América del Sur/Ecuador/El Comercio
Los candidatos a la Presidencia de la República han delineado la hoja de ruta que aplicarán en su gobierno, en materia de educación, en caso de ganar las elecciones el próximo 2 de abril.
EL COMERCIO buscó profundizar las ofertas delineadas en los planes de gobierno de los candidatos Guillermo Lasso (Creo) y Lenín Moreno (Alianza País), con preguntas puntuales para cada uno en el ámbito de educación. Aquí las respuestas de sus equipos de trabajo.
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1. CREO:
Voucher educativo y la opción de ir a escuela privada ¿Ustedes creen en el copago en educación?Esto en relación a educación general básica y bachillerato. En su plan de gobierno hablan de redirigir los recursos destinados a la educación pública hacia los padres de familia directamente. ¿Cuál es la idea?
En efecto, nuestro planteamiento es empoderar a los padres en la educación de sus hijos y darles libertad para elegir el tipo de educación que desean para ellos. Mediante este mecanismo se generará un mayor compromiso de los padres dentro del proceso educativo y su voz tendrá un peso decisivo en él. Asimismo apuntamos a que las instituciones educativas tengan más independencia y puedan adaptarse a las diferentes necesidades de los ecuatorianos, de esta forma los padres podrán elegir si prefieren que sus hijos asistan a una institución pública o privada a través del método de los vouchers educativos. Prevemos una amplia etapa de discusión desde la sociedad civil, previa a la implementación de este programa, para que tenga la legitimidad que necesita.
¿Cómo funcionaría esa opción de que el padre o madre opte por permanecer en el sistema de educación pública o migre al sistema de educación privada o comunitaria, según sus preferencias? Eso se lee textualmente en su plan. ¿Pueden dar un ejemplo?
Esta opción funcionará a través del mecanismo de subvención estatal por alumno que abarcaría a los establecimientos educativos públicos y privados. Utilizando esta subvención, los padres tendrán la opción de decidir a qué tipo de institución irán sus hijos porque la subvención sigue al estudiante cuando el padre de familia decide un cambio. Este mecanismo se ha aplicado en varios países con mucho éxito, como es el caso de Chile, con el objetivo de hacer frente a los problemas de calidad que existían en las escuelas públicas. Este ha logrado que la educación en estos países mejore y que exista un mayor nivel de satisfacción entre los niños, padres y profesores.
¿A qué se refieren con flexibilizar los contenidos? En su plan está la idea de cambiar el currículum? ¿De ofrecer contenidos mínimos? ¿Más colegios como los que ofrecen Bachillerato Internacional?
El proceso de enseñanza aprendizaje no es estático ni debe ser centralizado, tiene que responder al entorno de los niños y jóvenes, a su día a día. La idea no es reemplazar el programa completo, sino mantener las materias básicas que deben cubrir los estudiantes y al mismo tiempo liberar del 25% al 30% de la carga horaria para permitir que las escuelas y sus docentes tengan la flexibilidad de distribuirlo entre las materias que, a su criterio, respondan a esta adaptación al entorno. En el tema de incorporar a Ecuador a mediciones internacionales a qué se refieren, ya que eso está en marcha ya en el país. El año pasado se aplicaron las pruebas pilotos de PISA.
¿Cuál es el cambio que proponen en ese tema?
Además de PISA, existen otras organizaciones internacionales que se dedican a hacer mediciones en el sector educativo en varios campos, no solamente en la educación básica sino también en todos los niveles de educación. Incorporar más mediciones es necesario para preparar a nuestros jóvenes para un mañana cada vez más globalizado y competitivo.
En cuanto a las universidades, ustedes proponen que haya libre ingreso y ya se eliminen los sistema de admisión, ¿no más pruebas? ¿Con qué reglas las universidades públicas elegirán el número de estudiantes que pueden aceptar en las carreras? Por ejemplo en medicina hay mucha demanda.
Nuestra propuesta es darle la autonomía y libertad a las universidades para que apliquen sus propios sistemas de admisión y no tengan que regirse a un sistema impuesto por el Gobierno. Las universidades utilizando criterios propios podrán definir el número de estudiantes que pueden aceptar. Es la oferta educativa la que debe irse adaptando a la demanda, no al revés.
¿Qué reformas legales harán para eliminar la Senescyt? ¿Cuánto cuesta su mantenimiento para entender lo significativo que sería usar ese dinero para nuevas becas?
