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Libro de Oscar Jara-La sistematización de experiencias: práctica y teoría para otros mundos posibles (PDF)

Perú – Costa Rica / 19 de mayo de 2019 / Autor: Óscar Jara Holliday / Fuente: Centro RIUS

Mi primer encuentro con la sistematización de experiencias fue en el año 1972, estando en Perú, mi país de origen, como alfabetizador en el departamento de Piura, cerca de la frontera con Ecuador.

Yo trabajaba en una ONG recién creada, el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) en una zona de grandes haciendas algodoneras, en una época en la que el gobierno militar reformista presidido por Juan Velasco Alvarado estaba comenzando la aplicación de la Reforma Agraria, por medio de la cual los grandes latifundios privados pasarían a manos de los trabajadores agrícolas organizados en cooperativas. Se trataba de una de las más importantes propuestas de transformación de la tenencia de la tierra que se ha llevado a cabo en América Latina.

Nuestro centro había apostado a que la educación y la organización de los trabajadores sería un factor decisivo para llevar adelante una verdadera reforma agraria y un auténtico cambio de estructuras en los que los sectores populares fueran dueños de su destino. Por ello, diseñó, junto con otros programas de capacitación técnica, un proyecto de alfabetización concientizadora, siguiendo al pie de la letra la propuesta del método psicosocial que nos había llegado desde el vecino país del sur, Chile, donde desde hacía un año gobernaba la Unidad Popular y su presidente Salvador Allende. Dicho método, divulgado en unos folletos impresos a mimeógrafo –que aún conservo–, había sido propuesto por un refugiado brasileño en Chile, Paulo Freire, cuyas ideas estaban causando un enorme impacto por su crítica radical a una educación autoritaria, vertical y bancaria ante la que oponía una educación liberadora, horizontal y dialógica. La palabra mágica que sintetizaba su innovadora propuesta era, pues, la concientización, término que en ese tiempo nos decía tantas cosas que no nos preocupamos tanto por definirlo, cuanto por ponerlo en práctica1.

Link para la descarga:

https://centrodeinvestigacionclacsoriusmex.files.wordpress.com/2019/04/libro-sistematizaciocc81n-de-oscar-jara.pdf

Fuente de la Reseña:

Libro de Oscar Jara-La sistematización de experiencias: práctica y teoría para otros mundos posibles (PDF)

ove/mahv

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El fraude de la Reforma Educativa de la 4T – A Contracorriente (Video)

México / 19 de mayo de 2019 / Autor: RompevientoTV / Fuente: Youtube

Publicado el 15 may. 2019
Este 15 de mayo de 2019 se formalizo la Reforma Educativa de la Cuarta Transformación y fue anunciada como el cumplimiento de Andrés Manuel López Obrador de abrogar la implementada por Peña Nieto, pero ¿realmente quedo cancelada la reforma del Pacto Por México?
Luis Hernández Navarro recibe al profesor Lev Moujahid Velázquez Barriga, del Centro Internacional del Pensamiento Critico RIUS.

Fuente de la Entrevsita: https://www.youtube.com/watch?v=bk4OMCoDMC0
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Expansión de la educación superior y desigualdad social

México / 19 de mayo de 2019 / Autor: Rodolfo Tuirán / Fuente: Campus Milenio

Es sabido que la distribución de las oportunidades de acceso a la educación superior está fuertemente condicionada por el origen social de los estudiantes. Se estima que en México la tasa de cobertura de los alumnos de ese nivel educativo provenientes de familias situadas en el primer quintil de ingresos era de aproximadamente 19.6 por ciento en 2016, en contraste con 89.5 por ciento de quienes pertenecen al quintil más alto; es decir, una diferencia de casi 70 puntos entre el grupo más pobre y el más rico. Esto significa que un estudiante del segmento más próspero registraba en 2016 una probabilidad 4.6 veces mayor de participar en la educación superior que un joven de escasos recursos. Esta brecha, aunque aún elevada, se ha venido reduciendo de manera significativa en el último cuarto de siglo, gracias al creciente acceso a la educación superior de los estudiantes en situación de desventaja. La envergadura de este cambio puede advertirse en el hecho de que en 1992 un joven del quintil más rico tenía una probabilidad casi 16 veces mayor de asistir a la educación superior que uno del quintil más pobre.

