Cursos propedéuticos y diagnósticos sí, remediales, ¿por qué?

 Abelardo Carro Nava

Generalmente, cada inicio de ciclo escolar, semestre o cuatrimestre, los maestros y maestras aplican un diagnóstico en el grupo que, conforme a la organización establecida en la institución educativa en la que se encuentran adscritos, atenderán en lo sucesivo; esta instrumento/herramienta les permite, dependiendo del nivel educativo, conocer varios aspectos del desarrollo humano de sus alumnos, pero también, comprobar lo que el niño/adolescente o joven, conoce con relación a los aprendizajes adquiridos en grados escolares inferiores de aquel que va a cursar; esto, con excepción del preescolar, donde la observación resulta fundamental para conocer la socialización de los niños una vez que han dejado el hogar y se incorporan al sistema escolarizado de enseñanza. En este sentido, no es de extrañarse que la educadora o educador, durante las dos primeras semanas del curso, tenga a la mano libreta, lápiz y goma, para registrar las conductas del infante, para anotar las expresiones que realiza, para identificar sus intereses y necesidades; en fin, para todo aquello que resulte indispensable registrar con el propósito de comenzar la planificación de las actividades y el abordaje de los contenidos.

En primaria, ese diagnóstico que, como bien sabemos es muy diverso y enriquecedor, se complementa o extiende con la aplicación de una serie de cuestionarios, pruebas y exámenes; ¿su propósito? Es que el docente tenga un conocimiento sobre los avances que se lograron con relación a los aprendizajes que, de acuerdo a un plan de estudios, grado escolar y etapa de desarrollo, el estudiante debería poseer. Luego entonces, la ecuación se repite en secundaria, bachillerato y, desde luego, en la universidad. De esta forma, quienes hemos tenido la maravillosa oportunidad de pisar un salón de clases, sabemos de la importancia que reviste tal acción. De ello depende, en buena medida, las adecuaciones curriculares que podrán realizarse antes de comenzar con el abordaje de un plan de estudios.

Ese diagnóstico, entonces, ¿es para conocer a los alumnos? Tal y como lo he planteado así parece, sin embargo, habría que decir que tal ejercicio trae consigo un aspecto que, muy pocas veces, se toma en cuenta, me refiero al análisis de las capacidades que el propio docente realiza y que tienen que ver, directamente, con sus conocimientos habilidades, actitudes y valores. Es decir, pareciera ser que, en la aplicación de un diagnóstico, solamente un actor es evaluado, y no es cierto porque, como ya he dicho, en el momento en que el profesor o profesora diseña ese diagnóstico, lo aplica, evalúa e interpreta, también éste se diagnóstica y, desde luego, le lleva a reflexionar sobre lo que habrá de realizar para que sus objetivos educativos, se cumplan satisfactoriamente cuando concluya el ciclo escolar.

Pensemos en una profesora de una escuela primaria que atiende primer grado; también pensemos, que dicha profesora ha adquirido una experiencia y conocimiento importante porque, durante su trayectoria profesional, ha trabajado, mayormente, con niños de este grado y edad. Luego entonces, la aplicación de un diagnóstico, y sus resultados, serán diferentes en cada uno de los años en los que pudo haber atendido ese grado escolar. ¿Por qué sucede esto? La respuesta es obvia, todos los niños son diferentes, así como también, los conocimientos que éstos pudieron haber adquirido en los grados escolares inferiores. Tal hecho, ¿propiciaría que la profesora tuviera que pensarse y reflexionarse para “adecuarse” a las “condiciones” que sus alumnos le exigen? Pienso que sí porque esa demanda, ese conocimiento, ese saber, que pudo haber obtenido del diagnóstico, la llevará a realizar una práctica, sino diferente, sí acorde a los que sus alumnos le exigen.

