Escuchar de manera activa conlleva una serie de habilidades relacionadas con la empatía, el interés o la concentración hacia lo que nos están contando. Explicamos en qué consiste y cómo aplicarlo con el alumnado o los hijos gracias a los consejos de la psicóloga Rocío Rivero.
Oír no es lo mismo que escuchar. Según las definiciones de ambos conceptos en la RAE, oír es, literalmente, “percibir con el oído los sonidos” mientras que escuchar es “prestar atención a lo que se oye”. El segundo de los términos se puede aprender a través de la ‘escucha activa’, una práctica que trata de enseñar a los seres humanos a realizar dicha acción desde la compresión y que requiere una serie de habilidades que se pueden entrenar en el aula o en familia, como la atención, la participación, la empatía o la concentración.
¿En qué consiste la escucha activa?
Esta forma de comunicación interpersonal, que fue creada por el psicólogo estadounidense Carl Rogers en la década de los cuarenta, se centra en aprender a escuchar. Para ello y según explicó el propio Rogers: “Escuchamos no sólo con nuestros oídos sino con nuestros ojos, con nuestra mente, corazón e imaginación”. Es decir, este tipo de técnica se basa en una serie de comportamientos por parte del oyente que preparan a la persona para escuchar y para concentrarse en el mensaje de su interlocutor realizando un vínculo especial con sus emociones.
La escucha activa requiere de atención, intención y también de la capacidad para no juzgar al otro. Rogers declaraba que la tendencia natural del oyente de evaluar al que está hablando o de aprobar o desaprobar lo que está diciendo lo consideraba como una de las principales barreras en una comunicación interpersonal de éxito.
¿Cómo se puede aplicar en el aula?
Rocio Rivero es psicóloga y muchos de los centros educativos en los que trabaja ponen en práctica la técnica de la escucha activa entre los estudiantes por los beneficios que aporta en distintos aspectos académicos y personales. “La escucha activa favorece la asimilación de contenidos porque obliga al estudiante a estar atento no solo al mensaje, si no también a los gestos y a las emociones de la persona que nos lo está transmitiendo. Y cuando conectamos un contenido con las emociones, el proceso de aprendizaje mejora ya que se fija en la memoria”.
Rivero también establece una serie de aspectos positivos en el propio desarrollo personal de estudiante: “El alumnado que practica la escucha activa es más respetuoso con los demás, desarrolla un buen grado de empatía con la persona a la que está escuchando y tiene más seguridad en sí mismo porque siente que lo que cuenta es interesante para sus compañeros”.
La experta aconseja introducir esta técnica en el aula a través del juego o establecer una serie de indicaciones para comprobar que el alumnado está atendiendo realmente. “Hay que hacer hincapié en que los estudiantes miren a la persona que está hablando para enterarse bien de lo que está diciendo y cómo lo está diciendo. Por ejemplo, podemos pedirles que tomen notas porque serán ellos quienes tengan que exponer un tema al resto de compañeros”.
En el caso del alumnado de Infantil se puede hacer uso del dibujo. “Tras escuchar lo que se le dice, tendrán que dibujar algo relacionado con ello, además de una carita con la emoción que han sentido o creen haber sentido mientras el docente les hablaba”.
Mensajes ‘activos’
La escucha activa se fomenta a través de características basadas en el interés, la no interrupción y el entendimiento hacia el interlocutor. Para aplicarla en el aula o en casa, Rivero propone colocar un tablero en la pared con mensajes como los siguientes:
‘No se puede interrumpir al que habla’
‘Cuando alguien habla, el resto escuchamos sin juzgar’
‘No puedo estar hablando todo el tiempo. Tengo que dejar tiempo para los demás’.
‘Cuando no entiendo algo lo pregunto y no me quedo con la duda’.
Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/escucha-activa-respeto-empatia-concentracion-aula/118929.html
Mundo/09-02-2020/Autor(a) y Fuente: www.educaciontrespuntocero.com
Por: Educación 3.0
Para que los docentes puedan preparar a los estudiantes para las profesiones del futuro, deben estar capacitados para integrar la tecnología en sus metodologías de enseñanza. Las herramientas gratuitas de Microsoft lo hacen posible a la vez que permiten mejorar las habilidades de comunicación y colaboración en el aula.
Tan solo un 38% de los docentes en todo el mundo cree que cuenta con la formación necesaria para usar e integrar la tecnología en sus metodologías de enseñanza. Así lo indica el estudio ‘Staff of 2030: Future Ready Teaching (‘El trabajador del 2030: Enseñanza preparada para el futuro’, según su traducción) desarrollado por The Economist Intelligence Unit para Microsoft. Y se trata de una habilidad esencial para preparar a los estudiantes para las profesiones del futuro.
Para ello, Microsoft ha puesto a disposición de la comunidad educativa nuevas herramientas gratuitas que mejoran la capacitación del profesorado y también el aprendizaje del alumnado. Además, ha presentado una serie de novedades para mejorar las habilidades de comunicación y colaboración en el aula.
