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Perú: ¿Se deben incluir los ‘smartphones’ en las clases del colegio? Estos países de Sudamérica ya lo pensaron

Perú / 30 de septiembre de 2018 / Autor: Ana Bazo Reisman / Fuente: RPP Noticias

Limitan su uso solo a actividades académicas y dejan que los profesores vean en ellos una oportunidad para renovar el método de enseñanza. Perú, por su parte, aún no lo discute.

El uso de los teléfonos inteligentes escala año a año a nivel global. El promedio de incremento, al menos desde 2015, ha sido de 30 millones de nuevos usuarios conectados. Estos, al mismo tiempo, son cada vez más jóvenes. Solo en Perú, el 73% de menores entre 13 y 16 años de edad ya cuenta con un celular propio. De ellos, más del 50% se conecta con el mundo desde su pantalla móvil, según estimó Ipsos el 2017 en su informe “Perfil del adolescente, joven y adulto peruano”. Además, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la edad más temprana en la que se accede a internet en Perú a través de un smartphone es de seis años.

Esta tendencia de conexión desde el inicio de la vida escolar se repite en la mayoría de países de Europa y América, principalmente. El 3 de agosto pasado, Francia oficializó reglas frente al uso masivo de dispositivos móviles en las aulas. Se trató de la Ley Nº 2018-698, aprobada días antes por el Parlamento, que modificó el Código de Educación en ese país para prohibir el uso del smartphone a todos los infantes de Inicial y estudiantes de Primaria y Secundaria hasta los 15 años. No obstante, la medida es flexible a la utilización para fines pedagógicos y sugiere que los centros educativos y jardines consideren aquella excepción en sus reglamentos internos.

La enseñanza desde la pantalla

Algunos países de América del Sur ya han entrado al mismo debate que Francia. En Bolivia, por ejemplo, rige desde enero de 2017 la Resolución Ministerial de Educación Nº 001, que restringe el “uso arbitrario” de los teléfonos celulares tanto a alumnos como a profesores. Sin embargo, establece la posibilidad de usarlos para “procesos formativos”, siempre que estos se planifiquen y consensúen previamente entre alumnos, profesores, directores y hasta padres de familia.

“El artículo 118 de las normas de planificación y organización de la gestión educativa nos invita a utilizar el celular, pero de manera previamente planificada, organizada, para el trabajo en el aula. No nos olvidemos que el celular, más allá de tener WhatsApp, tiene Google, diccionarios, información de mano”, explicó el viceministro de Educación Regular de Bolivia, Valentín Roca, a RPP Noticias.

Al ser consultado sobre algún plan de capacitación a los maestros para que conozcan cómo implementar el uso del móvil con internet en las aulas, Roca señaló que esa disposición depende de cada centro educativo y no del Estado. La situación es distinta en la provincia de Buenos Aires, Argentina, donde la estimulación -todavía en plan piloto- viene con smartphones de regalo. Esto, después de que en 2016 el Gobierno derogara la Resolución Nº 1728, que por una década prohibió el uso de los teléfonos móviles a todos los profesores y estudiantes de la provincia.

Agustina Blanco, directora provincial de Evaluación y Planeamiento del Ministerio de Educación de Buenos Aires, señala que para fines de 2018 se planea haber repartido un kit de 20 celulares con planes de datos a más de 400 escuelas. El objetivo es medir el aprovechamiento de estos equipos -que cuentan con aplicaciones educativas incorporadas- para luego generar un sistema integrado de colegios capacitados en la conexión con el móvil. “En este programa hemos empezado las capacitaciones en abril de este año y recién dentro de un tiempo van a llegar estos celulares para medir bien durante todo el año. Estamos incorporando Geogebra, GoogleMaps, lecturas autorizadas y YouTube con sugerencias de uso pedagógico”, cuenta Blanco.

El móvil como oportunidad

En Chile no existe aún una regulación, pero ya se ha planteado en el Parlamento. El Proyecto de Ley Nº 1728-04, presentado ante la Cámara de Diputados del Congreso Nacional el 10 de mayo de 2018, propone que las aulas de Primaria y Secundaria adapten un contenedor especial para la recolección de celulares de todos los estudiantes durante el horario de clases. Sin embargo, y en la misma línea que Bolivia, abre la posibilidad de que se utilicen para actividades lectivas bajo criterio del profesor.

