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A propósito del anuncio de Albert Rivera respecto a implantar el inglés como lengua vehicular en España

Un ejemplo de pérdida de dignidad, de incultura radical, de aceptación de la condición de súbdito colonizado:
«Albert Rivera apuesta por implantar el inglés como lengua vehicular en España».
Reproduzco un párrafo del libro de Albert Memmi (1957). «Retrato del colonizado».
«… la lengua materna del colonizado, aquella que se alimenta de sus sensaciones, sueños y pasiones, en la que se expresa su ternura y se produce su asombro; aquella que canaliza la mayor carga afectiva, es precisamente la menos valorada. No goza de ninguna dignidad en el país ni en el concierto de las naciones. Si quiere conseguir un empleo, labrarse un puesto, existir en la comunidad y en el mundo, tiene que empezar por someterse a la lengua de otros, los colonizadores, sus señores. La lengua materna es humillada y aplastada en el conflicto lingüístico en que vive. Y acabará por hacer suyo este desprecio objetivamente fundado. Empezará a suprimir por sí mismo esa lengua débil, a ocultarla ante los extranjeros a solo parecer cómodo en la lengua del colonizador. En suma, el bilingüismo colonial no es ni un desfase, donde coexistan un idioma popular y una lengua de purista, pertenecientes a un mismo universo afectivo; ni una simple riqueza políglota, que se beneficiara de un teclado suplementario, pero relativamente neutro. Es un drama lingüístico.»…

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España: Albert Rivera apuesta por implantar el inglés como lengua vehicular en España

Fuente: publico.es / 13 de junio de 2016

El líder de Ciudadanos ha señalado que esto va con su «apuesta decidida por vincular la economía a la educación» y para que «el turismo sea mejor». «Si el nivel de inglés y español es alto, mejoraremos nuestro producto turístico».

El candidato a la presidencia del Gobierno de Ciudadanos (C’s),Albert Rivera, ha apostado este miércoles en Palma porque el turismo «sea política de estado» y que, además, «el inglés se implante como lengua vehicular en toda España».

Ante los medios de comunicación, ha dicho también que su proyecto económico «permitirá que en dos años se saneen las cuentas públicas». Para esto, ha asegurado, «hay que pinchar la burbuja política y luchar contra el fraude fiscal y la corrupción».

En relación a que el inglés sea lengua vehicular en España, ha señalado que esto va con su «apuesta decidida por vincular la economía a la educación» y para que «el turismo sea mejor».

«Si el nivel de inglés y español es alto, mejoraremos nuestro producto turístico», ha agregado.

No puede improvisarse

Sobre la diferencia entre su plan y el que implantó el Govern de José Ramón Bauzá en la anterior legislatura en Baleares, Rivera ha expresado que «se diferencias en que el modelo no puede improvisarse, debe tener dotación presupuestaria y el compromiso de todas las comunidades de aplicarlo».

De esta manera, ha dicho que «para Ciudadanos es condición ‘sine qua non’ conseguir un pacto educativo para llegar a acuerdos de gobierno».

«No podemos conformarnos con el nivel de fracaso escolar y se necesita una Formación Profesional al nivel que requiere nuestro país», ha dicho. «No se puede seguir creando cátedras y facultades sin saber qué necesita el país a nivel de empleo», ha agregado.

Respecto al turismo, ha afirmado que se tiene que tratar de «manera transversal, desde la cultura a la industria y pasando por el sector agroalimentario de manera coordinada». «Se tiene que trabajar por el número de turistas sino por la calidad del turismo y la renta que dejan», ha aseverado.

Rivera, que se ha reunido antes de la rueda de prensa, con las autoridades portuarias, ha destacado que «Palma es el segundo puerto más importante de España» y que «con Francia y Estados Unidos, España lidera el ránking de turismo», pero ha advertido que «sino se toma en serio la modernización esto puede cambiar».

Respecto a la reducción del IVA turístico, Rivera ha expresado que «no va a prometer cosas para después hacer lo contrario» y aunque ha dicho que «no van a subirlo» lo que se puede hacer «con el actual agujero en las arcas públicas de 10.000 millones de euros» es «bajar el IRPF a las clases medias españolas».

«Ojalá pudiéramos prometer bajar el IVA al turismo y a la energía«, pero ahora no se puede ha dicho en referencia a la promesa electoral del candidato a la presidencia del PP, Mariano Rajoy.

 

Enlace original: http://www.publico.es/politica/albert-rivera-apuesta-implantar-ingles.html

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España: Decano Facultad Educación, «de acuerdo» con cambio de calendario escolar si se reorganiza también el ‘timing’ pedagógico

Noticia / 12 de junio de 2016 / Por: Europa Press

Resalta que la «razón fundamental» para el cambio debe responder a criterios de calidad educativa

El decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Cantabria (UC), José Manuel Osoro, se ha mostrado «de acuerdo» en la modificación del calendario escolar de la comunidad autónoma pero –ha aclarado– «si va acompañado» también de medidas y una reorganización del ‘timing’ pedagógico: de cuándo se enseña o cómo se ordena el tiempo.

Así lo ha dicho Osoro en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, en la que ha opinado que la «trifulca» que se ha formado esta semana por el nuevo calendario escolar aprobado la semana pasada por la Mesa Sectorial de Educación de Cantabria es porque desde la Consejería de Educación «se han explicado mal» las razones del cambio.

«El motivo no puede ser solo parecernos a Europa», ha dicho el decano de la Facultad de Educación de la UC, que ha advertido de que ese cambio de calendario por esa razón «no asegura» que sea lo «adecuado» desde el punto de vista del aprendizaje o del descanso del profesorado.

Osoro «espera» que la Consejería explique «correctamente» los motivos del cambio . «Cuando se está pensando en cambiar el calendario yo creo que se está pensando también en cambiar los usos, las metodologías y las propuestas», ha dicho.

El decano de la Facultad de Ciencias cree que el calendario escolar «no se puede plantear solo» en términos de, o bien parecernos a Europa, o bien en términos de conciliacion familiar y laboral.

