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Voto, educación y aborto: más de 150 años de lucha feminista en Argentina

Redacción: El País

La muestra ‘Emancipadxs’ de la Biblioteca Nacional traza el camino recorrido por las mujeres: de ser consideradas incapaces respecto del hombre a las últimas marchas de Ni Una Menos.

En 1830, Argentina hacía sólo 14 años que era un país independiente cuando desde La aljaba lanzaron las primeras flechas feministas contra una sociedad profundamente patriarcal. Esta primera revista escrita por mujeres en Argentinadefendía el derecho a la educación femenina y la igualdad entre géneros, pero sus autoras la veían tan lejana que sacaron la publicación con el subtítulo: «Nos libraremos de las injusticias de los hombres solamente cuando no existamos entre ellos». En ese momento la mayoría de mujeres estaban confinadas al hogar, como amas de casa o criadas, bajo la potestad masculina. La Biblioteca Nacional Argentina parte de esos pasos iniciales de la lucha feminista para llegar hasta la actualidad en la muestra Emancipadxs, que abre hoy sus puertas al público.

Ejemplar de la revista La aljaba.
Ejemplar de la revista La aljaba. MARCELO HUICI / BIBLIOTECA NACIONAL

Otros títulos de la época que figuran en la exposición, como Álbum de señoritasLa Flor del Aire y Siempre-Viva, también pusieron el énfasis en la educación de las mujeres, lideradas por la escritora, traductora y maestra Juana Manso. En 1885 la argentina Élida Passo se convirtió en la primera mujer de América del Sur en terminar una carrera superior, Farmacia, pero le negaron el acceso a Medicina. Ese muro lo derribó Cecilia Grierson, quien se licenció cuatro años después.

A caballo entre el siglo XIX y XX, en plena efervescencia de las ideas anarquistas y socialistas traídas por los inmigrantes, el diario La voz de la mujer defendía la necesidad de mejoras laborales a la vez que predicaba el amor libre y el placer sexual. «Hastiadas de ser el juguete, el objeto de los placeres de nuestros infames explotadores o viles esposos, hemos decidido levantar nuestra voz en el concierto social y exigir, decimos exigir, nuestra parte de placeres en el banquete de la vida», escribieron las autoras de esta publicación anarquista en 1896.

La Biblioteca Nacional rinde homenaje a las primeras universitarias argentinas, pioneras del movimiento por la conquista de derechos de la mujer. Feministas como la médica Alicia Moreau de Justo redoblaron la exigencia de emancipación civil e iniciaron la campaña para el voto femenino. Su colega Julieta Lantieri «buscó vacíos legales para burlarse de las leyes y fue la primera mujer en votar en Argentina», explica Jorgelina Nuñez, una de las coordinadoras de la muestra. Lantieri ejerció ese derecho cívico en 1911 autorizada por un juez, pero el Gobierno modificó después la ley para impedir que lo repitiese u otras copiasen su ejemplo. El veto se mantuvo hasta 1947, cuando el peronismo aprobó el voto femenino por iniciativa de la primera dama, Eva Duarte de Perón.

«Hay excepciones, pero en general los hombres no acompañaron, no es como ahora. Ante cada avance hubo muchos hombres que escribieron en los medios en contra, en algunos casos con notas muy machistas y ofensivas», dice Evelyn Galiazo, una de las investigadoras de la Biblioteca.

Los diarios y revistas de mayor circulación no salen muy bien parados y menos aún la industria publicitaria. La mujer se incorporó de forma masiva al mundo laboral, en 1987 se aprobó el divorcio, en 1991 la ley de cupos, en 2007 asumió la primera presidenta electa, pero la publicidad quedó rezagada respecto a esos grandes cambios sociales.

«La publicidad reproduce los estereotipos y sorprendentemente los mantiene pase lo que pase. No encontrás hombres en avisos de productos de limpieza hasta hace muy pocos años y el cuerpo femenino se usa aún para vender productos», denuncian las organizadoras de la exposición. En una sala que emula una peluquería pueden verse revistas destinadas a un público femenino con títulos como «Lo que las novias inteligentes nunca hacen», «Tratamientos y cirugías para hacer ya» y «Es feo sentirse gorda todo el tiempo». Hay también anuncios de maquillaje y trucos de belleza.

El tramo final de Emancipadxs está dedicado a luchas emblemáticas lideradas por mujeres y movimientos LGBT+ en las calles de Argentina. Entre ellas destaca la que encabezaron Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en plena dictadura para denunciar la desaparición de sus seres queridos, la que culminó con la aprobación del matrimonio igualitario en 2010 y la ley de identidad de género en 2012, la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito -iniciada hace tres décadas y ahora abanderada por las más jóvenes– y el movimiento Ni Una Menos contra los feminicidios.

En 2019, una mujer argentina es asesinada en promedio cada 31 horas. Miles sufren otras formas de violencia machista como abusos sexuales, humillaciones y acoso. Casi medio centenar muere por abortos realizados en la clandestinidad con métodos inseguros. Las mujeres cobran menos que los hombres en sus trabajos. Ocupan menos cargos directivos. Dedican más horas a tareas no remuneradas de cuidados y en el hogar. Quedan grandes obstáculos por superar, pero empequeñecen al mirar el largo camino recorrido.

Fuente: https://elpais.com/cultura/2019/06/06/actualidad/1559826755_889728.html

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#KuToo. la rebelión de las mujeres en Japón contra la obligación de llevar los zapatos de tacón en el trabajo

Asia/Japón/13 Junio 2019/Fuente: BBC

Yumi Ishikawa, una escritora y actriz de Tokio de 32 años, decidió en enero acabar con una norma no escrita que la afectaba en su día a día laboral.

La chica, que trabajaba en una funeraria, asegura que la obligaban a llevar tacones de entre 5 y 7 centímetros, lo que le provocaba dolores.

Y decidió denunciarlo en las redes sociales.

Sus tuits sobre la cuestión se volvieron virales: más de 30.000 personas los compartieron.