El Ejecutivo no ha emitido una opinión al respecto, pero Jaime Veas, exjefe de la División de Educación General del Ministerio de Educación de Chile, nos cuenta su postura. “[El uso del celular] es una tremenda oportunidad, pero es una oportunidad que no es mecánica: hay que trabajarla pedagógicamente, generar capacidades en nuestros estudiantes y en nuestros propios profesores, incluso enseñar a discernir entre la información falsa y verdadera que existe en internet”. Veas concluye que una ley sobre esto debe incorporar capacitación ardua a los maestros.

Colombia mantiene una propuesta un tanto más radical. El congresista Rodrigo Rojas presentó el 16 de agosto de 2018 el Proyecto de Ley Nº 99, que prohíbe completamente el ingreso de dispositivos de telefonía móvil a los centros educativos desde la etapa preescolar hasta la Secundaria. En entrevista con RPP Noticias, Rojas refirió que “los celulares se han convertido en un agente distractor que afecta la concentración de los niños y, por ende, su rendimiento académico”. Además, sostuvo que afectan la salud mental y física de los menores, perjudican su comportamiento social, estimulan la depresión y generan dependencia. Sin embargo, no descartó debatir sobre la utilización para fines educativos.

“La tecnología es importante. Vivimos en una sociedad digital, pero hay que saber utilizar el celular. Todos los actores involucrados pueden participar [en el debate], siempre y cuando se proteja la seguridad y salud de los niños, desarrollo integral, en entornos educativos seguros”, estimó el parlamentario colombiano.

El congresista colombiano Rodrigo Rojas presentó un proyecto de ley que busca prohibir los celulares en las aulas por sus efectos negativos en la capacidad de atención y la salud.
El congresista colombiano Rodrigo Rojas presentó un proyecto de ley que busca prohibir los celulares en las aulas por sus efectos negativos en la capacidad de atención y la salud. | Fuente:Rodrigo Rojas

Perú desestimó la discusión

Hace cinco años, el Congreso de la República del Perú tuvo en sus manos el debate. El 18 de noviembre de 2013, el congresista Johnny Cárdenas Cerrón presentó el Proyecto de Ley Nº 2945, una versión modificada de una propuesta que ya había impulsado y retirado meses atrás. Su proyecto proponía “prohibir el uso de dispositivos móviles, teléfonos celulares y similares que causen distracción durante las horas de clase” e incluso ordenaba que el Ministerio de Educación exija a todos los colegios la colocación de anuncios que remarquen la prohibición.

Cárdenas sugería sanciones para quienes infringieran la norma: desde el decomiso del celular hasta una suspensión de tres días para los estudiantes y desde la amonestación hasta la destitución para los profesores reincidentes. También destacaba una excepción “para el proceso de enseñanza-aprendizaje que se da a través de las tecnologías de la información y comunicación (TICS)”, lo cual dejaba abierto a la interpretación que el celular o el dispositivo móvil sean incluidos. Pero el planteamiento quedó olvidado y no se retomó en las siguientes legislaturas. Al menos, hasta ahora.

Johnny Cárdenas fue congresista durante el gobierno de Ollanta Humala. El 2013, firmó un proyecto de ley sobre la prohibición de los smartphones durante las horas de clase. Su iniciativa nunca llegó a debate en el Pleno del Congreso.
Johnny Cárdenas fue congresista durante el gobierno de Ollanta Humala. El 2013, firmó un proyecto de ley sobre la prohibición de los smartphones durante las horas de clase. Su iniciativa nunca llegó a debate en el Pleno del Congreso. | Fuente: Andina
Fuente de la Noticia:
https://rpp.pe/mundo/actualidad/se-deben-incluir-los-smartphones-en-las-clases-del-colegio-estos-paises-de-sudamerica-ya-lo-pensaron-noticia-1150282

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«Docentes taxi»: en Argentina un tercio de los maestros trabaja en más de una escuela

Argentina / 30 de septiembre de 2018 / Autor: Diego González / Fuente: Ámbito

En primaria, el 28% enseña en dos instituciones, y un 3% lo hace en tres o cuatro. En secundaria, el 44% de los profesores trabaja en tres o más escuelas. La condición de «profesores taxi» aún define a un alto porcentaje de los docentes en Argentina.

