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Aprendiendo a ser ciudadanos y ciudadanas

Este año, asumí por segunda vez el dictado de una asignatura llamada «Nueva visión territorial y turismo». Esta asignatura es parte del primer trayecto de formación en el Programa Nacional de Formación en Turismo, y creo que fue pensada por quienes la diseñaron, como un primer espacio de toma de contacto con elementos conceptuales del campo del turismo.

Una de las cosas que me resulta curiosa es que, a pesar de estar inmersos en un proceso de formación universitaria en el área, los y las jóvenes, en general, tengan tantas dificultades para pensar en el turismo como un sector, compuesto por distintos elementos con distinto peso y engranajes particulares, y con relaciones de interés entre ellos y también con otros factores y componentes de otros sectores.

De modo que, siendo honestos, no es la comprensión conceptual la que ha resultado más complicada de manejar con estos grupos de bachilleres, sino esa suerte de comprensión espacial que permite identificar al turismo como un sector productivo y los distintos elementos que lo componen (más allá del turista y el hotel), y que facilitan su comprensión como un espacio socioproductivo cuyo principal resultado es un servicio.

Tal parece que nuestra sociedad, a través de distintos medios, viene (sobre)simplificando la percepción de a vida y del quehacer social de los individuos y eso viene impactando de modo directo la forma en que los y las jóvenes se insertan en procesos que exigen un pensamiento crítico y, además, abierto a la percepción de la complejidad natural de todos estos procesos sociales.

Creo que una de los espacios en los cuales en ocasiones se (sobre)simplifica la percepción de nuestro quehacer como personas, tiene que ver con la actividad ciudadana, pese a que el ejercicio de la ciudadanía en los últimos años viene demandando de quienes la ejercen un control lo más amplio posible de varios planos y dimensiones no sólo del conocimiento sino también de la acción social.

En este contexto, aunque los ciudadanos y las ciudadanas de hoy día deben conocer de leyes, de administración, y de tenologías sociales como articulación colectiva, negociación, priorización y diagnóstico de necesidades comunitarias y gestión de saberes locales, subsiste la percepción en jóvenes y no tan jóvenes, de que esos campos del saber están firmemente alinderados entre si.

Hay un desafío intrínseco en esa percepción, casi una contradicción profunda, para la organización ciudadana puesto que no hay posibilidad cierta de contar con toda la información necesaria en el ejercicio de la ciudadanía bajo condiciones en las cuales se compartimenta el conocimiento, por una vía distinta que la del ejercicio mismo de ésta.

Reconozco que una de las sesiones que más disfruto con quienes han participado en estas clases es aquella en la que logramos dibujar, entre todos y todas al turismo como un espacio socioproductivo que está íntimamente vinculado con otros quehaceres sociales y productivos de su entorno. Hasta ahora ha sido muy interesante, ponerlos frente a la tarea de hacer que el marcador que llevo en mi mano, dibuje sobre la pizarra en blanco, trazos y relaciones entre distintos aspectos que van desde la agricultura, hasta la elaboración de lencería o muebles, y cómo éstos, a su vez, se enlazan con otras actividades productivas de nuestro país.

Sin embargo, como docente, subyace una pregunta clave para mi: ¿cómo hacer para que, demandemos capacidades y habilidades directivas, de coordinación y de organización de los ciudadanos y las ciudadanas, comprendiendo al mismo tiempo que, desde ámbitos como el de la educación, deben haber aportes directos a la formación de ciudadanos en ejercicio? Es casi una pregunta radical, pues el quehaer diario nos hace evidentes algunas carencias y desigualdades en términos de capacidades de articulación ciudadana que deben ser resueltas, así como resultan notorios los cambios que deben operarse en la forma de aproximarse, ciudadanos y ciudadanas e instituciones públicas, a los nuevos modos de expresión y atención a necesidades colectivas.

Los estudiantes que han participado en estas sesiones de clase, demuestran a su término, una comprensión algo más compleja del quehacer turístico. Aunque nos lleva a dedicar varias sesiones de trabajo, poder ubicarse no como turista sino como alguien que visualiza al turismo como un sector social vivo, finalmente en su mayoría logran asumir, incluso, una suerte de rol de corresponsabilidad en la suerte final del sector y logran visualizar cómo esa corresponsabilidad les alcanza aún siendo profesionales en formación y con independencia de su preferencia laboral por servicio turístico o características organizacionales de la empresa en la que se ubiquen finalmente.

