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Anamhoo: Los algoritmos en internet al final están reflejando valores y prejuicios de una sociedad occidental, blanca y masculina. 

Apuntes sobre los desafíos en la era de internet

“Todos esos algoritmos son procesos que han sido generados por seres humanos y reflejan lo que son también sus creencias, historia, posición… ”, explica la transhackfeminista, autodenominada Anamhoo.

Por  Ida Peñaranda 

En un encuentro feminista de tecnología tuvimos el grato placer de poder encontramos a Anamhoo, una mujer sencilla y risueña que tiene mucho conocimiento para compartir, y lo hace de la forma más amable y horizontal. Y, ojo, es una experta de ese mundo informático que creemos demasiado “rudo” y que a veces nos espanta.

Anamhoo se autodenomina transhackfeminista y reivindica este denominativo porque habla de una propuesta que se va construyendo reconociendo los diversos feminismos. Mientras que la palabra “trans” nos habla de esa oportunidad de “transgredir, traspasar, transitar, travestir, trans todo”, este se vuelve un buen escenario para soñar y tratar de hackear el mundo, sin olvidar el “cuidado mutuo” (para los que quieran saber más sobre el movimiento ciberfeminsita recomiendo leer Santoral Digital, #AquelarreCiferfeminista2017)

Aprovechamos este encuentro para dialogar sobre los desafíos que hoy nos propone internet, sobre la relación que crece cada día entre mujeres y tecnología, que hoy es tan importante porque los feminismos han encontrado en internet un lugar para movilizar, para crear nuevas prácticas para, luego, recién teorizar.

-¿Por qué crees que es importante la relación mujer y tecnología?

-Creo que, como seres humanos, la tecnología es algo que ha estado presente en nuestra evolución como sociedad. Al estar presente en muchos momentos, la relación que hay entre hombres-mujeres con estas tecnologías, en su uso, ha permitido facilitar el trabajo, hacer las cosas de formas creativas. La creación de tecnología y su uso siempre ha sido importante para la humanidad. Pero, vemos que en un sistema capitalista y patriarcal esta relación se rompe, ahora las mujeres son consideradas principalmente usarías y no son consideradas creadoras.

También existe un fuerte problema de clase en cuanto al acceso de tecnologías, entonces vemos que hay mujeres de países como los nuestros, donde se ven limitadas en el tipo de tecnología que pueden usar.

-¿Nos puedes explicar esta idea de que los algoritmos tienen valores de clase, género, entre otros, implícitos?

-Al final todos los programas que utilizamos son creados por el hombre (o mujeres que frecuentemente son invisibilizadas), es decir, por las personas y el tipo de lógica que se va utilizar a la hora de crear los programas.

En el caso del Internet y los algoritmos que se están usando para hacer búsquedas, estos algoritmos se pretenden como neutros, pero, existen investigaciones -las de Cathy O’Neil, por ejemplo- que han probado que estos algoritmos al final están reflejando valores y prejuicios de una sociedad occidental, blanca y masculina.

Estamos hablando de heteropatriarcado y capitalismo. Entonces, es muy común que si tu pruebas hacer una búsqueda en Google de “hombres en la tecnología” y “mujeres en la tecnología”, te encuentres con una serie de imágenes totalmente distintas.

Si tú buscas “hombre negro” en el buscador u “hombre blanco”, te vas a encontrar imágenes distintas (muchas veces sexistas o racistas,etc). Todos esos algoritmos son procesos que han sido generados por seres humanos y reflejan lo que son, es decir, sus creencias, historia, posición, etcétera.

-¿Nos puedes explicar sobre la delgada línea que divide la censura y libertad de expresión en internet?

-Siempre es un tema sensible, porque muchas veces cuando pasan cosas terribles como difamación (donde se ha utilizado internet para prácticas nocivas para otros seres humanos), a veces una de las reacciones es tratar de contener lo que pasa en Internet. Y eso es: no visibilizar que lo que pasa en Internet, está relacionado directamente con las cosas que están fuera de internet.

Al final, el internet es como un gran centro comercial donde hay compañías que tienen responsabilidades específicas, ante inversionistas, ante gobiernos, porque tienen que responder a legislaciones específicas y seres humanos que estamos dentro de estos centros comerciales, quienes también debemos responder ante los actos que estamos generando –discriminación,violencia, abuso.

Entonces, cuando nosotros estamos pensando las formas en las cuales regular Internet, tal vez sería bueno primero pensar cómo la sociedad se está regulando. ¿Será que nos hacen falta nuevas regulaciones, o, más bien, nos hace falta generar tecnologías autónomas, donde sean las mismas comunidades quienes estemos regulando en un proceso mucho más horizontal?

¿Quién gobierna internet?

Pues, como decía, ahora internet es un gran centro comercial donde lo están gobernando los hipergigantes y las personas. Aunque tenemos cierta capacidad de acción, en realidad, ya es poca. Sobre todo en relación al tema de las legislaciones, lo que nos está haciendo mucha falta es pensar en nuestras infraestructuras.

-En este sentido, ¿cuál es la diferencia entre un software libre y uno privativo?

-El software libre se rige por cuatro libertades: la de poder leer como fue escrito y, lo importante, es que no es relevante si la persona sabe o no hacerlo, sino, más bien, que se puede leer. Las personas que si saben, pueden ver si hay fallos, corregirlos o podrán ver si no hay código malicioso que te está espiando.

Otra libertad que tiene este software es que cuando tú has leído el código, si quieres implementar modificaciones, puedes hacerlo (sin caer en algún tipo de violación al derecho de autor). Es como: “este código es mejorable” y si tu vez como mejorarlo, pues, mejóralo. También, una vez que tú has hecho estas mejoras, puedes compartirlas y distribuirlas.

La última libertad, es que lo puedes usar con cualquier fin, parece bastante absurdo pero imagina que un día te doy un lápiz y te digo que solo sirve para escribir en español. Si tu dijeras “no, pero mira, también puedo escribir en otras lenguas”, yo te respondiera “no, porque si utilizas para escribir en otras lenguas, estás violando las condiciones de uso que yo te estoy haciendo firmar por el uso de este lápiz”. Es absurdo, pero es lo que hacen con los programas, si tu encontraras cualquier otro fin, no puedes usarlo con otro fin porque estás violando los términos y las condiciones de las compañías que los están vendiendo.

El software libre puede ser gratuito o no, no se caracteriza por ser pagado o no, de hecho hay muchos modelos económicos que buscan la sustentabilidad a partir del software libre.

Lo más importante es que es libre y al usarlo, estamos haciendo una defensa de la humanidad, de lo que es la libertad de compartir, crear, hacer… por eso, es importante.

El software privativo -por el contrario- es un software cerrado, que va en contra de la humanidad, porque no te permite compartir. Entonces, imagina, es como las licencias que no te permiten compartir libros, es como si compraras un libro para un examen y tu mejor amiga te lo pide prestado y tú le dijeras “no te lo puedo prestar, porque en el copyright dice que yo no puedo compartir este libro” y que solo lo puede usar quien lo compro. Eso deteriora totalmente los valores sociales. El software libre nos sirve para la defensa de nuestra sociedad como tal.

-En tu perspectiva, ¿cuáles son las diferencias de las comunidades virtuales y de las comunidades reales?

-No podría decir que existen comunidades puramente virtuales. Es verdad, existe mucha gente que se agrupa en internet, creo que en algún momento estas comunidades que se van agrupando por internet pasan también por el cara a cara de alguna forma. Creo que ahí hay una mezcla.

No sé si es la mejor forma de categorizarla como comunidad virtual y comunidad no virtual, pero las comunidades que se van ayudando en internet para poder “hacer”, tienen características de poder comunicarse con gente a distancia, en distintos tiempos, incluso la posibilidad de poder mandar información, y esas son cosas importantes.