El 33% de los maestros de primarias de Argentina trabaja en más de una escuela y la cifra asciende al 44% en el caso de los profesores de secundaria. Los datos surgen de un informe del Observatorio Argentinos por la Educación basado en la encuesta a docentes que se realizó junto con Aprender 2016 y advierte que la situación de pluriempleo caracteriza a la profesión docente y puede tener consecuencias en la calidad educativa.

Si bien los regímenes laborales son diferentes, en primaria la organización es por turnos, mientras que en secundaria es por horas cátedra, la situación de pluriempleo afecta a los docentes por igual. Por casouno de cada 3 maestros de primaria trabaja en más de una escuela, el 28% en dos instituciones y un 3% lo hace en tres o cuatro.

«El pluriempleo de los docentes atenta contra el ejercicio profesional de su rol y la calidad de la enseñanza», sostiene Claudia Romero, directora del área de educación de la Universidad Torcuato Di Tella. Por su parte Ignacio Ibarzábal, director ejecutivo del Observatorio define que poner el foco en esta problemática «permite advertir las limitaciones del sistema educativo argentino».

Del informe surge también que la condición de «profesores taxi» sigue caracterizando a la mayoría de los docentes en secundaria, donde solo el 26% trabaja en una sola escuela. En el otro extremo, 1 de cada 10 profesores enseña en 5 o más instituciones.

Además en secundaria, el pluriempleo se ve agravado por la cantidad de cursos que tiene a su cargo cada docente. El 47% de los profesores enseña en dos, tres o cuatro cursos en la escuela por la que respondieron la encuesta Aprender. El 20% tiene a su cargo cinco, seis o siete cursos; y el 10%, ocho o más cursos dentro de esa misma institución.

Para Romero quienes peor la pasan son los profesores porque «son contratados por «horas cátedra» y se ven obligados a juntar horas en distintas escuelas para llegar a un salario que les permita vivir. Esto es más grave en las materias que tienen poca carga horaria en el currículum», completa.

Mariana Leiva, profesora de Comunicación Social, vive este escenario descripto por Romero. Trabaja en tres escuelas secundarias en Flores, Almagro y Villa Urquiza al tener pocas horas cátedra a veces pasa más tiempo en el transporte público que frente al aula.

Además del poco tiempo con los chicos también lamenta la escasa interacción con sus colegas. «Siento que me pierdo una parte de la vida institucional, no tiempo para involucrarme más con la comunidad educativa porque termino mis horas y me tengo que ir hacia otro trabajo», explica.

«Necesitamos docentes que tengan pertenencia a un proyecto institucional, que conformen equipos con sus colegas, que conozcan a sus alumnos y dialoguen con las familias», recomienda Romero. En este sentido Flavio Buccino, maestro y especialista en gestión educativa recuerda desde fines de los 70 existen proyectos orientados a cambiar el tradicional marco contractual y de desempeño laboral de los docentes (sobre todo en secundaria), pero no se ha logrado avanzar en su implementación.

«Estos datos demuestran que, 40 años después y aun habiendo existido diversas iniciativas nacionales y jurisdiccionales, lo que verdaderamente ha faltado es la decisión real de las diversas gestiones políticas para impulsar esta transformación», sentencia.

En los últimos diez años, algunas jurisdicciones avanzaron en reformas normativas en secundaria para alentar la concentración de horas de trabajo en una misma escuela: es el caso de la Ley de Profesores por Cargo (2008) de CABA.

También hubo iniciativas similares en Córdoba y Mendoza, mientras que Corrientes y Tucumán están implementando pruebas piloto en algunas escuelas, con docentes de tiempo completo o parcial. La reforma más amplia es la realizada por Río Negro, donde la nueva escuela secundaria implementada desde 2017 cambió el sistema de contratación de los docentes: se pasó de horas cátedra a cargos.

