Page 18 of 6793
1 16 17 18 19 20 6.793

Intensifican guerra contra los pueblos

Por Raúl Zibechi

La ofensiva de las clases dominantes y de sus gobiernos es cada vez más violenta y peligrosa para la sobrevivencia de los pueblos. En los últimos tiempos hemos visto cómo los poderosos ya no disimulan, ni pretenden esconder la creciente militarización del mundo. En Estados Unidos, Trump envía soldados a la ciudad de Por-tland para acallar protestas; en Ecuador, los militares reprimen marchas pacíficas y asesinan indígenas; en Chiapas, militares y finqueros atacan bases zapatistas y destruyen sus cultivos e instalaciones “en común”.

Estamos ante un conjunto de guerras contra los pueblos, guerras civiles, de despojo, para liquidar cualquier resistencia, para desplazar comunidades con el objetivo de despejar territorios para acelerar la acumulación de riqueza. Como ya se ha dicho, Gaza es el espejo en el que debemos mirarnos para comprender lo que están haciendo, incluso, los gobiernos de nuestra América.

La reciente denuncia de la Asamblea de Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas (ACGAZ) Gobiernos en Común, debe ser tomada muy en serio. El gobierno entregó a particulares tierras zapatistas recuperadas en 1994, que están cultivando en común las bases de apoyo zapatistas con comunidades no zapatistas, cerca del caracol Dolores Hidalgo. En los videos que acompañan la denuncia puede verse claramente cómo el Ejército y la policía municipal acompañan a los usurpadores bendecidos por la “justicia” del Estado.

No sólo ingresaron a territorio zapatista desplazando bases de apoyo y campesinos no zapatistas, sino que destruyeron y robaron bienes y cultivos, lo que muestra el tipo de personas que son. Del comunicado del 24 de setiembre (ver enlacezapatista.ezln.org) me parece necesario destacar que estamos ante “un plan de los tres niveles de los malos gobiernos”. Aquí nadie debería hacerse el distraído: el gobierno federal es responsable junto al gobierno de Chiapas de la agresión al territorio zapatista para convertirlo en propiedad privada. ¿Por qué lo hacen? ¿Qué buscan?

A mi modo de ver, quieren destruir al movimiento zapatista, ya sea provocando enfrentamientos armados o bien forzándolos a retirarse como ya sucedió en Nuevo San Gregorio. Como todo tiene un límite (desde la paciencia hasta los intentos de diálogo), el comunicado advierte que “nos están obligando a defendernos”. Si lo hacen, serán inmediatamente catalogados como “terroristas”, como estos días sucede en Ecuador con los pueblos originarios que resisten al mal gobierno de Noboa.

Mi impresión, y puedo estar equivocado, es que en esta ofensiva hay algo nuevo, que está siendo iluminado por el genocidio en Gaza. Lo nuevo son dos cuestiones: la embestida se produce a la luz del día, amparados en la impunidad que creen tener por el apoyo social pasivo con que cuenta el gobierno de la 4T; la segunda, es que estamos ante un asalto militar con la participación directa de las fuerzas armadas. Esto indica que no sólo están dispuestos a desplazar, como en ocasiones anteriores (muchas veces efectuado por paramilitares), sino que ahora vienen dispuestos a matar a per-sonas desarmadas.

No es ninguna casualidad que hayan creado las FRIP o pakales, cuyo lema “Vencer o morir” no es sólo un culto a la muerte, sino que nos recuerdan a los kaibiles guatemaltecos, entrenados por los “boinas verdes” estadunidenses y auspiciados por el Estado de Israel, responsables de infinidad de crímenes durante el genocidio del pueblo maya en la década de 1980. Los kaibiles fueron definidos como “máquinas de matar” y luego de la guerra no pocos se integraron al cártel Los Zetas, marcando probablemente un camino a sus pares pakales.

Esperemos que la violencia del Estado no escale, pero eso sólo depende de ellos. Tal como están las cosas en el mundo, nadie puede asegurar que no estemos ante el inicio de un plan genocida (uno más) contra los pueblos de raíz maya, y contra el EZLN porque su presencia resulta molesta para los planes de negocios capitalistas.

En Ecuador, en respuesta al paro indígena y popular contra un nuevo paquete contra las economías de los pueblos, el gobierno de Noboa sacó a los militares a la calle invadiendo viviendas en la noche, disparando contra la población, no sólo contra manifestantes, y asesinando de forma cobarde al artesano kichwa Efraín Fueres, que recibió tres balazos. “El video del maltrato de los militares a un manifestante moribundo enciende las protestas contra Noboa”, titula El País.

Las redes gritaron: “terrorismo es militares armados y entrenados bajando de un tanque para patear el cadáver del campesino al que asesinaron”. Esta es la realidad del sistema hoy, en cualquier parte del mundo. No nos engañemos: están preparados para el asesinato masivo de nuestros pueblos. Por eso Gaza es tan revelador. Por eso Chiapas es tan importante. No nos hagamos ilusiones. Los gobiernos progresistas son un excelente escenario para planificar crímenes y despojos. Los encargados de perpetrarlos pueden ser cualquiera.

La Jornada

Comparte este contenido:

Los niños de Gaza se enfrentarán a daños genéticos «en las próximas generaciones» a causa del genocidio de Israel

El arroz es el único alimento nutritivo que Mohamed Aldreini puede permitirse para alimentar a su hija Rewan, de 22 meses.

La pequeña palestina nunca ha podido probar la leche de su madre desde que nació en noviembre de 2023, un mes después de que comenzara el genocidio israelí en Gaza.

La madre de Rewan, que ahora cuida de cuatro hijos, lucha contra la depresión.

Su cuerpo dejó de producir leche tras los repetidos traumas causados por el asedio israelí y los incesantes bombardeos.

La familia se vio obligada a huir de su hogar en Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza, primero a la ciudad de Gaza y luego a Jan Yunis.

«Estos acontecimientos llevaron a que a la madre de Rewan le diagnosticaran trastorno de estrés postraumático», explicó Aldreini a Middle East Eye, mientras su esposa hervía una pequeña olla de arroz para preparar un arroz con leche sin leche para su hija.

Rewan ha heredado la fragilidad de su madre.

No puede caminar, apenas habla, sufre de un sistema inmunológico débil, problemas cardíacos y desnutrición grave.

Sigue perdiendo peso y ahora solo pesa 7 kg. Su salud se está deteriorando bajo lo que su padre denomina «hambruna provocada» impuesta por Israel en la Franja de Gaza.

Aldreini cree que Rewan podría sobrevivir al hambre «si recibiera una mejor nutrición y la guerra terminara».

Pero los investigadores genéticos advierten que, aunque sobreviva, es probable que Rewan sufra problemas de salud a largo plazo, y no sólo ella, sino también sus futuros hijos.

Evidencias históricas

Durante las últimas dos décadas, las investigaciones sobre hambrunas y traumas históricos —desde el Holocausto hasta la Gran Hambruna en China y el genocidio de Ruanda— han demostrado que ese sufrimiento deja huellas genéticas duraderas.

Aunque el hambre, el estrés y el trauma no mutan el ADN, sí lo marcan con cambios químicos que afectan a la expresión de los genes, sin alterar la secuencia subyacente.

