Niños con altas capacidades: mitos y verdades

Por: Educación 3.0

¿Se aburren en clase?, ¿son buenos en todo?, ¿tienen un cerebro diferente? Estas son algunas de las incógnitas que la profesora de la UOC Verónica Guillén trata sobre el alumnado con altas capacidades.

Se calcula que aproximadamente un 2% de la población mundial tiene altas capacidades, y el hecho de ser un grupo tan reducido ha contribuido a que se tenga una imagen muy homogénea de aquellas personas que cuentan con un cociente intelectual superior a 130. El perfil más extendido es el del niño solitario, que se aburre en clase y al que no se le suelen dar bien los deportes. ¿Tiene esa percepción social alguna base? Los expertos afirman que no, aunque hay factores que pueden contribuir a que se extiendan esos mitos sobre ellos. Verónica Marina Guillén Martín, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, explica qué hay de cierto y qué de leyenda en estas diez situaciones que se suelen asociar a los niños y las niñas con altas capacidades.

Diez mitos y verdades

  • Se aburren en clase. Como explica la profesora de la UOC, cuando las clases se organizan en torno a la repetición de algunos contenidos teóricos y a la realización de ejercicios mecánicos que no suponen un reto, es probable que muchos niños y niñas con altas capacidades no encuentren motivación ni interés por el desarrollo de la actividad. Y eso se puede traducir fácilmente en aburrimiento. Por eso  Verónica Guillén recuerda que, desde los centros educativos, se debería permitir que cada persona siga su propio ritmo de aprendizaje “y se eviten las tareas repetitivas sobre ámbitos ya dominados que pueden llegar a provocar rechazo en el alumnado con altas capacidades”.
  • Les cuesta socializar. Los expertos afirman que la mayoría de niños y niñas con altas capacidades son igual de sociables que sus compañeros: igual que las personas que no tienen altas capacidades pueden ser tímidas o extrovertidas, entre las de altas capacidades habrá a quienes no les cuesta nada socializar y a quienes sí, pero no es un rasgo relacionado con la alta capacidad. Sin embargo, los problemas para crear vínculos con sus compañeros de clase sí pueden ser un signo de alarma en la medida que, según Guillen, “en ocasiones, al existir un desajuste entre su nivel intelectual y su nivel de desarrollo evolutivo, no encuentran intereses comunes con sus iguales”. Y añade que esto puede hacer que se sientan incomprendidos y puede llegar a provocar el aislamiento del alumno si no se trabaja correctamente el ámbito emocional y socioafectivo desde el centro educativo.
  • Son ‘buenos’ en todo, independientemente de la disciplina. Como recuerda la profesora colaboradora de la UOC, altas capacidades es un término amplio que engloba muchos tipos de excepcionalidad. Incluye desde alumnado con una sobredotación intelectual general hasta aquellos que tienen un talento simple en una única disciplina. También hay estudiantes con talentos complejos, que incluyen varias áreas, pero no todas. Por lo tanto, no es real que todos los niños y niñas con altas capacidades sean ‘buenos’ en todo, concluye Guillén.
  • No se les dan bien los deportes. Es uno de los mitos que, aunque es falso, se ha podido extender por el hecho de que, para quienes tienen una alta capacidad centrada en las áreas académicas, otras disciplinas, como las deportivas, pueden no ser tan destacadas. Y en esos casos es posible que llegue a producirse “una disincronía significativa entre los niveles de desarrollo intelectual y psicomotriz, en algunas ocasiones”, señala Guillén. Sin embargo, por otra parte, hay alumnado con altas capacidades que presenta un talento deportivo, “de tal manera que no solo es que no sea torpe, sino que, precisamente, destaca de manera especial en este ámbito”, destaca la docente de la UOC.
  • Hay más niños que niñas con altas capacidades. “Es un mito que haya más niños que niñas con altas capacidades. Lo que, desgraciadamente, sí es una realidad es que hay más niños que niñas identificados”, dice la profesora colaboradora de la UOC. Aunque, según explica, en general hay un importante infradiagnóstico de las altas capacidades, este es especialmente llamativo en el caso de las niñas. Entre las posibles razones, Guillén señala que el sistema educativo suele comenzar a detectar las altas capacidades cuando existen “problemáticas asociadas derivadas, en muchas ocasiones, del malestar que siente el alumnado hacia el propio sistema. En el caso de las niñas, estas suelen tener una conducta más adaptada e intentan pasar desapercibidas y no sobresalir, lo que las aleja aún más de la identificación”, añade.
  • Si no se conoce su condición y se mantienen en el curso que les corresponde por edad, tendrán rendimientos mediocres o incluso fracaso escolar. Según los expertos como Guillén, esta máxima no tiene por qué ser cierta. En su opinión, son muchos los aspectos a tener en cuenta para tomar este tipo de decisiones, ya que no solo se valoran criterios académicos, sino también aspectos socioafectivos que garanticen el mejor ajuste posible del niño o la niña dentro del grupo de referencia. “En realidad, lo realmente importante para asegurar el éxito educativo es que haya flexibilidad en el currículum, que se propongan retos que mantengan motivado al alumnado y que se ofrezcan alternativas de enriquecimiento que les permitan seguir profundizando en los aspectos que deseen”, advierte.
  • El cerebro de un niño con altas capacidades es diferente. Es una de las creencias que sí tienen base: la investigación ha demostrado que el procesamiento y la gestión de la información es diferente tanto cuantitativa como cualitativamente en el caso del alumnado con altas capacidades. Según una investigación publicada en la revista Nature, el cerebro de estas personas tiene un desarrollo y una configuración morfológica final diferentes. Aunque, según la profesora de la UOC, “lo realmente importante es la heterogeneidad que encontramos dentro de este grupo y que los centros educativos sean capaces de adaptarse a las necesidades individuales de cada uno de sus estudiantes”.
  • Pueden aprender a leer o a realizar operaciones matemáticas sin ayuda. Según Guillén, si se parte de esa premisa y no se ofrece a este alumnado las ayudas que necesita, “se le estará negando la oportunidad de desarrollar al máximo sus capacidades”. Y añade que, precisamente, por su alto potencial, este alumnado necesita ayudas específicas y retos que vayan más allá de los que actualmente se presentan en las escuelas y que permitan cubrir sus expectativas e intereses intelectuales para evitar que se produzca un progresivo desinterés que pueda terminar, incluso, en abandono escolar.
  • Sus capacidades son innatas y estáticas. “Si no se les estimula correctamente desde todos los ámbitos, estaremos negándoles la oportunidad de desarrollar al máximo sus capacidades y no llegarán a tener un rendimiento óptimo”, afirma la profesora de la UOC.

