07/nte1.jpg

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