Este proceso se conoce como epigenética, y consiste en la transmisión del peso de la guerra de generación en generación.

Durante la ocupación nazi, entre 1944 y 1945, se cortó el suministro de alimentos a la parte occidental de los Países Bajos, lo que provocó una hambruna generalizada.

Décadas más tarde, los investigadores descubrieron que los hijos de las mujeres embarazadas expuestas a la hambruna corrían un mayor riesgo de sufrir graves problemas de salud en el futuro.

«Los estudios demuestran que las hormonas del estrés de las madres afectan al cuerpo y al cerebro de los bebés», afirma la profesora Tessa Roseboom, bióloga de la Universidad de Ámsterdam que dirigió la investigación sobre el impacto genético de la hambruna holandesa.

«También hemos estudiado cómo la situación de los padres que viven en condiciones inseguras, estresantes y de malnutrición afecta a sus bebés», añadió Roseboom.

En 2015 un destacado estudio dirigido por Rachel Yehuda se centró en 32 supervivientes del Holocausto y sus hijos, y encontró pruebas de la herencia epigenética del estrés.

«Los cambios genéticos en los niños sólo pueden atribuirse a la exposición de sus padres al Holocausto», explicó Yehuda.

Doble impacto en Gaza

Debido al bloqueo israelí en curso, aún no se ha realizado ninguna investigación directa sobre la presencia de marcadores epigenéticos en Gaza.

Sin embargo, los científicos ya están estableciendo paralelismos con casos de los Países Bajos, China y entre los supervivientes judíos del Holocausto.

«En Gaza, las condiciones actuales son tan perjudiciales que pueden causar daños duraderos a la salud de los niños, y a las generaciones futuras, incluso si la paz llega pronto», declaró Roseboom a MEE.

El Dr. Leon Mutesa, investigador destacado de la Universidad de Ruanda, cuyo trabajo se centra en el legado epigenético del genocidio de 1994, comparte una perspectiva similar.

«Hoy en Gaza ya vemos los síntomas: miedo, estrés y niveles altos de colesterol, todos ellos indicadores tempranos de cambios epigenéticos inminentes, similares a los que observamos en Ruanda», explicó Mutesa a MEE.

La investigación en Ruanda comenzó después de que se observara que los niños nacidos durante el genocidio cargaban con el peso del trauma de sus madres, explicó Mutesa.

Esto se manifestaba en forma de depresión, ansiedad, trastorno bipolar, alucinaciones y otros trastornos psiquiátricos.

«En zonas de guerra como Gaza, el impacto se duplica. Las capas adicionales de sufrimiento, hambre, desplazamiento y violencia continua agravan el trauma colectivo. Estas condiciones dejan marcas epigenéticas negativas aún más profundas», añadió.

Según estimaciones de los responsables de la sanidad palestina, las fuerzas israelíes han matado al menos a 20.000 niños desde que comenzó la guerra en Gaza hace dos años.

Unicef afirma que, según los informes, más de 50.000 niños han muerto o resultado heridos.

Sólo en agosto se identificó a 12.800 niños con desnutrición aguda, en una hambruna que la ONU ha confirmado «de manera irrefutable».

Es probable que estas condiciones dejen daños epigenéticos graves y duraderos.

«Creo que los habitantes de Gaza sufrirán secuelas catastróficas, quizás incluso más graves que las que observamos en estudios de casos de atrocidades anteriores», afirmó el profesor Hassan Khatib, experto en epigenética de la Universidad de Wisconsin-Madison.

«No hay duda de que al pueblo de Gaza le espera un desastre genético, especialmente a las mujeres embarazadas y a los adolescentes varones durante la pubertad, una etapa crítica en la que se forma el esperma», advirtió.

Khatib señaló que estudios recientes con ovejas han demostrado que la dieta del padre puede afectar a rasgos como el crecimiento muscular y el riesgo de enfermedades, con efectos que se transmiten a dos generaciones.

«Lo que está sucediendo dará lugar a un desastre futuro que veremos en las generaciones que crecen en Gaza, porque la Franja está siendo testigo de muchos factores complejos que ejercen una presión negativa sobre la población», añadió Khatib.

Una solución

Tras revisar el caso de Rewan y el historial médico de su familia, los especialistas concluyeron que se enfrenta a un riesgo significativamente mayor de sufrir complicaciones graves de salud debido a los efectos epigenéticos, lo que coincide con los resultados de estudios anteriores.

«Está claro que esta niña no está recibiendo los nutrientes esenciales que necesita para su desarrollo», afirma Roseboom.

«Es probable que eso afecte a su metabolismo y la haga vulnerable a la diabetes o a enfermedades cardíacas».

Rewan Aldreini apenas habla, sufre de un sistema inmunológico débil, problemas cardíacos y desnutrición grave bajo el asedio israelí en Gaza (MEE/Islam Ahmed).

El Dr. Mutesa está de acuerdo. «Los genes de Rewan están siendo alterados por la guerra y el hambre. Ella y sus futuros hijos sufrirán las consecuencias», advirtió.

Los estudios apuntan a una solución clara para la crisis que se avecina: «Detener la guerra», afirmó Mutesa.

«Observamos que algunos ruandeses expuestos al genocidio comenzaron a mejorar una vez que terminó la violencia y se les proporcionó apoyo», añade.

Las investigaciones también muestran que el estilo de vida y el entorno desempeñan un papel importante en la influencia de los marcadores epigenéticos. En otras palabras, los cambios positivos, las condiciones de vida seguras, el acceso a los alimentos, la atención sanitaria y el apoyo pueden ayudar a reparar algunos de los daños.

«Necesitamos que la comunidad internacional actúe para detener el sufrimiento en Gaza», afirma Roseboom.

«Este conflicto no sólo afecta al presente, sino que está creando consecuencias para toda la vida de niños como Rewan y, potencialmente, para las generaciones venideras».

Aunque el daño ya causado puede ser irreversible para algunos, los científicos coinciden en que aún se puede prevenir mucho si se proporciona el apoyo adecuado.

La seguridad, la atención médica, la nutrición y la estabilidad social son fundamentales para salvar la vida de Rewan y la de innumerables niños como ella en Gaza.

«Aunque veo cómo se deteriora la salud de mis hijos, y aunque mi mujer y yo luchamos contra la diabetes y la hipertensión, sigo atreviéndome a soñar con que este genocidio va a terminar», dijo Aldreini, el padre de Rewan.

«Todo lo que queremos es poder volver a una vida normal, como seres humanos que somos».

(Información adicional de Islam Ahmed en la Franja de Gaza).

Shaima Madboly es una periodista independiente, además de investigadora y profesora especializada en información sobre conflictos y paz. Ha colaborado con Aljazeera English, la Radio Pública de Suecia (SR) y la BBC, entre otros medios. Su trabajo abarca regiones en conflicto y posconflicto de la región MENA, Europa, Rusia y Afganistán. También imparte clases y realiza investigaciones sobre estudios de paz, medios de comunicación en conflictos y consolidación de la paz, y no violencia. X: @shaimamadboly

Texto en inglés: Middle East Eye, traducido por Sinfo Fernández.

