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Argentina| Lenguaje inclusivo: primera audiencia judicial contra la prohibición en las escuelas porteñas

Docentes y activistas realizaron una radio abierta en la puerta del juzgado

Poco antes del mediodía, comenzó la primera audiencia judicial por la causa iniciada tras los amparos presentados en contra de la prohibición del lenguaje inclusivo en las escuelas porteñas, una medida impuesta  por el ministerio de Educación de CABA en junio de este año, con la publicación de la resolución 2566/2022 en el Boletín Oficial.

Para la audiencia, convocada a las 11.30, la titular del Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 1, Romina Tesone, notificó a la ministra de Educación del Gobierno de la Ciudad, Soledad Acuña, y a representantes de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt), y Celeste Fierro y Vanessa Gagliardi, referentes del MST en el FIT Unidad. Del encuentro también participó la directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la ciudad de Buenos Aires, Diana Maffía.

A la misma hora en que comenzó la audiencia, docentes y activistas realizaron en las puertas del juzgado una radio abierta para «manifestar el repudio colectivo a la medida» del Gobierno porteño.

Una resolución que  «vulnera el derecho a la igualdad»

El 9 de junio, el ministerio de Educación dio a conocer a través del Boletín Oficial la resolución 2566/2022, por la cual prohibió el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas públicas y privadas de la Ciudad, en los tres niveles. La medida rige para el dictado de clases y también para las comunicaciones escolares con las familias.

En respuesta, la Falgbt presentó un amparo colectivo para pedir el cese de la prohibición del uso del lenguaje inclusivo en las escuelas y en los contenidos curriculares. La resolución del Gobierno porteño, indicó la presentación, «vulnera el derecho a la igualdad, a la no discriminación y a la libertad de expresión». Poco después, Fierro y Gagliardi realizaron otra presentación en el mismo sentido.

Tras los pedidos de amparo, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) se presentó como Amicus Curiae. La medida porteña, indicó el organismo, discrimina a quienes no se autoperciben dentro del binomio masculino-femenino y excluye a las identidades reconocidas por la Ley de Identidad de Género Nº 26.743 y el Decreto Nº 476/21, ordena el reconocimiento de las identidades no binarias en el Documento Nacional de Identidad.

Fuente de la información: https://www.pagina12.com.ar

Imagen: Carolina Camps/Pagina 12

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Khaly Thioune, artista senegalés: “Mi tierra es más que malas noticias”

«Mi tierra es más que malas noticias», defiende Khaly Thioune (Senegal, 1976), un artista que reside en Gran Canaria desde hace 20 años y que no pierde la esperanza de que algún día Senegal y el África «sea vista por los africanos, americanos y europeos como lo que es: un continente lleno de cultura, historias y saberes». Salió de Bambey, su pueblo natal, cuando terminó el colegio y se trasladó a Dakar para estudiar con mucho esfuerzo y sacrificios económicos en la Escuela Nacional de Arte, una aventura en la que también le acompañó su hermano Aly. Ambos siempre tuvieron claro que querían vivir del arte, que entiende como vehículo de transmisión de cultura y de educación. «La música sirve para trabajar la interculturalidad, enseñar mejor África a los europeos y enseñar mejor Europa a los africanos para que podamos vivir en un ambiente de solidaridad, paz y enriquecimiento», explica. En la actualidad existen aún muchos prejuicios que combatir y por ello insiste en que su continente tiene mucho que enseñar.

Khaly Thioune llegó a Canarias pasando primero por París, pero su experiencia no fue fácil. Cuando él y su hermano Aly estaban finalizando sus estudios en la Escuela Nacional de Arte les surgió la oportunidad de seguir estudiando en la capital de Francia. Tenían la preinscripción aceptada pero obtener el visado no es sencillo porque a los ciudadanos senegaleses para salir de su país se les exige demostrar que cuentan con una determinada cantidad de dinero (unos 3.000 euros), algo que no le ocurre a las personas de Europa, que pueden viajar por donde quieran con su pasaporte. «Es una inmigración seleccionada, porque solo pueden viajar las personas con dinero», asegura. Esta odisea para poder llegar a Francia por avión es detallada por el artista en su reciente libro Yakar, una palabra escrita en wolof y que en español significa esperanza, esa esperanza que no pierde pero por la que recuerda que hay que seguir luchando cada día. Gracias a esa hospitalidad que aún se respira en los países africanos logró recaudar el dinero que necesitaba para demostrar a la embajada que tenía solvencia para viajar. Un dinero que más tarde fue devolviendo poco a poco.