Son personas sobreestimuladas por sus padres. Que necesiten estimulación del entorno para desarrollar sus capacidades al máximo no significa que una mera estimulación pueda ser suficiente para identificar un niño o una niña como una persona con altas capacidades. Una sobreestimulación o una estimulación excesiva puede ser contraproducente, ya que, según la docente de la UOC “puede llegar a generar metas lejanas a las facultades del niño o y la niña y a ejercer una presión que le desmotive”.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/ninos-con-altas-capacidades/
Comparte este contenido:

Juan Onieva: “El aburrimiento propicia la creatividad y la búsqueda de recursos para dejar de sentirla”

Por: Jennifer Tejada

Los niños empiezan a sentir y reconocer emociones básicas como la alegría, el asco y la tristeza a partir de los 3 años. Hablamos con Juan Onieva, coautor del libro ‘Cuentos con emoción’, sobre el aprendizaje, el desarrollo y la gestión de las emociones a lo largo de la infancia y la adolescencia, así como del rol que desempeñan la familia y los docentes durante el proceso; más importante si cabe ante la posibilidad de continuar con la formación a distancia.

“A los niños hay que permitirles que se aburran para que busquen y encuentren aquello que les calme esta emoción, y no recurran a los padres continuamente para no sentirse así”, asegura Juan Onieva, doctor en Educación y máster en Políticas y Prácticas de Innovación Educativa. Junto a Eugenio Maqueda Cuenca, filólogo y especialista en Teoría de la Literatura y en Didáctica de la Literatura, ha escrito ‘Cuentos con emoción’, un recopilatorio de 29 cuentos con trasfondo educativo cuyo objetivo es que los niños y jóvenes puedan aprender a reconocer, expresar y gestionar sus emociones.

Pregunta: ¿A qué edad empiezan los niños a gestionar sus emociones? ¿Cómo podemos ayudarles?

Respuesta: Desde los 3 años ya son conscientes de ellas, de si están enfadados, contentos o tristes. Es una edad en la que empiezan a identificar las emociones, por lo que es importante acompañarles para hacerlas visibles y ponerlas nombre, por ejemplo, ofreciéndoles fotos de caras o gestos, así como imágenes de situaciones y preguntarles qué emociones les provocan.

El segundo paso es hablar de ellas con detalle, con juegos, así como de forma oral o escrita. Otra fase sería la de expresar qué sentimientos les provocan ciertas composiciones musicales, canciones, o diferentes representaciones artísticas (fotos, cuadros, esculturas, imágenes publicitarias, noticias). Una cuarta fase consistiría en crear para cada emoción canciones, collages, ilustraciones, escritos, cuentos, etc. Dependiendo de la edad, que se le permita escribir con total libertad un diario personal y emocional, sería un excelente medio de expresión de sus emociones para reflexionar e identificarse consigo mismo.