Fuente: https://vocesdelmundoes.com/2025/10/07/los-ninos-de-gaza-se-enfrentaran-a-danos-geneticos-en-las-proximas-generaciones-a-causa-del-genocidio-de-israel/

Comparte este contenido:

Over 60% higher education institutions in India now permit use of AI tools: Report

By: Education Desk

The study finds that 40 per cent of HEIs have deployed AI-powered tutoring systems and chatbots, while 39 per cent have introduced adaptive learning platforms, and 38 per cent are using AI for automated grading.

Comparte este contenido:

Jane Goodall cambió el paradigma de la evolución humana y el lugar que ocupamos en la naturaleza

Por: Paul Palmqvist Barrena 

Parque Nacional de Gombe Stream, Tanzania, finales de noviembre del año 1960. Jane Goodall, una londinense de 26 años, amante de los animales, lleva desde julio viviendo en una choza rodeada por la densa vegetacion selvática, acompañada tan solo por su madre y un cocinero. Durante los meses transcurridos, ha documentado cómo se desplazan los chimpancés, de qué se alimentan y cómo fabrican los nidos de hojarasca donde pasan la noche. Pero estos simios son solo sombras fugaces y esquivas que se mueven entre la densa vegetación, evitando el contacto con ella.

La financiación se acaba y teme defraudar a Louis S.B. Leakey, el gran paleoantropólogo a quien había conocido tres años antes y que confió en ella para encomendarle tamaño trabajo pionero de campo, pese a carecer de formación académica.

Es precisamente en este momento de dudas cuando, por sorpresa, un chimpancé macho a quien bautizará como David Greybeard (“barba gris”) se acerca confiado a ella, sin mostrar una actitud agresiva, sentándose junto a un montículo que alberga un nido de termitas. Toma una ramita, la manipula y la rompe hasta dar con las dimensiones adecuadas, introduciéndola repetidamente en el nido para sacar a las termitas, que se aprestan a defenderlo, y se las come con delectación. Al ser informado por Goodall sobre el hallazgo, Leakey respondió entusiasmado con un telegrama que ha pasado a los anales de la evolución humana:

“Ahora debemos redefinir el concepto de herramienta, redefinir el concepto de humano o aceptar también a los chimpancés como seres humanos”.

Cambio de paradigma

Una abrumadora mayoría de las personas pasan por este mundo sin dejar una huella duradera. Muy pocas hacen aportaciones significativas al acervo general de conocimiento de la humanidad, y aún menos aportan una visión que se traduce en un cambio de paradigma. Jane Goodall, quien falleció por causas naturales el pasado 1 de octubre a los 91 años de edad, fue sin duda una de estas personas singulares.

Su legado es inmenso, no solo en los campos científicos de la etología (el análisis del comportamiento animal) y la primatología (el estudio de los primates, el orden de mamíferos al que pertenecemos los seres humanos y nuestros parientes vivos más próximos, los chimpancés), sino también en la concienciación social sobre la necesidad de conservar la biodiversidad y los espacios naturales que la albergan.

Hay múltiples razones para poner en valor el legado excepcional de Jane Goodall, pues antes de que se desplazase a Gombe sabíamos muy poco sobre la conducta de los chimpancés en su medio natural. Sin verse condicionada por los sesgos inherentes a una formación académica reglada, Goodall adoptó una metodología heterodoxa.

Entre otras cosas, rehusó seguir la práctica habitual de numerar a los objetos de estudio, justificada por la supuesta pérdida de objetividad que implica el apego emocional al individuo estudiado. En cambio, procedió a darles nombres a los chimpancés, eligiendo los apodos en función de los rasgos observados de su carácter o los parecidos físicos que creía ver con personas conocidas.

Gracias a esta proximidad emocional, y a su inmensa paciencia, documentó aspectos inquietantemente humanos en su comportamiento, como el hecho de que cada uno de los individuos tenía una personalidad única, siendo capaz de desarrollar pensamientos racionales, experimentar emociones –como alegría y tristeza– o desarrollar alianzas complejas –y mudables en el tiempo– con otros congéneres. Algo que por aquella época no resultaba nada convencional.

En sus estudios de campo, cuyos primeros resultados relató magistralmente en su libro En la senda del hombre, publicado en 1971, Goodall documentó que, pese a que los chimpancés se habían considerado como estrictamente vegetarianos, consumían carne siempre que les era posible, cazando monos colobos con regularidad. De hecho, se ha estimado que hasta un tercio de la población de estos monos en el parque es devorada cada año por los chimpancés.

En las partidas de caza, cuyo éxito depende en gran medida del número de ejemplares que colaboran para aislar al mono en la copa de un árbol, bloqueando las posibles salidas, el reparto de la carne una vez cobrada la pieza adquiere especial relevancia. Los machos la comparten preferentemente con aquellos otros de quienes depende asegurar su posición en la jerarquía, pero atienden también las solicitudes de las hembras sexualmente receptivas (esto es, pagan a cambio de tener sexo).

Los chimpancés también se enfrascan en guerras

Otro hallazgo inquietante fue que las hembras dominantes del grupo matan ocasionalmente a otras más jóvenes para mantener su posición en la jerarquía, practicando el infanticidio e incluso, a veces, el canibalismo. Pero quizás la mayor conmoción ocasionada por sus estudios fue la de que los chimpancés se enfrascan en conflictos territoriales duraderos con los grupos vecinos, a cuyos miembros matan sistemática y deliberadamente en lo que se pueden denominar con propiedad como auténticas guerras entre clanes. Así lo relató en su libro de 1989, titulado A través de una ventana: treinta años estudiando a los chimpancés.

Transmisión cultural de las madres a sus crías

En definitiva, los estudios pioneros de Jane Goodall han cambiado nuestra percepción sobre la evolución humana y el lugar que ocupamos en la naturaleza. Sus observaciones inspiraron los trabajos de nuevas generaciones de primatólogos, quienes crecieron con el estímulo de sus escritos. Por ejemplo, los relativos al aspecto no trivial de si podemos considerar que los chimpancés tienen una cultura propia, lo que siempre se consideró como algo exclusivamente humano.

Así, en dos trabajos posteriores, en los que también participó Goodall, se estudió la distribución de más de seis decenas de rasgos de comportamiento en ocho poblaciones de chimpancés diferentes de África central, detectando en dos tercios de ellos variantes culturales según la aparición o no de tales rasgos en esas poblaciones. Son este tipo de diferencias las que precisamente nos permiten hablar de culturas humanas. No obstante, conviene indicar que las poblaciones estudiadas pertenecen a las tres subespecies de chimpancé, Pan troglodytes troglodytes, P. t. schweinfurthii y P. t. verus, la última de las cuales divergió evolutivamente de las otras dos hace casi 1,6 millones de años según indican los datos genéticos.

Por otra parte, en los chimpancés se produce exogamia femenina (esto es, son las hembras las que se dispersan, cambiando de grupo familiar al alcanzar la edad reproductiva). Esto significa que la diseminación de las variables culturales depende del sexo femenino, como también lo sugiere el hecho de que la transmisión cultural por aprendizaje se da preferentemente desde las madres hacia sus crías. Ello parece venir apoyado por el hecho de que es el número de chimpancés hembras el que se correlaciona con la variedad de hábitos culturales en el grupo, no el de los machos.

