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Marías, el cortometraje contra el acoso escolar hacia mujeres indígenas

Redacción: El País

El trabajo realizado por tres artistas visuales y un antropólogo mexicano denuncia el estereotipo de la mujer indígena

A Valentina le dicen María por el hecho de ser indígena, mujer y pobre. Tres características que, en países como México, se pagan caro. Su historia puede ser la de cualquier mujer indígena maya, otomí, tzotzil o zapoteca que haya ido a la escuela. El cortometraje Marías, realizado por tres artistas visuales, un antropólogo y protagonizado por Delfina López, narra el acoso escolar que sufre Valentina a lo largo de su juventud.

Situaciones similares vivió la protagonista Delfina López. La joven originaria de Tolimán, Querétaro, ha sido discriminada por hablar este idioma. «Sé cómo se siente la discriminación», asegura con vehemencia la joven de 25 años. En la escuela la hacían a un lado por vestirse diferente. Cuando tenía alrededor de nueve años en más de dos ocasiones le jalaron de los pelos y la rasguñaron.

Pero esta situación no solo le ha ocurrido a ella. El creador de la historia, Román Sauza, se inspiró para hacer Marías, en otros casos como el de Angelina, la estudiante mixteca que fue golpeada brutalmente en 2013 por sus compañeros de clase en la Ciudad de México. Fueron sus propios agresores quienes subieron el vídeo en el que se ve cómo la golpean. Este caso llegó al Tribunal de Conciencia de Mujeres Indígenas en Nueva York, Estados Unidos.

Los otros personajes del cortometraje se sintieron identificados desde el principio. Los niños estaban encantados en participar, las mujeres también. “Como el diálogo era muy familiar para ellos no tuvieron que memorizarlo”, precisa Souza. Ellos pueden ser protagonistas de su propia historia.

Marías se estrenó a finales de septiembre en el estado de Querétaro, México. Se trata de un falso documental, una historia imaginada a partir de otras que sí existieron. Souza había imaginado en un principio un documental , pero la falta de recursos económicos no se lo permitió. El único patrocinio con el que contó este proyecto fueron 5.000 pesos (227 euros). Las directoras pusieron su propio equipo de vídeo.

Sauza, Maestro en Antropología por la Universidad de Querétaro empezó a identificar en la prensa historias de hombres y mujeres que han sido víctimas de bullying en algún momento de su educación. Pero no solo rastreó en los periódicos, su propia experiencia en la Secretaría de Salud de Querétaro le sirvió como fuente de inspiración. Allí escuchaba relatos de acoso, de discriminación, de violencia obstétrica hacia mujeres indígenas. “Es difícil demostrar pero es el pan de cada día”, asegura el antropólogo de 30 años.

“El corto es una crítica al estereotipo de la india María” explica Sauza, y puntualiza que fue en los años 60 cuando se empezó a asociar a las indígenas con el genérico de la india María, tras una ola de migración de indígenas mazahua a la capital. La protagonista lucha contra este estereotipo y defiende su nombre, Valentina, por valentía. Pese a no ser un nombre indígena, «era más potente” según Sauza, fundador de Yosoyoho una asociación que creó a la primera muñeca artesanal bilingüe (otomí-español) Xahni.

El escenario donde se desarrolla la historia es la localidad de Yospí Amealco, en Querétaro. “Nos preocupaba que la gente no se dejara grabar”, cuenta Yolanda Alonso, de 24 años, egresada de la Facultad de Bellas Artes. Alonso dirige y produce el cortometraje junto a Margarita Sánchez y Melissa H. Granados. Grabar en comunidades indígenas no es un asunto sencillo, según la directora. Es necesario seguir un proceso para ganarse la confianza de la gente. En este caso, el centro social La Casa Otomí les permitió establecer un vínculo directo con las personas de la comunidad.

Pese al acoso sufrido durante tantos años, Valentina logra forjarse su propio camino. Como dice la protagonista: «Esperando que la dignidad se haga costumbre».

Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/10/19/mujeres/1508403324_357545.html

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Cuba: Otras miradas al racismo en Cuba a 10 años de documental pionero

Centro América/Cuba/16.07.18/Fuente: www.ipscuba.net.

Intelectuales y activistas reclaman acciones más concretas contra manifestaciones de discriminación racial.

El argumento de que el debate racial podría dividir la nación cubana, aun cuando la crisis económica ha ahondado las brechas sociales, mantiene a la saga la lucha contra este tipo de discriminación con respecto al activismo para frenar otras segregaciones.

Esa conclusión fue vertida por especialistas y activistas, en un debate realizado, el 10 de julio, en la sala Villena de la sede capitalina de la no gubernamental Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

Durante tres horas, los presentes enriquecieron el intercambio con anécdotas, argumentos y propuestas para enfrentar este problema luego de la exhibición del documental Raza (2008), del realizador Eric Corvalán (La Habana, 1972).

