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Panamá: Pornografía infantil, lado oscuro de sociedad panameña

Por Osvaldo Rodríguez Martínez*

Panamá, (Prensa Latina) La sociedad panameña está anonada al descubrir un lado oscuro de su interior relacionado con el abuso sexual contra menores, cuyas señales esporádicamente mostraron los medios como casos aislados.

 

La más reciente alarma se originó en un operativo multinacional efectuado el pasado 4 de septiembre -del cual Panamá formó parte-, contra una presunta red de acopio y distribución de pornografía infantil, por cuya vinculación fueron imputadas inicialmente una decena de personas.

El Ministerio Público (MP) informó que entre los implicados figuran tres docentes en ejercicio, uno de ellos trabaja en una escuela pública especial de la central provincia de Los Santos, mientras los otros prestan servicios en centros privados del distrito de San Miguelito y el corregimiento de Juan Díaz, ambos en la capital.

Al ampliar la información, la fiscal informó que al residente en Juan Díaz -maestro de una escuela primaria- en su vivienda le ocuparon dos laptops, tarjetas de memoria, discos duros y otros dispositivos de almacenamiento digital, en uno de los cuales guardaba 84 fotos y 10 videos pornográficos con niños de entre cinco y 10 años.

Otros acusados son profesionales de la informática, un médico, un funcionario del Tribunal Electoral, tres desvinculados laboralmente y un reincidente en el delito, por el cual fue condenado en 2007 y estaba en libertad condicional tras cumplir las dos terceras partes de su sanción.

Ante el fuerte cuestionamiento popular por maestros involucrados en este flagelo, especialistas explicaron en los medios de comunicación que el enmascaramiento de pedófilos en tales profesiones, forma parte de un modus operandi para evitar sospechas en el vínculo con menores.

La fiscal Anilú Batista dijo a la prensa que a los imputados se les demostró con pruebas ante el tribunal, que el material incautado ‘claramente se trata de niñas y niños que son explotados sexualmente’.

El indicio que encaminó la investigación fue la detección de descargas frecuentes desde Internet de ese tipo de material delictivo, lo que se logró mediante la identificación del IP (Internet Provider), número único de cada equipo que entra a la red y es controlado por el proveedor de conectividad.

‘Cada vez que se descarga uno de estos videos hay más demandas para que en redes sociales, en redes oscuras, se produzca más material de ese tipo, donde el niño es explotado una y otra vez’, señaló la fiscal.

La redada ‘Luz de infancia 5’ contempló registros a 13 viviendas en las provincias Chiriquí (occidente), Los Santos y Coclé (centro), Panamá Oeste y la capital, según el MP. Ese mismo día, se sincronizaron similares acciones en Estados Unidos, Ecuador, Brasil, Chile, El Salvador y Paraguay.

OTRAS SEÑALES MUESTRAN FALENCIAS

En la nación istmeña se registraron de enero a julio pasados, tres mil 847 acusaciones contra la libertad sexual en menores, de ellos casi la mitad por violaciones, reveló al canal TVN Jennie Barb, de la Fundación unidos por la niñez, quien aseguró que solo se denuncia el dos por ciento de los hechos.

Cada siete minutos se muestra en Internet a un menor siendo objeto de abusos sexuales, denunció a principios del presente año Internet Watch Foundation (IWF), una agencia de Naciones Unidas, la cual solo en el 2018 borró de la red más de 100 mil páginas web con mensajes pederastas.

‘La influencia decisiva que ejerce Internet en la vida de los niños de todo el mundo seguirá en aumento y evolución’, concluyó un estudio de Unicef, que pronosticó un incremento notable de acceso a la red en los países de bajos y medianos ingresos, mientras alertó de las deficiencias en la protección infantil y juvenil en línea.

Un serio problema social es el embarazo precoz de niñas panameñas cuyas estadísticas se diluyen entre los hospitales privados y los dos sistemas de salud pública, pero las cifras conocidas son alarmantes, pues señalan a menores de hasta 10 años, en su mayoría abusadas por mayores de edad.

Panamá no tiene políticas públicas claras y a largo plazo para encarar el problema, en tanto en 2017 zozobró un intento de aprobar en la Asamblea Nacional una ley para la adopción de estrategias encaminadas a lograr una educación sexual integral, además de atención y promoción de salud.

FUNDAMENTALISTAS RECHAZAN LA EDUCACIÓN SEXUAL

Sectores vinculados a iglesias rechazaron el intento de introducir la educación sexual en las escuelas públicas, e incluso escenificaron una de las mayores marchas de los últimos tiempos para mostrar ‘músculo’ ante los especialistas que elaboraron guías para docentes.

En la corriente favorable a la urgencia de aplicar tales enseñanzas desde las escuelas, el sociólogo Olmedo Beluche calificó entonces de ‘fundamentalistas conservadores religiosos’, a quienes recurrieron a falsificaciones de los textos que adversan para buscar adeptos a su causa.

‘Se hacen proclamas y se culpa al mismo diablo de ser autor intelectual del proyecto, mientras que otros más sofisticados achacan la responsabilidad a los malthusianos atrincherados en Naciones Unidas’, escribió en el artículo La teoría de género y el temor de los fundamentalistas.

‘Atacan a la llamada Teoría de Género (ellos dicen ‘ideología de género’) como la causa de todos los males. Supuestamente esta teoría pretende sembrar en las mentes vírgenes de nuestros niños y jóvenes ideas subversivas sobre prácticas sexuales raras como la homosexualidad’, señaló.

Se trata de un problema de salud, por lo que el Ministerio de Educación (Meduca) impulsó la creación de varias guías sobre educación sexual dirigidas a docentes, padres de familia y jóvenes embarazadas, informó en aquel debate Luz María Córdoba, psicóloga del Meduca.

