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Aumentan denuncias de abuso y acoso sexuales en escuelas de Paraguay

América del sur/Paraguay/21 Noviembre 2019/Prensa Latina

Las denuncias de abuso y acoso sexuales, y de violencia escolar, en las instituciones educativas paraguayas, aumentaron a 764 casos reportados este 2019, informó hoy el Ministerio Educación y Ciencias (MEC).
Fuentes de esa institución señalaron que con respecto a años anteriores, la cantidad de denuncias por esos casos creció más del doble en las escuelas.

De acuerdo a datos del MEC, en 2016 se registraron 29 casos de acoso escolar, mientras que este año subieron a 62.

Tres cursos lectivos atrás, daban por registro 13 denuncias de acoso sexual en las escuelas y en este 2019 ya son 39, argumentaron sus especialistas.

De una decena de abusos sexuales a estudiantes asentados en actas acusatorias en el presente curso lectivo elevó la cifra a 77 casos denunciados.

Para la especialista de la Dirección General de Promoción de la Niñez del MEC, la sicóloga Digna Gauto, hoy las personas son más conscientes y visualizan mejor esos hechos.

‘Ya no es normal una situación de manoseo o un beso a una chica como antes que no se tomaba como un abuso sexual. La cultura de denuncia es la que va en aumento’, señaló.

Argumentó que las cifras se disparan incluso más si se cotejan datos del Ministerio Público o del Ministerio de Salud.

Alertaron desde el MEC que otro número que alarma está relacionado con las drogas en las instituciones educativas o en el ámbito escolar.

Un par de años atrás ?dijeron las fuentes-, se tenía un promedio anual de 15 denuncias entre microtráfico, consumo y tenencia de drogas.

En lo que va del 2019, se tienen 33 casos en el MEC y otros 47 que fueron avisados por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).

‘Lo que ocurre es similar a otros tipos de casos con esa entidad, a veces se denuncia en esas instancias y luego se comunica al MEC central’, comenta la directora de Niñez de Educación, Sonia Escauriza.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=322607&SEO=aumentan-denuncias-de-abuso-y-acoso-sexuales-en-escuelas-de-paraguay
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España: Feministas vuelven a las calles de Madrid tras la sentencia a La Manada de Manresa: «No es abuso, es violación»

Europa/ España/ 05.11.2019/ Fuente: www.europapress.es.

Centenares de personas, en su mayoría mujeres, se han concentrado ante la sede del Ministerio de Justicia al grito de ‘No es abuso, es violación’ para protestar contra la sentencia de ‘La Manada de Manresa’ que condena a cinco varones acusados por un delito de abuso sexual, y no de agresión.

Convocadas por el colectivo Asamblea Abolicionista de Madrid, a las 19.00 horas ya se escuchaban los primeros gritos de ‘Yo sí te creo’ y ‘Tranquila hermana aquí está tu manada’, habituales en movilizaciones anteriores surgidas a raíz de la polémica sentencia de La Manada de los Sanfermines de 2016.
La concentración, a la que han asistido cerca de un millar de personas según fuentes policiales, se ha desarrollado bajo la pancarta principal bajo el lema ‘basta ya de Justicia patriarcal’.

«Nos violan en Manada y la Justicia no hace nada», han proclamado las asistentes bajo la lluvia que ha caído en la capital durante la protesta. «Sola, borracha, quiero llegar a casa» o «esta justicia es una mierda», son otros de los cánticos que se han escuchado

La víctima de la Manada de Manresa denunció una violación múltiple en 2016 cuando tenía 14 años de edad. Según el tribunal, se trata de un delito de abuso sexual al quedar demostrado que la víctima estaba inconsciente y «sin poder determinarse y aceptar o oponerse a las relaciones sexuales». La joven había tomado alcohol y consumido tóxicos y se encontraba en estado de inconsciencia.

SENTENCIA «CONTRA EL SENTIDO COMÚN»

Para la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, esta resolución judicial es «incomprensible» y va «contra el sentido común». En declaraciones a Europa Press durante la protesta, ha recalcado que «algo falla» en la Justicia cuando en este caso, teniendo en cuenta que la joven estaba «inconsciente», no se aprecia violencia en la actuación de los miembros de La Manada.

Así, ha urgido a la reforma de los delitos sexuales en el Código Penal para ajustar el concepto a los textos internacionales, como el convenio de Estambul, y para que se condene como agresión toda relación sexual sin consentimiento. «Si estoy inconsciente también es violación», han coreado las manifestantes.

Fuente de la noticia: https://www.europapress.es/epsocial/igualdad/noticia-feministas-vuelven-calles-madrid-grito-no-abuso-violacion-sentencia-manada-manresa-20191104195539.html

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Celeste McDougal: “Presentaremos el proyecto de ley del aborto en Argentina hasta que se apruebe”

Por: Marta Martínez. 

El Senado argentino rechazó el año pasado el proyecto para legalizar el aborto hasta la semana 14 que había aprobado la Cámara de Diputados. Ese fue un día de desilusión, pero también demostró la fuerza de la campaña a favor del aborto legal en las calles. La interrupción voluntaria del embarazo ha dejado de ser un tabú en Argentina, se ha colado en las casas y ha llenado calles. La marea verde se ha convertido en un referente y ha inspirado a otros movimientos en el continente y en el mundo. Celeste McDougall, historiadora, profesora en educación sexual y una de las referentes de la Campaña por el Derecho al aborto legal, seguro y gratuito en Argentina, ha visitado Bilbao para dar a conocer esta lucha.

Este mes se ha celebrado en La Plata un nuevo Encuentro Nacional de Mujeres. Esta cita es cada año más multitudinaria. ¿Cómo ha sido su evolución y por qué está creciendo tanto?

-El primer encuentro fue en 1986, entonces eran 1.000 mujeres. Fue aumentando progresivamente, 3.000, 4.000, 5.000 cada año, pero pegó un salto muy importante en 2001, que es un año de mucha crisis en Argentina, llegamos a ser 20.000. ¿Por qué sucede eso? Porque en las situaciones de crisis, las más afectadas siempre son las mujeres. Después conforme fueron pasando los años fue aumentado hasta que se dio otro pico muy importante en 2017, cuando se reunieron en Rosario alrededor de 100.000. Ese fue tan grande porque veníamos de todo el proceso de Ni una menos, que hizo que las mujeres salieran a la calle. Para mí se explica por momentos de necesidad de salir y de una construcción sostenida con los años que se va construyendo masividad.​

Este año, en la marcha de La Plata han participado 200.000 personas. ¿Qué demandas hacen al próximo gobierno (Argentina celebra elecciones este domingo)?

-Un poco de todo, lo que tienen los encuentros nacionales es que van mujeres de todos los sectores políticos, no hay una única dirección ni una única intencionalidad política. No hay una hegemonía, no hay quien lleve la voz cantante. Respecto a las demandas, hay de todo, desde grandes consignas y consignas que nos aúnan a todas como el aborto legal, pasando por mujeres que están pidiendo el reconocimiento de sus corporalidades como no patológicas, que son todas las compañeras que hacen activismo gordo, pasando por las pibas de fútbol feminista. En definitiva, hay grandes tópicos que nos aúnan y después hay algo de la experiencia de lo que nos pasa a cada una de las mujeres.

¿Por dónde pasa ahora la lucha por la legalización del aborto?