En definitiva, resulta difícil calibrar el legado científico y cultural de Jane Goodall sin disponer de la perspectiva temporal adecuada. Este legado se ha materializado, por el momento, en el Instituto Jane Goodall, con treinta oficinas alrededor del mundo, cuyo objetivo es proteger los hábitats de los animales salvajes, realizar investigaciones y promover la educación ambiental. Pero también en el programa mundial para jóvenes “Roots & Shoots” (raíces y brotes), que patrocina unos 10 000 proyectos de impacto local en más de sesenta países, impulsando iniciativas de reciclaje, reforestación y defensa del bienestar animal.

Aunque es mucho lo conseguido en su larga vida, las generaciones venideras, inspiradas por su memoria, tienen todavía bastante por hacer.

Paul Palmqvist Barrena. Catedrático de Paleontología, Universidad de Málaga

Fuente: https://theconversation.com/jane-goodall-cambio-el-paradigma-de-la-evolucion-humana-y-el-lugar-que-ocupamos-en-la-naturaleza-266606

Comparte este contenido:

Lee Jae Myung y Sam Altman discuten expansión de la IA en Corea

Lee Jae Myung y Sam Altman discuten expansión de la IA en Corea

Rebecca Lan

El presidente de Corea del Sur, Lee Jae Myung, y el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altmanse reunieron para debatir la expansión de la colaboración en el sector de la Inteligencia Artificial (IA), en el contexto del objetivo de Corea del Sur de establecerse como un centro de IA en Asia. El mitín tuvo lugar en la oficina presidencial, luego de que Altman celebrara encuentros separados con los líderes de los conglomerados surcoreanos Samsung Electronics y SK Group.

Las reuniones previas de Sam Altman resultaron en la firma de cartas de intención (LOI) con Lee Jae-yong, presidente de Samsung Electronics, y Chey Tae-won, presidente de SK Group. Estos acuerdos se centran en el suministro de chips de memoria, un componente esencial para el proyecto insignia de infraestructura de IA de OpenAI, denominado «Stargate».

El presidente Lee Jae Myung calificó los acuerdos con Samsung y SK hynix, los dos mayores fabricantes de chips de memoria del mundo, como una «asociación mutuamente beneficiosa», dada la necesidad de semiconductores para operar centros de datos a gran escala.

Lee expresó su expectativa de que la colaboración con OpenAI «ayude a expandir las exportaciones de las empresas coreanas y a crear más puestos de trabajo». Además, manifestó su deseo de que ambas empresas, junto con OpenAI, «desempeñen un papel clave en la distribución global de la IA».

Samsung informó que su LOI con OpenAI incluye la cooperación en áreas como chips, centros de datos y computación en la nube, todas vinculadas al proyecto Stargate.

Por su parte, SK anunció que firmó una LOI para el suministro de chips de memoria y un memorando de entendimiento (MOU) adicional para la construcción de un nuevo centro de datos de IA en el suroeste de Corea del Sur.

La reunión con Altman se enmarca en la meta de la administración Lee de convertir a Corea del Sur en una de las tres principales potencias de IA a nivel mundial. Lee manifestó su esperanza de una colaboración más amplia con OpenAI para expandir la infraestructura de IA necesaria para alcanzar este objetivo.

El Ministerio de Ciencia y TIC coreano también firmó un MOU con OpenAI a principios del día para una cooperación de amplio alcance en el sector de la IA. El presidente Lee comentó que espera que el ecosistema de IA del país «avance significativamente a través de la cooperación entre el gobierno coreano y OpenAI».

En un desarrollo relacionado, el presidente Lee Jae Myung sugirió la necesidad de revisar y flexibilizar las estrictas regulaciones sobre la propiedad cruzada entre empresas financieras e industriales. La propuesta busca facilitar las inversiones a gran escala requeridas por el sector de la IA.

Según Kim Yong-beom, jefe de gabinete presidencial para políticas, Lee señaló que tanto Samsung como SK hynix podrían necesitar construir nuevas plantas de semiconductores para satisfacer la creciente demanda de IA, lo que implicaría una inversión «astronómica».

No obstante, el presidente enfatizó que cualquier flexibilización regulatoria debe implementarse «dentro de un marco con salvaguardas para prevenir abusos monopolísticos y evitar que la relajación regulatoria se extienda a otras áreas».

Lee también mencionó la posibilidad de utilizar un fondo público-privado de 150 billones de wones (aproximadamente $110 mil millones de dólares), cuyo lanzamiento está previsto para diciembre, como fuente potencial para la inversión conjunta en megaproyectos de infraestructura, como las instalaciones de semiconductores y energía.

Críticos del statu quo argumentan que los límites a los vínculos de propiedad entre empresas financieras y no financieras resultan demasiado rígidos en la era de la IA y las grandes inversiones, donde las empresas tecnológicas requieren una financiación masiva y podrían beneficiarse de una relación más estrecha con el sector financiero.

Sam Altman, por su parte, expresó su satisfacción con los acuerdos firmados con las empresas y el gobierno coreano.

«Estamos muy emocionados de construir Stargate Korea y centros de datos con nuestros maravillosos socios para apoyar las necesidades soberanas de IA de Corea», declaró Altman, añadiendo su esperanza de «hacer mucho más con el tiempo».

El CEO de OpenAI elogió la base industrial de Corea del Sur, calificándola de «crítica para el desarrollo de la IA», y describió la transformación de IA del país a través de los diversos sectores como «notable». Altman concluyó expresando su entusiasmo por asociarse con Corea «tanto para apoyar las necesidades del país como para desarrollar realmente la IA en todo su potencial para el bien y llevarla al mundo».

La visita de Altman se produce después de que el presidente Lee se reuniera la semana pasada en Nueva York con el CEO de BlackRock, Larry Fink, para discutir la cooperación en IA y energía renovable, lo que resultó en un acuerdo para construir centros de datos de IA bajo la visión de Seúl de convertirse en el centro de IA de Asia.

El gobierno de Lee ha comprometido apoyo a la infraestructura de IA como un nuevo motor de crecimiento, al mismo tiempo que promueve esfuerzos colectivos a nivel global para una «IA para todos» y una «IA inclusiva y centrada en el ser humano».

Fuente de la Información: https://reporteasia.com/tecnologia/2025/10/01/lee-jae-myung-y-sam-altman-discuten-expansion-de-la-ia-en-corea/

Comparte este contenido:

Países Bajos: Amsterdam – Miles de personas se manifestaron en Ámsterdam exigiendo al gobierno neerlandés acciones para detener el genocidio israelí en Palestina y el fin de la ocupación

Miles de personas se manifestaron en Ámsterdam exigiendo al gobierno neerlandés acciones para detener el genocidio israelí en Palestina y el fin de la ocupación

Ámsterdam: miles marchan en apoyo al pueblo palestino

Unas 250 000 personas, según los organizadores, se congregaron en una manifestación que exigió al Gobierno neerlandés “medidas concretas para detener el genocidio israelí”.