La dinámica indicada sugiere que transitamos desde hace varias décadas de un modelo elitista, en el cual los estudiantes del nivel superior provienen principalmente de las clases ubicadas en la cúspide de la pirámide social, a un modelo en el que el origen social de la matrícula es crecientemente heterogéneo, con un peso cada vez mayor de los jóvenes de familias de menores ingresos y de otros segmentos tradicionalmente excluidos.
Desde el punto de vista de la desigualdad en el ingreso, los rasgos de esta transición se han dibujado en el país con cierta nitidez en las últimas décadas. De acuerdo con los datos de las encuestas de ingresos y gastos de los hogares de 1992 y 2016:
• La proporción de la matrícula total de educación superior representada por estudiantes de los dos primeros quintiles de ingreso aumentó de 10.3 a 23.8 por ciento.
• A su vez, el peso relativo del tercero y cuarto quintil (que integran los segmentos intermedios) se elevó de 43.8 a 48.6 por ciento de la matrícula total.
• Finalmente, el peso relativo del último quintil disminuyó de 46 a 27.6 por ciento de la matrícula total en ese periodo.
Esta presencia creciente de los segmentos de menores ingresos en la educación superior probablemente se verá acentuada en los años por venir. Los mandatos de obligatoriedad y gratuidad —derivados de la reforma a los artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos— podrían convertirse, de ser aprobados en fecha próxima, en un poderoso impulso de la masificación de la educación terciaria, al tiempo que favorecerían la presencia de un alumnado más heterogéneo y con mayor diversidad de orígenes sociales y culturales.

Los desafíos en puerta
Para valorar la profundidad y alcances de esta eventual transformación, en un estudio reciente sostengo que un escenario de ampliación de las oportunidades educativas de tipo superior, congruente con las promesas de campaña y los mandatos de obligatoriedad y gratuidad, es el que propone alcanzar una cobertura de al menos 56 por ciento en 2024 (con una matrícula de 6 millones 122 mil estudiantes) y de 70 por ciento en 2030 (con 7 millones 580 mil alumnos). La trayectoria que sigue este escenario, que podríamos denominar de obligatoriedad, implicaría llevar a cabo un esfuerzo inédito en la historia de la educación superior mexicana.
La evolución de la matrícula y la cobertura marcada por este escenario trae necesariamente aparejado un esfuerzo por corregir el desbalance de oportunidades educativas entre ricos y pobres por un imperativo de justicia social. Con esta idea en mente, se asume que la tasa de cobertura de los dos primeros quintiles de ingreso se elevaría rápidamente: de 25.1 por ciento en 2018 a 40.2 por ciento en 2024 y a 57.6 por ciento en 2030, propiciando una reducción significativa de la brecha que separa al quintil más rico del más pobre desde el punto de vista de la probabilidad de acceso a la educación superior.
Como resultado de esta dinámica, los jóvenes provenientes de los dos primeros quintiles de ingreso aumentarían de casi 1 millón 100 mil en 2018 a 1 millón 778 mil en 2024, en tanto que en el futuro más distante, en 2030, la cifra se elevaría a 2 millones 500 mil. Como se puede advertir, el escenario de obligatoriedad no podría ser viable sin incorporar en forma masiva a los jóvenes en desventaja. De hecho, ellos aportarían en el periodo 2018-2024 alrededor de 40 por ciento del aumento de la matrícula y cerca de 56 por ciento en 2024-2030.
Esta dinámica sería suficiente para incrementar de manera significativa el peso relativo de los grupos desfavorecidos en la matrícula total (de 25 en 2018 a 33 por ciento en 2030), en contraste con la reducción en la proporción representada por los jóvenes provenientes de familias provenientes del último quintil (de 26.4 a 19.9 por ciento en ese mismo periodo) y la leve caída —en términos relativos— prevista para los quintiles intermedios (de 48.4 a 47.1 por ciento). Bajo el escenario de obligatoriedad, para el 2039, año en el que se prevé que el país alcanzaría una cobertura en el nivel superior de 85 por ciento e ingresaría a la etapa de “acceso universal”, la proporción de la matrícula total representada por los jóvenes de los dos primeros dos quintiles de ingreso se elevaría a casi 40 por ciento. Las cifras enunciadas sugieren pues que, en el futuro, el perfil de los estudiantes mexicanos de educación superior no sería el mismo de aquel que las universidades suelen atender en la actualidad.

