Libro: Investigación Cualitativa – Claves teóricas y prácticas

Título: Investigación Cualitativa – Claves teóricas y prácticas
Autor: Julio C Valdez
Depósito Legal: DC2018000259

Prefacio

Pretendemos mirar los métodos cualitativos de investigación desde sus propias conceptualizaciones y prácticas, no solo como forma de revalorizar y potenciar sus visiones y posibilidades metodológicas, sino también como una forma de desarrollar ideas, pautas y criterios para repensar la ciencia social en general.
Es cierto que los métodos de investigación cualitativa han venido incrementando su campo de influencia y su empleo en diversos programas de postgrado y también de pregrado en todo el mundo, incluyendo, por supuesto, nuestra América Latina. No obstante, desde nuestras experiencias educativas y referentes informativos, nos atrevemos a señalar que existe una gran ausencia de claves teóricas y referenciales para comprender esta investigación en toda su diversidad y complejidad, lo que genera limitaciones y ambigüedades significativas a la hora de asumir sus propuestas metodológicas.
Creemos oportuno, en fin, mirar los métodos cualitativos como posibilidades abiertas de prácticas investigativas que requieren aún la oportunidad de ser repensadas resignificadas- desde nuestra realidad venezolana actual, es decir, desde una sociedad que pretende alcanzar progresivamente una revolución en todos los ámbitos, incluyendo en el mundo de la creación y producción científica y tecnológica.
Los métodos cualitativos, por su carácter de incompletitud, su flexibilidad y giro creativo, pueden contribuir no solo a la búsqueda de una cada vez mayor comprensión de la realidad, sino también a la creación y producción de una diversidad de posibilidades teórico-metodológicas. En tal sentido, nuestra propuesta no es exaltarlos o reificarlos, sino someterlos a miradas críticas y de búsqueda fecunda, intentando incrementar a la vez tanto su pertinencia como las necesarias rigurosidad y confiabilidad. Y ello a partir de las búsquedas diversas y arriesgadas que hemos emprendido para fortalecer y reorientar este proceso histórico que vivimos, que nos convida constantemente a un replanteamiento de la ciencia, la tecnología y lainnovación.
Por otra parte, los métodos cualitativos de investigación, desde sus naturalezas de búsqueda alternativa, diversas, plurales, invitan al trabajo cooperativo, a la conformación de colectivos de saberes que generen, intercambien e integren sus hallazgos y sus propuestas metódicas, mirando el mundo del conocimiento como una ecología de saberes (De Souza Santos,2006).
En este sentido, si bien el hecho de asumir críticamente los métodos cualitativos no constituye en sí mismo un camino revolucionario, sí puede propiciar en nosotros un proceso de búsqueda y de resignificación de concepciones y procedimientos investigativos que más allá de favorecer nuevas posturas investigativas serán un valioso aporte en nuestras opciones de creación científica para una sociedad auténticamente revolucionaria. Este escenario de acción política puede vincularse con una nueva visión de la ciencia, entendida como sistemas abiertos, comunicación constante, enfoques inter y transdisciplinarios, en un esquema sistémico integral, de alta pertinencia con relación a nuestro contexto sociohistórico, (Berroterán, 2012).
Un proceso revolucionario puede implicar el hecho de plantearse la ciencia (o mejor, las ciencias) como obra colectiva liberadora, unificadora, potenciadora de horizonte político cultural desde nuevas visiones de sujetos dialogantes, en interacción dialéctica, para la emancipación (Marrero, 2012). Así, tenemos que la Investigación como eje de formación puede aportar en la problematización de las realidades específicas y la búsqueda de soluciones que respondan a territorios tanto como a campos disciplinares, en una constante relación dialéctica teoría práctica (MPPEU, 2013). Esto va de la mano con el espíritu de este libro, en el sentido de indagar sobre los métodos cualitativos de investigación, y a la vez extender la reflexión hacia las ciencias sociales como totalidades.
Por ello, hemos decidido asumir como tema del presente trabajo una indagación sistemática sobre los métodos cualitativos de investigación. Este trabajo integra dos intenciones recurrentes: una reflexión sobre los métodos cualitativos de cara a la práctica y una propuesta de integración mayor de conceptos/metódicas, hacia la construcción de teorías sociales más inclusivas.
El estudio que sigue pretende generar claves teóricas a partir de la indagación reflexiva sobre las dimensiones ontológicas, epistemológicas y teóricas de los métodos cualitativos. Y también derivar, a partir de las claves teóricas generadas, orientaciones metodológicas correspondientes para la investigación con métodos cualitativos.
Como tal, cuenta con fortalezas y debilidades. Entre las fortalezas, hemos de referir que esta investigación consigue asomar una visión original en la reflexión sobre los
métodos cualitativos. Esta reflexión se sustenta en un trabajo laborioso de recopilación y análisis documental, en búsqueda de la unidad (puntos de acuerdo, o aproximaciones coincidentes) desde una gran diversidad de enfoques que difieren entre sí en lo filosófico, teórico y procedimental.
Siendo los métodos cualitativos modos específicos y particulares de generar conocimientos, constituyen no obstante caminos alternos de hacer ciencia social, y como tales son susceptibles de ser reconstruidos en dimensiones teóricas más globales. El presente trabajo, que en modo alguno pretende ser acabado, constituye un intento de organizar elementos aparentemente dispersos y particulares de los métodos cualitativos, en una unidad mayor.
Se trata, más que todo, de abrir puertas para ulteriores indagaciones sobre el tema, que permitan la continuidad de las reflexiones que aquí se asoman, con el propósito de dar algún aporte para el enriquecimiento y la reconfiguración de las ciencias sociales.
También el trabajo lleva en sí debilidades. No están incluidos todos los métodos ni todos los autores. En algunos casos, el estudio se centra en unos métodos más que en otros, y, por consiguiente, nos apoyamos más en un grupo de autores, como si fuesen los interlocutores válidos de esa generalidad llamada métodos cualitativos. Mas, pensamos, la intención del trabajo (punto de partida que será superado en desarrollos ulteriores) lo justifica