Ahora bien, generalmente en educación superior, se pone en marcha un curso propedéutico con la finalidad de acercar a los estudiantes al aprendizaje que, en los cuatrimestres o semestres sucesivos, abran de adquirir; esto, dependiendo de la carrera profesional seleccionada y, desde luego, del campo científico en la que ésta se encuentra inmersa. Luego entonces, la adquisición de esos saberes que lo acercarán al campo de estudio, se vuelve un aspecto fundamental para que, el alumno, conozca todo aquello que está relacionado con la disciplina que será parte de su quehacer profesional.

En el nivel básico de nuestro sistema educativo, no todas las instituciones educativas realizan dicha acción; esto, probablemente, porque sus dinámicas de trabajo son diferentes y porque, desde mi perspectiva, atienden las indicaciones que la Secretaría de Educación Pública (SEP) emite cotidianamente y que, las autoridades educativas de buena parte de los estados, aplican a rajatabla al inicio del ciclo escolar. Con esto no quiero decir que se desconozca, por el contrario, muchas veces la intención de desarrollar un curso propedéutico se ve rebasada por una exigencia desmesurada de la autoridad escolar o estatal, y porque la burocratización de la enseñanza los ha llevado a cumplir con un sinfín de acciones que, para acabar pronto, nadie lee pero que todo mundo exige. En fin. Como decía, este curso, desde mi perspectiva, brinda ese acercamiento al contexto escolar y a la información que lo llevará a lograr un aprendizaje durante el ciclo escolar.

¿Puede, en estos momentos de contingencia, diseñarse un plan para que, en lugar de cursos remediales se desarrollen cursos propedéuticos donde el diagnóstico sea la punta de lanza para lograr el abordaje de aquellos contenidos cuya relevancia no debe dejarse de lado? Desde luego. Tal plan debería considerar, al menos, cuatro acciones:

1. La aplicación de un diagnóstico, con dos vertientes: a) test para valorar el estado emocional, físico e intelectual de los alumnos; b) cuestionarios, pruebas o exámenes sobre los grados escolares inferiores, mismos que consideren lo que tuvo que aprender el alumno. Claro, aquello que puede denominarse como “básico” para después, fortalecerlo con los demás contenidos.

2. Temas que pueden ser abordados y/o fortalecidos de las distintas asignaturas; esto, dependiendo del nivel educativo y que, del resultado de ese diagnóstico, puedan ser trabajados con los alumnos. Resultaría muy útil trabajar a través del aprendizaje basado en proyectos para que, precisamente, los estudiantes, con los temas que no lograron abordarse (y que pueden articularse), elaboren un proyecto sobre el Covid, sus causas y consecuencias, por ejemplo.

3. Incluir lo relacionado con temas de vital importancia y que se encuentran en áreas que, muchas veces, no tienen la relevancia que deberían tener; me refiero a algunos contenidos de educación física y socioemocional. Acción que, dese luego, traería grandes beneficios porque, como se ha conocido, en nuestro país, hace falta que se profundice en las escuelas, sobre varios temas ligados con la higiene, salud, alimentación, violencia, inseguridad, entre otros.

4. Finalmente, incluir, en dicho curso, algunos aspectos sobre la escuela (si es que los alumnos se incorporan o transitan a otro nivel, por ejemplo: de preescolar a primaria, de primaria a secundaria, y así sucesivamente), sus antecedentes, la visión y misión que tienen, el personal docente que integra el centro educativo, la organización escolar que en éste se encuentra, los reglamentos (incluye o debería incluir, el protocolo para el regreso a la escuela), entre otros.

Visto de esta forma, resulta favorable que los colectivos docentes pudieran diseñar sus propios cursos propedéuticos; los puntos dados a conocer en estas líneas son, precisamente, una serie de sugerencias que pueden ser adaptables a cualquier contexto y a cualquier escuela. El tiempo para su desarrollo, desde luego, dependerá de los colectivos docentes y de los resultados que el diagnóstico puede arrojarles.