Igualdad de oportunidades
Para atraer y retener a los jóvenes de los segmentos de menores ingresos en las universidades, sería necesario, como primera condición, fortalecer los programas de becas. Una intervención de esta naturaleza constituye una herramienta poderosa para impedir que el origen social de los estudiantes condicione su destino educativo.
Si bien la gratuidad en las instituciones públicas de educación superior resolvería parte del problema, pues eliminaría colegiaturas y cuotas, resulta necesario, para asegurar igualdad de oportunidades, contar con programas sólidos de becas que ofrezcan financiamiento adecuado y suficiente a los jóvenes en desventaja para cubrir diversos costos directos e indirectos de la educación (como materiales escolares, libros, transporte o cambios de residencia, entre otros). De no contar con este tipo de apoyos, el esfuerzo financiero recaería sobre sus familias, quienes en muchos casos, por su propia condición, difícilmente podrían sostenerlo, lo que tarde o temprano haría inevitable el abandono escolar.
Afortunadamente, los programas de becas en el nivel superior han experimentado un gradual fortalecimiento en los últimos años. En el periodo 2006-2012 se otorgaron un promedio de 402 mil becas por año a estudiantes en situación de desventaja. La cifra se elevó a cerca de 600 mil becas por año en el periodo 2012-2018, lo que significó una cobertura de más de 6 de cada 10 jóvenes pertenecientes a los dos primeros quintiles de ingreso. Además de universalizar estos apoyos a los estudiantes de escasos recursos, se requiere aumentar de manera significativa el monto de estas becas.
El énfasis en los propósitos de equidad de la iniciativa de reforma constitucional que se debate aún en el Congreso de la Unión haría imprescindible continuar avanzando en la configuración de un sólido y generoso programa de becas para que los jóvenes en desventaja no encuentren barreras financieras que les impidan continuar con su educación en el nivel superior.
Entre sus promesas de campaña, el ahora Presidente López Obrador (AMLO) dijo originalmente que todos los estudiantes en situación de desventaja que cursaran estudios de nivel superior tendrían acceso a una beca (véase por ejemplo los 10 compromisos que presentó al magisterio en Oaxaca el 12 de mayo de 2018). Más recientemente, AMLO al parecer abandonó esa idea y en su lugar anunció la creación del programa Jóvenes escribiendo el futuro, que contempla inicialmente hasta 300 mil becas a jóvenes de escasos recursos por un monto de 4,800 pesos bimestrales, sin que hasta la fecha se haya dado a conocer las metas de este programa. Conviene precisar que, para financiar las 300 mil becas, el programa debería tener previsto un monto aproximado de 8,600 millones de pesos. Sin embargo, en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 sólo están contemplados alrededor de la mitad de los recursos, los cuales alcanzarían para apoyar a 150 mil jóvenes durante todo el año. Surge pues la duda: ¿300 mil becas otorgadas a los beneficiarios los doce meses del año? ¿150 mil becas asignadas en el mismo periodo? o ¿300 mil becas o más por unos cuantos meses del año?
Además, la SEP ha informado que seguirá asignando —al parecer temporalmente hasta concluir el ciclo escolar 2018-2019— un total de 290 mil becas adicionales de manutención, consistentes en un apoyo económico por un monto de 9 mil pesos distribuidos en 5 pagos bimestrales por la cantidad de 1,800 pesos cada uno, lo que apunta a una disponibilidad del orden de 2 mil 600 millones de pesos. Sin embargo, esta decisión plantea algunos dilemas: ¿Qué sucederá con el resto de los jóvenes en desventaja que estudian en las universidades y no cuentan con una beca? ¿El nuevo gobierno tiene entre sus prioridades cubrir con el nuevo (o el viejo) programa de becas a los segmentos que se encuentran en situación de desventaja? De ser el caso, ¿En qué plazos se buscaría alcanzar esta meta? ¿Cómo se prevé resolver el problema de contar con un programa nuevo que coexiste con otro ya antiguo que otorga a los beneficiarios becas por un monto casi tres veces menor?
Sobre las becas y la importancia de reforzar el papel de la educación terciaria en la movilidad social, el gobierno federal deberá adoptar definiciones precisas de política pública consistentes con el escenario emergente de obligatoriedad y gratuidad. Aquí, en este renglón, no cabe “hacer más con menos”. La opción es simple: se apoya a los jóvenes con becas para intentar, junto con otras acciones complementarias, retenerlos en la educación o se corre el riesgo de que la abandonen, con los enormes costos sociales que eso implica.
En el nivel medio superior ya se instrumenta el programa de Becas para el Bienestar Benito Juárez, el cual aspira a beneficiar a 4.2 millones de estudiantes de instituciones públicas (con 1,600 pesos bimestrales). De estar acompañado de medidas orientadas a fortalecer la oferta educativa y a dar un acompañamiento integral a los beneficiarios, el programa podría contribuir a favorecer la transición del bachillerato a la educación superior y ejercer cada vez mayor presión sobre el ingreso a este nivel educativo.
A su vez, en el nivel superior, si con el programa Jóvenes escribiendo el futuro se optara por alcanzar en 2024 cobertura universal de los estudiantes en desventaja, incorporando 300 mil nuevos becarios por año (con un monto de 4,800 pesos bimestrales, como aparentemente se está haciendo en 2019), la presión presupuestal sería muy significativa. Sería necesario adicionar alrededor de 8,600 millones de pesos por año, hasta acumular, en el escenario de obligatoriedad, un monto total de 51 mil millones de pesos en 2024 para financiar las becas de casi un millón 800 mil potenciales beneficiarios.
Como se podrá advertir, el componente de becas es estratégico y debe ser definido por el nuevo gobierno como un asunto prioritario. Implicaría una inversión cuantiosa de recursos adicionales por año, equivalente a un tercio del impacto financiero de la obligatoriedad (estimado de manera preliminar en alrededor de 25 mil millones de pesos adicionales por año, sin considerar la previsión correspondiente debido a la gratuidad).