Para otorgar autonomía a la educación superior se realizarán reformas a la Ley Orgánica de Educación Superior. Sin perjuicio de que, antes de eso, se realicen también reformas dentro de la función Ejecutiva para suprimir esta secretaría, y se reasignen a otra institución las funciones que deben conservarse para la continuidad de los programas en marcha. Para diciembre de 2016, la Senescyt gastó $58 millones y apenas destinó $9 millones en becas. Es decir, casi el 85% del gasto de la entidad se va en el mantenimiento de la institución, no a los programas que son propiamente de educación superior.
2. Alianza País: La apuesta en lo fiscal se mantiene
Lenín Moreno, en el Diálogo, organizado por este Diario, habló de “universidad para todos” y anunció la creación de 40 universidades técnicas. Brevemente expliquen si se eliminará el examen de ingreso a la universidad, conocido como ENES, que desde este año se fusionó con el SER Bachiller.
Mantendremos el examen de ingreso a la universidad porque es un instrumento que valora la meritocracia y que rompió con las viejas prácticas de la “palancocracia”, de la asignación de cupos en función del azar), del “amiguismo” con autoridades, o la elitización producida por exámenes de conocimiento que discriminaban a gente pobre con potenciales capacidades para estudiar en la universidad.
¿Habrá algún ajuste al sistema?
Evaluaremos el sistema de admisión y nivelación para incrementar las posibilidades de ingreso de los jóvenes a la universidad. Las Universidades tendrán una relación más cercana con el proceso de admisión, aplicarán mecanismos propios y diferenciados de ingreso y ofertarán cursos propedéuticos que nivelen los conocimientos de los jóvenes para facilitar el acceso de los jóvenes a la Universidad.
¿Qué pasará en cuanto a la inversión en educación superior, disminuirá o se mantendrá?
No desfinanciaremos a la universidad pública ecuatoriana como lo hicieron los gobiernos del pasado. Sostendremos la inversión en educación superior, que actualmente es del 2% del PIB y la incrementaremos progresivamente para fortalecer la oferta pública de educación superior sobre todo en las provincias y en las carreras con mayor demanda.
¿Se mantendrá la Senescyt?
El candidato de la oposición ha reiterado que eliminará esta secretaría. La Secretaría Nacional de Educación Superior se mantendrá. Necesitamos una instancia gubernamental que proponga las políticas y los programas de inversión orientados a democratizar con calidad la educación superior, para trabajar conjuntamente con las universidades en procesos de mejora continua de su calidad y para garantizar los derechos de los estudiantes. Su supresión impactaría negativamente las políticas de becas, de cuotas, el fortalecimiento de la formación técnica y tecnológica, la pertinencia, el fomento de la investigación e innovación y la garantía de la gratuidad. Sobre las 40 universidades que ofrecen, ¿serán universidades técnicas o institutos? Las 40 universidades técnicas y tecnológicas se construirán con una inversión de $200 millones, la oferta de formación responderá a las vocaciones productivas de las provincias y las necesidades de transformación productiva del país. Trabajaremos con el sector productivo para vincular la formación técnica con sus actividades e impulsar la política de “formación y trabajo” para los jóvenes ecuatorianos.
¿Qué pasará con las becas para estudiar en el extranjero?
Mantendremos la tendencia de adjudicación de becas para estudios en el exterior, triplicaremos el número de becarios “Eloy Alfaro” que reciben ayuda económica destinada a personas pobres, históricamente excluídos e impulsaremos un programa de becas de posgrado nacional en carreras pertinentes. También fortaleceremos la política de créditos educativos a tasas diferenciadas pero de ninguna manera la política de créditos sustituirá la política de becas en universidades ecuatorianas y extranjeras.
¿Mantendrán la educación pública tal como hasta ahora, esto en relación a la gratuidad de la Educación General Básica y Bachillerato?
La gratuidad de la educación general básica y el bachillerato se mantendrá, para nosotros son un derecho no una mercancía. Hemos alcanzado la universalización de la educación básica y ahora el desafío es mejorar la calidad y lograr la retención de los jóvenes en el bachillerato. Para ello crearemos un incentivo económico para que los jóvenes más pobres y vulnerables se titulen y continúen con sus estudios universitarios o tengan mejores condiciones para conseguir un trabajo.
¿Continuará la inversión en las escuelas del milenio?
Continuaremos con la construcción de las escuelas del milenio planificadas pero evaluaremos la política de reordenamiento de la oferta educativa para invertir en el mejoramiento de la infraestructura de las escuelas comunitarias, y pondremos en marcha un programa de transporte escolar para que los niños y jóvenes lleguen seguros a sus escuelas. Fortaleceremos la política de mejoramiento de la calidad poniendo toda nuestra atención en los docentes ecuatorianos con programas de maestrías, capacitación continua y una política salarial que valore sus méritos y su trabajo.
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