La propuesta audiovisual, estrenada hace una década, reúne reflexiones de artistas, intelectuales, investigadores, activistas y funcionarios de la isla caribeña, quienes coincidieron en la persistencia de un racismo antinegro, que muchas veces adopta formas sutiles y no tan fáciles de identificar.

Si bien la Revolución Cubana de 1959 implementó importantes políticas para el avance y empoderamiento de las personas negras, hoy perviven claras expresiones de discriminación por el color de la piel en las prácticas culturales, educativas y realidades económicas.

Algunos de los participantes lamentaron la ausencia en el debate de algún representante de la Comisión José Antonio Aponte de la propia Uneac, creada en 2009 para debatir y enfrentar el racismo y la discriminación racial desde el ámbito de la cultura.

Por su parte, Corvalán exhortó a debatir su obra en las comunidades.

“Olvidamos muchas veces a África, que es parte de nuestra identidad. He puesto el material en varias universi

Como parte de las actividades con las que se recordó el Día de la Raza, en 2010, el realizador Eric Corvalán, fue reconocido con un premio por su documental Raza.

 

Con casi una decena de propuestas audiovisuales, este realizador sobresale por poner el foco en asuntos espinosos de la realidad nacional como es el caso de No es el camino (2012), relacionado con la violencia infantil, y Detrás del mostrador (2017), donde reflexiona sobre la calidad de los servicios en Cuba.

A continuación, la Redacción IPS Cuba comparte algunas ideas y propuestas suscitadas en el debate:

Gisela Arandia, investigadora: Un 10 de julio nació nuestro poeta nacional Nicolás Guillén (1902-1989). Muchos de sus textos e ideas, al igual que su paradigma como hombre negro, no fueron aceptados y muy criticados. Esa crítica a Guillén y su lenguaje era una expresión de racismo y hay aspectos que sobreviven.

Tato Quiñones, investigador: En el ámbito intelectual ha habido avances significativos, con más investigaciones y ponencias sobre el asunto. No hay cifras, pero es evidente que las desigualdades sociales se han profundizado en los últimos 10 años. Cada vez es más nítida la nueva clase de ricos y también otra hacia abajo –sobre todo de negras y negros- que sigue profundizándose en la pobreza.

Gerardo Alfonso, cantautor: Nuestra sociedad sigue siendo racista. Veo la segregación, discriminación y el racismo de manera sutil. Siento que el documental es superado por la realidad. La pobreza no es negra, es multicolor, pero la diferencia de clases entre blancos y negros se acentúa cada vez más.

Alden Knight, actor: Es difícil ser negro en Cuba, muy difícil, pero hay que serlo. De esto (el racismo) sí debe hablarse públicamente, porque la enfermedad que no se conoce no se cura.

Pedro Pérez Sarduy, escritor: Los cubanos no estamos tan mal como creemos. En la región y el mundo hay una reemergencia del racismo. Aquí hay elementos, argumentos, compañeros haciendo investigaciones formidables. Tienen la forma y el poder para que la TV aborde este tema con los especialistas. Ustedes tienen la palabra, aprovechen eso.

Myrna Padrón, activista: Con el espacio autónomo e independiente de creación artística y cultural Casa Tomada MirArte, en el capitalino municipio de Marianao, empezamos a dialogar sobre el tema de la racialidad y todas las discriminaciones mediante acciones interseccionales, con la ayuda de artistas plásticos y visuales que tocan en su obra la influencia de África y su diáspora. Es el hacer desde la autoaceptación.

Lázara Menéndez, investigadora: El problema de la raza anda ligado a la pobreza, la marginalidad, las exclusiones sociales y culturales, la religión. Es importante buscar alianzas y construir nuevas sensibilidades. Ver el fenómeno de manera interdisciplinar y no solo como “un asunto de los negros”, sino de toda la sociedad.

Mildred Cabrejas, publicista: Antonio Maceo (líder independentista, 1845-1896) tuvo un pensamiento… ¿Por qué no lo estudiamos? ¿Es que los negros de este país no hemos pensado? ¿Por qué no se estudia eso en las escuelas? El Censo de Población y Viviendas (2012) dijo que los negros éramos minoría en Cuba. Si vamos a visibilizar el problema, el Censo debe mostrar nuestra realidad porque de lo contrario no hay representatividad.

Rosalía Arnáez, locutora: La educación en Cuba debe transformarse desde la primaria, donde no se toca el tema de la racialidad.

Irene Ester, especialista en medios de comunicación: Hay deficiencia en la promoción de actrices y actores negros en las escuelas de artes para que puedan encarar papeles fundamentales en los dramatizados, y no asumir roles estereotipados.

Elvira Eduardo, investigadora: ¿Qué vamos a hacer, cuáles son nuestras expectativas, donde debemos estar dentro de cinco años? ¿Dónde estará situada la comunidad negra en Cuba en 2030 en el orden educativo, político, integración, medios de comunicación, en la economía? ¿Habrá menos negros en las cárceles que hoy, cuando son mayoría?