Sin embargo, creo que queda aún mucha tarea por hacer. En tiempos de cambios de roles en los ciudadanos: de partícipes a protagonistas primero y luego a planificadores, articuladores y coresponsables de la ejecución del quehacer local, es necesario recapitular sobre las capacidades y habilidades a desarrollar como ciudadanos y ciudadanas en nuestros pares, capacidades y destrezas que asuman una formación técnica que no excluya lo social, y social que no ignore lo técnico.

Imagen tomada de: http://www.enoriente.com/canales/yvn/26702-jstblack-%E2%80%9C%C2%BFqui%C3%A9n-viene-hacer-turismo-a-nuestro-pa%C3%ADs-%E2%80%9D-(y-ii)

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Desarrollo latinoamericano pasa por invertir en las adolescentes

www.elpais.cr/11-07-2916/Por: Estrella Gutiérrez, IPS

América Latina tiene en sus chicas adolescentes una fuerza crucial para generar cambios que impulsen su desarrollo sostenible, si invierte en promover sus derechos y corregir la desigualdad de sus oportunidades, aseguró la directora regional de ONU Mujeres, Luiza Carvalho.

“Una adolescente empoderada conoce y puede hacer valer sus derechos, posee herramientas para tener éxito y es motor de cambios positivos para sus comunidades”, subrayó en entrevista con IPS desde la sede regional de la organización en Ciudad de Panamá.

Son a esas adolescentes y a sus pares varones, planteó, a quienes corresponderá un papel protagónico en sus sociedades cuando se complete la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, entre cuyos objetivos está promover la igualdad de género. Invertir en las chicas de hoy, dijo, tendrá un “gran impacto transformador en el futuro”.

“Invertir en educación y protección contra la violencia, son herramientas importantes en la potenciación de las capacidades de adolescentes y mujeres jóvenes, así como en la promoción de la igualdad de género”: Luiza Carvalho.

El mundo cuenta con la mayor proporción de niños y jóvenes entre 10 y 24 años de su historia, 1.800 millones de la población total de 7.300 millones, y de ellos 20 por ciento aproximadamente viven en América Latina y el Caribe, recordó la brasileña Carvalho.

De los 634 millones de habitantes que tiene la región, según cifras suministradas a IPS por la oficina regional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), 57 millones son niñas y chicas adolescentes de entre 10 y 19 años, que viven mayoritariamente en ciudades.

Justamente, el tema del Día Mundial de la Población, que se celebra el 11 de julio, es este año el de la inversión en las adolescentes, bajo la premisa de que transformar su presente para asegurarles su derecho a vivir en igualdad, no solo eliminará barreras a su potencial individual, sino que será decisivo para un desarrollo sostenible en sus países.

La organización internacional Women Deliver pone cifras a los beneficios de esa inversión. Entre ellas que cada 10 por ciento más de niñas adolescentes que asisten a la escuela, el producto interno bruto del país crece en promedio tres por ciento, o que por cada año más de educación primaria, ella ganará de adulta entre 10 y 20 por ciento más de salario.

Algo fundamental, porque Carvalho destacó que “la falta de empoderamiento económico, en conjunto con una discriminación generalizada de género y el reforzamiento de estereotipos tradicionales, afectan la capacidad de las mujeres de América Latina y el Caribe de participar en forma igualitaria en todos los aspectos de la vida pública y privada”.

Desarrollo latinoamericano pasa por invertir en las adolescentes

Luiza Carvalho, directora regional para América Latina y el Caribe de ONU Mujeres. Crédito: ONU Mujeres LAC

Por ello, “invertir en educación y protección contra la violencia, son herramientas importantes en la potenciación de las capacidades de adolescentes y mujeres jóvenes, así como en la promoción de la igualdad de género”, afirmó.

Las adolescentes, destacó, “son un grupo especialmente vulnerable que enfrentan particulares obstáculos sociales, económicos y políticos” y cuyo empoderamiento puede encontrar en la región “dificultades como embarazos no deseados, matrimonios o uniones forzadas precoces, violencia de género y acceso limitado a la educación y a los servicios de salud reproductiva”.

Como ejemplo de estas barreras, la directora regional de ONU Mujeres detalló que un informe realizado por la Organización Panamericana de la Salud, entre mujeres de 15 a 49 años en 12 países de la región, “develó en una proporción sustancial, que el primer encuentro sexual de algunas mujeres había sido no deseado”.

Carvalho recordó que “el matrimonio o unión temprana de niñas constituye una gran preocupación en la región, que afecta significativamente el ejercicio de los derechos de las adolescentes y su pleno desarrollo”.

