China/30 de Octubre de 2017/Xinhuanet
Xiang Min, una maestra de 37 años que trabaja en una escuela primaria rural de la provincia china de Guizhou, recibió hace poco tiempo una visita inesperada de 16 estudiantes que fueron a su clase hacía unos pocos años y que este año habían ingresado en la universidad.
Los jóvenes, que eran de la misma clase en primaria de la aldea de Xintian del poblado de Daba de la ciudad de Renhuai, fueron a visitar a su maestra antes de ingresar en la universidad.
Los chicos de la provincia suroccidental prepararon y compartieron una comida casera en casa de la maestra, que ha pasado13 años en una escuela apartada en una pobre área montañosa de Guizhou, y pasaron un tiempo alegre e inolvidable.
Xintian es una de las nueve aldeas más pobres de Renhuai. Este año, 60 estudiantes de la aldea participaron en el examen nacional de admisión universitaria y 43 de ellos lo aprobaron, de los cuales 16 eran alumnos de la maestra Xiang.
La maestra Xiang y sus alumnos en el aula (Por Huang Yongxian)
La aldea tiene 8.234 vecinos, incluyendo 839 personas de 269 familias pobres. Para los hijos de las familias pobres, el poder aprobar el examen nacional es muy difícil, pero lo que aún es más difícil es entrar en la universidad, ya que se necesita mucho dinero para costear los estudios durante cuatro años.
Debido a la pobreza muchos aldeanos salen a buscar trabajo en otras provincias. Pero por su bajo nivel de educación, la mayoría de ellos solo pueden hacer trabajos duros con bajos ingresos.
Niños de una clase de la escuela de Xintian (Por Huang Yongxian)
En los últimos años, el gobierno chino ha aumentado su ayuda educativa para las áreas atrasadas y cada año más jóvenes de familias pobres pueden ver realizado su sueño de ir a la universidad.
Chen Chaoguang, vecino de Xintian, tiene dos hijos. Ha conseguido un préstamo bancario de unos 1.000 dólares para ayudar a su primogénito, que estudia en una universidad en Guiyang, capital de Guizhou.
Chen lleva ya mucho tiempo en otra provincia y no quiere regresar, porque apenas ha ganado dinero por la falta de formación y habilidades profesionales.
La situación empezó a cambiar desde este año, su familia puede recibir del Estado unos 13.000 yuanes anuales (unos 2.100 dólares) como ayuda educativa.
Wang Zhengrong, esposa de Chen Chaoguang, muestra diplomas de galardones que otuvo su hijo en la escuela de Xintian (Por Huang Yongxian)
Cai Huitao, otro campesino pobre de Xintian, tiene cuatro hijos que están en la universidad. Su hija Cai Min fue admitida este año en el Instituto Tecnológico de Guizhou. Cai indicó que con los 3.000 yuanes que obtiene la familia con la venta de sorgo cosechado en su propia tierra, les resulta imposible pagar los estudios de su hija.
Pero ahora con la ayuda educativa oficial, esto ya no es un problema para su hija y otros jóvenes provenientes de familias con escasos recursos. Además de otorgar un préstamo sin interés para ayudar a su hija, que puede devolver durante 13 años posteriores a su graduación, recibirá, durante sus cuatro años en la universidad, una ayuda gratuita estatal de 1.500 dólares al año para cubrir sus necesidades en el centro educativo.
«Esta ayuda estatal nos ha ayudado a resolver un gran problema para mi familia», aseguró Cai, de 50 años.
La casa de Cai Huitao (Por Huang Yongxian)
Chen Yun, director del Departamento de Educación de Renhuai, señaló que desde 2013 el gobierno ha gastado 2.790 millones de yuanes (420 millones de dólares) para mejorar las condiciones educativas de la ciudad y ayudar a los estudiantes pobres.
Desde este año, todos los estudiantes pobres en Renhuai disfrutarán de una cobertura completa, en materia de asistencia educativa, desde la guardería hasta la universidad. En la fase de enseñanza secundaria la ayuda será de unos 3.000 yuanes anuales y en la universitaria, de 4.000 a 6.000 yuanes.
La ayuda del Estado está cambiando profundamente el panorama educativo de las áreas atrasadas de China y gracias a ello la aldea de Xintian ha creado una nueva maravilla sin precedentes en el municipio, con sus 43 estudiantes admitidos en la universidad en un mismo año.
Ahora la aldea se conoce con el nombre de la «aldea de los estudiantes universitarios», pero no se trata de un fenómeno aislado. En otro poblado pobre, no muy lejano de Xintian, más de 100 estudiantes también han entrado en universidades este año.
«En nuestra aldea, ya no hay estudiantes que abandonan los estudios o no pueden completarlos debido a la pobreza», aseguró Min Mei, una vecina de 36 años de la aldea.
Min tiene cuatro hijas y la segunda, Cai Min, fue admitida este año en el Instituto Tecnológico de Taiyuan, provincia noroccidental de Shanxi.
La ayuda educativa del Estado está cambiando incluso las ideas tradicionales de las campesinas locales.
«Hoy en día muchos campesinos tratan igualmente a sus hijos, sean niños o niñas, en la educación. Las niñas rurales, discriminadas antes en mayor o menor grado, también pueden recibir una buena educación como sus hermanos y disfrutar de las mismas oportunidades de desarrollo», concluyó Min.