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La educación básica es el ‘talón de Aquiles’ del desarrollo tecnológico en Latinoamérica

Las dificultades en educación básica son el ‘talón de Aquiles’ del desarrollo tecnológico de América Latina, dijeron este lunes expertos reunidos en Bogotá donde abogaron por impulsar el mejoramiento de las competencias básicas para luego desarrollar «habilidades especiales específicas».

«Hay muchos aspectos, como el tema de dos idiomas y habilidades especiales específicas, en los que debemos enfocarnos, pero la pregunta es cómo hacerlo en una población que no está aprendiendo los cimientos», dijo la directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la Unesco en Chile, Claudia Uribe.

La representante del organismo de la ONU, que participó en el panel ´Preparándonos para el futuro, en el contexto de la explosión de la inteligencia artificial´ del LAC ICT Talent Summit, mostró su preocupación por el hecho de que los estudiantes de la región tienen dificultades con las competencias básicas.

«Venimos desde hace 30 años haciendo mediciones de lo que vienen haciendo los estudiantes en la región (…) y lo que estamos encontrando es que aproximadamente el 50% de los niños de tercer y sexto grado no alcanzan el nivel mínimo de competencias en estas asignaturas», expresó Uribe.

La experta manifestó además en la charla -moderada por la subdirectora editorial para las Américas de la Agencia EFE, Raquel Godos- que este no es el único problema que enfrenta la región, pues también hay otras dificultades relacionadas con acceso a la tecnología.

«Tenemos grandes bolsillos de pobreza en nuestra región que tienden además a afectar principalmente a las poblaciones que están rezagadas», expresó Uribe, quien agregó que «si uno quiere igualar el piso de entrada de la población, hay que enfocarse en esas disparidades que tiene nuestra región».

En el foro LAC ICT Talent Summit, celebrado en Bogotá y coorganizado por Huawei, la Unesco, APC, GIZ y la Agencia EFE, dialogan este lunes y martes expertos y responsables gubernamentales de 22 países latinoamericanos con directivos de compañías tecnológicas como Huawei y otros organismos, entre ellos medios de comunicación.

La falta de un segundo idioma

El vicepresidente de Asuntos Públicos de Huawei para América Latina, César Funes, lamentó que en la región no hay «penetración de un segundo idioma» e hizo un llamado a impulsar el aprendizaje del inglés.

Esto, en opinión del ministro de la Juventud de República Dominicana, Rafael Féliz, es clave porque el segundo idioma no sólo le abre las puertas a los jóvenes en su país sino también en el exterior.

Añadió, que va de la mano con fortalecer la enseñanza de los temas a los niños desde que están pequeños, pues «a nadie le puede gustar lo que no conoce» y por eso muchas veces algunas becas relacionadas con tecnología se quedan sin aprovechar.

«En esta nueva era de transformación digital, que representa una era trascendental (…) nosotros como región debemos navegar juntos en la búsqueda de una solución de muchas problemáticas, de los retos a la hora de hablar de tecnología», expresó Féliz.

Evolucionar

La subdirectora para las Competencias Digitales de Colombia, Constanza Engativá, manifestó por su parte que el sistema educativo del país «necesita evolucionar, replantear algunas metodologías, sobre todo porque el conocimiento siempre es el mismo».

«Lo que estamos transformando es el medio de transmisión de ese conocimiento y en ese medio de transmisión juegan un papel fundamental las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC)», añadió.

Engativá considera que es utópico creer que se puede cerrar la brecha digital.

«Cualquier gobierno que diga que cerraremos la brecha digital está cayendo en imprecisiones, pero creo que lo que hacemos siempre es reducirla», apostilló.

En la conversación también participó Matheus Aires, ganador de este año del campeonato ICPC Challenge, un concurso de programación que organiza Huawei.

La educación básica es el ‘talón de Aquiles’ del desarrollo tecnológico en Latinoamérica

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Plataformas digitales y teletrabajo: una nueva forma de precariedad laboral

Por: Laura Pérez Ortiz / The conversation 

La digitalización transforma la información en dígitos o códigos, de manera que se puede leer, transportar e interpretar de forma rápida y fácil por medios digitales. El uso masivo de estas tecnologías de información y comunicación se lleva produciendo desde los años noventa del siglo pasado.

Gracias al aumento de las infraestructuras de banda ancha y a la expansión de los dispositivos personales (smartphonestablets…), la digitalización ha crecido de forma asombrosa en la última década. Y más aún en el último año, con el estallido de la pandemia. El uso de datos y aplicaciones digitales está suponiendo un profundo cambio para empresas, trabajadores y consumidores.

El informe anual que acaba de publicar la OIT, “Perspectivas Sociales y del Empleo en el mundo: Tendencias 2021”, se centra en un aspecto concreto de la digitalización: el uso de plataformas digitales como medio de trabajo.

Estas plataformas sirven para conectar a empresas, clientes y trabajadores: a través de una plataforma digital se asignan tareas a trabajadores o se pone en contacto a clientes que demandan un servicio con trabajadores dispuestos a ofrecerlo.

¿Qué son las plataformas digitales de trabajo?

Para entender el trabajo en la economía de plataformas hay que distinguir dos tipos.

