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Película: El indomable Will Hunting (1997)

Reseña: El film, que dio a conocer por primera vez las dotes actorales de Matt Damon, relata la historia de un particular estudiante del prestigioso MIT: trabaja en la universidad como conserje.

 Will Hunting (Matt Damon), de 20 años de edad, y del sur de Boston, tiene un intelecto del nivel de un genio y una excelente memoria eidética; pero opta por trabajar como conserje en el Instituto de Tecnología de Massachusetts y pasar su tiempo libre con sus amigos Chuckie Sullivan (Ben Affleck), Billy McBride (Cole Hauser), y Morgan O’Mally (Casey Affleck). Cuando el combinatorista ganador de la Medalla Fields, el profesor Gerald Lambeau (Stellan Skarsgård) publica un problema difícil, tomado de la teoría de grafos algebraico, como un reto para sus estudiantes graduados. Se resuelve el problema rápidamente, pero anónimamente; en realidad, es Will quien lo resolvió. Lambeau publica un problema mucho más difícil y lo más probable es que Will lo resuelva, pero él huye. Conoce a Skylar (Minnie Driver), una estudiante británica a punto de graduarse de la Universidad de Harvard y obtener un título de posgrado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en California..

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Good_Will_Hunting

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El largometraje ‘Patria dividida’ acerca la realidad saharaui a Pamplona

Sahara/21 de Abril de 2018/spsrasd

Baluarte acoge la proyección, esta tarde a las 19.00 horas Se trata de la primera película hecha 100% por un equipo saharaui

Está realizada por la Escuela de Cine del Sáhara, centro creado en 2011

Bajo el marco de las Jornadas de Paz, Convivencia y Derechos Humanos que organiza el Gobierno de Navarra, Baluarte acoge esta tarde la proyección de Patria dividida, la primera película saharaui de la historia. Rodada en 2013, es el relato de un joven saharaui perseguido por la policía marroquí que debe huir de las zonas ocupadas y atravesar el muro que separa el Sáhara Occidental. La proyección comenzará a las 19.00 horas y cuenta con entrada libre, previa retirada de invitación en las mismas taquillas del auditorio.

El largometraje, que se ha proyectado en varios certámenes y ganó el Premio del Público en el Festival Internacional del cine del Sáhara (Fisahara) en 2013, pudo realizarse gracias al trabajo de la Escuela de Cine del Sáhara, un centro que se construyó en 2011, en colaboración del Ministerio de Cultura de la República Árabe Saharaui Democrática y CEAS (Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara). Hoy día es ya el alma cinematográfica saharaui y desde aquellos inicios, más de treinta jóvenes han terminado sus estudios y actualmente trabajan en labores relacionadas con el mundo audiovisual.

Uno de aquellos estudiantes más destacados fue Brahim Chagaf, actual docente en el centro y también el protagonista de Patria dividida. Sobre la película, Brahim reivindica lo histórico del proyecto, al ser el primer filme donde “desde la idea hasta sacar los DVD, y todos los actores, equipo técnico y de producción han sido 100% saharauis”. Sin embargo, lamenta la escasa distribución de este histórico largometraje, que contó con un presupuesto de 100 euros. “Para pagar transporte a los actores que no eran de la escuela y ofrecer bocadillos algún día”, aclara.

Pero si bien Patria dividida fue la primera película saharaui, tras aquel debut han sido varios los proyectos que se han realizado en la escuela, un lugar que Omar Ahmed, director del centro, define como vital. “No solo damos formación -con una capacidad para 20 alumnos internos-, sino que también está ligado el festival Fisahara, están los cines móviles, la producción que hacemos en cooperación con gente extranjera…”, concreta.

Por ello no duda en señalar la escuela cinematográfica como una necesidad para los saharauis, pese a que haya “muchas dificultades para que la gente lo comprenda”. En ese sentido, continúa, parten de que “la lucha por el Sáhara es una lucha por la identidad, y por tanto hay que fortalecer la cultura”. Y la mejor vía para ello, en su opinión, es “dar formación y herramientas nuevas a los jóvenes para que ellos mismos fortalezcan su propia identidad cultural”.