Ishikawa lo llevó más allá y decidió iniciar una campaña digital para que las empresas no pudiesen exigir a sus trabajadoras que llevasen tacón en el lugar de trabajo.

Y la petición ya cuenta con más de 27.000 firmas de apoyo (y subiendo).

En un guiño al movimiento #MeToo, esta campaña lleva por nombre #KuToo, un juego con las palabras ‘kutsu’, que significa ‘zapato’, y ‘kutsuu’, que significa ‘dolor’.

Aunque no se trata de una norma escrita, los activistas aseguran que en Japón el uso de tacones se considera obligatorio, por ejemplo, al solicitar puestos de trabajo.

Ishikawa, que en su foto de Twitter aparece con unas cómodas deportivas, afirmó: «Espero que esta campaña modifique la norma social para que no se considere de mala educación que las mujeres lleven zapatos planos como los hombres».

«La gente debe darse cuenta de que esto es discriminación sexual. Necesitamos enojarnos por esto. Pero nos enseñaron a vivir así durante muchos años», añadió.

La chica entregó la petición con casi 19.000 miles de firmas al Ministerio de Salud y Trabajo japonés, el encargado de las reformas laborales, la semana pasada.

Y aunque explicó que se había reunido con un funcionario que se mostró «comprensivo» con la petición, el ministro de Sanidad japonés, Takumi Nemoto, hizo unas declaraciones que no ayudan a su causa.

Al preguntarle su parecer sobre la campaña iniciada por Ishikawa, Nemoto aseguró que el uso de tacones por parte de las mujeres en el trabajo a veces es «necesario y apropiado«.

El ministro hizo estos comentarios en la misma comisión parlamentaria en la que el legislador Kanako Otsuji sugirió que estos convencionalismos están «desactualizados», según informa la agencia de noticias Kyodo News.

Antecedentes

No es la primera vez que se lanza una campaña para cambiar los códigos de vestimenta en el trabajo para las mujeres, y algunas incluso han tenido éxito.

La británica Nicola Thorp inició una petición para que se cambiaran los códigos de vestimenta en Reino Unido después de que la compañía financiera PwC le pidiera que llevase tacones.

Thorp, que tenía un contrato temporal, se negó a cumplir con el código de vestimenta. Después de que su caso llegase a los medios de comunicación, la empresa de subcontratación Portico anunció que sus trabajadoras podrían «llevar zapatos planos» con efecto inmediato.

Mientras, en Canadá,la provincia de la Columbia Británica eliminó el código que exige que las empleadas lleven tacones, ya que aseguraron que las mujeres que los usan corren el riesgo de sufrir lesiones físicas por resbalones o caídas, además de posibles daños en los pies, las piernas y la espalda.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-48584498

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En Brasil, MOCHA: la historia de Bachillerato Trans Mocha Celis, una escuela crítica de las desigualdades de género

Redacción: Palabras/27-02-2019

Todos los domingos de febrero, Malba cinepresenta MOCHA. Nuestra luchaSu vida, Mi derecho, una creación colectiva del Bachillerato Popular Travesti-Trans Mocha Celis, dirigida por Francisco Quiñones Cuartas y Rayan Hindi, que cuenta la historia de la primera escuela del mundo crítica de las desigualdades de género, que está orientada, aunque no de forma excluyente, a personas trans, travestis y transexuales.

Realizado por los propios estudiantes, quienes contaron sus historias y escribieron el guión, el documental, que también podrá verse a partir del 28 de febrero en el cine Gaumont, ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival Asterisco 2018, y en el Rio Festival de Gênero & Sexualidade no Cinema, de Río de Janeiro, y fue seleccionado para competir en el 34° Festival Internacional de Cine de Guadalajara, que se realizará del 8 al 15 de marzo, por el Premio Maguey que premia lo mejor del cine LGTBQ del mundo.

Para conocer algunos detalles más de esta obra, una historia de inclusión y aprendizaje, dentro y fuera del aula, Palabras dialogó con de Francisco Quiñones Cuartas, director del film y del bachillerato Mocha Celis.

¿Cómo surge el proyecto de realizar este documental?

Además de director del bachillereto, yo soy documentalista, productor y director de radio y televisión, y uno de mis primeros contactos con este tema fue hace más de diez años cuando trabajaba en otro proyecto también documental para contar la historia de la cooperativa Nadia Echazú, a partir del que conocí a Lohana Berkins.

En ese momento, teníamos la idea de hacer ese docu, y fuimos a contárselo a Lohana, que desde el inicio nos planteó: “Todo bien, mucho cine, mucho cine, pero siempre muestran la misma imagen”. Ella estaba convencida que los medios de comunicación siempre muestran de una sola forma a las personas travestis y trans, que nunca les dan la oportunidad de construir otros relatos, y que, por lo tanto, en el imaginario social siempre hay una misma construcción.

Obviamente, en aquel momento intenté convencerla que en nuestro caso no era así, y Lohana simplemente dijo: “Dale, dibujá una travesti, entonces”, y yo quedé tieso. Finalmente, llegamos a un acuerdo: nosotros nos encargaríamos de lo técnico, y los miembros de la cooperativa de todo lo demás. Así nació Furia Travesti, el documental, pero también en el proceso me empecé a cruzar con muchos de los compañeros y compañeras, militantes y activistas con quienes empezamos a gestar el proyecto del bachiller Mocha Celis.

En el proceso de trabajo para Furia, Lohana me había mandado a leer La gesta del nombre propio, y Cumbia copeteo y lágrimas, dos libros que te enfrentaban con datos crudísimos, como que el promedio de vida de las personas travestis y trans era de 35 años, además de cuestiones relativas a la salud, la educación, etc, por eso, en paralelo a la realización, comenzamos a pensar la idea de tener una escuela, aunque siempre creyendo que algo así ya debía existir.

Llamamos a Lohana para contarle el proyecto y nos dijo que le parecía excelente, que no existía nada igual, que esta era nuestra oportunidad, que debíamos hacerlo ya. También nos dijo cómo se debía llamar, donde podía estar ubicada, con quién debíamos hablar…motorizó todo, así era Lohana.