En la acera opuesta Luis Sagel, coordinador de la manifestación, opinó en un foro convocado por el diario La Prensa, que se pretende ‘quitar la inocencia a los niños’, y agregó: ‘lo inquietante de las guías que impulsa el Meduca es que están impregnadas de ideologías de género’.

El manual, al cual tuvo acceso Prensa Latina, tiene los objetivos didácticos de ‘Fortalecer el desarrollo de la identidad de género de niños y niñas, y promover la comprensión y el ejercicio del derecho a la igualdad de género’, elementos que constituyen el eje principal de quienes se oponen a su aplicación.

A pesar de que la red de pornografía infantil detectada en varias provincias panameñas alarma a la sociedad, en particular a los padres de familia, el tema de la educación sexual no volvió a la palestra pública, tal vez porque las evidentes consecuencias de su ausencia en aulas y hogares, difícilmente las reconozcan sus oponentes.

Beluche resume así a qué teme el ‘pensamiento conservador fundamentalista’, lo cual explica la batalla contra la educación sexual:

‘Una revolución que nos libere del machismo, de la violencia sexista, de la discriminación, de la sumisión y de cualquier forma de opresión. Esta revolución no sería simplemente política o económica, sino que estremecería los cimientos de la cultura como la conocemos.

‘Sí, la Teoría de Género puede ser peligrosa para los que defienden el patriarcado capitalista’.

Fuente de la Información: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=305880&SEO=pornografia-infantil-lado-oscuro-de-sociedad-panamena
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#YaNoNosCallamosMás

Por: Mariana Iglesias.

 

La conducta de Humberto Cristian Aldana estaba orientada a la selección de especiales víctimas, elegidas a través del interrogatorio sobre la vinculación familiar, la existencia de abusos previos y la inexperiencia sexual propia de la corta edad de sus elegidas, aprovechando del contexto familiar un particular estado de vulnerabilidad». Los fundamentos de la sentencia que condenó al músico a 22 años de prisión por abuso sexual y corrupción de menores se conocieron el martes. Un día después, la Justicia condenó al periodista Lucas Carrasco a 9 años de prisión por abuso sexual de una joven en el marco de una relación consentida. «Sé que no soy la persona más amable del mundo… pude haber destratado a alguien… ser un irrespetuoso… pero no soy un violador», se defendió Carrasco. La Justicia opinó lo contrario. Una idea similar usó Plácido Domingo para defenderse de las denuncias de acoso sexual: «Pensé que todas mis interacciones y relaciones siempre fueron bienvenidas y aceptadas». Esta semana aparecieron más mujeres que aseguran haber sido abusadas por el tenor, son más de 20. Este jueves las Actrices Argentinas acompañaron otra denuncia por acoso sexual. #YaNoNosCallamosMás. Las voces de las mujeres se escuchan cada día más fuerte.

 La educación que incomoda 

El martes 10 el Episcopado presentó un documento contra la IDEOLOGIA DE GENERO Y EL ABORTO. FOTOS MARTIN BONETTO

Tras la condena contra Carrasco, los abogados de Sofía Otero repartieron un comunicado en el que pedían que el fallo fuera «acompañado de la implementación de la ley de Educación Sexual Integral (ESI)». ¿Por qué? Porque en las clases de Educación Sexual también se aprende que el cuerpo no debe ser violado. Justo esta semana el Arzobispado presentó un documento para oponerse a lo que llaman la «ideología de género» que -dicen- «contamina» la educación sexual. Justo estos días se conocieron más testimonios de las víctimas del Próvolo: los chicos sordomudos eran violados por los curas hasta que se desmayaban.

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/opinion/-yanonoscallamosmas_0_4cEMmme.html

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Argentina: Profesores de educación física que eran pareja obligaban a colegialas a tener sexo con ellos

América del sur/Argentina/22 Agosto 2019/Perú21

Horror en Argentina. Ella se aprovechaba de su condición de maestra  para obligar a sus estudiantes a tener sexo con su novio.

El colmo del abuso. Una pareja de profesores de educación física se aprovechaba de su condición de maestros para abusar sexualmente de al menos dos adolescentes en el distrito de Luján, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.

María Julia Asselborn y Luis Gabriel Sili se conocieron en 2012  durante una capacitación y empezaron una relación que pronto se trastornó, al punto de obligar a varias colegialas de 15 y 16 años a tener relaciones con ellos.

El espantoso delito salió a la luz tres años después, en 2015, cuando una estudiante presentó una denuncia en donde aseguraba que su profesora la obligó a tener «fiestas sexuales con ella y su pareja».

Rápidamente, otras seis adolescentes se sumaron a la denuncia y recién a fines de noviembre de este año fueron detenidos, después de permanecer por varios meses prófugos.

Tras determinar que era la mujer  la encargada de reclutar a las menores de edad, el Tribunal Oral Criminal Nº 6 de Morón los condenó a ambos a 18 años de prisión por abuso sexual con acceso carnal agravado y promoción de la corrupción de menores agravado de dos de las estudiantes.

El tribunal consideró como agravante el hecho de que la mujer fuera una de las encargadas de la educación de una de sus víctimas. A la otra, la contactó por Facebook inventando una convocatoria deportiva. Su modalidad de reclutamiento consistía en ofrecerles borrar faltas o aumentarles la nota para forjar amistad y ganarse su confianza.