1. Las plataformas que se basan en el uso de una aplicación móvil con geolocalización. El trabajo se asigna a trabajadores que se encuentran en determinadas zonas geográficas. Por ejemplo, las plataformas de servicio de taxi o reparto de comida.

2. Plataformas en línea donde se abren convocatorias (subastas) para hacer tareas o encargos a distancia (lo que se conoce como crowdwork).

Por tanto, las plataformas son espacios digitales donde coinciden trabajadores que ofrecen su trabajo y clientes que demandan un servicio. ¿Y dónde está el negocio de estas plataformas? En los datos.

Quienes trabajan suelen pagar una comisión a la plataforma para que les ponga en contacto con clientes, que pueden ser empresas o clientes individuales. Estas empresas o clientes, a su vez, también pagan una comisión o una suscripción a la plataforma por recibir el servicio.

Trabajadores teleinmigrantes

En el caso de las plataformas de localización, los algoritmos conectan a trabajadores y clientes en función de la geolocalización. Los clientes también pueden introducir condiciones, eligiendo a trabajadores en función de las recomendaciones o ránquines hechos por el resto de clientes.

Cuando hablamos de plataformas de tareas, los algoritmos buscan emparejar clientes y trabajadores en función de los precios, la rapidez o la calidad (de nuevo reflejada en las recomendaciones de otros clientes) con la que trabajan (si utiliza estas plataformas, piénselo bien la próxima vez que vaya a calificar a un trabajador).

Los servicios en estas plataformas son de lo más variado e incluyen desde el transporte a la traducción, asesoría o consultoría, pasando por la programación, la codificación, la descripción de productos o etiquetado de imágenes. Así es que, por el tipo de trabajo que se realiza en una y otra plataforma, los y las trabajadoras tienen perfiles diferenciados.

En el caso de las plataformas de reparto o entregas a domicilio se necesita tener un vehículo o medio de transporte propio. Para realizar tareas de etiquetar imágenes o introducir datos no es necesario una formación demasiado específica. Pero para traducir o hacer análisis jurídicos o financieros sí hace falta conocimiento y formación.

La gran ventaja de las plataformas es que los procesos se pueden dividir en múltiples tareas, microtareas, que pueden realizar distintas personas desde cualquier parte del mundo. Esto facilita lo que Richard Baldwin, en La convulsión globótica: robótica, globalización y el futuro del trabajo, ha denominado teleinmigrantes: personas que ya no necesitan desplazarse a las zonas donde hay posibilidad de encontrar un empleo, porque el trabajo llega a sus pantallas.

Estos trabajadores digitales localizados en cualquier parte del mundo hacen que haya más competencia por lograr trabajos de tipo técnico, profesional, científico, financieros y de comunicación. Este aumento de la competencia global que trae la digitalización supone un peligro para puestos de trabajo que, hace apenas unos años, se consideraban seguros.

¿Quiénes trabajan en las plataformas digitales?

No hay datos oficiales sobre cuántas personas trabajan en estas plataformas, pero se han hecho diversas encuestas y podemos señalar que alrededor del 11% de la población activa de la UE ha trabajado alguna vez en estas plataformas. En España se eleva al 18% (“El trabajo en plataformas digitales en España: ¿qué sabemos?”).

En una encuesta de la OIT (2019) realizada en 2015 y 2017 a 3 500 trabajadores distribuidos en 75 países, se dibujó el siguiente perfil de quienes trabajan en las plataformas digitales: hombre joven (alrededor de 33 años) con alta cualificación (el 20% tienen estudios de posgrado y el 37%, estudios universitarios), que trabaja en más de una plataforma (50% de personas encuestadas). El 48% de los encuestados señalaba que no tenía otro trabajo. Entre quienes sí compaginaban con otro trabajo, el 57% indicaba que era un empleo de alta cualificación. ¿Era así como lo imaginaba?

En los países desarrollados solo trabaja una mujer por cada 3 hombres en las plataformas digitales. La proporción desciende a una de cada 5 en los países en desarrollo. Y esto es algo que puede sorprender porque, en principio, se entendía que los trabajos que se pueden hacer desde casa podrían resultar más atractivos para las mujeres, pues permitirían la conciliación de la vida laboral y familiar.

Sin embargo, si tenemos en cuenta las principales ocupaciones que se realizan en las plataformas, ya vemos que la cosa cambia: la mayor parte de las tareas entran en el ámbito del desarrollo tecnológico y de software. Y aquí nos encontramos con que, en comparación con los hombres, son pocas las mujeres con los estudios y la formación necesarios para realizar este trabajo. Una razón más para luchar contra la brecha digital y aumentar la participación de las mujeres en estudios STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés).

En Europa el empleo en la economía de plataformas aún representa una proporción pequeña, pero cada vez agrupa a más personas (especialmente hombres) jóvenes y con altos niveles de educación. El trabajo que se realiza en ellas permite una enorme flexibilización y es fácilmente adaptable a coyunturas y circunstancias.

A pesar de la conocida como ley rider (RDL 9/21 de 11 de mayo de 2021), la desprotección de los trabajadores y la falta de derechos laborales y de sindicalización hacen que vayamos a un mundo de relaciones laborales unipersonales. Quizá no sea el futuro inmediato del trabajo, pero es una tendencia cada vez más marcada en el mercado laboral.

