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El parentesco de todas las almas del pueblo negro

Reseñas/África/Noviembre 2020/elpais.com

¿Qué significó la esclavitud para el africano? Se lo pregunta el sociólogo W.E.B. Du Bois en esta obra fundacional del pensamiento sobre la negritud, publicada en EEUU en 1903, que acaba de editarse en castellano

“De cuando en cuando, la asistencia a la escuela menguaba y yo salía de paseo a descubrir las razones”, escribe W.E.B. Du Bois en Las almas del pueblo negro, acerca de su experiencia como maestro de escuela en las montañas de Tennessee (EE.UU.), a finales del siglo XIX. Entonces, descubría cuánto necesitaban aquellas familias a sus niños en la época de cosechas, incluso para cuidar a los hermanitos menores. “Pero los mandaremos de nuevo la semana que viene”, le contestaban, cuando el profesor pasaba a interesarse por las ausencias.

Las almas del pueblo negro, que acaba de editarse en castellano (publicado por Capitán Swing), es un libro fundacional de la negritud, escrito por el sociólogo, historiador y activista por los derechos civiles, en 1903, como recopilación de las luchas de un siglo sangriento en el que los países americanos abolieron la esclavitud pero, a cambio, enviaron a sus ciudadanos afroamericanos a las primeras líneas de los frentes de guerra. Esta obra señalaba, además, el amanecer de un siglo en que el panafricanismo abriría paso a nuevas reflexiones. Porque África no había quedado en África, sino que ahora era parte del mundo entero.

“Para la mayoría de aquellos para los que la esclavitud era una vaga remembranza de la niñez, el mundo era algo enigmático: poco les pedía el mundo a ellos, por lo que ellos respondían con poco; sin embargo, el mundo se burlaba de lo que ellos ofrecían”, escribe Du Bois, en un pasaje de memorias titulado Del significado del progreso. Aquel desarraigo de los descendientes de esclavos que describía Du Bois alcanzaba a Norteamérica, tan lejos y tan cerca de África, y parece haber surcado todo el siglo XX como la gran paradoja de los africanos de la diáspora.

Y quizá esa sea la carga que buscaron aligerar los intelectuales que, en Europa, guiaron los movimientos panafricanistas, desde Aimé Cesaire y Léopold Sédar Senghor hasta los dirigentes de la gran ola contra la segregación racial y el poder negro de los años sesenta, en el resto del planeta. Entre ellos, algunos Panteras Negras, que terminaron viviendo y muriendo en el continente de sus antepasados, como fue el caso de Stokely Carmichael, que nació en Trinidad y Tobago (en 1941), se crio y estudió en la universidad de Washington, y luego pasó casi toda su vida adulta en Guinea Conakry, como alumno del ghanés Kwame Nkrumah y como asesor del presidente Ahmed Sekou Touré.

De ahí el valor de repasar las almas del pueblo negro que nutrieron trayectorias de vida a ambos lados del Atlántico y al norte y el sur del Mediterráneo. Esta obra de un norteamericano sobre Norteamérica, que arranca con la pregunta “¿qué se siente cuando se es un problema?”, permite surcar los océanos en otros barcos: “[Un negro americano] no querría blanquear su alma negra en una oleada de americanismo blanco, pues sabe que la sangre negra tiene un mensaje para el mundo”.

El doble rasero

Du Bois habla de la «doble consciencia»: “Es una sensación peculiar, esa sensación de mirarse siempre a uno mismo a través de los ojos de los otros, de medir la propia alma con el baremo de un mundo que observa con desdén jovial y con lástima. Uno siempre siente esa dualidad: un americano, un negro; dos almas, dos formas de pensar, dos luchas irreconciliables; dos ideales en combate en un cuerpo oscuro, cuya fuerza obstinada es lo único que le impide romperse en pedazos”.

La doble consciencia parece una consecuencia del doble rasero social que no dejan de sufrir algunos sectores de la población, según pasan las décadas. Sin embargo, Du Bois quiere examinarlo, a fondo, en primera persona: “La historia del negro americano es la historia de esta contienda, de ese anhelo por alcanzar una madurez consciente, por fundir ese doble ser en uno mejor y más verdadero”.