-Presentamos un nuevo proyecto el 28 de mayo, hicimos una movilización muy grande, nos juntamos 500.000 mujeres;cuándo y cómo se va a tratar ya no depende de nosotras, depende del Congreso nacional, de hecho, este año casi no funcionó el congreso porque están todos y todas en campaña nacional. Nosotras seguimos exigiendo a los poderes ejecutivos y legislativos que debatan y sancionen el proyecto de ley. Durante este año o el año que viene se debería poder tratar y, si no, lo vamos a volver a presentar, así hasta que se apruebe. Mientras tanto, seguimos haciendo acciones de visibilización, de concientización, de garantía del derecho de los abortos que ya son legales en el sistema de salud, de educación.

¿Y qué dicen los candidatos?

-De los cinco candidatos que han pasado, uno es de izquierda revolucionaria y toda la lista está a favor del derecho al aborto;en la lista de lo que va a ganar, el peronismo con sectores del kirchnerismo, el candidato principal (Alberto Fernández) dijo que estaba de acuerdo, después le puso un poco de paños fríos y dijo que solamente había que avanzar en la despenalización y después ver, pero en la lista hay alternadas personas antiderechos y personas proderechos de las mujeres;en el oficialismo, el candidato del gobierno se pronunció en contra pero a favor de habilitar el debate, que fue lo que hizo el año pasado, cosa que no había hecho el kirchnerismo durante 12 años. También en la lista del oficialismo hay candidatos proderecho y candidatos que no, y después las otras dos listas son directamente fascistas que están en contra de cualquier derecho. El panorama no es muy alentador, la balanza está más para el no que para el sí. Eso a nivel político, porque a nivel social logramos un nivel de adhesión muy importante.

El campaña por el aborto legal se ha convertido en un gran movimiento social en Argentina que se ha dado a conocer en todo el mundo. ¿A qué atribuyen ese éxito?

-Para nosotras el “éxito” lo habremos logrado cuando ninguna mujer muera más por aborto clandestino y ninguna mujer tenga que someterse a prácticas inseguras. ¿Por qué hemos tenido repercusión y masificación? Me parece que lo que se generó fue un alto nivel de organización, logramos que se autoorganizaran diferentes colectivos al calor de la lucha por el derecho al aborto, desde el colectivo de las actrices, que son las más famosas, hasta escritoras, músicas, cirqueras. Eso nos dio mucha visibilización en los medios. Sucede en nuestra sociedad que lo que no se nombra, lo que no se dice, no sucede. Se empezó a hablar, empezamos a salir en los diarios. El poder que tienen los medios de comunicación para convocar, para construir sentido es muy fuerte. Y nosotras lo pudimos utilizar muy bien, y también las redes sociales. Logramos un nivel de repercusión muy grande.

Lograron que el debate llegara a las calles y a las casas…

-En un momento se hizo un redazo del ‘Yo aborté’, entonces todas contaban sus abortos, fue muy fuerte.

¿Qué retos tiene el movimiento feminista en Argentina?

-Lo que tiene de interesante el movimiento feminista en Argentina es que aborda una gran multiplicidad de temas. En el encuentro hubo 174 talleres con diferentes temáticas, desde mujer y sindicalismo, a mujer y gordofobia, pasando por mujer y sexualidad, abuso sexual en la infancia… ¿Yo te podría decir cuál de esos temas es el prioritario? No, en realidad para la mujer, la lesbiana, la travesti, la trans que fue a ese taller, ese tema es el fundamental. A la vez te diría, el tema del derecho al aborto es central, pero ya logramos masificación y difusión, necesitamos que otros temas tengan la misma masificación y difusión. Hay temas como el abuso sexual en la infancia que son clave.

¿Cuáles son las cifras del aborto en Argentina?

-Cifras exactas no tenemos porque es clandestino. Se calcula que hay entre 450.000 y 500.000 abortos por año en Argentina, de los cuales la gran mayoría son inseguros. Nosotras exigimos también que haya estadísticas oficiales, cifras.

las claves

“El panorama no es muy alentador a nivel político, porque a nivel social logramos un nivel de adhesión muy importante”

“ El tema del derecho al aborto es central, pero ya logramos masificación y difusión, necesitamos que otros temas tengan lo mismo”

Fuente de la entrevista: https://www.deia.eus/2019/10/27/mundo/presentaremos-el-proyecto-de-ley-del-aborto-en-argentina-hasta-que-se-apruebe#Loleido

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Entrevista a Clara Martínez. Profesora de Derecho Adminisitrativo:

Por: Daniel Sánchez Caballero

“En el ámbito familiar parece que los niños no tienen derechos y cada uno puede hacer lo que quiera”

Los derechos de la infancia, como el derecho de participación, muchas veces no terminan de cumplirse, a pesar de las leyes. Clara Martínez asegura que «no nos creemos que (las y los niños) puedan tener opinión».

Clara Martínez García es profesora de Derecho Administrativo en la Universidad Pontifica de Comillas y hace las funciones de directora de la Cátedra Santander de Derechos del Niño. Desde su posición, Martínez ha investigado en derechos de la infancia y derecho administrativo, lo que la convertía -junto a su equipo- en la candidata ideal para ayudar a elaborar la nueva ley contra la violencia contra infancia, que el Congreso debería aprobar la próxima legislatura (a priori tiene el apoyo de todos los grupos). Martínez, que se declara “muy fan” de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cree que la Agenda 2030 que los enmarca supone “una gran oportunidad de repensar el sistema. La infancia es transversal a todos los objetivos y nos va a dar una dimensión nueva de lo que tienen que ser las obligaciones de los poderes públicos con los niños para que se puedan cumplir sus derechos”. Hablamos con esta profesora sobre la conferencia que ha impartido este jueves sobre derechos de la infancia en el marco de las jornadas La Ciudad de los Niños, que han tenido lugar en La Casa Encendida de Madrid.

¿Se cumple en España la Convención sobre los derechos del niño?

Hay cosas en las que no, está claro. O, si se quiere, se cumple parcialmente. La violencia contra la infancia sin duda que es una en la que se puede mejorar, pero hay muchos apartados. Pobreza, colectivos vulnerables de niños, participación -una cosa muy seria-, déficits institucionales del sistema… Hay muchos aspectos en los que podemos seguir mejorando.

Varias de las cuestiones parecen bastante obvias, pero me llama la atención que señales, con énfasis además, la participación de los pequeños en la sociedad. Parece un campo muy ignorado.

Es como un límite casi psicológico. Ponemos excusas con el tema de la participación. Pero la Convención, el tema de la participación -que lo consagra en un artículo– lo contempla en unos términos amplísimos. Pretende que el niño sea escuchado en aquellos aspectos de su vida que le afectan. No solo en términos procesales (que le pregunten en un divorcio u otro caso en un juzgado), sino que aparece como catalizador de otros muchos: libertad de expresión, de pensamiento, de creencia. Todos los derechos que aparecen en la Convención están aquí. Pero lo incumplimos mucho. Incluso aunque se recoge en el artículo 9 de la Ley Orgánica de Protección jurídica del Menor, se concreta en que se incumple exactamente igual. Hemos avanzado en tener el derecho, pero nos falta trasladarlo a la práctica. No nos creemos que sean capaces de tener opinión, y no las tenemos en cuenta con el peso que deberíamos, sobre todo, en las cuestiones que les afectan. Pasa en muchos países. Esto no significa que no hayamos hecho nada, hay mucha gente intentado concretar formas de hacerlo. Pero ni siquiera está en nuestras cabezas. Seguimos pensando que tenemos que hacer muchas cosas por ellos, pero sin ellos, una especie de despotismo ilustrado para ellos.

