Chile debe poner fin a la educación sexista y conservadora

América del Sur/Chile/ 28.01.2018/ Fuente: mundo.sputniknews.com.

Chile debe terminar con la educación sexista en los colegios y las universidades que fomenta roles de género, dijo a Sputnik la diputada del Frente Amplio de Chile, Camila Rojas (izquierda).

«La educación chilena es muy sexista, muy anquilosada en el conservadurismo, donde se fomenta una imagen de que las mujeres estamos destinadas a un único rol de madres, de esposas, y quienes no encajan no estarían completas o plenas», señaló Rojas.

El 25 de mayo en Chile se produjo una situación inédita: un grupo de alumnas de la Universidad Católica de ese país ingresaron y se tomaron la Casa Central del establecimiento, un acontecimiento que no ocurría en ese emblemático edificio desde 1986.

Las estudiantes encadenaron la entrada y desplegaron lienzos alusivos a causas feministas, criticando la «educación sexista» y el rol que han jugado los colegios y universidades en los temas de género.

Sin embargo, este tipo de manifestaciones en contra del machismo se ha venido gestando durante todo este año en ese país y las consignas han sido enarboladas principalmente por el movimiento estudiantil.

Los estudiantes de establecimientos educacionales más emblemáticos como la Universidad de Chile, la Universidad Austral, la Universidad de Concepción, la Universidad Católica de Temuco, el colegio Instituto Nacional y colegio Carmela Carvajal frealizaron ocupaciones y paros en las últimas semanas en rechazo a la educación no inclusiva.

«La educación sexista viene de la casa, pero también desde las escuelas, donde se reproduce el rol de madre y de esposa de la mujer, desde muy chicas nos imponen comportamientos asociados a ser mujer o ser femeninas, incluso con los juguetes», señaló Rojas.

A Rojas este tema le incumbe doblemente: primero, como diputada feminista, y segundo, como exdirigente estudiantil, al haber liderado la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile en 2016.

En este sentido, la diputada valoró que la lucha en contra del sexismo esté siendo encabezada por el movimiento estudiantil.

«Me parece que en educación hay deudas pendientes, y parte de eso es una reforma que considere cambiar la lógica sexista de las aulas y dentro de nuestra formación, ese conflicto sigue abierto y por eso estalla desde el mundo estudiantil», dijo.

Chile: el 90% de las mujeres perciben acoso sexual según una encuesta

La diputada sostuvo que en la educación ha existido históricamente «un continuo ambiente de hostilidad hacia nosotras, en los espacios educativos, en los trabajos, en la calle, lo que se transforma principalmente en acoso y abuso».Por último, aseguró que la educación chilena necesita «un cambio profundo, hay que partir por alterar nuestras concepciones y materializarlo en cambios de mallas y planes de formación».

En respuesta al movimiento feminista, el presidente Sebastián Piñera anunció esta semana un paquete de medidas contempladas en la «Agenda mujer», con el objetivo de «terminar con las diferencias entre hombres y mujeres».

No obstante, desde la oposición acusaron que el presidente está «instrumentalizando» el movimiento, señalando que las medidas anunciadas ya existían y ya estaban siendo analizadas por el Congreso.

Fuente:https://mundo.sputniknews.com/americalatina/201805261079033633-lucha-contra-sexismo-movimiento-estudianti

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¿Por qué fracasa la educación familiar en la adolescencia?

Por: Iván López Casanova. 

La pregunta más esencial para muchas familias, en cuanto a cuestiones educativas, es esta: ¿por qué se resquebraja, cada vez con mayor frecuencia, la formación familiar al llegar la adolescencia? Y como esta dolorosa fractura educativa ha ido creciendo en la medida en que nuestras sociedades van siendo más plurales y heterogéneas, resulta clave repensar cómo afrontar la salida de los hijos al mundo social complejo, situación que ocurre en la edad adolescente.

En este sentido, me parece que la mayor parte de los padres y madres proporcionan a sus hijos una buena educación moral, unos valores, unos conocimientos sobre lo que está bien y lo que está mal. También, les dan una explicación sobre las diversas conductas morales equivocadas que se dan de facto en la sociedad para que no las imiten, para que las rechacen. Pero este discurso -necesario, obviamente- se mueve, básicamente, en el ámbito de la verdad práctica. Ahora bien, ¿basta con esto?

Mi respuesta es negativa. Porque siendo muy importante, se queda corto. Porque el adolescente educado en lo moral tenderá a buscar un grupo de personas que piensen como él. Pero en sociedades heterogéneas y en la gran crisis de la cultura que atravesamos, en El imperio de lo efímero -como reza el título de Gilles Lipovetski -, de lo banal, de la vulgaridad, el adolescente no encontrará suficiente apoyo para convivir en un grupo que mantenga vivo sus valores familiares. Y posiblemente, tal vez después de algunos intentos infructuosos para que sus amigos comprendan su mundo ético, acabe mimetizándose con lo que hace la mayoría, pensando que la educación familiar es, sencillamente, irreal.

Para superar esta situación resulta esencial sumar a la educación moral la explicación cultural del mundo pluralista que habitamos. Es decir, añadirle la belleza de la comprensión de que cada persona tiene el derecho sagrado a construir su propio mundo ético interior y a difundir sus convicciones. Esto lleva al adolescente a mirar positivamente a la sociedad democrática, y le permite sostener su modo concreto de comprender el mundo, recibido de su familia, y que todos deben respetar -así como él lo hace con otros modos de entender la vida-. En suma, a comprender que puede tener amigos con otras convicciones distintas a las suyas. Ahora puede amar la sociedad plural, y proponer su formación familiar, su ejemplo, para intentar embellecer la vida social con los valores morales aprendidos en su infancia feliz.

Javier Gomá lo expone con perfecta claridad: «La solución al problema educativo de la juventud no es educativa sino cultural. Si toda la cultura conspira con toda la fuerza de persuasión que tiene para que el niño o el adolescente se libere, si se exalta desde todas las tribunas su derecho a ser libre, su derecho sobre su cuerpo, su tiempo y su vida, sin dar nunca instrumentos que orienten un uso cívico de su libertad ¿qué podemos esperar?».

Solo se logra una formación integral explicando a los hijos lo moral y lo cultural, dotándoles de un profundo amor a la verdad moral e idéntico amor a la libertad interior -propia y ajena-, y logrando que entiendan la existencia de cosmovisiones culturales diversas. Deben asumir que muchos amigos educados de otra manera no pueden comprender el mundo moral recibido en su familia: son jóvenes influidos por el ambiente de fuerte escepticismo moral que Gomá explica como víctimas del caducado ideal romántico que aspira a no tener limitación alguna de la libertad, el paradigma que expanden a los cuatro vientos todas las producciones de Hollywood; pero que termina en vidas vagabundas y sin ninguna fecundidad.

Decía Ortega y Gasset que «hablando cada uno con el fondo moral insobornable de sí mismo es como mejor comprendemos, como entendemos mejor a los demás». Buen resumen de esta formación familiar que une belleza y verdad sin escepticismo. O sea, educar para la pluralidad.

Fuente: http://eldia.es/criterios/2018-02-04/21–que-fracasa-educacion-familiar-adolescencia.htm.

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