Fuente e imagen: https://peru21.pe/mundo/argentina-profesores-educacion-fisica-pareja-obligaban-colegialas-sexo-497572?foto=5

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Senegal: La niña que le dijo “no te quiero” a su marido

África/Senegal/13 Junio 2019/Fuente: El país

Las mujeres de Saint Louis, en Senegal, levantan la voz ante el matrimonio infantil, la violación y otros abusos a los que están expuestas

Diouma Sene no entiende el significado de la palabra feminismo. No le suena, pero no duda en decir que es una defensora de los derechos de las mujeres. “En Senegal siempre se nos echa la culpa de todo. Si te quedas embarazada con 15 años es tu culpa. Si te pegan es tu culpa”, lamenta. Nunca pudo estudiar, empezó a trabajar con siete años, sus padres intentaron casarla cuando era poco más que una niña con un hombre de 20 años mayor y en la adolescencia tuvo que cargar con el estigma de ser madre soltera. “Todo lo que sé ahora lo aprendí de mis errores”, asegura. «Pero de todo se sale y no quiero que lo que me pasó a mí les ocurra a otras».

Con apenas 26 años, tiene una larga historia que contar. Lo hace entre risas nerviosas que ocultan las lágrimas y llevándose las manos a la cabeza, sentada en la Casa de los derechos de las mujeres, un centro que gestiona la ONG La liane en Saint Louis para prestar escucha y apoyo jurídico a las mujeres víctimas de violencia.

Cuando cumplió siete años, Sene tuvo que dejar su aldea natal en la región de Thiès para ir a trabajar a Dakar, donde compartía cuarto con una veintena de mujeres. Su primer empleo fue cuidar de sus coetáneos para una familia de la capital. Ganaba 2.500 francos al mes (menos de cuatro euros), de los cuales 150 se iban para el alojamiento y el resto lo enviaba a su familia. “En aquella época me parecía normal que una niña trabajara. Me levantaba a las cinco de la mañana para limpiar el piso y preparar el desayuno. Empecé a cuestionarme por qué esos niños de mi edad tenían derecho a quedarse en la cama hasta las siete e ir a la escuela mientras yo no podía”.

El trabajo de doméstica no le dejaba tiempo libre. Fregaba suelos y cortaba verduras de sol a sol. En alguna ocasión, le despidieron sin darle explicaciones y sin pagarle. Una cicatriz en la frente es el recuerdo que lleva de un golpe de recibido por parte de un niño poco mayor que ella en una de las casas en las que trabajó. “Otras chicas que se dedicaban a lo mismo me contaban que eran pegadas, explotadas y hasta violadas por sus empleadores y, cuando intentaban denunciarlo, nadie las creía”, dice.

CUANDO DIJE A LA MUJER QUE SU MARIDO ME HABÍA VIOLADO, ME CONTESTÓ QUE ÉL TENÍA LA COSTUMBRE DE ACOSAR A LAS DOMÉSTICAS

D.N., EMPLEADA DOMÉSTICA

En 2008, durante una visita a sus familiares, su padre le comunicó que le había conseguido un marido, un vecino de al menos 20 años mayor que ella. Sene no se lo tomó en serio hasta el día siguiente, cuando algunas personas fueron a su casa para arreglar los detalles de la boda. A pesar de decir que no estaba de acuerdo, los preparativos nupciales siguieron adelante. Sene rehusó con todas sus fuerzas irse a vivir con su esposo y volvió a Dakar. “Le dije que no le quería y que no le debía nada, hasta que un día apareció mi padre para obligarme a regresar al pueblo para que cambiara de idea», recuerda.

Su padre le ató las manos para que no se fugara y no se dejó ablandar por su rechazo a comer, ni por los intentos de suicidio. Su madre tampoco la apoyó. Un día Sene notó movimientos raros en casa: se dio cuenta de que esas personas que iban y venían estaban preparando la celebración de su boda. Aprovechó un momento de distracción de sus familiares para huir y evitar de formar parte del 31% de las chicas senegalesas que se casó antes de los 18, según datos de Unicef. Echó a correr con lo puesto y montó en el primer bus que vio. Poco a poco, empezó una nueva vida, con un nuevo empleo como doméstica y un novio. De repente, se sintió mal y su empleadora la llevó al hospital para un control. Tras hablar con la enfermera, la señora le preguntó si alguien la había violado, porque estaba embarazada. Ante la noticia, su novio se dio a la fuga.

Sene volvió a marcharse, con la esperanza de que su familia no la encontrara. Esta vez se dirigió a Saint Louis, en el norte del país. Allí recibió el apoyo de la asociación La liane, que cubrió los gastos médicos durante el embarazo, le ofreció clases de alfabetización y de formación profesional en hostelería, que le permitió encontrar su actual trabajo en uno de los restaurantes más conocidos de la ciudad. Ha vuelto a ver a sus padres, aunque admite que no ha sido fácil y que tuvo que lidiar con el estigma de ser madre soltera y los problemas para trabajar y cuidar de su hijo.

D. N., saintlouisienne de 22 años, también trabajaba como doméstica. Con 17 estaba al servicio de una pareja de enseñantes. Un día, cuando la dueña de casa salió para ir a dar clase, el marido se abalanzó sobre ella y la violó. Solo pasó una vez, asegura, pero se quedó embarazada. “Fui a hablar con su mujer y me dijo que podía ser cierto, ya que su marido tenía la costumbre de acosar a las domésticas».

Diaw Anne Sarr, responsable de derechos de las mujeres en la ONG La liane, en Saint Louis (Senegal).
Diaw Anne Sarr, responsable de derechos de las mujeres en la ONG La liane, en Saint Louis (Senegal). PACO PUENTES

Su violador siempre negó la responsabilidad y nunca ha pagado por ello. Fue convocado delante de la policía, pero no le pasó nada. “Él era un profesor y ella apenas había estudiado. Esto la disuadió de perseguir la justicia, como ocurre a menudo. En algunos casos, las familias deciden ir hasta el final, pero no todas se lo pueden permitir, porque el examen de ADN cuesta 250.000 francos (alrededor de 380 euros), explica Diaw Anne Sarr, responsable de derechos de las mujeres en La liane.