Mayor capacitación y comunicación en el aula
Una de las mejoras en relación a la formación del profesorado que la compañía tecnológica ha llevado a cabo es Microsoft Educator Center, un entorno online con cientos de recursos que se ofrecen de forma gratuita en varios idiomas. Pero también ha presentado novedades giran en torno a la mejora de habilidades de comunicación y colaboración en el aula: PowerPoint Live, Microsoft Stream y Microsoft Teams Class Insights.
PowerPoint Live, por ejemplo, es una función incorporada en PowerPoint que permite realizar y participar en una presentación en vivo, presentando las diapositivas a través de la web utilizando un código QR. Además, pueden seguirse desde cualquier dispositivo, contando también con la opción de traducción en tiempo real a más de 60 idiomas; algo que facilita poder llegar a un mayor grupo de profesores, estudiantes o familias. Esta nueva funcionalidad también incluye encuestas de satisfacción para los participantes y genera un correo electrónico al organizador que, al igual que la herramienta PowerPoint Presenter Coach, muestra un tablero que evalúa la presentación y ofrece información para mejorar futuras presentaciones o formaciones.
En vídeo
Por su parte, Microsoft Stream -que se incluye en Office 365 Educación-, permite enseñar y aprender a través de vídeos formativos o vídeo tutoriales de forma fácil y segura. También ofrece la posibilidad de grabación y edición de pantalla en el navegador además de para la aplicación móvil Stream y la creación de vídeo con la nueva integración de cámara Flipgrid. De esta manera, tanto profesores como estudiantes tienen nuevas formas de crear materiales de aprendizaje y formación a través de la grabación y el intercambio de pantallas o aplicaciones. Además, se puede subtitular y transcribir a ocho idiomas. Y a todo esto, hay que añadir la mejora en la herramienta para eliminar el ruido de fondo de los contenidos grabados en las aulas y otros entornos.
Por último, se ha añadido la funcionalidad Class Insights a Microsoft Teams, que mejora la colaboración entre estudiantes, profesores y familias y permite que el profesorado cuente con más datos sobre el rendimiento y la actividad de los estudiantes, con los que además pueden colaborar en entornos seguros a través de canales privados como el repositorio Parent and Guardian Emails. Desde allí, familias y tutores pueden tener acceso a un resumen sobre el progreso semanal del estudiante y sus objetivos para la semana siguiente.
Nuevas funcionalidades de accesibilidad
Otras de las novedades de Microsoft es la implementación de características de accesibilidad gratuitas e integradas en OneNote y Microsoft Edge para ayudar a crear aulas más inclusivas. De este modo, el nuevo Microsoft Edge es más seguro, accesible y compatible con todos los sitios web y extensiones. Está diseñado para que pueda ser utilizado por cualquier alumno o docente, haciendo posible unas aulas más inclusivas con herramientas integradas que permitan al alumnado cambiar el tamaño del texto, leer texto en voz alta…
Por otra parte, se ha añadido la posibilidad de utilizar subtítulos en OneNote. OneNote Live Captions permite que se puedan leer directamente los subtítulos de la clase que esté dando un profesor, y así, el alumno puede tomar notas de manera simultánea. Es muy útil para cualquier alumno, pero especialmente para aquellos con dificultades auditivas o que no sepan hablar varios idiomas.
Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/mejorar-la-formacion-profesorado-herramientas-gratuitas/
Hay significativos progresos educativos en la región, particularmente en cobertura, pero las brechas son muy altas, y la alejan fuertemente de las necesidades del siglo XXI.
Hay consenso en América Latina en el papel decisivo de la educación.
Pero mientras en Finlandia, y otros países como China y los tigres asiáticos, el discurso común sobre la educación se plasmó en altas inversiones, la institución de carreras docentes jerarquizadas, y exigentes políticas de calidad educativa, en América Latina el discurso difiere de los hechos.
En la mayoría de los países la inversión en educación con avances está lejos del promedio de los países de la OCDE, 5.2% del producto bruto. La del Perú, 3%, y la de República Dominicana aún menor. La asignación de los recursos sigue en muchos casos los patrones agudos de desigualdad. Así UNESCO estima que un estudiante de nivel socioeconómico inferior, tiene en Perú 7 veces más probabilidad de bajo rendimiento que los de los estratos superiores. Chile, uno de los de más alta inversión en educación, tiene un sistema establecido por la dictadura de Pinochet, con tan agudas desigualdades internas, que ha sido objeto de protesta permanente, y fue uno de los detonantes de la sublevación social masiva reciente.
El discurso proeducación muestra también una pronunciada asimetría con la situación del pilar fundamental de la misma, los maestros. Mientras que en Finlandia, Corea o Canadá, ganan más que el promedio de sueldos, en la región están por debajo del mismo. Los maestros de primaria perciben una cuarta parte menos que otras profesiones. Los incentivos para la carrera docente son asimismo débiles, y son subvalorados socialmente.