Si pensamos en un curso remedial, tal y como la ha anunciado el Secretario de Educación de nuestro país, significaría que el trabajo educativo que se ha hecho durante esta contingencia sanitaria por el Covid-19 que estamos viviendo en México, estuvo mal hecho, y no es cierto. Como bien sabemos, hay una brecha de desigualdad importante que, la pandemia, hizo más que evidente, lo cual no significa que no hayan aprendido algo los niños, adolescentes y jóvenes. ¿Qué aprendieron?, ¿cómo lo aprendieron?, ¿para qué lo aprendieron? y ¿de qué manera esos aprendizajes pueden relacionarse con la escuela y los contenidos que se abordan en ésta? Son preguntas fundamentales que no parten de la premisa que afirma que es necesario “nivelar a los estudiantes”, sino más bien, de reconocer que los estudiantes aprendieron; por tal motivo, el reto que observo es: ¿cómo acercar ese aprendizaje informal y no formal, con el formal que puede generarse en la escuela?

Fuente: https://profelandia.com/cursos-propedeuticos-y-diagnosticos-si-remediales-por-que/

Imagen: silviarita en Pixabay

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Entrevista a Nuria Pons: «Vago o poco inteligente son las etiquetas típicas de los niños con dislexia»

Por: Carlota Fominaya

Cuando Nuria Pons era pequeña se preguntaba una y otra vez «por qué no podía leer y escribir como los demás niños». Hasta que llegó la respuesta: «Eres disléxica». El diagnóstico de este trastorno de aprendizaje, que afecta a una gran parte de la población, cambió sustancialmente las cosas, porque el problema, comenta Pons, es que muchas personas no saben que lo son. «Y es ahí donde reside el problema, ya que puede afectar al desarrollo tanto social como profesional de la persona».

Su tesón y su amor propio le han hecho escribir dos obras, «Irun, mi mundo al revés» y “Roma aprende a leer y a escribir”, donde relata desde la mirada de una niña pequeña la experiencia vivida tras descubrir qué le sucedía, por qué no podía escribir ni leer correctamente. «Estos dos títulos nacen con el objetivo de dar visibilidad, comprensión y empatía a la dislexia para que se nos pueda entender. Y los niños reciban la ayuda necesaria y muchos adultos disléxicos sientan el alivio de verse reflejados, y que alguien alza la voz para explicar lo que es realmente la dislexia y lo que supone», indica Pons durante la entrevista.

«Ojalá el libro, y entrevistas como esta, sirvan para desmitificar muchas cosas y conocer la realidad. Y ayuden a los demás a ponerse en la piel de aquella persona que quiere estudiar y es disléxica. En parte, también es por culpa del propio disléxico, porque no hablamos de nuestra realidad. Y por esto yo decidí hacerlo, hablar con naturalidad y desde la sencillez para que todo el mundo pudiera entenderlo», concluye.

El título del libro, de su correo electrónico, no parecen fáciles para un disléxico. Parece que el amor propio le han ayudado mucho a superar esta dificultad.

No me gusta pensar en las dificultades. Sino en lo que a mí me gusta hacer o me gustaría hacer. Yo quería que «Irun mi mundo al revés» no fuera un simple título de libro sino un proyecto de vida. Por eso todo lo que hiciera debía identificarse entorno a Irun mi mundo al revés. No es simple, yo soy la primera que me equivoco cuando lo escribo, y no recuerdo si al revés va junto o separado, aunque pueda parecer curioso. ¿Cómo puede ser que haya escrito un libro, y no sepa cómo escribir correctamente el título? La dislexia es así de «caprichosa». Si hubiera elegido otro título por este hecho me estaría poniendo limitaciones. Todo lo contrario de lo que explico en mi libro. El título lo escogí con el corazón, porque significaba algo de verdad para mí, y del mismo modo escribí el libro: desde el corazón.

