Africa/Kenya/08-07-2022/Author and Source:www.kbc.co.ke
Principal Secretary for Early Learning and Basic Education Dr Julius Jwan has asked teachers to let parents have quality time with their children during this short school holiday.
He said the teachers should not hold the learners in school for holiday tuition saying the learners needed a break the government had provided to allow them to relax.
Dr Jwan made the remarks during the Kenya Private Schools Association (KPSA) Annual Conference in Mombasa on Tuesday.
The PS was reacting to reports that some head teachers had refused to allow children to break for the school holiday the 2022 school calendar provides, and had continued to teach against government directive that they let children to break for the 10 day holidays
He said the government had given the 10-day break to allow learners to relax, adding that they should be subjected to holiday tuition.
“Give parents time to be with their children,” Dr. Jwan asked teachers.
The Ministry of Education has provided a school calendar where it has allocated breaks to allow, among others, for learners to relax and bond with their children as part of their growth and development.
The Basic Education Act outlaws holiday tuition and any person who violates the provision commits an offence and shall be liable on conviction to a fine not exceeding one hundred thousand shillings or to imprisonment not exceeding six months or both.
Source and Image: https://www.kbc.co.ke/give-parents-time-to-be-with-their-children-teachers-asked/
¿En diez meses no ha sido suficiente, con sus cinco horas diarias de materias curriculares durante 174 días? Se pregunta Pilu Hernández Dopico, reconocida experta en Educación, maestra y profesora de profesores en el Pupitre de Pilu.
Ya llegó el verano, un verano deseado más después del curso que hemos pasado con tanta mascarilla, reglas, no poder juntarnos con toda la clase, en fin, los más pequeños se han portado más que bien. Por ello quieren descansar, pero, ¿este año será diferente? O, ¿seguirán teniendo que trabajar en verano con esos interminables deberes?
Deberes para que no pierdan el hábito
Sin embargo, Pilu Hernández Dopico, reconocida experta en educación, maestra y profesora de profesores en El Pupitre de Pilu se pregunta: ¿en diez meses no ha sido suficiente, con sus cinco horas diarias de materias curriculares durante 174 días?, ¿de qué hábito hablamos? Si en todo este tiempo nuestros estudiantes no son capaces de conservar el hábito del trabajo sin tener que cumplir unos horarios o porque han de entregar trabajo es que algo estamos haciendo mal, muy mal…
«¿Qué pasaría si una empresa mandara a todos sus trabajadores trabajo en sus vacaciones? Abriría todos los informativos de todo el mundo y nos echaríamos las manos a la cabeza. Entonces, ¿por qué no vemos así los deberes? Para los niños no dejan de ser un trabajo, su trabajo y están cansados y más este año, y no les falta razón».
Dopico añade: « Es mucho mejor inculcar hábitos, que los niños lean por placer, lo que sea, pero que lean. Que cocinen, no sabéis todo lo que se puede trabajar dentro de una cocina, desde matemáticas, lengua, ciencias, plástica, hasta música si nos ponemos, tan solo hay que estar con ellos, compartir el tiempo y escucharles, cosa que con las prisas de hoy en día no hacemos. Dejemos a los niños ser niños y niñas que ya han vivido muchas cosas que nosotros a su edad ni nos las hubiéramos imaginado. Por ello, dejemos que disfruten el verano sobre todo esté más que nunca, que ya vendrán aquellos en los que tengan que trabajar…».
Por ello, la experta defiende que los deberes en verano no son necesarios. Padres, madres, docentes, educadores, dejemos a los niños ser eso, niños, y no creamos hábitos sin sentido. El menor lo que busca es atención y pasar tiempo con su familia.
ONU Mujeres señala un aumento en los casos de violencia, sobrecarga en las tareas domésticas y precarización laboral.