La abolición de la esclavitud fue la llave de la primera puerta, pero tras esa, los pensadores y los activistas encontraron muchas otras puertas cerradas: “Trabajo, cultura, libertad, todo esto nos hace falta, no por separado, sino de forma conjunta, no sucesivamente sino al mismo tiempo (…) El problema negro no es más que una prueba concreta de los principios subyacentes a la gran república, y la lucha espiritual de los hijos de los libertos representa el duro trabajo de unas almas cuya carga casi sobrepasa los límites de sus fuerzas, pero que la soportan en nombre de una raza histórica, en nombre de esta tierra, la tierra de los padres de sus padres, y en nombre de la oportunidad humana”.

La barrera de color

Du Bois revisa las preguntas de antes y después de la cruenta contienda civil norteamericana, cuando los esclavos fugitivos eran tratados como contrabando de guerra (se los entregaban a los dueños en cuanto estos los iban a buscar), hasta describir el momento en que la Casa Blanca los emancipó para convertirlos en trabajadores. Narra los experimentos sociales del XIX, la iracundia de los blancos y sus acciones ante los sesgados tribunales de Justicia, así como el naufragio de la llamada Oficina de los Libertos. Como si no tuviera más de un siglo de antigüedad, en el libro se lee que hay zonas en las que el destino de la población es la muerte o la cárcel, ante lo que Du Bois anticipa: “El problema del siglo XX es la barrera de color”.

La actualidad de Las almas del pueblo negro radica en la profundidad con la que Du Bois aborda asuntos tan ligados entre sí como la educación y su contracara, la alienación del delito. Parece un ensayo de hoy cuando enfatiza en la necesidad de una sólida red de escuelas públicas con igualdad de acceso y en su certera definición de la función de la universidad: “No es simplemente enseñar a ganarse el pan, proporcionar maestros a las escuelas públicas o ser un centro de reunión social; ha de ser, ante todo, el órgano de ese ajuste armónico entre la vida real y un conocimiento de la vida cada vez mayor, un ajuste que constituye el secreto de la civilización”. Esto reflexiona mientras él mismo viaja en el vagón Jim Crow, el de los segregados.

El espíritu del panafricanismo

“¿Qué significó la esclavitud para el africano?”, se pregunta Du Bois. Y continúa: “¿Qué juicio le merecían el bien y el mal, Dios y el diablo? ¿Adónde fueron sus ansias y sus esfuerzos y, por lo tanto, dónde se ubicaban sus dolencias y sus desilusiones”. Entonces nos invita a leer la impotencia frente al látigo, sin sobreactuar pena alguna, sino explicando la hondura del flagelo que llevó a los esclavos a tener una vida espiritual tan poblada, llena de música, guiada por el carismático predicador y, por lo tanto, incitando a los investigadores sociales a indagar sin prejuicios en el sentimiento religioso, las idolatrías y sus catarsis: “La música de la religión negra es esa quejumbrosa melodía rítmica de emotivas cadencias menores que, a pesar de la caricatura y la profanación, sigue siendo la expresión más original y hermosa de la vida y las fatigas humanas nacida hasta ahora en suelo norteamericano”.

Por último, Du Bois explicita el deseo de que “broten” de su libro “pensamientos vigorosos y acciones sensatas”. Justamente, la imagen que ilustra estas líneas forma parte de uno de esos brotes, en este caso, artístico, gracias a la inspiración del pintor marfileño Roméo Mivekannin, que expone, en estos días, su serie titulada Las almas del pueblo negro, en la galería Cecilie Fakhoury de Abiyán (Costa de Marfil), y de la que daremos cuenta en este mismo espacio.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/10/28/africa_no_es_un_pais/1603905538_517123.html

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Juan Salvador Gaviota: Volar y vivir, conocer y amar

Juan Salvador Gaviota: Volar y vivir, conocer y amar

Una llamada a la autenticidad, a descubrir en nuestro interior la invitación a la excelencia.

Richard Bach (1936) es conocido fundamentalmente por la célebre Juan Salvador Gaviota (Jonathan Livingston Seagull: a story, 1970), novela en la que funde exitosamente las ideas de vuelo y vida.

Vivir es volar. Volar como todos, como cualquiera de la bandada, es vivir mediocremente. Es un mensaje que caló hondamente y obtuvo amplio eco. Porque es una llamada a la autenticidad, a descubrir en nuestro interior la invitación a la excelencia.

La obra, ágil, breve, de fácil lectura, está estructurada en tres partes.

