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Ojos que no ven… Las 10 crisis humanitarias de las que menos se habla

Redacción: el País

En 2019, la foto de un huevo fue la imagen que más likes (me gusta) recibió en Instagram. Más de 54 millones de personas le dieron al corazoncito de la publicación en la red social, tres más que los 51 millones que viven en los países que sufren las 10 crisis humanitarias más ignoradas. Fuera de los focos. Lo denuncia la ONG internacional CARE en su informe anual Sufriendo en Silencio que destaca además que seis de ellas ya habían aparecido en esta lista del olvido colectivo al menos dos veces en los últimos tres años. Y nueve están en África.

«Estamos viendo un creciente vínculo entre los efectos del cambio climático causado por el ser humano y la duración y complejidad de las crisis humanitarias», agrega la experta. Y cuanto más largas son, menos interés suscitan en los medios de comunicación, explican los autores del informe. Para Austin «es alentador» que cada vez se preste más atención a la crisis climática mundial. Pero matiza que es fundamental garantizar que el debate sobre sus efectos «no se limite al Norte y las necesarias transformaciones allí».

«Es sorprendente lo poco que los medios informan sobre el sufrimiento humano relacionado con el calentamiento global en el Sur, la falta de acción política para abordar esta injusticia y las soluciones aplicadas para aliviar la carga para las comunidades», lamenta. Esto se traduce en menos conciencia pública y también menos fondos para ayudar a las víctimas, advierte la ONG.

Estas son las 10 crisis humanitarias más olvidadas en 2019.

1. Madagascar: hambre y olvido

Este país es rico en biodiversidad e incluso una saga de películas lleva su nombre. Pero a finales de 2019, vivían en esta gran isla más de 2,6 millones de personas afectadas por el impacto de la sequía y más de 916.000 en necesidad inmediata de asistencia alimentaria, según CARE. El país tiene la cuarta tasa más elevada a nivel mundial de desnutrición crónica, que padece uno de cada dos niños menores de cinco. Además, tres cuartas partes de la población es extremadamente pobre, es decir, vive con menos de 1,9 dólares al día.

Con un 80% de la población dependiente de la agricultura, la sequía es un problema generalizado pero que afecta especialmente a las mujeres y los niños. Las primeras son las encargadas de la alimentación familiar y de llevar agua al hogar; los críos son más vulnerables a la falta de alimentos y contraer enfermedades. Celestine lo sabe bien. Su caso es uno de los que recoge el informe de CARE. Esta viuda y madre de siete hijos solía caminar nueve kilómetros hasta el pozo más cercano, pero algunos días no podía. «Fue entonces cuando los niños bebieron agua del río y enfermaron», le contó a los trabajadores de la ONG.

Incluso en años sin sequía, el acceso al agua potable es uno de los principales desafíos para los habitantes del sur de Madagascar. La aldea de Celestine formó parte de un programa de esta organización para la purificación de agua. «Ahora recibe 20 litros de agua potable todos los días. No es mucho, pero es un comienzo», escriben los autores del informe.

2. República Centroafricana: conflicto en el corazón de África

Hoy si naces en República Centroafricana tienes 2.500% más de posibilidades más de morir en tus primeros cinco años de vida, que si lo haces en Cuba. Son los dos países que representan los extremos de mortalidad infantil, según un extenso estudio que publicó Nature el pasado octubre. En caso de sobrevivir, la existencia no será fácil. El conflicto en que está sumido el país desde finales de 2013 ha empujado a uno de cada cuatro centroafricanos a huir de sus hogares, denuncia CARE. Más de 600.000 personas están desplazadas dentro del país y casi 594.000 han buscado refugio en los países vecinos. Además, 1,8 millones de personas se enfrentan a grave inseguridad alimentaria, lo que representa al 41% de la población.

«Podemos comer solo una vez al día, generalmente comemos arroz o mijo. Durante la temporada de lluvias tratamos de cultivar algunos vegetales, pero nunca es suficiente para todos nosotros. Sé que tendrá efectos en el desarrollo de los niños. ¿Pero qué debemos hacer?», le dijo Khadiya, de nueve años y responsable de su hermano de ocho meses, a los trabajadores de CARE en Chad, donde vive refugiada. 

3. Zambia: en primera línea del cambio climático

La sequía obligó a Moono y a su esposo a tomar decisiones difíciles. Tuvieron que sacar a sus hijos de la escuela y vender todo su ganado. De lo contrario, no podrían comprar comida. «Antes de la sequía, producíamos suficientes alimentos para comer y nos quedaban sobras para vender, incluyendo maíz, sorgo y vegetales», explicó la mujer al personal de la organización, que ha incluido su historia en el informe para ponerle un rostro al hambre en Zambia.  Nada creció la última temporada. «Ahora incluso estamos comiendo raíces y frutas silvestres», dijo. Toda la familia busca desesperadamente agua y comida. Cuanto más dura la temporada seca, más largas son las distancias que tienen que recorrer para encontrar ambos. «Tenemos una comida al día ahora y no sobra», contó ella. «No sabemos qué haremos hasta la próxima cosecha. Eso no es hasta abril».

A principios de año, para muchos medios y sus audiencias, la sequía en Zambia comenzó a ser algo real cuando supieron del riesgo de que las cataratas Victoria se secasen

Historias como las de Moono son para CARE la mejor prueba de que en Zambia, los efectos del cambio climático son innegables. Unos 2,3 millones de personas necesitan ayuda alimentaria urgente como resultado de la recurrente falta de lluvias. «La inseguridad alimentaria relacionada con los fenómenos meteorológicos extremos, las plagas o epidemias no son nada nuevo para los países del sur de África, sin embargo las temperaturas en la región están aumentando casi el doble de la media mundial», alerta la ONG.