«Por encima de la conciliación está la calidad educativa, de lo q se hace en las aulas y en los centros. Esa debe ser la razón fundamental del cambio de calendario», ha dicho.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/cantabria/ultima-hora/Decano-Facultad-Educacion-calendario-pedagogico_0_525997843.html

Foto: http://images.eldiario.es/norte/cantabria/cantabria/Manuel-Facultad-Educacion-Universidad-Cantabria_EDIIMA20151129_0043_19.jpg

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Entrevista a Jordi Mir Garcia sobre «Movimientos sociales. Construyendo democracia. 5 años del 15 M» (I)

“La PAH ha sido capaz de generar más conciencia de clase que los actores tradicionales que asociamos al movimiento obrero”

Por Salvador López Arnal

El Viejo Topo

Jordi Mir Garcia es doctor en Humanidades, profesor de la UPF y de la UAB y miembro del CEMS (Centro de Estudios de los Movimientos Sociales) y del Observatorio del Sistema Universitario.

mir_llibre-Me centro en tu nuevo libro -¡felicidades!- aunque no es imposible que formule alguna pregunta complementaria. Me centro en lo más esencial, quedarán cosas en el tintero-archivo: ¡son muchos los temas y argumentos! En el título usas la categoría “movimientos sociales”. ¿Qué es un movimiento social?

-Muchas gracias por tu generosidad, Salvador. Hay cierto debate académico sobre esta cuestión que no he tratado en el libro, ya que aquí se recogen un conjunto de materiales de análisis y reflexión de estos últimos cinco años sin pretensión de exhaustividad. Se acostumbra a hablar de movimientos sociales como si todos supiéramos de lo que hablamos y seguramente no es así. Por ejemplo, se acostumbra a entender que un movimiento social es un conjunto de personas que se moviliza para reivindicar o defender algo a partir de algún tipo de actuación que iría más allá de la política institucionalizada. ¿Es la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) un movimiento social? Está claro que no es un partido político. Es una organización, con su diversidad, y yo diría que forma parte de un movimiento social, el del derecho a la vivienda, por ejemplo. Pero la categoría de movimiento social sería más amplia que un colectivo u organización para incorporar las personas que individualmente participan y otro tipo de actores que luchan por objetivos que podemos considerar más o menos compartidos. No sé si quieres entrar en más detalles.

-Está bien así, creo que nos entendemos. Entre los movimientos sociales de los que hablas en el libro, hay uno -no es ninguna crítica- que no está muy presente, el asociado a la clase obrera, al movimiento obrero. ¿A qué crees que es debido?

-El llamado movimiento obrero ha sido históricamente muy importante y seguramente hoy lo continúa siendo, pero en los últimos años ha estado menos presente o presente de otros modos. Intento explicarme.

-Adelante.

-¿No hay clase obrera en la PAH? Diría que sí, incluso diría mucho más. Diría que la PAH ha sido capaz de generar más conciencia de clase que los actores tradicionales que asociamos al movimiento obrero. Pienso en la diferencia entre hablar de clase obrera como definición sociológica o económica o la definición que nos lleva a hablar de personas que tienen conciencia de su explotación y luchan por conquistar derechos. Por lo tanto, diría que sí hay clase obrera, pero movilizada por condiciones que no son directamente laborales. ¿No ha habido movilizaciones laborales durante estos años? Sí. Las principales movilizaciones antes del 15 de mayo de 2011 tuvieron que ver con los recortes, pero diría que no son la clave de lo que ha sucedido durante estos años.

Muestra de ello son algunos de los mismos cambios que se están produciendo en el movimiento obrero. Los sindicatos llamados mayoritarios, CCOO y UGT, por ejemplo, empezaron a vivir una especie de 15M interno que me cuesta ver la repercusión que haya podido tener. Se ha producido un crecimiento de los sindicatos considerados minoritarios como alternativa factible y, también han ido desarrollándose formas de organización entre colectivos de la llamada clase obrera a los que no llegan los sindicatos: personas sin trabajo, con trabajos precarizantes, migrantes…

-¿Qué tipo de democracia están construyendo esos movimientos?

-Sin evitar la pregunta, diría que de entrada, los movimientos sociales, los colectivos movilizados, señalan limitaciones de la democracia realmente existente. Cuestionan su calidad y denuncian involuciones o deficiencias coyunturales o estructurales. Eso ya implica construcción. Entiendo que sus aportaciones van por la vía del cómo hacemos política y por qué políticas hay que hacer. La PAH, por ejemplo, es capaz de parar desahucios desde la movilización y plantear el debate sobre si la vivienda debe ser un mercancía o un derecho, acompañar y empoderar a personas en una situación de gran fragilidad por la situación vivida, negociar con entidades financieras y administraciones públicas, impulsar (junto a otros actores) una ley contra los desahucios y la pobreza energética aprobada en el Parlament de Catalunya… Veo grandes aportaciones a partir de la polítización o repolitización de la población a partir del 15M y en las maneras de hacer política que se plantean y en políticas concretas propuestas. Pero estamos en una fase que debería ser inicial para ir ampliando y desarrollando una buenas prácticas que hagan posible una democracia que signifique que el pueblo gobierna y por tanto que no se aprueban leyes contra el pueblo.

-¿No caemos -no hablo ahora de tu libro- en una excesiva idealización de los movimientos sociales? Movimientos sociales los hubo en Ucrania, por ejemplo, y no parece que aquello fuera un proceso de emancipación social. Si miramos a Brasil en estos momentos (también a Venezuela desde luego), cuatro quintos de lo mismo. ¿No habría que distinguir entre movimientos de avance y movimientos de retroceso o abonados por las reacciones? ¿Con qué criterio si fuera así?