En la primera parte se nos presenta al personaje protagonista, cuyo nombre da título a la novela. Pronto averiguamos que «no era un pájaro cualquiera» ya que mientras que «para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer», esta gaviota singular quiere alcanzar la perfección en el vuelo. Ahí encuentra el sentido de la vida y la belleza de la existencia.

Intenta transmitir ese gozo puro al resto de la bandada. Pero ellos no quieren volar. Quieren comer. Nada más. Acaban expulsándolo: «pasó el resto de sus días solo, pero voló mucho más allá de los lejanos acantilados».

Lo peculiar de la novela radica en lo que narra en las partes segunda y tercera.

Tras lograr activamente el máximo nivel, vinieron por él. Descubre entonces que hay distintos niveles de existencia. Él pertenece a una bandada de orden superior, celestial. Ese parece su lugar, esa parece su bandada, esos parecen sus hermanos “auténticos”.

En este plano tiene hasta un instructor (Rafael, en la versión española). Le adiestra, le anima y le informa de que hay una serie de mundos, cada uno de orden superior, y «elegimos nuestro mundo venidero mediante lo que hemos aprendido en este. No aprendas nada y el próximo mundo será igual que éste, con las mismas limitaciones y pesos de plomo que superar».

Más adelante encuentra una gaviota inmensamente sabia, Chiang, de quien recibe numerosas revelaciones. Por ejemplo: el cuerpo «no es más que pensamiento puro; nothing more than thought itself». De ahí que vivir más plenamente es entender más. Progresar es comprender: «¡Olvídate de la fe! […] Tú no necesitaste fe para volar, lo que necesitaste fue comprender lo que era el vuelo».
Al plantear así la perfección surge, entre otros, el problema del final del proceso. Y se trata de lo más complicado, «lo más difícil, lo más colosal, lo más divertido de todo […] comprender el significado de la bondad y el amor».

Hay una intuición fuerte en ese sentido: la cumbre de la perfección es el amor. Así, las últimas palabras de Chiang son: «Juan, sigue trabajando en el amor». Seguir trabajando el amor equivale a descubrir que su misión es volver a la primera bandada y animarles a progresar o, lo que es lo mismo, convertirse él mismo en instructor. Su soledad, cuando fue expulsado, se debió a que no entendió que la felicidad obtenida con la perfección no se acababa en él sino que, como dicen los clásicos, bonum diffusivum sui: lo bueno ha de darse, comunicarse. Y algo de esto es el amor.
Juan desciende a la primera bandada y allí encuentra otras gaviotas inadaptadas. Las instruye, encuentra dificultades, traiciones, adhesiones. Y cura enfermos. Y resucita muertos. Y hace discípulos que serán, a su vez, nuevos adiestradores.

Hay una cuestión lingüística de la versión española que me parece digna de destacar. Los nombres de varios personajes importantes son vertidos de un modo un tanto peculiar. Así, Jonathan Livingston pasa a ser Juan Salvador (!!!), con lo que queda alterado el título mismo (no ocurre así en las versiones francesa, italiana o alemana: Jonathan Livingston le goéland; Il gabbiano Jonathan Livingston; Die Möwe Jonathan); el instructor “celestial” pasa de ser Sullivan a Rafael; y el primer discípulo “terrestre” pasa de Fletcher Lynd a Pedro Pablo. Hay varios ejemplos más de este tipo de traducción “creativa”. ¿Es fruto del azar o un intento de acercar a Juan Salvador con Jesucristo, a su instructor celestial con el ángel Rafael y a su discípulo con S. Pedro?

En otro orden de cosas, subrayemos que el proceso de perfeccionamiento es un proceso cognoscitivo, de comprensión creciente. Y, por eso mismo, al percibir que lo máximo es el amor, se produce una paradoja: en la cumbre del (auto)conocimiento nos encontraríamos con algo no cognoscitivo sino del espectro volitivo-afectivo.

Tras una jerarquía de mundos, se descubre que lo máximo no consiste en seguir autoperfeccionándose para apartarse de la manada. Lo máximo es comprender que «Cada uno de nosotros es en verdad una idea de la Gran Gaviota, una idea ilimitada de la libertad […] y el vuelo de alta precisión es un paso hacia la expresión de nuestra verdadera naturaleza». Y amarlas es comprender, «practicar y llegar a ver la verdadera gaviota, ver el bien que hay en cada una y ayudarles a que lo vean en sí misma. Eso es lo que quiero decir por amar».