Quizá, en la clasificación del olvido de CARE sobre 2020, este país baje posiciones. A principios de año, para muchos medios y sus audiencias, la sequía en Zambia comenzó a ser algo real cuando supieron del riesgo de que las cataratas Victoria se secasen.

4. Burundi: la inestabilidad que alimenta la crisis

«Con una prolongada inseguridad política, los altos niveles de pobreza y significativos motivos de preocupación en materia de Derechos Humanos, la situación humanitaria en Burundi sigue siendo frágil», advierten los autores del documento. Según la ONG, los desastres naturales, los movimientos de población, las epidemias de malaria y el riesgo de que el ébola llegue al país se suman a una situación ya de por sí precaria. 1,7 millones de personas, algo más del 15% de la población, tienen problemas para alimentar a sus familias.

Ojos que no ven...

Una de ellas es Consolate, madre de seis hijos. “Mi hija Irene estaba enferma, perdió peso y no creció como sus hermanos y hermanas desde que tenía tres años. Su cuerpo comenzó a hincharse, su piel rezuma con infecciones graves. Estaba tan preocupada al ver la desnutrición de Irene que pensé que también tendría presión arterial alta y moriría», explicó la mujer a CARE, que le prestó ayuda.

5. Eritrea: huyendo de la sequía y la represión

La plaga de langostas que está arrasando África oriental ha llegado a Eritrea. Esto empeorará la ya de por sí deficiente situación alimentaria en el país. Invisible y silencionsamente, la sequía en 2019 sucedió a un 2018 más seco de lo normal. Resultado: pérdida de cosechas y más hambre. «La producción nacional de alimentos es incapaz de satisfacer las necesidades de la población: las estimaciones sugieren que una buena temporada agrícola solo puede producir el 60-70% de lo que requiere el país; un mal año solo del 20-30%», indica el informe de CARE. 

La falta de alimentos no hizo tanto ruido como los insectos y Eritrea se ha quedado en la quinta posición de los 10 países en situación de crisis humanitaria más olvidados de 2019. Con ello, permanecen sin voz los más vulnerables de este país: los nómadas y la población femenina. «En Eritrea, las mujeres y las niñas están expuestas a graves riesgos. El matrimonio infantil sigue siendo común en muchas comunidades conservadoras, lo que hace que las niñas se conviertan en madres a una edad muy temprana. Esto les priva de la oportunidad de ir a la escuela y vivir una vida autodeterminada e independiente. Además, la mutilación genital femenina sigue siendo una práctica generalizada a pesar de que es formalmente ilegal», escriben los autores del documento.

6. Corea del Norte: hambre detrás de las puertas de cerradas

Corea del Norte no ha estado ausente de los medios de comunicación, pero casi siempre por cuestiones de geopolítica: reuniones con Trump, diálogo nuclear, tensiones con Japón… Incluso fue noticia la difusión de una fotografía de su líder, Kim Jong-un, montado sobre un caballo blanco.

Menos atención se le prestó a la crisis cotidiana que viven muchos de sus habitantes puertas adentro, denuncia CARE. «La ONU estima que unos 10,9 millones de personas necesitan asistencia humanitaria para cubrir sus necesidades alimentarias, de salud, agua, saneamiento e higiene. Alrededor del 43% de la población está desnutrida ya que la producción agrícola del país no cubre sus necesidades debido a la falta de equipos modernos, a lo que se suman olas de calor, sequías e inundaciones. Además, el 40% no tiene acceso a agua potable y muchos carecen de instalaciones de saneamiento seguro», enumera la ONG.

7. Kenia: atrapados entre sequías e inundaciones

Más de 1,1 millones de personas viven sin acceso regular a alimentos y más de 500.000 niños menores de cinco años necesitan tratamiento por desnutrición. Las continuadas condiciones de sequía en todo Kenia han llevado al deterioro de la productividad tanto del ganado como de las cosechas, una subida de los precios y una disminución del agua. La producción agrícola se ha reducido a la mitad, según las estimaciones. Además, cuando no llueve demasiado poco, llueve en exceso.

8. Burkina Faso: una catástrofe humaitaria silenciosa

«Burkina Faso lleva años sumido en una enconada inestabilidad política resultado de los desafíos de seguridad, un vacío de poder, la débil gobernanza y la presencia de grupos armados», analizan los expertos de CARE. Además, el país es extremadamente pobre y padece graves niveles de desigualdad económica y déficits agrícolas, principalmente debido a la inseguridad.

Todo ello ha provocado el desplazamiento de más de 486.000 personas. Y las zonas afectadas por la violencia muestran altos niveles de inseguridad alimentaria y desnutrición. «Para empeorar las cosas, casi 2.000 escuelas no pudieron reabrir, se cerraron 71 centros de salud y 75 proporcionan solo servicios limitados. Esto afecta a más de 880.000 personas», enumeran los autores del informe. En total, alrededor de 1,5 millones de personas en el país necesitaban ayuda humanitaria —protección, asistencia alimentaria y de medios de vida— en 2019. Y se espera que este número aumente a 2.2 millones en 2020, avanzan.

