Los atentados del 2015 marcaron un antes y un después en la seguridad de los centros educativos franceses. Desde entonces existe un detallado protocolo del Ministerio de Educación –elaborado en coordinación con el departamento de Interior– para reforzar la vigilancia y dar a padres, profesores y alumnos pautas sobre cómo actuar frente a la amenaza terrorista. Las instrucciones básicas giran en torno a tres ideas: anticipar, garantizar la seguridad y saber reaccionar.
En la entrada de los colegios franceses hay siempre un adulto para recibir a los alumnos, se hace un control visual de las mochilas y se verifica sistemáticamente la identidad de las personas ajenas al centro. A las puertas del mismo no se puede aparcar ni formar aglomeraciones. Estas consignas están reflejadas en un cartel bien visible en la fachada de colegios e institutos en el que figura también el nivel de alerta terrorista del país.
ESCENARIO DE ATENTADO
Los centros educativos pueden, además, modificar los horarios de entrada y salida para controlar el flujo y evitar que los alumnos esperen en la vía pública. A partir de este curso académico, a los dos simulacros de evacuación anuales en caso de incendio se añade un tercero que reproduce un escenario de atentado-intrusión. El ejercicio contempla un plan de evacuación y, si no fuera viable, el agrupamiento de los alumnos en un lugar seguro mientras llegan los primeros servicios de socorro.
El objetivo es que profesores y alumnos identifiquen el inicio y fin de la alerta terrorista, conozcan el itinerario a seguir, los lugares donde pueden esconderse y los objetos que pueden usar para protegerse. El protocolo se adapta a la edad de los alumnos y en el caso de los más pequeños hay una guía pedagógica para evitar que se sientan angustiados.
Los establecimientos educativos tienen que verificar la eficacia de las medidas de seguridad, cerciorarse de que el personal docente y no docente las conoce e informar del dispositivo a las familias. El ministerio pone a su disposición dos guías, una para colegios y otra para centros de secundaria y bachillerato.
Por otro lado, se debe de informar a las Academias (delegaciones de Educación) de los viajes de estudios programados, que podrán anularse si la prefectura entiende que no se dan las condiciones de seguridad adecuadas. Fue lo que ocurrió el pasado 22 de marzo cuando Francia suspendió los desplazamientos escolares al Reino Unido tras el atentado en el puente de Westminster.
Educación ha reforzado, asimismo, la formación de los profesores en primeros auxilios. Este año la recibirán 1.500 docentes. Si lo consideran necesario, los directores pueden solicitar igualmente la presencia de una célula de atención psicológica. Francia tiene 250 desplegadas en todo el territorio.
MENORES RADICALIZADOS
Los especialistas de la lucha antiterrorista franceses llevan mucho tiempo alertando de la complejidad del fenómeno de los menores radicalizados. Francia tenía el pasado mes de junio unos 2.200 menores en el fichero de prevención del radicalismo, que se nutre de informaciones de la Prefectura (delegación del Gobierno) a partir de advertencias de funcionarios del Ministerio de Educación, a quien el Gobierno central otorga un rol esencial en la detección de comportamientos de riesgo.
Desde febrero del año 2015, los docentes franceses tienen a su disposición un Libro Verde con un listado de indicios que, acumulados y cruzados con otros datos, pueden ser síntoma de radicalización, como romper la relación con los amigos, abandonar determinadas actividades extraescolares o faltar a clase con frecuencia, así como nuevos hábitos alimentarios o cambiar la manera de vestir.
Las prefecturas determinan si el joven se ha radicalizado.
En el primer caso se pone en marcha una célula de seguimiento socio-educativo, voluntario y en cooperación con la familia y asociaciones especializadas, para ayudar al alumno a salir de la espiral en la que se ha metido. Este dispositivo, formado por la dirección del centro, personal médico y de los servicios sociales, analiza el problema individual y colectivo de los chavales y propone un proyecto escolar adaptado a esos alumnos.
El Comité Español de UNICEF ha advertido de que las iniciativas para la inclusión educativa que se están llevando a cabo»no son eficaces», ya que están orientadas a intervenir con medidas de atención especial en un grupo de alumnos clasificado como problemático, en riesgo o excluido, pero que no tiene incidencia sobre el conjunto del sistema.