A medida que van creciendo es esencial la comunicación entre padres e hijos, o docentes y alumnos, de manera que es importante que se creen espacios en los que conversar con ellos sobre sus estados de ánimo y las consecuencias de estos. Ejemplos de actividades para estos momentos serían la lectura de cuentos (para identificar las emociones), dibujar con total libertad o emplear las manualidades como reto artístico y expresivo.

“Un diario personal y emocional, sería un excelente medio de expresión de sus emociones para reflexionar e identificarse consigo mismo”

Ilustración de Alegría en 'Cuentos con emoción'. Juan Onieva. El aburrimiento propicia la creatividad.

P: En su libro se hace referencia a un estudio reciente que eleva a 27 el número de emociones. ¿Cuáles son las que los niños reconocen con mayor dificultad y por qué?

R: Las emociones básicas (asco, alegría, sorpresa, miedo, ira o tristeza) suelen reconocerlas fácilmente porque son un lenguaje universal. En cambio, las emociones secundarias (aburrimiento, frustración o culpa) son más complejas, podrían describirlas, pero quizás no ponerles nombre.

P: ¿Cuál es el trasfondo educativo que tienen los cuentos de su libro?

R: Los cuentos son un excelente medio con el que no solo podemos captar la atención de los niños, sino que a través de ellos se producen diferentes aprendizajes de tipo cultural y social, entre otros. Los cuentos que aparecen relatan historias cotidianas en las que los niños viven experiencias curiosas y reales, y donde la intriga y la sorpresa juegan un papel protagonista. Además, cada uno va acompañado por preguntas, ejercicios y actividades con las que potenciar la identificación y la reflexión de las emociones.

P: ¿Qué papel juega la sorpresa y la intriga en el aprendizaje?

R: Comencemos por hacernos la pregunta contraria. ¿Se potencia el aprendizaje a través de la monotonía y lo previsible? Según diferentes estudios, desde una temprana edad los niños aprenden más y mejor a través del juego, y si le introducimos la sorpresa y la intriga habremos provocado su interés y un alto grado de motivación.

P: El libro dedica dos cuentos diferentes a la compasión. ¿Por qué hacer hincapié en esta emoción más que en otras?

R: La compasión es un sentimiento de consideración y lástima hacia quienes sufren penalidades o desgracias, pero esa emoción va acompañada por el deseo de ayudar y aliviar a quienes las padecen. Este momento de la historia que estamos viviendo necesita de personas compasivas, capaces de dejar de pensar en sí mismas, de querer tenerlo todo o más que los demás, o dejar de lado el destacar sobre quienes les rodean. La envidia, la violencia, la falta de humildad y el egoísmo suelen ser factores que dificultan el ser compasivos. Por ello, hemos escrito dos cuentos, relacionados entre sí, y que abarcan esta emoción con el objetivo de concienciar a jóvenes y adultos de los beneficios de esta emoción. Cuando sentimos compasión y actuamos, no solo ayudamos al que recibe nuestra ayuda (con acciones, bienes o palabras de ánimo o consuelo), sino que estas acciones nos hacen sentir felices, satisfechos y realizados.

“La envidia, la violencia, la falta de humildad y el egoísmo suelen ser factores que dificultan el ser compasivos. Por ello, hemos escrito dos cuentos, relacionados entre sí, y que abarcan esta emoción con el objetivo de concienciar a jóvenes y adultos de los beneficios de esta emoción”

Niño aburrido - el aburrimiento propicia la creatividad

P: Cómo evitar el aburrimiento de los hijos puede ser un reto para las familias. Aparte de entretenerlos con actividades, manualidades o juegos, ¿qué deberían tener en cuenta los padres?

R: Los niños, indiferentemente de su edad, desean por encima de todo la atención de sus padres. Los adultos también tenemos este deseo a diario, pero lo reclamamos de manera diferente. Y es esa compañía, junto a conversaciones o juegos con los diferentes miembros de la familia, la que ayudan a niños y jóvenes a no aburrirse tanto. Dicho esto, no hay que olvidar que el aburrimiento propicia la creatividad y la búsqueda de recursos para dejar de sentirla. Por ello, las familias no debemos preocuparnos porque los hijos se aburran en diferentes momentos del día, ni tratar de ocupar todo su tiempo con diferentes medios de entretenimiento.

Hay que permitirles que se aburran para que busquen y encuentren aquello que les calme esta emoción, y no recurran a los padres continuamente para no sentirse así. No hay que olvidar que lo que más valoran los jóvenes de sus familiares es que estos les escuchen y atiendan, y el tiempo que estén con ellos sea de calidad (sin ver el móvil constantemente, ni hacer llamadas o realizar actividades que nos alejen de ellos).