Fuente: https://theconversation.com/plataformas-digitales-y-teletrabajo-una-nueva-forma-de-precariedad-laboral-162033

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Salman Khan: «No queremos un mundo donde cuando los niños quieran aprender haya que pagar primero»

Redacción: Euro News

Salman Khan, informático y profesor, fue galardonado con el premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2019. Recibió el premio de manos de la Princesa Leonor, heredera de la Corona española, que a sus 13 años presidió por primera vez la ceremonia. El premio es un reconocimiento a su plataforma educativa online, la Khan Academy.

Sergio Cantone, Euronews: Señor Khan, ¿por qué decidió crear un sistema de educación online?

Salman Khan, ingeniero, matemático y fundador de la Khan Academy: Comencé un poco por casualidad. En aquel momento daba clases particulares a miembros de mi familia. Empezó a correrse la voz así que empecé a dar más clases. Mi formación era la informática, así que empecé a crear programas para ellos. Luego unos amigos empezaron a filmar vídeos para ayudarles también. Cuando esos vídeos se hicieron públicos, tuvieron mucho éxito. En pocos años había cientos de miles de personas utilizándolos. Para mí era un trabajo extra, pero en realidad, era mi proyecto extra. De alguna manera me dije: «Quiero poner en esto toda mi energía.» Y pensé que podría ser una empresa. Vivía en Silicon Valley, donde había muchos emprendedores que estaban interesados en invertir.

Sergio Cantone: Pero, ¿cree que la educación básica debería no ser un negocio? ¿O las dos cosas son posibles?

Salman Khan: Sí. Antes trabajaba en el mundo de las finanzas, era analista en un gran fondo que estudiaba los beneficios que se pueden obtener. Hablé a menudo con empresas y comprobé hasta qué punto la estructura de propiedad determina cómo actúan las compañías. Incluso hablé con algunas empresas educativas con fines lucrativos, y vi que sus motivaciones a veces no correspondían a las necesidades reales de los estudiantes. En eso pensé cuando estaba naciendo la Academia Khan. Creo que la educación y probablemente la asistencia sanitaria son dos espacios donde las fuerzas del mercado tradicional no conducen a los mejos resultados.

No queremos un mundo donde, si alguien está sangrando, se tenga que comprobar su bolsillo antes de curarlo. De la misma manera, tampoco queremos un mundo donde cuando haya un chico o una chica que quiera aprender, se tenga que pagar antes. No queremos un mundo en el que nuestros hijos tengan más privilegios que los niños cuyos padres no pueden ermitírselo. Esa fue mi principal motivación.

Sergio Cantone: Así que, Ud. imaginó una especie de refugio para gente que está en una situación de necesidad, en este caso necesidad de educación…

Salman Khan: Exactamente. La educación es un chaleco salvavidas. Una vez que has cubierto tus necesidades básicas, si tienes comida, cobijo, seguridad…la educación es lo único que te permite escapar de cualquier circunstancia en la que te encuentres. Usted y yo somos afortunads, por dónde y cómo nacimos, pero si usted hubiera nacido en otro sitio…me pregunto, ¿qué podemos hacer por esa gente para que tenga al menos una oportunidad? No se puede determinar donde acaba la gente, pero al menos darle un pequeño acceso a oportunidades para desarrollar su potencial. Silicon Valley es un ejemplo, donde hay mucha creación de riqueza, así que siempre estoy diciéndole a mis amigos: ¡Dónde está la cultura! Tenemos la responsabilidad de invertir esa riqueza no solamente en el desarrollo de la tecnología para que la gente se vuelva adicta a sus teléfonos. Tenemos que utilizarla en cosas que enriquezcan nuestra condición.

Sergio Cantone: Por lo que puedo ver, la Academia Khan se centra sobre todo en las ciencias, la tecnología, y por supuesto las matemáticas. La única concesión que le da a los estudios humanísticos es la Historia. ¿Por qué?

Salman Khan: Sí, empezamos con las matemáticas, ya que era lo que más les costaba a mis primos, y además era mi fuerte. En ese campo hay una gran necesidad. Muchos estudiantes en todo el mundo tienen dificultades con las matemáticas. Es cierto que empezamos con la ciencia, y efectivamente después añadimos la Historia. Queremos hacer otras cosas como escritura o literatura, y muchas otras materias, pero podemos hacer unas cosas mejor que otras, así que nuestra visión siempre ha sido: intentar hacer todo lo que podemos en nuestra plataforma, pero esperamos que los estudiantes puedan asistir a una escuela tradicional, por lo que podrían tener tiempo libre para hacer otras cosas. Espero que con el tiempo consigamos maneras de ofrecer más asignaturas y que nuestro aprendizaje pueda ser complementario al de las escuelas tradicionales.

Sergio Cantone: Hay una especie de miedo generalizado a la inteligencia artificial, a los robots. ¿No cree que ampliar los estudios humanísticos, como la literatura o la filosofía, serviría a dar confianza a la gente para comprobar que el ser humano sigue siendo importante, y que en el futuro podremos regir sobre los robots, aunque sean perfectos?