Estos y otros factores llevan a rendimientos limitados. De acuerdo a UNESCO, el 50% de los estudiantes están entre los niveles más bajos de desempeño.
¿Cuánto saben los estudiantes de América Latina en comprensión lectora, matemáticas, y ciencias?. En la última edición de la prueba internacional PISA que lo mide, participaron 76 países. Los rendimientos más elevados fueron alcanzados por China, Singapur, Estonia, Canadá, Finlandia, Irlanda, Corea del Sur, Polonia, Suecia y Nueva Zelandia. Todos los países latinoamericanos figuran después de la mitad de la tabla. El primero es Chile 43 (que arrastra la fuerte crisis de desigualdad antes señalada), Uruguay 48, y Costa Rica 49. En los últimos 15 puestos están Perú, 64, Panamá, 71, y República Dominicana, 76.
Entre otros aspectos, los estudiantes de Pekín y Shanghái trabajan 55 horas semanales, casi el doble que los de América Latina.
Medidos con otra dimensión, conocimientos sobre derechos humanos, también hay un déficit pronunciado. El 68% de los educandos apenas conocen la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
A los temas de recursos, desjerarquización de la carrera docente, niveles de deserción y aprendizaje mayores en los niños pobres, en un Continente donde la pobreza ha tendido a subir en los años recientes, y es hoy según CEPAL, el 30.8% de la población, se le suma una carga adicional. Según un nuevo informe UNESCO, el bullying crece. El 32% de los alumnos fue objeto de acoso físico, sexual o psicológico, por lo menos una vez en el último mes. Afecta seriamente el desempeño escolar, eleva el ausentismo, y genera abandonar la educación después de finalizar la secundaria.
Hay significativos progresos educativos en la región, particularmente en cobertura, pero las brechas son muy altas, y la alejan fuertemente de las necesidades del siglo XXI. Es urgente salir del solo discurso, y hacer reformas de fondo que enfrenten problemas como los planteados.
Alex Beard era maestro en una escuela en el sur de Londres hasta que, después de un tiempo de sentirse estancado en su oficio como profesor, decidió partir en búsqueda de nuevas alternativas.
Y ese viaje, que incluyó más de 20 países, le sirvió a Beard para encontrarse con escuelas que incuban los principales métodos para afrontar los retos que presenta el siglo XXI.
Su recorrido terminó en el libro «Otras formas de aprender» (Natural Born Learners), en el que no solo recoge los ejemplos más destacados sino también reflexiona sobre lo que tal vez son los temas más importantes que afrontará la educación en las próximas décadas.
«La creatividad, la capacidad de resolver problemas y la importancia de los maestros son los grandes desafíos de las escuelas. Y todo esto, envuelto bajo la gran incógnita de cómo manejar las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial», señaló.
Esta es la entrevista de Beard con BBC Mundo con motivo del Festival Hay en Cartagena.
Es una buena pregunta, que nos tenemos que hacer con urgencia. Mira, yo comencé como maestro en una escuela del sur de Londres, en Kent Road -que, para que te des una idea, en el juego Monopolio es la propiedad más barata- y ahí me golpeó el hecho de que enseñaba con los métodos que utilizaba Sócrates en el ágora hace unos 2.000 años a unos niños que tenían sus celulares y vivían en el futuro.
Creo que ese es el mayor error que estamos cometiendo actualmente: las escuelas se quedaron en el pasado y, bajo estos métodos caducos, nos pasamos 12 años dentro de las aulas, por lo que es muy difícil cambiar nuestras ideas sobre cómo debe ser la escuela.
El segundo reto que afronta la educación de hoy es que no sabe con claridad en qué debe enfocarse, en qué debe centrarse teniendo en cuenta el futuro. Cuando me veo de nuevo en un aula de clases, me veo como un profesor que entrena a los niños para que superen un examen.
Para que saquen una nota aceptable, que es lo que necesitan, si hablamos en términos prácticos, para pasar de grado en el colegio.
Y eso no tiene nada que ver con formar profesionales del futuro…
Exactamente, los estamos entrenando para empleos y oficios que en el futuro van a poder hacer los robots. Me queda claro que no los estoy preparando para nada de lo que viene. Y el error que estamos cometiendo es que ponemos mucha de esa culpa en los maestros.
Lo que creo que debemos hacer es convertir al maestro o maestra en una de las personas más importantes de la sociedad. Porque al final son ellos los que van a moldear nuestra creatividad, nuestra cohesión social, los que van a sentar las bases que lleven a crear una economía fuerte y sostenible.
Debemos esforzarnos por darles autonomía y fortalecer su profesionalismo, en vez de culparlos porque las generaciones más jóvenes no dan la talla.
En ese sentido, ¿qué habilidades deben enseñar los maestros en las aulas para afrontar el futuro?
Creo que los niños requieren tres cosas. La primera es aprender a pensar, pero de una manera acorde a los retos del futuro. Deben pensar de forma crítica sobre el mundo, sobre el rol que quieren ejercer a partir de un conocimiento profundo de ellos mismos.
