“Veo este programa como una gran oportunidad; a pesar de mi estado de salud, podré conseguir un trabajo después de completar el curso”.
Conozca a Hadeel Nimer, una estudiante siria de 21 años de edad que ahora vive en Jordania. Solía sentirse atrapada por su discapacidad. A pesar de sus limitaciones físicas, siempre intentaba imaginar un futuro en el que podría valerse por sí misma. Hadeel oyó hablar del programa de becas dirigido por la UNESCO y financiado por el Gobierno de la República de Corea, en el Instituto Al Quds. Presentó su candidatura con mucho entusiasmo y fue aceptada.
Hadeel disfrutó del programa de Administración Empresarial de Nivel 3 del BTEC y este aprendizaje de competencias básicas en lo relativo a mejorar la comunicación tuvo una repercusión positiva en su personalidad. «Aprendí cómo controlar mis emociones y cómo convertirme en alguien productivo dentro de mi comunidad», afirmó Hadeel.
Hadeel también está considerando continuar su educación con la esperanza de pasar el Tawjihi, el examen del ciclo de enseñanza secundaria en Jordania, y obtener, en el futuro, una licenciatura en Arte.
Ali Abu Hamour, el profesor de Hadeel, la describe como una de sus alumnas favoritas en la clase de ética empresarial. «Estoy muy contento de tener una alumna soñadora y ambiciosa, increíblemente apasionada, deseosa de alcanzar sus metas, a pesar de su discapacidad», afirmó. “Tiene un espíritu positivo que deja una huella tangible en quienes la rodean y sus compañeros la aprecian».
La UNESCO considera que la educación es un derecho humano y trabaja para mejorar el acceso y para que los estudiantes permanezcan escolarizados en toda Jordania. En ocasiones, las poblaciones jóvenes son ignoradas en situaciones de crisis y la UNESCO está trabajando para brindar oportunidades para que este grupo más expuesto continúe su instrucción mediante formaciones profesionales al terminar su enseñanza básica, incluido en institutos comunitarios como Al Quds.
La beca con la que Hadeel resultó beneficiada, financiada por la República de Corea, fue diseñada para jóvenes sirios y jordanos con el objetivo de brindarles oportunidades para su desarrollo educativo y forjar competencias en competitividad que les sirvan de apoyo cuando comienzan la vida laboral. Hadeel olvidará difícilmente esta oportunidad. «Esta oportunidad me permitió continuar mis estudios, algo que me ayudará a conseguir un trabajo», afirmó.
En Washington DC, como en otras partes del país, la demanda está disparada entre los angloparlantes nativos por un programa que fue diseñado para los inmigrantes latinos. ¿Quién debe tener prioridad?.
Meri Kolbrener se mudó a un vecindario gentrificado en el noroeste de DC para que sus hijos pudieran tener un lugar garantizado en la Escuela Bilingüe Oyster-Adams. Esta escuela pública no está lejos de donde viven Ivanka Trump y Jared Kushner, la hija y el yerno del presidente Donald Trump, en un vecindario que solía ser en gran parte latino, pero que está cambiando de color desde hace unos años.
Ahora, muchos padres blancos y ricos, quienes antes mantenían a sus hijos lejos de las Escuelas Públicas del Distrito de Columbia (DCPS, por sus siglas en inglés), están acudiendo a programas como el de Oyster-Adams porque, como dijo la directora Mayra Canizales, «lo bilingüe se ha vuelto sexy».
La escuela tiene una lista de espera de casi 800 estudiantes, de los que la inmensa mayoría son angloparlantes nativos, y de esos, tal vez cinco lograrán entrar. Kolbrener, sin embargo, no tiene que preocuparse. Las familias que son dueñas de una vivienda que esté dentro de los límites de asistencia de la escuela tienen garantizado el derecho a matricularse. Sólo los que están fuera del vecindario terminan en la lista de espera.
Aunque ni Kolbrener ni su marido hablan español, sus tres hijos sí. En Oyster-Adams, la mitad de las clases se enseñan en español, por lo que sus hijos reciben unas tres horas de instrucción en español todos los días, además del apoyo adicional que sea necesario.
