Libro: La colonización pedagógica (LA YAPA) Arturo Jauretche

Por: CLACSO.

CLACSO presenta la Biblioteca en Acceso Abierto de la Universidad Pedagógica Nacional, institución que ha desarrollado un potente proyecto editorial orientado a la formación integral de docentes, investigadores, estudiantes universitarios, lectores y lectoras interesados en problemáticas contemporáneas. Su catálogo, conformado por las colecciones «Ideas en la educación argentina», «Boris Spivacow» y «Pensamiento contemporáneo» -entre otras- han plasmado en las páginas de sus ediciones un doble desafío: pensar nuestro tiempo con rigor académico sin dejar de contribuir a la creación y divulgación del conocimiento.

Fuente para descargar el libro: http://biblioteca.clacso.edu.ar/Argentina/unipe/20200622032025/La-colonizacion-pedagogica.pdf

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En Pro-ceso

09 de agosto de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Diana Carolina Vera Ardila

El arte es el resultado del espíritu del hombre; el arte se transforma no desde la materia sino de la ausencia de la misma, como el espíritu del hombre. 

Cuando pensamos en arte pensamos en estética, belleza, contemplación, en  museo, artistas, objeto artístico, exposición, en obra. La mayoría de las veces nos enfocamos en la obra de arte como objeto, deleitando nuestros ojos con la obra e intentando descifrar el pensamiento del artista, interpretando la misma contenida en el _objeto[2]. Suponemos con ello, la intención del artista y nos acomodamos como espectadores distantes y críticos olvidando en cierta medida que el ser humano transforma y reinterpreta la materia, lo ha hecho a lo largo de su vida y ha dejado en ella parte de su historia.

Es el arte nuestra muestra social y cultural al mundo, nuestro reflejo estático pasado y nuestro espejo dinámico ahora del estar del ser. Lleva a cuestas todas las transformaciones sociales, y cargamos en él todos los aspectos objetuales, procesuales y conceptuales que las palabras no alcanzan a decir desde l apercepción o interpretación.

Los cambios sociales y de épocas han sumado para la evolución y nueva visión del arte ahora; este nuevo arte conceptual donde el contexto, la forma y el contenido se transforma en lo llamado por Mateu Cabot “Proceso de estetización”, donde el proceso de la obra cobra vida y tiene mayor relevancia que el objeto, donde la experiencia vivida por el otro  es la obra y se valora al mismo tiempo su experiencia creadora.

Hoy el arte Conceptual, no se presenta sólo por su belleza por la calidad de su técnica o por el espacio que ocupa en un museo; el arte se mide hoy por su impacto, por lo que contiene, ya sea por su crudeza o por ser experiencia detonante en el otro pero lo que el arte contemporáneo rescata  es visibilizar el proceso como también por confrontarnos abierta y directamente con la realidad del mundo, no sólo contenido en un objeto sino en la acción, en el hacer contado por el artista.

La categoría de “Obra abierta” difundida por Umberto Eco, como las diversas posibilidades de significantes y lecturas de la obra de arte por parte del otro, haciendo que el espectador sea protagonista, participe y elemento fundamental de la  misma dando valor a su contenido. Es aquí donde se convierte en un proceso abierto y en continuo cambio.

Con el arte conceptual no hay límites, ni reglas, ni estructuras, pero “su existencia es posible, sólo en el discurrir procesual”[3] es ahí donde existe sentido; siendo pensada y presentada de manera que el espectador se incluya de cualquier forma al proceso de manera libre, al acto creador.

Aparecen entonces referentes como el arte efímero en el Land Art, o el arte basura presentado por Vic Muniz, límite de la materia y la nada, también acciones con el cuerpo como las de Francis Allys o Marcel BoodthaersGabriel Orozco o los hombres de barro Miquel Barcelo y Josef Nadj a la mente se asoma la obra pero sobre todo el proceso de Bill Viola contenido en el tiempo.

Obra de arte en un tiempo, un espacio físico[4] que puede ser desmaterializada, perdida en el mismo tiempo y espacio, no como un producto, sino como un proceso donde la creatividad se potencia porque las posibilidades y alternativas son infinitas, donde la idea no materializada es la obra misma. ¿Cómo pensar entonces el arte sin transformación, sin cambio, sin movimiento sin tiempo, ni espacio?  Aquí el proceso creador en sí mismo cobra sentido y es el proceso el producto en sí, vivo y vivido pues desde este parten las reflexiones, la experiencia contenida que llevaran a la culminación de la obra en la que seguirá guardándose, para luego avanzar intentando culminar o no; sólo en movimiento constante.