Reformas pendientes
La cambiante composición social de la matrícula de educación superior y el creciente peso relativo de los jóvenes de escasos recursos y en situación de vulnerabilidad (personas con discapacidades, estudiantes procedentes de las poblaciones originarias, afro-descendientes y de otros orígenes) constituirían, como se puede advertir, desafíos clave para la política educativa y para el funcionamiento adecuado de las instituciones del sector en los años por venir. En particular, las  instituciones públicas, que si bien han albergado hasta ahora a la mayoría de los alumnos en situación de desventaja y con menores capitales culturales, verían en el futuro transitar por sus aulas a un flujo inédito de jóvenes con este perfil.
La experiencia internacional enseña que todos los sistemas que atraviesan por procesos de masificación y recomposición social de su alumnado suelen verse  obligados a impulsar reformas dirigidas a transformar la arquitectura institucional de la educación superior, articular el sistema educativo entre tipos y modalidades, transformar las políticas y prácticas de las instituciones educativas, fortalecer los mecanismos de inclusión e igualdad de género, y revisar el modelo de financiamiento, el andamiaje normativo y las pautas regulatorias de la educación superior para adaptarlos a las nuevas realidades.
El nuevo contexto obligaría a las instituciones de educación superior a hacer un esfuerzo sistemático, con nuevos y más eficientes modelos de organización, gestión y administración de las instituciones educativas, con el fin de atender y dar respuesta, sin distinción de ningún tipo, a la diversidad de necesidades educativas de los jóvenes pertenecientes a diversos colectivos. Sería necesario, por ejemplo, llevar a cabo desde adecuaciones a las instalaciones universitarias para facilitar la accesibilidad hasta cambios significativos en el modelo educativo para darle una orientación inclusiva e intercultural, y evitar altas tasas de abandono, reprobación y repetición. Con esa finalidad, constituiría un imperativo acercar a los jóvenes cursos propedéuticos, de nivelación, tutorías y otros apoyos, porque crecientemente se reconoce que estas acciones son necesarias para acompañar los programas de becas, que no son suficientes por sí mismos para mejorar el desempeño escolar de los jóvenes y contener el problema del abandono. Además, se necesita adecuar la oferta educativa a una demanda crecientemente heterogénea, y fortalecer la capacitación y actualización docente, a través de modelos de formación que les permitan construir, en los procesos de aprendizaje, interacciones sustantivas con los alumnos.
Desde el punto de vista social, la creciente incorporación al ámbito universitario de segmentos tradicionalmente excluidos podría constituir una oportunidad extraordinaria para activar y “aceitar” los procesos de movilidad social en el país. Recuérdese que, de acuerdo con el estudio Desigualdades en México 2018, publicado por el Colegio de México, los mexicanos que provienen de hogares situados en el quintil más bajo de la distribución del ingreso registran una probabilidad de alrededor de 76 por ciento de mantenerse, de una generación a la siguiente, en éste o en el siguiente quintil más desfavorecido. Con miras a superar este obstáculo invisible, Savater nos recuerda que la educación es quizá el camino más eficaz para “luchar contra la fatalidad social que hace que los hijos de los pobres sean siempre pobres”.
Para lograr que la educación superior sea motor de una mayor movilidad social en México, será preciso impedir a toda costa que el avance de la masificación redunde en una oferta educativa de baja calidad y poco pertinente para los jóvenes de escasos recursos. Una precaria asignación presupuestal a las universidades no dejaría margen alguno para evitarlo. Todos sabemos lo que está en juego: ofrecer una educación de baja calidad a los jóvenes de escasos recursos no haría más que reproducir un círculo vicioso que acentúa e incluso profundiza la desigualdad. Si la educación que recibirían estos jóvenes no conduce a una formación sólida, difícilmente podrían superar más tarde la fatalidad social a la que se refiere Savater.