-Me parece que tienes toda la razón. Con perspectiva histórica podríamos decir que los movimientos sociales han sido desarrollados, principalmente, por colectivos que buscaban la creación de nuevos derechos o la ampliación de los existentes. Es decir surgían con voluntad de evitar exclusión y opresión. ¿Quién se ha movilizado históricamente en la calle? Quien no está en el palacio, quien puede resolver sus problemas desde el poder o sus cercanías no ha necesitado utilizar los instrumentos de la movilización social. Pero tampoco es siempre así, cuando los que habitualmente han estado en el poder pierden presencia, cuando disminuye su capacidad de actuación, pueden recurrir a la movilización social. Por ejemplo, lo hemos visto claramente con el Partido Popular. El PP aprendió que en 2004 pierde el poder, en parte, por la actuación en la calle: movilizaciones contra la Guerra, contra la gestión del Prestige, contra los atentados en Madrid el 11 de marzo y como actuó el gobierno… A partir de entonces, el PP, cuando está en la oposición dinamiza e impulsa movilizaciones sociales contra determinadas políticas del gobierno de José Luis Rodriguez Zapatero (PSOE). Recordaremos las manifestaciones en favor de la familia tradicional, especialmente en Madrid, las llamadas a la desobediencia a la asignatura de Educación para la ciudadanía… Soy de la opinión que el uso de la categoría “movimiento social” debería ser neutra y que nos sirva para analizar formas de organización, actuación, movilización… sin pensar que han de responder a un determinado pensamiento político o que ha de ser algo bueno por definición.

-De acuerdo. El 15M, por supuesto, es uno de los grandes protagonistas del libro. Si tuvieras que decir en muy pocas líneas lo más esencial del 15M, ¿qué dirías? No se me olvida que antes ya has comentado varias cosas.

-Diría que el 15M es un punto de inflexión. Una movilización que ha conseguido politizar o repolitizar a amplios sectores de la población a partir de unas pocas ideas claves: “No nos representan” “No somos mercancía en manos de banqueros y empresarios” “Democracia real ya”. Eso implica conseguir establecer un conexión más o menos sólida con amplios sectores de la sociedad que comparten esas ideas y buscan cambios substanciales en su sociedad para hacer política de otro modo y hacer otras políticas. ¿Cómo lo ves?

-Lo veo bien, lo veo como tú lo explicas: hacer política de otro modo y otras políticas. ¿Podemos ha sido la gran derivada política básica del 15M? ¿Podemos, en tu opinión, representa fielmente el ideario o los idearios asociados al 15M?

-Me parece que Podemos es un interesante ejercicio para establecer una conexión con el malestar que el 15M ayuda a mostrar. Pero no diría que haya sido la deriva política básica del 15M. Diría que la deriva básica del 15M como proyecto electoral se dio especialmente en las elecciones municipales de 2015 con la proliferación de candidaturas surgida de la movilización local. Y algunas de ellas han llegado a los gobiernos. Podemos quiso conectar y aprovechar la oportunidad generada. Las expectativas que generó fueron grandes, lo pudimos ver en su ruta de presentación por España antes de la elecciones europeas. Otra cosa me parece que es el proceso de construcción del proyecto político que responde menos a lo que fue el 15M si lo comparamos, por ejemplo, con los procesos para la creación de Ahora Madrid o Barcelona en Comú. Podemos era una cabeza en busca de cuerpo y pies en la tierra, por eso no se presentó sola a las municipales, y Ahora Madrid, Barcelona en Comú y otros muchos casos, crecían desde espacios de movilización local. Dicho todo esto, conviene tener presente que a una parte de las personas movilizadas en el 15M no se consideran representados por ninguna opción electoral e incluso se sienten molestos por cierta utilización del 15M por proyectos que se presentan a las elecciones.

-Es importante lo que acabas de señalar. La PAH, vuelvo otra vez, es otro de los protagonistas de tu ensayo. ¿Por qué ha sido, por qué es tan importante este movimiento? En definitiva, si no ando errado (y haciendo un poco de tonto-estúpido), lo que trata es de evitar desahucios -¡qué menos!- y defender el derecho a una vivienda digna. No parece que eso sea muy revolucionario. Una sociedad puede admitir la dación de pago y administrar un apoyo a la vivienda digna de gran parte de la ciudadanía y ser una sociedad capitalista con las corporaciones sediendas de beneficios en plano destacado.

-Seguramente tienes razón, pero hoy hay miles de personas que han perdido su casa, a las que se les cortan los suministros, que no pueden hacer tres comidas al día… Sólo desde enero de 2016, gracias a la ley impulsada por la PAH en Catalunya, la Alianza contra la Pobreza Energética y el Observatori DESC, el ayuntamiento de Barcelona ha podido parar 639 desahucios y se han conseguido 400 viviendas de bancos para uso social. Aplicar el derecho a la vivienda no debería ser nada revolucionario hoy, entre otras cosas porque la Constitución española dice en su artículo 47: “ Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes público”.

-Julio Anguita suele recordar este artículo con frecuencia.

-No debemos dejar de hacerlo y luchar para que se cumpla. Y el artículo 128: “ Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general”. Pero esos derechos alguien tiene que garantizarlos y no ha sido así y todavía no es así. La PAH nació para hacerlo. Tampoco me parece que debiera ser revolucionario conseguir una dación en pago. Detrás de toda dación en pago hay dinero perdido por las personas que al final tienen que renunciar a su piso. Es decir, tienes razón.

-Es decir, no la tengo…

-No diría eso… Pero, a mi entender, en el escenario actual lo que hace la PAH acaba siendo muy revolucionario porque se enfrenta a unos poderes que no se preocupan por las vidas que la crisis y sus decisiones pueden destrozar. Dicho todo esto, me cuesta pensar en algún actor colectivo que durante estos años se haya enfrentado con más radicalidad, al ir a la raíz de los problemas, con los gobiernos que tienen responsabilidades y con las instituciones financieras. Y también me cuesta, como decía antes, pensar en otro actor que haya acompañado y empoderado a tanta gente golpeada desde diferentes lugares durante estos años.

-Insisto en este punto. ¿No hubieron, no hay, muchos militantes de organizaciones de izquierda -pienso, por ejemplo, en colectivos de EUiA que conozco de Santa Coloma de Gramenet-, de los tan denostados ¡partidos políticos!, que se han esforzado todo lo posible y un poco más por abonar la plataforma?

-La PAH surge de un pequeño grupo de activistas que vienen de V de Vivienda, un proyecto anterior, que en tiempos de la burbuja inmobiliaria ya denunciaban las dificultades para acceder a una vivienda y que debía ser un derecho que saliera del mercado. Su expansión tiene mucho que ver con la inflexión que supone el 15M y con la llegada a la PAH de gente muy diversa, también vinculada a diferentes partidos políticos, como EUiA en Catalunya o IU en el conjunto de España.

