Como se conoce, el Apartheid fue una de las tantas políticas raciales aplicadas en el mundo por los factores de poder, específicamente en Sudáfrica luego de la llegada en 1948 del Partido Nacional hasta 1990 al ser abolida a través de un movimiento popular encabezado por el gran líder Nelson Mandela, dicha política prohibía todo tipo de relación afectiva o social entre razas desde relaciones de parejas de blancos con negros, indios, mestizos hasta compartir el mismo medio de transporte, sanitario, lugares de esparcimiento, llegando al punto en 1950 de establecer zonas de residencias fragmentadas en grupos raciales.
Cualquier parecido con la realidad con lo vivido en Venezuela es pura coincidencia, durante 18 años los venezolanos somos no solo testigos sino protagonistas del odio y la discriminación entre compatriotas o conciudadanos, familias que no solo dejaron de hablarse por posturas políticas sino llegar al punto de odiarse mientras los promotores de la polarización tienen una convivencia muy distinta a la que se refleja en las cámaras de televisión y redes sociales, haciendo una comparación con la actualidad política y el Apartheid, vemos como ciudadanos que conviven y coinciden con los mismos problemas apuntan la culpa al otro ocupando más tiempo en los antagonismos que en los puntos comunes.
Como muestra de ello se pueden hablar de diferentes episodios en los últimos 20 años como desde un sector al otro se le cataloga a los que militan y/o simpatizan con el gobierno como chusmas, malandros, corruptos, etc., y por la contraparte se le tilda a los que no militan con la revolución como oligarcas, apátridas, terroristas, etc., como no recordar cuando el día del golpe de estado del 12 de abril de 2002, medios de comunicación de señal abierta solicitaban información de donde estaban escondidos los dirigentes del gobierno, pero por otro lado años después en instituciones públicas se sacó otro instrumento discriminatorio tan igual de deplorable como lo fue la lista Tascon; si evaluamos desde allí hasta nuestros días no sería difícil analizar cuánto daño nos hemos causado como sociedad.
Hoy se habla desde los organismos internacionales como la UNESCO que la humanidad transita en la sociedad del conocimiento pero ¿Qué tan útil es un conocimiento que no permite a los seres humanos reconocerse, entenderse, y trabajar en los puntos comunes como el rescatar esta sociedad en el cual vivimos? Venezuela de acuerdo a los expertos sufre una de sus mayores crisis económicas, sin embargo, también cabria la interrogante ¿y a su vez no estaríamos sufriendo nuestra mayor crisis de ciudadanía? Realmente hago esta pregunta porque sería importante que alguien contestara ¿cómo puede ser factible un dialogo sin voluntad de ambas partes?,
Por ello ante esta fragmentación auspiciada por la polarización e intolerancia política que día a día deteriora la afiliación entre venezolanos, detengamos esta Apartheid, lo que hoy estamos viendo del país hermano de Nicaragua no es una situación extraña para nosotros, también la vivimos con más de 138 muertos que hoy muchos estarían viendo el mundial con sus familias y amigos si hubiera existido un sincero dialogo y se le colocara a la política la “P” mayúscula, no es tiempo para buscar culpables sino soluciones, razones y motivos para defender sus posturas y puntos de vistas sobran de lado y lado pero más importante esta la necesidad de entendimiento entre los distintos factores de la sociedad.
Tengo la convicción que los que asumimos quedarnos no lo hacemos por cobardía o por comodidad, sino por creer en esta tierra que es tan tuya como mía por último, el Maestro Cruz Diez refirió que “hay que inventar un nuevo lenguaje político que hable de democracia, de valores éticos, de libertad, progreso y justicia social, hay que inventar la educación y crear un país de emprendedores, artistas e inventores, un país digno y soberano en el contexto global, en fin, en Venezuela hay que inventarlo todo ¡Qué maravilla!.” Por ello solamente todos son los necesarios para construir esa Venezuela que soñamos.
Artículo en conmemoración a los 27 años de la derogación del Apartheid
“Derribar y destruir es muy fácil. Los héroes son aquellos que construyen y que trabajan por la paz” Nelson Mandela