Así lo corrobora Brahim Chagaf, ya que según su experiencia propia, pese a que dotan de total libertad creativa a los alumnos, “muy raras veces se salen de ficcionalizar un hecho que ha ocurrido o tratar un tema que les preocupa, siempre relacionado con la causa”. Los proyectos realizados durante estos años, hablan de “víctimas de las minas que hay en el muro de la vergüenza, ese que divide el Sáhara Occidental”, también se retrata la situación de “los saharauis que están bajo la ocupación, que por el simple hecho de salir a manifestarse en la calle se enfrentan a detenciones arbitrarias, encarcelamientos y desapariciones…”, o también se muestra la situación en los propios campamentos, pero desde la visión de “una situación con escasez de medios, en la que estamos porque queremos, porque estamos resistiendo y reivindicando un derecho”.

Así, el cine se ha convertido en su mejor espejo y “gracias a la escuela nuestra voz ha llegado a muchos lugares a través de los proyectos realizados”, concluye Chagaf, que no duda en agradecer a Carlos Cristóbal, coordinador de la escuela, su apoyo tanto personal como económico. De hecho, él fue quien cubrió aquel presupuesto de 100 euros para rodar Patria dividida.

colaboración y apoyo Acerca de la situación de la escuela, Carlos Cristóbal apunta que si bien el centro nació “en un momento en que la cooperación vivía un momento más brillante en cuanto a recursos, tanto en Comunidades Autónomas, como Ayuntamientos, Diputaciones y gente de a pie”, actualmente tiene una situación muy limitada. Por ello, no oculta su orgullo hacia “los resultados que se logran”, ya que sus profesores y alumnos “viven en una situación muy precaria”.

Respecto al material de grabación, Chagaf recuerda que empezaron “casi con nada”, con dos trípodes -uno de ellos roto-, una cámara mini dv de cinta y otras cámaras de plató de conexiones muy antiguas, además de un ordenador -“la joya del centro”- para editar los proyectos. Actualmente, gracias al apoyo económico que ha recibido la escuela, han podido renovar equipos y ahora disponen de tres cámaras réflex, varios trípodes y más ordenadores para el montaje. “Conseguimos un resultado de buena calidad, en cuanto a imagen y sonido, con medios muy limitados”, comenta Chagaf.

Sobre el futuro de la escuela, Brahim señala que desde el pueblo saharaui tienen que “conservar y proteger su identidad, porque el propio enemigo está vendiendo una versión de que somos marroquís”. De ahí la importancia, a sus ojos, de “mostrar nuestra identidad, cultura y nuestras costumbres y trabajar desde el cine no solo mostrándolo, sino también trasladándolo a generaciones que continuarán la lucha”. Ese es el pilar fundamental de la escuela concluye. Patria dividida fue su primera piedra, Y tras la proyección de hoy, Brahim Chagaf, Omar Ahmed y Carlos Cristóbal explicarán sus claves.

Fuente: http://www.spsrasd.info/news/es/articles/2018/04/20/15024.html

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‘Las leyes de la termodinámica’: solo somos átomos, pero átomos enamorados

La cinta de Mateo Gil, una aproximación ‘a priori’ inédita a la comedia romántica que hibrida romance clásico con divulgación científica, funciona mejor en la teoría que en la práctica

«Lo fascinante de la ciencia es que tiene una explicación para todo», le asegura Manel (Vito Sanz) a su nueva pareja, Elena (Berta Vázquez), en lo que se supone que es una cena romántica. Joven apasionado de la física, este profesor ayudante en la universidad encaja en el rol prototípico de ‘geek’, el chico con unas habilidades para la ciencia y la tecnología inversamente proporcionales a sus dotes sociales. Manel lee el mundo y su propia vida a través de las leyes de la física, lo que le lleva a creer que todo está predeterminado. Y hasta aquí nada nuevo.