“Mi familia me apoyó, pero la sociedad no ve con buenos ojos a las madres solteras. Supongo que era mi destino, pero ya no quiero saber nada más de esta historia”, añade D. N. La joven se ha casado hace poco y se conforma con que su esposo reconociera al niño.

Sarr cuenta que todos los días tocan a la puerta de la asociación mujeres con historias parecidas, víctimas de violencia conyugal, sexual, económica y social. “Nuestra cultura muchas veces es un freno para que las mujeres denuncien. A veces vienen aquí en búsqueda de ayuda, pero al mismo tiempo quieren proteger a sus maridos. La mayoría de ellas desconoce sus derechos”, explica. “Empieza a haber un cambio. Las mujeres ahora entienden que no es normal ser pegadas o sufrir otros tipos de abusos, pero aún hay mucho que hacer”.

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Las mujeres de Saint Louis han salido a la calle para decir «Basta ya» a la violencia de género

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Un cuarto de las mujeres senegalesas justifica que un marido pegue a su esposa. Sin embargo, en la última semana de mayo, centenares personas salieron a calle en Dakar al grito de “¡Basta ya!” para protestar contra la violencia de género y denunciar un aumento de las agresiones sexuales en todo el país. Las mujeres de Saint Louis también se unieron a la protesta con una marcha el 30 de mayo.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/05/30/planeta_futuro/1559223671_650242.html

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El Salvador: 707 jóvenes desertaron de los centros escolares por causa de un embarazo

Redacción: El Salvador

Según el mapa de embarazo de niñas y adolescentes del 2017 hubo 19,190 niñas en estado de embarazo en el país. Hugo González, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas, opinó que la sociedad tiene que brindar las condiciones para que las menores de edad logren el mayor grado académico, por el bienestar familiar y social.

A causa de un embarazo, 698 mujeres en edades de 10 a 19 años abandonaron los estudios académicos, de acuerdo con datos del Mapa de Embarazos en niñas y adolescentes del 2017, presentado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa). El registro también reporta que 9 hombres, en el mismo rango de edades, abandonaron su estudio porque su pareja estaba embarazada.

Los departamentos con más casos fueron San Salvador, La Libertad, Sonsonate y Santa Ana.

Hugo González, representante del Unfpa, explicó que el documento registra 19,190 niñas y adolescentes que experimentaron la maternidad en ese año, equivalente a un promedio de 53 menores, por día.

En cuanto a los embarazos en menores de 15 años manifiesta que algunos son casos que están vinculados a violencia sexual, y que, a pesar de que en comparación al año 2015 los embarazos han disminuido, las denuncias de abuso sexual han aumentado.

“Las consecuencias de esa maternidad temprana, en el caso de El Salvador, se ha visto que de cada cuatro niñas que se encontraban estudiando al momento que experimentaban la maternidad tres abandonaron los estudios con un promedio de educación de cinco años de escolaridad”, comentó González.

Añadió que esto coloca a las niñas y adolescentes en un círeculo de mayor profundización de pobreza, de dependencia y de violencia, lo cual trae la dificultad de poder ejercer sus derechos, de satisfacer sus necesidades básicas y los de sus hijos, además la sociedad pierde un ser humano productivo.

Entre los años 2015 y 2017 hubo 65,000 menores de edad que enfrentaron un embarazo en El Salvador. De esa población, 7 de cada 10 abandonaron los salones de clases, en los grados de sexto y noveno.

“Pero el abandono se da desde el tercer grado hasta el bachillerato. Con ese grado de escolaridad ¿qué oportunidad de empleo puede existir para una joven? Que además confronta la responsabilidad de la crianza a edad temprana, sin los ingresos que lo permitan hacerlo, sin la educación o la información de cómo hacerlo y muchas veces como resultado de una situación de abuso y de violencia sexual”, dijo el representante del Unfpa.

Al calcular cuánto la sociedad pierde en términos de tributos que estas jóvenes dejan de aportar a la sociedad durante sus años de vida productiva, de las 65,000 menores embarazadas, el país dejará de percibir alrededor de $352 millones, en un lapso de 40 años.

“Esto es para enfatizar que no solo las repercusiones afectan a la niña y su familia sino que a toda la sociedad y por eso es importante que todos velemos por la protección de las niñas. Hay que redoblar los esfuerzos”, expuso González.

El viceministro de Educación, Francisco Castaneda, dijo que sus protocolos para garantizar la educación de los menores se basa en los artículos 76 y 90 de la Ley General de Educación.

“Donde nos define el mandato de prevenir, a través de la educación, los embarazos adolescentes. Y en caso de que se diera, asegurar el derecho a la educación y la permanencia en el sistema educativo”, dijo Castaneda.

Agregó que tratan de asegurar que las adolescentes continúen con sus estudios, si se dan aspectos culturales y económicos, además del bullying, que son razones por las que no regresas a sus estudios.

“La mesa de oportunidades educativas y modalidades flexibles ha constituido una opción importante para el retorno al sistema educativo de esta población femenina vulnerable a partir de una situación de embarazo prematuro”, aseguró Castaneda.

 

El presidente de la Asociación de Colegios Privados (Acpes), Javier Hernández, manifestó que el tema de embarazos en niñas y adolescentes lo manejan con mucha responsabilidad, en el sentido de brindarle el apoyo a la estudiante hasta donde el marco legal se los permite. “No suspendemos niñas que estén en estado de embarazo, y eso lo hacemos desde antes de la Ley Lepina (ley de niñez), se les da un trato distinto, pero no discriminatorio en el sentido de los permisos para no asistir a clases debido a su estado, suspendemos actividades que puedan dañar su estado, como las clases de educación física”, manifestó Hernández.