La llegada a París no era tan de color de rosa como le pintaban en su país, donde Khaly lamenta que se difunden muchas mentiras y se idealiza Europa. «Te llegan a decir que podrás tener hasta cinco trabajos», explica. En la capital francesa los días transcurrían en la escuela de arte y en el barrio donde se hospedaba. En su libro explica que le llamaba la atención la segregación que existía y el hecho de que hubiera tantas personas negras en ese país, lo cual es fruto de la colonización, de la que lamenta que en África aún no se han liberado del todo. Khaly cree que para conseguir que los países de su continente lleguen a tener el respeto y el lugar que merecen debe cambiar el modelo educativo. En Senegal la educación se imparte en la lengua de la potencia que lo colonizó, Francia, y aunque su país logró la independencia en 1960 sigue habiendo huellas de esa época que se mantienen en la actualidad. «Llegó la colonización y no nos dio tiempo a valorar nuestra cultura. Cambiaron todo y nos impusieron su cultura, su idioma y su moneda», expresa en su libro, donde añade que «nos enseñaron a creer que la única civilización era Europa y nos empujaron  a avergonzarnos de nuestra cultura». Por ello, en la entrevista con este periódico destaca que «el modelo tiene que cambiarse en África, tenemos que estar muy pendiente de lo que queremos enseñar a nuestros hijos». Una realidad que aunque admite que es dolorosa de reconocer tiene que cambiar.

El artista es muy crítico con Occidente pero también con los propios africanos, ya que consideran que tienen que luchar y despertar ya que el yugo al que aún Europa somete a estos países cuenta con la complicidad de presidentes africanos y periodistas que guardan silencio. «África necesita más información, conocer nuestros derechos para poder defendernos y vivir la igualdad», apunta. De hecho, unas de las frases llamativas del libro es en la que afirma: «Conocí más África estando en Europa» y explica que esto ocurre porque no «nos han enseñado la realidad de África» y porque desde fuera se aprecia con otra perspectiva y ha podido valorarlo más.

Romper barreras a lo desconocido

En el año 2002, cuando ya estaba asentado junto a su hermano en la escuela artística francesa donde continuaban sus estudios, decidieron viajar a Gran Canaria para visitar a un hermano de ambos que vivía ahí desde hacía años, Mbaye Thioune. En Gran Canaria les llamó la atención que en la televisión solo se hablaba de «pateras», una palabra que no habían escuchado hasta ese momento. Además, percibían cierta desconfianza hacia ellos por parte de las personas de la isla, lo que les llevó a pensar que lo mejor era volver a Francia cuanto antes. En la estancia en la isla se percataron de las condiciones en las que vivían algunos de sus paisanos, en un edificio Astoria, uno de los pocos lugares donde conseguían el alquiler de una habitación, ya que otro de los problemas a los que se enfrentan aún en la actualidad las personas migrantes es al de no encontrar un piso de alquiler por los prejuicios que aún existen. Durante esa visita acompañaron un día a Mbaye a la oficina de empleo. Khaly explica que aún recuerda a la persona que les atendió y cómo se interesó por él y su hermano Aly y los estudios que estaban realizando en París. Ahí fue cómo les surgió la oportunidad de posponer la finalización de esos estudios para impartir clases con un contrato que les brindaba el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria; el objetivo era impartir clases en la Universidad Popular sobre cultura y arte africano.