¿Cómo te sentías antes de saber qué te pasaba? ¿Por eso la necesidad de escribir estos dos libros? Realmente creo que este formato de cuento puede ayudar a muchos niños a entender lo que les pasa y pedir ayuda…

Mal, mal conmigo misma. Yo siempre he sido consciente de que tenía una dificultad con la lectura y la escritura, pero hasta que no fui mayor no supe realmente qué era la dislexia realmente. Por ello no me sentía identificada con la definición que se me daba.

La dislexia es mucho más que invertir letras o girar letras, la b por la d o la g, por ejemplo. O confundir la izquierda con la derecha. Eso es precisamente lo que intento explicar en «Irun, mi mundo al revés». Nunca me había planteado escribir un libro. No se me había pasado ni por la cabeza.

Pero un día escuché la voz de mi alma y precisamente gracias a un libro que estaba leyendo, puede sonar cursi pero realmente fue así, yo seguí adelante con mis objetivos, pero tenía dos preguntas en mi cabeza ¿por qué no se habla de la dislexia en la edad adulta? Y ¿qué pasaba con los niños que no habían tenido mi suerte? ¿Cómo se sentirían?

Yo había podido avanzar por algo, por qué no compartirlo. Irun mi mundo al revés no es un libro sobre dislexia, es una historia de amor, fe y esperanza. De lucha, de superación, de crecimiento personal, de autoestima…

¿Cuándo suele llegar el diagnóstico? ¿En primero de Primaria?

Lo ideal sería así, en primero de Primaria, un diagnostico precoz es muy importante, para que el niño y su familia reciban las pautas y el apoyo necesario. Pero la realidad no es así, hoy en día hay chicos que no son diagnosticados hasta los 14 años. O pasan por toda su etapa escolar sin saber el porqué de sus dificultades. Por eso, también quise escribir «Roma aprende a leer y a escribir». Una primera toma de contacto con la dislexia. Un material más simple, didáctico y divulgativo.

¿Qué especialista debe hacer este diagnóstico?

Hace unos meses tuve el placer de que me invitaran a dar una conferencia sobre dislexia en el Colegio de Médicos de las Islas Baleares en la sede de Menorca, y precisamente inicié mi exposición lanzando una pregunta a los médicos: ¿a quién tengo que acudir para tener un diagnóstico? Y concluí con la misma pregunta a modo de reflexión.

Lo normal es que cuando el profesor o los padres notan alguna dificultad en sus alumnos o hijos lo pongan en conocimiento de los profesionales especializados del centro educativo, psicólogo o logopedas. Y después estos inicien el proceso para disponer de un diagnóstico oficial con las pruebas correspondientes.

Creo que, si avanzamos en la investigación, y el diagnóstico deja de tener una parte subjetiva, y podemos realizar pruebas médicas, el médico también tendrá un gran papel inicial en relación al diagnóstico clínico de la dislexia. Puesto que, no debemos olvidar que la dislexia es algo genético, y en muchos casos hereditario. Es de origen neurobiológico por lo que los médicos no pueden estar al margen en mi opinión. Trabajar con un equipo multidisciplinar sería lo óptimo: psicólogos, logopedas, médicos, profesores, optometristas…

La Terapia visual, ¿es beneficiosa siempre en estos casos?

En el libro hablo de mi paso por la terapia visual porque en mi caso, además de la dislexia, tenía problemas de visión, que no es lo mismo que de vista. Pero no tienen por qué darse las dos cosas a la vez.

Sí creo que algunos de los ejercicios de terapia visual podrían ayudar a los disléxicos a mejorar en la lectura por ejemplo. Es un entrenamiento del cerebro en relación al movimiento ocular, la coordinación visual, el campo visual, la visión periférica…

¿Cuánto antes se diagnostique mejor? 

Sí, por supuesto, porque el niño podrá empezar a recibir la ayuda que necesita con el soporte de un psicólogo o logopeda. Además, el profesor le podrá aplicar las adaptaciones que precise en el aula y a la hora de realizar los exámenes. Y lo más importante: la autoestima del niño se verá reforzada.