Y así llegamos a construir el Bachillerato Popular Travesti-Trans Mocha Celis, la primera escuela del mundo crítica de las desigualdades de género, que está orientado, aunque no de forma excluyente, a personas trans, travestis y transexuales, que finalmente pudimos inaugurar el 11 del 11 de 2011, y donde hoy estudian más de 120 personas, muchas trans pero también mamás solteras, afrodescendientes, mujeres mayores de 50 años.

¿Y desde aquel Furia que es semilla del bachiller cómo surge la posibilidad de hacer esta nueva producción?  

Hacia finales de 2014, cuando se recibió el primer grupo, empezamos a darnos cuenta que lidiábamos con un problema porque muchos se acercaban a la escuela intentando contar la historia del Mocha Celis, como lo había hecho yo diez años antes con la de la cooperativa, con buenas intenciones, pero generando una sensación de zoologización en quienes estaban estudiando: con gente que entraba todo el tiempo, a veces sin avisar, sacaban fotos, etc.

Entonces, nuevamente, recordando las palabras de Lohana surgió la necesidad y la posibilidad de construir un relato propio, que sirva para replicar la experiencia, para que otras personas quieran terminar los estudios identificándose con quienes cuentan esta historia, y que les brinde además a las estudiantes la posibilidad de revertir esos imaginarios instituidos, con relatos en primera persona, que los reconozcan como sujetos productores de sentido y conocimiento. Definitivamente, cerraba por todos lados.

Empezamos a armar el proyecto, hicimos un crowfunding para conseguir el dinero para financiarlo, y en el Bachi Mocha los estudiantes adquirieron herramientas audiovisuales, y comenzaron a trabajar para hacer una película que reflejara quiénes son y qué les ha pasado, con la intención de promover la idea de que otra educación es posible y que a través de esta, ellos tienen nuevos horizontes.

Así, llegamos a generar este contenido de calidad, que puede presentarse en espacios masivos de difusión como los cines, los festivales o el Malba, que muchas veces están vedados para los cuerpos que construyeron este trabajo.

¿Y cómo estructuraron la historia?

El documental corre sobre tres líneas, la historia de Mocha, una travestique migró de Tucumán y que fue asesinada por la policía en los años 90 en la zona de Flores, mayormente ficcionalizada, la de la producción del docu, que tiene muchos materiales de detrás de cámara, y la de la institución, con entrevistas, en un formato documental más clásico.

Un planteo que creo resulta en una acción de visibilidad muy grande que parte del corazón del propio espacio, sin golpes bajos, sin reproducir la tristeza, sin caer en la pedagogía de la crueldad, construida desde la pedagogía travesti del amor, recordando aquello que escribió Lohana en su carta de despedida: “el amor que nos negaron es el motor de nuestro movimiento”.

¿Y además de las excelentes críticas y la recorrida por festivales qué ha generado hasta aquí el material?

Están pasando muchas cosas afortunadamente, porque aunque hace siete años que estamos trabajando todavía hay mucha gente que no nos conoce, y que a partir de ver el docu, o leer comentarios sobre el material se empezó a comunicar, y muchas chicas que no sabían que existía el Mocha se han empezado a anotar en la escuela.

Luego, particularmente me encanta cuando veo que muchas personas al ver el documental plantean cosas como: “nunca había pensado que el tema de la vivienda era tan importante”, “no había reparado que tener un hogar te organiza la vida y lo duro que es vivir teniendo que mudarte todo el tiempo”, muchas cosas que uno no ve, porque las da por sentadas, y que aquí se exponen desde un lugar que genera empatía.

También es interesante como el documental muestra como es la agencia del tiempo en las personas trans, porque si sumamos la cantidad de veces que han sido detenidas solo por el hecho de ser, en general todas suman más de cinco años, es una carrera universitaria promedio; o como da cuenta de situaciones como la de Claudia, que aparece en el documental, que superó el promedio de 35 años de vida, es una sobreviviente, y tiene planteos sobre cómo tener una vejez digna, que desnudan una realidad que mucha gente no conoce.

Y todo generando empatía, por eso siempre decimos que una de las acepciones del término trans es “más allá de”, algo que para nosotros es central, porque, en definitiva, más allá de nuestras cuestiones de identidad, o expresión de género, o de nuestra sexualidad, todos y todas tenemos derechos que deben ser garantizados.

¿Junto a lo anterior se han acercado personas interesadas en replicar la experiencia y cómo continúa el proyecto de la escuela?

Afortunadamente eso ya está sucediendo, ya hay 22 preuniversitarios en Brasil, uno en Chile, una escuela hermana en Tucumán, un plan fines dentro de la Universidad de Avellaneda, y luego de la película se han acercado muchas personas con ganas de replicarla, preguntándonos cómo lo hicimos.

Nosotros, en tanto, continuamos funcionando dentro de la mutual Sentimiento, tenemos títulos oficiales, y parte del grupo de docentes reconocido, pero también tenemos una parte que no lo está, que trabaja ad honorem porque no tenemos financiamiento integral del Estado, y todo el tiempo tenemos que hacer eventos y otras acciones para poder sostener la escuela.

Además, así como se hizo el documental todos los años producimos otros contenidos que nos permiten sensibilizar y generar sentido de manera colectiva, materiales como La revolución de las mariposas, un libro que actualiza La gesta del nombre propio, la obra que nos dio Lohana cuando comenzó la escuela, pero donde las propias estudiantes son las que hacen las entrevistas, procesan los datos, etc. generando una herramienta que es consultada incluso por las agencias estatales, porque compila y analiza los datos existentes, frente a la ausencia de datos oficiales. Si sin financiamiento integral podemos hacer todo esto, es inimaginable lo que se podría lograr si el Estado estuviera presente en el Bachi Mocha, como tiene que hacerlo en todas las instituciones educativas.

