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El confinamiento aumentó violencia contra la infancia 30%

 Por: Daniela Rea

En época de pandemia y confinamiento por covid-19, las discusiones y tensiones dentro del hogar han aumentado un 34.2 por ciento. Seis de cada 10 de niñas, niños y adolescentes han sufrido algún tipo de violencia en sus hogares.

En México el 63 por ciento de niñes y adolescentes menores de 14 años han sufrido algún tipo de violencia en sus hogares; esta es nombrada como “disciplina violenta”, según la Encuesta Nacional de niños, niñas y mujeres de México del 2015.

En época de pandemia y confinamiento por covid-19 las discusiones y tensiones dentro del hogar han aumentado un 34.2 por ciento. Así lo reveló la Encuesta de Seguimiento de los Efectos de COVID-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos.

La Red por los Derechos de la Infancia en México, en su informe “Impacto de la pandemia de covid-19 en los derechos de la infancia en México”, publicada el año pasado, retoma estas cifras para alertar el hecho de que “la infancia y adolescencia se vuelven un blanco vulnerable que permanece ignorada ante la falta de estrategias que los atiendan. El aumento en los niveles de estrés, la inseguridad económica- alimentaria, y el confinamiento a causa del covid-19 han elevado los niveles de violencia en México. Por eso urge reforzar la protección de la infancia y adolescencia ante esta situación”.

“Durante el confinamiento, es probable que se presenten con mayor frecuencia situaciones de violencia hacia niños, niñas y adolescentes o hacia otros miembros de la familia, como el castigo corporal, la desatención, la violencia sexual y psicológica”, señaló Unicef en un pronunciamiento en agosto del 2020.

Durante el 2020, según datos del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, más de 11 mil niños, niñas y adolescentes ingresaron a hospitales por violencias.

“La pandemia vino a visibilizar algo que ya vivíamos, lo vino a agravar, el adultocentirsmo, el racismo, clacismo y binarismo. Los niños ya eran invisibles, con la pandemia se llevó a que fueran olvidados en cualquier accion pública”, dice en entrevista con Pie de Página Martín Pérez, director de la Redim.

El encierro, además de incrementar los niveles de tensión y estrés y exponer a la infancia a la cercanía constante con sus violentadores, canceló  las visitas domiciliarias de trabajadores sociales y especialistas en el bienestar infantil.

En busca de refugio

En el 2020 a la Red Nacional de Refugios llegaron 2 mil 400 niños, niñas víctimas de violencia familiar, señaló en entrevista Wendy Figueroa directora general del organismo. Nueve de cada 10 niños atendidos en refugio fueron víctimas de violencia física y sicológica y 2 de cada 10 sufrieron violencia económica y patrimonial. Además, 800 niños, niñas y adolescentes que llegaron a los albergues fueron víctimas de violencia sexual durante el confinamiento.

“Esto tiene que ver con quedarse en casa; que llevó a que personas que no convivían con la infancia y adolescencia –como padrastro, abuelo tío, primo–… llevó a que hubiera un escenario óptimo para que estas violencias machistas, estructurales se perpetuaran contra la población infantil”, alertó Wendy Figueroa.

La directora de la Red Nacional señaló que siempre han asistido niños, niñas y adolescentes a los refugios con sus madres que son víctimas, siendo también víctimas de las violencias económicas, patrimoniales que sufren sus madres. Sin embargo, en el caso de violencia sexual hubo un incremento por el confinamiento.

“En promedio teníamos que una de cada 15 niñas, niños o adolescentes estaban en violencia sexual, ahora estamos hablando de 2 de cada 10 que llegan al albergue”.

En marzo del 2020 la Red Nacional de Refugios lanzó la campaña contra la violencia No estás sola y en el año pasado registraron un 39 por ciento de aumento respecto al 2019.

La pandemia, agregó Wendy Figueroa, además de mantener a niñas, adolescentes, mujeres en casa con estos riesgos hizo imposible que salieran a pedir ayuda y denunciar por miedo a contagiarse y muchas de ellas lo hiceron.

Fuente e imagen: https://piedepagina.mx/el-confinamiento-incremento-violencia-contra-infancia-en-un-30-por-ciento/

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Frente al odio, convivencia

Es necesario ponerse manos a la obra, comprometernos en la construcción de la convivencia positiva y hacer de ella una de las tareas educativas prioritarias en nuestra labor docente.

