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Transparency, accountability and anti-corruption measures in education (IN FRENCH)

After a decade of research on corruption in education, the IIEP launches its second course on ‘Transparency, accountability and anti-corruption measures in education’ (in French). Applications are now open.

Course objectives

The objective of the course is to strengthen the skills of participants in assessing corruption risks and in designing adequate tools and strategies to address the lack of transparency and accountability in the education sector.

Upon completion of this course, participants should be able to:

  • Define key concepts related to transparency, accountability and corruption issues in education;
  • Map major corruption risks in selected domains of educational management, namely financing, teacher management, public procurement, and academic fraud;
  • Describe the main characteristics and uses of Public Expenditure Tracking Surveys (PETS), Quantitative Service Delivery Surveys (QSDS), audit methods and report cards to diagnose and assess corruption problems;
  • Formulate adequate policies and strategies for improving transparency and accountability in selected domains of educational management.

Who can apply?

Country teams will be composed of planners and administrators from Ministries of Education in developing countries worldwide. Individual applications from representatives of anti-corruption commissions, inspection/audit agencies, CSOs and donor agencies will also be accepted.

Teaching methods

The course will rely on an interactive and practice-oriented learning approach. Throughout the course, country teams will be asked to prepare a project proposal which will allow them to directly apply the skills acquired.

Applications should be completed before Monday, 25 July 2016. Access the application by clicking here.

Please don’t hesitate to contact us for further information:
etico@iiep.unesco.org

Price:
550 US$
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Sobre feminismo, renta básica, trabajo asalariado… “El trabajo no es la esencia de lo que significa ser humano”. Entrevista a Kathi Weeks

En 1930, John Maynard Keynes predijo que gracias al incremento de la productividad y a la incorporación de la mujer a la fuerza de trabajo, la generación de  sus nietos trabajaría 15 horas a la semana. Tres generaciones después, trabajamos más que nunca y la izquierda ha abandonado casi por completo su lucha para reducir la jornada laboral. Tomando como inspiración a los autonomistas  italianos de los 70 , la teórica feminista Kathi Weeks reivindica esa lucha en su libro El problema del trabajo. Habla con CTXT sobre el poder de las “reivindicaciones utópicas” y explica por qué piensa que deberíamos concentrarnos en trabajar menos horas y en crear condiciones para imaginar un mundo fuera del trabajo.

¿Cómo definiría el concepto de trabajo?

El trabajo es una actividad productiva basada en el modelo del trabajo asalariado. Si le preguntas a la gente en qué trabaja, asumen que te refieres a su trabajo remunerado. A lo largo de la historia ha habido luchas sobre qué debería ser considerado trabajo. Estoy pensando en la lucha feminista para que el trabajo doméstico se reconozca como trabajo real, aunque no esté pagado.

Su libro es en parte una crítica al enfoque ‘productivista’ tradicional de la izquierda. ¿Cuál es esta tradición?

Ha habido una tendencia general a aceptar la idea de que el trabajo es una especie de esfuerzo humano sagrado. Hay también discursos  feministas muy consolidados que se dedican a abogar por la igualdad de oportunidades en el trabajo asalariado para las mujeres, y argumentan que el trabajo remunerado sería el billete de salida de la domesticidad impuesta culturalmente. En general, en la izquierda ha habido un énfasis socialdemócrata en programas laborales, en cómo introducir a gente en el ámbito del trabajo y en cómo empoderarlos como trabajadores.

¿Qué ofrece para contrarrestar esa tradición ‘productivista’?

Lo que necesitamos es un asalto frontal a la cultura y a las instituciones del trabajo, a sus ideologías y estructuras. Y no creo que esos discursos de los que he hablado tengan esa capacidad porque comparten los mismos valores, percepciones y suposiciones. En estos tiempos, en los que el trabajo está fallando, en los que el sistema de distribución de la renta se está desmoronando, creo que es hora de arremeter contra ese concepto y las ideologías que lo sustentan, cantando las alabanzas del trabajo como si fuera una actividad más humana e importante que cualquier otra.

Escribe sobre el ‘efecto disciplinario’ del trabajo. ¿Cómo de importante es en nuestra cultura?

Es absolutamente crucial. Es en lo que se ha convertido el trabajo. El sistema económico está funcionando muy bien como modo de producir capital pero no como manera de distribuir la renta. Todavía es útil para disciplinar a la gente y para cargar de responsabilidades a aquellos que están excluidos del trabajo, a los que culpa de falta de esfuerzo o de iniciativa.