Salman Khan: Claro. Creo que a medida que avanzamos, la razón por la que aprendemos no es solamente para conseguir un trabajo. Nuestra sociedad está cambiando drásticamente debido a la Inteligencia Artificial y a la biotecnología. Ahora hay cosas como la técnica CRISPR con la que se puede cambiar el código genético. Son grandes temas, no son solamente tecnología, sino también temas filosóficos. Para participar en la sociedad y ayudar a nuestros líderes a tomar las decisiones correctas, todo el mundo tiene que estar informado, así que para entender cuál es la ética apropiada para modificar el genoma, o usar la inteligencia artificial, se necesita entender un poco de computación, pero también un poco de genética. También se debe entender lo que significa el ser humano, si está bien cambiarlo y todas estas preguntas complejas…

Sergio Cantone: Y, ¿hay lugar para la religión en este tipo de estructura educativa?

Salman Khan: Las religiones pueden ser malinterpretadas y convertirse en desviaciones… Partimos de la corriente principal, decimos que esto es lo que «los cristianos creen», y eso es lo que la historia nos está diciendo. Esto otro es lo que creen los musulmanes, y esto es lo que la Historia nos cuenta. Mucha gente nos manda e-mails para decirnos: «Ni siquiera sabía eso de mi religión…» Yo crecí en una familia musulmana y cuando hice mi investigación le pregunté a algunas familias musulmanas: «¿saben quién es la persona más mencionada en el Corán?» Y responden: «¿Mahoma? ¿Moisés?» Y yo les contesto: «No. ¡Jesucristo!» Y dicen: «¡Whow! Yo no sabía eso!» Así, el aprendizaje de tu propia religión, desde un punto de vista académico, y también desde un punto de vista filosófico, creo que en realidad une a la gente.

Sergio Cantone: . ¿Cree que la Academia Khan podría llegar también a las zonas más remotas del mundo, como por ejemplo las montañas de Afganistán, donde la educación es muy necesaria?

Salman Khan: Mi familia es originaria del subcontinente indio. Allí hay muchos niños pobres que no tienen acceso a la escuela, o las escuelas allí no son muy buenas. Ahora la banda ancha de los teléfonos celulares ha bajado a 2 o 3 dólares al mes. Así que, si vas a una aldea remota de la India, puede que no tengan electricidad, puede que ni siquiera tengan agua corriente, pero ahora tienen acceso a Internet. Y eso es emocionante para nosotros, porque podemos empezar a llegar a esos estudiantes. Creo que la única razón por la que no podríamos llegar a ciertas zonas es porque los gobiernos no permiten el acceso. Y eso podría ser difícil en partes de Afganistán, Corea del Norte…Dictaduras, en general, pero si eso no sucede, finalmente podremos llegar a todos esos estudiantes.

Fuente: https://es.euronews.com/2019/10/23/salman-khan-no-queremos-un-mundo-donde-cuando-los-ninos-quieran-aprender-haya-que-pagar-pr

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Francia aboga en Unesco por combate global contra acoso escolar

Europa/Francia/14 Noviembre 2019/Prensa Latina

El ministro de Educación de Francia, Jean-Michel Blanquer, abogó hoy en la Conferencia General de la Unesco por una movilización internacional contra el acoso escolar.
Al intervenir en un debate que reunió a más de un centenar de titulares del sector, precisó que urgen mecanismos multilaterales para enfrentar un problema que genera creciente preocupación.

En ese sentido, manifestó el apoyo de París a la Unesco, a partir de acciones como la organización conjunta el año próximo de un foro para abordar el acoso escolar, con frecuencia identificado como ‘bullying’.

Debemos trabajar juntos para educar y convertir a cada niño en un ciudadano respetuoso y fiel a los valores humanistas, subrayó.

Para Blanquer en el actual escenario de desarrollo tecnológico resulta clave prestar particular atención al acoso escolar en el ciberespacio.

El funcionario francés también se refirió en su intervención a la importancia de proteger a los periodistas de la violencia desatada contra ellos en varias partes del mundo y de potenciar la defensa del patrimonio material e inmaterial de la humanidad, destacando en ambos casos el protagonismo de la Unesco.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=320640&SEO=francia-aboga-en-unesco-por-combate-global-contra-acoso-escolar
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Profesor de Lego y streamer de Microsoft: oficios más allá de una carrera profesional

Por: Semana Educación

El mundo laboral, enmarcado en la cuarta revolución industrial, presenta un escenario donde el título académico no siempre alcanza. La demanda de habilidades aumenta, y es crucial desarrollarlas para tomar las oportunidades de empleo existentes.

La era digital, el desarrollo tecnológico y la búsqueda de empleos que satisfagan las metas personales convergen a la hora de entender cómo se reinventa el ámbito laboral sin depender exclusivamente de lo que se enseña en la academia.

Colombia le apuesta a seguir los pasos del mercado estadounidense y europeo, en el que el know how o saber hacer no se nutre por completo de lo aprendido en una carrera profesional. Por el contrario, se enriquece del ingenio y la creatividad.

The World Economic Forum (WEF) desarrolló el informe Future of Jobs 2018, en el que menciona que hasta 2022 se espera que “75 millones de empleos queden desplazados en 20 de las economías más importantes”. Aunque algunos roles entren en declive por la automatización y el desarrollo tecnológico, estos puntos pueden jugar a favor para crear “133 millones de nuevos roles”, derivados de productos o servicios innovadores.