Una marea de personas vestidas de rojo llenó este domingo (05.10.2025) las calles de Ámsterdam para exigir al Gobierno neerlandés «medidas concretas para detener el genocidio israelí y la ocupación de Palestina». Los organizadores de la manifestación de la «línea roja» (Rode lijn), entre los que había grupos judíos, indicaron que cerca de 250 000 personas desfilaron durante varias horas por la capital de Países Bajos.

«Mientras nuestro Gobierno siga negándose a tomar medidas concretas para detener el genocidio israelí y la ocupación de Palestina, saldremos a la calle en masa», dijeron las organizaciones a través de un comunicado, denunciando que «Países Bajos sigue apoyando incondicionalmente a Israel, a pesar de las violaciones del derecho internacional y de las más de 65 000 muertes en Gaza».

Oxfam, Amnistía Internacional y otras asociaciones pidieron también a los responsables políticos que «demuestren su determinación y utilicen todos los medios económicos y diplomáticos a su alcance para aumentar la presión sobre Israel». Miembros de varios partidos políticos, entre ellos del Partido Laborista, verdes, y del Partido por los Animales, también asistieron a la manifestación, según medios locales.

Primer ministro responde

El primer ministro neerlandés, Dick Schoof, respondió a la protesta masiva a través de un mensaje en redes sociales en el que dijo comprender «la ira, la preocupación y la sensación de impotencia» de los manifestantes, añadiendo que su Gobierno «ha abogado enérgicamente por un cambio de rumbo por parte del Gobierno de (Benjamin) Netanyahu y ha aumentado gradualmente la presión para lograrlo».

Además, Schoof se mostró «esperanzado» por el llamado plan de paz del presidente estadounidense Donald Trump y aseguró que el Gobierno «evalúa constantemente cómo pueden actuar de la manera más eficaz posible, solos o junto con socios internacionales, tanto en público como entre bastidores».

Además, el viernes 3 de octubre más de 300 instituciones culturales y más de 870 artistas de Países Bajos y Bélgica declararon un «boicot cultural» a Israel en protesta por lo que califican como un «genocidio» contra los palestinos en Gaza y la ocupación prolongada de Cisjordania.

DW


Una multitud inunda Tel Aviv para presionar por la liberación de los rehenes: “Netanyahu, es ahora o nunca”

Los manifestantes aplauden a Trump y abuchean al primer ministro israelí. Los familiares con cautivos en Gaza admiten que nunca han sentido tan cerca su regreso.

El caso de Herut Nimrod es, probablemente, el más duro de todos los familiares de los 48 últimos rehenes en Gaza. Su hijo Tamir, con doble nacionalidad alemana-israelí, es uno de los dos únicos cautivos, junto con el nepalí Bipin Joshi, cuya suerte se desconoce. Su única pista es el vídeo de su captura, con vida, el 7 de octubre de 2023. Nada más desde entonces, salvo una cifra soltada por el presidente estadounidense, Donald Trump, que parecía indicar que los servicios secretos sabían que está muerto, pero no se lo decían.

Israel sitúa a 20 con vida (por información de inteligencia o porque el propio Hamás los ha mostrado hablando en sus vídeos propagandísticos) y da por muertos a otros 26, así que —tras dos años de espera— a Herut se le llenan los ojos de lágrimas al imaginarse abrazando en unos días a su hijo, gracias al plan para Gaza del presidente de EE UU, Donald Trump, que ha pisado el acelerador y convertido en una posibilidad real (la liberación inminente de todos los rehenes) lo que apenas dos semanas antes parecía una quimera.

“Ya hubo acuerdos antes, pero esta vez parece distinto”, cuenta en la plaza de la protesta que este sábado ha congregado a una multitud en Tel Aviv para presionar por la liberación de los rehenes. “Sí, me puedo imaginar abrazando a Tamir. No sé en qué condición está, pero espero que haya sobrevivido y que sepa que estamos haciendo lo posible por liberarlo. De lo que estoy seguro es de que lo primero que querrá es un abrazo de su madre”.

Nimrod admite que los socios ultranacionalistas de Netanyahu ya han intentado en el pasado boicotear el fin de los bombardeos (en su búsqueda por vaciar Gaza de palestinos y recolonizarla con judíos), pero cree que Netanyahu “mantendrá su palabra”, que una mayoría del Gobierno y de la sociedad israelí apoya el pacto y, sobre todo, que Trump ha decidido que sucederá. “Todo el mundo árabe está detrás y espero que presione a Hamás para aceptarlo. Sé que piden cambios, pero espero que los mediadores puedan resolver las diferencias y ver a nuestros hijos pronto de vuelta en casa”, afirma. Simbólicamente, su nombre, Herut, significa en hebreo “libertad”. Su esperanza ahora es que esta manifestación —que se celebra cada sábado cuando concluye la jornada sabática al caer el sol— sea la última.

Todos parecen conscientes de la importancia del momento. Y nadie quiere decirlo tajantemente, por miedo a una nueva decepción, pero este sábado un ambiente distinto marca la manifestación. Una multitud inunda la plaza y los accesos. Son, seguro, decenas de miles, más que en anteriores ocasiones. Por megafonía aseguran que la policía calcula 200.000 asistentes, un éxito en un país de 10 millones de habitantes.

La sensación imperante es que esta vez sí es la definitiva. Y que “todos” (uno de los cánticos que todos corean en la protesta junto con la palabra “ahora”) volverán a casa en los próximos días, aunque la mayoría sea ya en ataúdes, solo para que sus seres queridos puedan velarlos. “Es ahora o nunca. Y tiene que ser ahora, señor primer ministro”, lanza a Netanyahu desde el estrado Lior Ashkenazi, un popular actor implicado en la causa desde el principio. En las pancartas se puede leer “Socorro, ya van dos años” o “Amamos a Trump”.

Einav Zangauker, la “pesadilla” de Netanyahu —como ella mismo se definió al entender cómo le había mentido sobre su voluntad de traer a su hijo Matan— se llevó un largo aplauso al subir al escenario. Se ha convertido en un símbolo y dispara contra el primer ministro, cuyo nombre abuchea el público. “Hamás ha aceptado el acuerdo. El fin de nuestro sufrimiento depende y recae en los hombros de una sola persona: Netanyahu, ¡devuelve a todos, ahora!”.

Aquí, el jefe de Gobierno israelí es el malo que ha venido evitando el acuerdo. En los discursos trasluce el miedo a que ceda a sus socios de Gobierno ultraderechistas (que critican el acuerdo, pero al menos de momento permanecerán en la coalición) y torpedee el diálogo sobre la implementación del acuerdo, que empezará este mismo lunes en Egipto.

El bueno es, sin duda, Trump. Se plasma en carteles con la palabra gracias en inglés y banderas de EE UU. La sensación general es que solo él, aunque sea para ganar su ansiado Nobel de la paz y con sus formas excéntricas y autoritarias, ha logrado lo que no hizo su predecesor, Joe Biden. Ashkenazi le agradece desde el estrado haber “logrado un consenso entre izquierda y derecha” en torno al asunto de los rehenes.

“Nada de esto habría pasado”
El ex rehén argentino-israelí en Gaza Luis Har, uno de los pocos rescatados en una operación militar, ha acudido a la manifestación a mostrar su apoyo y solo tiene palabras de agradecimiento a Trump. “Para mí es muy importante, saber que Trump hace algo por nosotros, porque si no fuese por él, no hubiese pasado absolutamente nada”, asegura entre abrazos y saludos.