-Antes hablabas de ello, insisto un poco más. ¿Barcelona en comú es la principal herencia, o la herencia sin más, de las PAH? ¿Las finalidades básicas de las PAH son apoyadas y defendidas desde el consistorio barcelonés?

-El proyecto de Barcelona en Comú puede ser visto como un fruto de la PAH, o de algunos sectores de la PAH de Barcelona para ser más concretos. Puede ser visto como un resultado no necesariamente previsto surgido a partir de diferentes constataciones. Por ejemplo, las limitaciones de la movilización social y los movimientos sociales en este momento. La PAH, pese a todo lo conseguido, se encuentra con barreras muy difíciles de superar. Intentar ir a formar parte de las instituciones tiene que ser visto como la voluntad de poder ampliar sus ámbitos de actuación y acceder a espacios desde donde legislar y aplicar políticas públicas que no se han podido conseguir como movimiento. Barcelona en Comú es de los pocos actores que se presentan a las elecciones y asumen las propuestas de la PAH como propias. Otra cosa es la dificultad para aplicarlas desde el gobierno municipal.

Eso provocó que PAH Barcelona enviará una carta pública a la alcaldesa Ada Colau para reclamar acciones decididas. No se quedaron callados y hay quien esperaba que así pasara. Después, igual que habían criticado la acción del consistorio, valoraron muy positivamente algunas de las primeras medidas tomadas. En Barcelona todavía hay desahucios. Y los hay porque el Ayuntamiento, pese a tener voluntad política, no tiene todos los instrumentos que necesitaría para evitarlos. La PAH es consciente de ello, pero no se resigna. Continúa buscando forzar a las instituciones para que garanticen el derecho a la vivienda. La ley 24/2015 puede ayudar a que se acabe con los desahucios. Es por eso que el Partido Popular quiere evitar que esté vigente, como ha hecho con otras leyes surgidas de otros gobiernos autonómicos. A Convergència Democràtica de Catalunya, o a Junts pel Sí, esta ley también le causó problemas. Le costó aplicarla cuando podía hacerlo. Ahora la defiende como una agresión recentralizadora. La PAH ha conseguido que se muy difícil enfrentarse al derecho a la vivienda. Pero hay quien continúa haciéndolo. Y eso es muestra de que se ha hecho mucho, pero que queda por hacer si queremos que se garantice.

-Las PAH, afirmas en el libro, se han convertido en garantes de derechos. ¿De qué derechos? ¿Con éxito demostrado?

-La PAH no es solo reivindicación, también hay otros actores en la lucha por el derecho a la vivienda que actúa de manera parecida. Para la PAH no basta con reivindicar, no es suficiente decir que es una injusticia. El 15M aporta una cierta extensión de la conciencia de que si ellos, los representantes políticos, no hacen lo haremos nosotros. Recuerdo a Joan Herrera decir, tras la irrupción del 15M, que ellos (ICV) ya estaban reivindicando lo mismo desde hacía años. En parte, tenía razón. Pero no bastaba ya reclamar. En el 15M se pedía hacer. La PAH reclama, negocia y hace. Hace parando desahucios y ocupando pisos y bloques vacíos propiedad de entidades financieras rescatadas con dinero público. Ahí estaría la voluntad y el intento de garantizar derechos que se consigue desde la desobediencia civil no violenta. También estaría en los casos de exitosa negociación con entidades financiares para lograr alquileres sociales, por ejemplo.

-Me cuesta hacerte esta pregunta pero me veo forzado a ello. Creo que fue en 2013, hablas de ello en el libro, cuando las PAH recibieron el premio del Parlamento europeo “Ciudadano europeo del año”. De manos, además, de Martin Schulz. ¿Alguien tan sistémico dando un premio a un colectivo, a un movimiento social, tan antisistémico? ¿No hay aquí alguna contradicción o algo que no casa bien?

-Seguro que hay contradicciones y no hay que tener reparos en abordarlas. No tiene que costarte hacer esa pregunta ni ninguna otra. ¿Hizo mal la PAH en aceptarlo? ¿Hizo mal Martin Schulz en entregarlo? La PAH se ha declarado apartidista, que no apolítica, y ha intentado huir de los intentos de manipulación sufridos por muchos actores que han querido aparecer a su lado. Mucha gente ha querido hacerse fotos con ellos. Esa es una evidencia de lo conseguido. Recuerdo un debate con motivo de que la revista Pronto , la de más difusión en España, regalara pegatinas de la PAH. No solo eran las pegatinas, había un consultorio de la PAH para resolver dudas sobre el derecho a la vivienda que tenían personas lectoras de la revista y que estaban en una situación delicada. Hay quien no lo entendió.

También hay quien no entendió la participación en determinados programas de televisión. Tengo bastante claro que estas actuaciones han sido claves para la extensión de su movilización: para llegar a las personas que están sufriendo y leen el Pronto o ven a Ana Rosa Quintana y para que las personas que leen estas revistas o ven estos programas aunque no sufran la situación se solidaricen con la causa. Había que ir más allá de los círculos activistas y de gente potencialmente cercana.

-No tengo nada que oponer a eso que señalas siempre y cuando no nos confundamos. ¿Crees que Simone Weil, como creo que apuntas, ha inspirado a algunos movimientos sociales como las PAH?

-¡Ya me gustaría que Simone Weil fuera tan conocida! ¡Me gustaría que saliera en el Pronto ! No, no creo que ella haya inspirado. Pero lo importante, así lo veo, es que sus ideas estén en la PAH. No me cuesta nada imaginar a Weil con una camiseta verde poniendo su cuerpo para parar un desahucio, igual que lo quiso poner para frenar tantas realidades que consideró injustas.

-Si pudiera leerte, creo que estaría de acuerdo con lo que has dicho. El 15M, que irrumpió en la plaza del Sol de Madrid, ¿crees que ha ayudado a hermanar los diferentes pueblos de España o, en curiosa y frecuente terminología nacionalista muy usada por la izquierda, del Estado español?