Pedro Uruñuela

15/1/2019

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Todavía resuenan en nuestros oídos los buenos deseos que hemos compartido con las personas próximas de cara a este nuevo año 2019. La mayoría de ellos sugerían un año de consecución de los objetivos y deseos particulares, así como vivir en una sociedad de paz y concordia, con la desaparición de la violencia, los enfrentamientos y las guerras. Sin embargo, la realidad es tozuda y, pasados estos días de celebración, nos vuelve a situar ante los problemas que siguen presentes y, en muchos casos, agravados respecto del año que hemos dejado.

Todavía conmocionados por el asesinato, por el hecho de ser mujer, de la profesora Laura Luelmo, hemos visto cómo iniciábamos el año con un nuevo asesinato y con dos nuevos episodios de violación de mujeres tras la celebración del año nuevo. A la vez, estamos viendo cómo, desde Andalucía y de cara a la formación del nuevo gobierno, se planteaban por parte de la ultraderecha exigencias inaceptables para cualquier demócrata en relación con la violencia de género, la inmigración y la defensa de los valores “tradicionales” de una patria que excluye y deja fuera a un número importante de personas. Exigencias que, de modo incomprensible, han encontrado eco en otras formaciones políticas, de cara a la formación del gobierno andaluz. Y, abriendo la mirada al exterior, comprobamos la frialdad y desprecio del ministro italiano negando abrir los puertos de su país a los barcos que han recogido personas en el mar, la política migratoria de “tolerancia cero” de Donald Trump o la toma de posesión del nuevo presidente de Brasil que, como primeras medidas, anuncia la limpieza entre el funcionariado de aquellas personas con ideas comunistas, la expropiación “legal” y en la práctica del territorio de tribus indígenas o la creación de un Ministerio de la Familia desde el que se impulsan medidas homófobas y en contra de los derechos de las mujeres.

Desde el punto de vista de la convivencia preocupa, y mucho, la puesta en cuestión de la violencia de género, disimulada y descafeinada a través de la “violencia doméstica”, pidiendo la derogación de la ley o la limitación en cuanto a recursos y medios para que la lucha contra ella sea eficaz. Preocupa igualmente la indiferencia ante las muertes de personas migrantes, más de setecientas en nuestros mares, más de tres mil en el conjunto del Mediterráneo durante el año 2018. Preocupan, asimismo, las actitudes racistas, el rechazo al que es diferente por su origen, su color de piel, sus opciones de vida o sus ideas religiosas. Y preocupan, también, los prejuicios y estereotipos sobre determinados colectivos, desde los ancestrales prejuicios hacia el pueblo gitano hasta los estereotipos ante los nuevos inmigrantes, juzgando y condenando a todo un colectivo sin ningún tipo de razones basadas en la realidad.

Pero preocupa, sobre todo, cómo desde instituciones que deberían velar por lo contrario se refuerzan y alientan todas estas situaciones. A nivel mundial y a nivel local. Aprovechando situaciones derivadas de la crisis económica, de la precariedad laboral y social, se estimula la deformación de la realidad, no dudando en acudir a datos falsos para argumentar los planteamientos propios, defendiendo de esta forma actitudes racistas y xenófobas, un machismo indisimulado, la aporofobia y el rechazo al diferente la exhibición de un militarismo sin complejos y la apelación a la violencia. Todo vale, en una nueva reedición del viejo principio de que “el fin justifica los medios”.

Frente a estas situaciones hay quien, lejos de oponerse frontalmente a las mismas, se acomoda a ellas, acepta parcialmente sus postulados, las enmascara bajo simplificaciones de ideas asumibles y, sobre todo, se aprovecha de los beneficios que pudieran reportarle. Se aceptan, de esta forma, planteamientos racistas, xenófobos, machistas, que terminan formando parte de ideas que empiezan a ser aceptadas socialmente. Faltas de apoyos racionales, ocultando los datos que muestren su falsedad, se dirigen directamente a las emociones, despertando sentimientos como el miedo y la ansiedad hacia lo que es presentado como una amenaza a nuestra situación, a nuestro estatus social, a nuestra posición social. La reacción conductual es clara: hay que rechazar, hay que combatir, hay que frenar todo esto, ya que están en juego nuestro bienestar individual y nuestra civilización.