Lo segundo es aprender a actuar, pero especialmente cómo ser unas personas creativas. Ahora estamos afrontando retos inmensos en cuestiones ambientales, el aumento de la desigualdad, un escenario donde los trabajos actuales serán reemplazados por máquinas… Así que allí vamos a necesitar que los niños desarrollen a fondo su creatividad.
Y eso significa que los niños no solo deben aprender a ser creativos, sino también a trabajar, con la ayuda de las nuevas tecnologías, en conjunto con otras personas.
Y lo tercero, aplicar esa creatividad en la resolución de problemas que afronta el mundo moderno. Para cuidarse a ellos mismos y a las personas que los rodean.
Mientras la sociedad se polariza cada vez más, los estudiantes necesitan desarrollar su inteligencia emocional para ser capaces de conectar y sentir empatía con otras personas, ya sean de su comunidad o a nivel global.
Pero sobre todo que aprendan a comprender su propio desarrollo emocional, para que sean capaces de manejar su bienestar en un mundo en el que cada día es más difícil vivir.
Hay un tema que está presente en su libro «Nuevas formas de aprender», el papel de la educación en ayudar a buscar «el sentido en las cosas que estamos haciendo».
Una de las cosas que está transformando la forma en que entendemos la educación es la investigación sobre cómo funciona nuestro cerebro, en el campo de la psicología, el desarrollo temprano e incluso la neurociencia.
Y una de las cosas que los científicos cognitivos han encontrado es que hay una jerarquía en nuestras experiencias cuyos resultados nos llevan a aprender. Si insistimos en repetir y memorizar, entonces vas a retener una cierta cantidad de conocimiento y vas a aprender en alguna medida.
Pero, pero si las cosas que estás aprendiendo te causan una reacción emocional – o sea, te hacen sentir entusiasmado, triste, confundido, te estremecen y así- es posible que retengas más conocimiento que a través de la memorización.
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Las escuelas hoy en día no saben con claridad en qué deben enfocarse, en qué deben centrarse teniendo en cuenta el futuro»
Lo más importante de eso es que tanto los investigadores como los psicólogos han llegado a la misma conclusión: que si ese aprendizaje tiene un sentido para los estudiantes, es entonces cuando realmente ocurre.
¿Y qué significa que el aprendizaje tenga sentido?
Puede que una enseñanza tenga sentido porque hay un trabajo en particular que quieres tener y quieres que las cosas que aprendes te ayuden a conseguirlo y a ejecutarlo.
Pero esa es una visión muy estrecha del aprendizaje. Puede tener mucho sentido para ti porque es algo que amas hacer. Es importante para ti como persona. Tal vez ames las matemáticas, aprender nuevos idiomas, la música.
Y, cuando comienzas a hacer estas cosas que amas, tienen sentido para ti porque tienen que ver con tu identidad y tu manera de expresarte.
La gente incluso puede encontrar su propia autoexpresión en crear códigos. Por ejemplo, donde esta idea se convierte en una búsqueda creativa o donde puedes encontrar significado en lo que haces al ver que ayuda a resolver un problema sobre cosas que te importan en el mundo.
Por lo tanto, es posible que te interese el cambio climático, que te importe la creciente desigualdad dentro de la sociedad y si puedes aplicar el aprendizaje que se está llevando a cabo en el aula a intentar resolver problemas relacionados con esos temas que a ti te importan, entonces encontrarás significado en el aprendizaje y en la aplicación de ese aprendizaje.
El libro habla de la conexión entre el aprendizaje, la tecnología y la inteligencia artificial ¿es posible que el ser profesor pueda ser considerado una profesión obsoleta en el futuro?
Bueno… una de las razones por las que emprendí este viaje es que cuando trabajaba como profesor en Londres sentía que estaba estancado.
Veía cómo las nuevas tecnologías, las redes sociales y el surgimiento del big data estaban tomándolo todo alrededor y, de un momento a otro, mi principal interés fue saber cómo esas nuevas tecnologías, entre las que se cuenta la inteligencia artificial, se aplicaban en el campo de la docencia. Si realmente las nuevas tecnologías podían transformar el modo en que aprendemos.
Por eso, si la premisa era que los robots nos iban a quitar nuestro trabajo, mi primer destino fue Silicon Valley. Yo pensaba que, tras la estrepitosa derrota de Gary Kasparov ante Deep Blue en 1997, la inteligencia artificial iba a arrasar con todo.
Pero mi visita al Silicon Valley me enseñó otra cosa. Y allí vi por primera vez a un robot profesor. Y no era un androide que estaba de frente a un salón de clases: era, en cambio, un software de inteligencia artificial dentro de un ambiente de aprendizaje por internet.
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El problema es que yo enseñaba con los métodos que utilizaba Sócrates en el ágora hace unos dos mil años a unos niños que tenían sus celulares y ya viven en el futuro»
¿Cómo funcionaba eso?