-Me parece que las movilizaciones del 15M han hecho más por la comunidad de las diferentes gentes de este país que la mayor parte de los gobiernos existentes hasta el momento, que tampoco es muy difícil me parece. Y lo digo con tristeza. El 15M es una evidencia de lo que une a la gente que desde abajo cuestiona lo que hacen los que están arriba. Y los que están arriba se preocupan menos de lo necesario por las libertades de los de abajo en Madrid o Barcelona… En Barcelona hubo debates importantes para incorporar el derecho a la autodeterminación entre las reivindicaciones de la acampada, así se hizo al final. Pero diría que este hecho no generó problemas. Si buscamos una democracia real, ese debate era inevitable. Diría que eso no separó, más bien unió. Y hoy vemos unos lazos entre Madrid y Barcelona que seguramente hace años que no se daban. Podemos me parece que amplifica lo que históricamente ya había planteado IU en esa dirección.

-Déjame que no entre en este punto (queda pendiente para otra ocasión). ¿A qué llamas desobediencia civil noviolenta? ¿Cuándo hay motivos para practicarla? ¿Cuándo podemos afirmar que una ley es injusta?

-Acostumbramos a entender la desobediencia civil no violenta como una actuación que no cumpliendo con alguna ley buscar cambiar esa ley o evidenciar alguna realidad que debería ser transformada. Es decir, si se ocupa un piso, desobedeciendo la ley, se hace para evidenciar una ley hipotecaria que se considera injusta, la vulneración de derechos que implica no garantizar una vivienda… Se practica cuando hay personas que consideran que no se puede continuar tolerando algo que entienden que es intolerable. Se da un choque entre lo que consideran legítimo y lo que es legal en su sociedad. La legitimidad se construye a partir de lo que entendemos que es justo, aquello que entendemos bueno, correcto, adecuado, necesario. Si entendemos que las personas tienen derecho a una casa para poder vivir y a otras condiciones materiales mínimas, en caso que no se estén garantizando se actúa para conseguir cambiar la ley y que se cumpla. Se hace sin el uso de agresiones, pero con contundencia si es necesario. Es decir sin violencia física, pero ocupando un piso que se entiende que debería estar a disposición de las personas sin vivienda si ha estado pagado con dinero público al rescatar una entidad financiera y no se le da ningún uso.

La desobediencia civil no violenta es un recurso usado a lo largo de la historia por diferentes movimientos sociales. Por ejemplo, uno de los más conocidos y divulgados es el de los derechos civiles en Estados Unidos. Recordamos episodios como los protagonizados por personas como Rosa Parks, Martin Luther King Jr y tantas otras de las que no nos ha llegado su nombre pero que decidieron sentarse, por ejemplo, en cafeterías donde lo tenían prohibido. Me preguntas quién decide lo que es justo y lo que no, cuándo podemos afirmar que una ley es injusta. Estas son algunas de las grandes cuestiones que, me parece, no hemos abordado como sociedad y es necesario hacerlo.

Estamos en un momento en el que se ha popularizado la idea de desobediencia. Incluso el gobierno de la Generalitat coquetea con ella, utiliza su épica. En un sociedad plural lo que consideremos legítimo para que se convierta en ley debería surgir de un tipo de acuerdos intersubjetivos que no se acostumbran a dar. Más bien funciona la imposición de las posiciones propias y el no reconocimiento de las ajenas. Las leyes que van contra los derechos humanos deberían cambiarse. Las leyes que van contra los derechos que tienen los españoles reconocidos en la constitución deberían cambiarse. Más allá de esto deberíamos abrir debates rigurosos y profundos para conseguir que lo legítimo y lo legal se unan. Analizar las diferencias legitimidades, a veces enfrentadas, que pueden existir ante una misma realidad y buscar posiciones de encuentro que si es necesario reconozcan la objeción de conciencia si entendemos que no se debe forzar. La desobediencia civil no violenta suele ser una voz que avisa de serios problemas a resolver, no debemos criminalizarla, apartarla del debate público o perseguirla sin más.

-Citas a Bertrand Russell, uno de los filósofos más admirados por nuestro maestro y amigo Francisco Fernández Buey. Del siguiente modo: “Russell nos apunta una cuestión clave: ¿qué es lo que está en juego en un acto de desobediencia? La democracia”. ¿Qué democracia está en juego? Te pregunto por eso a continuación.

  -De acuerdo, cuando quieras.

Fuente: http://www.elviejotopo.com/topoexpress/el-15m-y-la-democracia/  

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Save the Children denuncia la desprotección de los niños migrantes en España

09/06/2016 / Eldiario.es / Por Néstor Cenizo

España “no está cumpliendo plena ni satisfactoriamente” con sus obligaciones legales respecto a los niños migrantes. Un informe de Save the Children denuncia que esos niños son objeto frecuente de trata para su explotación sexual, viajan y viven solos sin que nadie se ocupe de ellos y, en el caso de los refugiados, son tratados […]

Peninsula-Foto-Pedro-ArmestreSave-Children_EDIIMA20160609_0614_18

España “no está cumpliendo plena ni satisfactoriamente” con sus obligaciones legales respecto a los niños migrantes. Un informe de Save the Children denuncia que esos niños son objeto frecuente de trata para su explotación sexual, viajan y viven solos sin que nadie se ocupe de ellos y, en el caso de los refugiados, son tratados primando su condición de migrante antes que la de niño.

El documento, publicado este jueves, pone el acento en la pasividad e inoperancia con respecto a la situación de estos niños: falta voluntad política, personal capacitado y especializado en la infancia y recursos suficientes para atender adecuadamente a los menores, asegura Save the Children. La ONG detecta tres problemas en su informe, que titula con un explícito “Infancia invisible”, dos de ellos bien conocidos en Melilla, donde la entidad ha realizado parte del trabajo de campo.

La situación de los menores no acompañados en la ciudad se ha normalizado hasta el punto de que el consejero de Bienestar, Daniel Ventura, reconoció recientemente que la ciudad, tutora legal de estos chicos, no cumple la legalidad, según recogió El Faro de Melilla. Insistió, no obstante, en que son tratados “adecuadamente”.