“Hay que permitirles que se aburran para que busquen y encuentren aquello que les calme esta emoción, y no recurran a los padres continuamente para no sentirse así”

P: ¿De qué forma pueden acompañar o ayudar los profesores a los niños en la gestión de sus emociones durante la educación a distancia?

R: La buena comunicación suele ser la fórmula y, sobre todo, escuchándolos. Hay que buscar un tiempo para preguntarles cómo se sienten, cómo viven su día a día, y de qué manera gestionan su tiempo. Ofrecerse para ayudarlos, más allá de lo académico, y emplear las tutorías como medio para conversar con ellos de cuestiones personales, solos o en compañía de un familiar, pueden ser un buen medio para ayudarles a gestionar sus emociones.

Es importante que el docente proponga a su alumnado actividades (ya sea de forma individual o grupal) que les sirva para expresar sus emociones

¿Cómo te sentirías si tu jefe te llamara de vez en cuando para saber cómo te va con el teletrabajo, cómo te encuentras, qué problemas han surgido y cómo puede ayudarte? ¿Y si te pregunta por tu familia, por cómo lo están llevando tu pareja e hijos o tus padres? Seguro que trabajarías con más ánimo e interés. Pues de forma similar se sentirán si como docentes les realizamos preguntas de este tipo. Es importante que el docente proponga a su alumnado actividades (ya sea de forma individual o grupal) que les sirva para expresar sus emociones. Tutorías grupales junto a otros compañeros pueden ser un buen medio, o la elaboración de escritos (cuentos, diarios personales, o creaciones artísticas o manuales) son algunos ejemplos de tareas que propicien futuras conversaciones sobre emociones, no solo para identificarlas, sino también para expresarlas y comenzar a gestionarlas.

Fuente en Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/juan-onieva/

Comparte este contenido:

¡Que no se aburran en casa! 10 actividades fáciles que los niños pueden realizar en días lluviosos

América Central/El Salvador/20-10-2019/Autor(a): Osmín Monge/Fuente: www.elsalvador.com 

Las recientes e incesantes lluvias en El Salvador han provocado que se suspendan las clases a nivel nacional durante dos días.

El martes, El Salvador no solo amaneció con un incesante torrencial, sino también con la noticia de que el Ministerio de Educación suspendió las clases a nivel nacional debido, precisamente, a las constantes lluvias en el territorio. Esta situación de emergencia ha provocado que miles de niños y jóvenes permanezcan resguardados en casa durante dos días.

En esos momentos de abundante lluvia el único deseo que tienen muchos infantes es meterse en su cama, comer algo rico, ver televisión o entretenerse con algún videojuego; los más aplicados aprovecharán el tiempo para estudiar para los exámenes finales o para adelantar con alguna tarea.

Los días de aguaceros no deben ser aburridos. Foto EDH / Pixabay

A pesar de que esas actividades provocan bienestar, es probable que tarde o temprano llegue el aburrimiento. Es en ese momento que los padres deben hacer que sus retoños (párvulos y en edad escolar) se entretengan y no sean víctimas del tedio o del miedo.

Según la maestra Silvia de Avilés, los días lluviosos pueden ser aprovechados por los niños para realizar ciertas actividades y compartir con familiares y amigos vecinos.

“Existen muchas actividades que los niños pequeños pueden hacer en casa en días de temporal. También se puede utilizar el tiempo libre para realizar algunas tareas de mucho provecho. Deben ser los adultos lo que propicien esos momentos”, expresa la pedagoga.

La profesora sugiere las siguientes actividades caseras que los adultos pueden realizar para mantener entretenidos a los niños.

1- Momentos en la cocina

Pon a cocinar a los niños; será muy entretenido para ellos. Esta acción la deben hacer bajo tu supervisión y con tu ayuda. Ellos pueden elaborar postres o alguna platillo sencillo. ¡Lo mejor es que tendrán un resultado sabroso que podrán disfrutar y compartir!

En la cocina se pueden pasar momentos entretenidos. Foto EDH / Pixabay

2- Día de campamento

No es necesario salir de casa para montar una tienda de campaña. Hazlo en las sala de la casa o en un dormitorio, para ello puedes utilizar sábanas y sillas. Cuando esté armada, mete libros de cuentos, algo para comer y empieza a contarles historias. Será una actividad muy entretenida para ellos y para ti.

3- Lee un libro

Pasa estos días lluviosos leyendo un buen libro junto a tus hijos. Leer es una excelente forma de ir en una aventura sin tener que salir de casa.

Leer algún libro de cuentos o aventuras es ideal para días lluviosos. Foto EDH / Pixabay

4- Teatro de títeres

Toma algunos muñecos (mejor si son títeres), coloca de forma improvisada una especie de escenario e interpreten juntos un cuento o alguna historia inventada.

