(AESECE): “Basta con hablar con equipos directivos y docentes para constatar que están desbordados”
AESECE, la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Enseñanza, ha celebrado hace dos semanas su LXII Asamblea en Santander. Esta veterana asociación, nacida en los años 60 reúne a los bachilleratos concertados en España. Sus 148 centros están repartidos por Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Canarias, Castilla La Mancha, Castilla León, Cataluña, Extremadura, Madrid, Navarra, País Vasco y Valencia. En total son 150.000 alumnos, el 3% del total de estudiantes del país. En ese encuentro en la capital cántabra, AESECE, entre otras cosas, ha elegido a su nuevo presidente: Javier Iglesias, que ya pertenecía a la Junta Rectora de la asociación, es un docente con una amplia experiencia. Es el director Pedagógico de ESO, Bachillerato y FPB del Colegio Vedruna, de Madrid, y nos ha ofrecido unas interesantes reflexiones, sobre temas candentes de la actualidad educativa española como la LOMLOE, la libertad de elección de centro, los conciertos y el cheque escolar, las consecuencias en los alumnos del COVID-19 y la petición para que se retrase la aplicación del nuevo currículo en Bachillerato.
¿Qué supone ser presidente de AESECE, qué papel tiene el presidente?
En primer lugar, es un orgullo ser el presidente de AESECE y suceder a presidentes como Laurentino Álvarez, Andrés de la Cal, Sebastián Villalobos y Miguel Salamanca. A la vez es una gran responsabilidad representar a los 148 Centros y ayudar, a su vez, a sus titularidades en sus procesos de decisión. Es importante seguir estando unidos y trabajar por el mantenimiento de los conciertos educativos.
La Asamblea de Santander ha aprobado un documento en el que se pedía aplazar un año la entrada en vigor del nuevo currículo de Bachillerato, pero el ministerio de Educación ya se ha negado en reiteradas ocasiones. ¿Qué pasará si no se produce ese aplazamiento?
Como bien dices, en la pasada Asamblea General Estatutaria de Santander AESECE solicitó en su declaración final que se posponga un año la implantación del currículo de la LOMLOE en Bachillerato.
Me gustaría aportar unos datos que apoyan esta petición. Como bien sabes, en estos momentos no tenemos nada definitivo, más allá de los borradores que nos han llegado. Lo normal a estas alturas es tener ya prácticamente organizado el curso siguiente. Ya se tendría la organización de las áreas y los cursos, y los profesores que las van a impartir. Un cambio de ley supone reajustar el currículum de las etapas, porque cambian las asignaturas, las horas semanales de algunas de ellas, con lo que hay que ajustar los horarios de los profesores, intentando que sus contratos no se vean afectados. Además, los alumnos y las familias ya habrían realizado la elección de los itinerarios y las materias optativas.
Por tanto, todo esto está por hacer.
Contestando a tu pregunta, si no se produce este aplazamiento, los equipos directivos de los centros tendrían que realizar este trabajo una vez que salga la ley, que parece que puede ser en julio. Hay que remarcar el desgaste físico y mental de estos equipos en estos años, que se está agravando por la incertidumbre de la situación y que añadiría un trabajo extra en verano, en lugar de disfrutar de un merecido descanso. Además, los alumnos se irían de vacaciones sin la elección de las materias optativas, y los profesores sin saber qué materias van a impartir el año que viene, quedando todo pendiente para unos pocos días de septiembre antes del inicio del curso escolar.
Por tanto, lo más conveniente es el aplazamiento, que se vería como un gran acierto por el sector educativo. De tal manera que se implantaría la ley con más tiempo, tranquilidad y serenidad y así dar una mejor respuesta a los alumnos. El trabajo sin prisa es el mayor de los descansos.
¿Cuál crees que es el peor efecto que nos dejan estos dos años de pandemia en la educación?
Es una realidad que la pandemia ha tenido un gran impacto en los alumnos y los profesores. AESECE nació en los años sesenta para dar respuesta a los alumnos y a las familias más necesitadas. Ahora, en el 2022, son ellos sobre los que la pandemia ha tenido más impacto.
Dice un refrán popular, que “a perro flaco todo son pulgas”. Pues bien, como me preguntas por el peor efecto, te diría que estos años han evidenciado las carencias de estos adolescentes y se están evidenciando desequilibrios emocionales afectando a su salud física y mental.
Precisamente en su declaración final, la Asamblea de AESECE advertía a las administraciones para que se tomen medidas para hacer frente a los efectos de la pandemia en la salud mental de los jóvenes. ¿Qué medidas serían necesarias?
Como señalas, AESECE hace un llamamiento para que se tomen las medidas necesarias que ayuden a estos alumnos y a sus familias, tanto en los propios centros como en las instituciones o asociaciones externas.
Si la Administración quiere saber qué medidas serían necesarias, basta con hablar con los equipos directivos y los orientadores de los centros educativos. Basta con hablar con ellos para constatar que están desbordados y que se enfrentan a situaciones personales y familiares muy preocupantes. Basta con hablar con ellos, para constatar que se necesitan más recursos humanos y materiales.
En primer lugar, se deberían ampliar las dotaciones para la orientación en los centros, que son mínimas y simbólicas. Por cierto, en Bachillerato, inexistentes. Se necesita recuperar la dotación presupuestaría para acompañar a los alumnos en esta etapa.
Hay centros en los que podía ser necesario la incorporación de otros especialistas como los TSIS, Técnicos Superiores de Integración Social, que pueden atender a estos alumnos.