¿Es cierto que se está provocando o agravando el trastorno por lo pronto que introducen los requisitos de la prelectura, con 3 años en infantil?  

A esta pregunta te tendría que responder un profesional especializado en esta materia. No creo que tenga nada que ver con la dislexia. La dislexia es de origen neurobiológico y es genético, no es algo inducido.

Y si es bueno o no empezar con la lectura a los 3 años sería otro tema, pero desde mi punto de vista no. Hay muchas habilidades que el niño todavía no ha adquirido y son necesaria para la lectura.

¿Se puede confundir con un niño vago, poco inteligente, con un retraso o que no se le da bien estudiar?

Sí, lamentablemente, son las típicas etiquetas que se nos ponen a los disléxicos ante el desconocimiento de los adultos sobre la dislexia, y lo que comporta para un niño ser disléxico no diagnosticado.

La dislexia, ¿aparece muchas veces acompañada de otro trastorno?

No siempre, pero puede darse que la dislexia vaya acompaña de otros trastornos del aprendizaje. Por ello la importancia de contar con profesionales especializados en diagnosticar esos trastornos y realizar la posterior intervención.

Podrían darse múltiples combinaciones, como por ejemplo, altas capacidades intelectuales, trastorno del lenguaje (TEL), Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), Trastorno dentro del Espectro del Autismo (TEA), Discalculia, …

Lo mejor que puede tener un niño con estas características es el amor de sus padres, confianza en el niño… pero, ¿y el profesor? ¿Son comprendidos por el maestro?  

Lamentablemente no siempre son comprendidos por sus profesores, la verdad. Y por sus propios padres en algunos casos tampoco. A raíz de escribir Irun mi mundo al revés y realizar presentaciones del libro y conferencia he podido conocer de primera mano casos reales, situaciones que están viviendo hoy en día, que viven los niños en las aulas. Y por desgracia hay mucho trabajo por hacer, y por esto cobra sentido este proyecto de vida que un día decidí emprender. Para dar voz a estos niños y padres que no son comprendidos.

Hay profesores, logopedas y psicólogos que están haciendo un excelente trabajo, pero también hay otros que todavía ponen en duda la dislexia, como si se tratara de una moda o de un capricho realizar ciertos errores a veces sí y otras no, lo que deja patente que no tienen ni idea de lo que es la dislexia ni lo que supone para un niño o un adulto.

Dices que la hiperestimulación fue en tu caso el mejor método terapéutico para desarrollar habilidades que no tenías. ¿Hiperestimulación en qué sentidos? ¿En deportes, en extraescolares, etc? 

Con hiperestimulación me refiero a una educación y aprendizaje que estimule múltiples capacidades. Parece que para aprender a leer y a escribir, solo debemos precisamente centrarnos en leer y escribir, cuando para llevar a cabo esta acción interviene la memoria, la motricidad gruesa y fina, el ritmo, la visión, el ritmo… y todo esto podemos aprenderlo, practicarlo o mejorarlo con otras actividades, que además nos aporten otros conocimientos o nos satisfaga más realizarlas, como por ejemplo la música, el baile, la costura, las manualidades, el deporte…

La dislexia no se cura pero los errores que comenten estos niños en relación a la escritura y lectura se pueden corregir y/o mejorar?

No, la dislexia no se cura porque no es una enfermedad. Y sí, lo errores se pueden corregir y mejorar. Pero hasta ahora nos hemos referido a los niños, pero los adultos disléxicos también seguimos cometiendo errores. Es bueno, y necesario también, hablar con naturalidad para normalizarlo y darle visibilidad. Sino, como no se habla de ello y tampoco se ve a simple vista parece que la dislexia solo es cosa de niños, y que se termina el problema con la etapa escolar, y eso no es cierto.

Yo mismas, a pesar de tener estudios universitarios, un trabajo que me exige escribir y leer todo el día, y haber escrito dos libros (jejeje) sigo teniendo dificultades. Pero he establecido mis mecanismos de compensación. Aun así, hay errores que puede que revise varias veces y no sea capaz de detectarlos, entre otras dificultades que tengo.