Fuente: http://www.palabras.com.ar/notas/la-historia-de-bachillerato-trans-mocha-celis-una-escuela-critica-de-las-desigualdades-de-genero/

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España: Constituido el Observatorio ‘Mujeres, Ciencia e Innovación’

Redacción: El Derecho

El Observatorio, formado por nueve ministerios, actuará para reducir la brecha de género en los ámbitos científico, tecnológico, de innovación y universitario.

Se ha constituido el Observatorio ‘Mujeres, Ciencia e Innovación’ para la Igualdad de Género (OMCI), creado el pasado 23 de noviembre por el Consejo de Ministros. El objetivo de este órgano es analizar la situación de las mujeres en el ámbito de la investigación y la innovación, fomentar la realización de políticas públicas y actuaciones de igualdad de género, y promover la mejora de la situación de las mujeres en el sistema español de Ciencia, Tecnología e Innovación.

El Observatorio, que nace para combatir cualquier discriminación por razón de sexo, es un órgano colegiado interministerial que integra a nueve ministerios a nivel de Dirección General, y está presidido por la secretaria de Estado de Universidades, Investigación, Desarrollo e Innovación, Ángeles Heras.

En las universidades y Organismos Públicos de Investigación (OPIs) existe una importante segregación de género, sobre todo vertical (el denominado techo de cristal): solo el 21% de las cátedras de universidad estaban ocupadas por mujeres en el curso 2016-2017 y solo hay un 25% de profesoras de investigación en los OPIs. También hay datos que evidencian la segregación horizontal, con solo un 24% de mujeres entre el personal investigador de Ingeniería y Tecnología en universidades y un 36% en el área de Ciencias Naturales en los OPIs.

En este contexto, el Observatorio ha acordado en su primera reunión iniciar actuaciones inmediatas para conciliar la vida familiar y profesional en los centros de investigación, así como actualizar los criterios de las convocatorias y las normativas de los OPIs y universidades para garantizar la igualdad de género en la selección, contratación y promoción de personal investigador y en la composición de los tribunales que evalúan las plazas a cubrir. Igualmente, el Observatorio va a impulsar la aplicación de las siguientes medidas ejecutivas: incorporar criterios sensibles al género en la formación del personal investigador y en la evaluación del rendimiento científico; mejorar los criterios de la composición de las comisiones de evaluación de ayudas a la I+D+i con objeto de evitar posibles sesgos de género en sus criterios de selección; promover la igualdad de género en equipos e instituciones, y poner en marcha un plan de formación dirigido a la alta dirección y mandos intermedios de los centros públicos de investigación y de sus órganos de gobierno.

Se pretende también activar la elaboración de nuevos protocolos para la prevención y protección frente al acoso sexual y el acoso sexista en universidades y OPIs, dado que el OMCI tiene entre sus funciones el seguimiento de las actuaciones de los ministerios, las Administraciones Públicas y, en general, de todos los actores del sistema español de universidades, ciencia, tecnología e innovación en materia de prevención y lucha contra el acoso laboral y el acoso sexual y por razón de sexo en el trabajo, incluyendo la violencia de género.

El Observatorio ‘Mujeres, Ciencia e Innovación’ para la Igualdad de Género funcionará en pleno y se reunirá, al menos, dos veces al año con carácter ordinario. Forman parte del Observatorio, entre otros miembros, la delegada del Gobierno para Violencia de Género, Pilar Llop, la presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Rosa Menéndez, la directora del Instituto de la Mujer, Silvia Buavent, el subsecretario del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, Pablo Martín, el secretario general de Coordinación de Política Científica, Rafael Rodrigo, el secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón, la directora general de I+D+i, Teresa Riesgo, y el director general del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), Javier Ponce.

En esta primera reunión se han establecido las siguientes comisiones de trabajo: Género en la Ley de Reforma de Universidades, Incorporación de género a la nueva estrategia de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI), Género en Cooperación Internacional en CTI, y Organización del XI Congreso Europeo sobre ‘Gender Equality in Higher Education and Research’, de carácter bienal, que se celebrará en Madrid en 2020.

Fuente: https://elderecho.com/constituido-observatorio-mujeres-ciencia-e-innovacion

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ESTADOS UNIDOS DeVos propone nuevas reglas sobre conducta sexual inapropiada en HE

América del Norte/EEUU/Sarah Brown and Katherine Mangan, The Chronicle of Higher Education.

Los estudiantes acusados ​​de conducta sexual inapropiada obtendrían mayores protecciones y las universidades que investigan las quejas podrían enfrentar una responsabilidad reducida en virtud de las nuevas regulaciones propuestas el viernes por la Secretaria de Educación de los Estados Unidos, Betsy DeVos. 

Las tan esperadas reglas reemplazarían la guía del Título IX de la administración de Obama [la ley contra la discriminación sexual en la provisión de educación], que exigía una aplicación más agresiva de la ley de 1972 que exige la igualdad de género entre las universidades que aceptan dinero federal. 

DeVos rescindió esa orientación en 2017 y prometió que seguirían las reglas formales. Las regulaciones propuestas, publicadas el viernes pero aún no publicadas oficialmente en el Registro Federal, no entrarán en vigencia hasta que el público tenga 60 días para evaluar. 

Muchos de los cambios ya se habían hecho públicos enInforme de The New York Times , que obtuvo un borrador de las reglas. 

Cambios clave propuestos

Aquí hay cinco cosas que debe saber acerca de las regulaciones: a 

una persona acusada de conducta sexual inapropiada se le garantizará el derecho de interrogar al acusador. Esta disposición marcó el cambio más grande desde el borrador que se había filtrado en agosto. El interrogatorio tendría que hacerse en una audiencia en vivo por un abogado u otro asesor, pero las partes podrían ser en salas separadas, utilizando la tecnología si fuera necesario. La orientación de la era de Obama había desalentado el interrogatorio directo debido a su potencial para volver a traumatizar a las víctimas.