Poco a poco se van creando y desarrollando, de esta forma, actitudes de odio, de rechazo a todo el que es diferente, de desprecio al que es pobre, etc. Actitudes opuestas al ideal de convivencia que defendemos y buscamos para nuestra sociedad, basadas en la aceptación de las diferencias y de la diversidad, en la inclusión, en la creencia de que todas las personas nacemos iguales en dignidad y que tenemos los mismos derechos básicos. De ahí que trabajar la convivencia en positivo, crear las condiciones para que ésta sea posible es una de las tareas imprescindibles para este año que acabamos de iniciar. No bastan ni son suficientes los buenos deseos. Es necesario ponerse manos a la obra, comprometernos en la construcción de la convivencia positiva y hacer de ella una de las tareas educativas prioritarias en nuestra labor docente.

Resulta difícil resumir y concretar cómo se puede llevar a cabo esta tarea, al menos en la extensión y características de este artículo. A título meramente enunciativo, y sin ningún ánimo de ser exhaustivo, se proponen una serie de actuaciones que pueden ser necesarias para el desarrollo de la convivencia positiva en nuestros centros y en la sociedad en general:

  • Trabajar una actitud claramente opuesta a toda forma de violencia y, en particular, contra las que son expresión directa del odio hacia las personas diferentes. No caben actitudes tibias ante la violencia.
  • Trabajar e identificar con los alumnos y alumnas todas las formas de violencia que están presentes en la sociedad. Más allá de las formas visibles y claramente detectables, como puede ser la violencia física, es preciso iniciar al alumnado en el descubrimiento de la violencia estructural presente en la sociedad, en sus leyes, en su estructura económica y social. Es esta violencia estructural la que sostiene y apoya actitudes de odio, la que subyace a muchos de los conflictos actuales.
  • Igualmente, hay que enseñar a identificar la violencia cultural no visible y escondida en las situaciones expresión del odio. Desde la percepción, imagen y emociones que se tienen respecto de las mujeres hasta los estereotipos y prejuicios que se tienen sobre las mismas. Igualmente, sobre todos los colectivos diferentes, sobre los que volcamos nuestro desprecio y odio.
  • La lucha contra la violencia de género debe estar presente en todos los planes de convivencia. Es en estas edades escolares donde se consolidan y se forman las actitudes machistas, los prejuicios y estereotipos que subyacen a la violencia de género, y es ahí donde debe plantearse su erradicación.
  • Es necesario trabajar la convivencia positiva a través de las habilidades y valores que la hacen posible. Así, frente a la deformación de la realidad, trabajar los tipos de pensamiento y el sentido crítico ante la realidad. Frente al discurso puramente emocional, enseñar qué son las emociones, cómo identificarlas y cómo regularlas. Trabajar las habilidades sociales, desde la gestión pacífica de los conflictos a la capacidad de llegar a acuerdos, pasando por una buena comunicación y escucha. Igualmente, desarrollar la apropiación de los valores que hacen posible la convivencia, desde el respeto y la dignidad de todas las personas a la solidaridad con quien más lo necesita, junto con otros valores como el diálogo o el rechazo de la violencia.
  • Por último, y recordando lo planteado en el último artículo, trabajar los derechos humanos en el centro, educar sobre, para y en los derechos humanos, creando un ambiente y organización en torno a los mismos.

Sin duda hay muchos puntos que han quedado fuera y que son importantes. Baste, de momento, tomar conciencia del tiempo que estamos viviendo, de las nuevas dificultades para la convivencia y de la necesidad de adoptar una actitud clara y contundente hacia la convivencia positiva. Y no olvidemos que “quién tiene claro el por qué, encuentra fácilmente el cómo”.

Pedro Mª Uruñuela Nájera. – Asociación CONVIVES

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2019/01/15/frente-al-odio-convivencia/

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En Cuba campaña Evoluciona, por la no violencia

Xaribe Insular/Cuba

Revista Mujeres.- La campaña Evoluciona, por la no violencia hacia las mujeres, la cual abarcará a todas las provincias cubanas se extenderá hasta el 2022.

La iniciativa, impulsada por el Centro Oscar Arnulfo Romero, se inserta en un contexto marcado por el machismo y los imperativos de una sociedad patriarcal, y está dirigida a la población juvenil, para cambiar imaginarios colectivos en torno a la violencia.

Gabriel Coderch, director del Centro, explicó a la prensa que desde el 2006 la institución organiza las campañas contra la violencia, y se han sumado esfuerzos de las federadas, el Centro Nacional de Educación Sexual y el Centro de Estudios sobre la Juventud.