Los primeros días fueron duros por esa barrera que aún percibían por parte del alumnado, pero poco a poco esa barrera se fue rompiendo y fueron tejiendo lazos y conociéndose los unos a los otros. Es la prueba que ofrece Khaly de lo que es capaz de cambiar el arte. La barrera se produce por «el desconocimiento el uno del otro por la información falsa de la tele», subraya. De hecho, lamenta que los medios de comunicación solo cuenten las noticias negativas de África y no muestran su realidad en conjunto. «Eso hace que crezcan los miedos de la gente, porque no lo ven con normalidad, ven la inmigración como una amenaza», apunta. «Es muy importante hacer una buena información, la información tiene que cambiar para que la gente pueda saber la realidad de África», pero añade que al contrario ocurre igual y que en África hay muchas veces una concepción un poco diferente de la realidad de Europa. En este punto recuerda el lema que había en Senegal durante la crisis de los cayucos de 2006: «Barcelona o la muerte», decían, mientras muchos jóvenes perdieron la vida tratando de llegar a España.

Por ello, insiste en que las leyes tienen que cambiar, pero en que también se necesitan oportunidades para los jóvenes africanos en sus países. «Tenemos que darles, oportunidades, información y valorarlos», insiste Khaly, que espera que su libro sea útil para que el viaje de esos jóvenes hacia la «prosperidad, no se convierta en dolor, en un sueño roto o en una pesadilla» y que «los jóvenes africanos tomen el timón del rumbo de África para que se convierta en lugar donde haya prosperidad y se sacuda, de una vez por todas del yugo que Europa le ha puesto». Yakar está escrito para remover conciencias y para hacer reflexionar a las dos partes; a los propios africanos, a los americanos y a los europeos, para que conozcan más África y a los africanos. El autor confía además en seguir en que «la música es una puerta importante» para fomentar la interculturalidad y en ello seguirá trabajando para construir puentes reales entre los continentes.

Fuente: https://www.eldiarioar.com/mundo/yakar-canto-esperanza-cambiar-mirada-africa-tierra-malas-noticias_1_8636132.html

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España: Skolae, premio UNESCO, «ejemplo de igualdad»

Redacción: Noticias de Navarra

La organización de Naciones Unidas dedicada a la Educación valora del proyecto las herramientas que facilita a niños y niñas para «ejercer su derecho individual a la igualdad, independientemente de su cultura, religión, orientación o identidad sexual»

Chivite ha agradecido este reconocimiento al programa, encaminado a «lograr una sociedad más justa e igualitaria desde la educación de niños, niñas y jóvenes».

El acto ha tenido lugar en la sede de la Unesco. La presidenta ha estado acompañada por el consejero de Educación, Carlos Gimeno.

La UNESCO, organización de Naciones Unidas dedicada a la Educación, valora del proyecto Skolae las herramientas que facilita a niños y niñas para «ejercer su derecho individual a la igualdad, independientemente de su cultura, religión, orientación o identidad sexual». Esta entidad también resalta su «carácter preventivo» de «toda forma de violencia contra las niñas y las mujeres, poniendo de relieve a las mujeres y sus contribuciones, y valorizando la masculinidad igualitaria y la feminidad responsable», ha señalado en un comunicado el Gobierno de Navarra.

En la ceremonia de entrega del Premio, Chivite ha afirmado que el programa Skolae de coeducación y educación afectivo-sexual «es necesario para contribuir a reducir la desigualdad de género, la violencia y los abusos sexuales, y las enfermedades de transmisión sexual, así como para favorecer el respeto a la diversidad sexual y la visibilidad de las mujeres en el espacio público».

Chivite ha destacado el «ejemplo de igualdad que deben dar las instituciones a la sociedad». «Soy la tercera presidenta consecutiva al frente del Gobierno de Navarra, lo que demuestra que en la esfera pública las mujeres estamos en puestos de liderazgo, igual que tenemos que seguir rompiendo techos de cristal en la esfera privada y en ese camino la educación es la herramienta más potente que tenemos», ha asegurado.

Finalmente, la presidenta ha tenido unas palabras de agradecimiento para el equipo creador del programa por su puesta en marcha y para el actual grupo de personas que «consolidan su implantación en los diferentes niveles educativos».

El Premio UNESCO de educación de las niñas y las mujeres reconoce las innovaciones y contribuciones realizadas por particulares, instituciones y organizaciones para fomentar la educación de niñas y mujeres y, en consecuencia, mejoren su calidad de vida.

Con periodicidad anual, el Premio se otorga a dos entidades o particulares. Fue creado por el Consejo Ejecutivo de la UNESCO y contribuye al cumplimento de los objetivos recogidos por la Agenda de Desarrollo Sostenible para 2030.