¿De qué manera se podría canalizar esta participación?

No hay una única manera. La base estaría -según el Comité y yo estoy de acuerdo- en el ámbito educativo. Los niños pasan cantidad de horas ahí, de forma natural se relacionan con profesores, etc. Están tomando permanentemente decisiones que les afectan, pero no se acaban de canalizar bien esas participaciones. Podemos seguir en el ámbito familiar, un lugar donde parece que el derecho no entra y cada uno puede hacer lo que quiera. Pero, probablemente, si establecemos otra manera de relacionarse padres e hijos, tomando en cuenta a todos, tendrán algo que decir en lo que pueden parecer pequeñas cosas. Hay una cuestión orgánica y de establecer cauces de participación y otra que tiene que ver con una concienciación y un cambio de mentalidad. Creer que los niños son sujetos de derechos y tenerlos en cuenta. Hay gente que critica los parlamentos de niños porque dicen que a quién representan. No sé si representan a todos, pero son los que participan. Pero no los terminamos de crear; tendríamos que hacerlo. Antes de concretar el cómo, hay que estar seguro de que nos lo creemos.

Cumplimos 30 años de la adhesión a la Convención de los Derechos del Niño. ¿Cómo se ha avanzado en sus derechos?

Hemos ido avanzando en todos los ítems en los que el Comité nos examina. Eso ya simplemente en sí mismo es bueno. Cada cinco años -al final son más- el comité va a venir al Estado firmante para que rinda cuentas, dé datos, normas, enseñe planes estratégicos. Creo que estamos en la línea correcta de que esto supone un compromiso para todos los que estamos en el sistema. Retrocesos creo que en según qué sitios no ha habido, pero en algunas cosas estamos muy verdes. Bueno, de hecho creo que sí. En Educación el comité cree que ha habido retroceso con la LOMCE. En pobreza también, y en ayuda oficial al desarrollo. Durante los años de la crisis más fuerte hemos retrocedido. De alguna medida se está intentado paliar y si las cosas van mejor, salir adelante. Pero la educación de calidad estamos lejos de conseguirla. Cada vez más estudios hablan de la segregación escolar por causas económicas, eso es muy duro. Y, además, en los colegios públicos. Algo no estamos haciendo. En educación inclusiva nos ha caído una condena del Comité que señala que España incumple el derecho a la educación inclusiva. En violencia no tenemos una estrategia, nos lo dice el Consejo de Europa y el Comité. Solo hemos quitado del Código Civil el poder a golpear a los hijos (“una facultad de corrección”), pero la gente lo sigue haciendo.

Habla de un retroceso en la pobreza infantil, pero el Gobierno ha creado una figura específica para ello, el Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil. ¿No le ha dado tiempo a conseguir resultados o no está acabando de funcionar?

Es un gran logro que se haya creado la figura. Ha tenido el recorrido que ha tenido, pero sí que intentado compensar en materia educativa y de salud, sobre todo, para paliar con recursos todo el retroceso que se había producido. No había, sobre todo para los extranjeros, un acceso universal a la sanidad. Ha hecho propuestas que se han aprobado en los presupuestos fallidos, se han creado dos comisiones permanentes en el Congreso sobre infancia.

Ha mencionado que España fue sancionada por incumplir el Convenio sobre derechos de las personas con discapacidad de la ONU. ¿Ha habido alguna sanción por incumplimiento del Convenio sobre derechos de los niños?

Que yo sepa no, pero no descarto que pueda caer alguna por la situación de los niños en los centros de protección en Melilla. Lo que sí hay son informes que expresan preocupación por determinados temas en España.

Hemos hablado de posibles áreas de mejora. ¿Coinciden con los próximos retos o hay más?

Entendiendo los retos como temas pendientes, tenemos un desafío claro: el tema de las nuevas tecnologías. Es un espacio donde los niños están muchas horas y se relacionan. La respuesta jurídica actual en el sistema de protección puede ser inadecuada para determinados problemas. No se trata de declarar en riesgo o desamparo, esto viene del código civil, pero está desfasado. Tenemos que repensar el sistema. No para destruirlo, creo que lo más importante sería poner el énfasis de la protección en la prevención. El sistema actual sigue dando protagonismo a la reacción. Es verdad que una vez que se han vulnerado los derechos del niño el sistema responde y al niño se le atiende. Pero lo realmente importante sería basar las leyes en los instrumentos que necesitamos para que puedan ejercitar sus derechos. Si fortalecemos esto, seguramente la respuesta reactiva a una vulneración de derechos sería cuantitativamente menor, tendría que haber menos, estaríamos trabajando en la protección ayudándoles a evitar la vulneración de derechos.

Si no me equivoco, estuvisteis en la cátedra trabajando en una nueva ley sobre la violencia contra la infancia que se aprobará la próxima legislatura. ¿Cuáles son los puntos principales?

Esta ley fue una recomendación del Comité de los Derechos del Niño a España en 2010. Estaba el Gobierno anterior, del PP, y pensó que no era el momento oportuno para esto y prefirieron sacar otras dos leyes más generales, en 2015, que modificaron otras 20 leyes a su vez. Son dos leyes importantes porque tocan muchos temas, pero no abordaron de manera global el problema de la violencia. El siguiente gobierno del PP empezó a trabajar en ello despacito. Hay que destacar que hay una Proposición No de Ley en el Congreso aprobada por unanimidad instando al Gobierno para que presentase una ley en esta cuestión. Luego llegó la moción de censura, cambió el Gobierno y aún así el PSOE, partiendo del texto que ya existía, la llevó al Consejo de Ministros. Esta ley está montada de manera paralela a la de Violencia de Género. Es fundamentalmente preventiva, prohíbe de manera explícita la violencia contra los niños. Obliga a los poderes públicos a coordinarse mejor para protegerlos. Esto implica unos pequeños cambios en el Código Penal y cambios procesales para no victimizar, etc. También la creación de unos juzgados especiales para atender la violencia contra la infancia. Es tutela administrativa, tutela penal y tutela procesal, son los tres grandes ejes. Lo importante es que supone un abordaje integral sobre la violencia: en las escuelas, en los medios, cómo se aborda en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, en los servicios sociales, en la familia.

Se recoge un principio de buen trato a los niños (no solo conformarse con no tratar mal, si no dar el paso a tratar bien, que no es lo mismo). Lo que ya tenemos hasta ahora son las leyes de protección, declaración de desamparo: si el niño sufre malos tratos graves se le separa de la familia y entra en un centro. Para el agresor, Código Penal. Esto no va al fondo del problema ni analiza las causas del problema. Y no lo hace con enfoque de derechos. La Convención dice que el niño tiene derecho a vivir con sus padres salvo que no sea bueno para él. No estamos garantizando ese derecho si inmediatamente los separamos. Tendremos que ayudar a los padres a hacer las cosas bien. Y si no lo hacen bien, entonces responder. Son cambios aparentemente pequeños, pero legislativamente de mucho calado.

¿La fuente principal de violencia contra los niños es la familia?

Me temo que sí. Pero para los niños lo peor de la violencia es el acoso o bullying en la escuela, según los informes que hay. Pero la familia, que debería ser un factor de protección, muchas veces no lo es. En abusos sexuales la mayor parte se producen en el seno familiar. La violencia se produce en los ámbitos en los que viven los niños: familia, escuela e, incluso, centros de protección, donde también hay violencia institucional.

¿Qué papel debe jugar la escuela en todo esto?