5- Show de sombras

Apaga las luces, pon una linterna encendida delante de ti y haz que se reflejen figuras con tus manos; pídele a tus hijos que hagan lo mismo. Las sombras más chistosa y originales deben ser aplaudidas.

6- Es tiempo del arte

¿Tus hijos tienen dotes artísticos? Aprovecha este tiempo libre para que se expresen a a través del arte. Puedes montar un show casero para que canten, bailen o actúen. También puede ponerlos a dibujar o a pintar.

En el tiempo libre se pueden aprovechar el talento y el arte. Foto EDH / Pixabay

7- Juegos de mesa

Es hora de divertirse con algunos juegos de mesa: Monopoly, No te enojes, Uno, Jenga, Tabú, damas chinas, ajedrez, rompecabezas….

8- Fotos y recuerdos

Junto a tus hijos puedes pasar un buen rato viendo los viejos álbumes de fotos la familia o las imágenes en la computadora. Otra opción es ver los vídeos familiares. Así recordarán otros tiempos y buenos momentos.

9- Hora de las manualidades

Saca todos tus materiales para manualidades y dale paso a la creatividad. Haz títeres de mano, adornos para el hogar, tarjetas decoradas… No hay límites para la imaginación.

Elaborar manualidades es una de las actividades más divertidas. Foto EDH / Pixaby

10- Ayuda en los quehaceres

Los niños también pueden aprovechar su tiempo libre ayudando con algunos quehaceres del hogar. Debes ingeníartelas para que las realicen de manera entretenida.

Consejo sano

En los días de lluvia (y en cualquier otro día) no infundas miedo en los niños. Es conveniente mantenerse informado sobre lo que está pasando en el país y estar al tanto de las recomendaciones hechas por las autoridades correspondientes, pero jamás debes transmitirles angustia. Si hay alguna emergencia en tu casa, preocúpate por proteger a los niños. Hazlo siempre con calma.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/vida/amor-y-familia/10-actividades-caseras-que-los-ninos-pueden-realizar-en-dias-lluviosos/649822/2019/#

Comparte este contenido:

Libro: Pedagogía del aburrido (PDF)

Argentina/ Autores: Cristina Corea e Ignacio Lewkowics / Fuente: Librería Santa Fe

Esta obra reúne un conjunto de trabajos de procedencia heterogénea: algunos son artículos, otros charlas, otros registros de investigación. Cristina Corea e Ignacio Lewkowicz intentan pensar en este libro el tándem familia-escuela en tiempos de fluidez y, para ello, no sólo leen el agotamiento de la institución familiar y del dispositivo pedagógico ?de lo cual hay sobradas muestras en todos los niveles del campo educativo?, sino que registran las operaciones de composición que realizan los niños y los jóvenes ?con la televisión, con las nuevas tecnologías informacionales, con los modelos mediáticos?, así como también incursionan en los nuevos modos de vinculación y fraternidad adolescente. Este libro, pensado en función de las condiciones contemporáneas, interpela a los adultos no sólo porque pone en cuestión los procedimientos de la pedagogía clásica y crítica, sino porque propone pensar en los límites de la experiencia pedagógica a partir de lo que se manifiesta ?el aburrimiento?, lo que constituye el primer paso para llegar a nuevos puntos de partida.

Links para la descarga:

Pedagogia del Aburrido – Lewkowicz Ignacio, Cristina Corea

ó

https://drive.google.com/file/d/1lwbVFw_uFSDE5PTBRh-ClwBvII_dJeO8/view?fbclid=IwAR34WIvyIKFkR13wICbRRCqBlkWzjwK2lmtdrAyTveZB5gOjIzF5PEAvn5M

Fuente de la Reseña:

https://www.lsf.com.ar/libros/77/PEDAGOGIA-DEL-ABURRIDO/

ove/mahv

Comparte este contenido:

Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 13 de enero de 2019: hora tras hora (24×24)

13 de enero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 9 de diciembre de 2018. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Argentina: El cierre de las 14 escuelas ya es un hecho

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297863

01:00:00 – Clara Cordero: “Móviles en el aula, sí “

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297871

02:00:00 – México: Universidades, con deudas de 19,209 mdp

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297868

03:00:00 – Conoce a los 7 profesores latinoamericanos que podrían llegar a ganar el “Nobel de la enseñanza”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297877

04:00:00 – Educación implementará nuevo método para enseñar Matemáticas, ¿en qué consiste?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297985

05:00:00 – Libro: Pedagogía y Formación Docente (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298063

06:00:00 – Colombia: Líderes universitarios dicen que paro estudiantil continúa y llaman a marchar nuevamente

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297994

07:00:00 – Neurociencia, ¿una aliada para mejorar la educación?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297976

08:00:00 – Trenzar. Revista de Educación Popular, Pedagogía Crítica e Investigación Militante N°1 (octubre 2018 -marzo 2019) – PDF