Así lo recoge el informe ‘Factores de la exclusión educativa en España: Mecanismos, perfiles y espacios de intervención’, elaborado por UNICEF Comité Español y la Universidad Autónoma de Barcelona, y que ha sido presentado este miércoles.
El documento señala que la exclusión educativa es un «proceso acumulativo que priva al alumno del aprendizaje» y que el actual sistema tiene «poca capacidad» de incluir a los «diferentes» y de generar un «vínculo sólido» con el proceso educativo.
En este sentido, el informe critica la transición de Educación Primara a Educación Secundaria Obligatoria. «Te cambian con gente que no conoces, otros profesores, otro edificio, nuevos temas. Te dejan un verano para crecer», asegura un adolescente que ha participado en el estudio.
Además, el documento refleja que la exclusión educativa «no se distribuye de forma homogénea», ya que el estatus económico, socio cultural y cultural; el origen étnico o nacional; y el género influyen en la capacidad para acceder al sistema educativo y en la experiencia dentro del mismo.
Concretamente, el informe apunta que, en el caso del género, la probabilidad de los niños o adolescentes varones de repetir curso es 10 puntos superior que la de sus compañeras, y los niveles de fracaso escolar «son siempre más altos».
La exclusión educativa es, según señala el documento, el resultado de dinámicas propiamente educativas vinculadas con aspectos tales como la financiación de la educación, la provisión educativa, las características del currículum, la pedagogía y la evaluación o las relaciones de apoyo, acompañamiento y reconocimiento entre diferentes actores dentro del sistema educativo.
El informe alerta de que en España sigue habiendo numerosos niños, niñas y jóvenes que, a pesar de estar escolarizados, están privados del derecho a una educación plena y con sentido.
Asimismo, el estudio indica que los jóvenes se quejan de «falta de apoyo» para resolver situaciones complicadas y de que «demasiados» profesores «no han apostado por el éxito educativo de todos los alumnos». «Es como si el instituto no estuviera montado para nosotros», subraya un alumno.
Cuatro propuestas
Basándose en las conclusiones del informe, UNICEF propone cuatro medidas para el Pacto de Estado por la Educación: incrementar la inversión educativa, con el fin de eliminar cualquier barrera económica en el acceso al sistema educativo; promover la participación infantil y familiar, restableciendo el carácter decisivo de los consejos escolares y estableciendo un sistema regular de consulta a todos los actores sobre la calidad educativa; diseñar un sistema educativo flexible y diversificado; y acompañar las transiciones educativas, que han sido identificadas por los alumnos por un momento «clave» en los procesos de fracaso y abandono educativo.
Igualmente, el organismo pide avanzar hacia un sistema educativo «inclusivo y equitativo» capaz de garantizar los derechos básicos de todos los niños, niñas y jóvenes, que no reproduzca los «parámetros de desigualdad social» y que «permita pensar en una infancia con presente y con futuro».
UNICEF recuerda que, según datos de 2016, la tasa de abandono escolar temprano en España se sitúa en el segundo lugar de la Unión Europea, llegando al 19%, mientras que la media europea está en el 10,7%.
«Cada año hay demasiados niños y adolescentes en España que se están quedando atrás, o directamente fuera del sistema educativo. La educación es un derecho y una herramienta clave para el desarrollo individual y social. No podemos quedarnos impasibles ante este problema», ha subrayado el director ejecutivo de UNICEF Comité Español.
Por su parte, el responsable de Educación de la organización, Ignacio Guadix, ha señalado que el Pacto de Estado por la Educación «debe dar prioridad a evitar la exclusión» en el sistema educativo y «reducir las aún altas cifras» de fracaso y abandono escolar. «Este curso que comienza tiene que ser el de un Pacto por la Educación. El sistema educativo no puede ni debe dar la espalda a los niños y adolescentes en riesgo de exclusión», ha sentenciado.
Alejandro Finocchiaro cuestionó a los maestros delante del Presidente. Macri no habló del tema.
El presidente Mauricio Macri encabezó esta mañana en Casa de Gobierno una reunión de coordinación con los miembros de la mesa chica del Gabinete nacional y al mediodía presidió en el Centro Cultural Kirchner la ceremonia de entrega de los premios Maestros Argentinos 2017.
«Acá se respira un aire de futuro y de esperanza. A los chicos se les ve la ilusión y la curiosidad en la mirada», manifestó el Presidente al inicio de su discurso.