Está en la ley, hay un deber de denuncia cualificado de denunciar para los profesionales que trabajan con niños. Aunque no se haya producido en la escuela, los profesionales deben, por lo menos, poner en conocimiento de los servicios sociales la posibilidad o sospecha incluso de maltrato a un niño. La escuela no tiene que solucionar el problema. Muchas veces los profesores no se quieren meter porque es un marrón. Solo tienen que notificarlo. Los pediatras en esto están más avanzados y también alertan inmediatamente. Ellos detectan muchas situaciones de violencia y no miran para otro lado. La función del pediatra no es solo curar. Si la sintomatología le lleva a sospechar que hay un posible maltrato, su obligación es denunciar. Lo tenemos todos, pero los profesionales que trabajan con niños tienen un deber cualificado. La detección es fundamental. Para eso, una de las cosas que contempla la ley es la formación a los profesionales en la detección.

Pero esto de la formación para detectar la violencia en el ámbito educativo pasa entre poco y nada, ¿no?

En algunos casos sí, me consta, pero no de una manera tan sistemática como en el ámbito sanitario. Por ejemplo, para ellos la recogida de datos está sistematizada. En otros ámbitos esto cuesta mucho más. En servicios sociales y en el ámbito educativo no está tan interiorizado por cada uno de los profesionales que realmente su papel no es solo ser profesor, sino que forman parte de un sistema y son como las terminaciones nerviosas, están ahí detectando. Se hace menos y peor, en el sentido de que no está sistematizado. Hay protocolos distintos, o no los hay, se aplican o no. Como no es obligatorio… A veces parece que se quitan la responsabilidad por no aplicar un protocolo que no deja de ser una recomendación. ¿Entonces para qué tienen un protocolo?

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/10/25/en-el-ambito-familiar-parece-que-los-ninos-no-tienen-derechos-y-cada-uno-puede-hacer-lo-que-quiera/

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A un clic del abuso sexual: la soledad de menores en la web

Por: El Espectador.

Lia Beltrán Valero.

Una tarde de septiembre de 2015, Paula* recibió una solicitud de amistad en Facebook de María José. Pocos días antes, había participado en un campamento mundial de scouts, donde conoció niñas y niños de diversos lugares del país y del mundo que ahora querían ser sus amigos en redes sociales. María José parecía una de ellas.

Una tarde de septiembre de 2015, Paula* recibió una solicitud de amistad en Facebook de María José. Pocos días antes, había participado en un campamento mundial de scouts, donde conoció niñas y niños de diversos lugares del país y del mundo que ahora querían ser sus amigos en redes sociales. María José parecía una de ellas.

*Este reportaje hace parte de #HablemosDeAbusoSexualEnLínea: una conversación social sobre la necesidad de proteger a los niñas, niñas y adolescentes de los riesgos del abuso sexual en la web. Levanta la mano y participa en los canales @MutanteOrg.

En su foto de perfil no aparentaba más 14 años y en su descripción se presentaba como una estudiante de un colegio del norte de Bogotá. Nada raro hasta entonces.

En menos de un mes, Paula había encontrado en María José la amiga y confidente con quien podía conversar sobre cualquier tema, incluida la crisis familiar que atravesaba, desatada por la depresión de su mamá. Con el tiempo, su amiga tras la pantalla le compartió experiencias muy íntimas. Y ahí, todo se tornó oscuro para ella.

La joven de 18 años que me comparte su historia en un café en Bogotá, no parece la misma niña aislada y solitaria que hace tres años fue víctima de grooming, una modalidad de abuso sexual en línea en la que un adulto analiza las debilidades de su víctima y construye lazos de amistad, con el objetivo de obtener imágenes eróticas, pornográficas o incluso un encuentro sexual.

Poco tiempo después de comenzar a chatear por Facebook con María José, las conversaciones migraron a Snapchat, la aplicación de mensajería para teléfonos móviles donde palabras, imágenes y videos pueden ser accesibles sólo durante un corto tiempo.

“Hubo cosas que empezaron a parecerme sospechosas. Cuando yo le mandaba fotos, ella tomaba pantallazos. Yo le decía que no lo hiciera, luego me respondía cualquier pendejada para justificarse”, me cuenta Paula. Luego, intentó ganarse su confianza a partir de historias íntimas que inventaba con habilidad.

“Una vez, me contó que cuando supuestamente perdió su virginidad, lo había hecho con tres personas al mismo tiempo. Y cuando yo le preguntaba si era verdad, me respondía: ‘¿no me crees?, tú ya no me quieres’. Si yo dudaba, se ofendía”.

Hasta que un día ocurrió lo que para los ojos de los expertos parece previsible, pero que ella no pudo suponer: María José le pidió un video en el que pudiera verla mientras se masturbaba. A pesar de la duda, Paula accedió.

“Dejé de hablar con esta persona dos días y entonces me dijo: ‘le vamos a mandar ese video a tu familia y a tus amigos’. Me asusté mucho, pensé que se había acabado mi vida, y decidí contarle a mi hermano mayor”, recuerda, esta vez con su voz entrecortada.

Detrás de esa identidad falsa estaba un adulto que conocía muy bien cómo manipular adolescentes a su favor. Así lo explica Claudia Sánchez, psicóloga clínica y miembro del grupo Opciones, un equipo profesional que brinda asesoría psicológica a víctimas de violencia sexual y sus familias y capacita a centros educativos en la prevención del abuso sexual en línea.

La niña de 14 años llegó a su consultorio en 2015, remitida por el colegio privado donde estudiaba. Su alerta temprana y su red de apoyo evitaron un abuso mayor. “Es importante saber que cuando una niña, niño o adolescente está solo, es más propenso a ser víctima de este crimen. La manipulación del grooming va poquito a poquito y puede durar meses mientras el victimario se vuelve confidente”, comentó la experta.

Hasta el momento ha sido imposible identificar quién estaba tras el falso perfil de María José, un problema común en este tipo de delito, cuyas denuncias vienen en aumento en Colombia pero con lentos avances en la judicialización.

Según los datos del CAI Virtual de la Policía Nacional, en el 2015, el año en el que Paula fue víctima de grooming y sextorsión – la amenaza de revelar su video íntimo si no entregaba más imágenes eróticas–, se denunciaron 848 casos de suplantación de identidad, publicación de imágenes o videos con material de abuso infantil con menores de 18 años, sextorsión, cyberbullying y grooming. Estas prácticas suelen estar orquestadas con bandas organizadas o redes de explotación sexual que buscan lucrarse de sus víctima.

Para 2018, estas denuncias ascendieron a 2500. Pero esta es una cifra que se aleja del reporte hecho por Te Protejo, la línea virtual de denuncia de Red PaPaz, la cual supera los 10.000 casos de material de abuso o explotación sexual en el mismo año.

Por la época que Paula conversaba a diario con María José, las páginas de los medios en Colombia publicaron la imagen del periodista Alejandro Matamoros capturado por la Sijín en un operativo contra la explotación infantil.

Las técnicas de Matamoros fueron las mismas de las que Paula fue víctima. Al hombre que los medios mostraron como un monstruo, oculto tras los falsos perfiles de “Juliana Salazar” y “Andrés Monsalve”, le encontraron 52 videos de niños menores de 14 años masturbándose, muchos de ellos de prestigiosos colegios del norte de Bogotá.