Ellos tenían un laboratorio de enseñanza donde había un profesor y unos diez niños de 5 años, cada uno frente a un computador, con audífonos. Todos los niños estaban callados, concentrados en su computadora, donde había programas diseñados para ayudarles con su aprendizaje de lengua o con la solución de problemas matemáticos.
Lo interesante allí era que mientras el programa ayudaba a los estudiantes, a la vez «aprendía» con los datos que obtenía en cada sesión cuáles eran las debilidades y fortalezas de esos niños y automáticamente adaptaba esa experiencia para la siguiente sesión.
Así que al final se ofrecía un trabajo casi personalizado de aprendizaje, a la vez que estos datos se pasaban a los profesores, que contaban así con más información sobre cada uno de sus estudiantes.
Este es un ejemplo de lo que ha ocurrido: la inteligencia artificial no ha sobrepasado a los maestros, sino que se ha convertido en una herramienta útil, en un complemento muy necesario.
Otro ejemplo: en 2013, un estudio de la Oxford Martin School reveló que había 700 profesiones que podrían ser reemplazadas por robots en el futuro, pero ninguno de los trabajos relacionados con la docencia -o sea, maestro de primaria, preescolar, profesor bachillerato e incluso universitario- iban camino a desaparecer. Y es verdad. Y eso ocurre porque enseñar es el proceso humano definitivo.
¿Y no hay riesgos en esas convivencias con los datos y la inteligencia artificial?
Aunque haya inteligencia artificial o robots, la educación depende de la interacción humana. Aprendemos de manera natural, pero nacemos para aprender en sociedad. Nosotros conocemos las cosas de otras personas. Y en el futuro, vamos ver muchos avances tecnológicos, pero van a ser incorporados y utilizados por los maestros.
El gran riesgo es que esa inteligencia artificial logre ser mejor que los peores maestros en algunas zonas del mundo. Y el riesgo existe porque la inteligencia artificial es barata. Y tal vez no sea la mejor educación que un maestro pueda dar, pero al menos va ser más barata. Y eso es un gran peligro.
Pero esa es mi versión pesimista del futuro. Yo creo que podemos evitarla si invertimos más en los maestros, en su formación, que dé como resultado profesores más expertos y mucho más capaces de manejar adecuadamente las herramientas tecnológicas.
Pero hablando de eso, varias veces has dicho que los profesores son bastante reacios a aceptar esas nuevas maneras de enseñar, ¿por qué ocurre esto y cómo se puede resolver?
Creo que, en primer lugar, la enseñanza va ser el trabajo más importante del siglo XXI.
Estamos viviendo una era en la que los recursos de la Tierra se están agotando, nos estamos quedando sin nada.
Y lo único que es ilimitado, el único recurso ilimitado que tenemos, es la inteligencia humana, el ingenio humano, nuestra capacidad para resolver problemas. Los maestros son los que cultivan ese potencial humano.
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El único recurso ilimitado que tenemos es la inteligencia humana, nuestra capacidad para resolver problemas y los maestros son los que cultivan ese potencial humano»
Así, sostengo que enseñar es el trabajo más importante de nuestro siglo. No tengo ninguna duda al respecto, pero por el momento no estamos preparando a los maestros para que tengan el mayor índice de éxito posible en ese trabajo.
Podemos tomar el caso de Finlandia: el curso más difícil de acceder es el de maestro de primaria. Y si entras, la carrera en sí es bastante rigurosa. Es difícil de aprobar y graduarse.
En mi mundo ideal, yo formaría a los profesores de la misma manera en que se enseña a los médicos. Es decir, los profesores se graduarían de la universidad y después deberían pasar tres años combinando la enseñanza con el aprendizaje de otros profesores más experimentados.
De ese modo, en su primer día como maestros no solo estarían aplicando lo que recibieron en la universidad, sino que además continuarían con su proceso en compañía de otro profesor que le ayudaría a mejorar sus capacidades.
Hablando de la región, ¿cuál crees que son los principales desafíos que enfrenta la educación en América Latina?
El principal es el tema de la inequidad. Creo que el sistema educativo en América Latina es significativamente desigual en el mayor nivel con relación al de los niveles más bajos.
Hay unos colegios excelentes, pero la gran mayoría de ellos solo son accesibles para el sector pudiente de la sociedad. Y al mirar hacia el otro lado del espectro, tienes unas escuelas que realmente están luchando por sobrevivir.
Esa desigualdad es mucho más evidente entre centros urbanos y zonas rurales. Y ése es un desafío al que debe prestarse atención no solo de manera integral, sino urgente.
El otro gran desafío creo que es el acceso a la educación misma para muchos niños. Ya ni hablar de educación de calidad: hay lugares donde los niños solo tienen acceso a cinco años de colegio, no más.