Indice

Una aproximación al horizonte en estudio 11

Aproximación a una caracterización de métodos cualitativos 19

Lo ontológico en la investigación cualitativa 27

Mirada epistemológica desde la investigación cualitativa 33

Desarrollo teórico desde los métodos cualitativos 43

Orientaciones procedimentales en los métodos cualitativos 49

ANEXO: Itinerario metodológico 61

BIBLIOGRAFÍA 71

Descargar el libro: Investigacion cualitativa

Fuente: enviado a redacción OVE

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Francia: De la nécessité de vulgariser les sciences sociales

Europa/Francia/Mayo 2017/Noticias/https://theconversation.com/

Le management de la recherche n’est guère interrogé par la communication scientifique. Il y a un risque véritable de laisser des pouvoirs s’installer hors du champ d’investigation des sciences humaines et sociales, et donc hors d’une nécessaire recherche sur des fonctionnements sociaux et des idéologies sous-jacentes.

Les sciences sociales dans la culture scientifique

Longtemps, la culture scientifique a été pensée pour le domaine limité des sciences physiques et biologiques, soit des sciences mathématisées et très instrumentées. Les sciences humaines et sociales, quant à elles, ont été implicitement considérées comme faisant déjà partie de la culture et ne nécessitant pas d’efforts de traduction, de vulgarisation ni de communication.

Plus encore, les textes en sciences sociales (articles et surtout ouvrages) sont régulièrement accusés d’être inutilement arides, jargonneux, alors que l’extrême difficulté de compréhension des articles en physique ou biologie ne suscite aucune critique, puisqu’elle va de soi : c’est justement cette évidence qui a rendu nécessaire l’effort de vulgarisation, celle-ci étant envisagée comme une simple opération de traduction.