Pero la nueva película de Mateo Gil aplica la misma metodología de análisis a la propia historia de amor que narra. Desde un punto de partida de lo más original, ‘Las leyes de la termodinámica’ hibrida el documental de divulgación científica con la comedia romántica. Como el propio Manel, la película también examina los altibajos de la historia de amor del protagonista con Elena desde las reglas que marca el título. La hipótesis central sugiere que el deseo y la seducción no son tanto procesos químicos, como se dice habitualmente, sino físicos. Y así, las diferentes fases de una relación pueden explicarse a partir de leyescomo la que afirma que la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma; que la evolución de algunos procesos es irreversible, o que nunca alcanzaremos el grado cero absoluto de enfriamiento… de una pasión.

Juan Betancourt, Berta Vázquez y Vito Sanz, en 'Las leyes de la termodinámica'. (Sony)
Juan Betancourt, Berta Vázquez y Vito Sanz, en ‘Las leyes de la termodinámica’. (Sony)

La película combina teoría y práctica desde estos dos registros opuestos. Por un lado, una serie de científicos de diversas partes del mundo nos explican de forma clara y pedagógica estas particularidades de su disciplina, centrada en la interacción del calor, desde el típico formato televisivo del busto parlante que habla a cámara. Por el otro, el filme nos muestra la aplicación práctica de esta teoría ejemplificada en la relación entre Manel y Elena. Así, lo que podría haber sido otra comedia romántica al uso, queda deconstruido a través de gráficos, vectores, análisis de movimiento y de trayectorias, y la pantalla como tablero explicativo.

Es cierto que el vínculo entre Manel y Elena responde a unos principios, pero sobre todo los de cierta comedia romántica. Su historia está planteada a través de esa atracción de los opuestos que se ha explotado en el género desde la ‘screwball comedy’. Manel es el enésimo hombre con un sentido muy rígido de su propia existencia que ve su sistema de valores tambalearse cuando se enamora de una mujer cuya concepción de la vida es mucho más espontánea. Él es el cerebral, introvertido y de apariencia física del montón; ella, emocional, extrovertida y modelo de profesión. La otra pareja de amigos que complementa la trama también responde a estereotipos del género. Pablo (Chino Darín) es un seductor compulsivo con pánico a comprometerse, aunque su nueva pareja, Eva (Vicky Luengo), quizá le haga cambiar de actitud.

 Chino Darín y Vicky Luengo, en 'Las leyes de la termodinámica'. (Sony)
Chino Darín y Vicky Luengo, en ‘Las leyes de la termodinámica’. (Sony)

A pesar de su perspectiva novedosa, ‘Las leyes de la termodinámica’ recuerda a cierto cine del cambio de siglo. Ese arranque en que colisionan, literalmente, las trayectorias de los protagonistas, así como la combinatoria entre los diferentes personajes, hace pensar en los filmes de historias cruzadas de finales de los noventa, que a su manera también llevaban a cabo un muestreo gráfico de las relaciones humanas en el mundo global y multicultural, y en tiempos de las emociones líquidas. Incluso la imagen que se transmite de Barcelona, el escenario de la trama, tiene más que ver con la ciudad que se puso de moda en los tiempos en que triunfaban hípsteres, publicistas y diseñadores gráficos que no con la actual urbe arrasada por la industria turística pero viva en movimientos sociales.

A pesar de su perspectiva novedosa, ‘Las leyes de la termodinámica’ recuerda a cierto cine del cambio de siglo

En otro momento de ‘Las leyes de la termodinámica’, un alumno inquiere en la clase de física donde Manel ejerce de ayudante el clásico «¿para qué sirve esto que nos estáis explicando?». Entonces, el protagonista se arranca a justificar cómo esa teoría abstracta se encuentra detrás de actos y situaciones cotidianas de lo más identificables. La cuestión del estudiante en parte recoge las inquietudes del espectador que, ya superada la mitad del metraje, también se plantea cuál es el sentido de todo ese despliegue teórico aplicado a un supuesto caso práctico.