Fuente del Artículo:

http://campusmilenio.mx/index.php?option=com_k2&view=item&id=16088:expansion-de-la-educacion-superior-y-desigualdad-social&Itemid=140

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Libro: Educaciones y pedagogías Críticas desde el Sur (Cartografía de la Educación Popular). PDF.

Colombia / 19 de mayo de 2019 / Autor: Marco Raúl Mejía / Fuente: Centro RIUS

La cita con la cual encabezo este texto me sirve de entrada, no sólo como un reconocimiento a este aborigen norteamericano, de quien he leído en el último tiempo las búsquedas más interesantes en las pedagogías críticas en el mundo del Norte con su planteamiento de las lógicas post formales, sino también por el reconocimiento que desde allí se hace al aporte de la pedagogía latinoamericana en el origen y configuración de las pedagogías críticas en el mundo actual, el cual desde mi punto de vista es en cierta medida una sobrevaloración que deberá ser discutida.

De todas maneras, ese reconocimiento desde el mundo del Norte y desde las pedagogías críticas es una buena entrada para un reconocimiento que ha sido tardío o todavía no se ha realizado en muchos ámbitos de la educación y la pedagogía en nuestro medio, con toda la apertura hacia el pensamiento euro-americano pero negando o desconociendo las búsquedas en el pensamiento educativo y pedagógico que se ha realizado en estas latitudes, curiosamente más reconocido en el mundo del Norte que en nuestra realidad. Preguntaría, ¿en cuántas facultades de educación de nuestro país se trabaja eso que en algunos países del Norte llaman “el cuarto paradigma educativo”, el latinoamericano?

En este sentido, este texto expone unas palabras iniciales de un gran tema que se ha venido constituyendo en nuestra realidad, y en esa perspectiva traza unas primeras líneas tenues para darle una primera organización a infinidad de expresiones teórico- prácticas de eso que hemos denominado Pensamiento educativo y pedagógico latinoamericano que es múltiple y todavía disperso, el cual organizo desde mi perspectiva y pertenencia a esa tradición.