¿Qué libros recomiendas para estos niños, para lograr acercarles a la lectura sin que sea traumático?

El tipo de letra, el tamaño, el interlineado, el color de la letra, el fondo, el tipo de ilustraciones… todo influye, y puede suponer una lectura más ágil y amena o más difícil y farragosa, por lo que se debe tener en cuenta sus características antes de escoger un libro. No solo el contenido.

Aunque, me gustaría hacer hincapié en una cosa para concluir, ya que ha utilizado la palabra traumático. La lectura en sí no es traumática para un disléxico. Lo traumático es la incomprensión. A la mayor dificultad a la que se enfrenta un disléxico es la incomprensión.

Y en este caso, mientras escuchaba su pregunta, a mi lo que me venía a la mente no es qué libro debo escoger (que es muy buena pregunta y he entendido a la perfección por qué la realizaba) sino qué persona deberíamos tener a nuestro lado para aprender a leer y amar la lectura siendo disléxicos.

Fuente e imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-vago-o-poco-inteligente-etiquetas-tipicas-ninos-dislexia-202002060155_noticia.html

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SEP evaluará alcances de la reforma educativa entre padres y alumnos.

Con un estudio que realizará  la empresa De la Riva Investigación y por el que pagará 3 mdp, la SEP tendrá un diagnóstico sobre el conocimiento, compresión y expectativas que tienen padres, alumnos y la sociedad sobre la reforma educativa.

Por: Mariana León.


De acuerdo con el contrato firmado con la empresa De la Riva Investigación, la semana pasada, la dependencia federal busca realizar una “investigación a profundidad para elaborar un diagnóstico sobre el conocimiento, la compresión y las expectativas que tienen de la reforma educativa los padres, alumnos y la sociedad en general”.

El estudio incluirá un análisis a profundidad de tendencias en escuelas de distintos contextos sociales, económicos y geográficos con el objetivo de conocer extensivamente a cada grupo poblacional, «sus pensamientos, críticas, inquietudes y su entendimiento de la realidad educativa».

Se lee en el contrato que «para tal efecto se deberán llevar a cabo inmersiones etnográficas y entrevistas a profundidad en al menos 11 comunidades educativas, de escuelas tanto públicas como privadas, con encuentros grupales mínimo dos por escuela y por plaza dando un total de 44 sesiones distribuidas en las entidades federativas más representativas de la República Mexicana, dichas entidades son: Aguascalientes, Chihuahua, Tuxtla Gutiérrez, CDMX, Chilpancingo, Guadalajara, Morelia, Monterrey, Oaxaca, Hermosillo y Mérida”.

La SEP pagará por este estudio poco más de tres millones de pesos, y se deberá desarrollar también con sesiones de estudiantes primaria, secundaria, media superior y padres de familia, donde se evaluarán sus opiniones.

Fuente:  http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/sep-evaluara-alcances-de-la-reforma-educativa-entre-padres-y-alumnos.html
Imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main//files/crop/uploads/2015/10/11/561b381b00d13.r_1510255671529.0-151-1050-843.jpg
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Ecuador: Un total de 4 625 docentes se vincularán a la campaña ‘Todos ABC’ .

