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Programas de la 71 Asamblea y Conferencia Mundial de la OMEP

Centro América/ Panamá/ 22.07.2019/ Fuente: www.facebook.com.

@omeppty acogiéndose a la Ley 10 del 24 de junio de 1992, Gaceta Oficial No22,068 de 1 de julio de 1992 “por la cual se adopta la educación ambiental como una estrategia nacional para conservar y desarrollar los recursos naturales y preservar el ambiente”. Y con base en La serie de normas ISO 14000 es un conjunto de normas que cubre aspectos del ambiente, de productos y organizaciones, destacando la Norma ISO 14001, un estándar internacional de gestión ambiental publicado en 1996, tras el éxito de la serie de normas ISO 9000 para sistemas de gestión de la calidad. Por la cual se les informa a todos los participantes del#omepworldcongress2019#omepworldconference2019 que los programas del congreso se encuentran en formato digital, por lo que los invitamos a descargar los mismos en sus dispositivos electrónicos o móviles. De igual manera en el congreso contaremos con pantallas informativas acerca de la distribución de las conferencias e información de los lideres #OMEP

Descargar programa: www.omeppanama.com

Fuente de la noticia: https://www.facebook.com/omepty/photos/a.2130073617285841/2134182733541596/?type=3&theater

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Investigadores de la Universidad de Cádiz señalan: Los adolescentes con pantallas en el dormitorio estudian menos tiempo

Europa/España/ eldiariodelaeducacion.com

Investigadores de la Universidad de Cádiz, la Autónoma de Madrid y el CSIC confirman que tener materiales deportivos en casa, limitar el número de televisores y evitar los ordenadores en las habitaciones de adolescentes contribuyen a prevenir el sedentarismo. El trabajo, desarrollado con casi 1.600 jóvenes entre 9 y 18 años, analiza las características del entorno físico asociado al tiempo que dedican a ver la pantalla, jugar a videojuegos o estudiar.

Investigadores de la Universidad de Cádiz, la Autónoma de Madrid, y el grupo Inmunonutrición del CSIC han demostrado que los niños y adolescentes con pantallas en el dormitorio pasan más momentos sentados o tumbados y dedican menos tiempo a estudiar. Ésta es una de las conclusiones de un trabajo donde han configurado un mapa preciso de las condiciones del entorno de las familias para determinar qué aspectos pueden intervenir en esta actitud.

Los expertos han analizado variables como el número de televisores en casa, los medios de comunicación dentro de la habitación o tener disponibles juegos que propicien la actividad física como factores que predominan en la adquisición de hábitos más o menos saludables. Por otra parte, han confirmado que los jóvenes con un mayor número de dispositivos electrónicos en el hogar dedican más tiempo a actividades de pantalla y menos tiempo al estudio.

Las investigaciones han incluido a casi mil seiscientos jóvenes entre 9 y 18 años a los que se les ha medido la actividad física a través de un acelerómetro durante una semana. En un estudio publicado en la revista European Journal of Sport Science los expertos muestran la imagen global de los hábitos juveniles según distintos parámetros. Por ejemplo, disponer de jardín en casa hace que los chicos naveguen menos por internet. Tener un vecindario que consideran favorable hace que las chicas jueguen menos a videojuegos. Sin embargo, el disponer de pantallas en el dormitorio provoca que ambos géneros dediquen menos tiempo a actividades educativas.

Uno de los resultados del informe es el referido al tiempo que los jóvenes dedican a distintas formas de sedentarismo y su relación con la disponibilidad de pantallas o de material deportivo. “Las conclusiones destacan que el número de materiales, equipamientos e instalaciones deportivas disponibles en el entorno se relaciona con un menor sedentarismo y con un mayor tiempo de estudio. Al mismo tiempo, hemos observado diferencias significativas entre el tiempo dedicado a los dispositivos tecnológicos y a actividades educativas”, indica el investigador de la Universidad de Cádiz, José Castro, autor del artículo.

El trabajo señala que las chicas son más sedentarias que los chicos y dedican más tiempo a actividades educativas como leer o estudiar. Ellos tienen más ordenadores, consolas o televisores dentro de sus dormitorios, pero ellas pasan más tiempo navegando por internet o hablando con las amigas.

La investigadora de la Universidad Autónoma de Madrid Verónica Cabanas, también autora del artículo, afirma: “De las más de siete horas de tiempo libre que tiene un adolescente cada día de media, dedica tres frente a una pantalla y algo más de dos a los estudios. Esto hace que este sedentarismo influya en el riesgo de padecer enfermedades cardiometabólicas a edades tempranas. Con esta investigación hemos profundizado en los factores que pueden contribuir a reducirlo”.

Un escenario completo

Los expertos han elaborado un mapa preciso de las condiciones en las que habitan los jóvenes. Para ello, tanto los escolares como sus familias, han completado una serie de cuestionarios con información sobre sus hábitos cotidianos y su nivel social, cultural y económico. Así, incluyeron las características básicas de la vivienda, la percepción del vecindario, la cantidad de materiales o equipamientos deportivos disponibles en el hogar y los dispositivos tecnológicos existentes en casa y en el propio dormitorio.