Aseguró que en la mayor parte de los casos de deserción es la alumna la que decide retirarse de sus estudios, no es el centro educativo el que le niegue el acceso a la educación.

Explicó que para garantizar que la menor termine su año educativo le brindan formas más flexibles para que pueda realizar sus actividades académicas, para que pueda darle continuidad a sus estudios.

Dentro de la currícula académica, explicó el dirigente de la Acpes, está el componente de educación sexual y reproductiva, que está incluido desde el primer ciclo en adelante, en la asignatura de ciencias, salud y medio ambiente, y en ciencias naturales para el bachillerato.

“Son contenidos dentro de la currícula que siempre han estado ahí, pero no son garantía para que se prevengan los embarazos en niñas y adolescentes, la garantía está más en los hogares que en los centros educativos porque son los padres o responsables quienes pueden orientar de mejor manera a los jóvenes para que todo se experimente de acuerdo a una edad biológica, social y psicológica determinada”, opinó Hernández.

Paz Zetino, secretario general de Bases Magisteriales, expuso que como docente se ha visto en el problema de afrontar las decisiones de muchos padres de permitir el noviazgo de sus hijos, y que estos se den dentro del centro escolar.

“Nosotros en las escuelas estamos haciendo todo tipo de prevención al respecto, incluso tomamos algunas medidas hasta extremas para detener este fenómeno, pero yo siento que desde la familia ahora no se está contribuyendo”, comentó Zetino. Manifestó que los docentes se ven ante la dificultad de no poder corregir a los estudiantes cuando están realizando una acción inadecuada, como un noviazgo escolar, debido a que son los mismos padres los que autorizan dichas situaciones.

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New York: Exigen al Departamento de Educación poner freno al abuso sexual en escuelas

Líderes, estudiantes y activistas denunciaron que el DOE no toma con seriedad las quejas, y pidieron nombrar a más coordinadores que trabajen en las denuncias y promoción de programas contra delitos sexuales
Exigen al Departamento de Educación poner freno al abuso sexual en escuelas

Las escuelas de Nueva York están para educar y proteger al 1.1 millón de estudiantes que acuden a clases, pero están fallando al no tomar con seriedad el abuso y acoso sexual que cada día cientos de niños y adolescentes enfrentan dentro de los planteles educativos. Por lo menos 1 de cada 3 estudiantes ha sido víctima de algún tipo de acoso, cifra que entre los estudiantes hispanos y negros (principalmente alumnas) es mayor.

Esa fue la denuncia que este martes decenas de estudiantes, activistas y líderes políticos hicieron minutos antes de asistir a una audiencia pública en el Concejo Municipal, donde culparon al Departamento de Educación (DOE) por no tomar las quejas y esa problemática con responsabilidad. De paso exigieron que se ponga freno a los abusos, a través de un plan de acción y la asignación de más recursos y denunciaron que solo existe un funcionario en todo el sistema educativo encargado de responder y manejar los asuntos relacionados con abuso y acoso sexual escolar.

“Tenemos que garantizar que todos nuestros niños van a estar seguros en las escuelas y sentirse apoyados, y la realidad es que en un sistema de 1.1 millón de alumnos tan solo hay una persona que tiene la labor de manejar los casos de abuso y acoso sexual, lo que es inaceptable, insultante y ofensivo”, aseguró el presidente del Comité de Educación del Concejo, Mark Treyger, refiriéndose al único cargo dentro del DOE que maneja esa problemática. “Necesitamos más personas que trabajen para manejar las denuncias de nuestros niños, no solo una. Es un asunto de justicia y no vamos a tolerar que el DOE que tiene un presupuesto de $32,000 millones no contrate al menos 7 de esos funcionarios”.

Juliette Verrengia, defensora del Proyecto de Nueva York contra la violencia, aseguró que la implementación de programas contra el acoso y el abuso sexual en las escuelas, al igual que el aumento de coordinadores, son especialmente vitales para estudiantes vulnerables.

“La falta de estos coordinadores en las escuelas de Nueva York es inaceptable y chocantemente regresivo, ya que ellos brindan a muchos alumnos que experimentan abuso y violencia sexual, apoyo y guía en momentos de miedo e incertidumbre”, dijo la activista. “Estudiantes que son menos propensos a recibir apoyo institucional, como los jóvenes LGBTQ, que deben enfrentar patrones de acoso que los deja aislados necesitan esto para prevenir futuros abusos y que los sobrevivientes tengan apoyo”.

Christina Ortiz, coordinadora de la organización NYC Alliance Against Sexual Assault, destacó la urgencia de crear planes educativos que aborden el tema del abuso sexual, a fin de evitar hechos de violencia sexual entre los estudiantes.

“Necesitamos asegurarnos de que se incluya en la educación escolar contenidos sobre relaciones saludables, relaciones consentidas, acciones cuando alguien ve algo y derechos sobre protección de hechos de acoso y violencia sexual”, aseguró la activista. “Asimismo, es importante expandir esa educación a todo el personal de las escuelas y la manera en la que pueden apoyar mejor a los estudiantes que han sido impactados, ya que para muchos puede ser traumático”.

Y es que a pesar de que el Departamento de Educación asegura que mantiene estándares altos de ayuda y protección a estudiantes que garanticen que están en ambientes seguros, estudiantes como Saide Singh, aseguran que en las aulas y pasillos de las escuelas, la historia es otra.