Algo interesante del uso político de internet es que tienen la posibilidad de hablar, que es algo que no siempre tienes en el lugar donde vives. Por ejemplo, hay mucho movimiento lésbico feminista que se ha favorecido de poder usar ese espacio donde puedes hablar y encontrar otras personas porque tal vez en tu pequeña comunidad no se permite y puedes ser agredida por hacerlo. Es un lugar donde nos permitimos experimentar y nos permitimos soñar juntas, antes era más sin censura, sin ser vigiladas, actualmente eso es lo que estamos perdiendo, se está perdiendo el espacio de creación, experimentación y de juego.

-¿Cómo ves a Latinoamérica con sus tic´s?

-Para Latinoamérica, las tecnologías de la información han cobrado ya mucha importancia, están empezando a llegar a lugares insospechados ¿no? Creo que aún tenemos tiempo para detenernos y reflexionar qué tecnología son las que queremos y si queremos -o no- estar conectados con otros lugares del mundo, si queremos y de qué forma, en qué condiciones.

En lugares donde no hay Internet, todavía es momento para que lo que se construya sea comunitario. Hay redes que se conocen como de “par a par”, que podrían funcionar en pequeñas comunidades y en donde sí podrías tener una conexión a Internet, pero donde, al menos internamente, pueden haber otras regulaciones.

Igual, como los proyectos de telefonía celular (ya hay ejemplos de hecho, tanto en telefonía como en internet), hay ejemplos de procesos de autogestión, autonomía, sobre este tipo de tecnologías. Parece muy imposible, pero realmente, por el costo, por las capacidades de conocimiento de la gente que no está a favor de ese sistema capitalista patriarcal, son posibilidades reales. En el aquí y en el ahora, podemos comenzar a tener estas otras alternativas que pueden ser mucho más justas, mucho más amigables, mucho más amorosas que las que existen desde los medios predominantes.

Investigadora social – @idaluna

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«La educación es mucho mejor cuando los estudiantes y profesores aprenden juntos». Entrevista a Matt Murrie

Entrevista/02 Agosto 2018/Fuente: Semana

Matt Murrie es un estadounidense que busca a través de la pregunta What if…? dar pistas para transformar el modelo educativo tradicional y darle paso a la curiosidad, creatividad, innovación y emprendimiento. Matt estará en Cali el próximo 15 de agosto en el marco del encuentro académico Educación para el Progreso.

Semana Educación y la Alcaldía de Cali traen el próximo 15 de agosto al encuentro académico Educación para el Progreso al emprendedor, profesor de inglés, cofundador y curador principal de curiosidades de What if…?, Matt Murrie

Este estadounidense, autor del libro también llamado What if…? y otras publicaciones como While you were sleeping Every day on Earth hablará en la sultana del Valle sobre la importancia de hacer preguntas en los procesos educativos como mecanismo para incentivar la curiosidad, la creatividad y las mentes emprendedoras.

Semana Educación habló con él para tener un abrebocas sobre lo que será su conferencia. Esto fue lo que nos dijo:

Semana Educación: ¿What if… será el tema central de su conferencia en Cali?

Matt Murrie: Sí. Parto de la premisa de que todo el mundo tiene curiosidades. La idea es dar pistas para que las personas empiecen a explorarlas y encuentren ahí la energía para innovar y educar. What if…? es eso, una metodología para convertir la curiosidad en acciones y me parece muy valioso compartirlo con todos porque, luego de estar en muchos países, sigo comprobando que si algo tienen todas las personas es curiosidad. Puede que no tengan muchos recursos o capacidades, pero con curiosidad el dinero y los libros ya no son tan importantes. Eso quiero mostrar en Cali. Dar herramientas para que profesores y alumnos ‘curioseen’ y creen.

La curiosidad tiene mucho poder. Lo he visto en mi vida y en la de otros. De hecho, no creo que yo sea muy inteligente, pero si tengo mucha curiosidad.

Semana Educación: No es su primera vez en Colombia, así que ya tiene una idea de nuestros procesos educativos. ¿Cómo los ve?

Matt Murrie: Colombia es un país que en efecto tiene mucha curiosidad. Cada uno de mis viajes al país reafirma mi idea de que hay mucha energía para mejorar, muchas ganas para optimizar los procesos. Niños y maestros tienen mucha curiosidad, y eso desde mi filosofía es muy importante. En los Estados Unidos, por ejemplo, uno no ve tanto eso, todo se da por sentado,  no hay tanto interés en innovar. Pero Colombia tiene muchas ganas de cambiar, de mejorar, eso ya es una oportunidad.

Así mismo, la ruralidad es muy interesante para mí. Colombia puede ayudar a Colombia. Y con esto voy a otro punto que yo toco en mis conferencias y en lo que busco y es que la educación no solo se dé en un salón de clase o escuela, sino que todos seamos profesores y alumnos y en ese sentido, desde lo urbano se puede ayudar a impulsar lo rural en Colombia. Hay mucho poder en esto.

Semana Educación: En esta metodología de hacer preguntas, el profesor es crucial. ¿Cómo entrenarlos para que en lugar de dar respuestas hagan preguntas?

Matt Murrie: (Risas). Mi filosofía es que la educación es mucho mejor cuando los estudiantes y profesores aprenden juntos. Suelo dar la misma charla para profesores y alumnos, porque para mí todo parte de que somos iguales y de que como equipo se deben encontrar los caminos, las respuestas. Además hace más divertido el aprendizaje y está comprobado que cuando los estudiantes se sienten involucrados en la construcción de los conocimientos se apropian mucho más de ellos.

La idea es, entonces, que los profesores y general toda la comunidad comience a formular preguntas con What if…?, es decir, Qué tal sí…? Qué pasaría sí….? y que se planteen cuestionamientos aparentemente absurdos que los lleven a hacer más preguntas o a ser creativos e innovadores con sus respuestas. Insisto, no pienso que enseñar es un proceso que se da de maestro a estudiante, es una cosa colaborativa. Se da en conjunto. Cuando preguntas abres la puerta para que juntos se cuestionen. Es relevante para los estudiantes sentir al profesor más cercano.

Semana Educación: ¿Cómo se imagina la educación en un futuro próximo?

Matt Murrie: Espero que la educación sea colaborativa y horizontal, donde estudiantes y profesores sean iguales. Y donde los profesores no solo están en la clase, sino en todas partes. Que cada uno entienda que en cualquier lugar dondes esté o desempeñando el rol que sea en la sociedad per sé es un profesor y a la vez un alumno. En la comunidad está siempre un profesor y un estudiante, y si cada uno se apropia de esta idea y comienza a vivirla seguramente se trascenderá y se logrará un mundo más educado, con conocimientos compartidos.

El encuentro Educación para el Progreso será el escenario en el que la comunidad educativa de la ciudad, empresarios, gobierno y público general, se darán cita para reconocer, debatir, y repensar  la educación de Cali como motor del progreso de la región, siendo esta la bandera de la administración Armitage.

Imagen: https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2018/7/30/577111_1.jpg

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/entrevista-a-matt-murrie/577110

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Entrevista a Lola García-Ajofrín: “El mejor sistema educativo es el que cree en el poder de la educación para cambiar las cosas”

Europa/España/Fuente: www.schoolmarket.es.

Lola García-Ajofrín es una periodista especializada en el sector educativo. A través de su Blog “Gigantes de la Educación” tiene el objetivo de poner cara y escenarios a las cifras sobre educación internacional que vierten los informes. Actualmente, trabaja como periodista freelance viajando por todo el mundo. Sus últimos trabajos independientes los realizó en Kabul (Afganistán), desde donde publicó reportajes para EL PAÍS, LA INFORMACIÓN y MARIE CLAIRE y en Caracas (Venezuela), con CNN en español

  • ¿Cómo nació la idea de crear su blog? ¿Qué pretende con ello?

