22 octubre 2017/Fuente:es-us.noticias /Autor: EFE
Más de un centenar de jóvenes y adolescentes, que viven en zonas vulnerables de El Salvador, marcharon hoy para exigir al Estado más seguridad ante la ola de violencia que atraviesa la nación, y la garantía de una educación de calidad.
Los participantes se concentraron en la plaza Salvador del Mundo, en San Salvador, para luego tomarse las principales arterias de la ciudad y dirigirse al Gimnasio Nacional «José Adolfo Pineda», donde la actividad culminó en un ambiente de fiesta y alegría.
La actividad fue organizada por la entidad internacional Fe y Alegría, cuyo director, Saúl León, explicó a Efe que el incumplimiento de los derechos económicos, sociales y culturales de los salvadoreños «es una de la raíces que provoca la violencia en el país, por lo es necesario que el Gobierno garantice un bienestar común».
«Esta actividad es un gesto de manifestación en favor de la cultura de paz que escasea en el país (…) también rechazamos la escalada de violencia y exigimos que el Gobierno proteja a su población a través del cumplimiento de todos sus derechos», manifestó León.
El director de Fe y Alegría enfatizó en la necesidad de que el Estado invierta más en la educación, y que se vigile que se cumpla el derecho al acceso a la misma, el cual, y a su criterio, «históricamente ha sido incumplido y sistemáticamente degradado».
Por su parte, el joven Julio César Cortez, residente en el municipio de Mejicanos y quien participó en el evento, dijo a Efe que el Gobierno debe de pensar en eliminar la represión contra lo jóvenes y buscar alternativas que no contemplen violencia y violación a los derechos de este sector.
«No queremos más violencia y represión de parte de las autoridades de seguridad, queremos que el Gobierno nos apoye y nos garantice seguridad, empleo y educación (…) los jóvenes no somos enemigos de la Policía ni de los militares», agregó el joven.
La organización Fe y Alegría es un movimiento internacional de educación popular y promoción social, basado en los valores de justicia, libertad, participación, fraternidad, respeto a la diversidad y solidaridad.
En El Salvador, dicha entidad implementa programas sociales dirigidos a jóvenes, adolescentes y niños de todo el territorio que viven en zonas afectadas por la presencia de las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), Barrio 18 y otras minoritarias.
Entre el 1 de enero y el 11 de octubre, El Salvador registró 3.005 homicidios, 1.333 menos que los 4.338 computados en el mismo lapso del 2016, según datos de la Policía Nacional Civil (PNC).
Entre el 21 de septiembre y el 2 de octubre pasados fueron ultimadas 272 personas, una media de 27 muertes violentas diarias, repunte suscitado cuando el Ejecutivo intensificó los registros en la capital con un mayor despliegue de policías y soldados, y con la salida de vehículos blindados y artillados a las calles.
Las autoridades acusan a la MS13, que Estados Unidos busca eliminar, al Barrio 18 y otras minoritarias de mantener los altos índices de violencia que sitúan al país como uno de los más violentos del mundo, con tasas de 103 y 81,7 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2015 y 2016, respectivamente.
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