«Perdiendo los miedos, perdiendo los prejuicios, viendo lo que pasa en el mundo. La educación que vamos a recibir, lo que nos va a dar la verdadera libertad. Aparte de perder el miedo, es comprometernos con la verdad. Cuando vos aceptás tus problemas es cuando crecés. Cuando los negás, es una bomba de tiempo. Decir cuáles son los problemas; ese camino es por el que vamos», detalló Macri.
Pero antes del Presidente, quien habló fue el titular de la cartera de Educación.
El ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, criticó hoy a los docentes que hablaron del caso Santiago Maldonado en las aulas, al cuestionar a los maestros «que les dicen a los alumnos lo que deben pensar».
«Felicito a los docentes que valoran el pensamiento crítico, pero no les dicen a los alumnos lo que deben pensar», manifestó el funcionario.
Finocchiaro pronunció estas palabras al clausurar.una ceremonia de premiación de docentes de todo el país, en el CCK, junto al presidente Mauricio Macri.
El primer mandatario encabezó en el Centro Cultural Kirchner el acto de entrega de los premios Maestros Argentinos 2017.
Se trata de una distinción que otorga el Ministerio de Educación a equipos de educadores del país que hayan logrado mejoras en las trayectorias y los aprendizajes de los estudiantes.
De la ceremonia también participó el titular de la cartera educativa, Alejandro Finocchiaro.
– La mejora «se estanca» por la guerra y la pobreza, según Unicef.
El porcentaje de niños de entre 6 y 15 años que no van a la escuela apenas ha descendido algo más de un punto en la última década, al pasar del 12,8% de 2007 (135 millones) al 11,5% actual (123 millones de menores sin escolarizar).
Según denuncia Unicef, los niveles de pobreza generalizados, los conflictos prolongados y la complejidad de las emergencias humanitarias han causado que esta mejora “se estanque”. Por ello, hizo un llamamiento para aumentar las inversiones destinadas a atajar aquellas razones por las que los niños más vulnerables siguen fuera de aulas.
Para Jo Bourne, jefa de Educación de Unicef, “las inversiones centradas en aumentar el número de escuelas y de profesores que solo responden al aumento de la población no son suficientes. Este enfoque, el habitual, no devolverá a la escuela a los niños más vulnerables ni les ayudará a alcanzar todo su potencial mientras sigan atrapados en la pobreza, la privación y la inseguridad”.
“Los gobiernos y la comunidad global deben dirigir sus inversiones a la eliminación de los factores que impiden la asistencia a clase de los menores, lo que implica hacer escuelas seguras y mejorar la enseñanza y el aprendizaje”, agregó.
VÍCTIMAS DE LA GUERRA
Unicef apuntó que los niños que viven en los países más pobres del mundo y en zonas en conflicto son los que presentan peores tasas de escolarización.
De los 123 millones de niños que no van a la escuela, el 40% vive en los países menos desarrollados y el 20% en zonas en conflicto, destacó.
Según Unicef, la guerra continúa amenazando y revirtiendo los logros en educación. Los conflictos en Irak y Siria han causado que 3,4 millones de niños más abandonen las clases, lo que deja en 16 millones el número total de niños fuera de la escuela en Oriente Medio y el norte de África, a niveles de 2007.
La agencia indicó que el 75% de niños en edad de cursar educación Primaria y primer ciclo de Secundaria fuera de la escuela se encuentran en África Subsahariana y el Sur de Asia. Esto se debe a los altos niveles de pobreza, el rápido aumento de población y las emergencias recurrentes en estas zonas.
“Sin embargo, se han producido algunos avances”, y puso como ejemplos los casos de Etiopía y Níger, que han realizado grandes progresos en las tasas de matriculación en educación primaria en la última década, con incrementos de más del 15% y de aproximadamente el 19%, respectivamente.
Por otra parte, denunció que la falta de fondos para educación en emergencias afecta al acceso de los niños a la escuela en situación de guerra.
De media, menos del 2,7% de los llamamientos humanitarios globales se destinan a la educación. En los seis primeros meses de 2017, Unicef solo recibió el 12% de los fondos necesarios para proporcionar educación a los niños atrapados en crisis.
“Se necesitan urgentemente más fondos para abordar el número creciente y la complejidad de las crisis y dar a los niños la estabilidad y oportunidades que merecen”, concluyó.