El informe establece que cada vez importan más las habilidades blandas, no cognitivas. Por eso, los expertos recomiendan “experimentar e invertir en nuevos tipos de educación, y la provisión de entrenamiento más útil para los individuos en este nuevo contexto del mercado laboral”.

Habilidades blandas emergentes como la creatividad, la influencia social, la resiliencia y la inteligencia emocional predominan en América Latina, según WEF. Estas funcionan muy bien en oficios que vinculan, a su vez, el diseño y programación de tecnología, el análisis y evaluación de sistemas, y el mercadeo. Todos estos conocimientos dan paso a la reinvención del mundo laboral.

Semana Educación expone dos casos en los que sus protagonistas encontraron una oportunidad laboral a partir de usar este conjunto de habilidades y conocimientos aprendidos por fuera de la universidad.

El trabajo de ser un técnico de fútbol y cazatalentos virtual

Conragen enciende su micrófono, en forma de balón de fútbol, para hacer la primera transmisión del día desde su canal en Mixer. Esta plataforma, propiedad de Microsoft, le paga por hacer programas en vivo mientras prueba futbolistas virtuales en el videojuego.

Yonatan Rojas –el manizaleño de 38 años detrás de Conragen– enciende la cámara a las diez de la mañana, saluda a los usuarios y les hace recomendaciones para que mejoren su desempeño en Fifa. “Me dedico a estudiar qué características debe tener un jugador para que esté entre los mejores de cada posición; defensa, mediocampista, delantero”. Conoce la estructura del juego y los algoritmos a la perfección.

En su habitación hay dos monitores de computador, un televisor, una consola de Xbox y una silla de gamer. Sobre una lámpara casera tiene pegada –con cinta de enmascarar– la pequeña cámara con la que graba sus videos y a la cual no le ha encontrado una mejor ubicación por ahora.

Él funciona como un director técnico virtual y, a la vez, un cazatalentos de las estrellas de Fifa. Los usuarios se guían con sus recomendaciones para comprar o vender un jugador en el videojuego, en el que pone a prueba su habilidad para influenciar.

–¿Es un buen día para comprar a Neymar? –le pregunta un usuario.

–El mercado va a seguir bajando, entonces sí –responde.

–¿El último Sterling es mejor que Messi?

–Seguramente –afirma.

Yonatan estudió Derecho, pero nunca ejerció. Jugó póker profesionalmente a los 25 años y en esta actividad tuvo su fuente de ingresos durante siete años. “Lo chistoso es que empecé a jugar Fifa a los 32 años y este juego me hizo perder toda la disciplina y nunca más volví al póker”, recuerda. Cambió el estrés de apostar plata por un juego que lo divierte y que ahora se volvió su trabajo permanente.

En 2017, creó un canal de YouTube en el que comentaba partidos de la Champions. Y al ver que ganaba buena fanaticada, creó una cuenta en Twitch, la mayor plataforma de streaming en el mundo, en la que alcanzó el título del usuario número uno en la comunidad hispana. Ahí se dio cuenta de que podía vivir de esto.

Cuando DjMaRiiO, el influenciador de Fifa más reconocido, lo recomendó para Mixer, Conragen firmó un contrato para transmitir como mínimo 60 horas al mes. Le pagan por visualizaciones en su canal, por suscriptores directos en la página y por las donaciones que le hacen los usuarios.

De cifras no habla, pero comenta que gana lo suficiente para empezar a pagar su propio apartamento, encargarse de los servicios en la casa de sus papás –de la que no ha salido por acompañarlos mientras superan un impase de salud– e invertir en otros negocios relacionados con el streaming.

“Vivo bien. Como pagan en dólares, aquí el dólar rinde. Pero esto no es hacer la jugada de Thanos y chasquear los dedos. Yo le dedico entre diez y quince horas diarias. Permanezco entre cuatro y ocho horas en vivo y dedico las demás a grabar los partidos, editar y subir mi video diario a YouTube”.

Cada partido dura 20 minutos y debe jugar mínimo tres para conocer las características de un jugador. Claro que, si de entretener se trata, él enlaza el fútbol con las preguntas que le hacen sobre política o belleza durante el streaming. No tiene libreto.

Conragen ha transmitido 150 horas en vivo, en lo corrido del mes. “Hablo sin el corazón y eso le gusta a la gente. Este es mi trabajo y con él puedo conseguir lo que con otro empleo no podría (…) Termino tan cansado que una vez me quedé dormido en la transmisión porque tuve mucho desgaste mental”.

La modalidad Ultimate Team de Fifa es casi como llenar un álbum del mundial. Consiste en abrir sobres para obtener jugadores y completar la plantilla deseada. La idea es destapar la menor cantidad para conservar las monedas ganadas con cada victoria del equipo a fin de dominar el mercado.

Su equipo tiene tres colombianos, dos argentinos, un mexicano y un español. “Algunos de ellos se dedican, literalmente, a hacer que la gente gane monedas para comprar jugadores”, comenta. El precio de los jugadores en Fifa varía según el momento del mercado. EA Sports lo regula. Los sobres de Ultimate se abren por medio de Fifa Points. Doce mil de ellos cuestan en Colombia 100 dólares. Las monedas son dinero literalmente. 