El acoso y el abuso sexual existe en nuestras escuelas, es una realidad. Yo misma lo sentí cuando tenía 15 años y estaba en otra escuela y como el código de vestuario era demasiado estricto y no permite que muchas veces los estudiantes tengan la libertad de mostrarse como son, una vez me llevé un atuendo más ajustado y muchos estudiantes se creyeron con el derecho de manosearme y tocarme”, recuerda que la venezolana, quien ahora tiene 17 años y está en grado 12. “No recibí ningún apoyo e incluso llegué a pensar que era mi culpa que me hubieran acosado porque mi vestuario se tomaba como una invitación al abuso”.

Una opinión similar tiene Berenice Gervacio, quien es miembro del equipo de futbol de su escuela en Manhattan, y asegura que a sus 15 añosha sentido en carne propia el acoso sexual en su escuela. La estudiante dice que tiene que soportar todo tipo de comentarios de algunos de sus compañeros sobre la forma de su cuerpo, sin que los miembros de la comunidad educativa presten atención a sus quejas.

“La gente siempre está mirándome y riéndose y al no existir un programa de apoyo para denunciar este tipo de situaciones uno no sabe a quién acudir. Además, varias veces me han dicho que por ser flaca la ropa que me pongo no me va, porque no tengo cuerpo para eso, lo que me hace sentir muy mal y es un claro acoso. Además, veo a niños tocando de manera fea a niñas”, aseguró la jovencita, al tiempo que consideró urgente que el Departamento de Educación tome acciones.

“Tiene que haber cambios para que nos sintamos verdaderamente seguros y protegidos. Debe nombrarse a más coordinadores que implementen trabajos en las escuelas sobre estos temas y que reciban y trabajen en las denuncias”, agregó la estudiante.

La abogada Carrie Goldberg, quien tiene un caso contra el Departamento de Educación por no proteger los derechos de tres estudiantes vulneradas, acosadas y víctimas de violencia sexual, responsabilizó a la Ciudad por no brindar protección a las niñas. Tras referirse a los casos, uno de ellos en los que una menor con discapacidad mental fue presuntamente víctima de violación por parte de siete compañeros, pidió al DOE que asuma su responsabilidad.

No es coincidencia que en los tres casos se trata de niñas vulnerables, hijas de madres solteras y no las tomaron en serio. Es un patrón del DOE no hacer nada cuando se reportan estos hechos. En uno de los casos lo que hicieron fue suspender a la menor y en otro la hicieron ir de nuevo al aula al lado de sus agresores”, destacó Goldberg.

Los manifestantes, miembros de la coalición Girls for Gender Equity y la campaña “Lo que las chicas de las escuelas se merecen”, anunciaron también que a través de la organización LSNYC (Legal Services New York City) interpusieron una demanda federal a nombre de cuatro estudiantes víctima de abuso y acoso sexual en escuelas de Queens y El Bronx.

La concejal Carlina Rivera dijo que “la triste realidad es que en nuestras escuelas hay abuso y violencia sexual” y manifestó que la única manera de poner freno es con mayor compromiso de la Ciudad para invertir recursos en las zonas más vulnerables.

“Tenemos que hacer lo que sea necesario para proteger a nuestras niñas y a nuestros niños porque no es justo que esto esté pasando especialmente en las escuelas de personas de bajos recursos. Por eso exigimos al Departamento de Educación y al Alcalde que pongan por lo menos 7 coordinadores que trabajen sobre este tema”, agregó la concejal del Bajo Manhattan.

El concejal Ben Kallos, del caucus progresista del Concejo Municipal admiró la valentía con la que decenas de estudiantes se han atrevido a denunciar y exigir sus derechos y pidió al Alcalde y al canciller de Educación que tome acciones inmediatas. “Estos comportamientos deben resolverse con educación. Es un problema enorme y sé que con su presión su generación a va corregir los errores de nuestra generación”, le dijo el político a las jóvenes que formaban parte de la manifestación.

Cohen Doug, vocero del Departamento de Educación, manifestó que en las escuelas de Nueva York no se permite ninguna conducta abusiva ni violenta a nivel sexual y agregó que se requiere que todas las escuelas tengan un Coordinador de Prevención de Acoso Sexual designado anualmente que se proporcione información disponible para todo el personal escolar.

“Nuestras escuelas deben ser entornos seguros e inclusivos, y hay absolutamente tolerancia cero para cualquier conducta sexual inapropiada”, manifestó el funcionario, quien no reveló cuantos casos de abuso o violencia sexual se han registrado en las escuelas. “Cualquier denuncia debe ser reportada, investigada y tratada, y este trabajo es una responsabilidad compartida de todo el personal del DOE, incluidos los enlaces de acoso sexual en todas las escuelas y un coordinador del Título IX que supervisa el cumplimiento del DOE. Revisaremos la demanda”.

El funcionario agregó que desde el año pasado se ha capacitado a 3,000 miembros del personal escolar en temas como violencia en el noviazgo y relaciones sanas, acoso sexual de estudiante a estudiante e inclusión de género y que si los directores o sus designados creen que hubo actividad criminal, se requiere que se comuniquen con la policía.

Por otro lado, Doug dijo que actualmente se requiere que cada escuela tenga un póster de “Verificación y respeto” que informe a la comunidad escolar sobre cómo denunciar las acusaciones de acoso sexual.