Los docentes comienzan el curso con la pregunta somo cómo se pudieron radicalizar los jóvenes de Ripoll y con la duda de si el modelo de integración escolar ha fallado.
¿Qué ha pasado para que unos jóvenes que en el instituto parecían ser amables hayan perpetrado una masacre terrorista? Con esta pregunta van a entrar a trabajar muchos profesores el 1 de septiembre, sobre todo los de los institutos con una alta concentración de alumnado de origen extranjero, y sin haberla resuelto todavía comenzarán a recibir a sus alumnos la semana que viene. La tendencia docente a interrogarse sobre qué ha fallado en el sistema educativo de integración queda matizada por las voces de algunos expertos que piden prudencia a la hora de revisar un modelo de cohesión escolar a partir de un caso extremo de radicalización islamista, aún no resuelto y que está lejos de estar socialmente entendido.
“Ni los profesionales saben qué ha pasado, así que aún no podemos saber cómo arreglarlo”, comenta Amina Aissati. Días antes de comenzar las clases, esta estudiante de Medicina de la Universidad de Girona, junto a cuatro jóvenes más, hablan con El Diari de l’Educació en la sede de la Fundación SER.GI, entidad gerundense que trabaja por la inclusión social. Todos ellos son catalanes de origen marroquí y quienen dar su opinión. “Los que han hecho esto es porque a alguno le han comida la olla, no se puede ser radical de esta manera por naturaleza, alguien les ha hablado demasiado…”, sostiene Abdelaziz Essami, que a los 20 años también va a la facultad.
Los primeros pasos de la investigación policial sobre la creación de una célula terrorista integrada por, al menos, 8 jóvenes de Ripolll conducen al imán como la figura clave que va a radicalizarlos. También hacia él apunta la comunidad educativa local, profundamente afectada por lo ocurrido. “Los educadores que van a trabajar con ellos en los meses anteriores no detectaron nada, hecho que nos lleva a pensar que va a ser un proceso muy rápido” , sostiene Núria Perpinyà, técnica de Convivencia del Ajuntament de Ripoll y educadora de los jóvenes más pequeños. Tampoco parece que las familias estuvieran al corriente de su deriva.
El caso de Ripoll no cumple con algunos patrones que se han repetido en la radicalización de jóvenes en otros puntos de Europa. “Eran chicos aparentemente bien integrados, no inmersos en conductas disruptivas, ni de delincuencia, de drogas”, como sí ha pasado en la mayoría de otros casos, según Jordi Moreras, antropólogo de la Universidad Rovira i Virgili (URV) experto en comunidades musulmanas. Tampoco Ripoll cumple con el perfil de las banlieu que concentran comunidades en riesgo de exclusión. En lo educativo, por ejemplo, este municipio de 10.000 habitantes es pionero a la hora de reducir la segregación escolar en sus cinco centros (dos colegios y un instituto públicos y dos centros concertados)
Para elaborar este reportaje, El Diari de l’Educació se ha puesto con contacto con media docena de docentes de estos centros, pero todos han declinado participar, alegando que los sucesos son demasiado recientes para extraer conclusiones. El miércoles pasado el Departament de Enseñanza ha hecho una segunda reunión con la comunidad educativa de Ripoll para darles herramientas para gestional el dolor con sus alumnos y familias, y en paralelo los principales agentes sociales del municipio están trabajando para revisar su actuación.
Identidades en crisis
Es en los encuentros de educadores y agentes sociales donde se repiten algunas preguntas. “Por ejemplo, si estos nanos vivían en integración plena”, transmite Perpinyà, vecina de Younes y Houssain Abouyaaqoub y educadora de la mayoría de ellos durante su etapa escolar. ¿Estaban realmente integrados? ¿Lo sentían así? “Que tuviesen coche, trabajo y hablaran catalán no quiere decir que se hubiesen integrado en la sociedad”, expresa el psicólogo y educador social Jordi Bernabéu, que recuerda que “son personas criadas aquí pero con patrones de allá, y esto puede haberles generado desorientación, frustración y pueden haber experimentado desafección por sentir que no pertenecían a la comunidad catalana”. Este escenario de exclusión sería terreno abonado para el discurso radicalizado. “Ante una identidad en crisis, la manipulación y los mensajes intencionados tienen más margen de maniobra”, opina.