Berta Vázquez y Juan Betancourt, en 'Las leyes de la termodinámica'. (Sony)
Berta Vázquez y Juan Betancourt, en ‘Las leyes de la termodinámica’. (Sony)

Hay que reconocer que las inesperadas aportaciones de los científicos en torno al tema que nos ocupa son de lo más interesantes y entendibles. Incluso cobran sentido en la estructura narrativa como paréntesis divulgativos que permiten respirar a la película cuando la trama romántica se estanca o deviene repetitiva.

Cartel de 'Las leyes de la termodinámica'.

Porque si la teoría funciona y resulta refrescante en el contexto de comedia romántica donde se introduce, la práctica en cambio flojea mucho más. Los personajes de ficción quedan demasiado limitados por su necesidad de responder a los planteamientos teóricos y formales, además de no desprender el suficiente atractivo para que sus aventuras y desventuras emocionales nos interesen más allá de lo que dictan las leyes de la termodinámica.​

Fuente: https://www.elconfidencial.com/cultura/cine/2018-04-20/cartelera-estrenos-leyes-termodinamica-mateo_1551916/

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Película «El buen Maestro» : El reto de sobrevivir en el instituto más conflictivo

Olivier Ayache-Vidal estrena «El buen profesor», una crítica sobre la educación basada en una escuela real y protagonizada por alumnos del propio centro

Europa/España/abc.es/Alex Jiménez

Imagínese ser un reconocido profesor de una prestigiosa escuela de su ciudad, en la que nadie le rebate nada y dónde es usted una eminencia. Y de la noche a la mañana, pasar a enseñar en uno de los centros educativos más conflictivos de su país, en el que nadie le conozca de nada y no se le respete. Bajo ese conflicto estrena Olivier Ayache-Vidal (París, 1969) su primer largometraje, «El buen maestro», una tragicomedia muy humana sobre un reto complicado al que debe hacer frente el célebre docente François Foucalt, al que da vida el reputado Denis Podalydès, con una premisa de doble rasero: reinventarse o morir.

«En los años en los que fui reportero fotográfico, me gustaba llegar a un sitio, observar, buscar, descubrir un tema y trabajar sobre él. En mi película, quería hablar sobre el problema real de educación que existe en Francia, pero como no soy un profesional en el campo, pensé en cómo viajar al núcleo del sistema y ver lo que allí ocurría. Y verdaderamente, hay escuelas que son muy conflictivas». Ayache-Vidal, que trabajó varios años como fotógrafo para UNESCO y la agencia Gamma, presenta con ese alegato su estreno en la gran pantalla y que protagoniza Podalydès, que con casi 125 trabajos a sus espaldas es uno de los intérpretes franceses más icónicos del mundo.

Al actor se unen en el reparto los peculiares alumnos del Collège Barbara de Stains, un centro de los suburbios de París en el que está inspirado el filme. «La vida en esa escuela es como se ve en la película. Los actores son los alumnos del colegio, que viven en ese sitio, en ese extrarradio. No es un decorado», cuenta Ayache-Vidal, que incide en la idea de su filme. «Quería hablar sobre la educación a través del punto de vista de ese profesor que pasa de un colegio a otro que, a pesar de estar en la misma ciudad, son tan diferentes entre sí», comenta el cineasta en base a una de las problemáticas principales que observa en su país. «Creo que habría que invertir el doble de dinero en educación de lo que se hace», rubrica.

Para el director, su película es un homenaje a los docentes. «Los profesores que la han visto se identifican al 100% con lo que cuento» enfatiza, aunque va más allá y aplica el valor de la enseñanzaa cualquier ámbito, como el fútbol. «Si un entrenador pone a un niño delante del portero y éste se deja encajar gol dos veces seguidas, el chico que dispara está tan convencido de que va a marcar también al tercer intento que, por mucho que el portero, ahora sí, quiera pararla, no va a lograrlo. El poder de la mente es impresionante».