¿Algo de eso está autoimpuesto, ligado a la hegemonía, no? 

Sí.

¿Es lo que significa la ética laboral?

Es difícil separar estructuras e ideologías. Hay muchos elementos que nos obligan a trabajar: la necesidad de pagar el alquiler y la comida son las más importantes. Esos argumentos se ven reforzados por todo un acervo cultural e ideológico que presentan el trabajo como la principal obligación del ser humano y como un inapelable requerimiento moral. Operan en tándem.

Muchos en la izquierda consideran que no es el trabajo lo que aliena, sino las condiciones en las que se desarrolla, o la falta de democracia a la hora de tomar las decisiones sobre el trabajo. ¿Qué opina?

Esa sigue siendo la tradición que pretende eliminar las categorías explotadoras y alienantes del trabajo asalariado dentro del capitalismo. Yo diría: ´De acuerdo, pero hay mucho más que hacer´. Tenemos que cambiar el espacio que ocupa el trabajo asalariado en nuestras vidas y en nuestro imaginario colectivo. No queremos sólo trabajar mejor; queremos trabajar menos. Y esa postura es difícilmente compatible con la que dice: ´Pero si el trabajo fuese maravilloso, querríamos hacerlo todo el rato´.

¿Cree entonces que es una fantasía?

Sí. Y una fantasía muy peligrosa.  Porque lo que podrías terminar consiguiendo al  usar ese tipo de argumento serían trabajos en McDonald´s para todos, lo que obviamente sería un fracaso. Por otro lado, la promesa de un trabajo tan satisfactorio y no alienante que todos quisiéramos dedicarnos a él todo el rato es lo que algunas compañías, como Google, pretenden ofrecer de manera tramposa a sus empleados. Han tenido éxito haciéndolo justo por la ideología del trabajo y nuestra falta de tiempo e imaginación para cultivar una vida rica fuera del trabajo y su satélite: la familia.

Una parte de la agenda feminista más aceptada es la que pretende lograr un equilibrio entre la vida familiar y la laboral. ¿Usted rechaza esto, verdad?

El trabajo y la familia forman parte del mismo sistema. No son alternativas. Uno organiza cierto tipo de trabajos y la otra, normalmente por la división de tareas basada en el género, otro tipo de trabajo. El trabajo puede ser importante, la familia también, pero son parte del mismo sistema, y deberíamos pensar en la posibilidad de generar alternativas a estos dos tipos de instituciones.

También tenemos niveles altos de desempleo. Mucha gente está desesperada por encontrar trabajo. Y a la vez, un problema de saturación de trabajo, trabajamos más y más horas incluso cuando la productividad sube. ¿Cómo valora estas tendencias aparentemente contradictorias? ¿Se refiere a eso cuando habla del sistema laboral fallido?

Sí. Para algunos analistas marxistas los desempleados y los sobreexplotados no tendrían nada en común. Muchos tenemos problemas con el trabajo, bien porque trabajamos mucho o bien porque no podemos encontrar trabajo. Es una oportunidad para hacerse más preguntas sobre el sistema de trabajo asalariado como modelo social de inclusión y de distribución de renta. Porque no solo no funciona para los desempleados, tampoco funciona para mucha gente.

Se inspira en el movimiento autonomista italiano de los años 70 y en su crítica al trabajo, que articula como rechazo al trabajo. ¿En qué consiste y por qué es relevante hoy en día?

El rechazo al trabajo se entendía no como una prescripción para individuos –muchos de nosotros no podemos permitirnos el lujo de rechazar el trabajo; no hay alternativa– sino como proyecto colectivo. Consiste en reconocer que rechazamos trabajar todos los días con pequeños gestos, como llegar tarde al trabajo, pretender que estamos enfermos, o tener mala actitud, pero también como un  proyecto político que dice ‘no’ a este sistema de trabajo.

¿Qué hay del movimiento  de los 70 que demanda que el trabajo doméstico sea asalariado, el movimiento ´Wages for Housework´ (salarios para el trabajo doméstico)? ¿También se inspiró en él?

Hicieron del rechazo al trabajo algo incluso más relevante, aunque más difícil. Se asoció a una reivindicación concreta:  queremos sueldos para el trabajo doméstico. Fue muy instructivo y relevante. Intentaban desmitificarlo, y destronar la idea absoluta del amor de las mujeres hacia sus familias. Intentaban decir ´Mira, esto es trabajo de verdad´ y a la vez ´Es solo trabajo´.

¿Cuál era el valor de esa reivindicación?