La situación del centro La Purísima es de desbordamiento (340 niños sobre una capacidad de 160; hay más de 500 en la ciudad, repartidos en tres centros), y son frecuentes las quejas de estos chicos por el trato que reciben. El informe recoge el caso de un chico a quien los educadores del centro habrían agredido, según su relato. El muchacho no pudo denunciar porque no tenía la autorización de su tutor legal, la ciudad, que a su vez gestiona el centro a través de una concesión a una entidad privada. En las calles de Melilla es habitual encontrar a chicos que denuncian agresiones de un educador del centro que no han podido ser investigadas.

Por todo esto, muchos de ellos prefieren dormir en la calle e intentar entrar en los barcos que unen Melilla y la Península. En alguna ocasión esos niños han sufrido violencia policial, según podía apreciarse en un vídeo grabado por Prodein. El informe los cifra entre 20 y 60; Harraga, que trabaja con estos chicos, suele elevar la cifra a unos 80. En muchas ocasiones estos niños ni siquiera están registrados, recuerda el informe. Casi todos son varones, pero hace dos semanas Harraga denunció que había encontrado, hasta en dos ocasiones, a una niña viviendo en la calle.

“La mayoría de estos niños tienen entre 15 y 17 años y, aunque son niños, se tiende a primar su condición de inmigrantes y a olvidar que, como menores de edad, necesitan y tienen derecho a protección. En muchas ocasiones el sistema les excluye y les abandona sin ningún apoyo”, denuncia el documento, que también cuestiona las pruebas de edad a las que se les somete.

Esos test, que se realizan aunque el menor esté documentado, presentan un alto grado de error, han sido cuestionados por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y el Defensor del Pueblo. Del resultado de las pruebas, que se realizan sin la asistencia de un abogado, depende si el chico puede quedarse o no. Este medio ha recogido testimonios de chavales que se quejan de la discrecionalidad de esa prueba.

Los chicos intentan colarse en el barco a diario ( el “riski”), en el camión de la chatarra, a la carrera o a nado. Las caídas y lesiones son frecuentes; también ha habido muertes. “No será la primera, ni será la última”, dijo el consejero Ventura después de que un chico apareciera ahogado en marzo. En enero, y ante otro ahogamiento, el presidente de la ciudad, Juan José Imbroda, insistió en que “el menor no es menor, es mayor de edad”. Luego hizo un “llamamiento” a Marruecos para “repatriar” a estos chicos.

Un menor escala la valla junto a las escolleras del puerto | N.C.
Un menor escala la valla junto a las escolleras del puerto | N.C.

También ha intentado implicar al Gobierno en la solución del problema y forzar un cambio legislativo, pero la última solución es ofrecer un cheque de 300 euros a las familias de Melilla que se hagan cargo de un menor o plantearse la instalación de tiendas de campaña visto el hacinamiento del centro de menores.

Separados de sus familias en la frontera

Save the Children también denuncia la situación de los menores refugiados. De los 14.600 solicitantes de asilo en España en 2015 (un 1,1% del total en la UE), 3.754 eran niños, según Eurostat. El informe los describe como “niños y niñas que han vivido situaciones dramáticas imposibles de olvidar y familias que lo han perdido todo y no tienen a dónde volver”.

Para llegar a Melilla las familias pasan por Nador, donde se separan frecuentemente para atravesar la frontera. Primero pasa la madre con los bebés, previo pago o confundida entre marroquíes; luego los niños a la carrera, o en manos de desconocidos. El último en llegar suele ser el padre.

Walid Slimane, un sirio de 43 años de profesión pocero, pasó por Argelia y Rabat antes de llegar al CETI, donde reside con su mujer marroquí y sus siete hijos, el mayor de 10 años, y espera su salida desde hace más de tres meses. En cinco meses en Nador gastó 4.000 euros, así que no le quedó dinero para pagar a las mafias la frontera, según cuenta a eldiario.es. Primero pasaron la mujer y los niños; luego él. “Fue un milagro”.

Unas 9.000 personas pasaron por el CETI de Melilla en 2015; de ellas, 7.000 eran sirios, y 3.000 menores. Las cifras se han reducido mucho desde enero y en la actualidad  el CETI está dentro de su capacidad (en torno a los 450 residentes, cuando llegó a albergar 1.700), que además se ha incrementado hasta las 1.100 plazas en situaciones excepcionales. Hay menos entradas (apenas cinco o seis peticiones de asilo al día; una media de unos 30 sirios a la semana a fecha 11 de mayo, según los datos recabados por este medio) y las salidas de los sirios suelen producirse apenas un mes después de su llegada.

Sin embargo, las familias siguen viviendo separadas y su director, Carlos Montero, declaró la pasada semana durante la celebración de un evento festivo (el único día en el que la prensa ha podido acceder al centro), que “el espacio es el que es. Si tenemos a las familias, ¿qué hacemos con el resto? ¿Los dejamos en la calle? ¿Nos dedicamos sólo a las familias?”. Montero dijo también que en el centro hay unos 60 niños en total. Con frecuencia, las pruebas de ADN a estos menores retrasan la salida a la Península.

 Save the Children “constata mejoras” en el CETI pero entiende que “sigue sin ser un lugar adecuado para los niños y las niñas”. “Hay que tener en cuenta que en el CETI convive mucha gente y se pueden dar situaciones de tensión ocasionadas por el sufrimiento acumulado de las personales que allí residen, la incertidumbre por su futuro, las separaciones familiares…”, resalta el informe.

eldiario.es ha recogido en los últimos meses numerosos testimonios de robos y agresiones en el centro o sus alrededores. Para Save the Children, “es preocupante que no existan mecanismos claros de denuncia disponibles para que los residentes en el centro puedan denunciar casos de explotación sexual o violencia de cualquier otro tipo”. El centro funciona sin un régimen disciplinario público y las sanciones (frecuentemente la expulsión temporal del centro) son comunicadas de viva voz, según han relatado a este medio media docena de residentes.

“Durante todo el proceso de solicitud de asilo los niños y niñas no son escuchados ni informados”, destaca el documento. Save the Children pide la adaptación del sistema de acogida para un eventual incremento de llegadas, la elaboración de un Plan Estratégico Nacional que tenga en cuenta las especificidades de familias y niños, la adopción de un Protocolo de Protección en Melilla y la aplicación de medidas de reagrupación.