Y el tercer punto, creo que el más crítico, son los maestros. Que es el mayor desafío también alrededor del mundo. Hay que resolver los problemas de formación, pero no solo eso, sino de capacitación, de fomento de la vocación y de que no dejen el oficio por otros trabajos mejor pagos.
Creo que tenemos que hacernos la preguntas sobre varios aspectos: ¿cómo podemos formar mejores maestros dentro de las escuelas?¿Cómo podemos hacer que la enseñanza sea una profesión atractiva para las personas?
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En América Latina hay unos colegios excelentes, pero la gran mayoría de esas instituciones solo son accesibles para la parte pudiente de la sociedad»
Muchas de las escuelas en América Latina tienen un cariz religioso o confesional, ¿eso no es un obstáculo para un proceso de aprendizaje óptimo?
Bueno, creo que hay dos elementos que son fundamentales en el trabajo que realiza la escuela hoy en día.
Por un lado, ayuda a los estudiantes a entender quiénes son como ciudadanos, como miembros de una comunidad. Y transmite los valores de esa comunidad.
Y por otro lado, está el objetivo de formar personas creativas y comprometidas con la sociedad y que deseen acceder a la mayor cantidad de conocimiento posible.
Los colegios religiosos, en la mayoría de los casos, hacen muy bien lo primero, pero el error en el que no pueden caer estos colegios es el de limitar la ejecución de proyectos educativos excitantes que ayuden a desarrollar las habilidades necesarias para afrontar el siglo XXI.
Yo estoy convencido de que lo pueden hacer. También sé que es difícil porque requiere un cambio cultural, pero si logras separar estos aspectos es posible que puedas llegar a desarrollar proyectos maravillosos.
Por ejemplo, hay un colegio en Barcelona que se llama «Escola Nova 21», que es dirigido por religiosas pero a la vez es una de las escuelas más futuristas e interesantes de todas las que visité para documentar el libro.
Allí están verdaderamente conectados con el tema de la tecnología, con que los estudiantes lleven a cabos proyectos basados en temas de la vida real, donde aprenden a colaborar entre ellos para resolver problemas en un entorno de aprendizaje natural.
Pero, a la vez, todas las maestras son monjas. Y ellas viajan por el mundo hablando sobre la educación en el siglo XXI, sobre cómo preparar a los jóvenes para afrontar desafíos económicos y sociales actuales, como la inequidad y el calentamiento global.
Otro de los proyectos del que hablas en tu libro es la Academia Khan, que en América Latina funciona, por ejemplo, en algunas lugares del Amazonas.
Sí, uno de los retos que constantemente enfrentan los lugares como América Latina es que hay algunos lugares donde el acceso desde los centros urbanos es casi imposible.
Por esa razón se deben crear nuevos modelos, para que los niños y jóvenes puedan tener una buena educación en lugares donde es muy difícil que lleguen los maestros
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En mi mundo ideal, yo formaría los profesores de la misma manera en que se le enseña a los médicos»
Y el ejemplo de la Academia Khan es muy bueno porque logra utilizar de forma adecuada las nuevas tecnologías para crear proyectos de educación a distancia, que les funcionan muy bien y que pueden ayudar al buen desempeño de los estudiantes.
Pero lo cierto es que la idea de la Academia Khan necesita de una infraestructura de acceso a internet para funcionar. Y además, aunque tengas la infraestructura, uno de los grandes desafíos que enfrentaba este lugar es la baja retención que tenían los cursos de educación a distancia.
Así que es revolucionario lo que están haciendo allí, porque entendieron el proceso de educación a distancia pero no se olvidaron de la importancia de los maestros para optimizar la educación que se imparte.
«Nos estamos moviendo hacia una sociedad que comparte sus ideas, desde una fuente de conocimiento sin restricciones», esa es una frase tuya, ¿cómo se traduce ese concepto en la educación del futuro?
Uno de los grandes problemas que tiene el sistema educativo actual es que establece una especie de competencia constante entre los estudiantes.
En Corea del Sur -que es uno de los países que visité para escribir el libro- hay un ejemplo extremo de esto: los estudiantes practican un examen a los 18 años para establecer un rango nacional que casi decide cuál es el trabajo que puedes tener y a qué universidad puedes ir.
Básicamente, toda tu salud, riqueza y felicidad, y todo el sistema educativo hasta ese momento es esencialmente una carrera para llegar tan alto como sea posible.
Y esto causa una serie de comportamientos terribles. Los cuatro o cinco años antes del examen, los jóvenes deben pasar estudiando 15 horas diarias los días de semana y el fin de semana, 12 horas. Se vuelven muy competitivos en estos centros de entrenamiento.
Allí no comparten el conocimiento. No hay colaboración. Les aterra la idea de hacer un proyecto alterno, porque eso significa que en el tiempo que ellos dedican a eso, los otros están preparando el examen.
Y eso crea un ambiente cerrado, de poca creatividad, nula colaboración. Y ahora sabemos que esos tres valores, apertura, creatividad y colaboración, son fundamentales para el mundo actual.
