Mundo: UNIR implementará un sistema de ‘proctoring’ para garantizar la calidad de las evaluaciones

Mundo/19-07-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

Los exámenes de UNIR se enfocan más en el razonamiento que en la memoria. Y utilizan herramientas digitales que evitan el plagio y garantizan la equidad de la evaluación.

Debido a la pandemia del Covid-19, diversas instituciones educativas han tenido que cambiar su metodología de evaluación presencial a modalidad en línea.

La Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) experta en educación en línea, no fue la excepción. Hasta la fecha, UNIR realizaba la toma de exámenes de manera presencial para garantizar un sistema de evaluación de calidad, justo y seguro.

¿Cómo lograr una evaluación en línea que no pierda estas tres características? Rubén González, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la UNIR, explica que han desarrollado aplicativos informáticos que permiten garantizar la autenticidad de la evaluación.

Estrategias

UNIR ha optado por remplazar los exámenes memorísticos “que son susceptibles de ser copiados” por evaluaciones que se apoyan más en el razonamiento.

“De esta manera, se ha permitido a los alumnos incluso que tuvieran apuntes. Lo que importa es la capacidad para resolver el problema planteado”, dice González sobre los cambios implementados en los exámenes.

Desde el punto de vista tecnológico, la universidad desarrolló una aplicación que “de manera incremental, ha ido vigilando cada vez más exhaustivamente a nuestros alumnos, dentro del campus virtual”, explica González.

Dicha herramienta valida documentos de identificación que generan sistemas de bloqueo. Este mecanismo impide que el estudiante pueda consultar durante el examen páginas de Internet que no estén permitidas.

Herramientas telemáticas

González anuncia que están desarrollando un sistema con ‘proctoring’. Esta herramienta permite realizar evaluaciones allá donde se encuentre el estudiante, y pueden ser monitoreadas y vigiladas desde diferentes lugares a través del empleo de recursos telemáticos.

“Tendremos la posibilidad de hacer un estudio biométrico en el momento del examen para constatar que no se produce ninguna suplantación de identidad”, explica el vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de UNIR.

La herramienta será sometida a diversos estudios y proyectos piloto antes de ser implementada, ya que para UNIR resulta fundamental precautelar la seguridad informática de los estudiantes.

Se espera poder aplicar este sistema para septiembre próximo, según González. Pero antes se realizará una prueba con los estudiantes, pues es necesario que ellos lo autoricen.

Experiencia

UNIR inició las evaluaciones en línea a mediados de marzo de este año, ante la imposibilidad de viajar debido al coronavirus.

En UNIR, cada asignatura tiene hasta 10 modelos de examen distintos.“Rendir un examen virtual generaba mucha incertidumbre en los alumnos”, dice González. Por este motivo, UNIR trabajó con los estudiantes desde el primer momento. Así se logró que los estudiantes desarrollen la confianza necesaria para realizar una evaluación a distancia. “Con un soporte muy grande por parte de los tutores, hemos conseguido que los alumnos estén realmente satisfechos con la experiencia”.

Rubén González, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la UNIR.

Para el mundo educativo, la pandemia ha sido una revolución, un incentivo. Lo que nunca hubiésemos planteado en una circunstancia normal, ha ocurrido de repente en solo tres meses”. Rubén González, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la UNIR.

A través de la tecnología, hay que lograr que el sistema educativo sea cada vez más satisfactorio para nuestros alumnos”, Rubén González, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la UNIR.

Rendimiento

Uno de los datos relevantes de este mecanismo de evaluación, dice González, es solventar las dudas sobre si es más difícil aprobar con exámenes presenciales o virtuales, o si es más fácil copiar o no.

“Para resolver estas inquietudes realizamos un estudio comparativo de los resultados del examen en línea y descubrimos que la situación es la misma”, hace énfasis González.

Es decir, el número de aprobados y suspensos no ha variado con el cambio de modalidad. “En realidad, los estudiantes que durante el curso académico lo han ido haciendo bien, terminan aprobando”.

El campus virtual acoge a más de 40 mil alumnos; con la pandemia los ingresos simultáneos aumentaron al punto de tener hasta 5 mil usuarios en una hora, sin que la página haya colapsado.Otra estrategia que dificulta que se cometan fraudes durante las evaluaciones consiste en elaborar hasta 10 modelos de examen por cada asignatura: “Vamos combinando los modelos de examen por países y por franjas horarias, de manera que es muy difícil que se difundan las pruebas, porque no coinciden entre países y franjas”.

La UNIR trabaja arduamente para conseguir que cada evaluación tenga el mismo grado de dificultad.

Campus virtual, para sentirse ‘en casa’

Entrar a la evaluación a través de la plataforma (campus virtual) UNIR “ha disminuido el miedo de los alumnos”, ya que están familiarizados con el espacio, dice González.

El estudiante ingresa con su usuario y contraseña, y encuentra la sección ‘Exámenes’.  El campus virtual permite que los docentes vean la hora de ingreso y salida del alumno, para que luego puedan calificar la prueba.

El actual reto de la evaluación virtual “crea un modelo más maduro, más sólido y con mayor calidad”, concluye el experto.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102323041/unir-implementara-un-sistema-de-proctoring-para-garantizar-la-calidad-de-las-evaluaciones

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José Antonio Marina: “Los padres de hoy tienen miedo a educar”

España / 29 de octubre de 2017 / Autor: José Antonio Marina / Fuente: El Independiente

 El filósofo y pedagogo José Antonio Marina cree que el miedo a tomar decisiones educativas y el pasotismo por la desconfianza en el sistema son los mayores errores de las familias.

Si el 65% de los empleos que tendrán los niños de hoy aún no existen, ¿cómo educamos a los niños para un mundo desconocido?” El reconocido filósofo y pedagogo José Antonio Marina empatiza con unos padres de hoy a los que ve “perdidos” y “angustiados” ante la educación de sus hijos.