Djenaba Diallo, de 60 años y nativa de Sagou, es una de esas personas que necesitaron asistencia para sobrevivir. A principios de 2019 se fue a vivir a un campamento cuando tuvo que huir de su pueblo después de un ataque en el que dos de sus hijos fueron asesinados. Ahora, vive con sus seis hijas, un hijo y 40 de sus nietos. «Afortunadamente, Djenaba poseía más de 50 cabras y ovejas. Gracias a este ganado, pudo vender leche para ganarse la vida», relata la ONG CARE en el informe. «Pero perdí todo lo demás durante el ataque y todavía tengo miembros de la familia que están en el monte con su ganado», dijo ella. “Habían ido a alimentarlos cuando fuimos atacados y no sabemos dónde están. Nos preocupamos por ellos». El mayor deseo de Djenaba es reunirse con todos los miembros de su familia y volver a la paz. Y quiere lo básico: comida y mejor refugio. “Hay casi 50 personas en mi tienda, esto no nos permite vivir bien y podemos infectarnos fácilmente con enfermedades. Necesitamos ayuda».

Con todo, dos importantes noticias llegaron a copar grandes titulares. Por un lado, la comunidad LGTBI pudo celebrar por primera vez un desfile en Burkina Faso para elegir su Miss y Mister Burkina. Y por otro, un pueblo de este país será escenario de una investigación que podría ser clave para erradicar la malaria que mata cada año a 400.000 personas en el mundo.

9. Etiopía: un círculo vicioso de desastres, hambre y desplazamientos

Etiopía es uno de esos países que menos contribuye al cambio climático y más lo sufre. Las lluvias son impredecibles y las sequías recurrentes. «Si bien el país contribuye solo con un 0,27% a las emisiones globales, sufre extremadamente el impacto de la crisis climática», se lee en el informe de CARE. Como resultado, unos 7,9 millones de personas sufren desnutrición. Un problema con nombre y apellidos.

Amina Ame Usman no ha cosechado nada esta temporada. «El suelo es fértil, pero el problema es la escasez de agua», recoge su testimonio el la ONG. «Ahora, no tenemos nada». Amina, una madre viuda de seis hijos, dependía del sorgo (un cereal) para alimentar a sus hijos. Debido a la sequía, que ha afectado en gran medida a la parte oriental de Etiopía durante los últimos seis años, la familia de Amina ha estado luchando. Sin los ingresos suplementarios de su cosecha, Amina ni siquiera ha podido comprar productos básicos como jabón o medicamentos para su familia. Por eso, recibe raciones de alimentos de CARE.

10. Cuenca del Lago Chad

Algunas crónicas han contado la desaparición del lago Chad que en 1963 se extendía 26.000 kilómetros cuadrados y hoy no llega a los 1.500 dividido en dos cubetas. Una reducción de algo más del 90%. En la práctica, para los pescadores significa menos peces y más pequeños. Esta merma de alimentos se suma a otras crisis superpuestas que convierten a esta zona del mundo en una tormenta humanitaria perfecta. «10 años de conflicto y violencia, pobreza, hambre, desplazamiento y la disminución del nivel de agua del lago han provocado que casi 10 millones de personas necesiten asistencia humanitaria», indica el estudio de CARE.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/01/29/planeta_futuro/1580308811_562711.html

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ONU: Crisis humanitaria en la región de Catatumbo, Colombia

 

La situación en Hacarí, La Playa de Belén y Ábrego es crítica por las acciones de grupos como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL).

Al menos 20.000 personas de los municipios de Hacarí, La Playa de Belén y Ábrego, de la región del Catatumbo, se encuentran en medio de una crisis humanitaria por el accionar de los grupos rebeldes, alertó una agencia de Naciones Unidas.

La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios dio a conocer que en Hacarí, La Playa de Belén y Ábrego, se vive el mayor peso de la crisis por las acciones de grupos como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL).

El recrudecimiento de la guerra entre ambos grupos tiene confinados, bloqueados y amenazados de desplazamiento a varios de los 11 municipios de la región

Juan Carlos Quintero Sierra@catatumbol281

Los problemas estructurales del Catatumbo son por el abandono historico del estado, @IvanDuque pretende con las Zonas Estrategicas Integrales de Intervencion – ZEII, y las zonas futuro decreto 2278, pasar la politica del paz a las fuerzas de seguridad y simular que cumple el PDET

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La ONU explicó que se evidenciaron restricciones a la movilidad impuesta por los grupos armados al margen de la ley y la presencia de minas antipersona, las cuales limitan el acceso a bienes, servicios, derechos fundamentales como educación y salud, asistencia humanitaria, al igual que la disponibilidad y acceso a alimentos y cultivos.

Otros municipios como Tibú, El Tarra, San Calixto, Convención, Teorama y Sardinata también enfrentan afectaciones humanitarias similares que se podrán agravar entre tanto el escenario de riesgo continúe.

De igual manera, la ONU explicó que cerca de 11.700 niños, niñas y adolescentes no tienen  acceso a educación, 160 personas desplazadas y 675 toneladas de productos agrícolas perdidas.

En diálogo con red+ noticias, Juan Carlos Quintero, presidente de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), aseguró en fecha reciente que la situación en el Catatumbo es insostenible por culpa de la omisión del Estado, que no tiene ningún tipo de control en esta zona, sometida por grupos armados ilegales.

AscamcatOficial@AscamcatOficia

La Comisión por la Vida, la Reconciliación y la Paz del Catatumbo @CiscaCatatumbo junto a la @DefensoriaCol @ONUHumanRights la Comisión de Paz y Reconciliación de , expresan su preocupación por el recrudecimiento del conflicto social y armado

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AscamcatOficial@AscamcatOficia

Desde el 2018 el incremento de infracciones a y vulneraciones reiteradas a los tras el enfrentamiento entre el y la respuesta del gobierno nacional ha sido una mayor militarización de la región y su negativa a implementar a cabalidad los acuerdos de paz

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Autoridades del Catatumbo cancelaron ayer la caravana humanitaria con la que se pretendía abastecer a pueblos de la región aislados por la disputa entre las guerrillas del ELN y el EPL, al considerar que no hay condiciones de seguridad para moverse por las carreteras.