El informe contiene una descripción demoledora de los riesgos que corren todos estos niños: “Viajan dentro de sus países o entre países, acompañados de sus padres o solos, y las oportunidades que les abre un mundo nuevo vienen acompañadas por riesgos: riesgo de ser explotados sexual o económicamente, riesgo de sufrir abuso, abandono o violencia, o un cuidado inadecuado que vulnere sus derechos”.

http://www.eldiario.es/desalambre/Save-Children-denuncia-desproteccion-migrantes_0_524948276.html

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En Valencia, España: El Consell de Sanidad vuelve a defender en bloque el veto a alumnos de universidades privadas

«Si en otros sitios de España han decidido saltarse la ley, no va a ser el caso de la Comunitat», advierte la responsable de Sanidad

D. GUINDO/AGENCIAS VALENCIA/ 10 junio 2016

«Estamos haciendo lo mismo que la inmensa mayoría de comunidades autónomas, aplicamos la Ley de Incompatibilidades». Así de tajante se mostró ayer el president Ximo Puig al defender el nuevo veto impuesto por el Consell a que estudiantes de carreras de Ciencias de la Salud de universidades privadas puedan hacer prácticas en hospitales públicos de la Comunitat. Sin embargo, como ya avanzó LAS PROVINCIAS el pasado miércoles, parte de los alumnos de prácticamente la totalidad de universidades privadas españolas que imparten materias como medicina, enfermería, fisioterapia o farmacia completan su formación en centros públicos. Las universidades de Navarra y San Jorge de Zaragoza, por ejemplo, cuentan con convenio con sus respectivos departamentos de salud autonómicos que hacen perfectamente viable que sus estudiantes hagan prácticas en hospitales públicos. En Madrid, Murcia, Salamanca, Ávila o Barcelona, los alumnos de Ciencias de la Salud de instituciones privadas también completan su formación en el ámbito público, como confirmó este diario.

Sobre este asunto, la consellera de Sanidad aseveró que «si en otros sitios de España han decidido saltarse la Ley de Incompatibilidades, no va a ser el caso de la Comunitat». En esta línea, precisó que un profesional sanitario en horario público en un centro público «no puede trabajar para una entidad privada y esa situación se estaba dando en la Comunitat y es la que estamos cortando». Por lo tanto, para Montón «en absoluto» supone una discriminación para los estudiantes de universidades privadas.

Por su parte, Puig añadió que el expresidente Francisco Camps cometió una ilegalidad al autorizar las prácticas gratuitas en hospitales públicos a los estudiantes de Ciencias de la Salud de universidades privadas. El máximo mandatario del Consell hizo estas afirmaciones en la sesión de control al Consell celebrada ayer en Les Corts, en respuesta a una pregunta de Ciudadanos (C’s) sobre medidas para promover la «efectiva formación universitaria».

El portavoz de C’s, Alexis Marí, consideró que el Consell «divide y discrimina» al poner «cortapisas a la mejor preparación de los alumnos de universidades privadas de Ciencias de la Salud», al impedir que realicen prácticas en hospitales públicos.

Puig, además de negar este extremo, reiteró que «todos los alumnos matriculados en estos momentos van a tener la posibilidad de hacer prácticas, a través de universidades públicas, en hospitales públicos». Sobre ello, Montón añadió que «queda garantizado» que los alumnos que han sido matriculados con anterioridad al curso 2016/2017 «completarán su formación y sus estudios» y «no notarán ningún cambio».

El tercero en discordia, el conseller de Educación, Vicente Marzà, centró su ataque en las universidades privadas: «en los últimos cinco años han aumentado un 43% las facultades de Ciencias de la Salud sin criterio objetivo alguno».

«Queremos que la gente haga prácticas, pero de calidad, y queremos que la oferta de plazas se ajuste a la capacidad de ofrecer prácticas de cada universidad para conseguir unos buenos profesionales. Defendemos el interés general. Otros, los privilegios de determinados intereses económicos», agregó.

Modelo ideológico

En cambio, Alexis Marí lamentó que esta medida «crea estudiantes de primera y de segunda» porque se impide a los de las universidades privadas formarse en «centros de referencia». «Los estudiantes no merecen sufrir los efectos de modelos ideológicos. La prueba clave es el MIR, y a partir de ahí ya se forman y dan su grado de competencia. Los argumentos del Consell son inasumibles», aseveró.

A su juicio, el Gobierno de Puig «hace una interpretación sesgada de la ley», que «permite la firma de convenios entre un hospital y varias universidades». Además, preguntó si esta iniciativa se extenderá a otros estudios como los de magisterio y si «podrán los maestros formados en centros privados obtener una plaza en centros públicos».

Sobre ello, este diario también avanzó el jueves de la semana pasada que estudiantes de universidades privadas de Ciencias de la Información, del Grado de Educación Infantil o Primaria, Derecho, Ciencias Políticas, Ciencias del Deporte, Administración de Empresas y Economía, Educadores Sociales, Psicología hacen prácticas en vicepresidencia del Consell, Ayuntamientos como el de Valencia, Torrent, Aldaia, Mislata, Náquera , Oropesa o Teulada, la Diputación de Valencia, la Conselleria de Infraestructuras, cientos de colegios y guarderías de carácter público. Por tanto, en estos casos también trabajadores públicos en centros públicos forman a estudiantes de instituciones privadas, frente al argumento que esgrime Montón para justificar el veto en el ámbito de los hospitales.

En concreto se trata de alumnos de la Universidad CEU-Cardenal Herrera, Católica y Europea, las tres principales universidades privadas que operan en la Comunitat. La lista de entes públicos en los que llevan a cabo prácticas miles de alumnos de las tres citadas universidades con grados ajenos a los sanitarios es casi interminable. Los principales órganos de decisión del propio Consell no son una excepción a estas usuales prácticas, vetadas ahora para los alumnos sanitarios. Así, estudiantes de Periodismo y Ciencias Políticas aparecen vinculados con prácticas a la cartera de Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, con Mónica Oltra a la cabeza, como consta en la base de datos del CEU. En la misma Universidad también hay estudiantes de Ciencias Políticas, Arquitectura o Relaciones Internacionales con distintos ayuntamientos de la Comunitat.