Fue hace un año. Llevaba tiempo escribiendo sobre educación internacional, en los dos semanarios que hay del ámbito en España, primero en ‘Magisterio’ y después en ‘Escuela’ y me apetecía, como digo en el blog, “poner caras y escenarios a las cifras que vierten los informes”. Supongo que hubo dos motivaciones que me empujaron a hacerlo, primero que me apetecía hacer otro tipo de periodismo y no desde una oficina, a la que los testimonios más cercanos llegan en notas de prensa o tuits y segundo, que quería acercarme a las historias personales que hacen esos rankings de educación que nos gustan tanto. Combiné ambas y el resultado fue Gigantesdelaeducacion.com. En la práctica, la idea implicaba entre otras cosas, dejar un buen puesto de trabajo, de redactora jefe, en el peor momento laboral de España para lanzarme al mundo de las colaboraciones, pero lo tenía demasiado claro para no hacerlo. Me puse fecha, para no volverme loca con la decisión y compré un billete de avión. En un año estuve en Cuba, Corea del Sur, Hong Kong y Singapur –además, de en Afganistán y Venezuela, donde hice otro tipo de reportajes-. Haciendo balance, ha sido un año apasionante.

  • Después de visitar medio mundo y analizar sus sistemas educativos ¿Cuál considera que es el mejor sistema educativo del mundo?

Suena a tópico, pero creo que el mejor sistema educativo es, primero, el que cree en el poder de la educación para cambiar las cosas; segundo, el que ofrece la mejor educación para todos, lo que, por lógica, muchas veces implica poner más donde hay menos y tercero, el que es capaz de sacar lo mejor de cada uno.  Sin esos cimientos básicos, por mucho que enseñes educación bilingüe, cambies el nombre de las asignaturas y llenes el aula de pizarras digitales, el resto será como empezar la casa por el tejado.  De todos estos viajes, una frase que me viene siempre a la cabeza es la que repetía sin cesar el decano de educación de la Universidad de Hong Kong, Kai-ming Cheng, durante una serie de desayunos en su Facultad, una de las mejores experiencias, por cierto, que me traigo del viaje: “En Asia, la educación es como el ticket de entrada”. Según explica él, todo se remonta al Examen Civil, una especia de oposición a funcionario del Imperio, a la que cualquiera –o cualquier varón, mejor dicho- podía presentarse, que se estableció oficialmente en China durante la dinastía Sui (603 dC) y después se extendió a Corea y Japón y que perduró hasta 1905, lo que hizo calar la idea de que el esfuerzo era más importante que el origen y que cualquiera, estudiando, podía llegar a algo en la vida. En Corea del Sur, hoy la potencia número 14 a nivel de PIB nominal del mundo –la 12 por paridad de poder adquisitivo (PPA)– el mensaje que permanece en la sociedad es ese: “Muchas personas describen el desarrollo económico de Corea como un milagro, a veces, único e inusual. Sin embargo, los más cercanos a Corea entienden que no se trata de un milagro y que la educación es la fuerza motriz”, explicaba el ministro de Educación surcoreano Lee Joo-ho, en el V encuentro de educación del APEC ––el equivalente a la Unión Europea en Asia Pacífico– que se celebró el año pasado en Gyeongju (Corea del Sur). Aquí no es así. Más allá del debate ideológico, lo que cala en las sociedades europeas con tanto recorte es que la educación o parte de ella es prescindible cuando en estos momentos, la actuación tendría que ser la contraria: invertir en recursos humanos. Estos, como digo, considero que serían los cimientos, después los ladrillos, dependerán de como quiera cada uno la casa y eso gira en torno a varios factores: el entorno, la cultura.

La OCDE en su serie de informes y breves documentales llamados Actores fuertes y reformas de éxito en educación, esboza una serie de elementos que están llevando a cabo los considerados mejores sistemas educativos y en la mayoría tiene que ver con una apuesta por la equidad. Es decir, detectar dónde están los fallos, a los alumnos que les cuesta más o los centros o barrios con más dificultades y poner allí los mejores recursos. En una reciente entrevista con Pablo Zoido, analista de la OCDE, se refería a los casos de Ontario, en Canadá, con una proporción de estudiantes de origen inmigrante muy elevada, que ha hecho un esfuerzo muy consciente para apoyar a esos alumnos; y de Shanghai, donde mediante una iniciativa, están llevando a los directores de los mejores centros a los peores hasta lograr revolucionarlos. Ambas son visitas que todavía tengo pendientes en esta ruta. Canadá, Corea, Hong Kong, Finlandia… son sistemas tanto excelentes como equitativos.

  • ¿Qué hace diferentes a los gigantes de la educación?

Como te decía, lo primero es que creen en el poder transformador de la educación, segundo que persiguen la mejoría con el apoyo a los de abajo.

  • España, según los datos de la OCDE, más bien se encuentra en una situación mediocre ¿Qué debe hacer España para mejorar su sistema educativo?

No me considero quien para dar lecciones o recomendaciones a nadie pero si lo que dice la OCDE es que los mejores apostaron por la educación incluso –o precisamente- en los peores momentos económicos y que persiguen la excelencia poniendo recursos donde más hacen falta, podríamos empezar por ahí. Recuerdo que cuando empezó el debate en torno a Eurovegas leí a alguien en Twitter que decía: “Y, ¿si en vez de un casino, construimos un Silicon Valley?”. Imagínate si donde se ha construido un aeropuerto o monumento inútil

hubiésemos instalado un Silicon Valley, no creo que hablásemos de la misma crisis. Para generar y mantener el talento, habrá que apostar por el talento, supongo. No es un debate nuevo. En una entrevista con Jerome Bruner, a sus 98 años, que ha sido asesor de varios presidentes norteamericanos me decía: “Hasta que los rusos lanzaron el Sputnik no entendimos la importancia de la educación”. Esta crisis podría ser nuestro Sputnik pero creo que estamos mirando para otro lado.

  •  Ha iniciado una campaña en su blog “Gigantes de la Educación” de crowdfunding para recorrer Bangalore (India), Shanghai (China) y Ceará (Brasil) ¿Esta encontrando apoyos en empresas y profesionales del sector educativo en España?

Lo que tienen ser uno su misma empresa es que hay que inventar mil formas para hacer lo que quiere. Viajar y después vender reportajes como he hecho hasta ahora es muy caro así que estoy intentando otras fórmulas. La campaña de crowdfunding está abierta hasta el 10 junio por si alguien se anima (se puede colaborar aquí) pero

soy algo escéptica con conseguirlo. Nos llenamos la boca con lo importante que es la educación pero lamentablemente pocos apoyan un proyecto periodístico de este tipo.

  • ¿Cree que los medios de comunicación se preocupan, por regla general, poco por los temas de educación?

Creo que los medios de comunicación se preocupan del rifirrafe político. Cuando aparece un titular en prensa no especializada sobre educación ten por seguro que llevará implícito algún debate ideológico, ya sea vinculado a las lenguas, la religión o al presupuesto pero no se profundiza, no interesa, cuando la educación es un tema que de un modo u otro nos incumbe a todos.

Fuente de la entrevista: https://www.schoolmarket.es/entrevista-a-lola-garcia-ajofrin-el-mejor-sistema-educativo-es-el-que-cree-en-el-poder-de-la-educacion-para-cambiar-las-cosas/

 

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Conversamos con Vandana Shiva, una de las referentes más importantes del Ecofeminismo.

Por: huerquenweb.wordpress.com

“Estamos intentando crear un futuro sin veneno”

En ese diálogo podemos hallar pistas para comprender nuestra coyuntura actual.

La semana pasada varios Ministros de nuestra Nación promocionaron las Buenas Prácticas Agrícolas. El Estado aparece allí no sólo como el garante del agronegocio a través legislaciones e infraestructura, sino en la disputa misma del sentido de verdad. No existen las buenas prácticas agrícolas donde se utilizan venenos. No son fitosanitarios, son agrotóxicos y enferman a la población.

“Lo que vemos en este siglo, en que los agrotóxicos están presentes, es ecocídio y genocidio… El capitalismo y el patriarcado declararon que las mujeres sean pasivas y que la naturaleza muera… en toda su violencia contra la naturaleza; contra lxs científicxs; contra lxs campesinxs y contra la democracia.

Es sólo en los últimos veinte años de globalización y neoliberalismo que podemos ver la concentración del poder de las corporaciones con el poder del Estado.