Fuente de la Noticia:
http://www.ambito.com/933312-docentes-taxi-en-argentina-un-tercio-de-los-maestros-trabaja-en-mas-de-una-escuela
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Chile: profesores anuncian paro nacional el 3 y 4 de octubre (Video)

Chile / 30 de septiembre de 2018 / Autor: teleSUR tv / Fuente: Youtube

Publicado el 25 sept. 2018

El gremio docente de Chile anunció un nuevo paro nacional para el 3 y 4 de octubre, en exigencia de la aceptación por parte del gobierno de sus demandas a favor de la educación pública.

 

 

 

Fuente: https://youtu.be/XvwZwJNvf9w

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Colombia: 39° Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Evaluación Educativa I)

Colombia / 30 de septiembre de 2018 / Autor: El Abecedario. La educación de la A a la Z / Fuente: Ivoox

Hoy en el abecedario , la educación de la A a la Z, tenemos el primer programa del ciclo de evaluación educativa. En huellas de maestros Rodrigo Jaramillo, en el palabrero se presentará una contextualización de la evaluación educativa en Colombia y en la nota informativa se destaca un artículo denominado Modelo evaluativo en Colombia: Un proceso fuera de contexto.

 

 

Fuente:

https://mx.ivoox.com/es/39-emision-el-abecedario-educacion-la-audios-mp3_rf_26314493_1.html

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Libro: «Foucault y la educación» (PDF)

Francia – España / 30 de septiembre de 2018 / Autor: Stephen J. Ball (Compilador) / Fuente: Cultura y Libros en pdf

El pensamiento de Michel FOUCAULT, tan influyente en todas las ciencias sociales, es obvio que debía resultar de interés en el ámbito de la educación. Este libro es el primero en explorar en profundidad las principales ideas y conceptos de FOUCAULT sobre las cuestiones y contextos educativos. Se argumenta en él que las instituciones escolares, al igual que las prisiones y manicomios, están preocupadas fundamentalmente por la regulación moral y social; utilizan para ello complejas tecnologías de poder y control disciplinario y se apoyan también en la arbitrariedad típica de las modernas instituciones. Las cuestiones de «poder» y «saber» se nos muestran como algo fundamental en el seno de toda institución. Los ensayos originales y desafiantes que integran este libro valoran la relevancia de la obra de FOUCAULT para la práctica educativa, y ponen de manifiesto cómo la aplicación de los análisis foucaultianos a la educación nos ayuda a comprender las peculiaridades del funcionamiento de los centros de enseñanza, al tiempo que nos permite analizar las políticas de las reformas educativas desde nuevas ópticas. En esta obra se estudian tres puntos principales: – La constitución de los modernos sistemas educativos, – El rol del discurso sobre educación en la política educativa contemporánea (especialmente el discurso de la Nueva Derecha), y – La relevancia del pensamiento de FOUCAULT en la evaluación e investigación educativa, por lo que resulta de lectura obligada para estudiantes, profesionales e investigadores de la pedagogía.

Link para la descarga:

https://noehernandezcortez.files.wordpress.com/2014/06/foucault-y-la-educacic3b3n.pdf

Fuente de la Reseña:

https://culturaylibrosenpdf.blogspot.com/2018/02/foucault-y-la-educacion-pdf.html?

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Finlandia – cómo la igualdad de oportunidades ayudó a que se convirtiera en referencia mundial en educación

Finlandia / 30 de septiembre de 2018 / Autor: BBC / Fuente: Intermedia

Los finlandeses conocieron el asfalto en la década de 1920. Hasta principios del siglo XX, lo que conocían era básicamente la pobreza.

Como contraste, cuando en 1909 la avenida Paulista se convirtió en la primera vía asfaltada en la ciudad brasileña de Sao Paulo, en Finlandia predominaba una economía agraria y sus primeros 14 km de autopista no se inaugurarían hasta 1963.

¿Cómo cambiaron estos países en los siguientes años?

Por un lado, Finlandia se transformó con un conjunto de políticas educativas y sociales que crearon uno de lo modelos más celebrados de excelencia en educación pública en el mundo.

Mientras que en Brasil, como en la mayoría de América Latina, reducir la inmensa desigualdad de oportunidades educativas entre niños que nacen en familias pobres y los de familias ricas, sigue siendo uno de los principales desafíos.