Esteban Morales, politólogo: Nuestra sociedad fue construida para que el negro esté siempre debajo. Además, llevamos la desventaja de la poca conciencia racial que tenemos los negros. Debemos ir a más, empezar a hacer, no le tenemos que pedir permiso a nadie, porque como miembros de la sociedad civil cubana tenemos derecho a que se nos atienda y entienda, que se nos den los canales para decir las cosas, debatir y discutir. (2018)

Fuente de la noticia: http://www.ipscuba.net/sociedad/otras-miradas-al-racismo-en-cuba-a-10-anos-de-documental-pionero/

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Estados Unidos: Discurso de Edna Chávez .“Aprendí a esquivar las balas antes de aprender a leer”

Estados Unidos/07 de Abril de 2018/Rebelión

Discurso de Edna Chávez en la «Marcha por nuestras vidas» sobre la violencia armada en las comunidades marginadas de EE.UU.

Más de un millón de estudiantes, padres, docentes y activistas contra la violencia salieron a las calles el sábado para la “Marcha por nuestras vidas” en todo el mundo. El histórico día de acción fue organizado por los estudiantes sobrevivientes de la masacre del Día de San Valentín en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, ubicada en Parkland, Florida, donde murieron 17 personas: 14 estudiantes y tres profesores. En Washington DC, jóvenes de todas partes de Estados Unidos, desde Parkland hasta Chicago, subieron al escenario para denunciar el poder de la Asociación Nacional del Rifle y la epidemia de violencia armada que asuela Estados Unidos. Una de las personas que habló fue Edna Chávez, estudiante de 17 años de edad del sur de Los Ángeles.

EDNA LIZBETH CHÁVEZ: Hola, buenas tardes. Mi nombre es Edna Lizbeth Chávez, y soy de South Los Angeles, California. ¡El sur de Los Angeles! Tengo 17 años y este es mi último año en la Escuela Secundaria de Artes Manuales y formo parte de una organización llamada Community Coalition, donde soy una líder juvenil en el grupo Empoderamiento de la juventud del sur de Los Ángeles. En la Community Coalition ayudamos a estudiantes de secundaria a desarrollar sus habilidades de liderazgo para impulsar justicia educativa en nuestras comunidades. Por eso me he involucré, para tener impacto en las políticas y asegurarme de que nuestras voces sean escuchadas.

Soy una líder juvenil. Una sobreviviente. He vivido al sur de Los Angeles toda mi vida y he perdido a muchos seres queridos por la violencia armada. Es algo normal, normal hasta el punto de que aprendí a esquivar las balas antes de aprender a leer. Mi hermano estaba en la escuela secundaria cuando murió. Fue un día como cualquier otro, con el sol cayendo en el sur de Los Angeles. Escuchas estallidos, pensando que son fuegos artificiales. Pero no lo fueron. Ves que la melanina en la piel de tu hermano se vuelve gris. Ricardo era su nombre. ¿Pueden decirlo conmigo?

MULTITUD : ¡Ricardo! ¡Ricardo! ¡Ricardo! ¡Ricardo! ¡Ricardo! ¡Ricardo! ¡Ricardo! ¡Ricardo! ¡Ricardo!

EDNA LIZBETH CHÁVEZ: Perdí más que a mi hermano ese día. Perdí a mi héroe. También perdí a mi madre, a mi hermana y a mi misma por el trauma y la ansiedad. Si la bala no me mató, esta ansiedad y este trauma lo harán. Llevo este trauma a donde sea que vaya. Lo llevo conmigo a la escuela, a las clases, caminando de vuelta a casa y visitando a mis seres queridos. Y no soy la única que ha sufrido estas experiencias. Durante décadas, mi comunidad del Sur de Los Angeles se ha acostumbrado a esta violencia. Es normal ver velas. Es normal ver carteles. Es normal ver globos. Es normal ver flores honrando las vidas de los jóvenes negros y de color que han perdido sus vidas por culpa de una bala.

¿Cómo podemos hacer frente a esto, cuando nuestro distrito escolar tiene su propio departamento de policía? En lugar de hacer que los estudiantes negros y de color se sientan seguros, continúan discriminándonos racialmente y criminalizándonos. En cambio, deberíamos tener un departamento especializado en justicia restaurativa. Tenemos que abordar las causas de raíz de los problemas que enfrentamos, y llegar a un acuerdo sobre cómo resolverlos.

Estoy aquí para honrar a los estudiantes de Florida que perdieron sus vidas y para apoyar a los estudiantes de Parkland. Estoy aquí hoy para honrar a Ricardo. Estoy aquí hoy para honrar a Stephon Clark. ¡Estoy aquí hoy para alentar a mi comunidad del Sur de Los Angeles! Ya basta. Pregunta: ¿Cuántos niños más tienen que morir para que este problema sea finalmente solucionado?