Señaló que se cuenta con fondos recibidos de distintas organizaciones y que la sede central de la campaña será Granma, con diversas actividades, como talleres de capacitación, conciertos, paneles y una bicicletada.

Fuente; http://www.cubainformacion.tv/index.php/genero/79593-en-cuba-campana-evoluciona-por-la-no-violencia
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Bolivia impulsa campaña contra la violencia infantil

América del Sur/Bolivia

Foto: Rosmerys Bernal La Paz, 12 nov (PL) Bolivia impulsa hoy una campaña para promover los derechos de la niñez y combatir todas las formas de violencia contra ese grupo poblacional.
El Ministerio de Justicia de este país, la Empresa Estatal de Transporte por Cable Mi Teleférico y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) anunciaron en esta ciudad la Iniciativa Celeste.

A partir del 20 de noviembre, Día Universal del Niño, la Línea Celeste del Teleférico será reconocida como Línea por los Derechos de la Niñez, para proteger a los más pequeños y sensibilizar a la población sobre estos temas.

La representante de Unicef en Bolivia, Sunah Kim, explicó que ‘el derecho a la vida, la supervivencia, el desarrollo infantil y el respeto a las opiniones de los niños forman parte de esta iniciativa, del reflejo de una voluntad política y de instituciones para impulsar los derechos de la infancia como prioridad’.

Asimismo, el gerente ejecutivo de Mi Teleférico, Cesar Dockweiler, insistió en la necesidad de una participación activa de todas las familias, de la sociedad, empresas e instituciones públicas en la lucha contra ese flagelo.

‘Una sociedad mejor la vamos a empezar a construir a través de poder proponer acciones reales que mejoren las condiciones de nuestra niñez y ese es el propósito que el día de hoy nos une en esta iniciativa’, aseguró.

Por su parte, el ministro de Justicia, Héctor Arce, recordó que ‘los pequeños no cuentan con las condiciones para defenderse, denunciar, pedir ayuda, y muchas veces ni siquiera para darse cuenta de lo que está ocurriendo’.

En ese sentido, llamó a trabajar para prevenir esos sucesos o reducirlos a la mínima expresión, pues, aunque existen las normas, la sociedad debe tomar conciencia y sensibilizarse ante este problema.

La Constitución del país, aprobada en 2009, garantiza los derechos de la infancia, y además existen varias normas que generan mecanismos de protección inmediata en favor de los menores de edad.

Sin embargo, ‘cada 10 días se comete un infanticidio en este país, solamente en 2017 fueron asesinados 84 niños’, lamentó Héctor Arce.

También informó que se reportaron mil 324 casos de violación de niñas, niños y adolescentes, un promedio de tres a cuatro por día, según cifras de la Fiscalía General.

‘Años atrás esos datos eran invisibilizados, hoy tenemos una sociedad en transformación, un proceso de cambio, pero tenemos que ver el lado humano (…) las niñas y niños son el futuro de Bolivia, y todos debemos coincidir en querer una sociedad mejor’, expresó el ministro de Justicia.

jf/rbp

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=228146&SEO=bolivia-impulsa-campana-contra-la-violencia-infantil
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Ministerio de educación de Ecuador por centros docentes sin violencia

América del sur/Ecuador/28 Junio 2018/Fuente: Prensa Latina

 »Más conciencia, menos violencia» es una campaña que desarrolla hoy el ministerio de Educación de Ecuador, en el marco del Plan Nacional de Convivencia Armónica y Cultura de Paz »Más unidos, más protegidos».
La iniciativa consiste en la conformación de un equipo antiviolencia integrado por la máxima autoridad de los planteles, docentes, estudiantes, personal de los Departamentos de Consejería Estudiantil y padres de familia o representantes.

Todos esos actores tendrán la facultad para intervenir y denunciar cualquier tipo de agresión que se suscite en el entorno escolar.

‘Es necesario que todos se informen sobre los casos de violencia en las instituciones, esto solo será posible si recorremos juntos el camino de la paz, es un camino difícil, pero es el único que nos asegura una vida plena’, afirmó el titular de Educación, Fander Falconí, durante la presentación de la propuesta.

Asimismo, advirtió que se deben generar mecanismos de prevención y sanción cuando sea necesario hacerlo, pues nadie está por encima de la ley.