Datos

  • 1.1millón de estudiantes en las escuelas de Nueva York
  • 1 coordinador del título IX, encargado de manejar asuntos relacionados con quejas de abuso y acoso sexual para todo el sistema escolar
  • 7 coordinadores de estos es lo que exigen líderes y estudiantes
  • 3,000 miembros del personal escolar han sido capacitados en temas de acoso y abuso sexual

Fuente de la información: https://eldiariony.com/2019/04/30/exigen-al-departamento-de-educacion-poner-freno-al-abuso-sexual-en-escuelas/

Fuente de las imágenes: https://eldiariony.com/2019/04/30/exigen-al-departamento-de-educacion-poner-freno-al-abuso-sexual-en-escuelas/

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Qué puede hacer la escuela ante la violencia de género

Argentina / 28 de abril de 2019 / Autora: Marcela Isaías / Fuente: Autoeducación Digital

Distintas voces coinciden en que la clave está en la educación sexual integral

Y un día partió, en busca de algo mejor/ Ella sabía que volver sería mucho peor/ Nació en el dolor, se fue detrás de una canción/ Ella cantaba para engañar a su propio dolor..,” dice la letra de Ella #NiUnaMenos de La Berisso. La canción es sugerida por los estudiantes para reflexionar sobre la violencia de género. Esa violencia que causa abusos y femicidios como el de Micaela García. ¿Qué puede hacer la escuela para prevenirla? Distintas voces acuerdan que la clave está en la aplicación plena de la educación sexual integral (ESI).

“Que la educación sexual deje de ser un espacio que se sólo da en los últimos años, en biología y empiece a ser una materia más; que se dicte desde los primeros años y cuente con profesores capacitados para enseñarla”, resume su pedido Julia Alabern, alumna de la Nigelia Soria, integrante del centro de estudiantes de esta escuela.

Sostiene que “para hacerle frente a la violencia de género desde las escuelas, es fundamental la implementación de la ley de educación sexual integral”. Tiene un pedido puntual para las autoridades escolares, con razones bien fundamentadas: que les brinden espacio a los centros de estudiantes, ya que por lo general son los chicos y las chicas quienes toman la iniciativa “de hablar de estos temas tan tabúes”. “Los centros de estudiantes nos permiten organizar cine debate, charlas y diversas actividades de temas tan transversales como lo son la violencia machista y la educación sexual en general”.

Marcos Bomprezzi está en el último año de la escuela obligatoria y participa de la Federación de Estudiantes Secundarios (FES). Sugiere escuchar (con video incluido) el tema de La Berisso para pensar en la dimensión del #NiUnaMenos. También pone el acento en que se respete la ley de ESI. “Para hacerle frente a la violencia contra las mujeres —dice—, en la escuela deberíamos tener formación en género, sobre qué es esta violencia de género y se debería respetar en todas las instituciones educativas la ley de ESI, ley que no es respetada por muchos directivos. También escuchar más a los centros de estudiantes que reclaman que se aplique correctamente esta ley, y muchas veces no se nos escucha”.

La voz del Estado

La voz del Estado llega de la ministra de Educación provincial, Claudia Balagué, que resalta las leyes como la ESI (26.150) y sus lineamientos curriculares, junto con diversos materiales específicos, que acercan “herramientas y perspectivas para trabajar en el ámbito educativo la prevención, detección y erradicación de la violencia contra las mujeres”. Además de las leyes nacional Nº 26.485 (de protección integral a las mujeres) y provincial Nº 13.348 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que se desarrollen sus relaciones interpersonales.

El Programa de ESI —destaca— es el instrumento que permite “problematizar estereotipos de género, abordar las relaciones afectivas entre adolescentes y visibilizar situaciones que vulneren derechos como el abuso sexual” y que posibilita “trabajar para la construcción de relaciones democráticas e igualitarias para la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres”.

Balagué afirma que Educación provincial desarrolla diversas líneas de acción en las cuales “se aborda la desnaturalización de la violencia contra las mujeres, como también estrategias ante situaciones concretas”. Menciona la capacitación docente, talleres con estudiantes secundarios, producción de afiches y folletos, trabajo articulado entre los equipos ESI y Socioeducativos ante situaciones de violencia de género; además de una jornada de prevención de violencia de género en las cinco mil escuelas provinciales.

Formación docente

Los gremios docentes también se centran en el valor de la aplicación plena de la ESI para hacerle frente a la violencia de género. Ponen el acento en la formación de los docentes, no como una capacitación más sino como un recorrido propio para cada educador y educadora.

“Desde la escuela se puede hacer mucho. Hay cuestiones que no están en debates, como el cuerpo de leyes que protegen derechos”, analiza María de los Angeles Menna, maestra de grado y dirigente de Amsafé Provincial. Cita las leyes de ESI, las de defensa de los derechos de la mujer y de protección de la infancia y adolescencia (26.061) que “ayudan a identificar los tipos de violencias en el aula y los modos en que se expresan”.

Menna, quien también es antropóloga e integra los Equipos Socioeducativos, subraya el carácter obligatorio y horizontal de esta enseñanza. Además de la necesidad de que la formación en ESI llegue a todo el magisterio para que educar en la materia no sea un trabajo ajeno ni una bajada de línea. Al respecto tiene una mirada crítica sobre el acceso al valioso material de ESI producido por Nación (cuadernos por niveles, láminas y cartillas), que enviaba a las escuelas pero que no llegaba porque era cajoneado por la Provincia. También sobre la política provincial de capacitación: “En un tema tan tabú como es el de la sexualidad, esta decisión de seleccionar uno o dos docentes para que participen de la ESI y que sean multiplicadores es casi como dar por tierra con el proyecto. Hay que ser protagonista de este proceso para poder revisar muchas prácticas que están encarnadas en nosotras”. Y recuerda que “muchas veces las propias maestras son víctimas de la violencia de género y no lo pueden asumir”.