Políticos, escuchen. ¡Armar a los maestros no funcionará! ¡Poner más seguridad en nuestras escuelas no funciona! ¡Las políticas de tolerancia cero no funcionan! Nos hacen sentir como criminales. Deberíamos sentirnos fortalecidos y apoyados en nuestras escuelas. En lugar de financiar estas políticas, financien programas de tutoría, recursos de salud mental, pasantías remuneradas y oportunidades de trabajo. Mi hermano, como muchos otros, se habría beneficiado de esto. Hagámoslo realidad. Es importante trabajar con las personas afectadas por estos problemas, las personas que ustedes representan. Necesitamos enfocarnos en cambiar las condiciones que fomentan la violencia y el trauma. Y es así como transformaremos a nuestras comunidades y elevaremos nuestras voces. Esto no nos ha detenido, ni debe hacerlo. Solo nos ha empoderado.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=239701

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Muere Linda Brown, icono contra la segregación racial en las escuelas de EE.UU.

Estados Unidos/31 de Marzo de 2018/La Vanguardia

  • La negativa de una escuela a aceptarla por ser negra provocó cuatro años más tarde el histórico fallo “Brown v. Board of Education”.

Linda Brown, una mujer de Kansas que en la década de 1950 puso nombre a un contencioso que prohibió la segregación racial en las escuelas estadounidensesmurió a los 76 años, según informaron este martes medios locales.

Nacida en Topeka, la capital de Kansas, Brown tenía 9 años cuando su padre, el reverendo Oliver Brown, trató de inscribirla en 1950 en la escuela pública primaria más cercana a la vivienda familiar. La negativa de la escuela Summer School a aceptarla por ser negra provocó cuatro años más tarde el histórico fallo “Brown v. Board of Education”, con el que el Tribunal Supremo puso fin a la doctrina “segregada pero igual” que regía en la educación pública estadounidense desde 1896.

Cuando tenía nueve años, una escuela pública rechazó su inscripción por ser negra.

El Supremo determinó que “separar (a los niños negros) de otros de edad y calificaciones similares únicamente por su raza genera un sentimiento de inferioridad en cuanto a su posición en la comunidad que puede afectar a sus corazones y mentes de un modo improbable de revertir”. Concluyó, asimismo, que la segregación era una práctica que violaba la cláusula de “protección igualitaria” recogida en la Constitución.

Aunque Brown puso el nombre, el contencioso agrupaba numerosos casos recopilados por la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP, en inglés) de estudiantes afroamericanos rechazados en instituciones educativas alrededor del país.

Un portavoz de la funeraria de Topeka Peaceful Rest Funeral Chapel confirmó a medios estadounidenses que Brown murió este domingo por razones que no han trascendido.

Linda Brown, a la derecha, junto a sus dos hijos en una imagen del 30 de abril de 1974
Linda Brown, a la derecha, junto a sus dos hijos en una imagen del 30 de abril de 1974 (Uncredited / AP)

En una entrevista con PBS en 1985, a raíz del 30 aniversario de la sentencia, Brown dijo “sentir” que la decisión del Supremo había tenido “un impacto en todas las facetas de la vida de las minorías en toda el país”. “Lo pienso en términos de lo que ha hecho para nuestros jóvenes, en la eliminación de ese sentimiento de ciudadanía de segunda clase. Creo que ha hecho que los sueños, las esperanzas y las aspiraciones de nuestros jóvenes sean hoy mayores”, añadió.

Según The Washington Post, la escuela Summer School, que había rechazado su inscripción en 1950, intentó negársela de nuevo el mismo día de 1954 en el que el Supremo prohibió la segregación.

Aunque fue ella quien se convirtió en un icono de los derechos civiles, el “Brown” de la sentencia “Brown v. Board of Education” pertenece a su padre, que fue quien interpuso la demanda y que murió en 1961.

El fallo “Brown v. Board of Education” puso fin a la la doctrina “segregada pero igual” que regía en las escuelas

Fuente: http://www.lavanguardia.com/internacional/20180327/441991326203/muere-linda-brown-segregacion-racial-escuelas-eeuu.html

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Entrevista Vicenta Camusso. La formación docente es un elemento clave para superar la discriminación racial

En entrevista al OREI, Vicenta Camusso, coordinadora de la región Cono Sur de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, comenta las políticas de igualdad étnico-racial y el derecho a la educación para la población afrodescendiente en América Latina y el Caribe. “Un gran desafío es cambiar la formación docente porque los aspectos vinculados al racismo y sus efectos sociales, psicológicos y económicos en la vida de las personas no están tan incorporados a sus procesos de formación”, señala.

Asimismo, analiza la relevancia del Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2024), proclamado por la Asamblea General de la ONU, en lo que refiere al fortalecimiento de las demandas de esta población por políticas de inclusión y de igualdad. “El Decenio es un momento importante principalmente para las personas y organizaciones afrodescendientes para proponer, demandar y revisar las políticas  públicas  enfocadas a la población afrodescendiente. Sin embargo, lamentablemente, el Decenio está pasando sin mucho interés por parte de otros actores sociales y de los propios Estados”, afirma.