Cuando no hay suficiente español para los niños hispanos
El hijo de Rosa Zelaya, por otro lado, tiene sólo una clase de español de 45 minutos por semana en el Truesdell Education Campus, al norte del centro de la ciudad. Allí, el 67% de los estudiantes son latinos y casi la mitad habla español mejor que inglés, pero nunca llegan a desarrollar su idioma materno en la escuela durante todo el día. A Zelaya le preocupa que sus hijos nunca aprendan a leer y escribir en español. Incluso con la ventaja que reciben en casa, los hijos de Zelaya seguramente dejarán DCPS con menos alfabetización en español que los hijos de Kolbrener.
Tres estudiantes colaboran en un proyecto en la Escuela Bilingüe Oyster-Adams en la ciudad de Washington DC, donde la demanda de programas bilingües está causando preocupaciones sobre la equidad.Tara García Mathewson/The Hechinger Report
La mayoría de los estudiantes que llegan a la escuela sin fluidez en inglés en Washington DC, y en todo el país, no reciben enseñanza bilingüe. Muchas veces no se les enseña nuevo contenido en materias como las ciencias mientras se les enseña la mecánica del inglés.
De las 10 escuelas bilingües en el distrito de Washington DC abiertas durante el año escolar 2015-16, los estudiantes que estaban aprendiendo inglés representaron más de una cuarta parte de la población estudiantil en seis de las escuelas. En dos de las escuelas bilingües de Washington DC, los estudiantes de inglés fueron tan sólo el 1% ó el 2% de la población. Según el distrito, sólo el 24% de los estudiantes de inglés en DCPS asisten a programas bilingües.
Alumnos en la Escuela Bilingüe Oyster-AdamsHechinger Report / Univision
En una ciudad con mayor demanda que oferta de educación bilingüe, siempre habrá perdedores. Los programas que fueron creados para atender a los inmigrantes latinos se han vuelto codiciadas oportunidades de enriquecimiento para los angloparlantes nativos que reconocen el valor de ser bilingüe en un mundo globalizado. Y aunque el canciller de DCPS Antwan Wilson ha dicho que la expansión bilingüe es una prioridad, no hay suficientes profesores calificados, lo cual genera un debate sobre qué estudiantes y qué escuelas deberían tener acceso a estos programas.
Beatriz Otero, una veterana de las primeras batallas por la educación bilingüe en Washington DC y fundadora de la DC Bilingual Public Charter School, dice que está satisfecha con que la educación bilingüe se esté popularizando, pero le preocupa que los estudiantes latinos puedan quedarse atrás.
«El privilegio hace maravillas», dijo Otero. «Hay voces fuertes y, especialmente ahora, teniendo en cuenta lo que está ocurriendo con la inmigración y el temor que tienen las familias, la probabilidad de que alguna de nuestras familias inmigrantes exija alguno de estos servicios… tienen muchísimo miedo. No salen a ninguna parte, por lo que sus voces no se escuchan».
El Proyecto de Inmersión Lingüística de DC ha sido una de las voces más fuertes en favor de ampliar la educación bilingüe durante estos últimos años. Se formó en 2014 como un colectivo de padres, educadores y miembros de la comunidad interesados en el objetivo general de la alfabetización multilingüe para todos.
¿Multilinguismo para todos?
Los cofundadores del grupo son italianos y afroestadounidenses, y su primera gran campaña fue la creación de un programa bilingüe español-inglés en Houston Elementary. La escuela, en el extremo este de la ciudad en un vecindario casi exclusivamente negro y angloparlante, brindó una oportunidad estratégica, según la cofundadora y directora ejecutiva del proyecto, Vanessa Bertelli: si pudieron defender exitosamente un programa bilingüe en este vecindario con estos datos demográficos, sería más fácil venderlo en cualquier otro lado.
La hija de la cofundadora Jimell Sanders está inscrita en la clase preescolar inaugural de la escuela.
Pero, aunque el programa de Houston Elementary es conocido por ofrecer educación bilingüe a un grupo de estudiantes que históricamente ha estado excluido de la ecuación, los afroestadounidenses, las investigaciones indican que no recibirían tantos beneficios del programa como los niños hispanoparlantes de familias inmigrantes, o como cualquiera de los estudiantes de Oyster-Adams.
En la Escuela Bilingüe Oyster-Adams en Washington DC, 60% de los estudiantes son latinos, 29% son blancos y 5% son negros. Aprenden en español la mitad del día.Tara García Mathewson/The Hechinger Report
En Houston Elementary, los únicos hispanohablantes nativos que los estudiantes escuchan son sus maestros. En Oyster-Adams, por otro lado, donde los administradores siempre han mantenido una proporción de 50-50 en cuanto al contexto linguístico de los estudiantes, los niños desarrollan un vocabulario social además de uno académico al comunicarse con sus amigos.
«Ayuda a construir un uso más sólido del idioma», dijo Conor Williams, fundador y director del Grupo de Trabajo de Estudiants de Dos Idiomas Nacional en New America.
Muchos investigadores llaman a este modelo, en el que la mitad de los estudiantes hablan en su idioma nativo y la otra mitad en otro idioma, el estándar de oro; especialmente para los estudiantes que llegan a la escuela hablando español, el segundo idioma en la mayoría de los programas bilingües del país. Estos estudiantes, conocidos como estudiantes de inglés (English-language learners) o estudiantes de habla hispana, llegan a reforzar su primer idioma mientras aprenden un segundo porque sus profesores se basan en lo que saben de español para enseñarles inglés.
Aunque puede parecer intuitivo decir que la inmersión total se traduce en un dominio más rápido del idioma, y algunas investigaciones apoyan este argumento, muchos expertos dicen que esto es erróneo.
Un ejemplo frecuentemente citado compara el aprendizaje de un segundo idioma con aprender a tocar un segundo instrumento. Un violinista utiliza la comprensión de la música para aprender a tocar el piano de la misma manera que un hispanoparlante utiliza la comprensión de las conjugaciones verbales y las uniones entre letras y sonidos en español para aprender inglés.
Un equipo liderado por Fred Genesee de la Universidad McGill analizó 25 años de investigaciones para un informe del 2005, y encontró pruebas contundentes de que los estudiantes que están aprendiendo inglés que reciben instrucción en su idioma nativo tienen mayor éxito educativo. Es más, los profesores de la Universidad George Mason, Virginia Collier y Wayne Thomas han identificado los programas bilingües como los únicos que logran cerrar las brechas entre los estudiantes de inglés y sus compañeros a largo plazo. Y un estudio más reciente en Portland, éste aleatorio, reveló beneficios significativos derivados del programa bilingüe del distrito. Los estudiantes asignados al azar al programa superaron a sus semejantes en lectura en inglés por siete meses en quinto grado y nueve meses en octavo grado.
La Escuela Bilingüe Oyster-Adams tiene el programa bilingüe más antiguo de las escuelas públicas de DC y es una de las más buscadas, con cientos de estudiantes en su lista de espera.Tara García Mathewson/The Hechinger Report
Dos idiomas: “Un valor en sí mismo y por sí mismo”
Más allá de la posibilidad de aprender inglés con mayor rapidez, el profesor de educación de Stanford Claude Goldenberg es uno de los que ha defendido lo que él llama la «ventaja inherente de conocer y saber leer y escribir en dos idiomas».
«Nadie debería sorprenderse al enterarse de que todos los estudios sobre la educación bilingüe han revelado que enseñarles a los niños en su idioma principal promueve los logros en el idioma principal», escribió Goldenberg en un artículo de la Federación Americana de Maestros. «Esto debe considerarse un valor en sí mismo y por sí mismo».
Uno de los motivos por los que los funcionarios del distrito dicen que los programas bilingües no son la norma es la contratación de personal. Katarina Brito, una desarrolladora de programas bilingües, señaló que DCPS está compitiendo con el resto de la nación para contratar a maestros altamente calificados que no sólo estén capacitados en materias específicas, sino que también sean capaces de dirigir un aula en español.
«La contratación de personal es un reto constante», agregó Brito; y eso a pesar de que DCPS tiene uno de los mayores sueldos iniciales en el país y la posibilidad de un salario de seis cifras después de siete años. Las asociaciones con organizaciones internacionales han creado un canal para los maestros bilingües, pero dependen de visas que expiran después de tres años, y Brito señaló que muchos de los maestros regresan a sus países de origen debido al choque de culturas.
La creciente demanda de programas bilingües ha obligado a los administradores distritales a considerar una ampliación cuidadosa. Brito señaló que la equidad ha sido la prioridad. Aunque las escuelas reservan los puestos en los programas bilingües para hispanoparlantes nativos, las decisiones sobre dónde se inaugurarán los nuevos programas afectarán ese acceso, y el distrito no ha tomado decisiones sobre cómo equilibrar la demanda de las familias y las necesidades de los estudiantes.
Conversamos con más de una docena de padres de habla hispana en varias escuelas de Washington DC con grandes poblaciones latinas pero sin programas bilingües y las tensiones son claras.
En Raymond Elementary School, al norte del centro de la ciudad, Wendy Ordoñez y otros padres latinos describen la frustración con las barreras de comunicación entre ellos y el personal de la escuela, quienes en su mayoría son angloparlantes.
En una ciudad con mayor demanda que oferta de educación bilingüe, siempre habrá perdedores.Charly Triballeau/AFP/Getty Images
Ordóñez prefiere transferir a sus hijos a un programa bilingüe donde se valore el español, pero aún no ha ‘ganado’ la lotería que determina si su hijo puede ir a una escuela fuera de su vecindario.
Powell Elementary, una escuela aledaña, tiene un programa bilingüe, dijo Ordoñez, «pero eso es sólo una escuela para toda esta zona llena de latinos».
Y los latinos no son los únicos que quieren entrar.
Esta historia fue producida por The Hechinger Report, una agencia de noticias independiente sin fines de lucro, enfocada en la desigualdad y la innovación en la educación.
Hace algunas semanas comenzó a funcionar en Buenos Aires el Bachillerato Popular Cartonero Anuillan, un espacio impulsado por el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).
En el mes de junio se llevó a cabo la inauguración del Bachillerato Popular Cartonero Anuillan en Buenos Aires, capital de Argentina. Se trata de una escuela para adultos que por distintas razones no pudieron finalizas sus estudios. Puntualmente, aquellos que se dedican a la recolección y separación de residuos urbanos.
El proyecto es impulsado por el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), que pertenece a la Federación Argentina de Cartoneros y Recicladores (FACyR), una entidad que nuclea y organiza a todas las personas que trabajan recolectando y separando los residuos en distintas ciudades del país sudamericano.
Se trata de un movimiento que ha ido creciendo en organización durante los últimos años y hoy cuenta con distintas instituciones propias que brindan un apoyo integral a todos sus miembros. En ese marco se inscribe el bachillerato.
Un proyecto para la inclusión
«Somos una cooperativa de reciclado y nos unimos en primera instancia con ese fin, para tratar de paliar en conjunto lo difícil que es garantizar para nuestras familias una vida digna con nuestro trabajo», explicó a RT Jacqueline Flores, una de las fundadoras del bachillerato. Fue a partir de allí que pudieron impulsar «la primer política pública con perspectiva de género para las mujeres cartoneras».
Esta consistió en un programa de promotoras ambientales que permitió «pensar en un puesto de trabajo» para las mujeres, «impidiendo así que el único destino sea el de tirar de un carro».
A partir de esa experiencia surgió la idea de crear un espacio educativo propio. «Pudimos reconocer que había herramientas que no teníamos, porque la institución educativa hace años ya nos había expulsado», señaló Flores.
Bachillerato Popular Cartonero «Anuillan»
«Surge de reconocernos excluidos no solo en nuestros derechos laborales, de una demanda que la escuela hoy no puede contener, y es la de una población laburante atravesada por el abandono», expresó. Además emerge «de la impronta de no habernos doblegado jamás, pero también de ser inquietos y de saber que nos merecemos mucho más», agregó la entrevistada.
¿Por qué un bachillerato cartonero?
En la Ciudad de Buenos Aires y otros lugares de la Argentina, las experiencias de los bachilleratos populares se han multiplicado en los últimos años. Consultada por la decisión de crear un espacio de estas características exclusivamente cartonero, Romina Rearte -profesora del espacio- apuntó: «Sabemos de otras experiencias de educación popular en la ciudad, pero también sabemos las particularidades de nuestro mundo y nuestras vidas». «No creemos que existan modelos aplicables a todas las realidades, de ahí la necesidad de que nuestro bachillerato sea solo para nuestros compañeros cartoneros», subrayó.
Rearte explicó que impulsan la educación popular porque esta «interpela a los estudiantes, considerando los recorridos, experiencias vividas, respetándolos y poniéndolos en juego en una instancia educativa que se construye». Es ahí en donde «están puestos los mayores esfuerzos», en interpelar a «los compañeros y empoderarlos reconociendo todos estos saberes».
Si bien hoy por hoy no cuentan con un reconocimiento oficial que les permita expedir títulos como otras instituciones similares, tienen «la intención de dar esa pelea».
«La fuerza de la organización»
El bachillerato ―como la cooperativa― lleva el nombre Anuillan, que en idioma mapuche significa «mujer decidida». Ese concepto tiene una fuerza especial para quienes día a día impulsan el trabajo de las promotoras ambientales y los cartoneros.
«Yo soy militante del espacio hace muchos años, vengo acompañando la lucha de las mujeres cartoneras por su reconocimiento como promotoras ambientales», aseguró Rearte, que actualmente estudia Ciencias de la Comunicación con orientación de procesos educativos en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
«Elijo dar clases en el primer bachillerato popular porque creo en la fuerza de la organización, la militancia me ha dado el privilegio de ver que son estas experiencias colectivas las que más tarde o más temprano conquistan derechos», agregó.
Bachillerato Popular Cartonero «Anuillan»
Finalmente, destacó que «las particularidades de dar clases en un bachillerato popular» tienen que ver con que «no podemos obviar cuestiones como que son compañeros que vienen de trabajar todo el día, que viven lejos y que están atravesados por miles de problemáticas mucho más estructurales y profundas de las que a veces podemos alcanzar».
En ese sentido, buscan «generar estrategias» para facilitar el tránsito por la instancia educativa. Asimismo, dentro de las asignaturas se piensan «programas desde cero para cada una de las materias», atravesados por «una propuesta pedagógica pensada también desde cero por el equipo de profesores para compañeros cartoneros».
En términos generales, el bachillerato tiene «una orientación en cooperativismo», porque «entendemos que es la herramienta que, desde nuestra identidad como trabajadores, nos va a permitir lograr el real cambio de vida de todos los compañeros», concluyó Rearte.
El cardenal advirtió que el Estado está imponiendo la ideología de género en la educación.
El cardenal Daniel Sturla dijo este viernes que la Propuesta didáctica para el abordaje de la educación sexual en Educación Inicial y Primaria destinada al uso de los maestros, que el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) presentó la semana pasada, «plantea dificultades graves».
Sturla se refirió al texto en su audición semanal de radio Oriental, donde señaló que una de las dificultades es que no se vela por el derecho de los padres de educar a sus hijos. En este sentido, citó el artículo 41 de la Constitución, que establece que «el cuidado y educación de los hijos para que estos alcancen su plena capacidad corporal, intelectual y social es un deber y un derecho de los padres» y señaló que el material de Primaria no cumple con este cometido.
Indicó que en la página 36 del libro se afirma que «es importante comunicar a las familias que la educación sexual es un derecho de los niños, niñas y adolescentes, por lo cual los padres, madres y/o referentes familiares no pueden permanecer indiferentes a dicho derecho, aún cuando no coincida con sus valores y creencias».
«Esto no está bien. En el Estado democrático, este tiene que velar para que los padres cumplan su patria potestad, pero no puede ponerse en el lugar de los padres y darle a los chicos una educación que no es la que su familia considera conveniente», manifestó el cardenal. A su entender, «esto es propio de estados totalitarios pero no puede serlo de uno democrático».
Por otro lado, Sturla cuestionó que «en un estado laico, plural y democrático se asuma una ideología determinada, como es la ideología de género», la cual entiende el sexo como una construcción cultural y minimiza el papel de la biología en la definición de las identidades sexuales.
Más allá de esto, el cardenal reconoció que el libro tiene un «trasfondo positivo», ya que hace énfasis en evitar discriminaciones a personas con diversa orientación sexual. Afirmó que «la Iglesia no quiere discriminar a nadie, no se opone a ninguna persona, es casa de puertas abiertas y nunca ‘club de perfectos’. La iglesia quiera estar cerca, como lo estuvo Jesús de aquellas personas que en su época se pudieron sentir discriminadas por cualquier situación, raza, color, religión, orientación sexual. No se discrimina».
No obstante, manifestó que «otra cosa es aceptar una ideología que se nos quiere imponer subrepticiamente». Al respecto, llamó a defender «la verdadera laicidad, esa que el Estado se compromete a defender». «No permitamos que una ideología determinada –que no condice con la Constitución de la República- llegue a dominar en la educación afectivo-sexual de nuestros niños», remató.
La Secretaría de Educación realizó encuentro con familias de estudiantes del 3º grado de las IED.
La Secretaría Distrital de Educación realizó un encuentro con más de 14.000 padres y acudientes de los estudiantes de 3º grado de las instituciones educativas distritales.
La administración distrital le viene apostando al trabajo en conjunto con las familias para formar ciudadanos integrales, además del acompañamiento a estudiantes desde las escuelas y el hogar; por lo cual, a través de la estrategia Escuela de Familias, fueron invitados padres y acudientes de estudiantes de 3º grado al estadio Metropolitano para motivarlos a que acompañen con amor a sus hijos en el proceso de formación y en las pruebas Saber.
La secretaria de Educación, Karen Abudinen Abuchaibe, manifestó que la estrategia busca motivar a los padres de familia para que acompañen a sus hijos y los apoyen en las tareas diarias, con cariño, brindándoles afecto para que sean los mejores de Colombia.
«Esta es la fórmula mágica para formar a los mejores seres humanos, es una labor diaria entre la enseñanza de los padres y la educación en las escuelas. Porque lo que quiere nuestro alcalde Alejandro Char es que a los niños les sembremos educación de calidad para que los colegios de Barranquilla sigan progresando”, dijo.
Por medio de una siembra simbólica, los padres de familia participaron regando los valores del amor, la paz, armonía, responsabilidad y sentimientos de afecto, que busca concientizarlos de su compromiso con la formación de sus hijos desde el hogar.
La madre de familia Carmen García expresó su agradecimiento a la Administración Distrital, especialmente al alcalde Alejandro Char y a la secretaria Karen Abudinen por preocuparse por la educación de sus hijos y brindarles estos espacios en donde se les motiva a ser los mejores
El docente Omar Estrada, de la IED La Victoria, exaltó el compromiso del Distrito de involucrar a los padres de familia en la educación de sus hijos, siendo Barranquilla ejemplo nacional con el trabajo en equipo y teniendo las mejores instituciones educativas a nivel nacional.
País Vasco/31 julio 2017/Fuente: Noticias de Alava
El Departamento de Educación aprueba un protocolo para abordar las necesidades de los niños y niñas adoptados.
“¡Fuera de aquí amarilla, tú no juegas chinita de mierda!”. Sus compañeros de clase se dirigían así a Mireia, una niña bilbaína adoptada hace diez años en China. Estas burlas y, sobre todo, que sus profesores no atendieran los problemas que desarrolló al entrar en la escuela, obligó a su familia a sacar a su hija del colegio concertado en el que estaba. Su ama, Amaia, respira más tranquila desde que Mireia estudia en un colegio público donde, dice, “el tratamiento no tiene color”. Amaia confía ahora en los profesores. “Son plenamente conscientes de los problemas que implica una adopción, me apoyan, hablan con nosotros, y cuando le han insultado por temas de racismo se han metido”, afirma. Pero Amaia sigue preocupada porque su hija necesitaría un profesor de apoyo que la Administración educativa no acaba de designar ya que la niña logra pasar de curso “gracias al sobreesfuerzo que hacemos en casa para enseñarla”.
Amaia explica que los problemas “no se dieron al principio porque físicamente llegó bastante bien y la adaptación a la familia fue perfecta. Tampoco le notamos ningún tipo de problema de adaptación con sus hermanos o con sus amiguitos”. Las dificultades, señala, “empezaron cuando llegó a la escuela. El proceso de crecimiento es más lento porque casi todos los niños adoptados presentan el mismo patrón. O tienen hiperactividad o déficit de atención, llevan muy mal el tema espacial y el tema del aprendizaje se convierte en un problema”. Aunque en casa Mireia se comporta como cualquier niña, en clase está como ausente. “Han llevado a un psicólogo a clase para observarla y la niña está autista, pero como aprueba porque se lo enseñamos todo en casa no le pueden poner un profesor de apoyo”, afirma Amaia.
La experiencia de Mireia es un caso particular entre los 5.000 niños y niñas adoptados en Euskadi los últimos 20 años. Pero los insultos, el racismo, los mitos o el desconocimiento sobre cómo identificar, entender y abordar las dificultades que pueden presentan las personas adoptadas son un problema real en la escuela vasca. El Departamento de Educación acaba de publicar La Respuesta Educativa en la Escuela Inclusiva al Alumnado Adoptado “una herramienta básica para que el profesorado y la comunidad escolar entiendan la adopción, un marco que responde a cuestiones concretas, desde conceptuales y aporte de situación, a estrategias para el aula”, explica Carmen Albes, asesora del Berritzegune Nagusia.