“Es una forma de violencia, que les niega su niñez, interrumpe su educación, limita su desarrollo social, reduce sus oportunidades, las expone al riesgo de un prematuro o no deseado embarazo y eventuales complicaciones, e incrementa su riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VIH (virus de deficiencia humana causante del sida)”, dijo.

También las expone más “a ser víctimas de violencia y abuso”, destacó Carvalho.

La directora de ONU Mujeres consideró muy positivo que todos los países de la región hayan establecido edades mínimas para el matrimonio en sus legislaciones, pero en contrapartida las leyes fijan edades mínimas diferenciadas para niños y niñas y establece casos en que ellas pueden casarse antes, en caso de embarazo o de hijos.

En América Latina, el fenómeno de los embarazos adolescentes lejos de disminuir ha crecido en los últimos años, amparado en una tolerancia cultural a la iniciación sexual temprana, con el resultado de que la región es la segunda del mundo en fecundidad adolescente, solo por detrás de África subsahariana, con un promedio de 76 hijos vivos cada 1.000 mujeres.

Además, 30 por ciento de las adolescentes latinoamericanas no tienen cubiertas sus necesidades de anticonceptivos, según datos del UNFPA, en una región donde la salud sexual y reproductiva enfrenta barreras especiales por el patriarcado cultural y el peso de sectores conservadores y de la dominante Iglesia Católica.

Desarrollo latinoamericano pasa por invertir en las adolescentes

Las adolescentes indígenas latinoamericanas son junto con sus pares rurales las más discriminadas en materia de oportunidades y de educación en la región. Crédito: Rajesh Krishnan/ONU Mujeres

Frente a este déficit, la región tiene cosas buenas que decir en materia de educación. Más de 90 por ciento de los países cuentan con políticas para promover la igualdad de acceso de las adolescentes a la educación, 90 por ciento de ellas terminaron la educación primaria, si bien solo 78 por ciento asisten a la escuela secundaria, según el UNFPA.

La mayor barrera en el acceso educativo lo tienen las adolescentes rurales e indígenas, con dificultades en el acceso físico a centros escolares, a lo que en el caso de las indígenas y afrodescendientes se suma el de currículos inadecuados o la carencia de oferta en su lengua materna.

Carvalho destacó como un elemento positivo que las leyes educativas, en especial las reformadas recientemente, “han comenzado a reconocer la importancia de establecer disposiciones legales que promuevan y difundan los derechos humanos, la convivencia pacífica y la educación sexual”.

Pero lamentó que “los ejes vinculados directamente con la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas son todavía incipientes”.

A su juicio, el currículo juega un papel indiscutible. La inclusión de contenidos y materiales “vinculados a los derechos humanos y los derechos de las mujeres y las niñas, la resolución no violenta de conflictos, la corresponsabilidad y fundamentos sobre la salud sexual y reproductiva”, potenciarán sociedades menos violentas dentro y fuera de las aulas, destacó.

Carvalho citó un estudio realizado por ONU Mujeres y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en 2015, en 13 países de la región, que concluyó que hay un rezago del sistema educativo en la prevención de la violencia contra las niñas y las adolescentes.

“Este es un aspecto que es imperativo mejorar, pues es en los primeros años de infancia donde se pueden modelar roles igualitarios entre niños y niñas y así prevenir la violencia, la discriminación y la desigualdad en todas sus formas”, subrayó.

La directora regional recordó que los cambios deben partir de algo tan simple como en ocasiones olvidado: “las niñas, adolescentes y mujeres son titulares de derechos”.

Si se les facilita “igualdad en el acceso a la educación, atención médica, educación sexual y reproductiva, un trabajo decente y representación en los procesos de adopción de decisiones políticas y económicas, se impulsarían economías sostenibles y se beneficiará a las sociedades y a la humanidad en su conjunto”, sintetizó.

*Información de la imagen destacada: Dos adolescentes mexicanas en su centro de estudios. Invertir en la educación de las adolescentes latinoamericanas se considera el camino para que ellas se transformen en motores del desarrollo sostenible de sus sociedades en el futuro. Crédito: UNFPA LAC

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Educar sin varita mágica: entrevista a Marta Rubio y Héctor Martínez

,  / El Blog Alternativo

Hemos tenido el placer de entrevistar a Marta Rubio y Héctor Martínez, autores del libro “Educar sin varita mágica” y apasionados especialistas en educación. El proyecto “Educar sin varita mágica” (libro, página web y redes sociales) surge de la necesidad de ofrecer respuestas a padres y alumnos que, en muchas ocasiones, estamos un tanto perdidos en la labor tan importante y enriquecedora que supone la educación. A continuación os dejamos que sus más que interesantes consejos.