En definitiva, en la primera parte logra ilusionar con la idea de buscar la propia plenitud. En la segunda, nos quita la urgencia por alcanzar la perfección ya que sostiene que lo que no hagamos en esta vida nos esperará indefinidamente en sucesivas vidas.

El proceso hacia la plenitud es un proceso de comprensión. Por eso, en la tercera parte se constata que el amor (plenitud) es difícil: porque es complejo (no imposible) llegar al amor desde el conocimiento. La cumbre del conocimiento es un concepto (en la novela, la idea de la Gran Gaviota) y, por tanto, algo que no puede ser amado (de hecho, en la obra no se ama a la Gran Gaviota sino a su imagen, su reflejo, en las gaviotas de la bandada): nadie reza a un concepto, que decía Wilamowitz.

Ese amor, difícil porque sólo es posible tras la comprensión, viene al final. Y sólo es posible el amor del que es perfecto y superior (el que ya ha comprendido) hacia el inferior; no del niño al padre, porque el niño no sabe.

Esta dificultad no es nueva en la historia. Si lo supremo (la Gran Gaviota o Dios mismo) es sabiduría, entonces nuestra comprensión siempre será imperfecta, sólo cabría una especie de teología negativa. Si, por el contrario, Dios es amor, entonces la actitud correcta, la vía de plenitud no excluye ni exige la comprensión ya que estriba en la veneración amorosa, en la adoración reverente.

Así el amor, la libertad, la plenitud, se hace accesible a todos. Incluso, más accesible a los niños y gente sencilla que a los eruditos.

Desarga el libro en este enlace: https://www.forodeliteratura.com/biblioteca/datos/bachrichard/gaviota.pdf

 

Fuente de la Información: https://es.aleteia.org/2020/11/01/juan-salvador-gaviota-volar-y-vivir-conocer-y-amar/

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Devolver la mitad del planeta a la naturaleza, la solución climática más económica

Devolver la mitad del planeta a la naturaleza, la solución climática más económica

Entrevista a Eric Dinerstein

En septiembre, las Naciones Unidas publicaron un informe acusando a los líderes mundiales por no detener el colapso de la biodiversidad. A pesar de establecer objetivos ambiciosos en 2010 para proteger ecosistemas en peligro de extinción, hemos perdido un devastador 68 por ciento de especies desde 1970.

Esta no es solo una mala noticia para la vida silvestre, es mala para los humanos. Sin diversas especies de aves, reptiles, mamíferos y las tierras que habitan, la humanidad corre el riesgo de perder los ecosistemas que regulan nuestro clima, nos brindan un amortiguador para prevenir pandemias, proporcionan recursos naturales vitales y mantienen limpios el aire y el agua.

La solución es proteger el hábitat: específicamente, el 50,4 por ciento de la tierra de la tierra, según el equipo de científicos dirigido por Eric Dinerstein, científico de vida silvestre y director de la organización de nvestigación RESOLVE. Eso es un aumento importante del 15,1 por ciento de la superficie terrestre actualmente protegida.

Ex científico jefe del Fondo Mundial para la Naturaleza (sí, el que tiene el logo del panda), Dinerstein ayudó a crear los protocolos de conservación que protegen algunos de los espacios naturales más queridos del mundo, desde las Galápagos hasta el Himalaya. Su llamado a la acción más reciente es una colaboración entre RESOLVE, la Universidad de Minnesota, la Universidad Estatal de Arizona y Globaïa, una organización sin fines de lucro de arte y ciencia. Llamado ” Red de seguridad global“, el informe no es el primero para pedir la conservación y regeneración de la mitad del mundo. Pero va un paso más allá. Los investigadores identificaron las áreas terrestres exactas que deben protegerse para evitar el colapso climático y estimaron el almacenamiento potencial de carbono para cada región. La aplicación Global Safety Net presenta un mapa interactivo de esas áreas, realizado en asociación con Google Earth Engine.

Aquí, Dinerstein habla sobre cómo los movimientos por el clima y la conservación pueden unir fuerzas, y por qué salvar la mitad de nuestra tierra significa salvar el mundo. Sus comentarios han sido editados para mayor claridad y extensión.

PEl cambio climático y la pérdida de biodiversidad son sin duda problemas enormes. ¿Cómo conectamos mejor las soluciones?