Har conoce el riesgo de vender la piel del oso antes de cazarlo: se quedó fuera de un primer canje, en 2023, en el que salieron las tres familiares mujeres con las que fueron capturados, todos con doble nacionalidad argentina e israelí. Así que aboga por esperar un poco para no ilusionarse “demasiado”. “Hasta que no vea a todos los rehenes aquí, no lo creo, para no desilusionarme nuevamente, como todas las veces anteriores”, dice antes de insistir en que va a ser un regreso “muy duro para todos”. Él estuvo cinco meses privado de libertad, pero en apartamentos y sin sufrir violencia física, según contaba el año pasado en una entrevista con este periódico. Los últimos 20 rehenes vivos llevan, en cambio, dos años cautivos y han pasado más tiempo en túneles, en medio de una hambruna provocada por Netanyahu, lo que se ve en sus deteriorados cuerpos en los vídeos propagandísticos de Hamás.

Gil Dickman tendría muchos motivos para odiar, pero concentra sus energías en lograr la liberación de los 48 rehenes restantes. “No quiero que ninguna otra familia viva lo que ha vivido la mía”, resume. Su prima, Carmel Gat, estaba en la lista de rehenes vivas en 2024, durante las negociaciones de un alto el fuego que Netanyahu alargaba artificialmente para garantizar su supervivencia política. En septiembre de ese año, los captores de Gat y de otros cinco rehenes los asesinaron a disparos, al detectar un conato de rescate de las fuerzas especiales israelíes. Era un intento de Netanyahu de evitar las negociaciones y colgarse la medalla de otro rescate de película. Arreciaron las protestas. En enero de 2025, Dickman vio salir con vida a las mujeres que compartían lista con su prima. “Y, de verdad”, subraya, “que no podía estar más contento”.

Dickman no echa las campanas al vuelo, pero no teme señalar lo obvio por miedo a una futura decepción. “Nada está terminado hasta que está terminado, pero soy bastante optimista. Trump le ha dicho tanto a Netanyahu como a Hamás que ha llegado el momento”, afirma. “Estoy muy contento y optimista. Eso sí, es una pena que no haya llegado antes. Y es algo que ni olvido ni perdono”.

EL PAÍS


Hamás acepta liberar a todos los rehenes pero pide “negociar los detalles” del plan de Trump para Gaza

Trump dice que la respuesta de la milicia indica que “está preparada para una paz duradera” e insta a Israel a “detener inmediatamente los bombardeos”.

Hamás ha entregado este viernes a los mediadores su respuesta al plan de paz para Gaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En un comunicado, ha asegurado que acepta liberar a los últimos rehenes aún retenidos en la Franja, 48 (solo 20 de ellos con vida), pero pide “iniciar inmediatamente negociaciones a través de los mediadores para debatir los detalles”. También se muestra conforme con que un gobierno tecnocrático palestino administre el territorio, pero elude en su respuesta cuestiones espinosas como el mecanismo internacional de supervisión, presidido por Trump, o el desarme de la milicia.

La Casa Blanca ya ha anunciado que dará un mensaje institucional al respecto desde el Despacho Oval, pero, mientras, Trump ha publicado un mensaje en su red social Truth en el que celebra la respuesta del grupo islamista: “Basándome en la declaración que acaba de emitir Hamás, creo que están preparados para una paz duradera. Israel debe detener inmediatamente los bombardeos sobre Gaza, para que podamos rescatar a los rehenes de forma segura y rápida. En este momento, es demasiado peligroso hacerlo. Ya estamos discutiendo los detalles que hay que resolver. No se trata solo de Gaza, se trata de la paz tan ansiada en Oriente Medio”.

Trump había impuesto en esta misma jornada a Hamás una cuenta atrás para que aceptara su plan de paz de 20 puntos que presentó públicamente el pasado lunes, ya con el visto bueno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que introdujo cambios de último minuto en el borrador definitivo. En otro mensaje en Truth, el republicano había dado al grupo palestino un ultimátum que terminaba a las 18.00 horas del domingo, hora de Washington (00.00, hora peninsular española), para que respondiera y amenazaba con un “infierno” si no aceptaba la propuesta. “Habrá paz de un modo u otro”, escribió.

La debilitada Hamás, sin apenas aliados y presionada también por los países árabes para aceptar el plan de Trump, busca evitar en su respuesta motivos para que Israel y EE UU desencadenen ese “infierno”. De hecho, no solo agradece los “esfuerzos árabes, islámicos e internacionales” para poner fin al conflicto, sino también expresamente los del presidente de EE UU.

El movimiento islamista acepta la liberación de los últimos rehenes “de acuerdo con la fórmula de intercambio incluida en la propuesta del presidente Trump, siempre que se den las condiciones para el proceso”, que en el documento son la “suspensión de todas las operaciones militares, incluidos los bombardeos aéreos y de artillería”.

En su comparecencia ante la prensa con Netanyahu, tras su reunión en el Despacho Oval, Trump señaló que, si Hamás aceptaba su propuesta, tendría un máximo de 72 horas para entregar a todos los rehenes a la vez.

Una vez liberados, Israel excarcelará a 1.700 gazatíes detenidos en los arrestos masivos efectuados por el ejército israelí en Gaza desde el 7 de octubre de 2023, entre ellos todas las mujeres y niños, y 250 presos condenados a al menos una cadena perpetua por el uso de la violencia en el marco del conflicto palestino-israelí. Son casi todos (cerca de 300) los encarcelados a perpetuidad, aunque en anteriores canjes Israel ha elegido quiénes, descartando aquellos que el nacionalismo palestino ha encumbrado como héroes.

Por cada cadáver de rehén israelí entregado, el Gobierno de Netanyahu hará lo propio con los restos de 15 gazatíes sin vida, cuyos restos retiene. La milicia ya había aceptado antes entregar todos los rehenes (como en el alto el fuego por fases que rompió Netanyahu el pasado marzo a fin de continuar con la invasión) y dejar la administración de Gaza en manos de otro Gobierno.

Hamás no menciona uno de los puntos más polémicos: el organismo internacional que presidirá el propio Trump y en el que participará el ex primer ministro británico Tony Blair para supervisar al Ejecutivo local. Se limita a aprobar “la entrega de la administración de Gaza a un organismo palestino de tecnócratas independientes, con base en el consenso nacional palestino y el apoyo árabe e islámico”. El plan de Trump señala que “Gaza será gobernada por un Gobierno transitorio temporal de un comité palestino tecnocrático y apolítico, responsable de la gestión cotidiana de los servicios públicos y los municipios”.

Para añadir confusión a los “detalles” que pretende negociar Hamás, uno de sus dirigentes, Musa Abu Marzuk, ha desgranado justo después posiciones que chocan directamente con el plan de Trump. Entre ellas, que el grupo no se desarmará “mientras dure la ocupación israelí” y que formará parte del “marco nacional palestino integral” que debata el futuro de Gaza. El plan acordado por Israel y EE UU es claro: Hamás no desempeñará “papel alguno en el Gobierno de Gaza, directa, indirectamente o de ninguna forma”.