Las tres horas que Cristina Gallegos está metida en el transporte público para ir y volver de su casa al trabajo es el único tiempo libre que tiene en el día. Vive en Valle de Chalco, un municipio del Estado de México, y trabaja en el Paseo de la Reforma en la capital del país. Durante su jornada laboral, de ocho horas, limpia entre seis y ocho apartamentos en un edificio que renta a viajeros. Al regresar a su vivienda continúa limpiando. Sin pago y sin descanso. No se queja, dice que a las mujeres que son madres les toca cuidar de su familia, pero reconoce, a manera de desahogo, que está cansada. Ahora más. Desde que la pandemia por el coronavirus obligó a suspender las clases presenciales en las escuelas, además de limpiar, lavar, planchar y cocinar, debe hacer de profesora de su hijo de seis años. Llega del trabajo, se quita los zapatos y empieza otra jornada. “Apenas me doy un respiro antes de hacer de comer, ver qué tareas tiene el niño, revisar si lo hizo bien, explicarle y responder el whatsapp a la maestra, que hasta en la noche escribe. Las mamás no tenemos descanso”, repite Gallegos, de 42 años, en un tono de resignación.
El cuidado de personas y de hogares en México recae principalmente en las mujeres. En promedio invierten 39 horas semanales en este trabajo no remunerado. Es el triple de horas en comparación a los hombres, según cifras del Instituto Nacional de Mujeres (Inmujeres). “Estamos observando que las desigualdades de género que preexisten a una crisis sanitaria como esta se profundizan en el momento de una emergencia”, apunta Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres en México. No solo es que ahora tengan más carga en sus casas, también es que al cerrar la puerta la violencia las acecha. Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador niega que las agresiones hayan aumentado en los días de confinamiento, la realidad demuestra lo contrario. La Red Nacional de Refugios señala que las peticiones de asilo para estos hogares que ofrecen protección aumentaron en las primeras semanas de aislamiento en un 30%, y solo en marzo, los ingresos a estos lugares crecieron un 12%. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reporta que, entre enero y marzo, la línea de emergencias recibió 67.000 denuncias relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer, 57.900 por violencia de pareja y 170.000 por violencia familiar. El hogar no siempre es un lugar seguro. Durante estos primeros meses además se registraron 244 feminicidios.
“La manera en que la crisis sanitaria afecta a las niñas y a las mujeres es distinta con respecto a cómo afecta a los hombres. La violencia se está exacerbando, el impacto económico es peor. Están enfrentando mayor vulnerabilidad. En México, casi un 60% de mujeres trabaja en el mercado informal. Eso hace que millones hoy puedan estar en la pobreza y sin acceso a servicios de salud”, dice Sanz Luque. No solo es la sobrecarga de trabajo dentro de las casas y la violencia, también es la precarización laboral.
“Hemos conocido casos de mujeres que valientemente habían tomado la decisión de separarse de sus parejas porque eran víctimas de violencia y habían logrado buscar alojamiento, pero producto de las medidas que se han tomado y de no tener estabilidad ni sustento económico han tenido que regresar. La violencia no se rompe solo con salir de un lugar, también necesita garantías económicas”, reflexiona la vocera de ONU Mujeres en México, desde donde también llaman la atención sobre la urgencia de proteger a quienes están en la atención primaria de la crisis desde el ámbito sanitario. Las mujeres ocupan el 79% del personal de enfermería y ejercer su profesión les ha costado intimidaciones y agresiones. A final de abril, la Secretaría de Gobierno de México registraba 47 acciones violentas hacia el personal médico, el 70% tuvo como blanco a las mujeres.
“Tenemos que reconocer el impacto específico de esta crisis en las mujeres y a la hora de poner en marcha un plan de recuperación deben estar en el centro. La manera en que la pandemia ha sacudido a nuestras sociedades y ha puesto al desnudo lo que se necesita cambiar es justo una oportunidad hacia la igualdad de género, el cambio que más necesitamos”, dice Sanz Luque. Aunque el coronavirus es más letal en los hombres, las mujeres sufren más durante el confinamiento y en México son golpeadas desde varios frentes.
La Red Nacional de Refugios pide atención
La primera semana de mayo, algunos de los 69 espacios de atención y protección que hacen parte de la Red Nacional de Refugios (RNR) estaban hasta al 100% de su capacidad. Los que todavía tenían lugar rozaban el 80%. La alerta de que puedan aumentar en los próximos días las solicitudes para entrar en estos lugares, obligó a la RNR a enviar una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador exigiendo atención y exponiendo las preocupaciones frente a la dificultad para garantizar la protección a las mujeres violentadas.