Dieciséis años después de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, celebrada en Durban (Sudáfrica) en el 2001, ¿qué balance se puede hacer respecto al desarrollo de políticas de igualdad étnico-racial en América Latina y el Caribe?

En términos generales, hubo avances legislativos, particularmente en países como Uruguay y Brasil. Pero, todavía falta un camino por recorrer en otros países de la región, como Argentina, Chile y Paraguay.

Me refiero a las legislaciones contra la discriminación racial y xenofobia que son resultados del proceso de Durban y también de otros procesos regionales en defensa de los derechos de la población afrodescendiente. Hay también programas y políticas específicos como las cuotas y acciones afirmativas que representan avances.

En términos educativos, el mejor ejemplo en la región está en Brasil con la política de cuotas para que estudiantes afrodescendientes ingresen a las universidades. Ya en los otros países eso todavía está muy retrasado. En Uruguay, por ejemplo, se ha empezado a experimentar una política de cuotas, pero con poco impacto hasta el momento.

Un aspecto preocupante de la educación secundaria en nuestra región es la cantidad de jóvenes que están fuera de la escuela. Según datos de Unicef, 2,8 millones de adolescentes y jóvenes afrodescendientes están entre los grupos en mayor riesgo de exclusión o rezago escolar. Los movimientos sociales siguen alertando para los efectos del racismo, de la exclusión social y de la violencia en la vulneración del derecho a la educación y de otros derechos. ¿Qué análisis nos puede hacer sobre los retos para asegurar políticas de igualdad para la juventud?

Son muchos los desafíos. Una cuestión estructural es la reducción de los niveles de pobreza en la población afrodescendiente. Creo que este es un elemento clave para que la familia pueda acompañar al adolescente en su proceso de estudios. Si la familia no tiene elementos básicos para alimentar a sus hijos, es más posible que ese chico abandone los estudios para salir a buscar trabajo u otras formas de obtener subsistencia. Vivir en barrios marginales también afecta al desempeño de estos jóvenes. Es necesario romper las barreras económicas, y por ende sociales, en torno a las familias afrodescendientes y sus hijos.

Por otro lado, otro gran desafío es cambiar la formación docente porque los aspectos vinculados al racismo y sus efectos sociales, psicológicos y económicos en la vida de las personas no están tan incorporados a sus procesos de formación. Una consecuencia es que no se  evidencian los efectos de ciertas observaciones de los propios pares sobre donde viven o los entornos de donde viven los estudiantes afrodescendientes. Situaciones que se transmiten desde la primera infancia y, sin duda, traen efectos muy negativos hasta la secundaria.

La pobreza, la marginalidad y la exclusión en los propios centros de educación son formas de violencia. En términos de políticas públicas, pienso que el reto es tener miradas más integrales sobre este tema y que se implementen sanciones cuando las políticas para esta población no se cumplan. Tenemos las legislaciones sobre la discriminación racial y de promoción de igualdad, pero algunas situaciones persisten porque no hay sanciones.

 ¿En relación a la igualdad de género y el derecho a la educación, cuáles son los desafíos que aún persisten en la región para garantizar la formación de las niñas y mujeres afrodescendientes?

Debemos señalar la alta deserción de las niñas a muy temprana edad de los centros educativos en toda la región, que muchas veces está vinculado a la maternidad precoz y a los entornos de violencia.

Creo que sería importante desarrollar políticas de estímulo para la integración de estas niñas y jóvenes a los sistemas educativos formales, con oferta de becas diferenciales y horarios flexibles, por ejemplo. Sabemos que muchas de estas niñas y adolescentes trabajan desde muy temprana edad y fundamentalmente en servicios domésticos. Es necesario que los centros educativos puedan sostener su educación formal y estimulen esta población, que además es la más pobre, a permanecer en estos espacios. Creo que se deberían desarrollar metodologías educativas para promover esta inclusión, que trabajen la autoestima de estas personas, que ofrezcan otros modelos de formación, apoyando las jóvenes y las mujeres que trabajan 8 o 12 horas por día en una casa de familia a sostener su aprendizaje.

Cuando mencionas la importancia de la autoestima, pienso en la experiencia de Brasil que tiene una legislación que establece la enseñanza de historia y cultura africanas en las instituciones educativas. A pesar de ello, se reconoce que estos contenidos ni siempre son valorados en las clases y el conocimiento sobre la historia de la población africana permanece en un lugar de invisibilidad.

La escuela no trabaja con estos conocimientos sobre la historia de África, pero también con el conocimiento de las culturas más cercanas a nosotros y que configuran la historia de cada uno de los países con sus diferentes expresiones. Una de las cuestiones que sucede acá en Uruguay – y en otros países también – es que las constituciones de los Estados parten de una base de igualdad que no es real. A lo largo de los siglos, esta invisibilidad permaneció y se profundizó, encontrando incluso la resistencia de las profesoras y profesores. Por ello insisto que la formación de los profesores y de las profesoras es clave. Ellos/as deben tener ese conocimiento y debe ser obligatorio llevarlo a las clases.