Estamos enfrentándonos a desafíos que solo podrán ser superados mediante la colaboración y la imaginación humana. Eso nos obliga a contar con personas que estén diseñadas para desarrollar una inteligencia colectiva más allá de una inteligencia individual.
Pero todavía vemos que en nuestros sistemas educativos los estudiantes no comparten el conocimiento ni colaboran porque están compitiendo. Incluso hay maestros que no aceptan que nadie venga a decirles cómo pueden hacer su trabajo mejor.
Una de las cosas que más me impactó cuando era maestro es que ningún colega venía a mi salón de clase y yo tampoco iba al salón de otros colegas. Parece que lo que estamos haciendo es tan vergonzoso que no merece que lo vea nadie. Personalmente, creo que hay que abrir nuestras aulas.
Hay muchos estudios y muy serios que demuestran la efectividad de los sistemas abiertos, donde se fomenta la creatividad, donde se generan más ideas, Y eso nos lo enseña la propia naturaleza: mientras un animal va creciendo, logra ser mucho más efectivo a la hora de concretar y canalizar la energía que necesita para sobrevivir.
Este artículo es parte de la versión digital del Hay Festival Cartagena, un encuentro de escritores y pensadores que se realiza en esa ciudad colombiana entre el 30 de enero y el 2 de febrero de 2020.
Fuente e Imagen: https://www.bbc.com/mundo/noticias-51229314
Los métodos Waldorf, Montessori, Doman y Reggio Emilia son algunos de los enfoques alternativos que se han hecho un hueco en el sistema educativo.
La educación alternativa es aquella que busca una mayor libertad y participación del alumnado en los procesos de aprendizaje, alejándose de los proyectos educativos oficiales.Muchos pedagogos investigaron y desarrollaron nuevas metodologías educativas a lo largo del siglo XX, como Rudolf Steiner, María Montessori, Glenn Doman y Loris Malaguzzi.
A día de hoy, muchos centros educativos apuestan por explorar estos métodos pedagógicos, que ofrecen una forma diferente de aprender y enseñar.
El método Waldorf
El austriaco Rudolf Steiner (1861-1925) es el fundador de la antroposofía, una corriente de pensamiento que aúna la filosofía con otras creencias espirituales. En este pensamiento se basa el método Waldorf, cuya primera escuela se fundó en 1919 en Stuttgart (Alemania).
El método Waldorf busca el desarrollo del cada niño y niña en un ambiente totalmente libre y cooperativo. En esta corriente educativa, el arte y los trabajos manuales tienen un papel protagonista y no se realizan exámenes para evaluaral alumnado.
Esta pedagogía otorga la misma importancia a los conocimientos adquiridos como al proceso de aprendizaje, ya que considera a la escuela un “espacio de renovación social”, según su propio impulsor.
“No me sigan a mí, sigan al niño”. Es una de las citas más célebres de María Montessori (1870-1952), médico y matemática en sus inicios, cuya pasión por la educación la llevó a idear el método Montessori.
Nacida en Chiaravalle, una pequeña localidad al este de Italia, Montessori empezó su carrera en el mundo de la educación al tratar con niños con dificultades en el aprendizaje.
En 1907 fundó una guardería en el barrio de San Lorenzo de Roma, una zona desfavorecida con escasos recursos. Allí ideó y puso en práctica el método Montessori, que se basa en la necesidad de que los niños se adapten al entorno que les rodea. Además
Igual que el método Waldorf, esta metodología resalta el desarrollo físico y social del niño, así como su independencia y libertad.
En la actualidad, centros escolares de todo el mundo utilizan esta metodología, sobre todo en los ciclos de infantil y primaria. No obstante, también hay voces críticas que cuestionan la necesidad de comprar los materiales de la marca Montessori para poder poner en práctica esta metodología.
El médico estadounidense Glenn Doman (1919-2013) fue el impulsor de esta metodología, junto al neurólogo Temple Fay. Ambos comenzaron sus investigaciones al tratar con niños con lesiones cerebrales para luego trasladar estos avances a niños sanos.
La pedagogía Doman aprovecha la capacidad de aprendizaje natural y espontánea que tienen los niños y niñas. El objetivo principal es desarrollar todas las áreas sensoriales del cerebro a través de la estimulación temprana, cuando todavía son unos bebés.
El método Doman se divide en diferentes programas: lectura, música, escritura, lengua extranjera, matemáticas, educación física… Se trata de un método muy exigente que debe repetirse varias veces al día, sin que el niño se aburra de las actividades.
El método Reggio Emilia
El pedagogo Loris Malaguzzi (1920-1994) es el artífice del método Reggio Emilia, nombre de la localidad italiana en la que nació esta “filosofía educativa” que desarrolla las capacidades de cada niño a partir de la expresión artística.
Después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1944), numerosas mujeres se habían quedado viudas y tuvieron que buscar un trabajo fuera de casa para sobrevivir. ¿Dónde podían dejar a sus hijos? Un grupo de madres decidió unirse a un grupo de maestros y formar una red de escuelas autogestionadas.