Varios artistas nacionales como Daniel Betancourt y Maykel se sumaron al proyecto, junto a estudiantes del Liceo Panamericano, para entonar la canción ‘No temas más’, que tiene como eje transversal la problemática del llamado bullying; y compartieron mensajes de apoyo y concientización con frases como ‘basta ya de violencia’.

La campaña se aplicará, en una primera fase, en todas las instituciones educativas de Guayaquil, Durán y Samborondón, donde se han registrado más de 130 casos de acoso físico o psicológico durante el período lectivo 2017-2018.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=189964&SEO=ministerio-de-educacion-de-ecuador-por-centros-docentes-sin-violencia
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El Salvador: Organizaciones combaten la violencia con educación

17 Diciembre 2017/Fuente:elsalvador /Autor: Gadiel Castillo

“Es posible y necesario que esta educación les permita a los jóvenes convertirse en actores de cambio en sus entornos de vida en los que se desenvuelven” dice Nelson Cruz, director ejecutivo de Fusalmo»

Manuel Sandoval (nombre ficticio) habita en el reparto Las Margaritas, una área catalogada como de las más peligrosas de Soyapango, zona donde las pandillas acechan contra los jóvenes con la intención de seducirlos para que ingresen a estos grupos delincuenciales.

“Muchos de los que fueron mis amigos en la niñez, con los que jugábamos en la calle e íbamos a la escuela, ahora están involucrados con las maras, algunos de ellos están en las cárceles y otros ya están muertos”, manifiesta el joven Manuel.

De acuerdo con el informe “La nueva cara de las pandillas callejeras: El fenómeno de las pandillas en El Salvador”, basado en una encuesta realizada entre pandilleros y expandilleros, presentado en marzo de este año, el 62.4 % de los jóvenes que se han unido a las pandillas o maras en El Salvador lo hicieron por “ocio” o “amistad.

El 45.7 % de los “mareros” se unieron a la pandilla porque “les gustaba pasar el rato con otros jóvenes y pandilleros”, y el 16.7 % porque el grupo les proporciona “amigos cercanos y hermanos”.

Otro 9.1 % los hizo “por huir de casa”, el 7.5 % “por venganza” y el 5.2 % y 4.9 % para “tener recursos” económicos y para “tener respeto”, respectivamente. Solo el 4.4 % ingresa porque es “forzado”.

En el 2014, Sandoval fue beneficiario del proyecto “Nación Audiovisual”, un eje de Programa Juvenil Integral Juvenil Don Bosco (PIJDB) de la Fundación Salvador del Mundo (Fusalmo) que desde el 2004 desarrolla proyectos como este en el Polideportivo España en Soyapango.

Sandoval cuenta que el PIJDB le cambió su perspectiva de vida, le enseñó cómo actuar frente a los problemas de violencia que se viven a diario en la zona donde reside. “En Nación Audiovisual aprendí diseño gráfico y otras áreas relacionadas con la tecnología, acompañado de mis clases también recibía clases de cultura de paz”, agrega.

El beneficiario comenta que el ambiente que se vivía en el programa y todo el conocimiento proporcionado hizo que encontrara en el PIJDB otra familia, motivo por el cual decidió devolver parte de lo que había recibido.

Ahora Sandoval pertenece a la Red de Juventudes de Fusalmo, un colectivo integrado por jóvenes beneficiarios de los distintos programas que la institución imparte y en la que la mayoría se desempeñan como voluntarios.

“Mi experiencia como voluntario en Fusalmo ha sido muy excepcional porque de esta forma aporto algo de lo que a mí se me dio. Fue mucha la ayuda que recibí pues me permitió salir de mi zona de confort”, afirma.

Al igual que Sandoval más 70,000 estudiantes han sido beneficiados por Fusalmo, desde el 2004, a través de la educación como una herramienta para prevenir la violencia, enfocada en jóvenes que se encuentran en condiciones de riesgo y limitaciones socioeconómicas.

Esta fundación desde hace más de doce años, apuesta al Programa Integral Juvenil Don Bosco (PIJDB), que constituye una oferta educativa complementaria al sistema educativo formal del Ministerio de Educación.

Ante las limitaciones experimentadas en ciudades importantes por su densidad poblacional y la problemática de violencia que enfrenta la niñez y juventud, las cuales se encuentra amenazada por condiciones de vulnerabilidad económica y social es que este tipo de iniciativas toman relevancia.

El Programa se desarrolla en los tres polideportivos Don Bosco, en las principales ciudades del país Soyapango, San Miguel y Santa Ana.