¿Cuál es la importancia del Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2024), proclamado por la Asamblea General de la ONU? ¿Podría comentar que tipo de iniciativas y debates los Estados y los movimientos sociales están impulsando en nuestra región? 

El Decenio es un momento importante principalmente para las personas y organizaciones afrodescendientes para proponer, demandar y revisar las políticas para esta población. Sin embargo, lamentablemente, el Decenio está pasando sin mucho interés por parte de otros actores sociales y de los propios Estados.

A su vez, las organizaciones afrodescendientes están colocando cuestiones importantes en las iniciativas regionales impulsadas por la sociedad civil sobre las temáticas de género, de salud, de economía y también para promover la articulación con la Nueva Agenda de Desarrollo Sostenible, que todavía no dialoga con los compromisos del Decenio.

En la Agenda de Desarrollo Sostenible hay solamente una meta, dentro de un objetivo muy general, que menciona específicamente los afrodescendientes. Los sistemas de las Naciones Unidas y los Estados afirman que el tema está presente de manera transversal. Esto puede llegar a ser una verdad declarativa, aunque no permita que se desarrollen actividades que contribuyan al alcance de estos objetivos también por parte de esta población. Esto venimos revisando hace bastante tiempo y ya lo hemos dicho en distintos espacios internacionales. Ya no había este diálogo en el proceso los Objetivos del Milenio e ahora se vuelve a producir la misma situación.

Creo que eso pasa por lineamientos políticos y también por posturas técnicas en la elaboración de estos documentos. Queda evidente que no se reconoce el racismo como un problema de millones de personas. Por supuesto hay una cuestión política muy de fondo y mi análisis personal es que esto tiene que ver especialmente con posibles impactos económicos. En América Latina, hombres y mujeres afrodescendientes son los que tienen los peores trabajos, con mayor carga horaria y con menores salarios. En tanto esto cambie, todas las estructuras de las economías de los países van a cambiar. Estos aspectos estructurales no han permitido cambios en más de 500 años de nuestra historia. Lo que se puede decir es que hay una omisión técnica y una circunstancia política que lleva a esa falta de articulación entre las dos agendas internacionales.

Fuente de la Entrevista:

https://orei.campanaderechoeducacion.org/post_politicas/la-formacion-docente-es-un-elemento-clave-para-superar-la-discriminacion-racial

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Democracia racial todavía es mito en América Latina

Por:

En América Latina y el Caribe, unos 200 millones de personas se autoidentifican como descendientes de africanos, lo que representa más de un tercio de su  población. Sin embargo la “democracia racial” sigue siendo un mito. 

En países como Brasil, República Dominicana, Haití y otras islas del Caribe, la población afrodescendiente es mayoritaria. Según la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas Afrocaribeñas y de la Diáspora, y si se suma la población indígena, asciende regionalmente a casi la mitad.

“Sin embargo existe un énfasis en hacernos parecer como minoría. No permitir acceso a condiciones de vida digna, solo se explica por el racismo que continúa siendo una ideología relevante”, destacó a IPS su coordinadora, la nicaragüense Dorotea Wilson.

«Existe un énfasis en hacernos parecer como minoría. No permitir acceso a condiciones de vida digna, solo se explica por el racismo que continúa siendo una ideología relevante”: Dorotea Wilson.

Según la lideresa de la red que articula a las organizaciones regionales de mujeres afrodescendientes, “aún hay países donde siendo la mayoría, la población negra o indígena no es partícipe de la vida económica ni política”.

De hecho, en algunos países ni aparecen en  censos o estadísticas. “Cuando no se reconocen los problemas y necesidades de un sector de la población, no se diseñan políticas públicas para mejorar su situación”, señaló Wilson desde la sede de la red en Managua.

Según la Comisión Económica de América Latina y el Caribe (Cepal), la población afrodescendiente de la región representa 30 por ciento de su población total de 625 millones de personas, mientras en los países caribeños sube a 70 por ciento.

Pese a eso, es la que más sufre por la discriminación y violación de sus derechos. La pobreza los afecta en 92 por ciento y las desigualdades se acentúan en las mujeres negras.

“La ausencia de políticas públicas que favorezcan la situación de las mujeres afrodescendientes ayuda a que los problemas que se relacionan con la incidencia de la pobreza en los grupos étnicos se agudicen”, remarcó Wilson, una de las luchadoras por los derechos de los afrodescendientes y de las mujeres más reconocidas de la región.

Problemas como la inseguridad sobre sus tierras; la deficiencia de servicios básicos de salud, educación, agua potable, alcantarillado, electricidad y caminos; la elevada tasa de enfermedades contagiosas e infecciosas; el escaso apoyo para programas de empleo productivo y la defensa de su patrimonio cultural, especificó.

Desde el 21 de marzo, Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, y hasta el martes 27, en el mundo se celebra la semana de solidaridad con los pueblos que luchan contra el racismo y la discriminación racial.

Democracia racial todavía es mito en América Latina

La nicaragüense Dorotea Wilson, coordinadora general de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora. Crédito: Cortesía de la Red.