Las responsabilidades de los colegios de investigar se limitarían a los casos en que haya quejas formales y los supuestos incidentes ocurran en el campus o dentro de un programa o actividad educativa. Los críticos señalan que muchos supuestos incidentes de conducta sexual inapropiada ocurren en apartamentos ubicados fuera del campus, y no está claro si deberían investigarse. 

La definición de universidades de acoso sexual que deben actuar sería más restringida. Las nuevas reglas definirían el acoso sexual para incluir «una conducta no deseada basada en el sexo que es tan severo, generalizado y objetivamente ofensivo que niega efectivamente a una persona el acceso equitativo al programa o actividad educativa del receptor». La administración de Obama definió el acoso como “Conducta no deseada de carácter sexual”.

Las universidades tendrían la opción de usar un estándar de prueba más alto. Al decidir si ocurrió una conducta sexual indebida, la guía de la era de Obama le dijo a las universidades que adoptaran un estándar de «preponderancia de la evidencia», lo que significa que es más probable que no haya ocurrido una conducta indebida. Las nuevas reglas permitirían a las universidades aplicar ese estándar mínimo o el umbral superior de «evidencia clara y convincente». Ambos son menos estrictos que el estándar «más allá de una duda razonable» que se suele necesitar para las condenas penales. 

Las universidades tendrían más libertad para utilizar la mediación y otros procedimientos informales de resolución.La guía anterior había dicho que la mediación, en lugar de un proceso formal de investigación y adjudicación, no era apropiada en casos que involucraban una presunta agresión sexual. La preocupación era que las presuntas víctimas podrían sentirse presionadas por sus universidades para participar y que el proceso podría ser traumático. Los defensores dijeron que podría ser atractivo para los estudiantes que no quieren que la persona que los agredió sea suspendida o expulsada. Las regulaciones propuestas dicen que las universidades pueden optar por una resolución informal en cualquier momento, siempre que ambas partes lo acepten voluntariamente. 

El documento explica las medidas específicas que las universidades deben tomar para los estudiantes, ya sea que presenten o no quejas formales. Esos podrían incluir asesoría, extensiones de fechas límite, órdenes de no contacto y cambios en los horarios de clases.

El Departamento de Educación sostiene que los cambios propuestos en el documento de 149 páginas ahorrarán aproximadamente US $ 286 millones a US $ 368 millones durante la próxima década, y garantizarían “procedimientos justos y confiables que brinden las protecciones adecuadas del debido proceso para los involucrados en la reclamación. procesos ”. 

Bajo la guía de la era de Obama, las universidades no estaban seguras de si las directrices eran legalmente vinculantes, dicen las nuevas regulaciones.

Algunos opinaron que “esos documentos de orientación presionaron a las escuelas y universidades a renunciar a las protecciones sólidas del debido proceso; capturó una amplia gama de conductas indebidas, lo que dio como resultado la violación de la libertad académica y la libertad de expresión, y la regulación gubernamental de la actividad sexual consensual y no criminal; y eliminó las opciones razonables de cómo las escuelas deben estructurar sus procesos de reclamo para adaptarse a la misión pedagógica, los recursos y la comunidad educativa de cada escuela ”.

Según la guía anterior, según el documento, «cientos de estudiantes han presentado quejas ante la OCR [Oficina de Derechos Civiles del departamento] alegando que su escuela no proporcionó un proceso rápido o equitativo en respuesta a un informe de acoso sexual, y más de 200 los estudiantes han entablado juicios contra colegios y universidades alegando que su escuela los disciplinó por mala conducta sexual sin brindar las protecciones del debido proceso ”. La 

reacción a las regulaciones fue rápida, con demócratas en la Cámara de Representantes y el Senado que condenaron las propuestas por socavar el apoyo a las víctimas de acoso sexual.

A pesar del argumento de que las regulaciones simplificarán los asuntos para las universidades, «abre todo tipo de espacio gris para los campus», dijo Peter F Lake, quien dirige el Centro de Excelencia en Derecho y Política de Educación Superior de la Universidad de Stetson. 

«El gran ganador aquí es para los abogados que demandan a las escuelas», dijo. «Podría conducir fácilmente a una inundación de litigios». 

Otros, incluida la Fundación para los Derechos Individuales en la Educación, un grupo de defensa de la libertad de expresión, dijeron que las reglas harían que el proceso de adjudicación sea más justo para todos los involucrados. 

Permitir el interrogatorio cruzado

Para algunos, la parte más controvertida de las nuevas regulaciones es el requisito de que se permita a los estudiantes acusados, a través de un tercero, interrogar a sus acusadores en una audiencia en vivo.

Las reglas estipularían cuándo es apropiado preguntar sobre el historial sexual de una persona y, en general, prohibir las preguntas que son acosadoras o irrelevantes. 

Dada una sentencia reciente de un tribunal federal , los funcionarios universitarios ya notificaron que debían considerar cómo incorporar interrogatorios significativos en sus procesos, dijo Courtney Bullard, ex asesora general de la Universidad de Tennessee en Chattanooga que ahora trabaja en la práctica privada. .

En muchas instituciones, especialmente en universidades pequeñas donde hay un grupo limitado de panelistas oyentes, los casos son manejados por un solo investigador, generalmente un administrador o un abogado externo, que realiza las entrevistas, escribe un informe y emite un hallazgo sobre si las políticas del campus fueron violados. La normativa vigente no lo permitiría. 

Hay pros y contras al interrogatorio, dijo. Le preocupan los casos en que un estudiante tiene un abogado como asesor y el otro no. 

«Es difícil ver a un estudiante interrogado por un abogado», dijo. «No se siente bien en un entorno educativo. No se siente apropiado ”.

Jeffrey J Nolan, un abogado que asesora a las universidades sobre temas relacionados con el Título IX, dijo que exigir el interrogatorio «podría afectar la disposición de las personas a denunciar un asalto sexual, si se ven a sí mismos en una sala de audiencias y se les grita sobre su historial sexual de la manera en que lo ven». en programas de televisión «. 

Permitir que una persona acusada interrogue al acusador, incluso a través de un abogado, es» una idea horrible «, dijo Colby Bruno, asesora legal del Centro de Derecho de los Derechos de las Víctimas. 