Sin embargo, no todo es diversión. “El streamer pierde la vida social. Me gusta cantidades bailar, pero esta vaina absorbe muchísimo”, dice. Ese es el costo de posicionarse como uno de los streamers de habla hispana más importantes en Mixer. Tiene 17.510 seguidores en esa plataforma, sumados a los 39.642 de YouTube, y va en ascenso.

Con fichas de Lego forjó su proyecto de vida 

A este ingeniero electromecánico de niño le encantaban los destornilladores. Carlos Arenas desarmaba sus juguetes a punta de esta herramienta y luego le sobraba una que otra pieza al reconstruirlos.

Desde hace cinco años trabaja como teacher trainer certificado de Lego Education. Se dedica a demostrar que solo la imaginación limita a quien usa estas pequeñas piezas de plástico. En la sala de exhibición de la empresa Adtech S. A., que distribuye la línea de productos educativos de la compañía danesa, Carlos explica su trabajo: “Me encargo de la formación a nivel nacional. Cuando se plantean proyectos, yo viajo hasta donde haya que aplicarlos y hago los procesos de transferencia pedagógica con los docentes”.

Es decir, se dedica a enseñar una metodología de aprendizaje creada con estas fichas de múltiples colores. La misma que aplican varios colegios y universidades en Colombia.

Lego llegó a la vida de Carlos hace 12 años cuando dictaba un taller de electricidad y electrónica en una institución bogotana. Decidió usar estos kits en las actividades con sus estudiantes. Y por medio de un concurso de la Secretaría de Educación, conoció a la empresa Adtech S. A., para luego trabajar con Lego Education.

“Con seis ladrillos hay más de 1.800 posibles combinaciones para crear un pato”, menciona. De ahí en adelante, la versatilidad de los kits permite usar estas piezas en diferentes áreas del conocimiento: robótica, programación, matemáticas, ciencia, física y lenguaje.

Los kits fomentan el trabajo en equipo y fortalecen el desarrollo de roles. Un día, el niño o joven es el constructor; en el siguiente proyecto puede ser el programador de software; y al otro día, el especialista en materiales.“Lego desarrolla mucho la creatividad y la motricidad que no todos poseemos”, comenta Carlos.

“Lego pasa de lo abstracto a lo concreto, viene a fortalecer los buenos procesos que hacen nuestros docentes en el país. Por ejemplo, si la temática en primera infancia son los animales salvajes, entonces hay un kit que se llama de esa forma. Pero, al mismo tiempo, puedo trabajar conjuntos. Y no es lo mismo que enseñar con palitos o frijolitos”, aclara.

“Llevo 12 años de trabajar con las herramientas Lego y todavía no he alcanzado el 100 % de conocimiento alrededor de todo lo que hay”.

Jorge Reynolds Pombo creó el primer marcapasos artificial a finales de 1957. Con este mecanismo externo, más de 80 millones de personas han mantenido su corazón latiendo a pesar de los problemas cardiacos. Pero muchos ignoran –no como Carlos– que Reynolds construyó los prototipos de este artefacto mediante un kit de la compañía Cool Tool; una marca que ofrece, a pequeños inventores en el aula de clase, herramientas a escala.

Cuando Carlos conoció al mismísimo inventor del marcapasos y se enteró de esta historia, se motivó aún más para compartir el conocimiento que tiene. “Quien tenga el animalito interno que quiera salir a explorar el mundo alrededor de la tecnología lo podrá hacer de una forma más interesante”, dice.

Le sale una sonrisa al recordar un proyecto en particular, en el cual un grupo de estudiantes desarrolló una planta simuladora de reciclaje, solo con la ayuda de los ladrillos Lego.

“En un concurso, vi cómo un grupo de niños creó esta planta de reciclaje. Ellos ponían papelitos de diferentes colores y la máquina se los clasificaba. Era un prototipo que ni siquiera habíamos intentado. ¡Fue genial!”.

Por ser teacher trainer, Carlos se la pasa viajando. Llega al país respectivo, enseña en varias ciudades y se vuelve a capacitar cuando es necesario. En 2015 hizo el proceso de certificación internacional de Lego en Cancún (México) y el próximo mes irá por la segunda.

Cualquiera pensaría que educar a un niño es más fácil que a un maestro, pero Arenas señala que algunos docentes le dan ‘sopa y seco’ al momento de incorporar los kits de Lego en sus clases. “Vamos hasta el aula del docente y vemos cómo hace esa implementación; no con el ánimo de evaluarlos, sino de hacerle un aporte significativo a todo ese proceso. Si vemos que le podemos aportar en algo más, lo hacemos o, por el contrario, le decimos al profe: usted está sobrado, siga así”.

Perú es pionero de aulas de aprendizaje con estos kits y Colombia no está lejos de alcanzarlo.

El teacher trainer reflexiona sobre la docencia y concluye: “Yo me he encontrado con estudiantes que tuve hace diez o doce años y me dicen ‘Oiga, Carlos; usted me cambió la vida’, porque encontraron alguna vocación desde que estaban en la institución educativa; eso es lo que realmente me parece interesante de esto”.