Supuso una crítica a la institución de la familia, de la división de trabajo por género. Planteaban esa reivindicación como una provocación. Intentaban decir que el proceso de exigir salarios para el trabajo doméstico era en sí mismo una actividad política de valor. En ese momento, en los 70, decías ‘salarios para el trabajo doméstico’ y la reacción era ‘Qué?’ Se entendía como lo que llamo una reivindicación utópica.

Hablemos de ese término. Uno piensa en el término reivindicación como algo muy concreto, pero utopía tiene casi una connotación opuesta. Habla de reivindicaciones como provocaciones. ¿Es ahí donde empieza este tipo de conexión?

Sí. Alguna de las reivindicaciones que me interesan no son sólo reformas que pueden mejorar la vida de la gente y se pueden lograr, sino también reformas que pueden, en el proceso de lucha y debate, abrir nuevos horizontes para pensar, desear e imaginar el mundo en el que queremos vivir. Por ejemplo, las reivindicaciones de jornadas laborales más cortas son una manera de crear más puesto de trabajo para otros, una  manera de dar tiempo a más gente para poder realizar otras actividades productivas que tienen que hacer fuera del espacio del trabajo asalariado. A la vez, ese proceso reivindicativo fuerza a la gente a decir ‘¿qué haría si tuviese más tiempo?’ No es difícil entender por qué alguien quiere un aumento de sueldo. Para entender por qué es razonable pedir una renta básica garantizada, o una jornada de seis horas,  hay que hacer un esfuerzo mayor: determinar qué no funciona en el sistema actual. Implica una crítica más amplia. Por lo tanto, cuanto más utópica es la reivindicación, más está basada en una crítica sustancial, y más nos obliga a pensar con imaginación  sobre las maneras diferentes de organizarlo. El revindicar tiene mucho de arte.

Las dos que propone –renta básica y la reducción de la jornada laboral– parecen utópicas pero a la vez alcanzables. ¿Por qué ha elegido esas dos?

Nos obligan a imaginarnos una vida fuera del trabajo. Suponen un gran desafío a la idea de que el trabajo debe ser el centro de nuestra existencia. La reivindicación de una renta básica ayuda a comprender que el sistema del trabajo asalariado no funciona. Tener salarios más altos ayudaría a la gente que puede tener trabajo, pero hay mucha gente que no tiene esa capacidad, y muchas de nuestras actividades, que son discutiblemente útiles y productivas, no están remuneradas. Estamos en una situación de  crecimiento sin empleo (‘jobless recovery’). Está claro que el sistema no está funcionando.

Uno de los argumentos en contra de la renta básica universal es que puede llevar a que la sociedad progrese menos. ¿Disociar el trabajo de la renta puede llevar a un estancamiento de la productividad y a una sociedad que no progresa?

Es interesante que haya dos líneas de crítica dominante a la renta básica garantizada: una es ‘¡La gente necesita trabajar! Somos trabajadores’, si les quitas el trabajo les estarías privando de algo esencialmente humano. Por el otro lado, está el miedo de que ‘¡Nadie trabajará nunca más!’,  que supone reconocer que la única razón por la que uno trabaja es porque hay un incentivo monetario, que la necesidad es lo único que empuja a la gente a trabajar. Resulta gracioso que convivan estas dos críticas, completamente divergentes, y ninguna de las dos lo suficientemente persuasiva. No creo que el trabajo sea ni el todo ni la esencia de lo que significa ser humano. Podemos entender otras maneras de estar en el mundo y relacionarnos con otros y con el medioambiente, más allá de lo laboral. Pero seguramente, incluso disfrutando de una renta básica garantizada y suficiente, la gente querrá, además, un trabajo remunerado. Es un complemento al trabajo asalariado, por eso no es una reivindicación revolucionaria, sino reformista y utópica.

Además, la mayoría de la gente trabaja en tareas que no son socialmente necesarias. No es difícil entender que alguien que está creando la enésima marca de champú esté trabajando en algo socialmente necesario.

Cuando piensa en las posibilidades que nos abrirían la renta básica universal y la reducción de la jornada laboral, ¿qué se le ocurre?

No suelo jugar ese juego. Lo que intento hacer es obligar a la gente a pensar en qué harían y en por qué se resisten a ello. Puedo pensar que yo estaría mejor creando arte y haciendo política, pero otros pueden pensar de otra manera.

Está haciendo alusión a una especie de miedo a la libertad. ¿Eso es parte de lo que pasa?