Y esta guerra que fue declarada en contra de Argentina a través del Round-up, el Glifosato y la soja transgénica es la batalla reciente y yo sé que ustedes la van a ganar, porque ustedes se están organizando”

Huerquen: ¿Cómo ves este presente mundial, desde de la lucha por la Soberanía Alimentaria de los pueblos?

Vandana Shiva: Yo pienso que los pueblos están pasando por los peores tiempos en términos del abuso de poder de las compañías de agrotóxicos. Ellos fingen ser empresas de semillas pero no producen semillas, no siembran semillas; ellos sólo saben tirar más tóxicos, poner más tóxicos en las plantas. Mienten. Yo ahora estoy contestando a una respuesta de Bayer-Monsanto, donde línea que escriben es una mentira. Entonces ellos se sostienen a través de la violencia, a través de la mentira… pero yo también tengo el profundo sentimiento de que, con el pasar del tiempo, la vida y la verdad vencen. Y para esto, los movimientos tienen que mantenerse fuertes.

Hqn: En una entrevista reciente decías que “el patriarcado destruirá el mundo si no lo detenemos”. ¿Podrías desarrollar un poco esta idea?

VS: En todos los países hay divisiones entre varones y mujeres, no siempre de forma jerarquizada, a veces también horizontal. Por ejemplo, en India las tribus nunca tuvieron desigualdad, por otro lado ahí las mujeres no podían hacer ciertas cosas; pero fue en un contexto en que eran las más importantes productoras de comida. Ellas tenían el control, ellas eran las guardianas de semillas. Hoy lo que hay es una fusión de la dominación patriarcal con la violencia militarizada, combinada con el poder económico. En este sentido la convergencia de lo que yo llamo capitalismo y patriarcado, colonialismo y patriarcado está destruyendo el planeta.

Uniendo la enorme violencia en contra las mujeres, incluyendo femicidios y la violencia en contra de todos los seres, niños, personas mayores que están muriendo. Este es el poder que viene de la muerte, el poder de matar.

Nosotras estamos viendo como este poder viene destruyendo a las sociedades, destruyendo el planeta. Todos los científicos constantemente producen estudios que hablan de la extinción de las especies, del cambio climático, desertificación y falta de agua. Lo que vemos en este siglo, en que los agrotóxicos están presentes, es ecocídio y genocidio. Entonces, si nosotrxs no paramos esta convergencia de capitalismo y patriarcado, nosotrxs todxs no vamos a tener futuro. Ya que ellos tienen la idea de que matando a todxs van a ser los vencedores, mientras todxs lxs demás serán lxs perdedorxs. Así, vamos a estar extintos como especie humana en el próximo siglo. Por ello, es mejor terminar con el patriarcado antes de que él termine con la vida.

Hqn: ¿Qué es el Ecofeminismo?

VS: Para mí, ecofeminismo, es básicamente, primero reconocer que hay una confluencia de: el poder, la codicia, el mercado, el capitalismo y la violencia. Entonces, primero es reconocer esto y segundo es reconocer nuestro propio poder, porque el capitalismo y el patriarcado declararon que las mujeres sean pasivas y que la naturaleza muera. El ecofeminismo reconoce que la naturaleza no sólo está viva, sino que también es la base de toda la vida y que somos parte de ella. Y comprendiendo que nosotras las mujeres tenemos un gran potencial; pero un potencial distinto, no violento, no de dominación y muerte, sino de cuidar y compartir. La creatividad y la compasión en las mujeres es posible en todos los humanos, porque yo no creo en el determinismo genético. Estás viajando por la India en una jornada budista. De esto se trata el budismo, de que todxs tengan compasión. Entonces, éste realmente es el poder del ecofeminismo.

Hqn: En 2017 asistimos al fracaso de la COP23 en Bonn (Alemania) sobre Cambio Climático, y en Estados Unidos la presidencia de Trump retira a su país del Acuerdo de París (2015): ¿Cómo ves al mundo frente a esta verdadera encrucijada existencial? Y ¿qué crees que los pueblos podemos hacer ante esto?

VS: Bien, es sólo en los últimos veinte años de globalización y neoliberalismo que podemos ver toda la concentración del poder en sistemas centralizados. La concentración del poder de las corporaciones con el poder del Estado. Este sistema ahora es disfuncional y es lo que llevó al fracaso de la COP y la retirada de Trump. Pero no es el fracaso del planeta y tampoco es el fin de nuestra potencia. Ahora es el momento, ya que desde arriba han fallado, los pueblos desde abajo harán surgir una nueva comunidad.

Hqn: Fuiste parte del Tribunal popular contra Monsanto (hoy en proceso de fusión con Bayer) en La Haya. ¿Cuáles fueron las conclusiones que dejó esa iniciativa? y ¿Qué herramientas concretas deja para los pueblos que resisten en todo el mundo?

VS: Yo pienso que el rol más importante del Tribunal Popular en La Haya fue que logró poner todos los crimines de Monsanto, en contra la Naturaleza y las personas, en un solo lugar. Entonces, lxs argentinxs están luchando en contra las fumigaciones, en India nosotrxs estamos luchando en contra los suicidios de lxs campesinxs, y de las mentiras de Monsanto. Y ellos están reclamando por las patentes. Pero nosotrxs no tenemos patentes así como en Argentina, aquí no se permite patentar a las semillas. Nosotrxs no permitimos patentar a las semillas y este es uno de los roles que yo tomé, así como Fernando Cabaleiro a través de Naturaleza de Derechos acompañó ese
desafío.

En los movimientos tenemos muchas divisiones, y también hay divisiones geográficas. Entonces, hay gente luchando en contra de los agrotóxicos, y otrxs contras las patentes, otrxs luchando por los derechos de lxs campesinxs y otrxs luchando en contra de las violaciones hacia la “ciencia digna”. Nosotrxs nos juntamos y buscamos ampliarlo a nivel mundial con movimientos de Argentina, México, Brasil, Estados Unidos, Canadá, África, Europa, India, Bangladesh… todos ellos.

Este crimen colectivo es lo que está siendo documentado: en toda su violencia contra la naturaleza, lo que ahora se llama ecocídio; contra lxs científicxs; contra lxs campesinxs y contra la democracia.

Y yo pienso que la lección más importante que podemos tomar del tribunal es que las personas tienen el poder de juzgar a los criminales. Porque la corte más alta es la corte de la conciencia. La corte más alta, es la corte de las personas que saben lo que está pasando y que toman la responsabilidad de actuar. Esta es la más alta expresión de la democracia.

Hqn: ¿Qué sentiste al conocer el grito argentino de “Ni Una Menos” y la iniciativa del Paro Internacional de Mujeres?

VS: Yo soy testigo de cómo en India la violencia en contra las mujeres se viene profundizando y se está volviendo más brutal. Hace tres años tuvimos este caso terrible de una joven que fue violada y asesinada en un colectivo, y estas historias vienen repitiéndose todos los días. Pero la agricultura basada en agrotóxicos, que es lo que llamamos “revolución verde”, que no es verde y no es revolución, también viene matando a las mujeres. Porque los campos con veneno, estos campos fumigados donde no es necesario tener personas para cuidar de la tierra, no es necesario quien de amor a las plantas; profundizan la problemática socioeconómica que sufren las mujeres en India.

Entonces, yo creo que ni una menos desapareciendo, ni una mujer menos siendo violada, es una continuidad de cuando decimos ni una especie menos. Por ello, para mí hay una conexión entre el derecho de las mujeres y el derecho de la naturaleza, no de una forma estática, no una forma esencialista, sino de una forma creativa de resistencia. Una resistencia diferente en la cual nosotras
no seremos más víctimas.

Hqn: ¿Qué mensaje te gustaría enviarle al pueblo Argentino?