“No se cuenta con recursos extraordinarios para que los Refugios hagan frente a la contingencia sanitaria, como lo son las Casas de Emergencia, que permitirían mitigar la propagación del coronavirus dentro de los Refugios, así como las Casas de Transición para aquellas mujeres que al finalizar su proceso no cuentan con opciones de vivienda, y ahora menos ante el impacto económico que la covid-19 representa para las mujeres”, señalan en la carta. Aseguran que las medidas de austeridad publicadas el 23 de abril podrían tener implicaciones en los programas orientados a garantizar los derechos humanos de las mujeres, sobre todo los destinados a la atención y prevención de las violencias.
Desde la ONU se unen al llamado de la RNR y piden reforzar el financiamiento de refugios de acogida para mujeres que enfrentan alto riesgo de violencia. Además de que se facilite el acceso a la justicia a través de mecanismos virtuales y alternativos.
Fuente e imagen: https://elpais.com/internacional/2020-05-11/la-pandemia-golpea-a-las-mujeres-mexicanas-desde-varios-frentes.html
América/Estados Unidos/08/04/2020/Autor y fuente: morecaucusnyc.org
El Movimiento de Educadores de Rango y Archivo pide una ralentización en las vacaciones de primavera.
La semana pasada, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenó a todos los distritos que cancelaran sus vacaciones de primavera programadas regularmente y que continuaran sin pausa con la instrucción obligatoria. En la ciudad de Nueva York, siete días no laborables que abarcan del 9 al 17 de abril han sido eliminados, incluyendo días de importantes festividades religiosas para muchos neoyorquinos. A cambio de eso hasta el momento sólo se han acordado cuatro días adicionales de CAR. Se espera que los miembros de la UFT brindemos instrucción regular durante lo que eran nuestras vacaciones de primavera. Esta es una decisión imprudente del gobernador Cuomo que daña a estudiantes, familias, educadores y otros trabajadores escolares. Y es una decisión que exige una fuerte respuesta de los miembros y el liderazgo de la UFT.
Los educadores (muchos de los cuales son padres), junto con nuestros estudiantes y sus familias, estamos experimentando importantes interrupciones en nuestras vidas, en una escala que incluye desde la muerte de familiares, hasta la falta de tecnología o acceso a Internet, a hacer malabares con la enseñanza y el cuidado de los niños simultáneamente, a las dificultades en adaptarse al aprendizaje remoto (especialmente para los estudiantes que están aprendiendo inglés y los estudiantes con discapacidades). A todo esto, se suma la masiva pérdida de empleos e ingresos entre todas las familias de Nueva York. En medio de estos enormes desafíos, los educadores, los padres y los estudiantes merecen un descanso. Continuar apilando más instrucción obligatoria sólo añade estrés a lo que ya es una situación enormemente estresante, a menudo traumática.
En cambio, este debería ser un momento en el que los educadores están priorizando la salud y el bienestar socioemocional de los estudiantes y las familias, en contraposición a la instrucción tradicional. Esto podría tomar la forma de contactar individualmente a los estudiantes y sus familias para garantizar que estén seguros y saludables, discutir sobre la adaptación de los estudiantes al aprendizaje remoto y el progreso académico general, y coordinar con el personal relacionado con la escuela que pueda proporcionar asistencia adicional.
Tanto el gobierno de la ciudad como los líderes de la UFT han argumentado que, si la enseñanza no continúa, es más probable que los estudiantes violen las pautas de distanciamiento social. Rechazamos esta premisa. Existen formas de mantener a las familias seguras sin aplastarlas bajo el peso del rigor académico. El Departamento de Salud de la Ciudad y el Departamento de Parques deben, durante este tiempo, ser más activos en la aplicación de las pautas de distanciamiento social en parques y espacios públicos para mantener a los estudiantes seguros. Estos departamentos pueden solicitar maestros como voluntarios si están tan dispuestos, como se hizo para los Regional Enrichment Centers. Hay un sesgo implícito inherente a la idea de que algunas familias no entienden el papel que deben desempeñar para aplanar la curva permaneciendo dentro.