Sí. Creo que hay miedo a perder lo que significa ser humano –lo que ofrece un percepción de cómo nos ha construido como humanos la cultura– o a que derive en una descomposición social masiva, traducida en forma de disturbios, por ejemplo. Imaginamos una suerte de indisciplina de masas porque pensamos en el trabajo como la única herramienta que nos puede tener controlados, o imaginamos a gente completamente pasiva, incapaz de levantarse de la cama. Creo que hay un miedo real a estas dos situaciones. Ese miedo es profundo y resulta esclarecedor sobre la posición que el trabajo ocupa en nuestro imaginario y sobre lo que significa ser humano y relacionarse con los demás.

(La entrevista la realizó para CTXT Álvaro Guzmán Bastida)

feminista, su último libro es El problema del trabajo.
Publicado originalmente en Sinpermiso
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ODS/ Objetivo 16: Paz, justicia e instituciones fuertes

Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles

La paz, la estabilidad, los derechos humanos y la gobernabilidad efectiva basada en el Estado de derecho son vías importantes para el desarrollo sostenible. Vivimos en un mundo cada vez más dividido. Algunas regiones gozan de niveles permanentes de paz, seguridad y prosperidad, mientras que otras caen en ciclos aparentemente eternos de conflicto y violencia. De ninguna manera se trata de algo inevitable y debe ser abordado.

Los altos niveles de violencia armada e inseguridad tienen consecuencias destructivas para el desarrollo de un país, afectan el crecimiento económico y redundan a menudo en agravios arraigados entre comunidades que pueden extenderse por generaciones. La violencia sexual, los delitos, la explotación y la tortura también son fenómenos generalizados donde existen conflictos o no hay Estado de derecho y los países deben tomar medidas para proteger a los sectores que corren más riesgos.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible buscan reducir sustancialmente todas las formas de violencia y trabajan con los gobiernos y las comunidades para encontrar soluciones duraderas a los conflictos e inseguridad. El fortalecimiento del Estado de derecho y la promoción de los derechos humanos es fundamental en este proceso, así como la reducción del flujo de armas ilícitas y la consolidación de la participación de los países en desarrollo en las instituciones de gobernabilidad mundial.

Promover la paz y la justicia es uno de los 17 Objetivos Globales de la nueva Agenda para el Desarrollo Sostenible. Un enfoque integral es crucial para avanzar en los diversos objetivos.

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La Xunta publicará este martes la convocatoria de oposiciones en Educación, con más de 1.100 plazas

España / 18 de abril de 2016 / Por: EUROPA PRESS / Fuente: http://www.20minutos.es

La Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria publicará este martes, día 19 de abril, en el Diario Oficial de Galicia (DOG) la convocatoria de los procedimientos selectivos, mediante el sistema concurso-oposición, para cubrir 1.112 plazas.

La Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria publicará este martes, día 19 de abril, en el Diario Oficial de Galicia (DOG) la convocatoria de los procedimientos selectivos, mediante el sistema concurso-oposición, para cubrir 1.112 plazas. De ello ha informado este lunes el departamento que dirige Román Rodríguez en un comunicado, en el que ha detallado que 12 plazas se corresponden al cuerpo de inspectores de educación, 478 al de profesores de enseñanza secundaria, 122 al de profesores técnicos de formación profesional y 500 al de maestros. Estas 1.122, según la Consellería, responden al «100% de la tasa de reposición», con lo que busca «mantener el de Galicia como el nivel más bajo de interinidad en el personal docente de todo el Estado español». El plazo de presentación de solicitudes será de 20 días naturales contados a partir del miércoles, día siguiente a la publicación de esta convocatoria en el DOG. Además, en las próximas semanas se concretarán las fechas y lugares de las pruebas de selección. Distribución por especialidad En el cuerpo de profesores de educación secundaria, 70 plazas se corresponden a Lengua Castellana y Literatura, 55 a Geografía e Historia, 75 a Matemáticas, 40 a Física y Química, 45 a Biología y Geología, 45 a Inglés, 20 a Educación Física, 25 a Orientación educación, 50 a Formación y Orientación laboral, 13 a Hostelería y Turismo, 20 a Informática, y otras 20 a intervención sociocomunitaria. Por su parte, de las 122 plazas para profesores técnicos de FP, 12 plazas son para Cocina y pastelería, 24 para Instalaciones electrotécnicas, 24 para Mantenimiento de vehículos, 17 para Mecanizado y mantenimiento de máquinas, 20 para Servicios a la comunidad, y otras 25 para Sistemas y aplicaciones informáticas. Por último, en el cuerpo de maestros, 186 son para Educación Infantil, 56 para Lengua extranjera Inglés, 30 para Lengua Extranjera Francés, 40 para Educación física, 36 para Música, 56 para pedagogía terapéutica, 56 para Audición y Lenguaje y 40 para Educación primaria.