¿Podemos educar a nuestros hijos sin “educarnos” a nosotros mismos?

Con la misma facilidad que hacer una tarta cuando te faltan ingredientes, puedes hacer algo que se parezca a la tarta pero sin conseguir el mismo resultado . Solemos mencionar una frase que creemos resume gran parte de nuestra filosofía y que responde a tú pregunta “Como si de un espejo se tratase, la educación que damos es un reflejo de lo que somos”. ¿Existe alguna forma mejor de enseñar a mi hijo a ser generoso que serlo yo mismo?, ¿o de practicar una vida sana mientras yo mismo como padre la práctico en mi día a día? Parece que no. Eso no significa que el modelo positivo siempre funcione ni que debamos ser modelos perfectos. Lo que planteamos es tratar de sentirnos bien con nosotros mismos, que no nos importe equivocarnos porque somos humanos e imperfectos y que, cuando miremos a nuestro hijo o alumno, tal y como ocurriría con nuestra pareja, familiar, compañero o amigo, seamos capaces de mirar sin temor. Eso solo se consigue desde la educación propia. Aceptando que todos podemos mejorar, aprender y continuar modelando dificultades o nuestro funcionamiento del día a día. Aceptar que erramos y que no somos perfectos es un comienzo sano.

En nuestras charlas siempre hablamos de la Fórmula de la felicidad. La felicidad se asienta en un taburete cuyas patas son el control, el esfuerzo y la actitud. Solo cuando esas tres patas son firmes podemos encontrar el bienestar y, con ello, poder ofrecerlo. Si una de esas patas se tambalea la felicidad se cae. Cuando nos sintamos bien, fuertes, con recursos y actitud suficientes podremos educar como merecen a otras personas.

¿Qué es “Educar sin varita mágica”?

Educar sin varita mágica es un proyecto más allá de Marta y Héctor. El libro surge como una sugerencia de la Consejería de Educación de La Rioja y apoyado por Edebé y Guzmán Martín. A partir de ahí, a Marta y Héctor se unen compañeros, amigos, padres, catedráticos de psicología, pediatras, pedagogos, maestros, profesores, psiquiatras y un largo etcétera. Nuestro propósito siempre ha sido ofrecer un manual de trabajo a todo aquel que quiera educar desde la honestidad, el esfuerzo y el cariño.

Toda esa experiencia de tanta gente, toda nuestra pasión por lo que más nos gusta hacer, se recoge en un libro que aborda la educación desde una punto de vista que creemos que es novedoso. Hemos intentado no teorizar demasiado e ir directamente a lo que, creemos, interesa a los educadores, la parte práctica. Educar no solo es conocer legislación, pautas de conducta o teorías del aprendizaje. Educar es acompañar, ofrecer posibilidades, proporcionar estrategias, en definitiva, preparar de la mejor forma posible a personas autónomas, versátiles, adaptativas y, sobretodo, felices. Todo eso no se consigue solo con palabras, necesitamos ponerlo en práctica. Necesitamos saber qué hacer y cómo hacerlo. Es ahí donde educar sin varita mágica he puesto su objetivo. Queremos ofrecer cuanto hemos aprendido en años de equivocarnos, rectificar y aprender con los niños.

Hace tiempo nos paró una madre. Como la mayoría de los padres que conocemos es una persona que no solo adora a su hijo sino que, además, se implica cuanto puede. Ella nos decía que, de tanto leer manuales de educación y psicología creía que ya merecía la convalidación de varios títulos, pero que cada vez que finalizaba uno de esos libros lo cerraba, miraba a su hijo y se planteaba la misma pregunta “¿Y ahora qué hago?”. No sabemos si hemos sabido contestar esa pregunta a todos nuestros lectores pero si sabemos que los ojos y la sonrisa de ella y de muchas otras personas dicen que, al menos, con muchos sí lo hemos conseguido. Era nuestro objetivo y somos inmensamente felices de haberlo alcanzado con tanta gente.

El libro se subtitula “25 estrategias para mejorar tu vida” ¿Es un manual de desarrollo personal o de crianza?

Creemos que, como nos preguntabais antes, las dos cosas deben estar relacionadas. Solo desde el desarrollo personal, desde el crecimiento, la motivación y las ganas de aprender y mejorar podemos criar y educar. No lo entendemos de otra forma. Es difícil dar lo mejor a mi hijo, mi nieto o mi alumno si no me siento bien conmigo mismo o con la seguridad que tiene quien sabe que hace cuanto puede y lo hace con pasión.