Poder para intimidar

«La violación es sobre el poder y el control y no sobre el deseo sexual», dijo. «Por lo tanto, es una mala idea darle a la persona con poder aún más poder para intimidar y lastimar a la víctima».

Carly N Mee, abogada senior del grupo de defensa SurvJustice, ve problemas potenciales al tratar de poner a los acusados ​​y acusadores en diferentes salas para evitar interrogatorios cara a cara. Ella representó a los acusadores que debían llamar a Skype mientras el acusado estaba en la sala de audiencias, solo para sentirse frustrado cuando los videos fallaron y la calidad del sonido era deficiente. 

Ella ve los cambios propuestos como parte de un patrón más grande y preocupante en las nuevas regulaciones. «Estos cambios están diseñados para darle la vuelta al Título IX sobre su cabeza y otorgar derechos a los estudiantes acusados ​​cuando se suponía que el Título IX estaba protegiendo a quienes experimentan discriminación sexual», dijo Mee.

Pero los defensores de los estudiantes acusados ​​dicen que la plataforma está en su contra cuando no pueden cuestionar a sus acusadores. Cynthia Garrett, abogada y líder de un grupo de defensa llamado Families Advocating for Campus Equality, dijo que el interrogatorio es fundamental porque permite que las partes y los tomadores de decisiones tengan la oportunidad de observar respuestas en tiempo real, observando inconsistencias en el testimonio y evaluando el comportamiento de un testigo . 

Cuando las preguntas se canalizan a través de un miembro del panel de audiencia o investigador, «a veces se hacen muy pocas preguntas, las que se hacen se reformulan de una manera que socava la efectividad de la pregunta y casi nunca se hacen preguntas de seguimiento. ,» ella dijo. 

Elevando el listón para las investigaciones.

Otros aspectos de los reglamentos propuestos, como la definición más restringida de acoso sexual, la elección del estándar de evidencia a utilizar y el lenguaje sobre «quejas formales», siguen siendo similares al documento borrador que se filtró en agosto al New York Times. . 

Las nuevas reglas podrían elevar el estándar para cuando se requiera que una universidad inicie una investigación, dijo Taylor Sinclair, director de Título IX para el Sistema de Universidades Estatales de Nebraska. Eso no significa que las universidades no se ocuparán de las quejas que ya no cumplen con el umbral.

Según las nuevas reglas, los oficiales del Título IX probablemente pasarían más tiempo educando a las personas sobre cómo navegar por las relaciones y establecer límites, en lugar de investigar, dijo. Más podría recurrir a los tipos de recursos informales que ya se utilizan en muchos casos. 

«Cambia la lente a través de la cual observamos la mala conducta y cómo la universidad decide quién es una víctima y quién no», dijo. 

Sin embargo, le preocupa que cuando a algunas víctimas se les diga que su queja no alcanza el umbral, desaparecerán. Algunos podrían no presentarse en absoluto.

«Vamos a perder oportunidades para ayudar a los estudiantes, para resolver problemas, si pasamos por alto estas afirmaciones», dijo. Le gustaría ver una definición que esté en algún lugar entre el estándar de «conducta no deseada de naturaleza sexual» de la era de Obama y el nuevo propuesto. 

A pesar de que a las universidades se les puede permitir usar un estándar más alto para determinar si una persona ha sido víctima de una conducta sexual inapropiada, es probable que muchos de los que usan el estándar de preponderancia de la evidencia se adhieran a él debido a la reacción que podrían enfrentar, varios títulos Dijo IX abogados entrevistados. 

Cambios en la notificación obligatoria

Otro cambio que ya ha generado mucho debate es que las universidades serían legalmente responsables de manejar solo las quejas formales presentadas por un funcionario que tiene la capacidad de remediar la situación. Eso no incluye informes de profesores, asesores residentes y otros. 

En los últimos años, muchas universidades han adoptado políticas que designan a casi todos los empleados del campus como informadores obligatorios de conducta sexual inapropiada, que deben alertar a la oficina del Título IX cada vez que se enteran de un posible incidente. 

Algunos miembros de la facultad han criticado las políticas porque se sintieron obligados a revelar conversaciones confidenciales con los estudiantes.

Pero si las universidades responden designando a menos personas como reporteros obligatorios o limitando cuándo deben comunicarse con la oficina del Título IX, eso reduciría el número de personas que combaten la violencia sexual, algo de preocupación. 

Las políticas de información obligatoria a menudo ayudan a los coordinadores del Título IX a identificar patrones de mala conducta, dicen los partidarios. Si tres personas informan a tres profesores diferentes sobre los incidentes que involucran al mismo estudiante, y los miembros de la facultad cumplen con su obligación de informar a la oficina del Título IX, los administradores pueden detectar la tendencia y reaccionar.

Desde un punto de vista de responsabilidad legal, los campus estarían mejor si hubiera menos reporteros obligatorios, dijo Bullard, el ex asesor general de Chattanooga. Las universidades ya no serían responsables si alguien le contara a un miembro de la facultad sobre un incidente y ese miembro de la facultad no lo informara a la oficina del Título IX. 

Hoy en día, sin embargo, muchos estudiantes tienen expectativas sobre lo que sucederá cuando denuncien un presunto asalto, dijo Bullard. Una cultura de información obligatoria se ha apoderado de muchos campus. «Es difícil desentrañar a la gente», dijo. 

«Cuando un estudiante le dice algo a un administrador del campus, en última instancia, piensan que esa persona tiene la capacidad de solucionar su problema», agregó. «Y luego, se sienten molestos porque sienten que le dijeron a alguien que tiene la capacidad de solucionar el problema».

Un enfoque de «buena fe»

Las universidades con las que trabaja Bullard siempre tienen «hambre de orientación», dijo. Dicen: «Dame algo sólido en el que basar mis decisiones». En última instancia, dijo, eso es lo que podrían proporcionar estas regulaciones, que las universidades aceptarían. 