Además de a Skolae, en 2019 la UNESCO ha reconocido a Sulá Batsú, una cooperativa costarricense que desde 2005 aúna el uso las tecnologías digitales con el arte para «narrar historias a niñas y mujeres jóvenes y estimular la transformación social de las comunidades locales».

Su proyecto, ‘La voz de las niñas de América Central’, ha llegado a más de 4.000 niñas desde Costa Rica a otros países de su entorno. Puesto en marcha en las escuelas, el programa da voz a niñas procedentes de medios vulnerables.

El programa de coeducación Skolae ha llegado en Navarra a 116 centros educativos navarros desde su puesta en marcha en 2017. En el mismo participan más de 15.000 chicos y chicas de entre 3 y 18 años y cerca de 500 docentes.

Fuente: https://m.noticiasdenavarra.com/2019/10/11/sociedad/navarra/skolae-premio-unesco-ejemplo-de-igualdad

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La igualdad allá, en el horizonte

Por: Elena Simón

No es de recibo que la igualdad siga sin aprenderse en la escuela y que, por el contrario, la desigualdad siga patente (en el currículo formal) o latente (en el currículo oculto).

De los tres principios que rigen las democracias modernas –y vigentes aún, en cierto modo– es el de la Libertad el que se enarbola continuamente, para justificar que en las democracias la suerte que corremos cada persona (con derechos y deberes) es producto de la voluntad, habilidad y empeño personales, así es que lo que te vaya bien a ti te lo achacaremos en exclusiva y lo que te vaya mal, también.

Da la impresión de que la falta de recursos y oportunidades nos la hemos buscado. Ello nos convierte en mayorías desempoderadas, mientras las minorías poderosas fomentan el acopio de ganancias, tanto materiales como simbólicas, empobreciendo así a las mayorías. El principio de Igualdad no interesa lo más mínimo a quienes disfrutan del poder, aunque éste sea nimio. En la actualidad tenemos un retrato fehaciente de esta última frase: cuando se vota debemos creer que nuestro voto irá a parar a quien marcamos en la papeleta para que gobierne en nuestro nombre y nos represente con arreglo a lo que votamos. Pero ya sabemos que no es así: que todo depende de los juegos de tronos a donde vayan a parar nuestros votos. Y, puede ser que nuestro propio voto no nos represente a la hora de la verdad.

Pero aquí hablamos de escuela, de sistema educativo universal y obligatorio, de un deber derivado del derecho a la igualdad, que debía ser equitativo, crítico e imparcial, para que el derecho pudiera beneficiar al conjunto y a cada persona en particular.

Pero esto, en realidad, es un relato de igualdad formal: acceso y permanencia en el sistema educativo. Cuando profundizamos un poco y ampliamos la mirada, enseguida podemos ver los vacíos, las contradicciones, los déficits, los obstáculos. No todo el alumnado con derecho a la educación recibe una educación con derechos, equidad y solidaridad. Algunos sectores minoritarios se llevan la parte del león y las mayorías: migajas. Normalmente estos grupos con privilegios provienen de clases sociales acaparadoras de los bienes comunes. Lo que observamos es que el gran pedazo de tarta va desapareciendo engullido por quienes se creen con mayor derecho.

La escuela pública y sostenida con fondos públicos no se pensó para acrisolar desigualdades sino justamente para lo contrario: para neutralizarlas, paliarlas y poder ir superándolas y anulándolas. Durante un corto tiempo fue así: la escuela era lo único que podía igualar a nuestra gente joven, a través de los aprendizajes y la interacción entre personas de distintas procedencias y situaciones personales.

Así es que lo que más está fallando es la igualdad, arrinconada incluso como algo no deseable y que puede esperar, sin consecuencias. La igualdad hay que construirla, porque no venimos de ella y, frecuentemente, hay que construirla con acciones compensatorias que traten diferente a lo desigual, poniendo más esfuerzo en las personas o los grupos que han sido tratados de forma discriminatoria.

Aunque no parezca a simple vista, las niñas y las jóvenes son tratadas de forma desigual a la baja, por aplicación de los principios androcéntricos de igualitarismo: olvidemos la desigualdad y partamos de un punto (inexistente) común y así podemos creer que la carrera empieza en una misma línea de salida, sin rémoras.