El “milagro” finlandés

El conocido milagro finlandés inició en la década de los 70 y cobró fuerza en los años 90 con una serie de reformas innovadoras.

En un lapso de 30 años, Finlandia transformó un sistema educativo mediocre e ineficaz en una incubadora de talentos que encabezó rankings mundiales de desempeño estudiantil y apalancó el nacimiento de una economía sofisticada y altamente industrializada.

Se trata, a primera vista, de un enigma: los finlandeses están haciendo exactamente lo contrario de lo que el resto del mundo hace en la eterna búsqueda de mejores resultados escolares, y está bien.

El recetario finlandés incluye reducir el número de horas de clase y limitar al mínimo los deberes de casa y las pruebas escolares.

Educadores internacionales estudian el paradójico modelo finlandés en busca de la fórmula milagrosa. Y la respuesta de los finlandeses es esta: la educación pública de alta calidad no es el resultado de políticas educativas por sí solas, sino también de políticas sociales.

“El estado de bienestar social finlandés desempeña un papel crucial para el éxito del modelo al garantizar a todos los niños oportunidades y condiciones iguales para un aprendizaje gratuito y de calidad”, dice el educador Pasi Sahlberg, uno de los creadores de las reformas políticas educativas de Finlandia en los años 90, en el libro Finish Lessons (“Lecciones Finlandesas”).

Iguales oportunidades

La preocupación por garantizar que todos los finlandeses tengan oportunidades de desarrollo iguales es visible en las instalaciones de la escuela Viikki, uno de los centros educativos de enseñanza media más importantes en la capital finlandesa, Helsinki.

Como en todas las escuelas de Finlandia, ahí se puede ver al hijo de un empresario estudiando junto al hijo de un obrero.

En el amplio comedor, se sirven a diario comidas saludables de manera abundante a los estudiantes, mientras que los servicios de atención médica y odontológica cuidan de manera gratuita la salud de los 940 alumnos.

Todo el material escolar también es gratuito. Los equipos de pedagogos y psicólogos acompañan cuidadosamente el desarrollo de cada niño para identificar problemas como dislexia y proporcionar apoyo inmediato. Y las matrículas escolares no existen.

Sahlberg destaca además el impacto del ejercicio en la enseñanza en el modelo de igualdad y justicia social creado gradualmente por los finlandeses a partir de la posguerra: salud, educación y vivienda para todos, generosos permisos de paternidad para cuidar a los niños y guarderías ampliamente subsidiadas o hasta gratuitas.

También hay una amplia y solidaria red de protección a los ciudadanos.

“La desigualdad social, la pobreza infantil y la ausencia de servicios básicos tienen un fuerte impacto negativo en el desempeño del sistema educativo de un país”, puntualiza Sahlberg.

La transformación

Hasta finales de los años 60, solo el 10% de los finlandeses había terminado la enseñanza secundaria. Las oportunidades eran limitadas y el acceso, desigual. Muchas familias no podían pagar las instituciones privadas de enseñanza y las escuelas públicas eran insuficientes.

Un diploma universitario era considerado, en ese entonces, un trofeo excepcional: solo el 7% de la población contaba con educación superior. Y en todas las áreas de aprendizaje, Finlandia era símbolo de retraso.

La historia del país, sin embargo, siempre se caracterizó por la resiliencia de su pueblo, que logró su independencia hasta 1917, después de seis siglos bajo el dominio del reino de Suecia y más de cien años como gran ducado del Imperio ruso y sus cinco zares.

En la década de los 70, la nación fue convocada a cambiar. Una educación pública estelar pasó a ser percibida como la base fundamental para la creación de un futuro menos mediocre y desarrollar el capital humano del país se convirtió en la misión primordial del Estado finlandés.

El principio de igualdad e inclusión social marcó el desarrollo de los años 70 de la nueva peruskoulu (educación obligatoria finlandesa), que abarca la enseñanza primaria y la media.

En una decisión histórica del Parlamento finlandés, todos los niños, independientemente de contexto socioeconómico o domicilio, pasaron a tener acceso igualitario y gratuito a escuelas de calidad para cumplir los nueve años de educación básica.

El siguiente paso fundamental fue una valoración sin precedentes del profesor.