Para ello realizaré un recorrido histórico en el cual intentaré buscar una conformación histórica que se inscribe desde las nacientes repúblicas hasta el auge –en los 50 y 60 del siglo anterior— de la constitución de un pensamiento propio que, bebiendo en las fuentes euroamericanas, trata de trazar y delimitar las particularidades de un pensamiento propio.

Link para la descarga:

https://centrodeinvestigacionclacsoriusmex.files.wordpress.com/2019/05/educaciones-pedagogiascriticasdesdeelsur.pdf

Fuente de la Reseña:

Libro: Educaciones y pedagogías Críticas desde el Sur (Cartografía de la Educación Popular). PDF.

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Conferencia de Henry Giroux en el CCCB

Estados Unidos / 19 de mayo de 2019 / Autor: Antonio Barres Valdivieso / Fuente: AIKA

El pasado lunes 6 de mayo, tuvo lugar la conferencia de Henry Giroux en el CCB. Giroux es un referencte actual intelectual y uno de los fundadadores de la pedagogía crítica.

Carlos Delclós presentó a Giroux que seguidamente inició su conferencia ”
Contra la dictadura de la ignorancia” . Temas centrales como la democracia, el papel de las y los intelectuales, los actuales fascismos, los desafíos de las corporaciones y el rol de la escuela se abordaron.

Giroux puso especial énfasis a la importancia de la escuela como espacio democrático y democratizador. El libre pensamiento y la importancia de los valores que nos guíen hacia una mejor sociedad, deberían ser el centro del curriculum escolar, según Giroux.

Temas como la igualdad de derechos, el calentamiento global, y la superación de la pobreza, deberían ser prioritarios en las agendas de los gobiernos. Es necesario mirar con una mayor comprensión de la sociedad y su entorno frente a la verdadera agenda de los actuales gobiernos que se centra en los intereses de las grandes corporaciones.

GIroux además propuso la idea de los actuales gobiernos que se centran en la reproducción de la ignorancia en la población para así tener mayor control sobre ella, desde una alianza con las grandes corporaciones. Y es precisamente esta temática la que da sentido al título de su conferencia “contra la dictadura de la ignorancia”, haciendo alusión a que estos nuevos gobiernos, sobre todo los nuevos fascismos, ejercen una dictadura intelectual que deja a la sociedad en una completa ignorancia, perdiéndose los valores centrales y el acto reflexivo como centro de la humanidad.

 

 

 

 

Fuente de la Reseña:

Conferencia de Henry Giroux en el CCCB

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Argentina: En 90 escuelas de Moreno no hay gas

Argentina / 19 de mayo de 2019 / Autor: Laura Vales / Fuente: Página 12

Otra muestra de la desinversión en infraestructura educativa
Tras la explosión del año pasado, la gobernadora María Eugenia Vidal se había comprometido a garantizar buenas condiciones edilicias para inicios del año, pero el 45 por ciento de las escuelas del distrito carecen de calefacción y de comida caliente.

A un mes del comienzo del invierno, 90 escuelas de Moreno están sin gas porque no se terminaron de realizar las conexiones o no fueron habilitadas. La situación afecta a más del 45 por ciento de los edificios escolares del distrito, donde en agosto pasado perdieron la vida en una escuela la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez por la explosión de una garrafa. La gobernadora María Eugenia Vidal se comprometió a garantizar para comienzos de este año lectivo buenas condiciones en las aulas a las que asisten 125 mil alumnos. Sin embargo, lo días han pasado sin que los problemas con el gas queden resueltos. Como consecuencia directa, miles de chicos no pueden tener un plato de comida caliente en los comedores escolares.

“El Servicio Alimentario Escolar ha estado prácticamente interrumpido desde el 2 de agosto de 2018, y las conexiones de gas siguen con muchos problemas. Eso nos trae muchas dificultades”, dijo a PáginaI12 Mariana Cattáneo. La secretaria general del Suteba-Moreno detalló que “las viandas y la comida lista para el consumo de la que habla la provincia consiste en fiambre y pan todos los días, más un juguito y a veces una fruta de pésima calidad”.