Las regulaciones propuestas, dijo, parecen adoptar un enfoque más de buena fe, en el cual, si los administradores del campus siguen sus políticas y actúan de buena fe, no enfrentarán una seria reprimenda del gobierno federal. 

«El juego final es, debería quitar algo de la presión de las instituciones», dijo. “Pero en medio de todo eso, será otra reevaluación. Esto es lo que han estado haciendo desde 2011. «

Bisi Okubadejo, un abogado que trabajó para la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación durante las administraciones de Bush y Obama, no está convencido de que las nuevas regulaciones reduzcan la responsabilidad de los colegios. 

Okubadejo, quien ahora asesora a las universidades sobre sus obligaciones bajo el Título IX, dijo que más estudiantes acusados ​​podrían demandar si las protecciones que exigen las nuevas reglas no son provistas por sus campus. 

Sarah Brown escribe sobre una variedad de temas de educación superior, que incluyen asalto sexual, raza en el campus y vida griega. Síguela en Twitter @Brown_e_Points o envíe un correo electrónico a sarah.brown@chronicle.com.

Katherine Mangan escribe sobre universidades comunitarias, esfuerzos de finalización y capacitación laboral, así como otros temas en las noticias diarias. Síguela en Twitter @KatherineMangan o envíe un correo electrónico a katherine.mangan@chronicle.com.

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Educación en transición: Cómo maestros transgénero están transformando las escuelas en Brasil y Colombia

Redacción: Global Voices

Leona Freitas es una típica campesina brasileña. Su vida diaria transcurre alrededor de amigos cercanos y su pareja. sus sueños no son muy grandes: quiere comprar una casa y tener una vida tranquila. Casi no sale de Congonhas, la ciudad donde nació y trabaja. Nunca ha visitado una gran ciudad. São Paulo es un sueño distante para ella. Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, está apenas a 80 km de su ciudad y desea visitarla. “Iré cuando pueda”, dice.

Congonhas es un histórico pueblito conocido por sus festivales religiosos, que atraen a miles de católicos de todo el país. Con sus muchas iglesias y escuelas católicas, se parece a cientos, tal vez miles de ciudades sudamericanas: religiosa y conservadora.

Leona es una mujer transgénero. Dio a conocer su identidad de género después de graduarse de Pedagogía. Calificar como maestra de escuela solamente es posible a través de un concurso público. “No sé si podré encontrar trabajo en un colegio privado, la mayoría tiene vínculos con partes de la Iglesia Católica o iglesias evangélicas”, dice.

Así que Leona enseña en una escuela pública. Su vida ahí no es fácil. Dice que es la única maestra transgénero en la ciudad de 50000 habitantes, y puede sentir la incomodidad de sus compañeros de trabajo. Pero no se intimida —al contrario. Cree que ya ha tenido un gran logro: que se refieran a ella con denominativos femeninos. “Aún les es difícil decirme ‘Leona’. Usan mi nombre: señorita Albert”, explica.

Leona Freitas es la única maestra transgénero del pueblito brasileño de Congonhas. Foto de Toni Pires. Usada con autorización.

En muchos países sudamericanos, la discriminación aún impide que las personas que no se identifican con el sexo que les asignaron al nacer –el que figura en el certificado de nacimento– estén representadas adecuadamente en política, puestos de liderazgo y trabajos comunes y corrientes como choferes, vendedores o cajeros.

En las escuelas esta representación es menor. Para el promedio de sudamericanos, el rol de maestro sigue teniendo una posición de autoridad. “Nadie espera que un transgénero sea maestro. Parece que hay incompatibilidad entre esas dos ideas imaginarias”, dice Alanis Bello, maestra transgénero de la Universidad Pedagógica Nacional en Bogotá, Colombia.

Alanis Bello: “Me encanta provocar la curiosidad de los estudiantes. Llegué a la universidad con tacos altos, muy maquillada, muy drag. A todos se les cayó la quijada de asombro”. Foto de Toni Pires. Usada con autorización.

Ana Paula Braga Luz , profesora voluntaria en el proyecto TransPassando en Fortaleza (Brasil), está de acuerdo con que ser transgénero es excepcionalmente complicado. “La mayoría tiene la idea de los educadores transgénero y transexuales van a sexualizar y convertir a los niños en gays, lesbianas o transgénero”, dice.

Hay pocos datos oficiales de cuántos transgénero trabajan en la educación pública, no solamente en Sudamérica sino en todo el mundo. Generalmente, esta población no figura, y las investigaciones demográficas casi no toman en cuenta la identidad de género.

Pero los transgénero están logrando visibilidad gracias a los medios y a internet. El Instituto Brasileño de Transeducación (IBTE) ha estado usando redes sociales para conectar a maestros transgénero en el país. Al mando de las educadoras transgénero Sayonara Nogueira y Andréia Cantelli, IBTE lanzó una encuesta en línea en 2017 para averiguar cuántos profesionales trans trabajan en las escuelas. “Encontramos 90 maestros, pero creo hay muchos más”, dice Sayonara. “Quedamos impactadas por la historia de cuatro hombres transgénero que se identificaron como lesbianas porque temían que el personal y los alumnos de la escuela no los aceptaran”.

Aislados por mucho tiempo, los maestros trans están hallando fuerza en los números. “Estamos fortaleciendo la red. Buscamos educadores que los fortalezcan y que sepan que hay normas legales que los protegen, así que ya no tienen que esconder quiénes son”, dice Sayonara, vicepresidenta de la organización. “También les ayudamos a abordar su identidad de género y las orientación sexual en el aula con planes de lecciones”.

Romper el prejuicio

Al inicio de cada año escolar, cuando recibe alumnos nuevos, la maestra brasileña Fernanda Ribeiro declara: “soy travesti”.

“Así rompo el chisme y quedo disponible para conversar”, dice. Los estudiantes terminan recibiendo educación extracurricular sobre identidad de género. “A menudo bromeo que soy sujeto de investigación itinerante porque el resultado es deconstrucción en todos los sentidos: de estigma, de estereotipos”. Ahora, Fernanda ya no es la “maestra transgénero”. Es solamente la maestra Fernanda, “un poco estricta pero genial”.