Hablamos de 25 estrategias puesto que hemos analizado la realidad que nos rodea y la hemos concentrado en diez dificultades para adultos y quince para menores. En cada una tratamos de ofrecer herramientas que permitan aprender y mejorarse a si mismo.

A diario todos nos enfrentamos a dificultades y situaciones que no siempre sabemos abordar. Tendemos a creer que son algo “que toca sufrir” o “que es así” pero, al menos en la mayoría de casos, no es cierto que se trate de un destino ya marcado. Siempre tenemos opciones, solo hay que buscarlas, practicarlas y encontrar la  “nuestra”, la que funciona para mí. Por ejemplo, mucha gente asume que darle vueltas a la cabeza es inevitable y que, “cuando toca” no queda otro remedio que sufrirlo y esperar a que pase, o ni siquiera llegamos a ser conscientes de que una preocupación está. A veces somos como toros que, valientes, se enfrentan a todo lo que nos pongan por delante. Esa postura demuestra tenacidad pero no es eficaz ni inteligente. Antes de enfrentarnos a las dificultades es conveniente levantar la cabeza para analizar a que nos enfrentamos y así poder tomar el mejor camino.

Nosotros proponemos soluciones que permitan aprender o intentar mejorar la situación que nos preocupa, sin alcanzar el punto en que nos hagan daño de forma innecesaria o nos impidan desarrollar nuestro día a día. Perdemos mucho tiempo en cosas que no nos aportan nada y que incluso nos perjudican cuando, a veces, entender lo que nos pasa y poner soluciones reales está en nuestra mano. El libro propone seguir este camino: entender, plantearnos que queremos y, sobretodo, definir caminos para alcanzar esos objetivos.

¿Quiénes son Marta Rubio y Héctor Martínez y cómo han llegado a escribir este libro?

Son dos personas que viven la educación como su pasión. Nos consideramos dos trabajadores incansables que a base de equivocarse mil veces son capaces de esquivar ciertas piedras de tanto que han tropezado con ellas.

En nuestra experiencia en clínica, en aula o en terapia hemos convivido con muchas situaciones y personas que nos han enseñado que en la educación, como en todo en la vida, los trucos, la magia, no existe y que los ingredientes pasan por conocer, intentar, tropezar y volver a levantarse.

El libro surge, como decíamos antes, a petición y sugerencia de un montón de personas, pero sobretodo porque sentíamos que podíamos ayudar a mucha gente que quería ser ayudada. A diario recibimos alumnos que piden ayuda, padres tan apasionados como nosotros que no encuentran opciones, muchos correos, llamadas… Pensábamos que, además de intentar ayudar a toda esa gente podíamos ofrecer lo que hacemos a muchos otros e intentar poner nuestro granito de arena. Queríamos proponer un método que se basa en algo que tienen la mayoría de educadores: actitud y ganas de intentarlo. Por eso Educar sin varita mágica.

¿Cómo definiríais el panorama educativo en España en la actualidad?

Parece que la respuesta fácil es “desolador” pero no es verdad. Es verdad que muchas veces percibimos falta de implicación y motivación en todos los niveles, nos parece inconcebible que no tengamos la madurez política suficiente para alcanzar acuerdos educativos estables liderados por los vilipendiados “Tecnócratas”. Es cierto que muchas cosas no funcionan como nos gustaría, por ejemplo, nos cuesta entender porque la inteligencia emocional no entra en las aulas o que la creatividad no encuentre un nicho.

Pero esa no es la única realidad que vemos. Creemos que mucha gente se está despertando de una especie de letargo. Cada vez hay más voces, más profesionales ávidos de mejorar y aprender, los propios padres reclaman más opciones, más criterio y más aprendizaje para ellos mismos. Eso genera una ilusión que vivimos en muchas charlas o talleres en los centros que visitamos o en las AMPAS. La gente quiere mejorar y ese es el germen que necesitamos. Somos muy optimistas y creemos que la tendencia es positiva y los actores son formidables. Quizá sea poco a poco, o a un ritmo que muchos no asumen, pero es el camino. Nosotros mismos, en nuestro trabajo, estamos rodeados de gente que derrocha ganas e ilusión. Gente muy humana que busca lo mejor para sus alumnos. Se preocupan por ellos y se interesan por su desarrollo curricular pero, fundamentalmente, por su madurez y felicidad. Y nos consta que no son una pequeña Galia aislada, en cada lugar donde explicamos lo que hacemos y la pasión que sentimos por la educación vemos ojos que sienten, creen y persiguen lo mismo que nosotros.