Para Moreras, “antes de que cualquier joven acepte un argumentario propio del enaltecimiento del yihadismo ha de haber vivido un proceso de desconectar de la sociedad en que vive, de definirse a sí mismo en tanto que marginado, una identidad herida”, expone. “Es así como una persona pasa de ser vulnerable a ser influenciada por alguien que le lleva a reinterpretar su identidad. Es una grieta personal”, concluye.
Posibles experiencias de racismo, inactividad social, exlusión… “Pueden ser factores de vulnerabilidad, pero no son un determinante de radicalización”, apunta el sociólogo Ismael Palacín, director de la Fundació Jaume Bofill. O, en palabras de Moreras: “Una cosa es el radicalismo y otra diferentes es entender cómo los jóvenes construyen sus identidades, pero así y con todo nos interesa que estas identidades no se construyan en contra da nada”.
Evitar que los jóvenes se pierdan es “necesario”, según Moreras, “aunque no siempre es suficiente” para prevenir cualquier conducta radicalizada, bien se en el caso del fundamentalismo islámico, en la incorporación a las denominadas bandas latinas o en la identificación con grupúsculos neonazis”.
La integración en la escuela
Cataluña ha vivido en las últimas décadas una gran ola migraoria, en la que la comunidad musulmana representa un importante porcentaje. Los jóvenes reunidos en la sede de la Fundación SER.GI con un ejemplo, la mayoría llegaron de Marruecos en edad escolar, niños y niñas que desconocían la lengua y las costumbres catalanas y que van a dar a parar a las aulas de acogida recientemente creadas en los centros. “Fui durante un año o más, nos enseñaban las cosas básicas, y los tutores nos ayudaban mucho”, recuerda Zakarias Ben El Allid.
Charla con jóvenes migrantes magrebíes de la Fundación Ser.gi de Girona / Carles Palacio
En una conversación distendida, estos jóvenes tienen un buen recuerdo de su paso por la escuela, y asocian las malas experiencias que van a vivir a los conflictos propios de los institutos. “Ser adolescente es duro”, rie Abdelaziz, “pero no viví nunca un problema grave”.
El reto de la inclusión del alumnado en Cataluña ha sido mayúsculo. A lo largo de la primera década de 2000, los escolares nacidos en el extranjero han pasado de ser el 2,5% a superar el 15% del total. Las aulas de acogida van a ser el mecanismo más visible que se activó para facilitarles la incorporación. El curso 2008-2009 será el de mayor implantación: llegará a 1.236 centros con aula de acogida, una cifra que se ha ido reduciendo hasta 688 en el actual curso, según Enseñanza porque el volumen de familias extranjeras que han llegado en los últimos años es menor.
E balance de las aulas de acogida es positivo por poarte de muchos profesionales. “Entre el año 2000 y el 2010 el sistema se podría haber tambaleado pero no lo hizo, garantizó un lugar digno a los recién llegados gracias al voluntarismo de los maestros”, defiende Palacín. Una segregación urbana menor que en Francia o Inglaterra, un tejido asociativo más robusto en algunos barrios o un discurso intercultural imperante en el ámbito mediático son factores que, según Palacín, contribuyeron a la estabilidad del sistema.
Pero si la acogida puede calificarse de éxito,la promoción social de la inmigración ha sido el fracaso. Pero si la acogida se puede calificar de éxito, la promoción social de la inmigración ha sido el fracaso. La tasa de graduación de la ESO es de casi nueve de cada diez en el caso de los alumnos de familias autóctonas, pero de siete de cada diez en el de las migrantes. El paro entre los jóvenes de nacionalidad extranjera es del 52%, mientras que entre los autóctonos ronda el 30%. Estas son algunos de los datos que recoge el Anuario 2015 de la Fundación Jaume Bofill en el capítulo que analiza los retos del éxito escolar y la cohesión del alumnado de origen migrante. El abandono o el paro son males que afectan, en conjunto, el todo colectivo juvenil. “Pero los inmigrantes pagan más cara la factura de lo que no tenemos”, sostiene Palacín.
Las dificultades para seguir pagando los estudios o la falta de orientación una vez acaban la ESO son algunos de los ejemplos que pone el Abdelaziz para argumentar que muchos de los problemas sociales que sufren los inmigrantes son, en realidad, los que sufren los grupos sociales desfavorecidos económicamente. A ellos, sin embargo, la Sonia añade algún otro de particular. “No es lo mismo que tus padres te ayuden a hacer los deberes si saben hablar catalán o castellano que si no saben”, comenta.