Fuente: http://www.lasprovincias.es/comunitat/201606/10/consell-vuelve-defender-bloque-20160610001928-v.html

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La Universidad se ha convertido en una fábrica de certificación

Sobre María Acaso

El acceso a la facultad de Bellas Artes de la Complutense desconcierta. Tras rebasar una puerta metálica de color negro llena de grafitis, se ven varios bloques de taquillas cerradas con candados y cubiertas con todo tipo de mensajes. La atmósfera es anárquica y en nada se parece a otras estancias universitarias. La expresión artística e ideológica de los alumnos salpica también las paredes del centro. Parece que el espacio está tomado por los estudiantes. En cambio, dentro de las aulas, en las clases teóricas, los chicos atienden en silencio y sentados en sus pupitres las típicas clases magistrales habituales en otras facultades.

Muy pocos lo saben, pero en la primera planta, en el aula 116B, está teniendo lugar una microrevolución. En esta clase, la jerarquía profesor-alumno no existe. Las mesas están colocadas con las patas hacia arriba, cada uno busca su hueco y en uno de los extremos varios chavales se sirven café recién hecho o preparan un té. Aquí la evaluación no está en el centro del proceso educativo; el conocimiento no es unidireccional y los temarios se amplían con la suma del conocimiento de todos los presentes. La responsable de este cambio es María Acaso, profesora titular de Bases didácticas para la educación artística, una asignatura obligatoria para los alumnos de tercero que les adentra en el universo de la docencia.

Su método no es improvisado. Acaso, que lleva más de 20 años trabajando en la Complutense, acaba de publicar Esto no es una clase, una investigación que le ha llevado dos años y en la que propone una metodología disruptiva que se inspira en la de universidades como la School of the Arts Instute of Chicago o la noruega National Bergen Academy of the Arts, donde realizó varias estancias. El estudio de Acaso y sus colaboradores se basa en los resultados de las clases impartidas durante un cuatrimestre a dos grupos de estudiantes -61 en total- en el curso 2011-2012.

El objetivo de la docente es dar voz a los alumnos y motivarles hacia la búsqueda del conocimiento. “La Universidad se ha convertido en una fábrica de certificación donde el aprendizaje no sucede y todo conduce a sacar una nota”, critica Acaso, que además es coordinadora de la Escuela de Educación Disruptiva de la Fundación Telefónica. Considera que la Universidad está desconectada del mundo real y que se basa en el academicismo del siglo XIX. “Ahora el conocimiento no solo se produce en la Academia, sino en la Wikipedia, en las redes sociales y en las plataformas online”, defiende.

Alumnos de tercero de Bellas Artes trabajan en grupo. / SANTI BURGOS
Pone un ejemplo: toca hablar del rojo en el arte y en lugar de “aburrir” a los estudiantes con un Power Point, teclea en Google Drácula de Bram Stoker. El debate gira en torno al uso del rojo en esa película, pero a otra alumna le interesa contar su visión en la trilogía Tres colores: azul, blanco y rojo de Kieslowski.

Acaso apela a la libertad de cátedra como vehículo para la puesta en marcha de su propia metodología. Durante su investigación, las paredes del aula se cubrieron con obras creadas por los alumnos. Este curso, sin embargo, la profesora se ha topado con un obstáculo; la Complutense le ha prohibido que las paredes estén decoradas. Después de cada clase, el espacio debe quedar limpio y en orden, sin rastro de creatividad. “Es un despropósito, estamos en Bellas Artes”, denuncia Acaso.

Son las cuatro de la tarde y nadie mira por la ventana o apoya su cabeza sobre las manos deseando que sean las seis para cargar su mochila y abandonar el aula. Al contrario, debaten concienzudamente sobre el sistema educativo, sobre el tipo de docencia que les gustaría impartir si finalmente deciden convertirse en profesores, un trabajo al que, según Acaso, se acaban dedicando el 90% de los licenciados en Bellas Artes.

“No quiero reproducir un sistema que siempre he odiado”, dice uno de los estudiantes. La mayoría coincide en que la comunicación unidireccional de profesor a alumno no es efectiva, que escuchar, tomar apuntes y después vomitar la información en forma de examen no les prepara para el mundo real ni les permite desarrollar su capacidad crítica. “Está claro que la educación en este país no ha avanzado al ritmo de la sociedad, todo se va modernizando y esto sigue igual”, opina otro.

“La clave de la educación del futuro es el índice de participación. Hay que buscar experiencias que les transformen, que les empujen a emprender proyectos reales fuera de clase y no a memorizar información y aprobar un examen”, explica Acaso. Su investigación prueba que una enseñanza “horizontal”, en la que la voz del profesor no es más válida que la de los alumnos, funciona. Su principal logro es que el 50% de los alumnos aseguró haber tenido una experiencia transformadora.

Parte de su revolución también pasa por el mobiliario. “La disposición actual de las aulas y el color verde ministerio de los muebles está creada para el inmovilismo, para escuchar y no actuar. Los chicos desconectan en cinco minutos cuando lo que tienen que hacer es trabajar en grupos”. Acaso apuesta por la ruptura de la estructura clásica del aula, con todas las mesas ordenadas en fila orientadas hacia la pizarra, para crear espacios propicios para el diálogo donde los estudiantes se mueven a sus anchas y se encuentran cómodos.

A las seis de la tarde la clase ha terminado. “Esta asignatura es una bocada de aire fresco”, dice Carmen De la Paz, estudiante de 20 años. “Aquí la disciplina te sale sola, te apetece llegar a casa y leer más sobre los temas que hemos tratado o mirar algunos vídeos”. Los alumnos vuelven a colocar las mesas y las sillas como estaban. María Acaso recoge el termo, la cafetera y las tazas. Lo coloca todo en un antiguo carro y lo arrastra hacia su departamento, donde un hombre le lanza una dura mirada que parece de desaprobación. Nadie dijo que fuese fácil liderar una microrevolución en la enseñanza pública.

* Artículo publicado en El País el 26/10/2015 y realizado por Ana Tores Menarguez

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