Fuente e imagen: https://www.semana.com/educacion/articulo/profesor-de-lego-y-streamer-de-microsoft-oficios-mas-alla-de-una-carrera-profesional/623008

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El asedio a la ciencia

Por: Roberto Rodríguez

Es llamativo que tres gobiernos latinoamericanos, Brasil, Argentina y México, con distinto signo ideológico, coincidan en limitar la inversión pública en investigación científica y desarrollo tecnológico. En los tres casos se ha puesto en riesgo la estabilidad de las instituciones promotoras, se han reducido los fondos públicos para proyectos de investigación, e inhibido el acceso de las nuevas generaciones de científicos a los centros e institutos de producción de ciencia y tecnología.

Jair Messias Bolsonaro tomó posesión de la presidencia de Brasil el primer día de este año. Militar, conservador y proveniente de la derecha política brasileña, desde las primeras semanas de su gobierno anunció recortes drásticos al gasto burocrático, eliminación de subsidios a organizaciones no gubernamentales, reducción a partidas de gasto social, a la inversión pública en ciencia y tecnología, y más recientemente al presupuesto para las instituciones de educación superior.

El 29 de marzo del presente Bolsonario decretó un recorte de cuarenta por ciento al presupuesto del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicación (MCTI). Tal presupuesto sería el menor desde 2006, además contravenía su propuesta de campaña según la cual en Brasil se duplicaría la inversión pública en el sector para alcanzar un monto correspondiente al tres por ciento del producto interno bruto. (Fuente: Folha de S.Paulo, 12 de noviembre 2018).

El 10 de mayo más de cincuenta representantes de instituciones de investigación y asociaciones científicas se reunieron con el titular del MCTI para discutir posibles alternativas al recorte. Aunque el ministro Marcos Pontes no garantizó una reposición, ofreció posibilidades de restructura del gasto para atender las prioridades que se decidan de común acuerdo con las instituciones. (Fuente: Agencia Brasil).
En días pasados, el anuncio de nuevos recortes sobre el presupuesto educativo así como la declaración de posibles limitaciones al régimen de autonomía universitaria, dio lugar a una ola de protestas en las principales ciudades del país. Bolsonaro afirmó: “Son idiotas útiles, imbéciles, que se dejan utilizar como masa de maniobra de una pequeña minoría inteligente que conforma el núcleo de universidades federales en Brasil.” (Fuente: Agencia Reuters).

Mauricio Macri asumió la presidencia de Argentina el 10 de diciembre de 2015, después de haber sido jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y tras derrotar a Daniel Scioli, candidato peronista. Macri abanderó a la coalición Cambiemos, ubicada al centro-derecha del espectro político argentino. Macri se comprometió en campaña a apoyar decididamente la investigación científica y el desarrollo tecnológico. El 30 de octubre de 2015 afirmó que duplicaría el gasto público correspondiente.
En días recientes se dio a conocer que de 2,597 científicos argentinos que cubrieron requisitos para ingresar como investigadores al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), únicamente se aprobaron 450 solicitudes. Este año, último del gobierno de Macri, la desinversión en los programas del Ministerio de Ciencia y Técnica se estima en 32 por ciento (Fuente: portal Perfil).

Andrés Manuel López Obrador inició su periodo presidencial el primero de diciembre de 2018. En el tercer debate televisado entre candidatos a la presidencia (12 de junio 2018) afirmó que destinaría más recursos a ciencia y tecnología para revertir el retroceso de esas actividades. En sus palabras, “Necesitamos avanzar; en el Índice Global de Innovación: en 2007 teníamos el lugar 37 en el mundo y en el 2017 el lugar 58, es decir hemos retrocedido como en todo.” (Fuente, MILENIO, 13 de junio 2018).

Sin embargo, en el presupuesto para 2019, en el que intervino el equipo de transición del presidente electo, redujo la asignación para el Ramo 38 del Presupuesto de Egresos de la Federación, correspondiente al sector científico y tecnológico, un 13.6 por ciento respecto al aprobado el año previo. A este recorte se habría de agregar el estancamiento del gasto para las universidades públicas autónomas y una importante disminución del presupuesto asignado al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, del orden de dos mil 299 millones pesos menos en comparación con el aprobado en 2018.

Para empeorar el panorama, las medidas de austeridad decretadas por el actual gobierno a través de memorándums, en particular el del 3 de mayo de 2019 que anuncia la suspensión de “bonos, prestaciones y privilegios” comienzan a tener efecto sobre las plantas de investigación de los centros de investigación y las instituciones de educación superior no autónomas. Aunque múltiples voces de la comunidad científica han advertido los riesgos de las medidas, el gobierno no ha mostrado suficiente sensibilidad a sus demandas.

No son iguales las políticas de Bolsonario, Macri y López Obrador. Pero coinciden en un punto: el desarrollo de la ciencia y la tecnología no es prioridad.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-asedio-a-la-ciencia/

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Miedo no, pero preocupación sí

Por: Juana M. Sancho

No le tengo miedo al móvil, va a estar ahí y vamos a tener que vivir con él, aprovechando todo lo que nos pueda aportar. Pero como educadora e investigadora me preocupa su impacto, por lo que entiendo que nuestra misión es investigarlo y garantizar que no acabe siendo un caballo de Troya.