Las acciones compensatorias no sólo deben aplicarse a los colectivos o personas con necesidades educativas especiales, ni a quienes proceden de otros lugares del mundo, con lenguas o religiones distintas. Todavía son minorías y constituyen particularismos, merecedores de los mismos derechos educativos.

El caso de las niñas, de las jóvenes y de las mujeres es bien distinto: constituimos la mitad de la población mundial y en todos los lugares del mundo. ¿Será por esto que las políticas de igualdad entre mujeres y hombres están costando tanto en implantarse y generalizarse a nivel formal y real? Este tipo de igualdad le afecta a toda la población –la escolarizada también– y quizás sea esta una de las razones más potentes que nos expliquen su retraso y hechos reaccionarios, que muestran su resistencia por doquier.

La escuela es para todas y todos y debe rediseñarse para que sirva a todas y a todos, sin desigualdad de trato ni de condiciones. Porque hasta ahora los currícula no contemplan la obra humana de las mujeres ni está normalizado un lenguaje de buen trato y justicia, que acabe con el simbólico de que los hombres poseen mayor capital de representación, autoría y presencia hacedora y que, por tanto, son superiores.

Como no es así hasta la fecha, las niñas están derivando cada vez más hacia sectores típicamente “femeninos”, relacionados con la imagen, la estética, la moda, los cuidados, las tareas auxiliares. Donde se ven triunfando gracias a las redes sociales. Se presentan y venden modelos juveniles femeninos supersexualizados y aliñados con raciones de “maldad” y de rivalidad, así como de violencia. Y que nunca falte la exaltación de la maternidad y de la ayuda. Todo esto se vende bien gracias a sofisticadas técnicas de marketing, que crean deseos y expectativas alcanzables o inalcanzables, pero presentados como si fueran una meta coincidente.

Por lo menos en la escuela habrían de tener modelos múltiples de mujeres, presentadas en sus diversos contextos y realizando múltiples tareas, para que puedan mirarse en espejos que las reflejen en positivo.

La coeducación es la fórmula: descubrir el sexismo y el androcentrismo, neutralizarlos, nombrar el mundo de manera justa para así compensar las desigualdades de representación y de reconocimiento. No es de recibo que la igualdad siga sin aprenderse en la escuela y que, por el contrario, la desigualdad siga patente (en el currículo formal) o latente (en el currículo oculto) pero, en cualquier caso, normalizada.

Acerquemos la Igualdad que está esperando en el horizonte como objetivo, seamos agentes activistas de la misma. La mejor herencia educativa que podemos dejar en el presente y para futuras generaciones.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/10/09/la-igualdad-alla-en-el-horizonte/

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Cortometraje: Igualdad y No Discriminación

Por: DIF Nacional.

El gobierno mexicano ha puesto en marcha una serie de cortometrajes para educar sobre igualdad y rechazar la discriminación por raza, cultura o género. En uno de ellos, por ejemplo, un estudiante no quiere jugar al fútbol con sus compañeras, que le recuerdan que siempre han sido amigos y que ese tipo de comportamientos no aportan nada positivo a la convivencia. Cada vídeo finaliza con un discurso sobre estos valores para que los estudiantes reflexionen en el aula.

Preservar los derechos de niñas, niños y adolescentes es una prioridad para el gobierno federal. DIF Nacional te invita a conocer la serie de cortometrajes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y descubrir de forma divertida en qué consiste el derecho a la igualdad y no discriminación.

Fuente del documento: https://www.youtube.com/watch?v=-4o6tQkJdwo

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España: La historiadora Rosa Chinea abogó por la Formación como piedra angular de la construcción de un futuro en igualdad

09 de Marzo 2018/Fuente:gomeraactualidad /Autor:Redacción

Durante la charla-coloquio celebrada en el Benedicto Negrín, Chinea destacó el papel de unas mujeres que fundaron una Asociación Feminista en la localidad un 30 de diciembre de un lejano 1933.

El Auditorio Benedicto Negrín, de la localidad norteña de Agulo, acogió en la tarde de hoy la celebración de una charla –coloquio en la que participaron, en igualdad, la regidora local Rosa Chinea  que prefirió hacerlo como historiadora y numerosos vecinos, con motivo de los Actos programados en el Día Internacional de la Mujer.

