Por: Nieves Mira
El sector prevé este año una disminución del 40% de los alumnos que irán fuera a pasar el curso.
El coronavirus ha alterado indudablemente el ritmo de los países, y también muchos planes de futuro de quienes pensaban viajar, estudiar o emprender un nuevo rumbo en los próximos meses. Sin embargo, son muchos los alumnos que tenían tomada la decisión de pasar el próximo curso en el extranjero y que continúan en su empeño, según informan desde Aseproce, la patronal que agrupa a promotores de cursos en el extranjero.
Este sector mueve a una gran cantidad de alumnos que -de todas las edades- salen a estudiar y formarse fuera, en colegios o universidades de todos los países. Aproximadamente, según informa Óscar Porras, presidente de la asociación, unos 10.000 estudiantes se instalan en otro país cada año con fines académicos. Para este año la previsión es que el descenso de estos alumnos, por la situación pandémica actual, ronde el 40%. Sin embargo, desde el sector animan a que se planteen su decisión y no dejen pasar esta oportunidad: «Se puede estar tan cerca y tan seguro en Canadá o Gran Bretaña como en otra provincia española», afirma Porras. Con el final del curso tan atípico de este año, las agencias adheridas a Aseproce ofrecieron, según informan, la opción a estos alumnos de volverse a casa o seguir el curso en su destino de forma telemática.
Una experiencia que engancha
Muchos volvieron entre los meses de marzo y abril, cuando másazotaba la pandemia en España, pero otros tantos decidieron quedarse. Como es el caso de Analía, que se encontraba en Terranova (Canadá) en ese momento. Según cuenta, el aislamiento allí resultó fácil, sin vuelos ni ferri que los uniera con la península de Labrador, Terranova se cerró al máximo, pero los miembros de cada hogar podían salir de casa en bicicleta, a pasear por las montañas o a otras zonas de la isla. Volvió a España el 6 de mayo, pero este mismo mes de septiembre regresa a Canadá para iniciar sus estudios de Medicina en una de las mejores universidades del país, según cuenta emocionada. «Ir a estudiar fuera te cambia como persona, te hace madurar. Cuando vuelves a casa eres una persona nueva, más independiente, creces, te haces mayor. La experiencia personal es increíble».
Analía ya tiene experiencia en estudiar fuera: ha cursado previamente dos años escolares en Estados Unidos y Canadá, por lo que sabe que estar lejos de la familia «es duro, y más cuando eres muy familiar, pero al final conoces gente nueva con la que contar y te hace sentir como en casa». Según cuenta, la familia adoptiva con la que ha convivido este año es ya parte de su propia familia: «Me quieren y me siento igual de protegida y afortunada que con mi familia en España». Esta joven de 18 años lanza un mensaje de tranquilidad: «La enfermedad va a estar en todos los sitios, ¿por qué no voy a vivir la experiencia? Sobre todo si vas a un lugar seguro como es Canadá. Voy a cumplir mi sueño que es estudiar la carrera de Medicina en Terranova. Mi familia se encuentra tranquila, saben cómo voy a estar allí y es un país seguro. No puede pasar nada».
Una oportunidad única
También al otro lado del Océano Atlántico se instalará el próximo curso Naroa, una bilbaína de 15 años que comenzará en Estados Unidos el primer año de bachillerato el próximo mes de septiembre. Ella ya ha cursado varios talleres y campamentos de verano en el país norteamericano, en Washington y Portland, además de 2º de ESO en Irlanda. La joven es positiva, y piensa que «para septiembre todo volverá a la normalidad». Si algo ha aprendido, según cuenta, es que «cualquier persona con la oportunidad de irse fuera debe aprovecharla. Ojalá todos pudiéramos probar la experiencia». Pero también valora lo que una vivencia así puede aportar en el futuro a su currículum laboral: «Vivir fuera es el mejor entrenamiento para el futuro profesional».
Según cuenta Óscar Porras, «los jóvenes no tienen ningún problema en cuanto a continuar con la decisión de viajar al extranjero para cursar sus estudios. Son los padres los que están más atentos a la situación, y quizá algo más reacios», pero insiste en animar a sus hijos y superar las reticencias que puedan surgir. Si estando en el extranjero surgiera algún brote importante en el país o el alumno necesitara ser hospitalizado, Porras insiste en que estos cuentan con cobertura de asistencia médica en destino que cubre el coronavirus. «Una de las garantías que deben cumplir las agencias es tener habilitada una línea de comunicación permanente para familiares en caso de que lo requieran, gracias a un coordinador en destino al que contactar ante cualquier circunstancia», cuenta. El seguro de agencias de la patronal incluye entonces tanto asistencia médica con amplia cobertura como un apoyo a las familias para facilitar los traslados en caso de que sean necesarios. «El objetivo es que con información suficiente y un operador de viajes profesional, hasta las distancias más largas parezcan cortas», añade.
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-analia-comienza-universidad-extranjero-covid-19-esta-todos-sitios-no-vivir-experiencia-202008120114_noticia.html