Al menos nueve municipios del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, limítrofe con Venezuela, están desde la semana pasada paralizados en todas sus actividades debido a los «paros armados» ordenados primero por el ELN, que duró 72 horas, y por otro indefinido de sus rivales del EPL.

«Estamos muy preocupados por la situación del Catatumbo ya que tenemos información sobre restricción a la movilidad, falta de alimentos, desplazamiento, ataques contra defensores y otros hechos», dijo el representante de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia, Alberto Brunori.

Elizabeth Pabón, lideresa de la Ascamcat, explicó que Catatumbo es una zona que siempre ha sido una de las regiones más complicadas debido al abandono estatal.

AscamcatOficial@AscamcatOficia

Se llevó acabó el foro y «Desarrollo para la ciudad y el campo. Una discusión más allá de lo económico». En el que participaron los profesores César Ramírez, Mario Zambrano y Juan C. Quintero @catatumbol281

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“Durante las conversaciones y el primer año del proceso de paz, teníamos la esperanza de que iba a ser diferente, sabíamos que habrían dificultades, pero no tantas como las que tenemos”, indicó Pabón, delegada por el Catatumbo en la Instancia Especial de Género para la Paz, creada por los acuerdos de La Habana para hacer seguimiento a lo pactado.

“Los acuerdos se hicieron para el pueblo, no solo para el Gobierno y las FARC-EP, por eso queremos que se cumplan. Hay que seguir apostándole a la paz, aunque haya dificultades. Queremos una paz incompleta y no una guerra perfecta”, puntualizó.

Fuente e Imgen: https://www.telesurtv.net/news/colombia-region-catatumbo-onu-crisis-humanitaria-20200222-0011.html

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Fe y Alegría Venezuela denuncia emergencia educativa ante falta de docentes

América del Sur/ Venezuela/ 21.01.2020/ Fuente: www.vidanuevadigital.com.

  • 1.775 docentes han abandonado las aulas ante la crisis humanitaria en Venezuela ha informado Manuel Aristorena, director nacional de esta organización
  • Otra de las dificultades que se adiciona a este calvario es la poca asistencia de estudiantes a los centros educativos “por falta de presupuesto familiar”

“Está en juego la calidad educativa de los niños, niñas y adolescentes” en “un país que va perdiendo viabilidad y sin una educación de calidad”, bajo estas lapidarias premisas, el sacerdote jesuita Manuel Aristorena, director nacional de Fe y Alegría Venezuela, ha descrito la emergencia educativa por la que atraviesa este movimiento creado en 1955, precisamente en las barriadas humildes de Caracas, por el también jesuita chileno José María Vélaz.


Si bien este movimiento educativo tiene presencia en América, África y Asia, hoy en día en su país natal se vive una aguda crisis de la que no están exentos sus centros educativos, donde el 25% del personal se ha ido por bajos salarios.

Madres en reemplazo de docentes

Para el director nacional esto sin duda “afecta la calidad educativa”, no obstante las propias madres de los estudiantes han tenido que asumir estas vacantes para que sus hijos no se queden sin maestros, por lo cual desde Fe y Alegría han trabajado planes de formación con ellas en aras de realizar ajustes en la programación escolar para alcanzar la mayor calidad posible para estar a la altura de las circunstancias.

“Son unas 80 madres que han asumido la responsabilidad de acompañar un curso para garantizar el funcionamiento de las aulas y el cumplimiento del contenido curricular por lo que se ha aplicado la evaluación continua”, agregó.

9.000 niños abandonados

Además hay una amenaza latente,  “el 80% del personal no está exento de abandonar sus cargos, por lo que instó al gobierno prestarles mayor atención y garantizarles sus servicio básicos”, señala el jesuita.

De hecho hasta el 15 de octubre de 2019 de los 9.019 cargos docentes aprobados para Fe y Alegría a través de la Asociación Venezolana de Educación Católica, solo 7.244 están activos, mientras que 1.775 han abandonado las aulas ante la crisis humanitaria en Venezuela.

A estas cifras se le suman “los casi 9.000 niños que han sido abandonados o dejados atrás por sus padres al migrar hacia otros países y son detectados por comportamientos inusuales que van asumiendo”, sostiene el presbítero.

Ausentismo escolar

Otra de las dificultades que se adiciona a este calvario es la poca asistencia de estudiantes a los centros educativos “por falta de presupuesto familiar”, porque “los niños tienen muchas ganas de estudiar pero se encuentran con dificultades y también ocurre con el personal que en ocasiones necesitan más de la mitad del sueldo porque deben hacer hasta tres transbordos”, asevera el sacerdote.

“Fe y Alegría Venezuela realiza un trabajo educativo partiendo del principio de que los niños son sujetos de derecho y todo derecho tiene un valor correlativo por una educación de calidad”, ha dicho.