Cinco meses después de su captura y detención en la Cárcel La Picota, el juez 81 de conocimiento lo dejó en libertad, argumentando que la Fiscalía dejó vencer los términos para iniciar el juicio en su contra. Sin embargo, lo último que se sabe es que fue llamado a juicio y que, según fuentes de la Fiscalía, el proceso penal está en etapa final: solo falta que el juez escuche por última vez a las partes involucradas y sobre eso se emitirá un fallo.

Ante casos como estos y las dudas sobre el poder de la justicia para ponerle freno a estas violencias, queda rondando una pregunta: ¿Cómo proteger a los niños, niñas y adolescentes de un abusador que solo necesita acceso a internet?

 

 

 

La primera y única vez en la que Paula declaró ante la Fiscalía se sintió juzgada. Mientras era grabada en video, se sentó frente a una investigadora que le preguntó: “¿A ti te gustan las mujeres?”.

Además de lo impávida que quedó con el interrogante, se presentó sin una sola evidencia. Después de enviarle el video al agresor y de las amenazas, su hermano, cuatro años mayor que ella, le aconsejó eliminar la conversación. “En ese momento fue bueno pero cuando fui a declarar, era mi palabra contra la del abusador”, me cuenta Paula.

Su frustración es evidente, ahora que tiene 18 años y su proceso terapéutico le ha permitido entender las dimensiones del problema. “¿Por qué no me preguntaron sobre mi cuenta de Facebook? ¿Por qué no pidieron que fuera un hacker a buscar esa cuenta en ese tiempo y ver qué había en el historial? Hay mucho que se puede hacer, pero como no tenían las pruebas fáciles, no ayudaron a buscar”, dice.

Desde una oficina en la Dirección de Protección de Servicios Especiales de Policía Nacional, el mayor Nelson Guillermo Guzmán, jefe de la seccional de investigación criminal, trata de responder a esta pregunta. “Hay técnicas que desarrollamos, como un software para recuperar información eliminada. Dependiendo del tiempo que se haya eliminado esta información, ese mismo va a ser el trabajo que se va a tener que hacer”, explica.

Le pregunto cómo trabajan para recuperar la evidencia y me responde que la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN) se articula con el Ministerio de las Tecnologías y Comunicaciones para tener una comunicación directa con Facebook, WhatsApp o Instagram y puede hacer una búsqueda selectiva para saber cuál fue la dirección IP desde donde se desarrollaban estas acciones.

Pero esto sigue siendo un mapa lleno de variables difíciles de descifrar. Mientras tanto, la persona detrás del perfil de Maria José sigue libre.

Mario Gómez, fiscal delegado para la infancia y la adolescencia de la Fiscalía General de la Nación, reconoce que faltan esfuerzos en materia de investigación y capacitación de los investigadores criminales. “Hay poco presupuesto para la compra de laboratorios de Cibercrimen y mucho investigador forense no está suficientemente preparado”, explicó recientemente.

Según la DIJIN, solo existen cerca de 179 agentes especializados en el país, con la capacidad de atender casos de abuso y explotación sexual de menores en línea, un total de 108 procesos investigativos en curso por estos delitos.

En Colombia, las prácticas relacionadas con el abuso sexual en línea están tipificadas de dos maneras: como pornografía con personas menores de 18 años, establecido en el artículo 215 del Código Penal, y utilización o facilitación de medios de comunicación para ofrecer servicios sexuales de menores, en el artículo 216.

En los últimos cinco años, la DIJIN ha registrado 4.780 denuncias por los dos delitos y apenas 234 capturas. Y han sido bloqueados 17.862 sitios web de este tipo, lo que representa en promedio casi 9 páginas web diarias. Esto último no siempre es suficiente, teniendo en cuenta que, una vez el material entra en internet, se multiplica, difunde y comparte más rápido y más oculto de lo que se puede rastrear.

Frente a esto,  ¿qué estamos haciendo cuando recibimos o nos muestran contenido de abuso sexual de menores en redes sociales? Días antes de escribir terminar este reportaje, en Twitter la discusión se viralizó por un hilo en el que se narraba con detalle cómo los pedófilos usan términos como «caldo de pollo”, “cp”, “club penguin» para conseguir y distribuir pornografía infantil en Twitter, YouTube, Facebook, WhatsApp y Telegram.

Por eso, Viviana Quintero, experta en protección a la niñez en los entornos digitales dice que más allá de ser testigos y querer profundizar en estas redes criminales, la acción más responsable es poder denunciar. Y, por supuesto, no compartir.

Cuando el abuso es registrado y distribuido en línea, el trauma puede ser permanente

En definitiva, internet no es Disney. Paula lo supo el día que en una de sus clases de afectividad en el colegio, meses después de conocer a María José, le mostraran un video sobre cómo ocurre el abuso sexual en línea. Se vio reflejada y sintió el impulso de contarle a la psicóloga del colegio y a sus padres la situación que había vivido.

“Ese día yo llegué a la casa y no sabía cómo contarle a mi mamá. Sabía que me iba a apoyar, pero sentía miedo. Yo sé que no era mi culpa, pero a veces creía que había permitido que eso pasara”, me cuenta. Mientras Sánchez, su psicóloga me dice que ella “tenía mucho susto de ser reconocida. Solo quería desaparecer y el victimario ya tenía todo sus datos”.

La vergüenza, la humillación, vulnerabilidad y el miedo constante a ser reconocidos por cualquier extraño, son algunos de los efectos más notables de este tipo de violencia. También así lo evidencia el Center for Child Protection de Canadá, en su Encuesta Internacional de Sobrevivientes de abuso sexual infantil en línea, donde el 70% de los encuestados manifestaron pánico de ser reconocidos después del abuso. El sentimiento de traición y que el abuso sea registrado y potencialmente distribuido aumentan el trauma.

La doctora Sánchez complementa y explica que también se presentan síntomas como apatía, trastornos de sueño, ansiedad y crisis de pánico, depresión, baja autoestima o ideas suicidas así como dificultades sociales, porque la persona suele retraerse y aislarse. Los efectos, dice, dependen de la personalidad y el temperamento y de qué tanto apoyo haya tenido.

Luego viene la impotencia de no poder frenar la circulación de las fotografías o videos e imaginar que, por ejemplo, alguien puede masturbarse mientras las mira. “Es como si estuvieran abusando a la víctima una y otra vez, pero más complicado aún, porque es una difusión que no para. La imagen está circulando 24 horas al día y 7 días a la semana. Así ¿dónde y cómo una víctima se puede sentir segura?”, apunta la psicóloga.

Paula contó con una serie de privilegios que la ayudaron a continuar con su vida ¿Qué pasa con los menores de edad que no tienen esas posibilidades?

No hay una ley, una guía o un protocolo específico que contemple la atención a niños, niñas y adolescentes que pasen por situaciones de abuso sexual en línea. Los lineamientos más cercanos los tiene la Ley 1620 de 2013, conocida como Ley de Convivencia Escolar. O el más reciente Directorio de protocolos de atención integral para la convivencia escolar y el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos del Comité Distrital de Convivencia Escolar, en el que se menciona el cyberbulling y se definen procesos y protocolos para la formación en educación sexual y prevención y mitigación de la violencia escolar. Hasta ahí.

El camino institucional está a medias y, en el caso de los colegios, queda a potestad de cada uno la decisión sobre cómo actuar frente al abuso sexual en línea.

Contenido altamente sexualizado a un click

Gabriela Hermida es psicóloga y directora del programa Desafíos, con el cual ha certificado a más de 600 docentes y 3.000 padres de familia en prevención, detección y atención inicial del abuso sexual.