La educación como arma

El cineasta estampa a la perfección la realidad de su filme a través de los ojos de su protagonista. «Al llegar al nuevo centro, y a pesar de su dilatada experiencia, el profesor se da cuenta de que debe cambiar y buscar el mejor método para que los alumnos se interesen por el curso, llegando incluso a cuestionarse sus propias maneras de enseñar. Si yo tuviera que impartir un curso de cine y a mis alumnos no les interesase mi clase, no pensaría que son unos idiotas, sino que igual el problema lo tengo yo», argumenta al respecto sobre el maestro de su película y su grupo de impertinentes alumnos, envueltos en absentismo escolar, gamberradas, malas costumbres e incluso trapicheos con las drogas.

En ese sentido, Ayache-Vidal es claro. «Hay veces en las que tienes que cambiar y pensar en el porqué de lo que haces no funciona. En Francia, la gente mayor dice: “Antes tenía principios. Ahora soy padre”. Con el tiempo, es una expresión que terminas comprendiendo», asegura el director. De entre todos los niños del largometraje, destaca uno: el desgarbado Seydou, al que interpreta Abdoulaye Diallo y que coprotagoniza la cinta junto a Podalydès. «El casting lo hicimos en el propio colegio. Y en cuanto le vi, supe que le daría ese papel. Tiene unas expresiones buenísimas para la interpretación, puede hacerte reír y llorar. Y la personalidad del chico, además, se corresponde muy bien con su papel. Aunque ha sido muy fácil trabajar con todos ellos», señala.

El profesor, así las cosas, trata de inculcar un método de trabajo totalmente nuevo en un centro en el que casi todos sus compañeros han tirado la toalla. Un problema que trasciende más allá de la ficción y que existe también en la vida real. «Hay profesores que no quieren cuestionarse a sí mismos. Que dicen: “¡Estos alumnos son idiotas, no puedo hacer nada por ellos!”. Pero lo fácil es rendirse. Hay una frase en mi película que dice que no existe el mal alumno. Y es muy cierta, porque hay que conseguir interesarles. Aunque no solo un día, sino todos», argumenta el cineasta, que se enfoca más en la trama educativa que en la propia historia personal del profesor, escarceos amorosos incluidos.

El descubridor de Omar Sy, el protagonista de «Intocable»

«El buen maestro» es el primer proyecto en la gran pantalla del cineasta, que antes había hecho varios cortometrajes. El tercero de ellos, «Mon dernier rôle», ganó en 2006 en los festivales de comedia de Meudon y Montreal. «Igual la educación no es el tema ideal para hacer mi primera película, pero sí es algo que todo el mundo conoce. Al fin y al cabo, y mejor o peor, ¡todos hemos ido al colegio!», argumenta sobre su película, que presenta similaridades con otras como «Escuela de rock», la exitosa «El club de los poetas muertos» y dos clásicos franceses: «Los chicos del coro» y «La clase».

Aunque el filme de Ayache-Vidal, pese a su aparente parecido, es diametralmente opuesto a «La clase», pues se centra en el énfasis de un profesor por seguir haciendo lo que quiere más que en su derrota y frustración por no poder inculcar sus conocimientos a los niños. En su estreno en España, el destino ha querido que coincida en las salas con «Una razón brillante», otro filme francés de temática similar. Sin embargo, el cineasta no cree que la coexistencia de ambas sea un problema en taquilla. En Francia, de hecho, «El buen maestro» gustó tanto que las semanas posteriores a su lanzamiento en cines «tuvo más éxito» entre los espectadores que en la del estreno.