Fuente de la noticia: https://www.vidanuevadigital.com/2020/01/19/fe-y-alegria-venezuela-denuncia-emergencia-educativa-ante-falta-de-docentes/

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La escuela digital llega a los refugiados en Líbano y Malaui

Asia/Líbano/05 Enero 2020/compromisorse

En 2019 ProFuturo ha impulsado el trabajo que de forma pionera realiza desde hace tres años en zonas de conflicto para garantizar el acceso a la educación digital de calidad de niñas y niños refugiados. Este curso, el programa impulsado por Fundación Telefónica y ̈la Caixa ̈ ha llevado la escuela digital al campo de refugiados de Dzaleka, ubicado a 30 kilómetros de la capital de Malawi, y consolidado su actuación en Líbano, donde cierra el año habiendo beneficiado a 1.390 refugiados sirios. En 2020 ProFuturo prevé llevar este modelo de intervención educativa a Jordania, donde trabajará con refugiados iraquíes en contextos de educación informal.

Este trabajo se ha dado a conocer esta semana en Ginebra, donde se celebra el primer Foro Mundial Sobre Refugiados con el objetivo de lograr nuevos enfoques y compromisos a largo plazo por parte de gobiernos, instituciones internacionales, organizaciones del ámbito del desarrollo, empresas y sociedad civil para ayudar a las personas refugiadas y a las comunidades que las acogen.

La educación ha sido uno de los focos de los debates de alto nivel que están teniendo lugar en la capital suiza. De acuerdo a datos de la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que organiza el foro junto a Suiza, Alemania, Costa Rica, Etiopía, Pakistán y Turquía, de los 25,9 millones de personas refugiadas en el mundo, más de la mitad tiene menos de 18 años y 3,7 millones no van a la escuela.

ProFuturo forma parte de un grupo de países e instituciones que impulsan la movilización de recursos y donaciones para promover la inclusión de los refugiados en los sistemas nacionales de educación y ayudar a las comunidades de acogida. En este contexto, ha presentado el trabajo que está realizando en Líbano y Malaui y su contribución para el próximo año a estos proyectos, a los que se sumará Jordania. A finales de 2020, el programa de educación digital de Fundación Telefónica y ̈la Caixa ̈ habrá beneficiado a un total de 3.500 niñas y niños refugiados.

̈El sector privado tiene cada vez más relevancia en las respuestas humanitarias y de desarrollo ̈, ha explicado en Ginebra la directora de Relaciones Internacionales de Fundación Telefónica, Sofía Fernández de Mesa, quien ha recordado que la única manera de crear soluciones educativas sostenibles a largo plazo es a través de medidas colectivas.

Garantizar educación en cualquier contexto

Por eso en 2017 ProFuturo, en colaboración con la Fundación Entreculturas y el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), empezó a adaptar su programa de educación digital a contextos de refugiados con un enfoque integral alineado con los principios de la Red Internacional de Educación en Emergencias (INEE). Este nuevo modelo de intervención educativa busca garantizar, tanto en contextos de educación formal e informal, tres pilares fundamentales: el acceso a la educación, la calidad educativa y la resiliencia de los niños y niñas refugiados.

Partimos de la premisa de que, incluso en situaciones de crisis humanitaria, donde lo más urgente es atender las necesidades inmediatas básicas como la alimentación o tener un lugar donde encontrarse seguro, la educación no puede esperar ̈, explica la directora general de ProFuturo Magdalena Brier.

Apoyo educativo a refugiados sirios en Líbano

El modelo se implementó por primera vez con un proyecto piloto en Líbano, donde ProFuturo ha llevado educación digital de calidad a 1.390 niños refugiados sirios. La actividad empezó en un centro de refuerzo escolar ubicado en Bourj Hammoud, un barrio a las afueras de Beirut. Gestionado por el Servicio Jesuita al Refugiado (JRS), el centro atiende a refugiados sirios que ya están inscritos en el sistema educativo público libanés, en el que el idioma y currículo es distinto al de sus países de origen. En horario extra escolar ProFuturo ofrece a los alumnos refuerzo pedagógico, principalmente de idiomas (francés e inglés), y apoyo con los deberes.

En 2018, ProFuturo comenzó a trabajar también en el Valle de la Bekaa, ubicado a pocos kilómetros de la frontera con Siria y donde se han instalado la mayoría de los asentamientos informales de refugiados sirios. En colaboración con la Fundación Kayany y la Universidad Americana de Beirut (AUB), ProFuturo ha implementado su programa en 13 centros de aprendizaje gestionados por varias ONGs para cubrir las necesidades educativas de niños y niñas que no tienen acceso a la formación reglada.

Matemáticas e inglés en Malaui

Ante el dramático aumento del número de personas refugiadas en las últimas dos décadas como consecuencia de conflictos abiertos en el mundo, en 2019 ProFuturo ha ampliado su acción educativa en estos contextos. En septiembre, el programa de Fundación Telefónica y ̈la Caixa ̈ empezó a trabajar en Malaui, donde ha empezado a implementar su propuesta educativa en el campo de refugiados de Dzaleka, que acoge a unas 40.000 personas, en su mayoría procedentes de la vecina República Democrática del Congo.

En colaboración con JRS, el programa se implementa en el único colegio de educación primaria que hay en el campo de refugiados, donde estudian unos 4.000 alumnos. ProFuturo provee equipamiento tecnológico y, a través de capacitación docente y metodologías de enseñanza innovadoras, trabaja para reforzar los conocimientos de matemáticas e inglés de los alumnos de tercero y quinto de primaria durante las horas lectivas. Además, en dos salas contiguas a la escuela, construidas recientemente por la ONG Manos Unidas, ha puesto a disposición de los alumnos contenido digital y materiales interactivos para que puedan reforzar su experiencia de aprendizaje cuando no estén en el aula. En este espacio, también se atiende a personas adultas y a niños y niñas que no acceden a la educación formal. En menos de tres meses ProFuturo ya ha beneficiado a 1.616 niños y niñas en Malaui.