VS: Para el pueblo argentino el mensaje que a mí me gustaría dejar es que ustedes pasaron por momentos difíciles, y siempre a través de su inventiva, a través de su creatividad, crearon redes que permitieron el futuro. Y esta guerra que fue declarada en contra de Argentina a través del Round-up, el Glifosato y la soja transgénica es la batalla reciente y yo sé que ustedes la van a ganar, porque ustedes se están organizando. Y noto que ustedes se están organizando y también entrelazándose con todxs nosotrxs. Estamos intentando crear un futuro sin veneno.

https://huerquenweb.files.wordpress.com/

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Entrevista: Carlos Peña.»La modernidad parece hostil a la reflexión filosófica»

Por Juan Rodríguez

¿Por qué dicha reflexión parece no cuadrar con el mundo técnico, utilitario? De la mano de Heidegger y Ortega y Gasset, entre otros, Peña entrega no solo una respuesta a la pregunta que hace el libro, sino también una introducción a la radicalidad de la filosofía; como muestra, por ejemplo, el feminismo. Además, en esta conversación, aboga por una disciplina al alcance del lector medio: «Los filósofos tienen como tarea hacer el esfuerzo de claridad», dice. 

Tales de Mileto, un filósofo griego que vivió entre los años 624 y 546 a. C., dos siglos antes que Sócrates, caminaba con su mirada embelesada en el cielo, en la bóveda celeste. Tanto, que no vio un pozo que había delante suyo y cayó en él. Una sirvienta que presenció la escena se rió del filósofo, y le dijo que mientras quería conocer las cosas del cielo, se le ocultaba lo que estaba frente a su nariz y bajo sus pies. «La misma burla vale para todos aquellos que se introducen en la filosofía», escribe Platón en uno de sus diálogos, el «Teeteto», donde cuenta la anécdota.

La moraleja de la historia es que la filosofía vive justificándose. Más de dos milenios después, en 1926 en Alemania, un joven filósofo, que todavía no llegaba a sus cuarenta años, recibe la visita del decano de Filosofía de la Universidad de Marburgo, quien le pregunta si tiene algún manuscrito que se pueda publicar. El profesor responde que sí. El decano le dice que debe ser de inmediato, pues como no había publicado nada en 10 años, se había rechazado su nombramiento como sucesor de Nicolai Hartmann. «El profesor Heidegger (1889-1976) se inclinó a un costado de su escritorio, abrió una de las gavetas, cogió un grueso manuscrito que tenía por título ‘Ser y tiempo’ y lo entregó al decano».

Tal como la primera, la segunda historia la relata Carlos Peña en su nuevo libro, «Por qué importa la filosofía» (Taurus), para ratificar los problemas que tiene la llamada «ciencia primera» para validarse socialmente. La historia, escribe Peña, «muestra la forma en que, a falta de indicios mejores, se exige a la filosofía mostrar su utilidad».

Tras el sentido

Rector de la Universidad Diego Portales, abogado y doctor en Filosofía, el nuevo ensayo de Peña ya está en librerías, y se suma a otros títulos suyos, como «Ideas de perfil» (Hueders, 2015) y «Lo que el dinero sí puede comprar» (Taurus), publicado el año pasado. Una prodigalidad que asombra y que, entre su trabajo como rector, profesor y columnista, lleva a preguntarse ¿en qué momento Peña escribe sus libros? «La escritura material del texto no es muy difícil -responde- y seguramente ayuda a ello un cierto oficio adquirido en la escritura periodística y en la sala de clases. Una clase es también una forma de escritura. Escribo temprano, todos los días dos o tres horas. Ahora mismo estoy trabajando ya en otro proyecto. No me salto ningún día del año. Leo y escribo con la regularidad con que otros rezan o van al analista (y quizá leer y escribir tienen para mí la misma función… ja ja). Y luego dedico mi tiempo a mis otros deberes».

El nuevo libro, que apela al lector medio, es a la vez una introducción a la filosofía y al pensamiento de Heidegger -«quizá el pensador más relevante de todo el siglo XX»-, pero primero que todo es una defensa de la necesidad de esta disciplina en el mundo contemporáneo. Y si no una defensa, sí una reflexión sobre las tensiones y hasta contradicciones entre filosofía y modernidad y, no obstante, el lugar que le cabe a la primera en nuestra época. De la mano de Heidegger y Max Weber, Peña entiende la modernidad como la época de la racionalización del mundo, como época técnica, donde todo es pasado por el tamiz de la utilidad, donde incluso el ser humano es un recurso. Y, claro, razona Peña -siguiendo en este caso al propio Heidegger, Ludwig Wittgenstein y José Ortega y Gasset-, si la filosofía es un quehacer casi por definición improductivo, que no genera valores positivos, que, al contrario, cuestiona nuestras certezas o ilusiones y hasta pone en duda nuestras seguridades más cotidianas, nos recuerda la fragilidad de la existencia, entonces no debe extrañar que se la vea como inútil y progresivamente vaya siendo desplazada no solo de la consideración pública, sino también de la enseñanza escolar y universitaria.

Detrás del asunto de la modernidad y la filosofía hay un problema que moviliza la reflexión de Peña, y que vincula este libro con «Ideas de perfil» y «Lo que el dinero sí puede comprar», a saber: la falta de sentido en la modernidad capitalista y técnica y, a la vez, la circunstancia tan humana de preguntarse por ese sentido, de buscar algún significado. En palabras del propio Peña: «Todos los autores de ‘Ideas de perfil’ se preguntaban si era posible el sentido en la modernidad; el libro sobre el dinero, por la forma que adquiría ese problema, el del sentido o significado, en la autonomía abstracta del mercado. Y en este texto se trata de vincular la reflexión radical de la filosofía -como una investigación sobre la estructura originaria que hace posible la pregunta por el sentido (Heidegger, Ortega, Wittgenstein)- y la manera en que la modernidad (caracterizada por Weber) parece hostil a ella».

-Si la modernidad es la época de la aceleración, de la liquidez, de la falta de fundamento o sentido, y si, a su vez, la filosofía nos revela la contingencia de toda certeza, ¿no es la filosofía, entonces, moderna por antonomasia? ¿No debería campear en nuestro mundo?

«Hoy día se intenta desalojar a la filosofía de todas partes porque, en efecto, no parece prestar utilidad alguna. Pero, como explico en el libro (la frase en cualquier caso es de Heidegger), si con la filosofía no puede hacerse nada, ella quizá pueda hacer algo con nosotros: ayudarnos a comprender la contingencia del mundo, entender que el mundo moderno, el mundo de la técnica, a pesar de su carácter aparentemente absoluto e irrefutable, es contingente, apenas una forma de comprender o interpretar la realidad, por hablar así, que nos constituye. Y ese no es un servicio menor: mostrar que vivimos en medio de una red de interpretaciones que se disfraza de realidad final. La filosofía (Heidegger, Wittgenstein, Ortega) subrayan eso una y otra vez: lo que llamamos realidad es un disfraz de una respuesta que, sin darnos cuenta, inventamos para una pregunta que no podemos eludir. ¿Cuadra eso con la modernidad? No del todo, porque, como explico en el libro, la filosofía muestra que si bien la verdad es histórica, el relativismo no tiene sentido y que la aceleración del tiempo, el apuro, que parece proyecto, es en verdad una forma de huida. Las sociedades se constituyen sobre ciertas preguntas que pueden olvidar u ocultar, pero no eludir. Y eso también vale para la modernidad. Por eso la modernidad, como expliqué en otro libro, parece una mezcla de progreso y desilusión».

-Para defender la permanencia de la filosofía en la educación, se suele decir que desarrolla el pensamiento crítico y que sería el fundamento del conocimiento. Usted difiere. ¿Por qué?

«Me parece que esas dos formas de justificar la presencia de la filosofía no son muy fuertes. Si por pensamiento crítico se entiende la capacidad de argumentar y debatir, ese es un objetivo que también se alcanza con una sociedad de debates o despertando el gusto por leer (puesto que leer es comprender a otro y en ocasiones, discrepar de él). Y eso de que la filosofía es el fundamento del conocimiento no se sostiene. Si la filosofía garantizara el conocimiento, ¿acaso no buscaríamos una garantía a la propia filosofía y así hasta el infinito? No; más bien creo que la filosofía es el intento permanente por dilucidar la estructura originaria que nos constituye y que hace que no podamos dejar de formular preguntas que, paradójicamente, no podemos responder. La filosofía se esfuerza por develar esa estructura originaria que nos hace formular preguntas radicales y, a la vez, ella es la muestra de nuestra relativa incapacidad para responderlas».