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298066

09:00:00 – Educación humanizadora y deshumanizadora

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298069

10:00:00 – Libro: Pedagogía del aburrido (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298079

11:00:00 – El ir y venir de las modas educativas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297991

12:00:00 – Calendario docente 2019 (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298083

13:00:00 – Bajo rendimiento escolar: 10 Pautas para evitar el fracaso escolar

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297874

14:00:00 – Bolsonaro acusa al marxismo de causar bajo nivel educativo en Brasil

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298088

15:00:00 – De la piel a la pedagogía: las 10 «p» de la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297982

16:00:00 – 10 grandes diferencias entre el sistema educativo finlandés y la educación convencional

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298091

17:00:00 – Neoliberalismo educativo: educando al nuevo sujeto neoliberal*

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298072

18:00:00 – Paraguay: Critican sistema de evaluación PISA-D

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298097

19:00:00 – La crisis del Reformismo Educativo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297988

20:00:00 – Eduy 21 propone «blindar el cambio educativo» con presupuesto adicional de 1% del PBI

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298094

21:00:00 – Henry Giroux: ¿Por qué es hoy necesaria la Educación Crítica? (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298100

22:00:00 – ¿Por qué el modelo educativo japonés es uno de los mejores del mundo?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298076

23:00:00 – Aulas violentas: el acoso y la agresión en la escuela (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298103

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

Comparte este contenido:

Elogio del aburrimiento.

Por: Frenando Aramburu.

No estuve allí; pero, a partir de los datos de que dispongo, juraría que los pasajeros del Titanic pudieron sentir de todo menos aburrimiento mientras el barco se iba a pique. Tampoco alcanzo a imaginar a los soldados implicados en la batalla de Waterloo bostezando indolentes, amodorrados, o arreglándose las uñas sin más motivo que no estar ociosos en plena refriega.

Le planteé la cuestión a un experto en conductas humanas a quien conocía someramente. Habíamos coincidido por segundo año consecutivo en la fiesta al aire libre de un amigo común. Pensó que bromeaba. Como suele ocurrir en este tipo de situaciones, él se refugió en la ironía. Fue entonces cuando le dije, ahora ya sí de broma, que me parecía extraño que la ciencia psicológica careciese de explicación para lo que a mi juicio es el verdadero meollo del asunto, esto es, que en el aburrimiento se esconde una convicción engañosa. ¿Cuál? La de estar en la vida como si dispusiéramos de una provisión interminable de tiempo.

La risa anula momentáneamente la conciencia de la tragedia. El aburrimiento, a su modo, también. La primera la vemos como positiva, pues da gusto. El segundo, al hombre moderno, se le figura una calamidad. Yo intuyo, añadí, que, bien gestionado, el aburrimiento puede ser una bendición. El psicólogo me preguntó si en aquellos momentos, en aquel jardín donde ya ardían las brasas de la barbacoa, yo me estaba divirtiendo. No conozco otra posibilidad, le contesté.

En mi modesta y poco autorizada opinión, el truco está en persuadirse de que la vida dura las dos horas y pico que tardó el Titanic en hundirse. Y como el tipo acogiese mis palabras con una mueca risueña, agregué, rivalizando con él en impertinencia, que con los años he desarrollado ciertas aptitudes para guipar al simio que lleva dentro cada ser humano, razón por la cual no suele ser difícil para mí hallar entretenimiento en la observación de las personas cuando no tengo mejor cosa que hacer. Mi interlocutor debió de sentirse aludido, se fue en busca de bebida y ya no volvió.

Agradezco a mis progenitores esto, lo otro y lo de más allá, pero particularmente que no estuvieran pendientes de que no me faltase diversión en cada minuto de la infancia. Ocupados en las tareas propias del sostenimiento de la familia, en un medio social humilde, de limitado acceso a los bienes culturales, el ocio del hijo no era un asunto que reclamase su atención, al menos no con la misma intensidad que la salud, la nutrición, la ropa y calzado o la educación escolar.

En consecuencia, uno, a edad temprana, no tenía más remedio que arreglárselas para colmar los tiempos muertos de la vida cotidiana con actividades que no consistieran principalmente en la queja por la falta de actividad. «Papá, mamá, me aburro», se oye lamentarse a veces, con clara intención de chantaje, a algunos niños. Me aburro significa en tales ocasiones: dame espectáculo, cúmpleme un deseo.

No se me ocurre respuesta más adecuada ni cariñosa en tales casos que esta: «Excava en tu hastío, hunde la pala, busca el diamante». La idea no es otra que estimular al pequeño a que se acostumbre a tomar decisiones. Se le convida a extraer provecho de su imaginación, a ejercitarse en la tenacidad y la paciencia, y a encontrar, en fin, por sí mismo solución a sus problemas.