Es este el apoyo que les ha ofrecido la Fundación SER.GI: actividades extraescolares, orientación pedagógica, ayudas para el deporte … “Yo estaba muy perdida, no me había sacado la ESO, y si no fuera por ellos ahora mismo no sabría que quiero ser peluquera “, celebra Sonia. La mayoría asienten.
Otros factores de segregación los han vivido, al menos ellos, como un fenómeno natural. Es el caso de ir a escuelas, en la localidad de Salto, donde más del 90% de los alumnos eran, como ellos, de origen extranjero. “En mi instituto estaba el mito aquel de que teníamos menos nivel por culpa de los inmigrantes, y eso se notaba en como lo tomaban algunos alumnos, pero depende mucho de cada uno …”, recuerda Amina. Sonia explica como su llegada a la escuela de Salt fue un alivio porque allí era “como todo el mundo”. “Venía de una escuela de un pueblo pequeño y allí me había costado integrarme, era la diferente”, reflexiona.
Moreras se muestra muy crítico con los niveles de segregación escolar en Cataluña, que anteriormente han denunciado instituciones como el Defensor del Pueblo y que deberá ser abordado por el recientemente creado Observatorio de la Equidad. También con los centros llamados de máxima complejidad, los que congregan un perfil de familias con más dificultades económicas y sociales. “Son estos los centros a partir de los cuales tenemos que empezar a trabajar las identidades de jóvenes?”, Se pregunta.
Prevención y Proderai
En la tarea por una educación intercultural hay mucho camino por recorrer, según la mayoría de expertos consultados, así como en la prevención de la exclusión social de los jóvenes migrantes. “Debemos acompañar a los jóvenes en el proceso de la conformación de sus identidades para que éstas no sean reactivas”, sostiene Moreras, “y no sólo para evitar futuras radicalizaciones”.
“El reto es difícil y no hemos invertido lo suficiente”, lamenta el director de la Fundación Jaume Bofill. Y enumera algunas medidas para mejorar el éxito escolar de estos jóvenes, de las que, remarca, no hay ninguno que sea exclusivamente para migrantes, sino para todos los estudiantes. Trabajar por una escuela capaz de personalizar su relación con los alumnos, familias y comunidades; potenciar las becas en casos de problemas económicos, atender a la diversidad o combatir la segregación son las vías que propone.
El departamento de Enseñanza, por su parte, defiende que estas han sido algunas de sus líneas de trabajo la última década. “Las herramientas que el sistema educativo ha puesto desde la llegada de los recién llegados son muchas”, sostiene Martí Barberà, director general de Atención a la Familia y la Comunidad Educativa.
De la Generalitat ha salido este último curso un protocolo para dar pautas a los docentes para detectar la radicalización islamista en los institutos. El texto, que se puso en marcha en diciembre, está elaborado conjuntamente por Enseñanza y los Mossos. La previsión, además de difundir el documento, era que se formaran los equipos directivos, pero esta última semana Enseñanza ha anunciado que la formación se extenderá a todos los docentes que lo deseen.
“El objetivo del protocolo es dar herramientas para trabajar el desarrollo emocional y personal de los alumnos, para abordar la convivencia … El sistema educativo forma parte del trabajo de prevención”, defiende Gené Gordó, subdirectora general de Apoyo y Atención a la Comunidad Educativa, que defiende que el Proderai se limita a la detección. Más allá de enumerar síntomas de una conducta radicalizada, el protocolo plantea actividades para fomentar la convivencia en el aula.
Pero algunos especialistas cuestionan su utilidad. “Estamos de acuerdo que la escuela es de los mejores espacios para generar pertenencias compartidas, para construir identidades, pero el trabajo pedagógico de prevención se debe avanzar”, sostiene Moreras. Palacín, por su parte, acepta la existencia de protocolos, como hay otros -como el de detección de abusos sexuales- para dar pautas a los maestros sobre un aspecto que desconocen, pero se muestra crítico con que pueda servir para prevenir. “Que puede ser útil para detectar algún caso? Quizás sí, pero no esperamos que el protocolo sea la solución para la prevención “, alerta.