“Las Naciones Unidas, producto del debate y la presión de los movimientos afrodescendientes del mundo, aprobó la Declaración y el Programa de Acción de Durban, reconociendo así la situación de los afrodescendientes, la historia de la esclavitud, y contribuyó a que los Estados empiecen a identificar la situación y diseñar políticas públicas”, recordó Wilson.

Sin embargo “falta muchísimo por hacer”, dijo. “Es fundamental” que los Estados incluyan en los censos la variable étnico racial y de género, y en función de eso y otros aspectos diseñar e implementar políticas públicas contra la pobreza, y que la población afrodescendiente sea parte de la ciudadanía de nuestros países y del continente”, exhortó.

“La democracia racial fue denunciada como mito y transformada en los años 80 como principal blanco de los ataques del movimiento negro, como una ideología racista”, explicó a IPS la abogada y activista de derechos humanos Anhamona de Brito,  de Brasil, el país del mundo con la mayor población de origen africano fuera de Africa.

Sin embargo “falta muchísimo por hacer”, dijo. “Es fundamental” que los Estados incluyan en los censos la variable étnico racial y de género, y en función de eso y otros aspectos diseñar e implementar políticas públicas contra la pobreza, y que la población afrodescendiente sea parte de la ciudadanía de nuestros países y del continente”, exhortó.

“La democracia racial fue denunciada como mito y transformada en los años 80 como principal blanco de los ataques del movimiento negro, como una ideología racista”, explicó a IPS la abogada y activista de derechos humanos Anhamona de Brito,  de Brasil, el país del mundo con la mayor población de origen africano fuera de Africa.

Brito fue también superintendente de Derechos Humanos del estado de Bahia, y secretaria de Políticas afirmativas del gobierno federal, entre otros cargos.

“La perspectiva de la democracia racial sirvió para inculcar una falacia en el imaginario colectivo: el de que en Brasil los blancos tenían una débil o casi ninguna conciencia de raza, donde el mestizaje era desde el período colonial, diseminado y moralmente consentido, donde los mestizos – mientras estuvieran educados- serían regularmente incorporados a las elites”, afirmó De Brito.

Democracia racial todavía es mito en América Latina

La brasileña Midiã Santana, con su reconquistado pelo afro, como una reafirmación de su identidad de mujer negra. La periodista ha creado el sitio Lista Negra, dedicado a promover a jóvenes emprendedores afrodescendientes en su estado, Bahia, donde 80 por ciento de la población tiene origen africano. Crédito: Cortesía de Midiã Santana

En consecuencia, “donde el prejuicio racial nunca fuese suficientemente fuerte como para crear ‘una línea de color’”, añadió. 

“Sabemos hoy que esa mezcla entre jóvenes blancos, negros e indígenas se dio a través de violaciones de mujeres negras e indígenas de parte de los colonizadores”, acotó a IPS la periodista y escritora Rosiane Rodrigues, investigadora del brasileño Instituto de Estudios Comparados en Administración Institucional.

“Por lo tanto podemos pensar que el ‘emblanquecimiento’ y mestizaje del brasileño se da en primera instancia a partir de violaciones. Es necesario que recordemos eso. Descender de un estupro no es un dolor fácil para nadie”, agregó.

Según Rodrigues, el mito de la democracia racial fue fundamental para enmascarar las relaciones de desigualdad, discriminación y exterminio de negros e indígenas, presuponiendo que ese mestizaje se dio “espontáneamente en condiciones de igualdad”.

En 2016,  una comisión parlamentaria de investigación concluyó que cerca de 30.000  jóvenes de entre 15 y 29 años son asesinados anualmente en Brasil, 77 por ciento de ellos negros, lo que equivale a un joven afrodescendiente muerto cada 23 minutos.

“Brasil es un país de proporciones continentales y hablar de una única forma de racismo es peligroso”, destacó Rodrigues.

“El genocidio que Brasil ha promovido contra jóvenes negros es la punta del iceberg de sus relaciones raciales. Por cierto el más cruel”, aclaró. 

Pero la discriminación se expresa también formas más sutiles como contó Midiã Santana, periodista, con maestría en Cultura y Sociedad por la Universidad Federal de Bahia, y creadora del sitio Lista Negra, que busca divulgar el trabajo de emprendedores negros de su estado, Bahia, con casi 80 por ciento de  población negra.

“Yo tenía el pelo ondulado y abundante y en la adolescencia lo sometí a una técnica que se llama alisamiento definitivo. Sabía que tenía un cabello bonito pero quería ser parte de un grupo que la sociedad considera como el más aceptado”, dijo a IPS.

Hace tres años Santana decidió experimentar la llamada transición capilar, una técnica que en tres años revierte el alisado químico, y que en Brasil y otros países de América Latina  refleja una nueva conciencia y resistencia afro.

“A partir de mi proceso de transición capilar conseguí reconocerme como la mujer negra que soy. Comencé a identificarme más conmigo misma y como bonita, a partir de que mi cabello volvió a ser lo que era”, relató Santana.