Abu Marzuk tampoco acepta el organismo de supervisión que presidirá Trump y que no aparece mencionado en la respuesta oficial al plan. “Nunca permitiremos a nadie que no sea palestino controlar a los palestinos”, dijo antes de nombrar directamente a Blair. “No puede convertirse en gobernador de Gaza”, dijo, porque “destruyó Irak”, en referencia a su apoyo en 2003, cuando lideraba el Ejecutivo británico, a la invasión estadounidense.

Es la primera respuesta oficial de la milicia palestina a una propuesta de paz que solo incluye un plazo concreto: el de 72 horas para la liberación de los rehenes israelíes aún cautivos en Gaza. El lunes, Hamás afirmó que no había tenido acceso al documento antes de que la Casa Blanca diera a conocer los 20 puntos definitivos, retocados en el último momento para adaptarlos a las exigencias israelíes. El plan de paz, de apenas tres folios, se publicó inmediatamente antes de una comparecencia conjunta de los dos dirigentes.

El miércoles, fuentes de la milicia citadas por medios saudíes, reclamaron que el plan incluya plazos concretos para la retirada de las tropas israelíes de Gaza, una de las principales demandas a la que Hamás ha condicionado en el pasado cualquier posible tregua. El grupo islamista también venía aspirando a conservar parte de su armamento y reclamaba una enmienda al plan de Trump que distinga entre armas ofensivas, que entregaría, y defensivas, que pretende conservar. Ninguna de esas demandas aparece en su respuesta.

EL PAÍS

Fuente de la Información: https://www.nodal.am/2025/10/miles-de-personas-se-manifestaron-en-amsterdam-exigiendo-al-gobierno-neerlandes-acciones-para-detener-el-genocidio-israeli-en-palestina-y-el-fin-de-la-ocupacion/

Comparte este contenido:

El colapso del sistema educativo venezolano: anatomía de una caída

Los maestros quieren enseñar y los niños quieren aprender. Pero, una situación institucional crítica, la pobreza, los bajos salarios y la falta de infraestructuras están provocando carencias en la educación de millones de estudiantes.

Por: Iván Reyes
Bajo la copa de un árbol que la protege del sol abrasador de Maracaibo, la segunda ciudad de Venezuela, una mujer de casi 60 años escribe con rotulador negro en una pizarra acrílica agrietada. Diez niños con uniforme blanco la escuchan sentados en sillas de plástico, algunos atentos y otros distraídos por el bullicio urbano. Esta forma poco convencional de escolarización se ha convertido en algo normal en comunidades de toda Venezuela, donde la falta de ayudas y de infraestructuras básicas obligan a los profesores a abandonar aulas en ruinas e improvisar al aire libre.

En otro tiempo, el país fue pionero en el acceso a la educación en Latinoamérica, pero la implacable crisis humanitaria que ha obligado a casi ocho millones de venezolanos a emigrar ha provocado un grave deterioro de la calidad educativa y unos niveles de absentismo sin precedentes. Ahora que nuevas tormentas amenazan su una economía tambaleante, el declive del sistema educativo podría acelerarse. “La educación, para nosotros, es el principal problema estructural que tenemos en el país”, declara Fernando Pereira, profesor y miembro fundador de la ONG de defensa de los derechos de los niños Cecodap. “Compromete las posibilidades de las generaciones futuras y del desarrollo del país”.

A mediados de 2020, la pandemia de covid-19 le asestó un golpe casi definitivo a un sistema de educación pública que ya se encontraba en estado crítico. Después de varios meses sin clases —o de semanas de clases en línea para quienes tenían acceso a internet—, en septiembre de 2022 se reanudó la enseñanza presencial. Pero, la salida continua de emigrantes provocó una escasez de docentes y un aumento del abandono escolar. Y, aunque una ligera recuperación económica llevó al Gobierno de Nicolás Maduro a promover el mensaje de que “Venezuela se arregló” , los más pobres no vieron ninguna mejoría y los educadores que se quedaron en el país, dejaron de poder ir a la escuela a diario por falta de dinero para el transporte.

A pesar de la inflación galopante, el salario mínimo en Venezuela está congelado desde 2022. El salario medio de un profesor es de unos 14,50 dólares al mes, pero algunos pueden ganar tan solo 4 dólares. Con las subvenciones del Gobierno, los ingresos mensuales pueden alcanzar los 50 dólares, pero las bonificaciones no llegan todos los meses y, cuando llegan, siguen siendo insuficientes para cubrir las necesidades de una familia. El pasado mes de diciembre, el coste de la canasta básica mensual era de casi 500 dólares.

Para remediar la situación, el Gobierno estableció el “horario mosaico”, que permite que los docentes ejerzan otras actividades económicas para aumentar sus ingresos. Así, empezaron a vender pasteles, dulces o helados y a cuidar niños en su tiempo libre. Y, aunque se supone que las escuelas públicas deben abrir cuatro días a la semana, la mayoría solo abre dos o tres porque los profesores no tienen los medios necesarios para más.

Cuando no está dando clases, Luisana Figuera se dedica a la pesca en la playa de Manzanillo, en Isla Margarita, un segundo trabajo habitual entre los maestros de la zona costera desesperados por llevar algo a la mesa. “El dinero no alcanza. Entonces vamos a rebuscarnos para tratar de sustentar el día a día de nuestros hogares”, explica. En 2024, el índice de abandono de profesores era del 72 %, según un informe de la ONG FundaRedes.

Además, los profesores de la isla tienen otros problemas, como la intimidación constante por parte de las autoridades escolares y los representantes del Ministerio de Educación. “Nos dicen que, si no vamos a trabajar al colegio un día para hacer otra cosa, nos suspenden el sueldo, o nos quitan los bonos”, dice Johanna Quijada, quien lleva 19 años ejerciendo la docencia. “Recibimos amenazas casi a diario”. Los profesores llevan años pidiendo más ayudas. Entre 2022 y 2023, se registraron cerca de 3.200 protestas para exigir salarios dignos, el fin de la persecución a la disidencia y mejores pensiones y jubilaciones.

Pero hasta ahora no ha cambiado nada. En octubre, el ministro de Educación, Héctor Rodríguez, firmó un decreto que establecía un plan de seis meses para hacer frente a la crisis que incluía la reincorporación voluntaria de los maestros, la matriculación en cualquier momento del año para que los niños que regresen a Venezuela puedan ir a la escuela, y el fin del horario mosaico. Sin embargo, el documento no mencionaba la asignación de nuevos recursos a la educación pública ni aumentaba los salarios de los educadores que, en la práctica, siguen sin poder completar el horario.

Norelys Figueroa, directora del Instituto Nacional Batalla de Puerto Cabello, en Ciudad Guayana, ha visto en persona los años dorados de la educación desvanecerse: “La mayoría de los docentes no son especialistas. No tenemos suficiente personal en áreas como ciencias, matemáticas, física e idiomas”, explica.

Escuelas sin servicios básicos

Maracaibo es el centro económico más importante del oeste del país. Sin embargo, la crisis de la última década no la ha perdonado. Las largas colas para conseguir combustible y los cortes de electricidad son habituales, no hay agua corriente más que cinco días al mes y la gasolina es un lujo. En una escuela de la ciudad visitada para este reportaje, eran los padres quienes habían hecho las instalaciones eléctricas, que apenas proporcionaban luz suficiente para conectar algunos ordenadores y unos cuantos ventiladores.