La secretaria de Cultura y Derechos Humanos del Sadop Rosario, Silvana Cadahia, también destaca el valor de la ESI, pero con didácticas apropiadas para garantizar su implementación: “A veces se corre el riesgo que al tomarla como un contenido transversal nadie se haga cargo de esta enseñanza”.

Ante la violencia de género, dice que la escuela tiene la doble tarea de fomentar a largo plazo un análisis más estructural de por qué ocurren estas problemáticas y a la vez trabajar sobre lo urgente, como son los femicidios, como pasó con la vida de Micaela García, la estudiante violada y asesinada el primero de abril pasado en Gualeguay.

Se trata —profundiza— de enmarcar el femicidio dentro de un contexto de violencia sistemática, que tiene una intencionalidad sobre los sectores históricamente más vulnerables que son los niños y niñas, los jóvenes y las mujeres.

“La escuela tiene que trabajar —se explaya— con la comprensión de los sistemas de violencia que genera este sistema desigual e injusto. Pero también ir tratando de formar subjetividades que dejen de estar en riesgo, fortalecidas unas con otras, desde la información, desde el empoderamiento colectivo. Para esto se necesitan políticas de Estado urgentes”.

En esas urgencias propone preguntarse por los estereotipos que se replican en la escuela. “Yo Soy Luna se reproduce en la primaria. Hay que tomar conciencia de que convertimos a los chicos y chicas en consumidores de ciertos modelos y también que los exponemos a una erotización temprana de sus cuerpos”, advierte sobre este programa de televisión y otros similares y define que “la escuela tiene una batalla cultural por delante”.

Mujeres de la historia

La diputada provincial Silvia Augsburger (Igualdad y Participación) distingue el papel del Estado y de la ESI para responder a la violencia de género. “La violencia sexista, los femicidios, las violaciones y los abusos sexuales son las versiones más crueles de la subordinación de las mujeres en nuestra sociedad. A lo que estamos asistiendo en este momento es a un incremento y visibilización de la resistencia de las mujeres a esa subordinación histórica. A partir de esas visibilizaciones, la escuela es la principal herramienta que tiene el Estado para derrumbar ese andamiaje cultural y social que subordina a las mujeres”.

¿Qué hacer? Augsburger opina que lo primero es jerarquizar, priorizar fuertemente la ESI. Recuerda aquí parte de las discusiones que se daban en 2006 cuando era legisladora nacional y se debatía el proyecto de ESI: “Venían muchas personas planteando la no exigencia de la ESI para las escuelas confesionales, diciendo que eran las familias quienes debían decidir la orientación de esa educación para sus hijos. El debate lo ganamos mostrando las cifras de abuso sexual infantil que se da mayoritariamente en los entornos familiares y por tanto no se pude dejar libradas a las mismas esta decisión, sino que debe intervenir fuertemente el Estado para garantizar la vida sin violencias”.

Otra tarea para la escuela es “usar un lenguaje inclusivo, no sexista, genérico porque el lenguaje estructura el pensamiento”. También hay que insistir con la enseñanza de la historia de nuestras heroínas, “en las mujeres de nuestra Independencia y en aquellas más recientes que jugaron papeles protagónicos para promover un mundo más justo, como las Madres de la Plaza, las piqueteras, las Mujeres en lucha que pararon los remates en los años 90 que están absolutamente invisibilizadas”. Y considera decisivo terminar con los estereotipos de género: “Seguimos insistiendo en que las nenas son más ordenadas y los nenes más revoltosos, que tienen más interés en determinadas actividades y menos las mujeres. Hay un montón de herramientas que tenemos en nuestras manos para eliminar la subordinación de la mujer en todos los ámbitos”.

Por qué es un femicidio

¿Femicidio o feminicidio? “En la Argentina son sinónimos femicidio y feminicidio, pero se usa en general femicidio”, explica la periodista Loreley Flores integrante de la organización “Con X, comunicación plural e igualitaria”. La diferenciación entre un término y otro la sostiene la académica, antropóloga e investigadora mexicana Marcela Lagarde —continúa Flores— quien dice que femicidio es la contraparte de homicidio. Es decir, el primero sería un asesinato a una mujer (por ejemplo, en un robo) y el segundo un asesinato a un varón. Mientras que “feminicidio” es un asesinato a una mujer por cuestiones de género, es decir por ser mujer.

“Sin embargo, en la Argentina usamos el término femicidio con la connotación que le da Marcela Lagarde al término feminicidio. Con lo cual debemos hablar del «Femicidio de Micaela», ya no de asesinato porque no alcanza para decir que fue agredida por ser mujer, donde un varón violento quiso disponer de su cuerpo en una clara relación de dominación de su vida”.

Lecturas para ampliar la mirada

Una serie de lecturas amplían y acompañan el trabajo didáctico de la educación sexual integral, y en particular profundizan en la problemática de la violencia de género.

La diputada Silvia Augsburber sugiere dos académicas y autoras “que tienen un lenguaje sencillo, cotidiano y que permiten de manera inmediata ver qué se puede hacer desde la escuela”: Graciela Morgade y Catalina Wainerman.

La dirigente del Sadop Rosario, Silvana Cadahia, propone sumergirse en literatura temática como “La escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en ciudad Juárez”, de Rita Segato; “Historia del pecho”, de Marilyn Yalom; “Mujeres que corren con los lobos”, de Clarissa Pinkola Estés; “Pariremos con placer”, de Casilda Rodrigánez Bustos; “La sexualidad atrapada de la señorita maestra”, de Alicia Fernández; “Cuerpo de mujer y experiencia de Dios”, de María Clara Lucchetti Bingemer y “Mujeres que callan”, de Marta Fernández Boccardo.

Fuente del Artículo:

Qué puede hacer la escuela ante la violencia de género

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ove/mahv

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