La charla comenzó con la proyección de un video en el que se reflejaba las dificultades que encuentra la Mujer para conciliar la vida familiar y laboral y en el que se expuso que dichos retos pueden darse tanto por la falta de apoyo de la pareja como por parte de la Empresa en la que incluso, y como en el caso del video visionado, el jefe sea también mujer y no empatice con el problema de su subordinada.

Tras la visualización del video, dio comienzo una animada charla en la que varios vecinos hicieron uso de la palabra y expusieron su visión acerca de lo conseguido, y lo que aún resta por lograr para una plena igualdad entre hombres y mujeres en nuestra sociedad.
Varias mujeres de la localidad, entre ellas profesoras que tuvieron que luchar en desigualdad para lograr obtener una carrera universitaria, manifestaron que esa independencia que concede el poder ejercer una profesión y contar con un salario, ofrece la posibilidad de ser verdaderamente libres e iguales y evita las “dependencias”.

En este sentido, Rosa Chinea también se expresó en idénticas conclusiones y afirmó que, la pieza clave de una sociedad igualitaria es la de la formación y el conocimiento.” El saber es el único instrumento que hace a una sociedad verdaderamente libre”.-dijo la alcaldesa e historiadora.

También habló de un fenómeno que calificó de “involución” en el devenir de nuestra sociedad, aludiendo a la valentía y capacidad de unas mujeres de la localidad de principios del siglo pasado, fueron capaces de crear una Asociación Feminista capaces de luchar por la igualdad de la Mujer. “Hoy día y con tanto camino recorrido, es increíble que se haya involucionado tanto  que sea casi un imposible reunirnos para crear una simple comisión de fiestas”.-señaló Chinea.

Es triste, que se continúe hablando de igualdad después de tantos años y tanto esfuerzo realizado, manifestó Chinea y agregó que, siempre que tiene ocasión de departir con los jóvenes les aconseja que, para construir un mundo en igualdad, los únicos materiales que necesitan es los que otorga la formación y el desarrollo del conocimiento.

Fuente de la noticia: http://www.gomeraactualidad.com/articulo/la-gomera/historiadora-rosa-chinea-abogo-formacion-piedra-angular-construccion-futuro-igualdad/20180308224639021993.html

Fuente de la imagen: http://www.gomeraactualidad.com/media/gomeraactualidad/images/2018/03/

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Lo que el feminismo ha dado al mundo

Por: Elena Simón

El feminismo sigue siendo muy necesario, un feminismo emancipatorio porque ¿hemos cambiado tanto la forma de educar a las niñas? ¿o solo hmos.

El feminismo ha humanizado al mundo o está en vías de hacerlo. El mundo sin feminismo se torna rudo y violento con las mujeres, misógino y machista oficialmente. Preconiza la superioridad de los varones y su potestad para gobernar y controlar a sus mujeres y a las que no son “suyas” también.

Y así lo vemos en sociedades patriarcales duras y también lo vemos en las sociedades patriarcales blandas, como la nuestra. En nuestro diccionario permanecen aún conceptos como: autoridad marital, patria potestad, débito conyugal, siempre referido al dominio masculino sobre las mujeres.

Sin feminismo las mujeres han de quedar sujetas a normas, principios, valores, prohibiciones y obligaciones indiscutibles, por su condición femenina, por su desigualdad institucional, por su inferioridad de hecho y de derecho. Para evitar que desvíen su interés hacia asuntos distintos al de la sexualidad complaciente, la domesticidad 24 horas y la maternidad como destino. Sin feminismo no hay condición de sujetos y agentes para las mujeres. Sólo sujeción paciente e interiorizada.

Sin feminismo las mujeres no son, no existen, no están. Todas son como la misma, no diversificadas, no electoras de sus pautas de vida y de sus intereses, no gestoras libres de sus talentos, eternas dependientes y menores de edad no emancipadas.

¿Quién quisiera para una hija semejante destino de sujeción?

¿Quién no le desearía una vida como libre e igual?