Para ella, sin el acompañamiento familiar, el uso del internet puede ser un verdadero problema: “es preocupante porque los adultos inducen al mundo digital pero luego son los primeros en quejarse de las adicciones a la pantalla”.

Y es que el silencio reina en los hogares cuando de los peligros de internet se trata. “Tú preguntas, si los papás han hablado de abuso sexual en línea y el 95% dicen que no”, me lo confirma Gabriela.

Esta preocupación la comparte Carolina Piñeros, directora de Red PaPaz, una organización dedicada a la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en Colombia. “Siempre creemos que a nuestros hijos eso no les va a pasar. Pero si al 80% de las niñas le han pedido una imagen, ¿por qué voy a creer que mi hija no ha enviado ninguna? Hay que hacer el esfuerzo por acercarnos a la realidad de ellos”, explica.

¿Y de pornografía? ¿Están los papás hablándole a sus hijos e hijas de “porno”?

Gabriela y Carolina se detienen especialmente en este tema. Es una realidad. Los menores de edad consumen pornografía y cada vez a una edad menor, en algunos casos desde los 10 y 11 años, según lo confirman, con preocupación, las expertas.

Además, los menores de edad acceden a este material por canales como WhatsApp y lo tienen a un clic de distancia. Con esa facilidad es posible que cualquiera entre a un grupo de WhatsApp con hasta 256 contactos y que su número quede expuesto para que cualquier desconocido le pueda hablar.

Así lo reafirma el estudio “Contigo Conectados”, realizado en 2017 por la Universidad EAFIT de Medellín y la empresa de telecomunicaciones Tigo – Une, a 436 niños y jóvenes de Bogotá, Bucaramanga, Cali, Cartagena, Pereira, Manizales y Medellín.

Esta investigación revela que un poco más de la mitad de los niños y jóvenes encuestados, entre 15 y 16 años, ha tenido contacto en internet con personas desconocidas. Además, el 35% expresó haber visualizado imágenes sexuales en el último año y el 20% de los niños entre 11 y 16 años recibió algún tipo de mensajes con contenido sexual.

De esto hablan abiertamente Wilian Plazas de 17 y Camila Fuentes de 20 años, dos jóvenes que hacen parte del Comité Consultivo Juvenil de EICYAC, un grupo en todo el mundo que trabaja para eliminar la explotación sexual comercial y los riesgos en internet.

“Aparte del grooming y el sexting (intercambio en línea de material sexual), lo que más hemos detectado en cualquier colegio es la circulación de pornografia por medio del ‘pack’”, me dice Wilian para referirse al conjunto de imágenes y videos con material de abuso sexual infantil que circula en redes sociales. En Bogotá, él junto a más adolescentes se encargan de hablar de abuso sexual en línea con estudiantes de colegios distritales de la zona centro y en la localidad de Chapinero.

Desde Cartagena, Camila y sus colegas trabajan con líderes de acción comunal, padres de familia y madres comunitarias y van a emisoras escolares y comerciales para llevar mensajes de prevención.

“Como en Cartagena hay muchos lugares donde no hay internet, los jóvenes usan free.facebook.com, la página gratuita de Facebook, donde puedes mensajear y solo enviar una foto a la vez en el chat. Sin muchos datos se puede interactuar por ahí con desconocidos y los explotadores lo saben”, me comenta Camila.

Cuando les pregunto por qué creen que los jóvenes acceden a enviar fotografías o aceptar personas desconocidas en sus redes sociales, me responden sin titubear: porque queremos ser ‘farándula’, es decir famosos. “Las personas que tienen muchos ‘amigos’, son las que reciben más likes, están en la onda, son los más top porque todo el mundo comenta lo que publican y se vuelven personas muy importantes. Es lo que te vende la sociedad: hay que ser instagramer, influencer y que la gente te siga”.

Y muchas veces, el contenido de quienes tienen fama, también es material sexualizado que otros niños y jóvenes quieren reproducir. Así lo explica Viviana Quintero, experta en protección a la niñez en los entornos digitales. “El primer mecanismo que tenemos como seres humanos es el modelado: tú ves a alguien hacer algo, lo imitas y así estás aprendiendo. Cuando un niño ve contenido en TV, en internet o en videojuegos tiende a repetir esas conductas”, dice esta psicóloga con más de 10 años de experiencia.

¿Y en los colegios?

Le pregunto a Pedro José Palomeque, rector de una institución del municipio de Riosucio, Chocó, sobre prevención en abuso sexual en línea y su silencio y asombro me confirman que se trata de un tema aún marginal en las aulas de clase, mucho más en lugares donde hasta hace poco tuvieron conexión a internet.

Sin embargo, otras iniciativas intentan hacerle frente al problema.

Monica Londoño es rectora del colegio oficial Alfonso López Pumarejo en el barrio Boston de Medellín, ubicado en el costado centro oriental de esta ciudad. En esa institución hay 2000 estudiantes de estratos 1, 2 y 3, desde preescolar hasta 11.

Según describe, una de las situaciones más complicadas y urgentes sobre el uso de redes sociales, ha sido el chantaje entre estudiantes que comparten fotos de desnudos o invitaciones a las niñas para que vendan fotos íntimas, especialmente en grados 6º y 7º.

“En una ocasión, un hombre adulto externo a la Institución, contactó a dos niñas y logró citarlas para que se encontraran. Se ganó la confianza de ellas hasta que las fotografió. En uno de los casos hubo violación. Les ofrecía 400.000 por fotografía. Afortunadamente, la mamá del segundo caso se dio cuenta y logró denunciar”, me contó Mónica desde el otro lado de la línea.

A raíz de estos hechos y como parte del programa de la Alcaldía de Medellín “Con mi cuerpo nadie se mete”, cuyo objetivo es prevenir el abuso sexual infantil, emprendieron su propio camino a la prevención del ciberacoso, ciberbullying y riesgos en internet. Involucraron a líderes estudiantiles con las áreas de informática, ética y proyecto de vida. Esta serie de acciones están recogidas en el proyecto que lleva por nombre “Consumo Cuidado”.

“Les enseñamos a que seleccionen los amigos que aceptan en Facebook, la información que publican, las páginas a las que acceden y, sobretodo, la valoración de sus propios cuerpos. Creemos que es mucho más convincente cuando los jóvenes se dirigen a otros jóvenes y entre pares hacen ese acompañamiento”, me cuenta la rectora.

Este esfuerzo se alinea con otros a nivel internacional como el del Canadian Center for Child Protection de Canadá, el cual invita a los niños, a través de una estrategia digital, a enviar memes de topos, en vez de fotografías de sus penes.

Al conversar con Carlos Barrera, el rector de Qualia, un colegio personalizado de sexto grado a undécimo, con grupos de máximo seis estudiantes, ubicado en Bogotá, vuelve a la responsabilidad de los padres de familia. “Muchas veces siento que los papás no tienen ni idea de que está pasando en el mundo virtual. Hay un poquito de resignación porque saben que algunos contenidos se les salieron de las manos. Además, en el imaginario, se sigue pensando que los ‘chinos’ son iguales que hace 20 años”, recalca.

Mientras los jóvenes son cada vez más usuarios digitales, la discusión actual en Colombia vuelve al lugar de la restricción y la prohibición, como una medida de contención a los riesgos en internet.

Actualmente, cursa en el Congreso un proyecto de ley para restringir el uso de dispositivos móviles en los colegios, liderado por el representante a la Cámara por el partido Liberal, Rodrigo Rojas. Según el documento, el proyecto busca generar entornos seguros de aprendizaje en el uso de herramientas tecnológicas en los establecimientos educativos, limitar el tiempo de acceso a internet y que padres de familia puedan supervisar el uso que hacen los menores.