“Esto me hizo entender que el racismo en Brasil también está en la estética y que el empoderamiento negro también se da a través de la belleza. Entendí que mi cabello también era una cuestión de afirmación y representatividad”, subrayó.

En Brasil se ha avanzado en el combate al racismo con medidas como su reconocimiento como un problema, la implementación de cuotas raciales, y la inclusión de contenidos  sobre la historia de África y de los pueblos indígenas en los currículos escolares.

No obstante para Rodrigues aunque muy importantes para enfrentar el racismo, “fueron muy tímidas”, después de 380 años de esclavitud.

Brito destacó también que las políticas para reducir la pobreza extrema y aumentar el empleo contribuyeron indirectamente a mejorar la situación de los negros.

Algo para la abogada inclusive más efectivo desde el punto de vista de la justicia social, que la base legal creada para penalizar prácticas racistas en Brasil porque todavía hay mucha resistencia de las instituciones para implementarlas de manera certera.

Pero Rodrigues lamentó que el gobierno conservador de Michel Temer “está terminando o inviabilizando varias de esas iniciativas y haciendo retroceder el avance conquistado en las últimas décadas por relaciones raciales más justas”.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2017/03/democracia-racial-todavia-es-mito-en-america-latina/

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Estados Unidos: La Universidad de Harvard, bajo la lupa de la Justicia tras una denuncia racial

Estados Unidos / 26 de noviembre de 2017 / Autor: Amanda Mars / Fuente: El Periódico de México

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha abierto una investigación sobre el proceso de selección de alumnos de la prestigiosa Universidad de Harvard a raíz de una denuncia que decenas de agrupaciones de asiático-americanos impulsaron en 2014 alegando que se sienten discriminados frente a blancos, negros y latinos. El caso, recogido por la prensa estadounidense, abre el debate sobre los criterios de ingreso de los campus comprometidos con la diversidad y sus sistemas de discriminación positiva hacia minorías, que algunos blancos han criticado porque consideran que les perjudica.

En Estados Unidos, este tipo de políticas arrancan en los años 60 y están plenamente vinculadas a las luchas por los derechos civiles. Se considera el primer ejemplo oficial una orden ejecutiva de John F. Kennedy de 1961, que instaba a la Administración a evitar discriminación en el acceso a sus empleos, o de los empleos de sus empresas contratistas, a cualquier persona por motivos de raza, credo u origen étnico. Es significativo que en inglés, el concepto de discriminación positiva no lleva consigo dicha palabra, sino que se traduce literalmente como “acción afirmativa”.

Un estudio de 2014, recoge que en las pruebas de acceso a la universidad los asiático-americanos registran el menor ratio de aceptación con relación a su puntuación

En Harvard, el primer plan oficial que buscaba de forma deliberada la diversidad étnica de su alumnado, y que por tanto suponía favorecer la incorporación de negros y latinos, data de 1971. Los pleitos se han sucedido desde entonces tanto en Harvard como en otros campus, que siguieron los pasos de la prestigiosa universidad de Massachusetts. Y la justicia, aunque prohíbe la aplicación de cuotas sí ha bendecido las medidas de discriminación positiva. Así lo decidió el Supremo en junio de 2016, al fallar en contra de una joven blanca que había demandado a la Universidad de Texas por haber sido rechazada pese a que, según argumentaba, tenía mejores calificaciones que algunos alumnos de otras razas que sí fueron aceptados.

Pero ahora no son estadounidenses blancos, sino otro grupo, el asiático, el que denuncia que, para poder tener las mismas probabilidades de ingreso en Harvard necesita unas calificaciones muy superiores a la media. Según un estudio citado en su queja de 2014, en las pruebas de acceso a la universidad los asiático-americanos registran el menor ratio de aceptación con relación a su puntuación. En concreto, necesitan marcar 140 puntos más que un blanco, 270 más que un hispano y 450 que un negro. Su porcentaje en el total del alumnado ha menguado desde 1993, afirman, cuando superó el 20%, pese a que la población asiática en EE UU ha crecido.

Harvard asegura que no discrimina a los asiáticos y recalca que no selecciona a sus estudiantes en función de su raza u origen, sino que se realiza un análisis holístico de cada candidato en el que, su aporte a la diversidad, suma. Es muy difícil entrar en esa universidad o cualquier otra de la denominada liga de hiedra (Ivy League): el ratio de rechazo ronda el 90% de los solicitantes. Un estudio recogido este verano en The New Times revelaba quiénes más probabilidades de entrar y eso es algo que no tiene mucho que ver con la raza: hay muchos más alumnos -casi los duplican en número- correspondientes al grupo social del 1% de los mayores ingresos que del 60% de menor riqueza. Como dicen muchas veces en Estados Unidos, el color dominante, en realidad, es el verde, verde dólar.

Fuente de la Noticia:

http://elperiodicodemexico.com/nota.php?id=873551

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