En el norte de la ciudad se encuentra una de las escuelas que han trasladado las aulas al aire libre. Allí estudian por turnos casi 200 niños, desde preescolar hasta sexto grado. La mayoría pertenecen a la comunidad étnica wayuu. Muchos de ellos han llegado desde la zona fronteriza con Colombia, desplazados por la violencia y las malas condiciones de vida. Estudian en un espacio precario, instalado en el patio de la escuela, por el que pasa el ganado mientras están en clase. Pero ellos no se distraen; siguen con atención la voz de sus maestros, que los elogian por sus esfuerzos. “Los niños necesitan la construcción de la escuela, pero acá damos clases todos los días”, dice uno de los profesores, que pide permanecer anónimo.

La situación no es mucho mejor en otros lugares. Bolívar, que limita con Brasil y Guyana, es el Estado más grande de Venezuela. Antes, Ciudad Guayana era un núcleo minero, con una industria que explotaba sus abundantes minerales —oro, bauxita, hierro, alúmina— y vivió un gran auge económico hasta 2015. Ahora, el combustible y el gas son todavía más escasos que el agua corriente y las escuelas están en ruinas, según profesores y líderes sindicales. Aida González, secretaria general de la Asociación de Maestros del Estado y concejala del ayuntamiento de Caroní, dice que las escuelas de Bolívar no están preparadas ni siquiera para soportar una lluvia ligera y menciona al menos diez de ellas en Ciudad Guayana que tienen graves problemas de infraestructura y servicios básicos.

“Los docentes quieren dar clases, los muchachos quieren ir a las escuelas, pero la situación es crítica en las instituciones”, afirma. Esa es también la experiencia de Figueroa en Ciudad Guayan. La directora asegura que los 504 alumnos que asisten a clases en su instituto tienen dificultades para aprender en un entorno tan precario. Aun así, destaca que, por lo menos, tienen el privilegio de que les dan el almuerzo todos los días.

Ese es un lujo que no todos los escolares tienen. Figuera, la maestra de Isla Margarita que pesca para completar el sueldo, dice que sus alumnos, muchas veces dejan de prestar atención porque tienen hambre o le confiesan que no se encuentran bien porque no han comido.

Isla Margarita, en el Estado caribeño de Nueva Esparta, fue el principal destino turístico de Venezuela y atraía a un gran número de extranjeros, pero, a medida que se fue agravando la compleja crisis humanitaria, los habitantes locales perdieron su principal fuente de ingresos. Cada vez más jóvenes abandonan la isla.

Yeritza María González, de 50 años, quien cuida de cinco de sus nietos, dice que cada vez es más difícil llegar a fin de mes. Vende empanadas en la playa de Manzanillo, donde ya casi no quedan turistas. Para sobrevivir, recurre al trueque con los pescadores: empanadas a cambio de pescado. Una parte la usa para alimentar a su familia y el resto lo vende para comprar nuevos ingredientes y cubrir las necesidades de sus nietos. En una mala semana, gana menos de 50 dólares. Cuando ocurre, no los envía a la escuela. “Me da dolor que uno de mis nietos se quede viendo a otro niño que sí tiene para comer. Prefiero que se queden en la casa, así no tengamos nada para darle”, dice.

Históricamente, los niños que asistían a la escuela pública tenían garantizados el desayuno, el almuerzo y la merienda, pero ya no es así. Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), en 2024 solo el 21% de los beneficiarios recibía las tres comidas todos los días, mientras que un informe reciente de HumVenezuela —una plataforma que monitorea y proporciona datos sobre la emergencia humanitaria— asegura que, el año pasado, el 70% de los niños de entre 3 y 17 años no recibieron ningún tipo de alimento en la escuela. “Las escuelas de acá no sirven. Cuando dan comida solo hay granos y pasta. Pero, cuando se acaba, ya no hay comida. Entonces, si uno no le da nada al niño, no tiene como alimentarse”, dice Yeritza.

En todas partes, los padres expresan su preocupación por el futuro de sus hijos y las condiciones que atraviesan en sus centros educativos. Fabiana Briceño, una mujer de 30 años que tiene tres hijos y vive en Maracaibo, cuenta que ha visto a su hijo llegar a casa “rojo de calor”, porque no tenía agua potable para beber ni refrescarse en la escuela.

Las consecuencias para los jóvenes venezolanos se sienten ya desde hace varios años. Un informe publicado recientemente por la Universidad Católica Andrés Bello muestra que los alumnos del sistema educativo venezolano presentan graves dificultades de aprendizaje. Los expertos subrayan que los resultados han empeorado de manera constante en los últimos años, que los estudiantes están menos motivados y que la brecha entre los alumnos del sistema privado (el 15 % de los escolarizados) y la gran mayoría de los que asisten a escuelas públicas es cada vez mayor.

Iniciativas locales hacen frente al abandono

Con el tiempo, los educadores, las familias y las organizaciones locales han creado sus propios métodos para que los niños no pierdan el paso en su educación o para proporcionarles oportunidades de formación. Fe y Alegría, una red de escuelas privadas de bajo costo para niños y adolescentes en situación de pobreza, es una de las iniciativas más visibles. En Venezuela cuenta con 177 escuelas y atiende a casi 95.000 estudiantes. El precio mensual varía según la realidad de cada comunidad y los maestros reciben bonificaciones y beneficios especiales.

Nataly Martínez tiene tres hijos que dejaron el sistema público por una de estas escuelas en el barrio de Santa Joaquina de Ciudad Guayana. “Yo veo que han avanzado mucho”, asegura. “Mi hijo tiene una condición de aprendizaje, pero vi que ha logrado aprender a leer y se comunica de buena forma”.

En Margarita, Christian Maestre, un hombre de 29 años de la zona de las salinas de Pampatar, ha desarrollado un programa para ofrecer a los niños mejores perspectivas de futuro y una motivación para estudiar. Su propósito inicial era evitar que los jóvenes cayeran en actividades delictivas para subsistir. En 2021, puso en marcha un negocio de excursiones turísticas a las salinas y la mayor parte de los ingresos los dedica a organizar actividades alternativas para que los niños no tengan que recurrir a la delincuencia. Les ofrece formación en artesanía, gestión de redes sociales, fotografía y hostelería, además de educación sexual. El programa beneficia directamente a 150 niños de hasta 13 años.

Además, da a las familias dinero para comprar alimentos, suplementos alimenticios y artículos de higiene personal, para que puedan cuidar de los más pequeños o les alcance para pagar la escolarización de sus hijos. En la actualidad, 60 de ellos están estudiando. “El dinero que se genera gracias a las visitas de los turistas lo invertimos en la capacitación de los chamos. Para que ellos se puedan mantener motivados”, dice Maestre. “Hay que ofrecerles cosas nuevas para que se mantengan en un constante aprendizaje”.

https://elpais.com/america-futura/2025-07-23/el-colapso-del-sistema-educativo-venezolano-anatomia-de-una-caida.html

Comparte este contenido:
Page 18 of 6793
1 16 17 18 19 20 6.793