Tal como he comentado en columnas anteriores, comencé mi colaboración en El Diario de la Educación, con una la columna El parlamento de las cosas. Cuando decidí titularla así, creo que casi pensaba más en el sentido de mis contribuciones que en el de una sola columna. Es algo que he vuelto a pensar tras visitar el Mobile Wolrd Congress (MWC) 2019, celebrado del Barcelona del 25 al 28 de febrero y, en particular, asistir al encentro “mSchools Changing Education Together and Mobile Learning Awards”.

Llevo muchos años dedicándome al campo de las tecnologías de la educación y desde que participé en el primer programa de informática educativa puesto en práctica en este país (Centro de Estudios de Informática Educativa y Profesional, CRIEP), he defendido la idea de que nuestra misión como educadores e investigadores, no es la de ser meros comerciales (gratuitos) de las compañías tecnológicas, sino educadores con criterio capaces de valorar los pros y contras de cada desarrollo industrial. Para mí la “tecnología”, en este caso digital, no es solo para aplicar sino y, sobre todo, para pensar. Y es evidente que para pensar necesito conocer y en el proceso utilizo distintas aplicaciones tecnológicas. Que, además, he de conocer en profundidad si quiero emitir un post-juicio y no un pre-juicio. Pero, sobre todo, quisiera poder pensar y decidir (aunque parezca una utopía), el tipo de “herramientas”, de desarrollos tecnológicos, que necesitamos para el tipo de educación y sociedad que quisiéramos contribuir a construir.

Desde esta perspectiva, el MWC me ha permitido un año más (ver mi columna del año pasado) plantearme una serie de preguntas sobre si los desarrollos presentados contribuyen al tipo de sociedad que muchos quisiéramos: más acogedora, amable, justa y cuidadosa, para todos los seres humanos y todos los habitantes del planeta. Y los siento, pero, una vez más, me tuve que contestar que no. La gran protagonista ha sido la conexión 5G, que se presenta como capaz de alojar hasta mil veces más dispositivos de los que hay en la actualidad y ser hasta 10 veces más rápida. Una actuación estrella fue el desarrollo de una operación quirúrgica a distancia con una extraordinaria precisión de movimientos. Y yo que siempre miro el “fuera de campo” pensaba: “Me parece genial, estupendo que una persona o varias se puedan beneficiar de semejante aplicación, pero ¿y los millones de personas que no tienen acceso a atención médica primaria y menos a operaciones quirúrgicas? ¿Por qué no desarrollar tecnologías para que todos los seres humanos tengamos acceso a los servicios de salud, educación, agua potable, instalaciones sanitarias…?”. Sí, ya sé, se trata de los pobres, ahí no hay glamour, pero es el tipo de mundo que a mí me gustaría contribuir a construir.

Preguntas parecidas me sugirieron las luchas de los gigantes de telefonía móvil por desarrollar el aparato más flexible, potente, con más aplicaciones… Para asegurarse de que seguimos comprando sin parar, sin preguntarnos si realmente lo necesitamos, de dónde salen las materias primas y a dónde va la basura que generan. Lo mismo pensé de los drones, los coches autónomos, etc. En definitiva, un buen negocio para unos pocos. ¿Un buen negocio para la humanidad?

El segundo bloque de cuestiones me lo planteó el encuentro “mSchools Changing Education Together” y, en particular, un nuevo proyecto del Departament d’Educació catalán de promover el uso de tecnologías móviles en 100 centros de enseñanza. Al final de la presentación, el consejero de Educación expresó que no les tenía miedo a los móviles y lo repitió varias veces con convicción. Entonces pens: “Yo miedo no les tengo, pero como educadora e investigadora me producen preocupación”. Y me la producen por las muchas facetas que nos ocultan. Por cómo sus aplicaciones desarrolladas mediante tecnologías persuasivas modelan nuestro comportamiento. Por las aplicaciones que, sin apercibirnos, pueden grabar todas las acciones que realizamos poniendo esta información en diferentes manos. Pero, sobre todo, por el impacto que pueden tener en el desarrollo cognitivo y emocional. La sobrexposición a la información está influyendo en nuestra capacidad de concentración y dotación de sentido. La “conectividad inteligente”, publicitada por el MWC, además de aumentar la adicción tecnológica, parece llevarnos a no querer estar en el lugar en que nos encontramos. Estamos en la clase, quedamos con amigos, estamos con nuestra familia y estamos conectados con otras personas y lugares. Pero mi mayor inquietud deriva de una reflexión realizada por una jefa de estudios de una escuela primaria pública de un barrio popular. Comentó que estaban llegando niños y niñas de 3 años con grandes dificultades para hablar, relacionarse y responder a los estímulos del entorno. Su hipótesis era que la sobreexposición a su nueva niñera, la pantalla, les impedía desarrollar un buen número de funciones básicas.

Por todo ello, no le tengo miedo al móvil, va a estar ahí y vamos a tener que vivir con él, aprovechando todo lo que nos pueda aportar. Pero como educadora e investigadora me preocupa su impacto, por lo que entiendo que nuestra misión es investigarlo y garantizar que ni en la clase ni en la vida de niños, niñas y jóvenes (también adultos) acabe siendo un caballo de Troya.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/03/07/miedo-no-pero-preocupacion-si/

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