INEEcesario

México / 4 de noviembre de 2018 / Autor: Manuel Gil Antón / Fuente: Educación Futura

Doce días quedan de octubre y noviembre trae treinta. Al iniciar diciembre, asumirá el poder ejecutivo el licenciado López Obrador. En seis semanas. A partir de ese momento (o antes si los legisladores deciden no esperar a la toma de posesión) las modificaciones al artículo 3º que dieron lugar a la reforma educativa actual tendrán sus días contados. Esa cuenta, pues, no será larga.

Los cambios fueron varios, pero no aislados: al relacionarse producen, en conjunto y por su imbricación, lo que se llamó reforma educativa. En otras palabras, la resultante de sus vínculos es la reforma. De esto se sigue que, si ha de abrogarse, será necesario desatar lo que anudaron, tanto en el texto constitucional como las leyes reglamentarias.

Se ha generado un debate en torno a si el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, el INEE, debe o no continuar; si es necesario o no y, en su caso, con qué modificaciones. A mi juicio, la discusión yerra en su enfoque si no se considera que el INEE es parte integral de la reforma: una cosa es proponer que el INEE concebido e integrado a la reforma se mantenga, y otra si el país requiere una institución autónoma que genere información, válida y confiable, sobre el estado que guarda el sistema educativo con el fin de fincar, en ese conocimiento, tanto políticas y programas, como propuestas y críticas a las autoridades responsables que no pueden, ni deben, ser juez y parte.

En el apartado IX del tercero constitucional, se ubica al INEE como el coordinador del Sistema Nacional de Evaluación, mismo que se crea “para garantizar la prestación de servicios educativos de calidad”. Entre las tareas que se le asignan, hay una que es crucial para la reforma: “expedir los lineamientos a los que se sujetarán las autoridades educativas federal y locales para llevar a cabo las funciones de evaluación que les corresponden”. Si el INEE evalúa los componentes, procesos o resultados del sistema (otra de sus funciones), ¿cuáles son las evaluaciones que le tocan a las autoridades? Las que tienen que ver con el ingreso, promoción y permanencia de los docentes. He ahí, creo, el quid del asunto: al Instituto se le dio la tarea de decirle al patrón cómo hacer su trabajo y, de ese modo, se incluyó al INEE en el terreno laboral y a fondo: determina lo que debe hacer la autoridad, por medio de la Coordinación del Servicio Profesional Docente, para evaluar y decidir quién ingresa al, o se promueve o permanece en, el trabajo. Los lineamientos no son sugerencias, son mandato. Entonces, como entidad autónoma y máxima autoridad en materia de evaluación, ha legitimado los procedimientos contractuales. Por ello, mantener el INEE de la reforma actual no es conveniente.

Sostener esta posición no implica que se considere innecesaria otra institución, autónoma, que produzca información certera, la analice y difunda. Al contrario, es crucial. Es imprescindible un Sistema Nacional de Información Educativa confiable, ajeno a las relaciones laborales, cuya coordinación resida en un organismo autónomo, conocedor del sistema. Valga la comparación: un INEGI educativo. Hay en el actual INEE personas muy calificadas para hacer esta labor. Lo han hecho: deberían ser parte de la nueva entidad que, por cierto, ha de tener tamaño razonable y una forma de gobierno inteligente.

Aunque parezca paradójico, creo que es preciso que se elimine al INEE actual, por ser parte fundamental del engranaje de la reforma laboral del gobierno que termina, para dar lugar a la institución que, sin duda, se requiere. Ha de ser distinta, fuera de la “arquitectura” legal de la reforma vigente, dentro de otro proyecto de transformación educativa que, ojalá, sí esté guiado por mejorar el aprendizaje y la formación de los docentes. Un instituto autónomo sí, pero no así.

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La educación y las fuerzas reaccionarias

México / 7 de octubre de 2018 / Autor: Óscar Muñoz / Fuente: La Jornada Maya

Narciso Bassols no sólo enfrentó las fuerzas reaccionarias representadas por la Iglesia y los conservadores del país, al pretender obligar a las escuelas privadas y católicas a que cumplieran con los dictados del Artículo 3º constitucional, especialmente el laicismo, lo cual desató, junto con otros factores, la segunda Guerra Cristera durante el gobierno de Portes Gil, sino que las volvió a encarar cuando pretendió instaurar en el sistema escolar la educación sexual, ahora en el gobierno interino de Abelardo L. Rodríguez, luego de la renuncia del presidente Ortiz Rubio. La magnitud del problema, luego de publicar el dictamen de la comisión técnica sobre la educación sexual, ocasionó escandalosas controversias acerca de este asunto.