Por los días en que daba clases se hablaba mucho de la pertinencia de motivar a los alumnos. La palabra motivación era el bebedizo mágico con el que obrar todos los días, en el aula, maravillas pedagógicas. Al alumno había que hacerle la enseñanza atractiva. Las matemáticas debían saberle a fresa; la física y química, alegrarlo como un número de circo. El alumno no debía aprender por obligación, sino por curiosidad natural. Incluso había programas educativos que postulaban la flexibilidad máxima de las actividades. El alumno llegaba a clase y, ante la oferta de tareas, podía escoger la que le hiciese tilín.

Daba la casualidad de que los niños no vivían en la escuela. Por las mañanas llegaban al aula determinados por ciertos hábitos no siempre constructivos y rara vez conformes con el plan escolar de convivencia y trabajo. Muchos de ellos tendían a prolongar dichos hábitos en las horas lectivas. Y así, atiborrados de televisión, años después de consolas de videojuegos, Tamagotchis y lo que fuera que estuviese de moda (hoy día lo ignoro, pues cambié de oficio), el alumno mostraba pulsiones claramente adictivas, era incapaz de concentrarse en nada y enseguida se cansaba de los recursos motivadores del frustrado profesor, convertido en una especie de camarero o sirviente de los niños. El resultado no era el previsto por las directrices. Al final, el alumno detestaba el colegio con ardor tan sostenido como el de los chavales de mi época, sometidos por regla general a una férrea disciplina.

Creo que las autoridades educativas harían bien en introducir clases de soledad en los colegios. Serían económicas. Ni siquiera precisarían de personal docente especializado. Aprender a estar a solas y en silencio con los propios pensamientos es un arte que no todo el mundo domina. Y, sin embargo, en dicho arte radica uno de los antídotos más efectivos contra el aburrimiento, la ansiedad, las actitudes gregarias y la falta de iniciativa.

Metan ustedes durante varias horas a un niño de ocho años, a una muchacha de catorce o a un señor de sesenta y seis en un cuarto de paredes blancas, sin ventanas ni aparatos. Tan sólo con una mesa en el centro o adosada a la pared, y, sobre la mesa, un trozo de madera y un juego de gubias. Transcurrido el tiempo, las posibilidades de que al entrar ustedes en el cuarto no hallen una figura tallada son con toda seguridad mínimas. Pongan rotuladores y hojas de papel, y hallarán, al final de la sesión, textos o dibujos. No pongan nada y llegará un momento en que el recluso se arrancará a cantar, a rememorar su pasado o a hacer ejercicio físico.

La idea de que el aburrimiento ha de combatirse solamente mediante estímulos externos me parece un error grave. Ojo, no hay por qué desdeñar dichos estímulos. ¿A quién no le agrada asistir a un buen espectáculo? Y aun en tales casos cultivar un espacio mental para el disfrute de lo que se está presenciando ayuda a no dejarse arrastrar por la blanda pasividad. ¿Cuántas veces no se le habrá ocurrido a uno la idea para un proyecto, el dato que faltaba, el verso inicial de un poema, en unos de esos momentos en que tantos congéneres nuestros mirarían el reloj fastidiados? Se me hace a mí que el aburrimiento es un regalo de la Naturaleza que permite a los seres humanos crearse un mundo interior propio con el cual vencer, mire usted por dónde, el propio aburrimiento.

Fuente: http://www.elmundo.es/opinion/2017/11/26/5a19b4eae2704e9e1d8b4605.html

Imagen: http://e00-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2017/11/25/15116341348846.jpg

Comparte este contenido:

Por qué debes dejar que tus hijos se aburran

Por Ana Camarero

Las vacaciones de Navidad ya están a la vuelta de la esquina. La iluminación y la decoración de avenidas y plazas, el espumillón de los escaparates y el ajetreo en las calles anuncian la cercanía de un tiempo de celebración que muchas familias viven con ansiedad, bajo la premisa de que el aburrimiento debe desterrarse de la rutina de sus hijos. Esta circunstancia genera en los hogares situaciones de estrés y ansiedad, en un intento de los padres por rellenar con múltiples actividades cada una de las horas que los pequeños pasan en casa. Se trata, en la medida de lo posible, evitar escuchar: “Papá, mamá, me aburro”.

Una situación, la de mantener a nuestros hijos continuamente entretenidos, a la que cada vez más expertos son contrarios. En opinión de alguno de ellos, el aburrimiento es una sensación positiva que todos, niños y adultos, podemos y debemos experimentar. Y lo defienden como una situación a la que nuestros hijos necesitan enfrentarse y resolver por ellos mismos.