A esto se suma la preocupación por la próxima llegada de los días fríos en aulas que carecen de calefacción.

Las obras de las escuelas de Moreno pasaron por varias etapas. La primera fue de medidas de aseguramiento: en agosto en las escuelas fue cortado el gas para que no hubiera nuevas explosiones; en algunos casos, pusieron disyuntores para evitar accidentes eléctricos. Las obras debían realizarse entre diciembre y enero, durante el receso escolar, con un plazo de finalización previsto para febrero. En marzo, sin embargo, 40 colegios no pudieron abrir para iniciar normalmente las clases. Hoy están todos abiertos, pero el 45 por ciento no tiene sus conexiones de gas en funcionamiento.

“Los arreglos del gas requieren que se realice una prueba de hermeticidad para que se habilite la conexión y eso viene muy demorado”, indicó Cattáneo. El gremio responsabiliza tanto a la gobernación provincial como a la municipalidad, ya que las obras fueron divididas. En los dos casos hay atrasos.

“En Moreno tenemos una demanda permanente sobre las escuelas. La crisis económica nos pega especialmente porque somos un distrito en crecimiento poblacional, a la que está llegando gente; entonces, tenemos atrasados los cupos, las escuelas no tienen dónde cocinar, todo lo que se distribuye es fiambre y juguitos. A lo que llega en buen estado, como las galletitas, lo mandan en porciones de miseria. Están mandando al secundario paquetitos de galletitas de 18 gramos, cuando los alumnos son adolescentes y sabemos que, en contextos de crisis, son los que comen menos en la casa”.

“En resumen: no hay comida caliente, lo que llega es insuficiente y para calentar agua tenés una pava eléctrica en escuelas con 600 o mil pibes, un recurso que obviamente no sirve”, concluyó Cattáneo. “Los pibes de Moreno son tratados como si fueran de cuarta. Mientras que en la Ciudad de Buenos Aires se destinan 80 pesos por chico para el servicio de comedor escolar, acá el presupuesto es de apenas 22 pesos por alumno. Es claro que no hay posibilidad de darles una comida digna”.

Desde la explosión que provocó las dos muertes en la escuela de Moreno pasaron casi diez meses. La semana pasada, la comunidad educativa se movilizó al municipio con estos reclamos. Ya habían marchado antes al Consejo Escolar, donde hicieron una permanencia pidiendo la regularización de los servicios de gas.

“Vemos que el gobierno actúa sólo bajo presión extrema. La primera gran presión fue que no hubiera clases. Pudimos constituir así un comité de seguimiento de los problemas de infraestructura con estudiantes, familias, sindicatos y organizaciones sociales que recorrió escuelas controlando y denunciando. Durante el receso de verano, el avance de las obras se relajó. En marzo hubo todo un movimiento para que no saliera en los medios que después de cuatro meses, había escuelas que seguían cerradas en el comienzo del ciclo. Las escuelas fueron abiertas, pero seguimos con problemas y lo concreto es que el gobierno nuevamente está discontinuando su presencia”.

Fuente de la Noticia:

https://www.pagina12.com.ar/193755-en-90-escuelas-de-moreno-no-hay-gas
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Ya sé que la personalización del aprendizaje mejora los resultados pero ¿cómo se hace sin morir en el intento?

España / 19 de mayo de 2019 / Autor: Ángel Fidalgo / Fuente: Innovación Educativa

 

 

 

 

Hoy ha comenzado el MOOC “Pasos básicos para un aprendizaje personalizado en el aula”. Durante el curso se realizarán actividades de aprendizaje y evaluación formales, como son el visionado de videos, lecturas recomendadas y test.

En paralelo se realizarán otro conjunto de actividades de aprendizaje y de evaluación informales como reflexiones que compartiremos en blog y en videos, creación de conocimiento y trabajo cooperativo. Hoy presentamos de forma “informal” el curso y también hoy han comenzado las actividades informales “reflexiones en el blog”.

Fuente del Artículo:

Ya sé que la personalización del aprendizaje mejora los resultados pero ¿cómo se hace sin morir en el intento?

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