El coordinador del proyecto en terreno, Mwaiwathu Phiri, destaca la importancia de que los refugiados puedan tener acceso a educación digital y a la tecnología que usan niños en otras partes del mundo. ̈Les hace sentirse importantes y les motiva a ir a la escuela. Están deseando tocar las tablets y aprender nuevas habilidades ̈, añade.

Fuente: https://www.compromisorse.com/rse/2020/01/02/la-escuela-digital-llega-a-los-refugiados-en-libano-y-malaui/

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Enviado especial de ONU llama a retomar diálogos en Yemen

Asia/Yemen/20-10-2019/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Pese a la suspensión de las conversaciones de paz en Yemen, la ONU ve un aumento de las expectativas por aplicar el Acuerdo de Estocolmo.

El enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Yemen, Martin Griffiths, realizó este jueves un nuevo llamado a las partes para retomar el diálogo en el país ante la crisis que viven.

En su intervención ante el Consejo de Seguridad del organismo, destacó la importancia de retomar las conversaciones y reanudar el debate para la liberación de prisioneros. “Hay indicios esperanzadores para el pueblo yemení pese a la desgracia que asola a la nación árabe”, precisó.

Según la ONU, pese a la suspensión de las conversaciones de paz en Yemen, aumentan las expectativas por aplicar el Acuerdo de Estocolmo, firmado en diciembre de 2018 entre las partes del conflicto: El Gobierno de Yemen y los hutíes.

UN News

✔@UN_News_Centre

: Special Envoy Martin Griffiths @OSE_Yemen and @UNReliefChief briefed the @UN Security Council, pointing signs of hope in the country. https://news.un.org/en/story/2019/10/1049481 

Cratar neighbourhood in Aden, Yemen. (18 November 2018)

Yemen conflict: ‘Fragile’ hopes rise, as violence decreases and life-saving humanitarian funds rise

There are “small signs” of hope for Yemeni civilians caught up in fighting, following a reduction in violence, coupled with a 20 per cent increase in funding for the UN’s humanitarian response, the…

news.un.org

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El acuerdo incluye la desmilitarización de la ciudad portuaria de Hodeida, el intercambio de prisioneros y el compromiso a reducir la lucha de en la ciudad de Taiz; sin embargo, su implementación está estancada por las discrepancias sobre la composición de fuerzas de seguridad locales en Hodeida, entre otros temas.

Por su parte, el coordinador de ayuda de emergencia de la ONU, Mark Lowcock, aseguró que la situación de Yemen ha empeorado y catalogó a este país como la peor crisis humanitaria del mundo.

Mark Lowcock

✔@UNReliefChief

250+ humanitarian agencies in Yemen – most of them Yemeni – are reaching 12+ million people across the country every month.
My update to the @UN Security Council: https://reliefweb.int/report/yemen/under-secretary-general-humanitarian-affairs-and-emergency-relief-coordinator-mark-23 

Under-Secretary-General for Humanitarian Affairs and Emergency Relief Coordinator, Mark Lowcock,…

English News and Press Release on Yemen and 5 other countries about Contributions, Food and Nutrition and more; published on 17 Oct 2019 by OCHA

reliefweb.int

28 personas están hablando de esto
Asimismo, explicó que septiembre fue el mes “más mortal” para los civiles en este año, con 388 muertos y heridos debido al conflicto, lo que significa un promedio de 13 personas cada día.

El conflicto yemení escaló en marzo de 2015, cuando Arabia Saudita y otros países árabes, apoyados por Estados Unidos, Reino Unido y Francia, lanzaron ataques aéreos contra los hutíes.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/onu-llamado-retomar-dialogos-paz-yemen-20191017-0034.html

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Decir presente, hacer futuro

Por: Facundo Manes.

El fin de semana acompañé a mi hija a la clase de teatro y, mientras esperaba, había una mamá que estaba ahí también y leía un libro. Estaba ensimismada, anotaba cada tanto, a veces parecía que le respondía con un gesto a lo que leía.

Cuando llegó el momento de volver, vi a la señora que cerraba el libro y, con eso, la ceremonia de lectura, y con sorpresa me di cuenta de que se trataba del libro Decir presente, hacer futuro, ese que yo había escrito y publicado hacía unas pocas semanas.

Me di cuenta una vez más de esa comunicación milagrosa comunicación milagrosaque el libro sigue provocando, y que da sentido a esa práctica de siglos y siglos en el que uno escribe algo y lo arroja como una botella al mar para que otro lo encuentre, lo lea, lo apruebe o lo discuta a partir de ese rito ìntimo de la lectura que el libro sigue promoviendo, más allá de que estemos atravesando la era digital.

¿De qué se trata este libro? Decir presente, hacer futuro es una propuesta a reflexionar sobre nosotros mismos, nuestra manera de ser, nuestra historia, sobre cómo llegamos hasta y, sobre todo, qué queremos de nosotros mismos.

Este nuevo libro nos invita a pensar sobre la necesidad de contar con un proyecto de Nación a partir de un programa político y social que resuelva las desigualdades. Y dar cuenta de que para eso es imprescindible contar con un sueño colectivo que cure la herida que nos divide a los argentinos y nos permita sentar las bases para crecer y desarrollarnos de una vez por todas.

Necesitamos pensar y hacer un país para los que vengan. Es nuestra responsabilidad y podemos lograrlo. Tres ejes nos parecen centrales en ese camino.