América del Sur/Ecuador/03.10.2017/Autor y Fuente:http://www.elcomercio.com/

La noche del lunes 25 de septiembre de 2017, Ermita Fue la arrancó su clase con los exámenes de diagnóstico. Sus alumnos -de 16 años en adelante- le hicieron preguntas. Ella respondió y luego recorrió el aula para que nadie copie. Pareciera una clase regular, pero no. Los alumnos son parte del Programa de Escolaridad Inconclusa y Fue la integra el grupo de docentes vinculados a esta opción. El Ministerio de Educación presentó hace 14 días la campaña ‘Todos ABC’ Alfabetización y Educación Básica Monseñor Leonidas Proaño. El objetivo es llegar a 90 000 personas y vincular a 4 625 docentes. Estos últimos están distribuidos en: alfabetización y escolaridad inconclusa (básica y bachillerato). En el primero habrá 3 500 docentes con nombramiento definitivo y en la categoría G (la de inicio en la carrera). Laborarán sábado o domingo durante seis horas pedagógicas. Las horas adicionales serán reconocidas, explicó Aleyda Matamoros, subsecretaria de Educación Especializada e Inclusiva del Ministerio de Educación. El monto extra alcanza los USD 163,44, que se suman a sus 817 mensuales. La participación docente es voluntaria y durará 10 meses. Para el pago del tiempo extra, el Gobierno destinará USD 1 089 333, para los profesionales que se integren al programa. El presupuesto total destinado será de USD 1 719 333. El segundo grupo de maestros es diferente, ya que se trata de docentes con contratos provisionales. Laboran de lunes a viernes en horario nocturno. Fuela, por ejemplo, da clases en el Colegio Arturo Borja, en el sur de Quito. Acude desde las 16:00 hasta las 22:00. Su experiencia al trabajar con adultos es positiva, ya que ellos se sienten útiles, motivados e incluso con ganas de continuar con estudios universitarios. Ingeniería o medicina son las más anheladas por sus ‘chicos’. Juan Andrés Vergara, de 36 años, terminó la escuela pero no el colegio. El motivo: ayudaba a su madre para la manutención de sus hermanas. Él es uno de los adultos que anhela seguir luego la universidad. Lo hará para mejorar la calidad de vida de sus cuatro hijos, a quienes sostiene con un sueldo de USD 375. Otra estudiante que apuesta a concluir su educación es Aidé Erazo, de 32 años. La interacción en las aulas le impactó, quisiera ser abogada. Estas y otras historias motivan a las docentes a continuar con su trabajo nocturno. Judith Villavicencio, también es maestra del programa de educación básica para adultos. Se vinculó desde el 2012. Desde ese año, ha pasado por cinco planteles en diferentes puntos de Pichincha: Cayambe, San José de Minas, Quito, El Quinche y Guayllabamba. Para la profesora, el cambio de lugar no es problema porque puede organizar su tiempo. En las mañanas, Villavicencio se encarga de un negocio y en la noche da clases. Esto ayuda a ‘redondear’ sus ingresos. El trabajo con adultos es diferente -comentó- ya que sí tienen algunos conocimientos. Esto ha impulsado a estas maestras a trabajar con la estrategia metodológica ERCA (experiencia, reflexión, conceptualización y aplicación). Resultados del programa El Ministerio de Educación destacó algunos logros alcanzados en estos años. Uno de ellos es que se ha alfabetizado a cerca de 412 230 personas en el período 2011-2016. El año pasado se cumplió con la construcción del currículo de educación para personas jóvenes y adultas. El enfoque de aprendizaje es inclusivo e integrado a lo largo de la vida. En este 2017 se vinculará a voluntarios de las universidades. El objetivo es trabajar en temas relacionados al emprendimiento, la producción, el deporte, la cultura y otros, adelantó Matamoros, subsecretaria de Educación Especializada e Inclusiva. Hay 15 universidades con las que se firmará un convenio, 3 500 chicos apoyarán. Se complementará el servicio con la colaboración de los ministerios de Salud, Agricultura, Instituto de Economía Popular y Solidaria. Con ellos se espera hablar sobre nutrición y salud. Otro avance es la construcción de guías metodológicas para orientar el accionar pedagógico de los profesores en las distintas ofertas de educación extraordinaria.

Fuente:http://www.elcomercio.com/tendencias/docentes-ministeriodeeducacion-escolaridad-educacionbasica-alfabetizacion.html

Imagen:http://www.elcomercio.com/files/article_main/uploads/2017/09/27/59cc51030d8b9.jpeg

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