A lo largo de estos más de 12 años de servicio de la Fundación se han beneficiado un promedio de 100 escuelas de la zona, ubicados en áreas conflictivas, que no cuentan con espacios para el deporte y que carecen de centros de cómputo.

Colonias como: Las Margaritas, La Campanera, 14 de Diciembre, Prados de Venecia, Guadalupe, San José, Altavista han sido algunas de las que forman parte del proyecto y en el que sus estudiantes una vez por semana hacen uso de las instalaciones del Polideportivo para educarse en el programa que más se adecue a ellos.

De acuerdo con el director ejecutivo de Fusalmo, Nelson Cruz el PIJDB complementa las acciones correspondientes a la escuela, como la educación física, la educación tecnológica y la educación en cultura de paz con atención a la familia.

“El programa contribuye así, desde el enfoque de los derechos humanos y el carisma salesiano, a través del sistema preventivo, a brindar educación en sectores donde las escuelas tienen limitaciones en su infraestructura, sus espacios y de recursos que no les permite desarrollar todas las áreas de formación importantes para el desarrollo de la niñez y la adolescencia” asegura Cruz.

De acuerdo con esta fundación la educación debe ser integral, que atienda la dimensión humana de los jóvenes, que fortalezca su espiritualidad como personas y que los aliente a ser protagonistas de su desarrollo en medio de su contexto de vida, aun cuando este pueda ser adverso.

Estos aspectos, en conjunto, hacen que la educación se convierta en un recurso para prevenir la violencia.

Fusalmo se enfoca en las áreas educativas de tecnología, cultura de paz, orientación vocacional y educación física.

A juicio del director, estas responden a las necesidades y demandas de formación de los jóvenes, además son áreas educativas que los centros escolares públicos no logran desarrollar debido a las limitaciones de infraestructura y recursos que no poseen.

Otro de los ejes educativos muy significativos según el testimonio de Sandoval es cultura de paz, el cual brinda los fundamentos para sensibilizar a los jóvenes en la prevención de la violencia y en el fomento de una convivencia pacífica.

Es por esto que los aprendizajes están orientados a que los jóvenes identifiquen las expresiones de violencia y a ser más protagonistas de su desenvolvimiento y en su relación con su entorno.

“Uno de joven es más vulnerable ante esos problemas, vivo en una zona asediada por la violencia, conocer el programa me permitió llevar una vida diferente a la que llevan muchos de los jóvenes que crecieron conmigo”, comenta Sandoval.

Impactos

De acuerdo con algunos jóvenes el alcance de este programa ha incidido al interior de sus familias y en el centro escolar a los que asisten.

Un impacto que es común entre los jóvenes es haber aprendido a valorarse más a sí mismos, a sentir amor propio y sentirse personas capaces de lograr cosas para su vida.

A juicio de Cruz en el entorno que se desenvuelven estos jóvenes, es sumamente importante fomentar la autoestima, ya que esta es un recurso que les permite hacerle frente a las condiciones desfavorables que experimentan.

Otro elemento clave es la sensibilización hacia las diferentes manifestaciones de violencia y la concientización de asumir una actitud en contra de ella y actuar de forma pacífica.

Es evidente que erradicar la violencia es una meta compleja para procesos educativos complementarios en los jóvenes. “Es posible y necesario que esta educación les permita a los jóvenes convertirse en actores de cambio en sus entornos de vida en los que se desenvuelven”, enfatiza Cruz.

Transformando vidas a través de la educación

El programa Supérate guarda similitudes con el PIJDB ambos nacieron en el año 2004 y han encontrado en la educación un mecanismo de ayuda para los jóvenes de escasos recursos económicos y que se ubican en zonas con altos índices delincuenciales.

Supérate es un programa que va enfocado a educación, a transformación de vidas y a prevención de la violencia. Los jóvenes permanecen de lunes a viernes por cuatro horas. Eso significa que estudian a tiempo completo.

Para el Director General del programa, Arturo Sagrera, en muchas ocasiones los jóvenes caen “en caminos equivocados”, debido a la falta de oportunidades, “por eso en el programa buscamos brindarles oportunidades como una opción de invertir su tiempo en actividades provechosas”.

Supérate fue creado en por la Fundación Sagrera Palomo e Hilasal como una iniciativa de Responsabilidad Social Empresarial. El programa cuenta con siete centros a nivel nacional, dos en Panamá y uno en Nicaragua. Hasta la fecha esta iniciativa ya graduó a casi 2,000 jóvenes y tiene activos a un total de 1,988 alumnos en el país.