Finlandia lanzó programas de formación de excelencia para el magisterio en las universidades del país. Creó condiciones notables de trabajo y amplia autonomía para tomar decisiones en las escuelas, pagando razonablemente bien a sus profesores.

La profesión de maestro se convirtió en una de las favoritas entre los jóvenes finlandeses, por encima de las profesiones en medicina, derecho y arquitectura.

Participación de la sociedad

En los años 90, el país anunció una nueva revolución de la enseñanza.

Las asociaciones de profesores, políticos, padres, miembros de la academia y diferentes sectores de la sociedad fueron llamados a participar en la creación de dos nuevos y revolucionarios paradigmas de la educación en el país.

rechazaron la fórmula convencional aplicada en la mayor parte del mundo como receta para mejorar el desempeño escolar.

“Fue particularmente significativo el papel que desempeñaron varias organizaciones de la sociedad civil”, destaca Sahlberg, quien también fue uno de los consejeros del Ministerio de Educación finlandés en los años 90.

La transformación del sistema fue profunda. Y rápida. Como resultado, a finales de la década de los 90 la peruskoulu finlandesa se convirtió en líder mundial en matemáticas, ciencia e interpretación.

Los primeros resultados del Programa Internacional de Evaluación a Alumnos (PISA por sus siglas en inglés), publicados en 2001, sorprendieron a los propios finlandeses: en todos los ámbitos académicos, Finlandia empezó en la cima del ranking mundial.

Y permanece hasta hoy entre los más destacados miembros del club.

 

Finlandia dice haber aprendido una lección: las políticas de educación efectivas deben ir de la mano con políticas sociales.

“Las personas en Finlandia tienen un profundo sentido de responsabilidad compartida sobre la importancia no solo de la vida propia, sino del bienestar de los demás”, observa Sahlberg en su libro Finish lessons.

“Los cuidados al bienestar del niño comienzan antes del nacimiento y se extienden hasta la edad adulta. Las guarderías públicas son un derecho garantizado para todos los niños, quienes también tienen acceso igualitario a todo tipo de servicio básico. La educación se considera en nuestro país se considera un bien público. Y es, por lo tanto, protegida en la constitución del país como un derecho humano básico”, añade.

La inversión finlandesa en la educación también se considera uno de los motores centrales del desarrollo económico y para poner fin a la pobreza en el país.

Ciudadanos altamente capacitados han aprovechado el crecimiento de la producción y la transformación de Finlandia en uno de los principales polos de innovación y tecnología en el mundo con el nacimiento de empresas como el gigante de las telecomunicaciones Nokia.

Y las políticas educativas crecieron al lado de las políticas sociales.

Igualdad desde la cuna

La vasta red de beneficios sociales en Finlandia es el resultado de la construcción, a partir de los años 70, de un generoso Estado de Bienestar social, financiado por una de las más altas cargas tributarias en el mundo.

La tasa de impuestos sobre la renta individual en el país es hoy del 51.6%, lo que no impidió a Finlandia aparecer este año en la cima del ranking de los países más felices del mundo elaborado por la ONU (World Happiness Report).

Pero ya desde finales de los años 30, Finlandia ofrece a todas las mujeres embarazadas un kit de maternidad con unas 50 cosas básicas para el bebé. El objetivo del regalo es proporcionar a todos un comienzo de vida igual, independientemente de clase social.

Además, cuando un niño nace en Finlandia, la madre tiene derecho a 105 días hábiles de permiso de maternidad. El padre recibe otros 54 días de licencia. Y las parejas pueden dividir entre sí un periodo adicional de más de cinco meses de permiso parental.

Esto significa que la mayoría de los niños finlandeses pueden tener la atención de sus padres en casa durante el primer año de vida.

Después del periodo de permiso de paternidad, uno de los padres tiene derecho a permanecer en casa con el niño, si así lo prefiere, y recibir un apoyo de cerca de 450 euros al mes (US$525). En estos casos, el padre o la madre podrán volver al mismo empleo que tenían antes hasta que el niño cumpla 3 años de edad.

Los padres tienen todavía la opción de regresar al trabajo, pero con carga horaria reducida, y obtener un apoyo parcial del Estado.