Fuente de la noticia: http://www.20minutos.es/noticia/2724622/0/xunta-publicar-este-martes-convocatoria-oposiciones-educacion-con-m-1-100-plazas/#xtor=AD-15&xts=467263
Fuente imagen: http://www.corresponsables.com/sites/default/files/xuntag.jpg

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Sabias que cocinar una hamburguesa contamina más que manejar un camión

Fuente: Ecoportal /18 de Abril de 2016

Cuando se piensa en la contaminación del aire se imagina humos de motores, chimeneas de fábricas y tubos de escape. A nadie se le ocurre que una hamburguesería es algo peor que eso. Sin embargo, los científicos de la Universidad de California descubrieron que las parrillas de los restaurantes emiten una gran cantidad de sustancias contaminantes al aire, más que los motores diésel.

Las instalaciones de cocinas comerciales generan sin control grasas, humos, vapores y productos de combustión, según el informe de la universidad. El pasado año, la Agencia de Control del Aire en la Costa Sur de Estados Unidos reveló que los restaurantes son la segunda fuente de emisiones al aire más importante de la región.

“Las emisiones de cocinas comerciales son unas dos veces mayores que las de camiones pesados con motor diésel”, sostiene el ingeniero jefe de la investigación, Bill Weich. “Para comparar: un camión de 18 ruedas con motor diésel tendría que recorrer por autopista 230 kilómetros para lanzar al aire la misma cantidad de partículas que se emiten durante la preparación de una sola hamburguesa”, añade.

Actualmente los investigadores están probando un sistema que neutraliza las emisiones. Todas lashamburguesas preparadas durante el experimento se envían a un banco de alimentos local.

Ecoportal.net

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El Grupo socialista de la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados invitó al “Foro de Sevilla”

E-Learning/17 de abril de 2016

«Desde hace tiempo nadie cree ya que la libertad del pueblo se halle garantizada en la forma de gobierno parlamentaria… Todo el mundo está cansado del Parlamento, pero nadie sabe proponer algo mejor, y la conciencia de tener que entrar en el nuevo siglo cargando con esta despreciada institución, como un mal inevitable, oprime el ánimo de los mejores.»Eduard von Hartmann.

 

 

 

Hoy traemos a este espacio el comunicado de el «Foro de Sevilla» después de su reunión con el Grupo socialista de la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados que los invitó .  … aprovechamos, para aquellos que no los conozcan … ya hablamos de ellos el viernes, 12 de junio de 2015 en Propuestas para un cambio en el sistema universitario español del siglo XXI. Foro de Sevilla ..el 1er Rector Comunista de la @unisevilla.Lo que me recuerda la extracción y el recuento de los diputados de las Cortes de Cadiz … que dieron lugar a la Pepa … como a la del 78 …   … lo que nos ha llevado al lugar de corrupción máximo en el que estamos instalados en España .. es precisamente los 40 años (+40 anteriores …) de EDUCACIÓN DE CONTROL  .. #repeTIMOS ?  El manifiesto comenzaba así:Un grupo de profesionales de la educación, la mayoría profesores y profesoras de universidad, reunidos en Sevilla los días 26 y 27 de octubre de 2012, preocupados por la situación del sistema educativo y alarmados por la evolución de la política educativa, con objeto de animar el debate y de generar un compromiso con la mejora manifestamos:1) EDUCACIÓN. En contra del sesgo economicista del anteproyecto de LOMCE, el objetivo de la educación comprende el desarrollo humano y la cohesión social. Mujeres y hombres deben poder formarse como personas completas, ciudadanos responsables y trabajadores cualificados. La sociedad precisa de la escuela para asegurar niveles adecuados de bienestar, libertad, justicia y equidad.2) DEBATE. Necesitamos un auténtico debate nacional que permita la reconstrucción, en su caso la refundación, del sistema educativo sobre la base de un amplio acuerdo social y no, tras la negativa a un pacto de Estado, una ley revanchista e ideológica, sin diálogo con la oposición ni con el mundo de la educación, apenas maquillada con un nada fiable foro virtual. …Aquí tienen, en su web, el listado de los firmantes …

Fuente: http://e-learning-teleformacion.blogspot.com/2016/04/el-grupo-socialista-de-la-comision-de.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+E-learningConocimientoEnRed+%28e-learning%2C+conocimiento+en+red%29

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