R. Por naturaleza, los seres humanos compartimentamos. Las personas que saben más sobre la ciencia del clima son a menudo científicos atmosféricos que no estudian la ciencia de la biodiversidad más allá de la escuela de posgrado. Del mismo modo, no hay muchos científicos de la biodiversidad que tengan una comprensión realmente fundamental de la ciencia atmosférica. Y las instituciones los separan aún más. Las Naciones Unidas tienen una agencia para el cambio climático y otra para la biodiversidad, y las dos no interactúan. Pero estas amenazas existenciales son interdependientes.

Acerquémonos a la selva amazónica como ejemplo. A medida que aumentan las temperaturas y la atmósfera se seca, muchas de esas áreas increíblemente ricas en biodiversidad vuelven a las sabanas. Los árboles que están adaptados a las condiciones de la selva húmeda son empujados más allá de sus límites fisiológicos y croan, creando biomasa como combustible para incendios forestales y destruyendo hábitats para la vida silvestre. Y en lugar de extraer dióxido de carbono del aire, los árboles en llamas ahora lo están bombeando de regreso a la atmósfera, acelerando la crisis climática.

Los científicos del clima y los científicos de la biodiversidad deben unirse para formar un campo de “ciencias de la tierra” en el verdadero sentido de la palabra. Es la única posibilidad de salvar vida en la Tierra.

PGlobal Safety Net pide proteger la mitad de la tierra del mundo. ¿Cómo llegamos a ese objetivo?

R. Afortunadamente, alrededor del 50 por ciento de la superficie de la Tierra todavía se considera intacta, semi-intacta o ligeramente degradada, lo que significa que la tierra ha perdido algo, pero no toda su salud y productividad. Entonces, hay suficiente tierra que no se superpone con las poblaciones humanas disponibles para la preservación, y la propuesta de la red de seguridad elige deliberadamente no cruzarse con la agricultura existente y el entorno construido. El quince por ciento de la Tierra ya está protegida. Un 12 por ciento adicional de la Tierra está habitada por pueblos indígenas, que son expertos en biodiversidad. Si les damos oficialmente la tenencia de la tierra y honramos su derecho a administrar esos ecosistemas- y en su poder de toma de decisiones nos permiten designar esa tierra como parte de la Red de Seguridad Global – entonces el total de regiones protegidas alcanzaría el 27 por ciento. Todo lo que tenemos que hacer es reservar otro 23 por ciento, y podemos llegar allí. Solo mire COVID-19, y cómo el comportamiento de la sociedad puede cambiar en un centavo si es necesario. Solo debemos reconocer que debemos tomar ciertas medidas para conservar nuestra especie y conservar nuestra salud pública.

P. ¿Qué pasa con la agricultura? ¿Dejará eso suficiente tierra para crecer?

R. La verdad es que el mundo estaba produciendo suficientes alimentos en 2015 para alimentar a 10 mil millones de personas, es decir, 2,2 mil millones de personas más de las que tenemos en la Tierra hoy. El sistema alimentario internacional está lleno de mala gestión y desperdicio. El treinta y siete por ciento de la superficie mundial se dedica a la agricultura intensiva, pero el 77 por ciento de esa tierra se utiliza para cultivar cultivos para alimentar al ganado. Si las sociedades occidentales industrializadas dejaran de comer tanta carne y dedicáramos tierras en cada continente para cultivar y alimentar a las personas localmente, en lugar de enviarlas al extranjero, podríamos reducir el desperdicio de alimentos y acabar con el hambre. No necesitamos más tierra, tenemos que arreglar nuestro sistema alimentario roto.

P. ¿Qué hacemos con esa tierra una vez que se conserva? ¿Y cómo va a luchar realmente contra el cambio climático?

R. Tenemos que reducir el dióxido de carbono para evitar las peores consecuencias de la crisis climática, y podemos hacerlo mediante la restauración. Una vez que se conserva la tierra, debemos recrear ecosistemas dañados a lo largo de los ríos y montaña arriba y abajo para permitir que los mamíferos más grandes como los tigres migren entre hábitats. Eso implica replantar de manera experta árboles chupadores de carbono y otras plantas nativas. En el proceso, podríamos emplear a cientos de millones de personas, lo que se necesita desesperadamente durante la actual crisis económica.