La mayoría de los padres y madres regresan eventualmente al trabajo, y cuando deciden hacerlo, el Estado ofrece una red de guarderías especializadas y altamente subsidiadas para cuidar de los niños.

Por ley, todos los niños de 0 a 6 años tienen derecho a un lugar en la guardería, ya sea tiempo parcial o completo. Las tasas varían de acuerdo con la renta de los padres y la zona en la que reside la familia. El valor máximo de la mensualidad es actualmente de 290 euros (cerca de US$338).

Para familias de menores ingresos, las guarderías son gratuitas.

Gratis hasta el final

Al cumplir los 6 años, todos los niños finlandeses tienen derecho a la educación preescolar, que es completamente gratuita. El objetivo de los centros preescolares es proporcionar a cada niño el aprendizaje de habilidades y conocimientos básicos, con el fin de prepararlos para la vida escolar.

Con el acceso gratuito a universidades e instituciones de enseñanza técnica y profesional, la educación de nivel superior también ha sido una oportunidad de igual acceso para todos. La educación en Finlandia es gratuita para todos, desde el preescolar hasta el doctorado.

Las estadísticas apuntan al éxito de la fórmula de aliar políticas educativas con políticas sociales, dice Sahberg.

“Las sociedades igualitarias tienen ciudadanos con el grado de educación más elevado, raros casos de evasión escolar, menores tasas de obesidad, mejores indicadores de salud mental e índices más reducidos de embarazos adolescentes, en relación con los países en los que la brecha entre ricos y pobres es mayor”, enfatiza el educador finlandés.

Innovar, siempre, es importante, enseñan los finlandeses. Ya en los años 90, la reforma educativa conducida por Finlandia sorprendió al mundo académico con una teoría paradójica, que probaría ser visionaria.

Paradoja 1: Los alumnos aprenden más cuando los profesores enseñan menos

La experiencia finlandesa desafía la lógica convencional, que prescribe más horas de clase y mayor cantidad de lecciones en casa como fórmula para impulsar el desempeño estudiantil.

Los días son más cortos en las escuelas de Finlandia, con menos horas de claseque en todas las demás naciones industrializadas, según estadísticas de la OCDE, organización que reúne a los países más ricos del mundo.

“Es importante que los niños tengan tiempo para ser niños“, dijo la profesora Erja Schunk, de la escuela Viikki, situada en un campus de la Universidad de Helsinki. “Lo más importante es la calidad del tiempo en el aula, y no la cantidad”.

En los Estados Unidos, un profesor pasa aproximadamente el doble del tiempo enseñando en el aula por semana, en comparación con un profesor finlandés.

“Dar seis horas de clase al día es una tarea ardua, que deja a los profesores demasiado cansados para dedicarse a otras tareas importantes para el trabajo de un educador, cómo planificar, renovarse y dar atención cuidadosa al alumno”, dice Sahlberg.

En una típica escuela finlandesa, los profesores dan unas cuatro clases al día.

“La preocupación central de la escuela finlandesa no es alcanzar récords de desempeño escolar, sino ayudar a desarrollar las aptitudes de un niño para formar individuos capaces de vivir vidas felices, dentro y fuera del trabajo”, añade Sahlberg.

Los profesores finlandeses tampoco creen que aumentar la carga de tareas a los estudiantes lleve necesariamente a un mejor aprendizaje, especialmente si las lecciones son tediosos ejercicios que no desafían la capacidad creativa del alumno.

Según estadísticas de la OCDE, los estudiantes finlandeses pasan menos tiempo haciendo tareas que los estudiantes de todos los demás países: cerca de media hora al día.

“Los alumnos aprenden lo que necesitan saber en el aula, y muchos hacen el deber de casa aquí mismo, en la propia escuela, así que tienen tiempo para convivir con sus amigos y dedicarse a las cosas que les gusta hacer fuera de la escuela, lo que también es importante “, dijo el profesor Martti Mery en la escuela Viikki.

En la fase preescolar, la prioridad es desarrollar la autoconfianza de los niños. Los días en la escuela se cumplen con tareas como aprender a orientarse sin compañía en un bosque, o atar solos sus patines de hielo.