Respecto al debate de los deberes escolares y los horarios infantiles, ¿cuál es vuestra postura al respecto?

Nos somos muy partidarios de decantarnos entre blancos y negros, entendemos que hay una enorme variedad de casos e igual cantidad de gamas grises para adaptarnos a ellos. Si generalizamos creemos que los “deberes” ofrecen aspectos positivos para los chicos. Por ejemplo, permiten establecer rutinas muy valiosas para ellos, fomentan su autonomía y responsabilidad, les dan seguridad puesto que ayudan a asimilar y comprender ciertos conceptos que quizá no han quedado asentados en el aula. Todos estos aspectos no los proporcionan únicamente los deberes pero, indudablemente ayudan.

Hemos debatido con muchos padres, maestros, profesores y pedagogos sobre este tema y hay tantas posturas como personas. Os podemos resumir varios puntos importantes de la visión global de todos los actores. El primero es la visión de muchos profesores y maestros que se encuentran ante padres que reclaman cantidades ingentes de deberes mientras que otros se niegan a asumir ninguno. Como docentes debemos buscar adaptarnos individualmente a cada alumno pero es difícil con más de 30 alumnos por aula, varias asignaturas, corregir personalizadamente lo del día anterior, etc. Es por eso que, siempre dentro de unas exigencias normalizadas que permitan ocio y descanso en el menor, es necesario que dejemos esa responsabilidad al docente para que regule a su criterio esas tareas puesto que nadie mejor que él valora las necesidades de su alumnado. Sería conveniente que los padres debatan dicha cantidad, en caso de creerlo justificado, solo con el propio docente y que, ante sus hijos, busquen apoyarles y ayudarles en la medida de lo posible, evitando enfrentamientos entre todas las partes.

La visión doméstica nos enseña que desde casa los padres son meros puentes. Es decir, los padres no deben hacer los deberes de los hijos ni con los hijos sino mostrar interés y atención ante ellos y ayudas puntuales. Las agendas adultas no nos permiten, ni debe ser así, tener que estudiar cuarto de primaria o tercero de la ESO. Eso es cosa del menor. Es por eso que, en la medida de lo posible, el trabajo que los docentes encomendamos como deberes debe intentar ser entretenido y realizable por el alumno puesto que solo así se obtendrán todos los objetivos que antes nos marcábamos.

Si ambos fueseis co-Ministros de Educación ¿qué medidas tomaríais?

Intentaríamos ser ambiciosos y reunir a la gente que realmente sabe de educación. Buscaríamos un consenso educativo y un gobierno que respete algo que, fuera de la política parece tan obvio, como es el bien de nuestros menores y de su educación, tanto académica como personal, por encima de cualquier tipo de interés. Los múltiples intentos hechos hasta ahora parecen demostrar que esto no debe ser fácil. Dedicaríamos tiempo a analizar lo que funciona y lo que no, estudiaríamos modelos que han demostrado buenos resultados en otros lugares (véase los modelos nórdicos, asiáticos, o centroeuropeos) e intentaríamos aunarlos y adaptarlos a nuestra realidad.

Pero creemos que la política no es el único escollo a salvar. Sabemos que no es muy popular decir esto pero creo que la población, nosotros los primeros, debemos dar un paso adelante. Debemos valorar la educación como merece y, como contribuyentes, asumir que la educación es costosa y que para que nuestros alumnos dejen de hacinarse en aulas hay que pagar impuestos que lo sustenten. Debemos valorar a los docentes como algo esencial para nuestra prosperidad y bienestar. Los propios docentes deben asumir la inmensa responsabilidad que atesoran. Los resultados de países con grandes éxitos educativos están directamente relacionados con la importancia que se da al área educativa, tanto en derechos cómo obligaciones. La educación se construye desde múltiples aristas y todos debemos arrimar el hombro, como podamos.

Nos atrevemos a plantear alguna medida más concreta. Podría tener forma de asignatura propia o de contenido trasversal y sería la Inteligencia Emocional. Esta misma mañana, hablábamos con los alumnos de ciertos aspectos de la misma en el aula. Debatíamos sobre lo importante que es en el desarrollo personal y en como afecta de forma decisiva a nuestro éxito vital, entendiendo este como la forma de alcanzar la felicidad plena. Uno de ellos, Cristián, nos decía “¿Cómo es posible que nunca hallamos dado Inteligencia Emocional antes? Alguien de los que manda no se tiene que estar enterando de nada”. Tienen 10 años y ya lo ven tan claro como nosotros. Tal y como piensa Cristián, creemos que formar personas con mayúsculas es el principal objetivo del colegio. Por supuesto no es lo único, pero una persona versátil, adaptativa, curiosa, madura o motivada podrá aprender cuanto quiera y le interese en la vida. No parece estar tan claro que el orden inverso sea igual de positivo.