A diferencia de las tabletas, computadores y dispositivos que cuentan los colegios para uso pedagógico y que están bajo supervisión institucional, el celular sigue siendo un lugar sin mayor acompañamiento. Según Rodrigo, este proyecto de ley es un primer paso para que los niños puedan acceder de manera segura a internet, ante las escasa efectividad que han tenido las políticas de prevención y pedagogía.

Sin embargo, ¿es prohibir los celulares una medida necesaria? Carolina Piñeros, directora de Red PaPaz defiende que se deben reglamentar horarios y momentos de uso pero que debe ser el colegio quien tenga autonomía para incluirlo en el manual de convivencia, de manera conversada con padres y no como una medida estricta desde el Congreso. “Muchos colegios ya lo prohíben, pero me parece interesante que se den lineamientos y que los colegios se sientan tranquilos para discutirlo internamente y reglamentar.”

Lo que todos saben, incluido el representante a la Cámara, es que internet hoy es fundamental para la nueva generación de niños, niñas y jóvenes. Las TIC, bien usadas, podrían ser una herramienta para conocer el mundo y formarse en muchas materias.

En esto también coinciden psicólogas, educadores, investigadores y personas preocupadas por la pedagogía sobre el abuso sexual en línea que consultamos durante esta investigación. Ellas, en su mayoría mujeres, están de acuerdo en que la prevención en los riesgos en internet tiene más sentido que la prohibición.

“Desde la familia es un error creer que porque nuestros hijos están frente a una pantalla podemos desentendernos, porque allí están seguros y no pasa nada. En realidad, es como dejarlos en una calle o un lugar público. Si el niño está en la calle debo decirle por dónde puede transitar”, reflexiona María Isabel Villa, directora de la investigación “Contigo Conectados”

Y agrega: “Pero si no lo hago y lo dejo solo, lo dejo en riesgo. Internet no es una niñera, nosotros debemos determinar qué miran y con qué frecuencia, pero primero debemos conocer, tener alfabetización digital para saber por dónde transitar”.

A Paula le tomó varios años pasar la página. Pensando en dejar su testimonio para evitar que esto le suceda a otros adolescentes escribió una carta. En un apartado dice:

Hay muchos sentimientos en mi cabeza, me siento mal porque abusaron de mi confianza y ahora es difícil saber en quién confiar. También siento rabia porque sabía lo que pasaba pero no fui capaz de detenerlo hasta que se me salió de las manos. Si te está pasando esto, o sabes que a alguien le pasa, habla o dile que hable, esto puede pasarle a cualquiera. Cuídate y ponte siempre alerta.

Fuente del artículo: https://www.elespectador.com/noticias/nacional/un-clic-del-abuso-sexual-la-soledad-de-menores-de-edad-en-la-web-articulo-882157

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“Sexo a cambio de aprobados”: la investigación de la BBC que revela los abusos en dos de las universidades más prestigiosas de África

África/Nigeria/Ghana/13-10-2019/Autor: BBC News Mundo/Fuente: www.elnacional.com

Por: BBC News Mundo

Un equipo de la BBC descubrió a través de varios testimonios y una investigación con cámara oculta los abusos sexuales que tienen lugar a puerta cerrada en los despachos de algunas de las universidades más ilustres de África occidental.

Acosar sexualmente a sus alumnas se ha convertido en una práctica habitual entre muchos profesores de algunas de las universidades más prestigiosas de África. Sin embargo, pese a que el abuso es endémico, casi nunca ha sido probado.

Un equipo del programa Africa Eye de la BBC investigó lo que ocurre a puerta cerrada en algunos despachos de la Universidad de Lagos (Nigeria) -definida como «el orgullo de la nación»- y en la Universidad de Ghana, la más antigua y grande de las cinco universidades ghanesas públicas.

Decenas de testimonios e imágenes con cámara oculta prueban el acoso sexual al que son sometidas algunas jóvenes que estudian en esos centros por parte de sus profesores, a cambio de calificaciones positivas en sus expedientes.

Las grabaciones muestran a varios catedráticos insinuándose a sus alumnas.

«¿Cuántos chicos te han dicho hoy lo guapa que eres?», «las niñas buenas como tú siempre son vulnerables» o «apaga las luces y cierra la puerta con llave, que te besaré un minuto», son algunas de las frases que utilizan para acosarlas.

La reportera Kiki Mordiquien conoce de primera mano lo devastador que puede llegar a ser el acoso sexual, fue la periodista a cargo de esta investigación.

La periodista de la BBC Kiki Mordi recibió propuestas sexuales de sus profesores.

«Cuando iba a la universidad fui acosada sexualmente«, cuenta Mordi, nacida en Port Harcourt, en el sur de Nigeria.

«Y no soy la única. El acoso sexual lleva décadas siendo un problema en África occidental».

Durante más de un año, la BBC investigó y grabó con cámara oculta lo que ocurría en el interior de la Universidad de Lagos y la Universidad de Ghana.

«Esto lleva años ocurriendo. Cada año, en cada departamento, con cada estudiante, siempre hay una historia», declaró una joven en Lagos, Nigeria, al ser interrogada al respecto.

«Nadie quiere escuchar, nadie quiere creer a las víctimas. Es una locura», explicó otra chica. «Conozco a muchas [estudiantes] que han sido acosadas y nadie hace nada».

Mordi estuvo nueve meses en Lagos investigando el asunto.

Allí habló con alumnas y exalumnas de la Universidad de Lagos, cuyos testimonios la condujeron a un catedrático de la Facultad de Artes.

PIUS UTOMI EKPEI/GETTY IMAGES
La Universidad de Lagos, en Nigeria, es una de las más prestigiosas de África occidental.

Se trataba de Boniface Igbeneghu, un exdecano que además es pastor en la sede local de la iglesia cristiana cuadrangular, un movimiento evangélico con arraigo en el país.

«Te pedía que fueras a su oficina, cerraba la puerta con llave y a veces te quería toquetear; otras, acostarse contigo», contó una exalumna sobre él. «Le gusta elegir a las estudiantes problemáticas porque sabe que son muy vulnerables«.

Varias estudiantes más declararon que Igbeneghu había abusado de ellas.

Los testimonios de varias alumnas pusieron en la mira a este hombre, un profesor de Arte que antes ocupó la silla del decano.

La BBC envió a una periodista infiltrada para que se reuniera con él personalmente.

La reportera se hizo pasar por una chica de 17 años -por debajo de la edad legal de consentimiento sexual en el país- que acababa de completar la secundaria y que buscaba ser admitida en la Universidad de Lagos, también conocida como Unilag.

Él la invitó a su despacho con la excusa de hacer varias tutorías.

Cada vez que estaba en su oficina, la periodista tenía acceso a un «botón de pánico» para que alguien del equipo de la BBC saliera en su rescate si lo necesitaba.

Poco después del primer encuentro con ella, Boniface Igbeneghu comenzó a hacerle comentarios sobre su apariencia.

Estos son extractos de aquella primera reunión.

 Siéntate. ¿Cuántos años tienes?

— 17.

— ¿17? Y pareces muy mayor. ¿No sabes que eres una chica bonita? ¿Lo sabes? No eres bonita, eres muy bonita.

Las cámaras de la BBC registraron el comportamiento abusivo de Boniface Igbeneghu.