Paradoja 2: Los alumnos aprenden más cuando tienen menos exámenes y evaluaciones

Los estudiantes finlandeses no necesitan preocuparse por evaluaciones: su sistema educativo no cree en la eficacia de una alta frecuencia de exámenes, por lo que se aplican con poca regularidad.

A pesar de eso, Finlandia brilla en los rankings globales de educación, al lado de los países con mejor desempeño escolar del mundo.

¿Milagro? La filosofía finlandesa es que el objetivo principal de los profesores debe ser ayudar a los alumnos a aprender sin ansiedad, a crear y desarrollar la curiosidad natural, y no simplemente a pasar evaluaciones.

“La presión del modelo tradicional de enseñanza trae consecuencias dramáticas para los alumnos, como el miedo, el aburrimiento y el temor a correr riesgos”, afirma el educador Sahlberg.

Los informes del PISA indican que sólo el 7% de los alumnos finlandeses se siente ansioso al estudiar matemáticas. Mientras tanto, en el rígido sistema de enseñanza de Japón, que ostenta altos niveles de desempeño escolar, se registran récords de suicidio entre estudiantes, con un índice que llega al 52%.

Y en las aulas de la escuela Viikki, el ambiente es tranquilo y relajado. No hay uniformes escolares, y los alumnos estudian descalzos – reflejando el clima de las casas escandinavas, donde nadie usa zapatos.

La escuela primaria es prácticamente un periodo libre de evaluaciones. Con el fin de evitar que los niños se clasifiquen de acuerdo con su rendimiento, el sistema finlandés virtualmente abolió la evaluación por notas escolares en los cinco primeros años de la peruskoulu.

En los años siguientes, la evaluación se realiza con base en pruebas elaboradas por el profesor y en el desempeño del alumno en el aula, además de una amplia evaluación de cada estudiante realizada colectivamente por los profesores al final de cada semestre.

Los que necesitan mayor asistencia en la enseñanza reciben atención particular: la filosofía finlandesa aprecia la creencia de que todos los niños tienen el potencial de aprender, si tienen apoyo y oportunidades adecuadas.

El magisterio en Finlandia se convirtió además en una carrera de prestigio.

Cada primavera, miles de jóvenes solicitan un espacio para estudiar en los departamentos de formación de profesores de las universidades de Finlandia.

Pero sólo los mejores y más preparados estudiantes pueden convertirse en profesores: en el exigente sistema finlandés, sólo cerca del 10% de los candidatos suelen ser aprobados para cursar la maestría obligatoria en la universidad.

El grado de maestría se ha convertido en el requisito básico y obligatorio de un profesor para poder enseñar en las escuelas finlandesas, incluso para la educación preescolar.

Y las innovaciones continúan: el currículo escolar adoptado en 2016 creó, por ejemplo, la enseñanza basada en fenómenos o proyectos, que actualiza la tradicional división por materias y da más espacio para que determinados temas (como la Segunda Guerra Mundial) sean trabajados conjuntamente por profesores de diferentes disciplinas.

Todos los aspectos detrás del éxito finlandés parecen ser, por lo tanto, lo opuesto de lo que se hace en la mayor parte del mundo, donde la competencia, la alta carga de pruebas y clases, la uniformidad de la enseñanza y la privatización son por regla general los principios dominantes.

“Ejercer controles rígidos sobre las escuelas y los alumnos, pagar a los profesores en base al desempeño de los estudiantes, entregar el liderazgo de las escuelas a especialistas en gestión o convertir escuelas públicas en privadas son ideas que no tienen lugar en el repertorio finlandés de desarrollo de la educación” , dice el educador Sahlberg.

Sahlberg resume así el pensamiento finlandés sobre la educación pública de calidad:

“Es una obligación moral, pues el bienestar y en última instancia la felicidad de un individuo depende del conocimiento, de las aptitudes y de las visiones del mundo que son proporcionadas por una educación de calidad. Es también un imperativo económico, ya que la riqueza de las naciones depende cada vez más de las habilidades y el conocimiento”.

Fuente de la Noticia:

FINLANDIA – CÓMO LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES AYUDÓ A QUE SE CONVIRTIERA EN REFERENCIA MUNDIAL EN EDUCACIÓN

ove/mahv

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