Sin embargo, en lugar de organizar a los miembros para luchar contra este drástico exceso por parte del gobernador Cuomo, nuestra dirección sindical lo ha aplaudido, expresando un desacuerdo educado o dirigiendo la culpa al alcalde que, de hecho, sólo está siguiendo las órdenes de Cuomo. Todos merecemos un descanso y nos lo están quitando. Nosotros, como miembros del sindicato, tendremos que defendernos.
Por lo tanto, hacemos un llamamiento a todos los miembros de la UFT para que formen parte de una reducción del ritmo de trabajodesde el jueves 9 de abril hasta el viernes 17 de abril, el periodo de nuestro descanso originalmente programado, en beneficio de estudiantes, familias y educadores de toda la ciudad.
¿Qué significa reducir el ritmo de trabajo?
En resumen, significa eliminar o reducir drásticamente la cantidad de instrucción obligatoria para los estudiantes. Por supuesto, los miembros de la UFT se encuentran en contextos diferentes en función de su filial y administración. No todas las filiales o miembros individuales se sentirán cómodos haciendo esto. Así que aquí hay algunas opciones que los miembros de la UFT pueden seguir con sus colegas.
En primer lugar, alentamos a todas las filiales de la UFT a reunirse a principios de la semana del 6 de abril y discutir cómo podría ser un plan sostenible para la enseñanza y el aprendizaje durante el tiempo que debería haber sido nuestro descanso. Este debate también debería incluir la cuestión de cancelar todas las reuniones obligatorias del personal durante lo que era nuestro descanso programado regularmente.
En segundo lugar, si esto es posible para su escuela, no envíe ningún trabajo obligatorio para los estudiantes. Puede tomar este tiempo como una oportunidad para que los estudiantes se pongan al día con el trabajo en el que se han retrasado. Algunos estudiantes y familias sin duda querrán actividades de enriquecimiento adicionales para sus hijos, y los maestros pueden proporcionar las mismas como opcionales para aquellos que los desean.
Si no es posible una eliminación total del trabajo obligatorio en su escuela, implemente una reducción importante en el trabajo asignado. Piense en asignar el 20% o el 10% o el 5% de lo que normalmente pide a los alumnos que hagan.
Por último, pedimos a los dirigentes de la UFT que negocien un paquete de compensación para todos los empleados afectados equivalente a siete días hábiles. Sin duda, muchos miembros de la UFT se verán obligados por los administradores a trabajar un horario normal durante este tiempo (y como muchos educadores han observado durante el aprendizaje remoto, ahora estamos trabajando mucho más de lo normal).
Como esta transición al aprendizaje remoto ha dejado muy claro, los educadores hemos estado dispuestos a superar limites por nuestros estudiantes. Pero exigir una instrucción continua es contraproducente para todos los involucrados. Necesitamos un descanso.
Para Joaquín Ortega, la crianza consciente forma parte de la ‘edad invisible’, el primer periodo vital de los niños hasta los tres años de edad y que revela elementos cruciales para el crecimiento de los niños. Pero, ¿por qué tiene que ser esta edad ‘invisible’? Nos lo cuenta en esta entrevista.
La llegada de un nuevo miembro a la familia siempre conlleva grandes cambios para los adultos. Y así lo analiza el educador y escritor Joaquín Ortega en su libro ‘La edad invisible. Crianza consciente en la primera infancia’ poniendo especial atención a la etapa comprendida entre los cero y los tres años de edad.
Pregunta: Afirma que la ‘edad invisible’ es esa etapa que abarca los tres primeros años de vida. ¿Invisible para los niños o para las familias? ¿Por qué razón ocurre?