 ¿Sabes que soy pastor [ministro cristiano]?

— Lo sé.

— Bien. ¿Sabes que tengo 50 y tantos años?

— OK.

— Lo que te sorprenderá es que incluso ahora, a mi edad, si quiero una chica de tu edad, una de 17 años, todo lo que tengo que hacer es darle cumplidos y ponerle un poco de dinero en la mano, y la consigo.

— ¿En serio?

— Sí.

Días más tarde, Igbeneghu le invitó a una segunda cita y le pidió que rezara con él.

Aquel rezo fue algo desconcertante.

Le hizo repetir las siguientes frases como parte de una «confesión» que él escuchaba sonriendo: «Acepta que tú eres mi señor y mi dios. Guíame y dirígeme por el camino correcto. Gracias, Jesús».

Después le estrechó la mano y le dijo riendo: «Bienvenida al reino de Dios. No te preocupes por la admisión. Trabajaré en ello«.

Pero antes de acabar, le interrogó sobre su vida sexual.

«¿A qué edad empezaste a conocer hombres? ¿A qué edad empezaste a tener sexo?», quiso saber. «Te garantizo que tu madre no sabrá nada de lo que hablemos aquí».

«Nada de lo que pase entre tú y yo… nadie sabrá sobre ello, ¿entendido? Así que siéntete libre».

Igbeneghu le pidió a la reportera de la BBC que rezara con él y después le hizo preguntas íntimas.

En otra reunión le habló de una sala -«la sala fría»- en la que los profesores intiman con las alumnas y «se morrean con ellas» y «les tocan los senos y todo su cuerpo».

También le dijo que el «beneficio» de aquel intercambio para las alumnas es obtener buenas notas: «Pagan por ello con su cuerpo. Ninguna cosa buena es gratis».

En citas posteriores en su despacho, le recordó que debía ser «obediente» si quería ser admitida en Unilag.

«¿Quieres que te bese?», le llega a preguntar en varias ocasiones. «Si quieres que te bese, apaga la luz, cierra la puerta con llave, te besaré un minuto. Eso es lo que hacen en la ‘sala fría’».

A continuación, apaga las luces y cierra la puerta con llave: «Es hora de experimentar la ‘sala fría’«, le dice, rogándole que se acerque a él. Ante su negativa, él se acerca a ella y comienza a tocar su pierna y abrazarla, hasta que la libera cuando le pide ir al baño.

A su regreso, se ríe: «Eres muy rígida, eres un bebé». Y le amenaza: «Te llamaré para que vengas otro día. Si no vienes, le contaré a tu mamá que me desobedeces«.

Mientras tanto en Ghana, otro equipo de la BBC trabajó en una investigación paralela.

Semanas de laboriosas entrevistas con alumnas de la Universidad de Ghana condujeron hacia Paul Kwame Butakor, de la Facultad de Educación.

De nuevo, la BBC envió a a una periodista encubierta, en este caso una estudiante de último curso interesada en hacer un máster.

Paul Kwame Butakor da clases en la Facultad de Educación de la Universidad de Ghana.

En la segunda reunión, él comenzó a piropearle:

«¿Cuántos chicos te han dicho hoy lo guapa que eres?», le dijo, preguntándole una y otra vez si podía ser su «chico secundario», que, según él, significa un «segundo novio».

«Yo puedo ser tu secundario y tú mi secundaria, aunque mi esposa está fuera del país…«, agregó. «No te meteré en problemas, en serio. No seré una distracción en tu vida. Déjame ser tu chico secundario«.

Después le ofreció unas prácticas laborales en su departamento (Educación), aunque le dijo que la fecha para las solicitudes ya había expirado.

«Déjame ser tu chico secundario. Nosotros tenemos chicas secundarias», le dijo el profesor Paul Kwame Butakor a la reportera infiltrada en Ghana.
¿Qué dicen las universidades?

Las políticas universitarias prohíben a los profesores tener relaciones sexuales con sus estudiantes cuando están en posición de tener influencia en su educación o su carrera.

Los comportamientos insinuantes son considerados mala conducta profesional.

Butakor le dijo a la BBC que niega rotundamente cualquier coqueteo con la reportera o cualquier otra estudiante, asegurando que cumple con todas las normas de la universidad relativas al acoso sexual.

También dijo que no tenía intenciones de tener citas con ella o de evitar los procedimientos regulares para asegurarle un puesto a cambio de sexo.

La Universidad de Ghana indicó que considera las acusaciones de mala conducta hacia Bukator muy preocupantes. Le explicó a la BBC que tiene una política proactiva para evitar el abuso sexual y que se compromete a erradicar el problema.

Dijo que despediría a cualquier miembro del personal contra quien se haya probado evidencia de irregularidades.

Tras la publicación en inglés de la investigación del BBC, la Universidad de Lagos anunció la suspensión de Boniface Igbeneghu.

En cuanto a Boniface Igbeneghu, no respondió a varias solicitudes de comentarios por parte de la BBC sobre las acusaciones de abusos sexuales.

Sin embargo, horas después de la publicación de esta investigación en inglés -con gran repercusión en las redes sociales- fue suspendido de su cargo por parte de la Universidad de Lagos y también expulsado de la iglesia en la que era pastor.

La Iglesia cuadrangular dijo en un comunicado que no aprueba la «conducta sexual inapropiada» de Igbeneghu.

La Universidad de Lagos, por su parte, niega haber protegido a profesores implicados en casos acoso sexual y dice que investigará más a fondo los nombres citados en el reportaje.

La entidad académica no quiso dar más explicaciones respecto a la «sala fría» de la que habló Igbeneghu frente a la cámara oculta de la BBC.

Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/bbc-news-mundo/sexo-a-cambio-de-aprobados-la-investigacion-de-la-bbc-que-revela-los-abusos-en-dos-de-las-universidades-mas-prestigiosas-de-africa/?utm_medium=push&utm_source=onesignal&utm_campaign=pushtraffic

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México: Coahuila: Exigen abrir investigación por abuso sexual en jardín de niños

América del Norte/México/06-10-2019/Autor y Fuente: www.jornada.com.mx

Autoridades de Coahuila informaron que al investigar la denuncia de un caso de abuso sexual en un jardín de niños, surgieron indicios de otra presunta agresión, por lo que exigen la apertura de nuevas líneas de investigación, así como la presentación de denuncias ante el Ministerio Público.

En un comunicado, la Secretaría de Educación (SE) en Coahuila detalló que el pasado viernes 27 de septiembre recibió la denuncia ante la institución educativa del probable abuso sexual en contra de uno de los alumnos, un menor de tres años de edad.

Indicó que al conocer de estos hechos, la SE junto con la Procuraduría de Niños, Niñas y la Familia (Pronnif), así como con la Fiscalía General del Estado, iniciaron una investigación bajo los protocolos de atención integral al afectado y su familia.

Añadió que de los resultados de estas investigaciones, descubrieron lo que apunta a un segundo caso de abuso sexual de un menor, por lo que solicitó tomar medidas que aseguren el bienestar integral de los probables afectados

“Con el fin de esclarecer los hechos y deslindar responsabilidades, la Secretaría de Educación ha instruido a todo el personal de la institución educativa, a que tengan entera disposición con las autoridades ministeriales en el desahogo de la investigación, a fin de agilizarla y fortalecerla”, señaló.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/ultimas/estados/2019/10/04/coahuila-exigen-abrir-investigacion-por-abuso-sexual-en-jardin-de-ninos-4667.html

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