Años antes de dirigir a Podalydès, «un grandísimo actor», Ayache-Vidalse puso al frente de Omar Sy en su cortometraje «Coming-out». El intérprete no había saltado aún al estrellato con «Intocable». De hecho, el corto que hicieron juntos fue «el primer rodaje» para cine del actor. «Años más tarde, después de “Intocable”, me dijo que le había sido muy útil en su trabajo el corto que hicimos juntos. Y me dio una alegría inmensa. La gente me decía en broma que yo le había descubierto», cuenta el cineasta. Quién sabe si ahora «El buen maestro» servirá para revelar el talento cinematográfico de alguno de los alumnos del Collége Barbara de París, un centro tan conflictivo como a ratos entrañable.

Fuente:http://www.abc.es/play/cine/noticias/abci-buen-maestro-pelicula-201804150119_noticia.html

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‘El buen maestro’: Lecciones con pedagogía (Película)

Francia / 15 de abril de 2018 / Autor: Miguel Ángel Pizarro / Fuente: E-Cartelera

Ya lo dijo Víctor Hugo: «No hay malas hierbas, ni personas malas; solo hay malos cultivadores». Cine y educación se han encontrado varias veces, sobre todo en el cine francés. Olivier Ayache-Vidal trae una propuesta que entre el cine social de Céline Sciamma y el feel-good propio de Éric Lavaine,El buen maestro‘, que es también su ópera prima y que protagoniza Denis Podalydès, asociado de la prestigiosa Comédie Française.

El buen maestro

François Foucault tiene 50 años, es profesor de literatura en uno de los más importantes liceos de París, el Henri IV. En un encuentro educativo, Foucault acepta, sin querer, estar un curso dando clases en un instituto en el extrarradio de la capital francesa, en un suburbio conflictivo, en el que el índice de fracaso escolar es alarmantemente alto. Foucault, acostumbrado a tratar con adolescentes deseosos de estudiar y seguir ascendiendo en su futura carrera profesional, se encuentra con una realidad completamente diferente, en la que su vocación pedagógica se verá puesta a prueba.

Divulgar corrigiendo los propios errores

Primero hay que tener en cuenta las ambiciones del realizador, que también escribe el guion. Ayache-Vidal no pretende crear un largometraje sórdido y duro como si lo firmasen los Hermanos Dardenne, tampoco pretende mostrar el lado más desesperanzador del sistema educativo, como ya hizo Laurent Cantet con ‘La clase‘ o, en menor medida, Houda Benyamina con ‘Divinas‘. Ayache-Vidal pretende mostrar optimismo y una luz de esperanza para un profesorado desincentivado, a la par que evidencia que es necesaria mayor implicación social en el sistema educativo, en lo referente a la situación de la infancia y la adolescencia en los barrios más humildes de los suburbios de París.

El buen maestro

En ese sentido, ‘El buen maestro’ recuerda a ‘La profesora de historia‘, dirigida por Marie-Castille Mention-Schaar, a la hora de apostar por un largometraje hecho por y para los profesionales de la educación y, sobre todo, por esos alumnos cuyos problemas familiares y sociales no tienen que repercutir negativamente en su rendimiento escolar gracias al apoyo de los docentes, así como también la demanda de una asistencia social que ayude en situaciones que van más allá de la precariedad.

Ópera prima eficaz

En ese sentido, el filme acierta de lleno, al mostrar un mensaje muy claro de concienciación social a través del profesor y su cambio de percepción hacia sus alumnos, dejados ya por imposibles y casos perdidos por otra parte de los docentes. Ahí Ayache-Vidal muestra su lado más crítico, al dejar en evidencia que el sistema educativo actual no ayuda a reducir las tasas de abandono escolar con comisiones disciplinarias que solo castigan, no enseñan ni tampoco entienden la realidad de muchos de esos chavales, la mayor parte de ellos hijos de inmigrantes que viven en riesgo de exclusión social y que son carne de pandillas y grupos delictivos, en parte, por no tener apoyo suficiente del sistema.