Respuesta: La llamo la ‘edad invisible’ porque comprende tres años de adaptación vertiginosa y esa intensidad es la responsable de que, en ocasiones, esta etapa pase desapercibida. Las familias actuales viven una realidad que se desenvuelve a una velocidad frenética y se ven sometidas a muchas presiones. Estas presiones tienen una vertiente tanto externa, por exigencias profesionales y sociales, como interna, por las propias expectativas que tienen las familias, tanto de ellos mismos como padres como del bebé en su figura de niño ideal en que esperan que se transforme. Esto acelera el ritmo en el que se desarrolla la crianza, y evita la calma y serenidad que preceden al verdadero disfrute que puede obtenerse en esta etapa.
P: Dicho concepto lo relaciona con la crianza consciente, ¿en qué consiste?
R: Es a la vez un viaje y un ejercicio de introspección, es tomar la decisión de detenernos a considerar el cambio que supone incorporar un nuevo miembro a nuestra familia. En un ritmo vertiginoso y pese al sacrificio y la entrega de las familias, se pierden de vista en ocasiones las necesidades de los más pequeños porque les incorporamos a nuestro propio ritmo de vida, a nuestra prisa.
P: ¿Cuáles son los pasos que seguir para que ese periodo no pase por alto?
R: Hay tres términos imprescindibles (observación, acompañamiento y juego libre) que definen la crianza consciente, y que a su vez suponen cambios en nuestra propia actitud, que nos permiten atender las necesidades reales de nuestros hijos e hijas y disfrutar de su experiencia de incorporación al mundo.
· Observación. Estos años pasan desapercibidos porque nos olvidamos de observar a los bebés mientras juegan, mientras se relacionan con el mundo. Prestar atención a sus frustraciones sin facilitarles el éxito ni evitar el fracaso, comprobar su reacción frente a los estímulos, entender sus ritmos… Observar para conocer quién es el niño o niña que tenemos a nuestro lado, sin proyectar en él o ella los deseos que tenemos todos para nuestro hijo o hija ideal.
· Acompañamiento. Es estar a su lado sin intervenir. No significa atender todos sus deseos tan pronto los expresan, sino descubrir sus necesidades y satisfacerlas para que se sientan queridos y seguros, dentro de unos ritmos y límites sanos y acordes con la familia a la que pertenecen.
· Juego libre. El juego es la clave, la herramienta fundamental para entender y acompañar a los niños y niñas entre 0 y 7 años. Un juego libre, a través del cual empezarán a relacionarse con el mundo y con las personas que les rodean, pero no por ello caótico, sino acorde a sus aptitudes y habilidades, a sus ritmos.
La crianza consciente es una crianza a favor de la familia, para que la familia crezca en consonancia con quiénes son sus miembros, y dejándose acompañar por los mejores profesionales a su alcance: buenos médicos y pedagogos o educadores. No hace falta nada ni nadie más.
«La ‘edad invisible’ comprende tres años de adaptación vertiginosa y esa intensidad es la responsable de que, en ocasiones, esta etapa pase desapercibida»
P: Habla de ‘ajuste’ cuando las familias y los educadores tienen que entender y adaptarse a las necesidades de los niños en la primera infancia. ¿Cuál sería el ‘ajuste educativo’ correcto para estas edades?
R: Las necesidades básicas de un niño son: alimentarse de forma saludable, descansar el tiempo necesario, estar y sentirse limpio, disfrutar de un entorno seguro (en lo físico y en lo emocional) y jugar. De este modo, la calidad en los alimentos es directamente proporcional a la calidad del combustible que necesitan nuestros hijos. Pero no sólo es importante lo que comen – apostando siempre por la calidad y la variedad – sino cómo lo comen, por eso, es importante transmitir valores relacionados con los tiempos dedicados a la comida.
El descanso es un punto de fricción en las familias, dado que es muy difícil poner en común los horarios de los adultos con los de los más pequeños, y ahí es donde entra el trabajo de gestión de tiempos, la previsión por parte de los adultos. Pero en esta tarea no están solos: es función de los educadores acompañar a las familias en este proceso y ayudarles en la coordinación y adaptación de todos los miembros de la familia a un nuevo ritmo común.