“No saben si se pasan o no llegan, no quieren ser ni autoritarios ni permisivos… los padres de hoy tienen miedo a educar”, reflexiona el filósofo, que lleva 10 años tratando de ayudar a las familias con su proyecto La Universidad de Padres.  Con él, Marina se ha dado cuenta de que los dos grandes errores de los padres de hoy en día son ese miedo a educar y “una desconfianza en el sistema que les genera pasotismo”. “Como el sistema no funciona, para qué voy a hacer nada, se dicen los padres. Pero hay que recuperar lo que es bueno para nuestros hijos y para la sociedad, aunque requiera un esfuerzo”, reivindica el pedagogo.

Esta universidad, que como reconoce Marina seguramente no hubiera tenido sentido hace 30 años, fue tomando forma en la cabeza del filósofo mientras veía cómo los padres estaban cada vez más desconcertados ante la educación. “El mundo se ha vuelto más complejo, los niños tienen disponibles más fuentes de información y sus padres, menos tiempo. Esto coincide con que las estructuras familiares están más resentidas y hay una abrumadora presencia de las nuevas tecnologías”.

Un cóctel molotov que el filósofo ataca con lo que llama la “educación del talento”. “La inteligencia no va de tenerla, sino de saber usarla. Hay situaciones en las que el niño no sabe dirigir su inteligencia, por miedo, por timidez, por falta de voluntad… y hay que enseñarle a dirigirla”, explica Marina. Esa dirección se basa en la capacidad del niño de elegir bien sus metas, de manejar la información oportuna, de gestionar sus emociones y de tener “virtudes ejecutivas”, como la de afrontar la frustración, saber hacer planes o disfrutar de lo bueno.

En cada edad, el niño tiene que conseguir afianzar una serie de herramientas o capacidades que, si no se adquieren, luego resultan mucho más difíciles de conseguir. “Muchos padres no saben lo importante que es fomentar la confianza en uno mismo cuando los niños son muy pequeños”, dice el filósofo, “o la importancia de que antes de pasar a secundaria, controlemos tres cosas del niño: que tenga comprensión lectora, que tenga buenas relaciones sociales y que no sea agresivo. Cualquiera de estos problemas, si no se aborda antes, se puede enquistar y volverse más grave”.

Así, por las diferentes etapas que suponen los años del niño del nacimiento a los 16, se estructura el programa formativo anual que ofrece a los padres información clasificada en tres bloques: qué le pasa a los niños en esa edad, qué hábitos hay que fomentar en esa edad y cómo afrontar los problemas que surgen de forma habitual en ese período.

“Creamos todo un campus virtual donde los padres pueden hablar y comentar cosas que les preocupan entre ellos, como cuánto darles de paga o hasta qué hora dejarles salir… y foros donde les recomendamos películas y organizamos talleres de temas que les interesen. Uno de los que más éxito tienen es el de parejas, porque no todos los problemas a la hora de educar los generan los niños”, añade Marina.

Los niños sólo necesitan tres cosas

Sólo tres cosas necesitan los niños, según José Antonio Marina, para crecer felices y sanos en todos los sentidos.

  • Ternura y cariño, que se sientan queridos. No solo de niños sino también de adolescentes, aunque lo rechacen, lo quieren.
  • Límites. Los pequeños necesitan tener acotados unos límites. Si no los conocen, cuando se ven solos se encontrarán perdidos.
  • Comunicación. Es algo que lleva tiempo, que exige dedicación, que implica prestarle atención aunque sepamos que lo va a decir es una tontería.

Sí a los deberes en primaria

Dentro de este método, el pedagogo es partidario de los deberes como parte de las responsabilidades “que a partir de los cuatro o cinco años los niños están preparados para asumir”. “Antes la educación era muy autoritaria y eso tiene cosas muy malas, pero teníamos sentido del deber. Ahora para hacer cualquier cosa el niño tiene que estar motivado y eso no siempre puede ser así”, añade.

Una de las claves educativas es que las bases se establezcan pronto. “Si unos padres no han fomentado la comunicación con su hijo desde pequeño, recuperarlo cuando sea adolescente será prácticamente imposible. Ahí la única solución prácticamente será acudir a un psicólogo”, afirma.

Por eso, Marina advierte a los padres de hoy que tratan de compensar su falta de tiempo con una sobreprotección de que tienen que enseñar a sus hijos desde pequeños a tomar decisiones. “Si un niño crece sin ser capaz de tomar sus propias decisiones las tomará el grupo y si el grupo es malo, entonces tienen un problema muy serio. Prácticamente la única razón por la que recomendamos a unos padres que cambien a su hijo de centro educativo es si se ha integrado en un mal grupo”, asegura Marina.

La educación no es un fin, sino un punto de partida

El filósofo, que no elude hablar sobre la situación en Cataluña, reconoce que en la tarea de la educación todas las naciones y todas las religiones “siempre han querido adoctrinar”. “El sistema educativo padece una especie de adolescencia romántica, toma como importantes las cosas que no lo son y cree que es un fin, cuando es solo el punto de partida”, cree Marina, que lamenta que “se intente mantener un sistema educativo del siglo XIX, en el que todos piensan lo mismo”.

Al filósofo le preocupa que se generen sesgos ideológicos, porque “la ideología es a la escuela lo que la mixomatosis al conejo, una plaga que puede terminar con ella”. Por eso, el filósofo anima al diálogo y a que se tomen los problemas uno a uno, con calma, “porque las cosas no se pueden resolver en un cuarto de hora”, y no cronificar el problema.

Fuente del Artículo:

José Antonio Marina: “Los padres de hoy tienen miedo a educar”

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