El buen maestro

Pero ‘El buen maestro’ ofrece un mensaje de esperanza, optimista, en el que el cambio de percepción a esa juventud pueda incentivar que esos adolescentes crean en sí mismos, valoren la oportunidad que se les ofrece. En ese punto, el actor Denis Podalydès, miembro de la Comédie Française, ayuda mucho a transmitir ese mensaje, junto con otros actores como Léa Drucker o François Petit-Perrin, que interpretan a esos profesores que no pierden la ilusión en su labor profesional. A ese punto se añade la mirada del alumno que se redime, que interpreta el debutante Abdoulaye Diallo, que simboliza la esperanza, que se debe seguir trabajando.

Quizás ‘El buen maestro’ no sea esa gran obra maestra de autor que otros cinéfilos esperan pero cumple con su labor didáctica y educativa, esencial para entender la raíz de la desigualdad social. Acertado debut en el largometraje de Olivier Ayache-Vidal, que ya apunta por seguir los pasos de esos cineastas que retratan lo cotidiano con cierta crítica social.

Nota: 8

Lo mejor: Es honesta en su mensaje educativo.

Lo peor: No tiene la ambición cinematográfica de ‘La clase’ o ‘Divinas’.

Fuente de la Reseña:

https://www.ecartelera.com/noticias/46138/critica-el-buen-maestro/

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Trailer: El buen maestro

Francia/14 de Abril de 2018/Toyoutome

Imaginemos que somos maestros y que tenemos delante un grupo de alumnos de esos que llaman “conflictivos”, ¿qué podríamos hacer para ganárnoslos? Este es precisamente el problema que encuentra el protagonista de la película francesa El buen maestro que está a punto de estrenarse.

La película pone el foco en la experiencia de un docente, François Foucault, de 40 años, profesor de literatura en el prestigioso instituto  Henri IV al comienzo de la película. Debido a una serie de circunstancias le trasladan desde el reconocido centro en el que lleva impartiendo clase varios años a otro con una realidad social muy diferente.

Dirigida por Olivier Ayache-Vidal y protagonizada por Denis Podalydès, Abdoulaye Diallo, Léa Drucker y Pauline Huruguen, entre otros, la producción requirió una inmersión profunda tanto del director como del equipo artístico en la realidad del aula. El propio director convivió durannte casi dos años con los 500 alumnos y 40 profesores del colegio Maurice Thorez de Stains, una población de la periferia de París, para aportar experiencias lo más realistas posibles a su película.

Santillana, a través de Invery Crea, ha colaborado con Cero en conducta, la red social de profesores que buscan acercar el cine y el lenguaje audiovisual al mundo educativo, y la distribuidora de cine independiente, Caramel Films, para promocionar esta singular película entre la comunidad de profesionales de la educación.

Hoy ayudamos a compartir el tráiler de esta producción francesa (Les grands esprits), dirigida por Olivier Ayache-Vidal, que se estrena en las pantallas españolas el 13 de abril de 2018 y que sin duda recomendamos verla.

Fuente: http://toyoutome.es/blog/el-buen-maestro/42654

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La educación en movimiento: aprender para redescubrir los orígenes

Argentina / 8 de abril de 2018 / Autor: Adolfo C. Martínez / Fuente: La Nación

Nuestra opinión: buena

La provincia de Santiago del Estero, junto con Brasil, Bolivia y Ecuador son los escenarios en los que los directores Malena Noguer y Martín Ferrari hacen desfilar a docentes y estudiantes indígenas que revindican su historia y recuperan su lengua. Jóvenes y adultos buscan finalizar sus estudios, pero también organizarse para defender sus derechos. Los realizadores lograron así un film cálido y siempre listo para mostrar, a través de una cámara que recorrió miles de kilómetros, a esos hombres y mujeres que buscan con pasión la necesidad de construir escuelas, de organizarse para vivir con dignidad y de abrir el debate acerca de qué educación desean para sus hijos.

Fuente de la Reseña:

https://www.lanacion.com.ar/2122610-la-educacion-en-movimiento-aprender-para-redescubrir-los-origenes

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