Entre otros aspectos, el método Reggio Emilia se basa en entender el medio ambiente como educador, la presencia de distintos educadores en el aula, así como la participación de las familias y el desarrollo del conocimiento creativo de los niños y niñas.
Según explican en su página web, es una enseñanza impregnada de filosofía en la que no es necesario contar con materiales propios, sino que los niños y niñas se valen de su entorno e imaginación para aprender.
Talleres gratuitos para promover el aprendizaje de las ciencias experimentales y tecnología de punta, desarrollará desde el próximo jueves 23 la Municipalidad de Pueblo Libre.
Loa talleres se realizarán los días jueves en los horarios de 10.00 a 12.00 horas; de 15.30 horas a 17.00 horas y los martes de 10.00 horas a 12.00 horas.
Las clases gratuitas para vecinos entre los cinco y 12 años, se llevarán a cabo al costado del Vagón Cultural y Ambiental ubicado en el parque 3 de Octubre, a la altura de la quinta cuadra de la avenida General Vivanco.
Los menores aprenderán a purificar el agua utilizando la semilla de moringa, crear su propio jabón casero con aceite usado, construir su deshidratador solar, realizar su herbario en casa, entre otros.
La inscripción gratuita es a través del teléfono 202-3880 anexo (1083), al celular 989544370 o al correo gestion.ambiental@muniplibre.gob.pe. El número máximo de participantes por grupo es de 15 niños.
El único requisito para los alumnos es que lleguen puntuales y lleven dos botellas de plástico.
Fuente e Imagen: https://andina.pe/agencia/noticia-ninos-pueblo-libre-aprenderan-a-purificar-agua-y-a-preparar-jabones-caseros-781918.aspx
¿Cuáles son los beneficios de emplear contenidos audiovisuales en las aulas? ¿Cuántos docentes crean materiales en formato vídeo para su asignatura? ¿Existen herramientas para grabar las clases y enviárselas a sus estudiantes a distancia? Un estudio despeja estas incógnitas.
Los recursos audiovisuales tienen un gran potencial pedagógico cuando se integran dentro de la programación didáctica: poseen un importante componente de diversión que motiva, atrae, capta la atención y despierta la curiosidad de los más jóvenes. Y es precisamente este hecho el que hace que pueda emplearse con éxito para abordar contenido curricular en cualquier materia y acercar al alumnado a todo tipo de problemáticas sociales gracias al uso del vídeo en el aula.
Así lo corrobora un estudio elaborado por Sony, que afirma que el 88% de los docentes admite que el vídeo mejora la implicación de los estudiantes. Es así en todos los niveles educativos, incluida la enseñanza superior; nivel en el que se ha especializado el informe. De hecho, los estudiantes pertenecientes a la ‘generación Z’ (nacidos entre finales de 1990 y mediados de la década del 2000, que ahora tienen entre 14 y 20 años) han comenzado a llegar a las universidades y se encuentran cómodos utilizando las TIC.
La aplicación práctica en el aula
El estudio arroja otros datos interesantes. Por ejemplo, recoge que un 43% de los docentes ya permite a los estudiantes enviar trabajos en formato de vídeo, a la vez que el 29% ofrece herramientas de revisión en vídeo y otro 30% tiene la intención de usarlas en un futuro próximo, ya que es posible reforzar la motivación del alumnado, así como la atención. Además, el 93,5% cree que esto puede mejorar la implicación de los estudiantes en las materias y que puede ser beneficioso para contrarrestar la presión a la que el alumnado está sometido durante todo el curso, ya que se profundiza en los contenidos siendo el protagonista de su propio aprendizaje.
Del mismo modo, el uso de estos formatos audiovisuales diversifica los materiales empleados en los cursos y permite. De hecho, el 53% de los profesionales de la educación utiliza soluciones de vídeo para grabar las clases y compartirlas con sus estudiantes. Esto no solo ofrece aprendizaje a distancia flexible a los estudiantes, sino que también permite a las universidades aumentar el número de estudiantes dentro de su región o en todo el mundo.
El auge de las plataformas digitales
Durante los últimos años, y con la evolución de los contenidos en Internet, las plataformas de vídeo en streaming como YouTube han aumentado su tráfico de visitas de forma considerable. Según el estudio, los usuarios de esta red realizan 3.000 millones de búsquedas mensuales, entre los que se encuentran los docentes interesados en encontrar contenido que se adapta a sus clases. Por este motivo, la labor de buscar recursos multimedia es aún más sencillo.
Además, la convergencia de los distintos medios de comunicación y la llegada del 5G puede lograr que se multipliquen todos estos recursos. Series en streaming que fomentan la inclusión, documentales para reproducir en asignaturas de Ciencias o películas para fomentar la multiculturalidad son algunos de los materiales audiovisuales que los docentes pueden encontrar en Internet.
Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/uso-del-video-en-el-aula/121278.html
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