¿Cómo os gustaría que fuera la educación en unos 10 años?

Suponemos que caben muchos tipos de educación que nos gustarían pero tendemos a imaginarla como una educación pequeñita, de personas no tanto de estudiantes, en las que se lleva a cabo una libertad ordenada, donde se valore la creatividad, el compañerismo o la empatía. Conseguir algo así suena casi a magia pero no lo es para nada. Algo muy cercano a esta idea la vemos en muchos C.R.A (Colegios Rurales Agrupados) donde los grupos pequeños, la imaginación de los docentes y el acercarse a la realidad de los menores ofrece resultados increíbles.

También nos gustaría que Magisterio se llenase de gente cargada de ilusión y ganas de dar lo mejor de sí, algo que ya vemos en los ojos de muchos estudiantes.  Y que se valorase tal y como merece, son personas que educan a personas, por lo tanto desde nuestro punto de vista requieren de una formación, exigencia y prestigio superior al considerado actualmente (Por cierto, aprovechamos para mandar muchos ánimos a todos los maestros opositores que están en su recta final).

Nos encantaría ver como los padres y profesores forman un equipo que beneficie al menor. Sería fabuloso encontrarnos con una sociedad en la que pagar impuestos para que los hijos trabajen en aulas de 10-15 alumnos y no de 35 sea motivo de orgullo.

Imaginamos una educación en la que cada alumno sea escuchado y se sienta participe de lo que hace, donde sea posible atender a cada persona de forma individual atendiendo a sus necesidades específicas y se le acompañe en su desarrollo personal y académico.

Aunque suene a frase hecha, creemos que tenemos un potencial profesional increíble, mucha energía y actitud pero que se va quemando por el camino al encontrarse con un sinfín de obstáculos. Debemos dar cierto margen de maniobra al profesorado para que puedan dar lo mejor de sí mismos y, nos parece igual de necesario revisar el funcionamiento del sistema periódicamente. Si un profesor es negligente debemos sacarlo de las aulas, si otro no está ofreciendo lo mejor de sí pero quiere hacerlo debemos darle herramientas y, a quien encuentre el equilibrio debemos dejarle seguir sin trabas. Es ridículo simplificar la situación así que pongamos todos lo mejor de nosotros para dar a los menores lo que merecen, tanto políticos, como padres o profesores, cada uno en su papel.

¿Qué breves consejos nos daríais a los padres y madres del siglo XXI?

Que seamos conscientes de que querer a nuestro hijo no es suficiente para que seamos felices, ni él ni nosotros. Por supuesto es la base de todo pero hay que incorporar más cosas para que las cosas funcionen como deseamos.

Os proponemos algunas pautas que para nosotros son muy valiosas:

  • Es crucial empatizar con ellos. Tendemos a olvidar que son seres humanos y simplificamos cuanto les ocurre. No se trata de ser condescendientes ni sobreproteger sino de intentar entender sus pensamientos, emociones y reacciones con el fin de buscar las mejores soluciones.
  • Ser el modelo imperfecto que queramos ser. Educar es un gran reto en el que es muy fácil equivocarse. Nuestro libro insiste mucho en que debemos reconocer nuestras limitaciones para dar lo mejor de nosotros. Es necesario aceptar que no somos perfectos y que asumimos y aprendemos de nuestros errores.
  • Asumir nuestra realidad. Dedicamos un capítulo entero del libro a la organización vital porque entendemos que es una de las mayores dificultades a las que se enfrenta el padre de hoy. Si tengo una hora al día, como si tengo seis, debo asumir que ese es mi tiempo y hacer lo mejor que pueda con él y mi hijo. Si dispongo de un sola hora con él y la dedico a“mimarlo” tendremos una situación difícil y, además, un error. No es fácil revertir nuestra situación, especialmente si es laboral, pero el error si lo es. Si mi trabajo solo me permite una hora libre, no se trata de que quiera menos a mi hijo, así que sentirse culpables nos lleva a confundir al menor y convertirlo en un pequeño tirano. Si tengo una hora y busco hacer cosas con mi hijo, ayudarle, preguntarle por como ha ido su día o como se siente… le estaré ayudando y demostrándole que me importa de verdad. Él no sentirá que “intento comprarlo”. Simplemente asumiré una situación difícil de la forma más adaptativa posible.
  • Tratar de ser un equipo que persigue un mismo objetivo: intentar ofrecer al menor las herramientas y opciones que le permitan desarrollarse y ser feliz de la forma que quiera. Sea con tu pareja, con el maestro, su abuelo o la entrenadora necesitamos mostrar coherencia ante sus ojos. Muchas veces va a ser necesario ofrecer al menor alternativas, consecuencias o una perspectiva más coherente y tranquila, algo que, sin duda, necesitan. Siempre estaré a tiempo, y será bueno, hablar cuanto sea necesario con el resto de adultos y llegar a acuerdos pero es importante no utilizar al menor como punto de desencuentro y conflicto. Le confundirá y la hará sentir inseguro.
  • Permitir que se equivoquen y reforzar sus intentos. Mostrémosles como nosotros nos equivocamos, reflexionamos e intentamos hacerlo mejor la próxima vez. Aprender de los errores y no evitarlos es la clave del aprendizaje.
  • Cree en ti mismo porque nadie va a luchar más por tu hijo que tú. Busca estrategias, opciones y herramientas, escucha consejos, piensa que lo intentas y en las veces que lo has conseguido y sobretodo, recuerda constantemente que la meta es la más bonita de todas, ofrecer a tu hijo lo mejor de ti.