Para jugar en libertad es necesario mancharse, es un efecto habitual y necesario, pero los bebés son pequeñitos, no saben limpiarse por ellos mismos, por lo que como adultos hay que ayudarles a cubrir esta necesidad del niño, la de la higiene.
En el equilibrio niño-adulto está el cuidado: el niño tiene que pasar de momentos en que está sucio a que luego el adulto le asista a limpiarse, generando entonces el entendimiento de la existencia de un proceso en el que el niño puede ensuciarse porque luego el adulto le ayudará en el aseo.
Y jugar, jugar y jugar. El juego es así de importante porque es el trabajo de los niños y niñas. Los niños que juegan crecen en autoestima, calma, habilidad, felicidad, en la fortaleza de su propio físico. Para ellos todo lo que hay es el juego, con la ventaja añadida de que cada minuto que están jugando están creciendo, se están desarrollando.
P: ¿Es necesario que los niños hasta los tres años tengan una rutina? ¿Cuál es su función?
R: Los ritmos, adecuados al momento en que esté el niño o niña le dan seguridad, pero en esta búsqueda del ritmo no debemos olvidar la observación a la necesidad del momento y atenderla. ¿Cómo saber en qué momento está nuestro hijo o hija y qué ritmo necesita? Mediante nuestra atención, observación, escucha y estableciendo unos límites coherentes, firmes y, por supuesto, en los que nosotros creamos.
P: ¿Cuáles son los aspectos emocionales que hay que cuidar en esta, ‘edad invisible’?
R: Estos primeros años sientan las bases de la relación con nuestros hijos e hijas. Dentro de sus necesidades básicas está la seguridad y el amor; con nuestra entrega podemos atender su salud emocional y cultivar una relación sólida mediante:
La prioridad por el cuidado. En estos primeros años de vida es fundamental el sueño, la alimentación, la higiene; lo son ahora y lo serán el resto de la vida. Darles la importancia que tienen, y sobre todo hacerlo con amor, ayudará a crear unos hábitos y entornos saludables.
La comunicación. En un principio será fundamentalmente no verbal por su parte, por la nuestra hay que intentar comunicarnos con ellos de forma sincera, tanto en lo que decimos como en la coherencia entre lo que decimos verbalmente y lo que comunicamos con nuestros gestos. Además, hay que intentar comunicarnos siempre desde el respeto.
Comprensión. Intentar ponernos en su lugar, comprender dónde y cómo está el niño o niña. Podemos no compartir o no estar de acuerdo, pero hay que intentar tener presente que, para él o ella, en su situación, en el momento que está viviendo, es algo importante.
Confianza. En el niño, en su capacidad, en lo que nos transmite; estar ahí para lo que necesite demostrando que puede confiar en nosotros. Confianza también en nosotros mismos, en lo que hacemos y queremos para nuestro hijo o hija.
P: ¿Podría darnos tres consejos o prácticas educativas para las familias con hijos de 0 a 3 años?
R: Ritmos. Cada familia tiene un ritmo, que es el correcto siempre y cuando esté en línea con la esencia de cada uno de sus miembros, con quiénes son y no con las exigencias ni las expectativas que reciben. Saber adaptarse a los ritmos de un nuevo miembro en la familia sin perder estos ritmos propios.
Coherencia. Hay que reflexionar sobre qué tipo de familia somos, cuáles son nuestras prioridades y en qué podemos ayudar a nuestros hijos e hijas de acuerdo con este tipo de familia. El siguiente paso es dejarnos acompañar, y preguntar siempre cualquier duda que tengamos, cualquier inquietud a la que nos enfrentemos, cualquier debilidad con la que tengamos que trabajar.
Belleza. Una práctica indispensable es la diversión. Siento que es esencial divertirse mucho en familia. Si los adultos conseguimos pasarlo bien mientras acompañamos a nuestros hijos en actividades como las comidas, el juego, el aseo…, entonces los niños se divertirán con nosotros. El amor en familia se alcanza en los momentos más insospechados, disfrutemos de la belleza de compartir los actos y momentos sencillos.
Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/joaquin-ortega-crianza-consciente-es-crianza-a-favor-familia/
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