La conversación con los jóvenes de la Fundación SER.GI abandona los porqués de la radicalización y se desviando poco a poco hacia sus planes de futuro, hacia el que la vida adulta depara a estos estudiantes gerundenses que han interrumpido sus vacaciones para discutir sobre la integración. El futuro inmediato después de los atentados les preocupa. “Tengo miedo de que me juzguen por algo que no he hecho”, se preocupa la Sonia. “Sólo hay que echar un vistazo a las redes sociales”, añade Amina, “mucha gente, desde la comodidad de su casa, lanza mensajes de odio hacia la comunidad musulmana … No tengo ganas de salir a la calle y que me culpabiliza “.
Este jóvenes reivindican, con plena conciencia, su derecho a una “identidad plural”, a ser catalanes y marroquíes a la vez. Y, más allá de algunas experiencias puntuales, creen que lo están consiguiendo.
Pero aún ven camino por recorrer. “Nos faltan referentes”, se lanza Amina. “Tras los atentados las telas están llenas de voces musulmanas, pero donde eran antes? A ninguna serie no aparecen … Yo sigo la política como todo el mundo, y participo en actos sociales, pero en ninguno de estos lugares hay referentes musulmanes “, se queja. “La convivencia no es sólo la ausencia de conflictos y la integración no consiste en integrarlos a ellos, sino unos con otros”, defiende el psicólogo Bernabéu. Esto afecta a todas las comunidades.
Por teléfono, Núria Perpinyà, la educadora y técnica del Ayuntamiento de Ripoll, explica cómo el pueblo hace días que el debate sobre la integración está presente en todas partes. “El otro día descubrí como es un funeral de la comunidad musulmana; 25 años conviviendo con ellos y no tenía ni idea … La integración también es esto “, concluye.
Sudáfrica/07 septiembre 2017/Fuente: Prensa Latina
Pese al avance democrático en Sudáfrica en las últimas dos décadas y los numerosos programas en favor de la mujer, la violencia de género se mantiene con altas tasas y especialistas recomiendan hoy tomar urgente medidas adicionales para frenarla.
Un reporte del Centro para el Estudio de la Violencia y la Reconciliación (CSVT, por sus siglas en inglés) con respaldo de Oxfam Sudáfrica ofrece detalles de este fenómeno que padecen una cada cinco sudafricanas mayores de 18 años y una cada tres féminas de edades similares que viven en entornos de mayor pobreza.
Esas estadísticas realizadas por el Muestreo Demográfico y de Salud de Sudáfrica en 2016 son respaldadas por el Consejo de Investigación Médica, que en 2009 reportó que tres mujeres mueren cada día en este país en las manos de sus esposos, amantes o novios.
Bajo el título Violencia contra la mujer en Sudáfrica, un país en crisis, el documento de 80 páginas aborda los distintos ángulos de este serio problema que provoca una tasa de femicidio cinco veces más alta que la del mundo.
También Sudáfrica se destaca por índices superiores de violencia sexual.
Este panorama ocurre en un país que cuenta con fuertes legislaciones y políticas alineadas con las convenciones internacionales de protección a la mujer y de promoción de sus derechos, y con numerosas organizaciones de la sociedad civil que ofrecen servicios esenciales al sector femenino de la población.
‘No obstante, pese a las miles de protecciones legales e intervenciones del Estado y de asociados no estatales, Sudáfrica continúa experimentando extremadamente altas tasas de violencia. Esto eleva las preocupaciones sobre la seguridad humana vinculada a las mujeres en particular y al país en su conjunto’.
Sobre el tema, el informe agrega que esta situación hace preguntarse por qué la violencia contra las mujeres persiste en Sudáfrica y qué es necesario hacer para frenarla.
Al investigar el asunto, los especialistas confirmaron que las sobrevivientes de la violencia la experimentaron varias veces a lo largo de su vida.
Señalaron que estos actos están vinculados con relaciones de poder y se alimentan de vulnerabilidades, incluyendo discapacidades, dependencia económica, inequidades sobre bases de identidad y circunstancias personales de mujeres y niños.
Es por esta razón, que los estudiosos consideran que las estrategias para enfrentar esa violencia deben estar vinculadas intrínsecamente con alcanzar la igualdad de género de manera más generalizada y con la educación sobre el tema desde edades tempranas.