Estos y otros muchos consejos son fundamentales para proporcionar a nuestro hijo un ambiente y una base para que pueda construir el camino que desee perseguir, el camino que le lleve a la felicidad.

Para ampliar información y seguir aprendiendo:

Fuente: http://www.elblogalternativo.com/2016/05/13/educar-sin-varita-magica/

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Honduras: Unah invertirá L20 millones en educación a distancia

Honduras/ 28 de Marzo 2016 / 11:18 PM / Jorge Monzón /La Prensa

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Con el objetivo de exponer el modelo educativo de los Centros de Recursos de Aprendizaje a Distancia (Craed) y los retos a superar, se llevó a cabo en El Progreso, Yoro, el primer foro interregional de este sistema que impulsa la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah).

Las autoridades de los Craed en todo el país se dieron cita en un salón de la alcaldía de la Perla del Ulúa para definir rutas sostenibles para el crecimiento de este sistema educativo que cada vez tiene mayor demanda.

Los tutores de los Craed manifestaron sus experiencias al participar en este modelo al tiempo que recordaron el desarrollo histórico de los mismos, expresó Carlos Ochoa, director del sistema de Educación a Distancia de la Unah. “Sabemos que se tienen mucho desafíos en este sistema. Estos tienen que ver con recursos e infraestructura. Necesitamos libros, material audiovisual y mayor formación docente pues no todos manejan la modalidad a distancia”, dijo.

Ochoa informó que la Unah invertirá este año 20 millones de lempiras en el área tecnológica en los ocho Craed del país. Sin embargo, admitió que debido a una matrícula de más de nueve mil estudiantes y, que continúa creciendo, la Unah debe ampliar la infraestructura de este sistema lo más pronto posible. Para suplir la demanda se necesita invertir en infraestructura aproximadamente unos 80 millones de lempiras en una primera etapa para los cuatro Craed que tienen mayor demanda y necesidad.

Este sistema de la Unah tiene sedes en El Progreso, Siguatepeque, Tocoa, La Entrada, El Paraíso, Juticalpa, Choluteca y Tegucigalpa.

Carreras. En los Craed se imparten las carreras semipresenciales de Administración de Empresas Agropecuarias y Pedagogía. “Tenemos un convenio general con la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Costa Rica para desarrollar una maestría en Psicopedagogía y las carreras técnicas en Bibliotecología y Estadísticas de Ciencias de la Salud.

La apertura de nuevas carreras tiene un proceso que dura años debido a que hay que hacer estudios”, agregó.

El Craed de El Progreso tiene unos 1,300 estudiantes y se pretende construir más aulas a través de la donación del terreno por parte de la Municipalidad.

Experiencia. Moisés Pavón, estudiante del Craed de El Progreso, trabaja en su propio negocio y expresó que le resulta vital la existencia de este sistema. “Lo que he aprendido me ha ayudado para poder administrar mi negocio. Los alumnos egresados del colegio y que deben trabajar, tienen la opción”, expresó.

fuente: http://www.laprensa.hn/inicio/942137-417/unah-invertir%C3%A1-l20-millones-en-educaci%C3%B3n-a-distancia

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