Por otro lado, se deberían ampliar también los recursos de la Administración con los que trabajan los centros, tales como Servicios Sociales, Salud Mental, Policías tutores…
Es necesaria una rápida intervención, cuando se constata una situación grave. En momentos en los que se evidencia que aumentan estos casos, no hay alternativa que aumentar los recursos.
AESECE tiene una declarada voluntad de colaboración con las administraciones educativas… ¿cuál es el principal impedimento que se encuentra?
Nuestro principal impedimento y, a la vez, una demanda, es que estemos presentes en el debate educativo, que se nos escuche y que se nos atienda. AESECE tiene mucho que aportar gracias a la experiencia atesorada en estos años. Desde sus inicios, apuesta por la colaboración con las Administraciones educativas para trabajar por la calidad educativa.
Es importante que al sector educativo se le dé voz.
¿Está discriminado el Bachillerato concertado?
En general, son frecuentes los llamamientos del sector de la concertada a que no se “discrimine” y a que se protejan todos los modelos educativos. Es bien conocido que la concertación es una financiación insuficiente, ya que no cubre todos los gastos derivados de la actividad. El módulo de conciertos no se ha subido conforme al IPC, con lo que los Centros han ido perdiendo poder adquisitivo.
El bachillerato concertado está infrafinanciado por las Administraciones educativas. Nuestra asociación que se denomina de “entidades colaboradoras de la enseñanza” seguirá trabajando para que se cumpla la ley y la financiación se haga a coste real.
En Madrid – como en otras comunidades – parece que la administración opta por el cheque escolar frente a los conciertos. ¿Por qué no les gusta a ustedes?
Se entiende que toda financiación pública de un servicio educativo debe comportar el compromiso de los centros de evitar barreras económicas para el acceso a todas las familias que deseen escogernos. En el cheque escolar, los centros no asumen ningún compromiso ni en admisión de alumnos, ni en limitación de precios, ni en ningún otro orden.
Hay que añadir que el concierto es un modelo ya probado desde hace muchos años tanto en España como en muchos países. Su regulación ya se conoce, así como sus fortalezas y también sus debilidades. En cambio, el cheque escolar es un modelo cuya aplicación es desconocida y sus experiencias en otros países son muy escasas y limitadas.
El concierto educativo tiene el siguiente funcionamiento: el coste escolar es el del aula independientemente del número de alumnos. Por tanto, se subvenciona a las familias a través del centro. Y esto garantiza que todos los centros educativos ofrezcan las enseñanzas con similares condiciones, independientemente del número de alumnos. Por contra, el modelo del cheque escolar presenta muchas dudas. Por ejemplo, ¿cómo se resuelve el problema si existen aulas de 20 alumnos frente a otras de 30, la retribución a los profesores será diferente, las familias pagarán en función del número de alumnos, cómo se podrán financiar los centros educativos con menos alumnos…?
Además, los conciertos aseguran la gratuidad de la enseñanza, mientras que los cheques escolares, no. Éstos generan cierta inseguridad jurídica y dependen del signo político de quién gobierne, que son los que dan o no estas becas. Sin embargo, los conciertos llevan otro procedimiento legal y, en el caso de que se supriman, hay posibilidad de acudir a la Justicia.
Por tanto, la mejor opción sin duda son los conciertos y centrarse en la mejora de este modelo.
¿En general, en España, se garantiza, también en Bachillerato, la libre elección de centro por parte de los padres?
La libre elección de centro por parte de los padres quedará garantizada cuando todos los centros que deseen concertar el Bachillerato puedan hacerlo. Confiamos en que, como se anunció en las pasadas elecciones en Madrid o en Andalucía, se produzca cuanto antes la extensión de los conciertos de Bachillerato, como ya ha sucedido en el País Vasco, Navarra, Islas Baleares, Comunidad Valenciana y Murcia.
Por otro lado, según se recoge en la Constitución Española, se “reconoce el derecho a la libertad de enseñanza” y se garantiza “el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. Sin embargo, la LOMLOE es una ley que promueve la restricción de estos derechos y libertades ciudadanas y atenta contra la pluralidad de nuestro sistema educativo.
¿Dejará algún día la Educación de ser un arma electoral, crees que será posible llegar a un consenso mínimo que garantice una ley que perdure en el tiempo?
Martin Luter King dijo “Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol”. Los que nos dedicamos a la enseñanza sabemos el daño que hacen los constantes cambios de leyes educativas. El daño que hace en los alumnos. La Educación, como otros grandes pilares, no puede estar ligado al partido que gobierna. Y, por tanto, se debe llegar a acuerdos de Estado que garanticen estabilidad en cuestiones básicas para nuestro país. Se intentó sin éxito hace unos años.
Ahora mismo parece imposible por el nivel de confrontación que existe entre los políticos. Pero la esperanza nunca debe perderse.
¿Cómo se puede conseguir? Reuniendo a un comité de expertos que esté trabajando en educación, escuchando al sector educativo, abordando el problema con amplitud de miras y con el mejor clima posible, poniendo objetivos comunes alejados de las siglas partidistas, analizando otros sistemas educativos y nuestras leyes anteriores para ver los aspectos positivos y negativos de cada una de ellas…
Desde AESECE hacemos un llamamiento a nuestros políticos, estos o los futuros, para que trabajen unidos con el objetivo de mejorar la educación de nuestros hijos y así mejorar también el futuro de nuestro país.
Fuente de la Información: https://exitoeducativo.net/javier-iglesias-pte-aesece-los-que-nos-dedicamos-a-la-ensenanza-sabemos-el-dano-que-hacen-los-constantes-cambios-de-leyes-educativas/