Gradualmente, los educadores trans están rompiendo los prejuicios. Blasia Gómez Reinoso se retiró en 2017 después de 35 años como maestra y directora de un colegio en Catamarca, pequeña ciudad de Argentina. Hizo su transición en 2012 y de sus ojos caen lágrimas cuando recuerda el momento en que hizo el anuncio a sus alumnos.

“Siguieron mi transición paso a paso. Les explicaba todo. Cuando anuncié que era transgénero, me sentí la persona más amada del mundo. Los chicos aplaudieron, las chicas lloraron”, dice cuando evoca esos tiempos. “Descubrí que los nilños tienen la mente abierta. Somos los adultos los que tenemos problemas en aceptar la diversidad sexual”.

Los alumnos de Fernanda Ribeiro siguieron su transición paso a paso. “Descubrí que los nilños tienen la mente abierta. Somos los adultos los que tenemos problemas en aceptar la diversidad sexual”. Foto de Toni Pires. Usada con autorización.

La colombiana Alanis Bello dice que tuvo que pelear para tener su empleo en la Universidad Pedagógica Nacional. “Mi nombre de nacimiento es Jason”, dice. “No quería cambiar mis documentos”. Sus alumnos esperaban un hombre como maestro. “Me encanta animar la curiosidad de los alumnos”, dice Alanis, que es socióloga. “Llegué a la universidad con tacos altos, muy maquillada, muy drag. Se les cayó la quijada de asombro”, ríe. Poco a poco construyó una red de alianzas con alumnos, maestros y otros sectores de la institución. Alanis explica que enseñar desde una perspectiva travesti es curativo. “Es pedagogía curativa y poética pues trata de reparar las heridas del odio, rabia y discriminación por el que pasa todo el que tiene un cuerpo, no solamente los transgénero”.

Dice que esto ha generado cambios. “Estoy ayudando a capacitar a futuros educadores que piensan en la educación de manera diferente, que se cuestionan y se dejan conmover por la magia del transvestismo”.

Laura Morales, alumna de Alanis, dice que la experiencia de tener una profe transgénero fue impactante para su manera de pensar y sentir. “Fue maravilloso”, dice. “Cuando llegas a un lugar como una universidad y conoces personas con quienes te conectas por su humanidad y no por su género… y cuya apariencia te hace decirte: “bueno, es llamativa físicamente, pero es su sonrisa, su ser, su intelecto es lo más adorable. Ya no la ves en términos de género, sino como ser humano. Ha sido fundamental porque aprendí que no hay solamente dos opciones, sino mil maneras de ver, pensar y sentir”.

Fuente: https://es.globalvoices.org/2018/10/25/educacion-en-transicion-como-maestros-transgenero-estan-transformando-las-escuelas-en-brasil-y-colombia/

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Escuelas religiosas en Australia podrían rechazar a estudiantes y profesores LGBTI

Redacción: RCN Radio/17-10-2018

El país cuenta con algunas provisiones legales que permiten la discriminación de estudiantes y profesores homosexuales.

Australia debería modificar la ley para permitir que las escuelas religiosas en todo el país puedan rechazar a estudiantes y profesores homosexuales, según un informe encargado por el gobierno del país filtrado a la prensa local.

El documento titulado La Revisión de las Libertades Religiosas en Australia, parcialmente filtrado por el diario Sydney Morning Herald, propone cambiar la ley federal de Discriminación Sexual para que las escuelas puedan excluir a las personas por su orientación sexual, identidad de género o estatus de relación.

«Es de suma importancia para algunas comunidades escolares cultivar un entorno y una ética que se ajusten a sus creencias religiosas», dice un extracto del informe entregado en mayo al gobierno de la coalición Liberal-Nacional, que aun no ha sido divulgado y que es discutido por el Gabinete.

«En la medida en que esto se pueda hacer en el contexto de las salvaguardas apropiadas para los derechos y la salud mental del niño, el panel acepta su derecho de seleccionar, o de dar preferencia, a los estudiantes que defiendan las convicciones religiosas de esa comunidad escolar», añadió el documento.

Australia ya cuenta con algunas provisiones legales que permiten la discriminación de estudiantes y profesores homosexuales y en algunos estados algunas escuelas tienen este poder discrecional.

Las enmiendas, que según el diario se aplicarían solo a los nuevos aspirantes, extendería esta prerrogativa y la haría uniforme en todo el país.

«La ley vigente ya permite que las escuelas hagan exactamente lo que dice el informe», dijo a la prensa el primer ministro, Scott Morrison, que precisó que el Gobierno valora el informe para dar una «respuesta equilibrada».

El informe, elaborado por un panel encabezado por el ex fiscal general Philip Ruddock, rechazó que las empresas invoquen las razones religiosas para rechazar la prestación de servicios ya que supondría «infringir otros derechos humanos» y «causaría daño innecesario a grupos vulnerables».

La oposición laborista anunció que no apoyará la reforma que su portavoz en Educación, Tanya Plybersek, tachó de «propuesta perturbadora».

El copresidente de la campaña a favor de la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, Alex Greenwich, exigió que se descarte esta propuesta mientras que la portavoz de Amnistía Internaciona, Emma Bull, aseguró que las escuelas privadas y religiosas no deberían recibir fondos del Estado si van a tener excepciones adicionales frente a la ley de discriminación.

«La santidad de la religión no debe ser usada para justificar la discriminación o marginación», dijo Bull a la cadena SBS.

El gobierno de la coalición Liberal-Nacional, que incluye a una potente ala conservadora, pidió que se analizara si el derecho de culto de los australianos estaba adecuadamente protegido durante el debate sobre el matrimonio entre personas el mismo sexo que fue aprobado en diciembre pasado.

Fuente: https://www.rcnradio.com/internacional/escuelas-religiosas-en-australia-podrian-rechazar-estudiantes-y-profesores-lgbti

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