Pourtant, les concepts scientifiques propres à l’analyse du social ont aussi besoin d’être expliqués, définis. La notion de représentations sociales, par exemple (Serge Moscovici), ou celle de discours (Michel Foucault) supposent un gros travail d’appropriation, car elles transforment profondément la compréhension du monde social. Le fait que les sciences sociales soient considérées comme plutôt faciles à comprendre – avec un peu de bonne volonté – produit des effets pervers, notamment dans le contexte où les politiques de recherche se fondent sur des convictions et des idées reçues à propos de la société et des sciences.

« Gestion » et « valorisation » de la recherche

Avec le développement accéléré en Europe, depuis 2000, du financement de la recherche par projets et par priorités économiques, sociales et politiques (la santé et le vieillissement, le développement durable, les processus de numérisation, l’économie de la connaissance, etc.), la pluridisciplinarité et la valorisation sont des exigences inscrites dans les conditions de soumission et de financement.

La fusion actuelle des universités en France radicalise encore cette tendance. L’organisation systématique de collaborations, entre sciences de la nature et sciences sociales, est posée régulièrement comme une nécessité pour cette recherche par projets sur des thèmes socioscientifiques.

L’un des enjeux est que les acteurs de la gestion et du management de la recherche ne ressentent pas d’ignorance face aux sciences sociales qui, si elle était ressenti, pourrait les amènerait à essayer de comprendre le travail des chercheurs de ce domaine à propos des régimes de valeur ou des rapports sociaux (pouvoirs, légitimités), ou encore, des conceptions du lien entre savoirs et démocratie. Chacun, en gestion ou en politique, se sent compétent lorsqu’il s’agit de parler d’opinion publique, de fonctionnement des médias, de pratiques sociales, du patrimoine, etc.

Sciences sociales et méthodologie

Les sciences humaines et sociales ne sont pas considérées pour leur dimension réflexive et critique (et pour les concepts qui portent ces interrogations critiques), elles sont plus volontiers sollicitées, d’une part, pour l’expertise méthodologique (les pratiques d’enquête, par exemple) et, d’autre part, pour leur capacité à produire des discours et des argumentaires. Et, il y a risque de confusion.

Par exemple, « l’acceptabilité sociale » est non pas un concept, mais un outil de gouvernance. Ce dernier est inspiré par une attente gestionnaire axée sur les sciences sociales lorsqu’on met en œuvre des projets dont on sait qu’ils vont profondément transformer la vie des individus et des communautés.

De même, il est souvent demandé aux sciences sociales de modifier leur épistémologie pour s’adapter à la nécessité de mesurer, d’objectiver, de modéliser des processus, et ainsi de faciliter la collaboration avec les sciences physiques et biologiques. Par exemple, on leur réclamera des indicateurs chiffrables de positions ou tendances, telle la perception de la qualité de l’environnement.

L’injonction d’utilité

On se trouve alors face à une contradiction : les sciences sociales sont sollicitées dans des projets multidisciplinaires thématisés qui répondent au besoin de connaissances à propos de questions sociopolitiques. Elles sont pourtant incitées à renoncer à l’effort d’être partagées et discutées facilement, pour plutôt adopter les formalismes et les langages de la mathématisation et de la modélisation. Celles-ci sont même posées comme étant la condition de leur « utilité » renforcée.

Une des causes de ce paradoxe est peut-être un déplacement des légitimités qui transforme les besoins de compréhension de la recherche en sciences sociales en attentes de performance technique, d’une part (mesures et modélisations de phénomènes sociaux), et de communication efficace, d’autre part (production d’argumentaires et de représentations). D’où vient ce déplacement, et pourquoi n’est-il pas discuté lorsqu’il est question du rôle de la communication scientifique pour développer une réflexion citoyenne sur les sciences en société?