Todo esto debe hacerse en combinación con una moratoria sobre la deforestación para 2040 y una transición a energía 100% renovable para 2050. Si juntamos estas tres piezas, tendremos un camino seguro hacia una biosfera sostenible sin tener que inventar nuevas tecnologías. . Tenemos las herramientas a nuestra disposición si lo hacemos.

P. Algunos de nuestros líderes mundiales ni siquiera pueden admitir que el cambio climático es real. ¿Cómo podemos hacer que se comprometan con esto cuando tenemos serios problemas humanos, como una pandemia?

R. Bueno, las pandemias ocurren como resultado directo de la pérdida de biodiversidad. Ha habido varios casos de transmisión zoonótica de enfermedades, o virus que saltan de las poblaciones de vida silvestre a los humanos, en los últimos dos siglos. Los científicos predicen que es probable que la próxima pandemia provenga del Amazonas. A medida que despejamos más bosque tropical, nos exponemos al bosque interior y a los animales que viven allí. Al mantener intactos estos bosques y estos hábitats, estamos creando una vacuna natural para el próximo coronavirus.

Los países más críticos para la red de seguridad son EE.UU, India, Rusia, China y Brasil. Por lo general, esos gobiernos no simpatizan con los problemas ambientales. Pero observe qué tan rápido está cambiando el status quo. El gobernador Newsom de California, la quinta economía más grande del mundo, firmó una orden ejecutiva que elimina los automóviles de gasolina para 2035. Necesitamos cambios más dramáticos como ese en los sectores de conservación y clima que nos pondrán en el camino correcto, y yo creo que es completamente posible.

Y a pesar de lo que puedan decir esos líderes, la conservación está dentro del presupuesto mundial. El costo de ejecutar la red de seguridad es de entre $ 100 y $ 150 mil millones al año, que es una fracción de lo que los gobiernos del mundo están gastando en el alivio de la pandemia. Y el financiamiento no será tan costoso en comparación con la lucha contra futuras pandemias o lidiar con lo peor del colapso climático, como el aumento del nivel del mar o el tipo de incendios que estamos viendo ahora, que solo se volverán más comunes.

Si esos puntos no convencen a nuestros líderes actuales, entonces votaremos por nuevos líderes, personas influyentes carismáticas que pueden ayudar a influir en la opinión pública, que realmente comprenden la profundidad del problema y están dispuestos a tomar medidas drásticas.

Por Brianna Baker. Artículo en inglés

Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/biodiversidad/devolver-medio-planeta-a-la-naturaleza/

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El saber indígena africano defiende el bosque

Reseñas/Octubre 2020/elpais.com

El impenetrable bosque Bwindi en Uganda, hogar del pueblo batwa, alberga un ecosistema único y la población más grande del mundo de gorilas de montaña. Pero la biodiversidad de la región y sus habitantes están amenazados por el cultivo intensivo del té y por el cambio climático

  • Un vistazo a las colinas sembradas de té, cerca de las montañas del Parque Nacional Bwindi. En algunas zonas, el ecosistema de los gorilas de montaña está amenazado por la expansión de las plantaciones intensivas.
    1Un vistazo a las colinas sembradas de té, cerca de las montañas del Parque Nacional Bwindi. En algunas zonas, el ecosistema de los gorilas de montaña está amenazado por la expansión de las plantaciones intensivas.
  • Tina Katushabe es fundadora de un proyecto de empoderamiento, educación y conservación llamado Change A LIFE, en la plantación de té junto al bosque impenetrable de Bwindi, amenazado por la deforestación que causa el cultivo intensivo de esta planta.
    2Tina Katushabe es fundadora de un proyecto de empoderamiento, educación y conservación llamado Change A LIFE, en la plantación de té junto al bosque impenetrable de Bwindi, amenazado por la deforestación que causa el cultivo intensivo de esta planta.
  • Camino dentro del bosque impenetrable de Bwindi. El parque fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.
    3Camino dentro del bosque impenetrable de Bwindi. El parque fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.