La intención de incorporar la educación sexual en los programas escolares fue motivo de airadas protestas de parte del clero, agrupaciones de padres de familia, la prensa y diversas asociaciones, que exigieron la realización de encuestas para saber si la población estaba de acuerdo o no en implantarla en las escuelas. En realidad, la Secretaría de Educación sólo pretendía sondear la opinión pública y obtener apreciaciones basadas en la ciencia que pudieran despejar los prejuicios de la gente. Sin embargo, el escándalo no cesó y varias escuelas comienzaron a verse vacías debido a los temores de los padres de familia de que a sus hijos se les corrompiera. El alarmismo de las fuerzas reaccionarias fue tal que Bassols se vio forzado a renunciar en 1934.

Habrá que señalar que Narciso Bassols, en los últimos dos años y medio que estuvo al frente de la Secretaría de Educación durante el periodo de Aberlardo L. Rodríguez, tuvo la mejor intención de hacer cumplir el Artículo 3º constitucional, que en diversas épocas ha sido letra muerta o, por lo menos, simulada. Bassols quiso que la difusión de la cultura llegara a las masas populares. Para ello, al llegar a la Secretaría de Educación, solicitó un estudio de los problemas fundamentales del sistema educativo y, a partir de éste, propuso un programa ambicioso compuestos de tres puntos básicos a desarrollar: a) instaurar en la escuela un sistema igualitario; b) federalizar la enseñanza y controlar todas las escuelas, y c) Lograr que la primaria fuera una escuela proletaria que reflejara los ideales de la clase obrera y campesina.

Por otra parte, Bassols quiso que en la escuela rural no sólo ocurriera la enseñanza de la lectoescritura sino una preparación más profunda para hacer frente a los problemas cotidianos. Como se ve, Bassols pretendía que la enseñanza elemental tuviera una orientación socialista. De ahí que, para fortalecer la educación rural, el ministro haya creado el departamento de Enseñanza Agrícola y Normal dentro de la Secretaría de Educación. También se preocupó por las escuelas fronterizas donde los niños corrían el riesgo de perder su arraigo cultural. Además, creó once internados para estudiantes rurales, luego del fracaso de la Casa del Estudiante Indígena.

En cuanto a los materiales didácticos, Bassols tuvo mucho interés en el libro popular y logró distribuir el libro llamado Fermín, que incluía textos de lectura para niños, el primero en su tipo en la historia nacional, que alcanzó un tiraje de 400 mil ejemplares. Otros títulos difundidos fueron Vida Rural, con un tiraje de 150 mil, y el libro Historia, de Alfonso Teja Zabre, con 50 mil ejemplares, según datos del filósofo Francisco Larroyo.

Debido a la preocupación de Bassols porque la educación llegara a todas las masas populares, consiguió fundar una escuela en el penal de las Islas Marías para atender a los delincuentes, que los consideraba parte de las clases más desprotegidas. Sin embargo, la labor de Narciso Bassols no fue nada fácil, si son tomadas en cuenta las reacciones de las fuerzas más conservadoras del país. Además de estas dificultades, tuvo que enfrentar el conflicto que surgió entre la Secretaría de Educación y el sindicato de profesores.

En efecto, no fue nada fácil instaurar reformas educativas y programas innovadores que buscaban favorecer la educación y la difusión de la cultura en las clases populares. Las fuerzas reaccionarias lograron finalmente que Bassols renunciara a su puesto. A pesar de ello, quedaron sembradas las simientes para la educación socialista que impulsó el presidente Lázaro Cárdenas, quien enfrentó nuevas dificultades en su intento por instaurar un sistema educativo nacional favorable a las clases desprotegidas.

Ojalá que lo que se avecina en educación en el próximo gobierno federal sea verdaderamente favorable a toda la población, sin distinción de clase, y que el anunciado titular de la Secretaría de Educación Pública logre contener suficientemente las reacciones de las fuerzas conservadoras y neoliberales que tanto se han opuesto a la revisión de la mal llamada Reforma Educativa y su posible ajuste tan necesario. Junto con ello, habrá que estar pendientes de la forma en que serán creadas las 100 universidades anunciadas recientemente. No bastará la cantidad de escuelas, estudiantes y docente, también será importante la calidad educativa. ¿De qué serviría que el país multiplicara sus egresados universitarios sin calidad profesional?

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https://www.lajornadamaya.mx/2018-07-31/La-educacion-y-las-fuerzas-reaccionarias

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El SNTE y la artista Elsa Madrigal crean libro objeto sobre la educación

México / 12 de noviembre de 2017 / Autor: Gerardo González / Fuente: La Crónica de Hoy

La educación nos debe convertir en mejores personas, así como el artista visual transforma el libro en algo mejor para una comprensión y experiencia social más profunda, dice Elsa Madrigal Bulnes, maestra en Bellas Artes por la Escuela Nacional de Artes Plásticas y la Academia de San Carlos.