Género y sexo

Para ejemplificar la radicalidad y necesidad de la filosofía, de sus preguntas, Peña le dedica un apartado del libro al feminismo, y en particular a la filósofa estadounidense Judith Butler, autora de «El género en disputa». «El feminismo de Butler es un buen ejemplo, porque es un esfuerzo (ya veremos si acertado o no) de comprensión radical. Suele creerse que el género es una construcción cultural adosada sobre el sexo que sería biológico o natural; pero ¿qué ocurre -esto es lo que sugiere Butler inspirándose en algún sentido en Simone de Beauvoir- si pensamos que la diferencia de orientación sexual es culturalmente construida?», dice Peña al preguntarle por qué eligió ese ejemplo. «Parece demasiado, pero ¿acaso ese tipo de pensamiento no nos ayuda a dilucidar mejor lo que queremos decir cuando hablamos de diferencia sexual y la importancia que ella está poseyendo para la política? La filosofía no ayuda a saber más, decía Wittgenstein, sino que ayuda a saber mejor».

-¿Qué puede decirnos la filosofía respecto de la «ola feminista» chilena y de polémicas como el uso del lenguaje inclusivo?

«Lo que llamamos feminismo tiene dos versiones y creo que las dos se entrelazan en el debate en Chile. Una es el feminismo como reclamo de un trato igual con prescindencia del género y la orientación sexual. Otra versión es el feminismo como comprensión de la diferencia sexual y el poder, tipo Butler. El primer tipo de feminismo reclama construir ámbitos de interacción libres de abuso en razón de género o la orientación sexual; el segundo tipo de feminismo sostiene que la diferencia sexual se ha construido como forma de dominación y se ha instalado en el lenguaje, en el cuerpo y en el deseo, etcétera, motivo por el cual habría que revisar las formas en que se transmite culturalmente desde el lenguaje al currículum, pasando por las bibliografías universitarias. Cuando se advierte esta distinción entre feminismos, se comprende que es absurdo hablar de feminismo a secas y es ingenuo creer que hay un amplio consenso en torno a sus demandas. Porque si pensamos en la sociedad chilena, el consenso cubre el primer tipo de feminismo, pero no el segundo, que posee un alcance teórico mucho mayor. Quizá en torno a ese debate (que es también generacional) se estructure este problema en el futuro».

La cortesía del filósofo

Si bien es Heidegger el autor que guía el ensayo de Peña, también ocupa un lugar importante -y muchas veces coincidente con el de Heidegger- el filósofo español José Ortega y Gasset (1883-1955). Lo que tal vez sea un homenaje de Peña al intelectual que reivindicó la claridad como la cortesía del filósofo, y el ensayo y la prensa como medios de expresión de la misma. «Sí, hay algo de eso», dice Peña. «Ortega es, en mi opinión, el más grande pensador en español que ha existido desde el XVI con (el filósofo, teólogo y jurista) Francisco Suárez: un hombre anegado de talento. Y es además un intelectual que nunca olvidó que para influir hay que ser intelectual en la plazuela, que para él era el periódico. Creo que tenía toda la razón. Se suma a ello que él pensó en paralelo muchas tesis heideggerianas. Desde luego, ‘Meditaciones del Quijote’ (1914) se publica trece años antes de ‘Ser y tiempo’ (1927). Él mismo se quejó de eso en un texto póstumo: ‘La idea de principio en Leibniz’. Lo dijo en una frase magnífica (como casi todas las suyas): ‘encandilados por mis imágenes, resbalaron sobre mis pensamientos'».

-Más allá de la tensión entre filosofía y modernidad, ¿qué responsabilidad les cabe a los filósofos en la poca valoración social que parece tener su disciplina? ¿Qué le parece la enseñanza de la filosofía en Chile?

«Los filósofos, desde luego, tienen responsabilidad en todo esto. A veces cultivan un lenguaje que confunde la profundidad con la oscuridad; otras veces confunden la filosofía con la historia de las ideas o la simple erudición; y, en fin, hay quienes creen que la filosofía es una rama del misticismo o un sucedáneo religioso. Todo eso le hace daño a la filosofía, por supuesto. Los profesores de los colegios tienen aquí una tarea importante: enseñar a reflexionar acerca de problemas, más que instruir acerca de las respuestas disponibles. Enseñar que cada época hace el esfuerzo de comprender lo que tiene delante suyo y de inventarse un mundo y, al hacerlo, interpretarse a sí misma».

-Si esa es la tarea de los profesores, ¿cuál es la de los filósofos?

«Los filósofos, creo, tienen como tarea ante todo hacer el esfuerzo de claridad (como usted recordaba, la claridad era la cortesía del filósofo) y poner su reflexión al alcance del lector medio, que es lo que yo mismo intento en este libro. No veo otra forma de mostrar su importancia y su atractivo. Es verdad que la filosofía exige a veces complicadas reflexiones; pero quienes cultivan la filosofía no deben olvidar que (como dijo Wittgenstein) todo lo que puede ser dicho, puede ser dicho claramente».

»La filosofía no ayuda a saber más, decía Wittgenstein, sino que ayuda a saber mejor».

»El feminismo de Butler es un buen ejemplo (de la labor filosófica), porque es un esfuerzo de comprensión radical».

»A veces los filósofos cultivan un lenguaje que confunde la profundidad con la oscuridad».

»Ortega y Gasset nunca olvidó que para influir hay que ser intelectual en la plazuela, que para él era el periódico».

Fuente de la entrevista: http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=491377

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Entrevista: Rector del Duoc UC. “La brecha entre lo universitario y lo técnico se está reduciendo”

Por Michel Nahas y Camila Mardones

Como “un muy buen momento”. Así define Ricardo Paredes, rector del instituto profesional Duoc UC, el período que vive la educación técnico-profesional (TP) en Chile. Pese a reconocer que aún existen barreras pendientes, como el acceso a financiamiento y becas, el mejoramiento de la calidad y la discusión en torno a la continuidad de estudios, la autoridad aseguró, en conversación con La Tercera, que ha existido una evolución en esa modalidad, y que en el último tiempo “la discriminación sistemática que había contra la educación TP se ha reducido fuertemente”, atrayendo cada vez a más alumnos.

¿En qué momento se encuentra la educación TP?
Está en un camino propio, distinto del universitario, que no es un escalón ni un paso previo para seguir en la universidad. Muchas veces los alumnos del mundo técnico-profesional aprenden cosas parecidas a lo que se aprende en la universidad, pero la metodología es distinta. Ellos pueden aprender perfectamente la ecuación del calor, pero sin un libro de ecuación del calor, sino que con un soplete, un ladrillo, un termómetro.

¿Ha cambiado la visión en torno al mundo TP?
Yo creo que lo que veíamos hace poco años como una formación mucho más de oficio, como el soldador o el matricero, está evolucionando, porque la obsolescencia de lo técnico es enorme; entonces, las personas necesitan progresivamente ir caminando a una formación que desarrolle competencias más genéricas; como reflexión, abordar problemas, trabajo en equipo, liderazgo. La brecha entre lo universitario y lo técnico se está reduciendo. Por ejemplo, yo pienso que una profesión como odontólogo es una profesión esencialmente técnica y nadie diría en Chile que esto es algo peyorativo. Algo importante es mirar a países que les va bien en esto, como Australia o los europeos, donde la visión es bastante contradictoria con la “universititis”. Creo que esa línea no es promisoria. Pero sí está cambiando la visión; hay que recordar que en Chile más de la mitad de los estudiantes que salen de cuarto medio entran al mundo técnico.

¿Por qué cree que pasa eso? ¿Puede ser que la gente los elige porque son carreras más cortas, más baratas o también es porque hay mayor conocimiento de que existe un mercado amplio en esa área?
Creo que los tres puntos previos, pero también hay otra cosa: la mayoría de la gente aprende más fácil mirando, en la práctica. La duración de las carreras también es clave. Hay muchos jóvenes que progresivamente quieren carreras más cortas para trabajar y para servir a la familia. Otro punto es que antes los profesionales que salían de la universidad eran una elite intelectual y económica. Hoy las personas se dan cuenta de que entrar a la universidad no garantiza nada, cada vez es un mundo más abierto y ya no tiene esa connotación que tenía antes.