    Un niño de la etnia batwa, una población indígena del bosque que convivió en total armonía con él hasta 1992, cuando se estableció el parque nacional.
    4Un niño de la etnia batwa, una población indígena del bosque que convivió en total armonía con él hasta 1992, cuando se estableció el parque nacional.
    Gorila de montaña joven después de una tormenta en la selva tropical de Bwindi. Este año nacieron siete cachorros, frente a los tres nacidos en 2019; tanto es así que el Servicio de Vida Silvestre de Uganda habla de un "baby boom".
    5Gorila de montaña joven después de una tormenta en la selva tropical de Bwindi. Este año nacieron siete cachorros, frente a los tres nacidos en 2019; tanto es así que el Servicio de Vida Silvestre de Uganda habla de un «baby boom».Uno de los 400 gorilas de montaña del Parque Natural de Bwindi, que es el hábitat de más de la mitad de todos los del planeta. Los gorilas del parque se dividen en cuatro grupos, uno de los cuales está controlado con fines de investigación científica mientras que los otros tres viven en completa libertad.
    6Uno de los 400 gorilas de montaña del Parque Natural de Bwindi, que es el hábitat de más de la mitad de todos los del planeta. Los gorilas del parque se dividen en cuatro grupos, uno de los cuales está controlado con fines de investigación científica mientras que los otros tres viven en completa libertad.
    Una de las canciones con las que las mujeres del proyecto 'Change a Life Bwindi' dan la bienvenida a los visitantes del parque se refiere al mito de la creación del mundo, según la cultura batwa. Además de bailar, también se dedican a la artesanía tradicional como fuente de apoyo económico para sus familias.
    7Una de las canciones con las que las mujeres del proyecto ‘Change a Life Bwindi’ dan la bienvenida a los visitantes del parque se refiere al mito de la creación del mundo, según la cultura batwa. Además de bailar, también se dedican a la artesanía tradicional como fuente de apoyo económico para sus familias.
    Las mujeres regresan a casa después de un día completo de trabajo en las plantaciones de té y banano.
    8Las mujeres regresan a casa después de un día completo de trabajo en las plantaciones de té y banano.
    Los niños esperan en la entrada de uno de los sectores del Bwindi Impenetrable National Park. Muchos se prestan como 'porteadores' para facilitar a los turistas los recorridos por la selva a cambio de una compensación más alta de la que ganarían en un día de trabajo en el campo.
    9Los niños esperan en la entrada de uno de los sectores del Bwindi Impenetrable National Park. Muchos se prestan como ‘porteadores’ para facilitar a los turistas los recorridos por la selva a cambio de una compensación más alta de la que ganarían en un día de trabajo en el campo.
En condiciones de profunda pobreza y falta de medios de vida, es a través de las habilidades de las mujeres que las comunidades batwa y ruhija están tratando de construir un futuro. Estas madres sobre todo trabajan para que sus hijos completen la escolarización, promesa de una mejor calidad de vida.
10En condiciones de profunda pobreza y falta de medios de vida, es a través de las habilidades de las mujeres que las comunidades batwa y ruhija están tratando de construir un futuro. Estas madres sobre todo trabajan para que sus hijos completen la escolarización, promesa de una mejor calidad de vida.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/10/26/album/1603712244_651600.html#foto_gal_10

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La maestra que recorre cada día a pie más de 13 kilómetros para dar clase a alumnos sin Internet

Reseñas/Octubre 2020/elpais.com

Ana Masnit camina a diario para acceder a una escuela con solo seis estudiantes de una pequeña aldea rumana

Ana Masnit da clase a sus alumnos. En vídeo, el testimonio de esta profesora que hace 13 kilómetros diarios para trabajar
La maestra Ana Masnit camina más de 13 kilómetros cada día atravesando bosques para dar clase en una pequeña escuela de solo seis alumnos. Es la única de Cornatea, un pueblo de unos 200 habitantes de Rumania, donde no hay acceso a Internet ni tampoco ordenadores. Descartada pues toda posibilidad de teleenseñanza, Masnit recorre esa distancia para cumplir con su obligación con sus estudiantes. «Adoro a los niños y tengo que hacer este esfuerzo por ese motivo. Subo hasta aquí porque los niños son muy pequeños y es mejor que haga yo el esfuerzo en vez de ellos». La población solo es accesible a pie, en coche de caballos o con vehículos todoterreno. Masnit lleva dos años haciendo el recorrido a diario y la pandemia no ha hecho que cambie su rutina, aunque ella y sus alumnos tengan ahora que llevar mascarilla. «No voy a dejar nunca de darles clase porque les tengo mucho cariño», comenta a las puertas de su escuela, una pequeña cabaña de madera en un prado. 
Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/internacional/2020/10/05/mundo_global/1601913220_435704.html
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