Ella es la autora que hizo realidad un proyecto apoyado por el sindicato magisterial, el SNTE: crear un libro-objeto capaz de reflejar lo que significa el Artículo 3° Constitucional.

La charla entre Madrigal y Crónica se da en las magníficas instalaciones del Centro Cultural del México Contemporáneo, un gran lugar donde el arte se enseñorea, justo a un paso del bullicio popular que baña la Plaza de Santo Domingo, donde otras artes populares lo mismo ofertan impresiones de tarjetas, invitaciones y hasta facturas.

Apasionada por las artes desde que tiene memoria, “desde niña me atraparon” como ella dice, siguió su pasión por encima del consejo de su padre que le sugería mejor estudiar diseño gráfico porque como artista visual se “moriría de hambre”.

Elsa Madrigal desmenuza su Libro Objeto sobre el 3° Constitucional, obra de 7 bocetos que le llevó tres meses realizar, a invitación en enero de este año, de la maestra Evelia Sandoval, entonces directora del cultural recinto, para formar parte del proyecto conmemorativo del Centenario de Nuestra Carta Magna.

–¿Qué es un Libro Objeto y cuál es su diferencia con uno tradicional?

–Son libros alternativos –explica–, diferentes a los comunes y cotidianos que hay en las librerías; son concebidos por el artista plástico para construir un objeto donde más que textos se recrea una idea general desde la forma y el contenido del tema que se aborde, para transmitir de manera diferente la información.

–¿Para qué pensó el SNTE y tú misma en un libro objeto del Artículo 3° Constitucional, el referido a la educación?

Para dejar algo tangible sobre el Centenario de la Constitución, sobre el Artículo 3°, que para que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación es lo más importante. El SNTE resguardará la obra; a través de este libro objeto resguardará este apartado constitucional. Las imágenes que incluye transmiten, plásticamente, la laicidad, obligatoriedad, gratuidad y calidad en la educación.

La artista que realizó siete grabados trabajados en linóleo, así como textos en serigrafía, reflejando estos principios básicos del artículo de la Carta Magna.

En un principio se pensó que se podía hacer una historia, para que se vieran las 10 modificaciones en el tiempo que ha tenido el 3°, pero al final se optó por reflejar la educación del presente y del futuro.

Luego de una investigación para ejecutar la obra (y como artista que es), opina que no se han podido cumplir todos los objetivos del Artículo, la realidad es muy diferente a la gratuidad educativa; sobre la calidad en la educación hay muchas diferencias sociales, mucha pobreza y no es lo mismo una escuela rural que una escuela en la ciudad, las condiciones son diferentes entre las escuelas de la CDMX y las de un pueblo donde los maestros tienen también pocas herramientas y materiales didácticos.

Por ello, al explicar cada uno de los siete grabados que creó, aparecen maestros mejor preparados, y también la aspiración a movimientos pedagógicos modernos que impulsen educación científica, pero sin descuidar a las artes.

De lo contrario, señala Madrigal, el proyecto estaría incompleto, “la educación del futuro es en equilibrio, el corazón con la razón, el pensamiento con lo sensible, y las artes no pueden desaparecer”, agrega.

El futuro plasmado en el libro objeto es, en efecto, tecnología, matemáticas, ciencias y artes, lo que está plasmado en uno de los  bocetos de la obra.

El segundo boceto da especial relevancia a los padres de familia dentro de un esquema de educación de calidad. Dice Madrigal que tomó en cuenta lo importante que es tomar conciencia que la educación del niño y del joven no está solamente en la escuela, sino también está la participación de los padres de familia.

La apuesta plasmada en los bocetos es que padres e hijos se acerquen a los deportes, la cultura mexicana, las artes plásticas, y también a temas de equidad cotidiana, dentro de la casa.

En el libro se pueden ver al papá y al hijo cocinando, en un hogar donde todos son iguales y todos tienen obligaciones; tanto niña como niño pueden cocinar.

Elsa Madrigal señala que su deseo es que todo el público tenga la oportunidad de conocer de cerca este trabajo y disfrute este libro del cual, pese a su engañosa brevedad, es resultado de una larga y detallada reflexión sobre la educación. Finalmente, señala, esta obra la llevó a ratificar su convicción de que la educación ciertamente nos debe convertir en mejores personas.

El Centro Cultural expondrá obras de Madrigal desde el próximo 9 de noviembre, en Leandro Valle 20, Centro Histórico de la Ciudad de México.

¿Para qué educar?

La educación nos debe convertir en mejores personas, señala la artista que, a petición del sindicato magisterial, ha creado un bello libro, único por su naturaleza artesanal, destinado a enaltecer lo que la Carta Magna establece como derechos de todos los mexicanos: aprender y conocer a través de la escuela.

Fuente de la Entrevista:

http://www.cronica.com.mx/notas/2017/1051148.html

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