Consuelo Coloma, psicóloga educativa coordinadora de la Universidad de Padres, se muestra partidaria de que los padres dejemos a nuestros hijos que experimenten ese «aburrimiento». En su opinión, “los momentos de no saber qué hacer son positivos siempre que se produzcan de manera natural, sin fomentarlos artificialmente”.

“De unas cuantas generaciones hasta nuestros días, los padres han buscado un papel más activo en la vida de sus hijos. Quizás, por ello, hemos perdido un poco la capacidad de saber diferenciar en qué momentos es necesario que estemos presentes como padres y en cuáles no, para favorecer que sean ellos mismos los que experimenten”, afirma Coloma. “Hoy en día, los niños no disponen de ocasiones para disfrutar de juego libre, es decir, de tiempo que nadie les organiza. Así que cuando sucede una situación como el aburrimiento, ocurren dos cosas: que el niño no sabe resolverlo porque no está acostumbrado y que los padres tampoco saben cómo gestionarlo”.

Si echamos la vista atrás, las generaciones precedentes vivían las vacaciones como sinónimo de descanso y de profundos momentos de aburrimiento. Momentos en los que aburrirse era casi obligado y natural. En esta línea, ya en 1930 el filósofo Bertrand Russell dedicó un capítulo de su libro La conquista de la felicidad al valor del aburrimiento. En él manifestaba que “un niño se desarrolla mejor cuando, al igual que una joven planta, se deja reposar en la tierra. Muchos cambios de lugar, mucha variedad de impresiones, no son buenas para los jóvenes, y aprenderán a medida que crezcan a ser incapaces de soportar la fructífera monotonía”. Y seguía indicando que “una generación que no soporta el aburrimiento será una generación de escaso valor”.

Sabina del Río Ripoll, psicóloga perinatal, directora de Centro de Psicología y Especialistas en Maternidad (CALMA), dice: “Isaac Asimov aseguró que el aburrimiento iba a ser una de las grandes enfermedades de nuestra época con las consiguientes consecuencias a nivel emocional, mental y sociológicas. Es necesario para el desarrollo de una sociedad que sus integrantes sean personas con capacidad de crear, innovar y solucionar, y esto solo es posible si permitimos que los niños y adolescentes tengan tiempo libre para ir evolucionando en su capacidad de pensamiento creativo”. Asimismo, Del Río explica que “Ken Robison, descrito como uno de los mejores docentes del mundo por su visión del mundo educativo, nos transmite que la imaginación es la fuente de todo logro humano, y hace hincapié en que la creatividad no es algo innato, sino que se aprende igual que aprendemos a leer o multiplicar. Cuanto más creativo sea un niño en su infancia, más posibilidades, tendrá el día de mañana de autorrealizarse y de obtener éxitos en los distintos ámbitos de su vida. Un niño aburrido y con tiempo para poder conectar consigo mismo va a poder ir descubriendo cuáles son: sus aptitudes, sus pasiones, sus actitudes y sus oportunidades; los cuatro pilares básicos sobre los que este autor sustentaría el adecuado crecimiento personal de los individuos”.

Una opinión que comparte Consuelo Coloma, quien destaca que “la creatividad es la capacidad del ser humano para crear algo dónde no hay o buscar soluciones a problemas, básicamente”. Y señala que, “para que la creatividad se dé tienen que darse dos circunstancias o una de las dos: que el niño no esté haciendo necesariamente otra cosa, es decir, que no tenga su mente ocupada en otras labores; o que teniéndola ocupada tenga que resolver problemas o enfrentarse a diferentes situaciones que le promuevan resolver conflictos. Justamente, estas dos situaciones no se dan hoy, bien porque el niño ocupa la mayoría de su tiempo en realizar labores o actividades, normalmente, bajo supervisión. O si existe algún conflicto o problema siempre hay algún adulto dispuesto a solucionarle la vida para que el niño no tenga que esforzarse mínimamente para hacer volar su creatividad para dar soluciones al problema”.

¿Cómo debemos enfrentarnos a los momentos de aburrimiento de nuestros hijos? Sabina del Río afirma que “el aburrimiento del niño debe ser un problema del que debe darse cuenta y del que debe aprender a salir por sí mismo”. La psicóloga asegura que “la mejor manera de ayudar a un niño frente a su aburrimiento es permitirle un espacio y un tiempo con materiales lo menos estructurados posibles (mejor al aire libre y en compañía de más niños de su edad), y dejando que sean ellos los que busquen y pongan en marcha sus recursos, tanto internos como externos, para distraerse y disfrutar de su tiempo”.

Fuente:http://elpais.com/elpais/2016/12/11/mamas_papas/1481440372_220104.html?id_externo_rsoc=TW_CM

Imagen: ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2016/12/11/mamas_papas/1481440372_220104_1481441539_noticia_normal_recorte1.jpg

Comparte este contenido: