Cuba apuesta por la educación, la ciencia y la cultura como mecanismos para fortalecer y consolidar la integración latinoamericana, lo cual se puede hacer efectivo mediante el Convenio Andrés Bello (CAB).
Así afirmó en entrevista con Prensa Latina la directora de relaciones internacionales del Ministerio de Educación del país caribeño, Moraima Orosco, quien participó en esta capital en una Reunión Extraordinaria de titulares de ese sector.
Para la funcionaria, el evento constituyó el marco idóneo a fin de debatir sobre el estado actual del CAB y presentar propuestas encaminadas a lograr su continuidad, teniendo en cuenta su relevancia y las dificultades institucionales que atraviesa.
La propuesta de viabilidad de la organización partió entonces de un enfoque realista y pragmático, asumiendo las restricciones actuales y el moderado fondo con el que cuenta la instancia, explicó.
A su juicio, revitalizar el Andrés Bello es un paso primordial en la meta de integración regional desde todos los aspectos de la vida zonal, siendo la educación, la ciencia, la tecnología y la cultura, motivos nobles de aproximación.
La reunión sobrepasó las expectativas y la incertidumbre presente, pues a pesar de procesos jurídicos en los cuales está envuelta la Secretaría, con sede en Colombia, primó la voluntad del pleno de mantener vivo el convenio, dijo.
‘Hay resultados positivos, documentos elaborados que permiten seguir trabajando por la unidad, que es el propósito fundamental del convenio’, aseguró, y mencionó entre los logros la existencia de una tabla de equivalencia para conocer los currículos, lo cual facilita un lenguaje común entre los miembros en materia docente.
La herramienta ayuda además a los estados que enfrentan temas migratorios a definir con prontitud y certeza sobre la continuidad de estudios de los niños hasta el nivel medio.
‘Solo eso demuestra bien la necesidad del convenio y de su prolongación en el tiempo’, agregó.
El Andrés Bello incluye una propuesta de marco de conducta para los territorios, la existencia de materiales educativos y videoconferencias, así como cursos virtuales, donde se analizan temas vinculados con la enseñanza, el trabajo por la formación ciudadana y la conservación de las tradiciones.
Orosco adelantó que también se trabaja de manera conjunta en la implementación de Cámara Viajera, para recorrer lugares y conocer países, con la finalidad de profundizar en el conocimiento de la región y su cultura.
Como resultado del encuentro, antecedido por dos días de análisis de los secretarios nacionales del CAB de los 12 países miembros, se firmaron 10 resoluciones que garantizan la continuidad del trabajo en la próxima etapa, especificó.
La funcionaria aprovechó la oportunidad para hacer público un reconocimiento especial a la presidencia que tenía Ecuador, liderada por el titular de Educación Freddy Peñafiel, cuya labor describió como excelente y acertada, a favor del desarrollo programático y consolidación de la organización iberoamericana.
Asimismo distinguió a la secretaria de la instancia, que pese a los problemas enfrentados logró mantener vivo el CAB y hacerlo llegar hasta este momento, y resaltó la voluntad de Panamá, de proponer la instalación de otra sede en esa nación.
Cuba ratifica su permanencia en el convenio y el compromiso de que la educación centre las principales acciones del acuerdo, sin dejar a un lado los otros ejes transversales, aseguró y defendió la iniciativa de incluir acciones en la enseñanza superior, la movilidad de estudiantes y profesores y la capacitación a nivel zonal.
‘Fue un buen escenario y momento para corroborar que la educación puede lograr la unidad en bloque y trabajar para seguir perfeccionando lo que se puede hacer en el futuro’, concluyó.
El CAB nació en Colombia en 1970, entró en vigencia en 1972 y fue ratificado en 1990 por sus miembros: Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, España, México, Panamá, Perú, Paraguay, República Dominicana y Venezuela.
La idea fue concebida para ser ejecutada de manera flexible y progresiva, bajo el esquema de costos compartidos por los países y respaldo a sus respectivos proyectos, que pueden ser aplicables por las naciones que los necesiten, incluso si no son parte del Convenio. Actualmente, una de sus prioridades es el Sistema Integración de Contenidos Educativos, encaminado a defender el derecho a la educación, mediante un nuevo pacto de unificación educativa regional, establecer coordinación de cara a nuevos cambios curriculares, trabajar por mayor equidad y disminuir los costos de la selección de materiales docentes, e impulsar la consolidación de la unidad.
La reducción del capital destinado a los libros es un factor relevante para estados como Brasil, que para garantizar la cobertura requieres alrededor de 381 millones de dólares, mientras México debe disponer de 128 millones.
Esos costos podrían disminuir mediante el proyecto del Observatorio curricular, que comprende materiales didácticos y recursos digitales, los cuales estarían a disposición de CAB y de otros territorios.
En medio de todo el proceso de reestructuración y actualización, el programa busca también visibilizar su legado en más de cuatro décadas de existencia, para lo cual difundió la publicación ‘Convenio Andrés Bello: 45 años por la integración’, que registra los principales momentos, transformaciones más significativas y los retos de una trayectoria casi silenciosa y poco difundida.
Fuente:http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=72497&SEO=cuba-apuesta-en-ecuador-por-la-unidad-zonal-desde-la-educacion