El gabinete de Cristina Uriarte presentó el documento el pasado mes de mayo en la Escuela de Ingenieros de Bilbao. La sesión reunió a diversos agentes educativos, así como a especialistas en adopción y acogimiento. Según Albes, “el documento no resuelve todo, pero sí aporta pistas para que la escuela también dé la seguridad para que ese niño pueda elaborar su recorrido de vida sin piedras en el camino”. Desde su punto de vista, la escuela “debe poner esa alfombra roja y asegurarse de que sabemos lo suficiente sobre adopción para que este niño o niña crezca de forma adecuada, a veces con dificultades”.
El psicoterapeuta José Luis Gonzalo Marrodán, autor entre otros libros de Víncúlate. Relaciones reparadoras del vínculo en los niños adoptados y acogidos [Desclé de Brouwer, 2015], ha participado en la elaboración del protocolo. A su juicio, la aprobación de este documento “era y es necesario precisamente porque los profesores y orientadores escolares no contaban con ningún material oficial que les guiara en este sentido. Los padres y las familias también pueden a su vez, solicitar que este protocolo se cumpla y su hijo sea atendido en sus necesidades emocionales, de aprendizaje o de relaciones”. Según afirma, “hay excepciones” y centros muy implicados, con conocimientos y sensibilizados con la adopción y las características y necesidades de este colectivo. Pero en general, opina, “todavía hay mucho por hacer. Hay demasiado desconocimiento sobre cómo las experiencias tempranas de vida adversas como los apegos inseguros y los traumas pueden afectar a la capacidad de aprender, relacionarse y tener confianza y seguridad en sí mismo”.
Y en este sentido defiende que el profesorado reciba una capacitación adecuada. “A los profesores se les pide que sepan de todo, eso es cierto, y por ello creo que necesitan ser formados para que aprendan a responder a las necesidades de estos menores”. Y las necesidades de los niños y niñas adoptadas son muchas y diversas.
Javier Monzón, vicedecano de la Facultad de Educación, Filosofía y Antropología de la UPV/EHU explica que “no hay perfiles habituales de menores adoptados pero sí unas variables” como la edad de los niños de adopción, origen, situación previa de los menores (desprotección…), idioma de origen o la preparación de los padres. No obstante, para este especialista en adopciones hay dos cuestiones que son muy importantes en la vida de estos niños que no tienen otros niños y niñas: “han sufrido un abandono y la necesidad que hay en la familia de gestionar la presencia simbólica de la familia biológica, incluida la búsqueda de los orígenes”.
80% DE ÉXITO ACADÉMICO Y SOCIAL Aunque las investigaciones muestran que entorno al 80% de las adopciones alcanzan resultados positivos tanto a nivel académico como social, existe un porcentaje de niños y adolescentes que presentan distintas dificultades a lo largo de las distintas etapas de su ciclo vital, como una menor madurez y desarrollo con carencias significativas en su proceso de aprendizaje, individualización y socialización, desconfianza, baja autoestima, pesimismo vital, búsqueda compulsiva del placer, menos autonomía, organización y orden para afrontar retos, tareas, exámenes… Sin supervisión y acompañamiento les cuesta funcionar, pueden presentar menos habilidades.
Monzón explica que, por ejemplo, “es muy habitual que un niño adoptado tenga altibajos en su proceso de desarrollo o pueda ser brillante en un área y en otra no. O que al principio de llegar al colegio esté muy adaptado y después se vuelva disruptivo. Un niño pequeño ha podido cuidar de su hermano, vestirlo, darle de comer, llegar a la familia adoptiva y ser dependiente… volverse un bebé”. Según este experto de la UPV/EHU, todo eso “es normal y hay que darles tiempo y seguridad. Tiene que tener la seguridad de que, también en el colegio, le van a esperar y le van a ofrecer un espacio para crecer con sus amigos”.