Nouveaux acteurs, nouvelles contraintes

Des acteurs nouveaux sont entrés dans le jeu des dialogues et des relations qui nourrissent la production des savoirs scientifiques : il s’agit des acteurs d’une ingénierie du management et de la gestion. Ils interviennent sur tous les plans, dans les politiques et dans l’administration de la recherche, pour la gestion des projets et programmes, l’anticipation, l’évaluation, la communication.

Cette sphère de l’ingénierie est issue, au moins partiellement, du développement des enjeux propres à la production d’instruments, enjeux qui se sont autonomisés– qu’il s’agisse de machines ou des procédures et protocoles qui relèvent de l’ingénierie sociale, avec un marché, des compétences, des objets, des espaces. Les instruments ont structuré les sciences physiques, et les sciences de la nature l’ont été au point de devenir partiellement synonymes de celles-ci, et de porter « l’image » même de leur scientificité. L’ingénierie des sciences physiques et des sciences de la nature reste peu visible, car elle a été très fortement intégrée aux environnements et aux pratiques de recherche.

Ingénierie et production standardisée

Il faut pourtant rappeler que le domaine « sciences, technologies et société » s’est constitué à la fin des années 1960 et dans la décennie 1970, au moment où la critique des technosciences était considérée comme un impératif pour certains des représentants les plus importants de ce nouveau domaine de réflexion sur les sciences.

En sciences humaines et sociales, c’est le développement crucial des dispositifs destinés à cadrer les pratiques de lecture et d’écriture et à déléguer le pouvoir de fixer et de gouverner les conditions d’écriture à des « architextes, souvent des modèles informatisés, qui ouvre dans les années 2000 une période d’instrumentation de la recherche par une ingénierie également discrète, mise au service de l’optimisation d’une logique de production standardisée.

L’informatisation, puis la « plateformisation » des activités qui produisent de la valeur (notamment les activités des scientifiques) enferment donc les sciences dans des cadres que les chercheurs professionnels ont du mal à remettre en question : il faut collaborer pour produire, il faut produire pour développer une économie marchande. La recherche est moins une activité intellectuelle autonome qu’un secteur piloté par des pouvoirs qui se retranchent derrière la « modestie » d’une volonté d’optimisation.

Pour une communication scientifique vraiment éclairante

Dans ce contexte, les journalistes scientifiques et les professionnels de la communication scientifique – par exemple, dans les services de communication des organismes de recherche – peuvent éviter d’entrer eux-mêmes dans ce dispositif de promotion et de gestion d’une recherche qui perd rapidement ses capacités réflexives et son autonomie. Le management de la recherche n’est guère interrogé par la communication scientifique.

Il y a un risque véritable de laisser des pouvoirs s’installer hors du champ d’investigation des sciences humaines et sociales, et donc hors d’une nécessaire recherche sur des fonctionnements sociaux et des idéologies sous-jacentes. Par exemple, il me semble que les acteurs de la communication scientifique peuvent réactiver des questions à propos des collaborations scientifiques, sans nécessairement se restreindre au strict périmètre de la recherche professionnelle très instrumentée.

La communication scientifique peut notamment contribuer aux vifs débats qui mobilisent actuellement les chercheurs en tant qu’intellectuels. En outre, de très nombreux individus et collectifs sont engagés dans des pratiques de connaissance sans être des professionnels. Ces collaborations, peu apparentes, échappent partiellement au management de la recherche. Elles sont actuellement le foyer de questions, de dialogues, de pratiques qui se développent hors des priorités économiques, au nom d’une exigence politique et cognitive qui inspire quantité d’innovations locales.

Fuente

https://theconversation.com/de-la-necessite-de-vulgariser-les-sciences-sociales-76825

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/D4I23gxw3jmiM8K0A0sS2nnVCJyaLzFrniYMiyW23idSmSngODK62FSH9EV4VplQI0Q7wA=s85

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