Sin feminismo sólo existe un pensamiento único: el de la inferioridad natural de las mujeres. Así es que agradezcamos y reconozcamos al feminismo toda su influencia en el cambio de mentalidad y de vida que se ha efectuado en los últimos cien años, al menos.

Pero, aún así, quedan secuelas de misoginia, sexismo y androcentrismo, secuelas de la visión del mundo que muchos muchos varones con influencia han puesto a disposición de la sociedad, acallando e invisibilizando a quienes no tenían un lugar dominante, como hombres, como propietarios del conocimiento, como jueces, como legisladores, como moralistas, como mandatarios. Por eso el feminismo sigue siendo muy necesario como voz crítica y de alerta ante los restos y secuelas de esa enorme y aceptada epidemia planetaria de patriarcado y de machismo.

Sin feminismo, muchas mujeres seguirían secuestradas en la ignorancia, en el encierro, en la desposesión de sus bienes, de sus tiempos y espacios, de sus capacidades, de sus deseos y hasta de sus necesidades. Y, para que esto deje de ocurrir necesitamos mucho más feminismo emancipatorio y no complaciente con la voluntad del amo. Y, necesitamos espacios de voz y voto, de presencia e influencia, de cultura, de representación y comunicación. Para que siga la dificultosa senda que ha hecho mejorar la vida de muchos seres humanos en este mundo.

Sin feminismo hay barbarie de género. Por eso, en vez de hablar tanto de lacra social cuando hay algún feminicidio, en vez de fijarnos tanto en nuestras congéneres de países de patriarcado duro, fijemos nuestro interés y nuestros sentidos en valorar el feminismo y a las feministas como agentes del cambio de creencias y de mentalidad hacia cotas de mayor justicia social, mayor bienestar y más derechos de ciudadanía.

A no ser que la mayoría se adscriba al sistema de dominación masculina y firme todos sus manifiestos. No creo que sea así, pero hay que aprender a correlacionar los nefastos resultados de la violencia contra las mujeres, las jóvenes y las niñas con la actitud contraria al feminismo, como posible perturbador del orden social establecido y como temible por lo que propone de cambio en la vida de los hombres y en la vida de las mujeres.

¿Es que tanto miedo da la idea de Igualdad y de libertad radical en estos tiempos?

Pues hay que conocer también lo que en otros tiempos se llegó a pensar y a proponer desde un pensamiento feminista, como radical y transformador.

Por eso, me gustaría acabar con algún fragmento de la obra La sujeción de la Mujer, publicada en la Inglaterra de 1869, firmada por John Stuart Mill, pero hecha por el pensamiento de su compañera de vida Harriet Taylor y la hija de ésta: Helen Taylor

…“Así, todas las mujeres son educadas desde su niñez en la creencia de que el ideal de su carácter es absolutamente opuesto al del hombre: se les enseña a no tener iniciativa y a no conducirse según su voluntad consciente, sino a someterse y a consentir en la voluntad de los demás. Todos los principios del buen comportamiento les dicen que el deber de la mujer es vivir para los demás; y el sentimentalismo corriente, que su naturaleza así lo requiere: debe negarse completamente a sí misma y no vivir más que para sus afectos”…

Salvando muchas distancias, haré una pregunta inquietante:

¿Hemos cambiado tanto la forma de educar a las niñas? O ¿sólo hemos dejado de usar el discurso de la abnegación, abogando por el de la sumisión encubierta a través del amor, el cuidado y la belleza, como base fundamental de un proyecto de vida “femenino”?

Miremos modelos, productos culturales, mensajes e imágenes dirigidas a las niñas.

Sin feminismo estamos en un círculo vicioso: cambiar los discursos para que sean aceptables y mantener las formas inaceptables, justo lo contrario, que sería una conjunción de discursos, imágenes y prácticas que llevaran al ejercicio no condicionado de la libertad y al acceso sin obstáculos a la Igualdad.

Fuente noticia : http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/04/24/lo-que-el-feminismo-ha-dado-al-mundo/

Fuente imagen:  https://3.bp.blogspot.com/-fOUwo9yrwxo/VwKXTbKyOaI/AAAAAAAAY5s/m1uc_vub54IOpCwZrJS9ggsobWppziLMQ/s400/Feminismo%2B-%2BS%25C3%25ADmbolo.jpg

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