Para poder proyectar crecimiento a largo plazo, resulta urgente superar la crisis humanitaria (erradicar el hambre y luchar contra la malnutrición).

Es un escándalo que exista el hambre en un país como Argentina. Esto, que en sí mismo resulta intolerable, además tiene un impacto social mayúsculo. Como señala UNICEF, la desnutrición crónica elimina oportunidades a un niño, pero también al desarrollo de una nación.

El hecho de que muchísimos niños en nuestro país no puedan alcanzar su potencial en los primeros años y, en consecuencia, entrar en la escuela sin una base sólida para el aprendizaje es una injusticia para con ellos pero, también, una enorme hipoteca para el futuro. Es imprescindible implementar con celeridad programas de intervención en la temprana infancia que puedan mitigar estas condiciones de desventaja.

Gobernar significa establecer prioridades. Y claro que no debe haber algo más urgente e indispensable que acabar con el hambre. Para resolverlo debe existir una voluntad política real.

El compromiso de enfrentar el hambre (y todas las formas de malnutrición) tiene que concretarse en políticas y programas, y en la movilización inmediata y sin trabas de los recursos necesarios. Se trata de una emergencia ante una catástrofe social. Y así debemos responder.

El conocimiento debería ser el principal plan económico y social de la Argentina. Hemos probado de todo, menos esto. Muchos siguen sosteniendo que un país tiene que crecer económicamente primero y luego invertir en el desarrollo humano, en ciencia, educación, salud y tecnología.

Pero es al revés, y eso pasó en la Argentina: el crecimiento económico sin inversión en desarrollo humano no es sostenible y no reduce la desigualdad. Tenemos que entender que la experiencia de otros países nos muestra que, a mayor inversión en educación, ciencia, tecnología e innovación, más riqueza produce el país.

El tercer componente esencial para cualquier futuro promisorio es unirnos como sociedad. No hay posibilidades de prosperidad con una sociedad fragmentada, que considere al argentino lobo del argentino. El pasado nos divide. El presente nos divide.

El futuro puede unirnos atrás de un sueño común. Hace décadas que los argentinos no tenemos un sueño colectivo. El último gran sueño que nos unió fue la lucha por la democracia en los años 80. Y ese gran sueño nos unió más allá de las banderas políticas, de clase social, de si éramos del campo o de la ciudad.

Estoy convencido de que el nuevo sueño colectivo debe ser la Revolución del Conocimiento. Nutrir bien a los chicos, asegurar salud y educación de calidad para todos, invertir sostenidamente en ciencia y vincular la investigación con la producción, tener instituciones transparentes y confiables, mejorar la infraestructura, cuidar el medio ambiente, luchar por la igualdad de oportunidades sin importar género o clase social: todo esto es conocimiento. En este siglo XXI, las ideas alimentan la economía de los países y la inversión en conocimiento como política pública –más allá de a quién le toque gobernar circunstancialmente- es un pilar para el desarrollo.

Persiguiendo este sueño escribí este libro, y creo que muchos, como la señora que leía mientras esperaba en la clase de teatro, también persiguen. Brindar la contención imprescindible a quienes están sufriendo, unirnos en un proyecto común y que la inversión y el esfuerzo esté puesto en lo más importante que tenemos: nosotros mismos, los argentinos, nuestras capacidades, nuestra creatividad, el conocimiento que permite la equidad y el desarrollo. Necesitamos recomponer la confianza en que es posible alcanzarlo.

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/opinion/decir-presente-hacer-futuro_0_D7g1PqYh.html

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África: Niños sin cuentos de hadas

África/09 Agosto 2019/Cubahora

Próximamente cumplirán 60 años de la aprobación por la ONU de la Declaración de los Derechos del Niño, ocasión para revisar cómo se comporta la humanidad al respecto…

Naciones UnidasUnión Africana y diversas organizaciones no gubernamentales (ONG), coinciden en la necesidad de erradicar el empleo del niño soldado, desterrar definitivamente de la realidad política el uso de menores en contiendas bélicas.

La historia recoge muchos sucesos que involucraron el reclutamiento y uso de tales criaturas en conflictos armados; un caso fue en la Edad Media de la llamada Cruzada de los Niños, en 1212, y en la época contemporánea en el curso de la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo desde la década de los años 70 del siglo pasado –coincidiendo con un incremento de la carrera  armamentista y la Guerra Fría- surgió un fuerte movimiento contra la conscripción de niños soldados, los “kadogos” (pequeños, en swahili), quienes resultan dobles víctimas de los disensos armados, situación arraigada en el contexto africano.

A principios de año se estimó que aún decenas de miles de menores en África son obligados a ejercer como militares y al respecto una  ONG, ChildSoldiers International, denunciaba que ese abuso persistía en al menos siete países subsaharianos, además precisó que: “Los continuos disturbios en Somalia, Sudán del Sur, República Democrática del Congo, República Centroafricana y otros países hacen que los niños estén cada vez más expuestos al reclutamiento”.

Por definición, niño soldado es aquel que participa en acciones militares como combatiente, como escudos humanos o con fines de propaganda y suelen usarse también como porteadores, espías, mensajeros, personal de patrulla y esclavos sexuales o su presencia puede constituir una ventaja política en caso de un contrincante prevé presionar a su rival en una mesa de negociaciones.

En los conflictos bélicos no convencionales, es decir en los que se abandonan las normas tradicionales de guerra, la señalada figura adquiere atributos tales como el de zapador involuntario y/o atacante suicida, fórmulas muy aplicadas por la secta terrorista BokoHaram, creada en el 2002 y que desde 2009 enfrenta militarmente al gobierno federal de Nigeria.