¿Qué dificultades enfrenta en ese sentido la educación TP?
Hay algo que complica todo esto, que es que hay un grupo de instituciones que, pese a que tienen una matrícula pequeña, son muchas y de pésima calidad; eso ocurre en todo nivel, pero en el técnico existe un desafío mayor.

Mencionó el punto de la “universititis”. ¿Cree que hoy el Duoc es una mejor opción que algunas universidades?
Definitivamente. La gente se está metiendo más acá y uno podría pensar que la masividad viene de los estratos de más bajos ingresos o de gente que no alcanzó a entrar a la universidad. Hay algo de eso, pero definitivamente no es lo único. Hicimos un estudio con alumnos que ingresaron al Duoc habiendo rendido la PSU, miramos el puntaje de esos alumnos, las carreras que decidieron y sus posibilidades. Lo que hallamos fue que hay un grupo reducido de universidades -en las que están las tradicionales, así como universidades nuevas y buenas- que los alumnos prefieren, pero para la mayoría de la matrícula el Duoc resulta ser una alternativa completamente equivalente al de universidades más masivas, como la UDLA o la Andrés Bello.

Usted planteó la situación de la carrera de odontología, que hoy es exclusivamente de carácter universitario. ¿Cree que se puede abrir esa discusión?
Yo creo que hoy nadie tendría ningún problema en discutir esto y que ningún odontólogo tendría un problema en reconocer que su labor tiene mucho de técnica. Pero creo que se ha generado un círculo. Hay carreras de la salud muy específicas que tienen que tener algún control, pero ese control no me parece que lo dé el hecho de ser universitario. Hay otras cosas que son muy negativas en términos de política pública que van en el mismo carril.

¿Cuáles?
Primero, que hay un conjunto de carreras que solo se pueden impartir en universidades, lo que no tiene ningún sentido porque son muy parecidas y hermanas al mundo técnico, como kinesiología, y donde hay lobby de ciertos colegios o grupos para que carreras como fisioterapia, por ejemplo, no sean aceptadas en el mundo de la salud. Hay otras cosas que ocurren en la misma línea y que son peores. Las Becas Chile, por ejemplo, solo financian posgrados para carreras con licenciatura; en el mundo técnico-profesional no podemos dar carreras con licenciatura. Entonces, pese a que nuestros alumnos pueden ingresar a algunos programas de posgrado, no pueden acceder a financiamiento. Otro absurdo es que el Estado frecuentemente requiere profesionales con carreras de cinco años o más, y ahí se está poniendo una barrera que va absolutamente en contra de la intuición de que las carreras son demasiado largas.
Ley de educación superior

¿Se encontró con un lobby muy fuerte durante la aprobación de la Ley de Educación Superior?
Más que lobby, había una forma de legislar con trauma. El trauma fue las universidades que se cerraron, la Universidad del Mar, la Arcis, ello llevo a una súper regulación. Hubo además una discusión por el gusto de lo estatal, de darle condiciones especiales, algo que la verdad yo nunca le he encontrado mucho sentido. En ese gusto por lo estatal se planteó el tema de los CFT estatales. Yo he visto el del Maule, donde hay una rectora trabajando súper aperrada, pero enfrentando 80 alumnos en tres carreras. Ahora viene el CFT de Aysén, que se hizo con mucha voluntad, soñando poner una pata estatal coordinada.

Usted tiene una mirada pesimista sobre los CFT estatales…
Creo que es bueno tenerla hoy, para que en cuatro años más, cuando estén desfinanciados, no se les eche la culpa a la U. de Aysén o a la U. Austral, sino que se sepa que esto es lo que va a ocurrir a menos que se haga algo; como por ejemplo una reforma, donde se hagan alianzas para apoyar este tema. En la ley de CFT estatales se establece que tienen que quedar vinculados a una universidad, siendo que la continuidad lógica es a un instituto profesional. Es algo muy realista y urgente. Me gustaría ver más empoderado al Ministerio de Educación, llamando a mesas amplias para reformar las cosas. Lo de los CFT tenemos que repensarlo.

¿Qué tan representativa de Chile es la educación TP?
En sus orígenes, la educación técnico-profesional era para resolver un problema de analfabetismo y de oficios muy precarios. Pero se ha ido transformando y hoy los laboratorios y talleres que tienen las buenas instituciones son de punta. Esa infraestructura, ese esfuerzo, se ha visto progresivamente en más y más gente de distintos estratos. Hoy tenemos prácticamente un 10% de alumnos de cada decil, lo que quiere decir que la foto del Duoc, y me imagino también de otras instituciones, como Inacap, es la foto de Chile. La educación superior técnico-profesional tiene una estampa, una silueta mucho más parecida a Chile que la de cualquier universidad.

¿Qué planes tiene el Duoc en materia de ampliación de sedes?
Estamos enfocados en dos líneas. Por un lado, en el crecimiento con sentido, el llegar a lugares con necesidad de progreso. Tenemos proyecciones para sedes en Puerto Montt y Villarrica. Por otro lado, queremos enseñar habilidades que son escasas y que son las que los comités empresariales nos dicen que echan más de menos, como el trabajo en equipo, liderazgo, pensamiento crítico.

Se acercan a cumplir el segundo año en gratuidad. ¿Qué evaluación hay de esa política?
Teníamos mucho temor de que la gratuidad nos disparara la deserción y que llegaran alumnos sin compromiso y sin esfuerzo. Pero la verdad es que ha ocurrido lo contrario. Nuestras tasas de deserción han caído fuertemente, estamos reteniendo más alumnos. Eso en parte tiene que ver con un sistema de ingreso que estamos aplicando, que premia la nota del alumno en enseñanza media y la procedencia del mundo técnico-profesional. Vimos que los alumnos de mejor nota y que provienen del mundo TP están motivados y les va mejor, entonces se quedan. Eso ha significado incrementar la retención. Eso sí, estamos preocupados con el sistema global de financiamiento donde el límite de tiempo que financia la gratuidad está acotado a un período relativamente corto, ya que nuestros alumnos se demoran más, particularmente los vespertinos.

Desde el punto de vista económico, las universidades se han quejado del déficit que les genera la gratuidad. ¿Tienen ese problema?
El aporte por gratuidad es bastante cercano -en el caso del Duoc- al arancel que cobramos, un pelito más bajo. Ahora, ese pelito, multiplicado por 55 mil alumnos, nos da un déficit del orden de $ 1.500 millones al año. No es algo que nos produzca problema de caja resolverlo, pero sí es dinero que no tenemos respecto de otras actividades que queríamos hacer.

¿Han visto la discusión en torno al nuevo CAE?
Sí, el nuevo CAE tiene un diseño muy inteligente. De hecho, es muy parecido como concepto a la idea que salió en una comisión en la que participé en 2012.
Hay rectores que están hablando de fijación de precios.
Efectivamente, algo de fijación de precios tiene. Pero ojo, que no es una fijación literal de precios, porque la institución, si quiere, cobra más. El nuevo crédito acepta hasta un 50% más, entonces tiene una flexibilidad relativamente alta. La pregunta es ¿por qué cobran tanto más las instituciones? ¿Es algo que se lo van a retornar a los alumnos en posibilidades de empleo y trabajo? Si no es así, claramente, el Estado tiene el derecho a decir “yo no pongo plata ahí”. Hay algo sensato en la propuesta. Donde veo el mayor problema es que es tan buena la propuesta del nuevo CAE respecto del financiamiento por gratuidad, que lo mejor que puede hacer una institución es salirse de la gratuidad.

¿Por qué puede producirse eso?
Como a las instituciones en gratuidad les restringen el crecimiento, entre otras cosas, uno tiene una asimetría, y lo que veo es que las instituciones que están fuera de gratuidad tienen una situación sustancialmente mejor que las que están dentro.