Bibliografía

  • Padilla Córdova, Arturo Entretextos 6 – “La Desmaterialización en el Arte, como reacción a los procesos de consumo”Neida Urbina (2002). El Arte conceptual: Punto culminante de la estética procesual o el arte como proceso. Revista estética Nº6.
  • Theodor W. Adorno. Teoría estética.
  • www.marxists.org/espanol/adorno/1970/0001.htm
  • Imagen de portada Tomás Saraceno, Galaxy Forming along Filaments, like Droplets along the Strands of a Spider’s Web, at the Venice Biennial, 2009


[2] Objeto. (Del Lat. Obiectus).

  • M. Todo lo que puede ser materia de conocimiento o sensibilidad de parte del sujeto, incluso este mismo.
  • M. Aquello que sirve de materia o asunto al ejercicio de las facultades mentales.
  • M. Término o fin de los actos de las potencias.
  • M. Fin o intento a que se dirige o encamina una acción u operación.
  • M. Materia o asunto de que se ocupa una ciencia o estudio.
  • M. Cosa.
  • M. Ant. Objeción, tacha o reparo.


[3] Neida Urbina (2002). El arte conceptual: punto culminante de la estética procesual o el arte como proceso. Revista Estética Nº6.


[4] Theodor w. Adorno. Teoría estética. www.marxists.org/espanol/adorno

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/en-pro-ceso

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Crear juegos educativos a partir del conocimiento

30 de noviembre de 2016 / Fuente: http://revistaeducacionvirtual.com/

Por: Claudia García

Crear un juego puede parecer sencillo; ya se sabe, jugar es cosa de niños. Nada más lejos de la realidad.

Se puede pensar que para crear un juego basta con una buena idea, un poco de tiempo y el dinero necesario. Pero ocurre que, como en la mayoría de actividades humanas, resulta difícil (por no decir imposible) realizar grandes proyectos de manera individual, sin la participación de los demás. El cambio que han experimentado las organizaciones ha fomentado una manera de trabajar más colaborativa y cooperativa. Si hasta ahora se podía organizar el trabajo de manera individual, ahora se hace necesaria la interacción de los implicados para conseguir finalidades compartidas, objetivos comunes, propósitos colectivos.

Para crear un juego se necesita un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales de diferentes disciplinas que trabajen conjuntamente para un objetivo común.

Para empezar, necesitamos profesionales de la educación, maestros, profesores, psicopedagogos, psicólogos o pedagogos; un profesional del aprendizaje que esté trabajando en primera línea, en contacto con niños y niñas, los verdaderos protagonistas, a los que va dirigido el juego.

El día a día en el aula, en el contacto directo con los alumnos, aporta a estos profesionales un conocimiento real y ajustado de las capacidades, competencias, motivaciones, gustos y necesidades de los niños y niñas. Este saber basado en la experiencia diaria, unido a la formación inicial recibida y a la formación continua aprehendida, configuran un “corpus” de conocimiento muy interesante, muy rico, que puede contribuir a la mejora de la calidad educativa de nuestra sociedad.

Muchos profesionales crean sus propios materiales educativos, realizan sus personales adaptaciones, fabrican manualmente mediante el DIY (Do It Yourself) con materiales, a menudo reciclados, e incluso comparten en la red sus creaciones. Sin embargo, son unos materiales educativos que, con demasiada frecuencia, quedan en el ámbito local y de relación personal.

En segundo lugar, se hace necesaria la participación de profesionales del mundo del diseño: ilustradores, diseñadores gráficos, animación audiovisual, maquetistas. Profesionales en el arte de transmitir visualmente la idea del juego. Estos profesionales (a los cuales podríamos llamar “artistas”en el término de tener la habilidad para hacer algo con perfección) son capaces de dar color, forma, imagen, tipografía… al juego concebido e imaginado por el profesional de la educación, para que el niño se sienta atraído por la belleza de la propuesta educativa.

En pleno siglo XXI puede sonar antiguo hablar de belleza, esa experiencia sensorial que produce bienestar y placer; ahora más que nunca debemos educar en este aspecto de la existencia humana, y los juegos educativos deberían poder transmitir la experiencia emocional de poder expresar los sentimientos de placer y satisfacción que supone tener en sus manos ese objeto didáctico.

En este momento del proceso de creación del juego, es de justicia mencionar a los profesionales que puedan intervenir en la corrección del juego; des de los correctores ortográficos, hasta la comprobación exhaustiva por parte del responsable de calidad, pasando por los profesionales vinculados a aspectos concretos de los juegos educativos: si hablamos de un juego educativo relacionado con la alimentación, será necesaria la participación de profesionales de la nutrición, dietistas nutricionistas.

En tercer lugar, y no por eso menos importante, deben participar los profesionales de las artes gráficas que harán realidad física el juego: imprentas y empresas de manipulación y montaje de los juegos. Las relaciones con estas empresas creemos que también deben ser colaborativas: cuanto más implicadas se sientan del proyecto, mejor producto obtendremos.

Fuente artículo: http://revistaeducacionvirtual.com/archives/2669

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