Esa facción insurgente, considerada como uno de las más peligrosas y mortales de África, nutre sus filas con el alistamiento forzados de menores obligados a seguir a sus jefes, quienes  les advierten que cualquier desobediencia conlleva a graves represalias contra los familiares. Deben cumplir ciegamente  las órdenes impartidas por muy irracional que sean.

Una prueba de cómo opera ese grupo armado ocurrió en 2014, cuando secuestró a unas 200 escolares en la localidad de Chibok. El jefe de esa formación extremista de confesión islámica, Abubakar Shekau, amenazó con venderlas a traficantes y de entregarlas a la tropa, en caso de no utilizarlas como importante carta  de cambio en negociaciones con el gobierno.

La exacerbación de la violencia criminal perpetrada por los niños soldados se manifestó en la guerra en Sierra Leona (1991-2002), en la cual esos pequeños fueron ejecutores de las decisiones de los mandos del Frente Revolucionario Unido, de  Foday Sankoh, y quienes se encargaban de saquear poblados y amputar órganos de los opositores entre otras operaciones.

Otro caso de notable maldad es el llamado Ejército de Resistencia del Señor (LRA), del excatequista Joseph Kony, que operó fundamentalmente en el norte ugandés, pero luego en regiones de Sudán del Sur, República Centroafricana y Congo Democrático, su estilo de incorporación era  mediante el rapto y su método de convencimiento la tortura marcadamente contra las mujeres que rechazaban la conscripción forzada de sus hijos.

Se presume que hoy el LAR –un concentrado de criminales de guerra- esté disperso y declinando, mientras sus víctimas reclaman que se haga justicia en todos los sentidos.

Desde el genocidio  ruandés de 1994, tanto grupos de  integrantes de las comunidades hutus y tutsis huyeron a la actual República Democrática del Congo (RDC)  antes Zaire, y se establecieron en los alrededores del oriental Parque Nacional de Virunga, donde operan  grupos armados como los Maï-Maï, de entre 20 000 y 30 000 efectivos, gran parte de ellos menores de edad.

Algunos estudiosos opinan que en África, el uso de adolescentes en guerras y conflictos tribales es común y lo señalan como parte de un universo de problemas que requiere una solución integral  como es el asunto de la pobreza, la ignorancia, la inseguridad y la falta de opciones para escapar de las situaciones de conflictos.

El problema de los niños soldados en alguna forma afecta a todo el continente y lo más alarmante es que esas criaturas por lo general  no conocen  otro estilo de vida que la ofrecida por la guerra, están desprovistos de cariño y poseen una obsesión fría por la muerte, pero resultan muy útiles para los adultos que les someten por su lealtad y lo inflexible que puede a ser su conducta por falta de madurez o como consecuencia de manipulaciones.

Según organizaciones de auxilio, en los últimos 10 años, 65 000 menores fueron liberados o rescatados, se estima que de ellos más de 20 000 correspondieron a la RDC, pero esa estadística solamente expone una parte del dilema, debido a las dificultades para acceder a los  escenarios correspondientes para obtener informaciones más confiables.

Sin ser el principal factor que estimule al  enrolamiento infantil, uno de ellos es la radicalización de los grupos armados, los cuales asumen ideologías violentas con las que los menores se dejan envolver y arrastrar, explicó a Inter Press Service la investigadora SiobhanO’Neil.

A los niños soldados  se les separa de las familias por largos períodos; dejan se socializarse con sus parientes y la comunidad de procedencia, son tratados brutalmente y se les somete a la continua exposición a la violencia, todo lo cual les causa problemas psicológicos y perturbaciones emocionales, así como sufren trastornos del sueño, adicciones anormales, problemas con la alimentación, ansiedad y temor por su futuro, informan expertos que trataron a esas víctimas.

EN SUSPENSO

El próximo mes de noviembre se cumplirán 60 años de la aprobación por la ONU de la Declaración de los Derechos del Niño, una buena ocasión para pasar revista a cómo se comporta la humanidad para contrarrestar el fenómeno porque queda mucho por hacer, principalmente hay que colocar los intereses económicos detrás de la seguridad de la infancia en todo el planeta.

La interrogante principal es cómo resolver totalmente el problema de la conscripción infantil en el continente africano; lo primero sería acabar con los conflictos armados, a lo cual se debe aspirar algún día, pero mientras cesan definitivamente el asunto es poner coto al menos parcial a las causas que lo generan, las que configuran el mosaico del subdesarrollo en el caso del continente, donde además de los conflictos propios se le unen los exógenos, porque es el gran pastel del cual otros siempre comieron sin recato.

Actualmente en el mundo hay más 300 mil  niños y niñas soldado que sufren guerras cada vez más brutales y en la mayoría de los casos pasan a ser combatientes involuntarios por hambre, por falta de seguridad o de objetivos en la vida.

Pese a que  el Protocolo Opcional a la Convención de los Derechos del Niño, que entró en vigor en 2002 y lo ratificaron más de 120 Estados, que elevó de 15 a 18  años la edad mínima para el reclutamiento forzoso y la participación en combate, eso no bastó para transformar realidades en los ambientes de guerra, pues aunque desde 2004 disminuyó significativamente el número de niños soldado, se debe más al fin de algunos conflictos que a la voluntad de la comunidad internacional, un ente decisivo en el asunto.

Fuente: http://www.cubahora.cu/del-mundo/africa-ninos-sin-cuentos-de-hadas

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