Fuente de la entrevista: https://www.latercera.com/nacional/noticia/rector-del-duoc-uc-la-brecha-lo-universitario-lo-tecnico-se-esta-reduciendo/261346/

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Entrevista: Milo Peñalba. “Sufrí persecución en el colegio por feminista”

Por Agustín Gallardo

Defendió la ley del aborto en el Senado. Militancia adolescente, rechazo a la Iglesia y a la dirigencia. “A una amiga la echaron por llevar pañuelo verde”, dice.

El humo verde sale de una bengala casi como una extensión natural del brazo. Atrás, cientos de estudiantes la vivan en una ronda donde Milagros Peñalba abre los brazos como si quisiera abrazarlos a todos. La instantánea, publicada en su cuenta de Instagram, está acompañada de un anuncio: “Voy a estar exponiendo en nombre de todes en el Senado.

Vamos juntes”, escribe Milo, como le dicen, en lenguaje inclusivo y con la euforia adolescente a flor de piel. Dicho y hecho: Milagros vino a Buenos Aires desde Salta con sus 16 años a defender su posición sobre la ley del aborto en el Senado y disparó fuerte contra el sistema educativo y de salud publica de esa provincia.

“No tenemos educación sexual ni tampoco se nos proveen métodos anticonceptivos, pero si nos quedamos embarazadas nos juzgan en las calles, nos echan de los colegios y se nos margina. Pero si abortamos nos llaman asesinos”, comenzó exponiendo, dando además argumentos, varios de ellos sobre vivencias personales. “En mi provincia, un cuarto de los embarazos son adolescentes, la

verdadera rectora de la educación es la Iglesia y te sancionan por presentarse a favor de esta ley”, agregó sin pelos en la lengua. “Lo que me importa es que llegue el mensaje de lucha que estamos teniendo y seamos conscientes de que no pueden morir más mujeres”, dice a PERFIL ya de regreso a su provincia, en una comunicación telefónica.

Milagros es integrante de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de Salta (Cesal), la que representa a más de 200 colegios de su provincia. La joven dice que habla siempre de su experiencia y de la que viven cientos de adolescentes en Salta. “En el colegio público al que fui, directamente no se enseñaba educación sexual. Esto pasa en gran parte de la provincia, por lo que me cuentan otras compañeras”, afirma. —Según comentaste, había una materia que se llamaba Educación para el Amor, donde te sugerían no tener sexo como método anticonceptivo.

¿Es cierto? —Sí, era así. Acá muchos adultos ven el sexo como un tabú, les da miedo que nosotros tengamos sexo y quiero avisarles: nosotros tenemos sexo. Por eso el “problema” de transmitir la educación sexual integral y laica. Nos parecía pésimo y no decíamos nada hasta que nos cansamos. A varios compañeros se les inculcaba la heterosexualidad obligatoria, por ejemplo.

EL machismo está instaurado acá. Tengo compañeros que fueron valorados por su vida sexual. —Estos días se dijo que te habían expulsado del colegio al que ibas por tu militancia. —No voy a decir nada de los colegios. —¿Por qué? —Porque puedo tener problemas, de hecho ya los estoy teniendo. —¿Qué te pasó? —Sufrí persecución en el colegio al que iba, y es todo lo que voy a decir. —¿Pero ya estás anotada en otro colegio? —Estoy en proceso. —¿Y qué pasa cuando vas por la calle? Dijiste que muchos de tus amigos son juzgados. —Me refería a la hipocresía que hay acá (en Salta) de parte de los que prohíben el aborto ya que nos juzgan tanto si defendemos la causa como si quedamos embarazadas, o si queremos llevar a cabo la maternidad.

Hay un gran juicio contra la mujer en Salta y contra el colectivo LGTB. Nos ha pasado que nos digan: “¡Qué asesina que sos!”, o “Andá a lavarte el culo”. Ese sale mucho. O te dicen: “Si abren las piernas para coger, ábranlas para parir”. Todo eso es común. —¿Sabés de otro alumno que haya sido expulsado de algún colegio por manifestar su descontento? —Sí, a una compañera del colegio la echaron por tener el pañuelo verde en la mochila.

El escenario es complicado porque veo casos de amigas que no pueden terminar la secundaria por estar embarazadas, o que van a estudiar con sus hijos porque no tienen con quién dejarlos. Por ahí lo pueden hacer y les dicen: “Qué hacés acá, andá a cuidar a tu hijo”. —Te referiste a la Iglesia como “rectora de la educación sexual”. ¿Qué pasa con la clase dirigente? —La Iglesia está muy presente, de hecho este plan Educación para el Amor fue instaurado por la Iglesia claramente.

La clase dirigente está muy conectada con la Iglesia y vemos que no se involucran. Nosotros varias veces los citamos para reunirnos. Nos hubiese encantado hablar con (Juan Manuel) Urtubey, pero no pudimos. Los políticos están presentes parcialmente para algunos sectores de la sociedad. Y cada vez que se presentan es, perdón por la forma, para cagarnos en algo.

La audiencia la pedimos con la ministra de Educación, (Analía) Berruezo. La pedimos para que nos dé respuesta a un montón de preguntas que tenemos. No tuvimos respuesta y negó toda las persecuciones que sufrimos los estudiantes. — ¿Qué te pareció el discurso de Abel Albino? —(risas)¡Ay!… por favor. Me dio miedo que una persona exponga de ese modo en el Senado. Aparte me parece nefasto que personas adultas, que hombres adultos sobre todo, vivan en esa realidad. Hay muchos hombres que piensan como Albino. —De todos los referentes que están en contra de la ley del aborto, ¿hay alguien de que digas “con está persona me puedo sentar a discutir”? —No, no hay referentes de Salvemos las dos Vidas que me guste como hablan.

El mejor referente con que me tocó discutir fue un compañero de colegio y fue una charla maravillosa. —Según contaste, tu mamá te tuvo a los 17 años. ¿Cómo toman ella y tu familia la exposición que estás teniendo? —Ella lo vive re orgullosa y me apoya mucho, pero también me está cuidando porque acá en Salta los que están en contra de la ley manejan una violencia increíble. Por eso voy siempre acompañada por alguien, con mi vieja, con mis compañeras. —¿Tenés miedo que te pase algo? —No, no me da miedo para nada. — ¿Te gustaría hacer política cuando salgas del colegio? —Estoy pensando porque hay varias carreras. Me gusta el psicoanálisis, la filosofía, los derechos humanos, la abogacía. Todo lo que tenga que ver con lo social. — ¿ Qué creés que va pasar el 8A (8 de agosto, día de la votación de la ley en el Senado? —Para mí va a ser ley. Tiene que ser ley sí o sí. — ¿Y si no? —Pienso positivamente. ¡Va a salir…! Si no, se va a armar un quilombo.

Los datos oficiales PERFIL se comunicó con el Ministerio de Salud de Salta desde donde, a través de un comunicado, expresaron como falso el hecho de no proveer educación sexual ni métodos anticonceptivos. “En todos los centros de salud y hospitales de la provincia se encuentran disponibles los insumos del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable, para adolescentes, jóvenes y adultos. (…)

Los insumos incluyen: preservativos, anticonceptivos orales combinados, anticonceptivos orales de solo progestágeno, anticonceptivos inyectables, anticonceptivo hormonal de emergencia, implante subdérmico, dispositivo intrauterino (DIU T cobre) y DIU con hormona”, dice el texto. Y agregan al respecto: “A través de esta metodología de trabajo se promueve el autocuidado, la prevención de patologías como el sida, sífilis y otras infecciones de transmisión sexual y la planificación familiar. PERFIL se comunicó con el Ministerio de Educación para saber si era cierto que habían expulsado a la joven, pero no hubo respuesta. Este diario pudo saber que la joven se fue del colegio Sagrado Corazón de Jesús en 2017 e ingresó a la escuela Tomas Cabrera. “Pudieron invitarla a que se vaya.

Fuente de la entrevista: http://www.perfil.com/noticias/protagonistas/milo-penalba-sufri-persecucion-en-el-colegio-por-feminista.phtml

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