Dijeron que esa educación de niños y niñas para promover relaciones respetuosas y la igualdad de género es muy importante porque es mucho más fácil cambiar actitudes y comportamientos en la niñez y la juventud que en la adultez.
Otro aspecto que abordan para enfrentar esta violencia es incrementar el empoderamiento de la mujer a través del fortalecimiento de sus actitudes empresariales y los derechos laborales, promover el acceso universal a la educación y ofrecerles financiamiento y control de esos recursos.
En esta batalla contra la violencia infligida a las mujeres por sus compañeros íntimos sugieren incorporar una amplia participación de la comunidad, que deberá usar recursos ya existentes como se hizo en Liberia, en particular en áreas rurales donde las féminas carecen de recursos adecuados.
Al analizar el fenómeno, los expertos constataron que la violencia y negligencia de los padres tienen gran influencia en la formación de masculinidades violentas, por lo que es necesario aplicar estrategias de prevención para impulsar una crianza saludable, con lo cual se requiere apoyo comunitario, de las escuelas y de la prensa.
El estudio recuerda notorios casos de violaciones y asesinatos de jóvenes en este país, donde se reportan asaltos sexuales de ancianas -entre ellas una de 86 años- y de niños, el más terrible el de un bebé de nueve meses por el amante de la madre.
Alerta de Misiones Salesianas en el Día Internacional de la Juventud.
La ONG pide más inversión en educación, «la mejor herramienta para lograr el desarrollo».
Desde Misiones Salesianas apoyamos a los jóvenes para que contribuyan a la transformación social, a la justicia, a la igualdad y para que sean agentes de paz.
Samir tiene 19 años y vive en Alepo. La guerra que sufre Siria desde hace casi seis años y medio ha truncado sus sueños de terminar el colegio e ir a la universidad. Quiere ser ingeniero, pero de momento es monitor de niños en el centro Don Bosco de Alepo y aprende un oficio.
Jhonny tiene 20 años y es de Bolivia. Vivió siempre en un pueblo sin escuela y los Salesianos le enseñan ahora en un centro agrario a aprovechar mejor los recursos de la tierra.
Adama tiene 21 años y es de Sierra Leona. La pobreza en su familia la obligó a mendigar primero y a prostituirse después. Gracias a los Salesianos aprendió a cocinar y ahora tiene un negocio propio de comida a domicilio y es el principal sustento de toda su familia.
Como ellos, cientos de miles de jóvenes se sobreponen a las adversidades de la guerra, de la pobreza y de las injusticias para soñar con un futuro mejor. Gracias a la educación que ofrecen los Salesianos o al aprendizaje de un oficio muchos jóvenes en el mundo tienen hoy más y mejores oportunidades personales y profesionales.
Este sábado, día 12, conmemoramos el Día Internacional de la Juventud, que este año pone el enfoque en la capacidad de los jóvenes para participar en la configuración de una paz verdadera y duradera trabajando en la prevención y transformación de los conflictos, en la inclusión y en la justicia social para lograrla.
El 87% de los jóvenes del mundo vive en países desarrollados, pero hay más de 150 millones que no saben leer ni escribir. También los jóvenes son los más afectados por los cambios en la sociedad, por el desempleo, las guerras, el acceso limitado a la educación, a la salud y a la vivienda.
Desde Misiones Salesianas instamos a los organismos internacionales y a los gobiernos a que inviertan en educación por ser la mejor herramienta para lograr el cambio y el desarrollo individual y comunitario, por significar la mejor riqueza para el futuro y por contribuir al conocimiento de los derechos y deberes y al aprendizaje de valores como la justicia, la igualdad y la solidaridad.
En Misiones Salesianas apoyamos a los jóvenes del mundo con centros de alfabetización, de educación secundaria, de formación técnica, de enseñanza superior, escuelas agrarias, talleres de oficios y universidades en más de 130 países de los cinco continentes.
Confiamos en ellos porque son el futuro y la esperanza de un mundo mejor y más justoy les ofrecemos alternativas en la educación y en la formación profesional para que la exclusión y la marginación dejen de formar parte de sus vidas.
OtrasVocesenEducacion.org existe gracias al esfuerzo voluntario e independiente de un pequeño grupo de docentes que decidimos soñar con un espacio abierto de intercambio y debate.
¡Ayúdanos a mantener abiertas las puertas de esta aula!