Para ser parte del programa los jóvenes deben pertenecer al sistema de educación pública. La beca es para tres años. Jennifer Calles, de 15 años, es beneficiaria de Supérate, y lleva un año estudiando las materias de Valores, Inglés, Computación y Matemáticas. “Todo tiene que ver con la responsabilidad y compromiso con el programa, se lleva una gran presión tanto de la escuela como de acá, porque en los dos nos exigen bastante, pero creo que es un buen manejo de la organización de la persona para poder llevar las dos cosas al mismo tiempo”, agregó.

Según un estudio de esta organización, del total de graduados, actualmente el 55% sólo estudia, el 42 % estudia y trabaja y 8 % solo trabaja.

De acuerdo con Sagrera, el programa es auspiciado por empresas y fundaciones salvadoreñas que están comprometidas con el desarrollo económico y social del país, entre ellas ADOC, Hilasal, CASSA, Fundación Poma, Industrias Merlet y Fundación Raíces. El proyecto cuenta con el apoyo del gobierno de Estados Unidos, a través de USAID, y de Microsoft.

Cada centro escolar patrocinado ejecuta capacitaciones para alumnos y maestros en las áreas de inglés, computación y valores de forma complementaria, y paralela a los estudios de instituciones públicas.

Al finalizar el programa, obtienen certificaciones internacionales que garantizan un dominio avanzado del Inglés y el manejo eficiente de las herramientas de Microsoft Office.

Fuente de la noticia: http://www.elsalvador.com/noticias/nacional/430302/organizaciones-combaten-la-violencia-con-educacion/

Fuente de la imagen: https://cdn-pro.elsalvador.com/wp-content/uploads/2017/12/Supérate

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Violencia, seguridad y derechos humanos

Violencia, seguridad y derechos humanos

Pablo Emilio Angarita Cañas. Jesica Vega. [Editores] 

Pablo Emilio Angarita Cañas. Iban Trapaga. José Guadalupe Rivera González. Isabel Aguilar Umaña. Markus Gottsbacher. Gladys Rocío Ariza Sosa. Diego Alveiro Restrepo Ochoa. Jesica Vega. José Luis Coronado. Olivia Aguirre Bonilla. Adán Cano Aguilar. Marcos Jacobo Estrada Ruiz. Gracia Emelia Chávez Ortiz. Alejandro Botero Carvajal. Lina Marcela Quiceno. [Autores de Capítulo]

ISBN 978-987-722-250-0
Universidad de Antioquia. Universidad CES. Universidad de Guanajuato. CLACSO.
Medellín.
Junio de 2017

Los capítulos que componen este libro tienen en común la exposición de diversas situaciones de violencia e inseguridad en lugares muy distantes del continente americano, desde una ciudad como Medellín, pasando por los países centroamericanos del Triángulo Norte, y recorriendo varios estados mexicanos hasta llegar a las cárceles de Texas, en Estados Unidos. En medio de estos disímiles territorios, encontramos que los textos aquí publicados tienen en común la descripción de la situación de violencia e inseguridad, contextualizada en sus orígenes próximos y remotos, acompañada de análisis críticos de las políticas aplicadas en los últimos años para enfrentar la violencia y la inseguridad en las calles y en las cárceles, todos ellos sustentados con evidencias empíricas y contrastados con otras investigaciones o teorías consideradas ya clásicas en el acervo de la criminología crítica. 
En todos los estudios contenidos en este libro, sobresale como aspecto común el protagonismo de los jóvenes involucrados en situaciones de violencia, además de principales destinatarios de las políticas de seguridad, casi siempre centradas en la represión y muy escasamente en alternativas preventivas eficaces. Son llamativas, aunque no sorprendentes, las coincidencias de casi todos los autores de este libro, al señalar el fracaso de las políticas de seguridad.
En todos los capítulos de esta obra, el lector encontrará diversas alternativas frente a los problemas estudiados, las cuales se mueven en variados horizontes políticos. En algunos casos se trata de propuestas detalladas, en lo que tradicionalmente se considera “reformismo político”, y en otros se exponen opciones ubicables en perspectivas más cercanas a las llamadas utopías deseables; que puedan ser alcanzables o no, es un asunto que dejamos a juicio del lector.
Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=1250&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1187
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