En consecuencia, la clave para atender adecuadamente a estos menores “es ofrecerles seguridad, es decir, cariño, afecto y límites”. Desde su punto de vista, en ocasiones, el profesorado no lee correctamente los comportamientos disruptivos que se presentan por lo que recomienda mantener una comunicación permanente con las familias. Según Monzón, el profesorado debe “respetar el proceso de la familia y del niño, hablar con los padres y preguntarles a ellos, al niño o al joven; son ellos los que mejor saben qué necesitan y ofrecerles la confianza y la seguridad para que puedan hablar de lo importante”. Con estas pautas, dice, el éxito escolar entre los niños adoptados “no solo es posible sino que se está dando desde hace muchos años”, independientemente del recorrido académico que elija cada cual. “El éxito es conseguir que las personas sean felices en su vida, sean lo que sean. Éxito es una estabilidad y una felicidad que les permita desarrollarse en la vida como buenas personas, como ciudadanos críticos y participativos. Yo creo que la escuela lo puede ofrecer, y en ese sentido, los niños adoptados lo están consiguiendo a todos los niveles”.
América del sur/Ecuador/29 Julio 2017/Fuente: El comercio
La oferta académica para los aspirantes a la universidad se amplió para el segundo semestre de este año. Esto se plasmó tras jornadas de diálogo entre Augusto Barrera, secretario nacional de Educación Superior y representantes de universidades e institutos técnicos y tecnológicos y el sector productivo.
El número de cupos en universidades públicas y escuelas politécnicas alcanzó en este semestre los 60 687. Esto representa un 32,8% más en comparación con el primer semestre de este año, cuando se ofertaron 45 705 plazas.
El incremento de la oferta, dijo Barrera, no modifica la calidad de la educación superior. Al contrario, lo que se hizo fue mejorar la infraestructura, la planta docente y optimizar las mallas curriculares. “Uno podría demagógicamente decir: bueno todo mundo entra y vamos a generar un caos. No es lo responsable, por lo que se diversificó la oferta”.
En institutos técnicos y tecnológicos, también hubo un incremento del 5% con respecto al ciclo anterior. Hoy se ofrece más de 15 000 cupos; antes se disponía de 12 000.
La oferta pública total disponible para los postulantes en este semestre es de 77 475 plazas. El dato incluye la oferta de universidades, escuelas politécnicas, institutos técnicos y tecnológicos y el 15% (1 700) correspondiente a universidades e institutos privados.
El Secretario de Educación Superior, además, destacó que universidades como Yachay, la Amazónica Ikiam, la de las Artes y la Unae se incorporaron al sistema. “Según sus condiciones aumentaron la oferta”.
Cristian Castillo, representante estudiantil en la Asamblea Universitaria de la Universidad Central, señala que es beneficiosa la ampliación de la oferta académica. La razón: se dará nuevas oportunidades a quienes no han accedido a los centros de educación superior.
Considera que en la ampliación no se debe tomar en cuenta a las carreras consideradas saturadas de alumnos como derecho o administración, sino las que son nuevas y técnicas. “Vivimos un cambio de matriz productiva y es necesario que hayan biotecnologías y otras profesiones de ese tipo”.
Están disponibles 2 804 profesiones en 30 centros públicos, 26 privados, 85 institutos técnicos o tecnológicos públicos y 89 privados.
La Universidad Central, por ejemplo, tiene 53 disponibles. Entre ellas, arquitectura, medicina, terapia de lenguaje, turismo ecológico, atención prehospitalaria y emergencias.
Mientras que en la Universidad de Guayaquil hay 30 carreras como pedagogía de la actividad física y deporte, publicidad y mercadotecnia y otras. Fernando Sandoya, vicerrector de Formación Académica y Profesional de ese centro, aseguró que para el semestre que comenzó en abril hubo 8 900 plazas, pero todavía se hace el cálculo para la oferta de septiembre próximo.
En este año, además se acreditaron 600 carreras nuevas. Algunas se abrirán en este semestre; otras no, ya que dependen de la capacidad de la universidad o instituto. El próximo ciclo se espera que se oferten todas, dijo Adrián Bonilla, subsecretario de Educación.
De otro lado, el vicerrector académico de la Politécnica, Tarquino Sánchez, manifestó que para el próximo semestre que comenzará se ampliaron 400 cupos para los estudiantes. Estos se distribuyen en cuatro tecnologías (agua y saneamiento, electromecánica, sistemas informáticos y electrónica y telecomunicaciones) e ingenierías mecánica, civil, ambiental, tecnologías de la información, entre otras. A su criterio, es positivo el incremento de plazas para los jóvenes que no lograron ingresar a la Politécnica Nacional.
Barrera, también, indicó que en países como Noruega o Finlandia no todos los estudiantes ingresan a la universidad. El número más alto de ingresos alcanza el 75% de estudiantes.
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