La publicación forma parte del proyecto ‘Up & Down’ orientado a determinar los patrones de hábitos saludables y las interrelaciones con diversos factores en niños y adolescentes. En él participan la Universidad de Cádiz y la Autónoma de Madrid en la elaboración y análisis de los datos obtenidos, y el grupo Inmunonutrición del CSIC, que analiza los riesgos de enfermedades cardiovasculares en las muestras de sangre que se extraen a los jóvenes para conocer su estado de salud y las interacciones entre genética y estilo de vida.

Las investigaciones se han financiado a través del proyecto ‘Condición física relacionada con la salud en escolares y adolescentes con síndrome de Down y su relación con indicadores de salud: Estudio longitudinal de tres años’ del Plan Nacional de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Referencia bibliográfica:

Verónica Cabanas Sánchez, Rocío Izquierdo Gómez, Laura García Cervantes, José Castro Piñero, Julio Conde Caveda y Óscar L. Veiga. ‘Environmental correlates of total and domain-specific sedentary behaviour in young people. The UP&DOWN study’. European Journal of Sport Science. 2018.

Esta información ha sido publicada por Agencia Sinc

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/04/17/los-adolescentes-con-pantallas-en-el-dormitorio-estudian-menos-tiempo/

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Canadá: Premiar a los niños con tiempo de pantalla es tan malo como darles chucherías

América del norte/Canadá/17 Enero 2019/Fuente: El país

Un estudio canadiense recalca que el castigo tampoco es eficaz, ya que cuanto más deseamos algo, más lo hacemos. El ejemplo paterno es lo mejor para el buen uso de la tecnología

Usar los aparatos electrónicos como castigo o como recompensa con nuestros hijos no es lo más recomendable. Así lo concluye un estudio elaborado por la Universidad de Guelph en Canadá y publicado en la revista BMC Obesity. Es más, los investigadores añaden que utilizar esto como método correctivo hace que los menores pasen más tiempo usando su tableta o smartphone o viendo la televisión, que aquellos niños a los que sus padres no reprenden o premian con estos dispositivos.

“Es lo mismo que premiar o castigar a los más pequeños con chucherías, ya que lo que conseguimos es que aumente su deseo de comerlas, de tenerlas, lo que podría tener un efecto en su estado de salud”, asegura Jess Haines, una de las autoras en un comunicado. “Lo que consigues es que prefieran un pastel a una zanahoria. Pues lo mismo ocurre con el uso de la tecnología y el deseo de pasar más tiempo frente a una pantalla. Si se lo prohíbo, cuando lo tenga, querrá más. Si le recompenso con tiempo de pantalla, estará más tiempo y se podría volver más sedentario”, añade la experta.

Con una muestra de 62 niños entre 18 meses y cinco años y 68 padres y madres, “queríamos investigar el impacto de las prácticas paternas con los dispositivos electrónicos y su efecto en los pequeños preescolares”, sostiene la autora de la investigación canadiense. De esta forma, preguntaron a los progenitores varias cosas, como cómo vigilaban el uso de dispositivos de sus hijos; cuándo les dejaban utilizarlos y si ellos mismos lo hacían delante de sus retoños. “Era importante estudiarlo, ya que a esta edad es cuando los niños comienzan a establecer hábitos y rutinas que continuarán a lo largo de su vida. Además, ha aumentado el uso de estos dispositivos en estas edades en los últimos años”, prosigue Haines.

Los resultados concluyen que de media los niños pasaban casi una hora y media delante de una pantalla durante los días de la semana y un poco más de dos horas, los fines de semana. Por su parte, los padres pasan una media de dos horas los días laborables y hasta dos y media los sábados y domingos. La Asociación Americana de Pediatría recomienda, por ejemplo, que los niños de menos de 18 meses no deberían usar nunca ningún tipo de pantalla. Y según explica la investigadora en el texto, en Canadá “solo un 15% de los preescolares cumplen el protocolo tecnológico de este país, que indica que estos deben pasar menos de una hora al día frente a estos dispositivos”.

Entre los factores que influyen en el uso de los dispositivos está cuando los padres lo usan como premio o reprimenda. “Este comportamiento correctivo o de recompensa hace que los niños pasen 20 minutos más al día frente a una pantalla”, continúa la experta en el texto. “Y este aumenta un poco más los fines de semana y creemos que se debe a que los progenitores pasan más tiempo con sus hijos y también más tiempo con sus dispositivos”. Según sus resultados, si los padres ven la tele con sus hijos, estos ven más tele, por ejemplo. “Esto es algo que ocurre menos cuanto más pequeños son los hijos, ya que los progenitores suelen aprovechar para ver la tele o usar sus dispositivos cuando estos, por ejemplo, están durmiendo la siesta”, subraya Haines.

Además, los autores del estudio son contundentes: no se deben usar pantallas durante las comidas, “sino que tiene que ser un tiempo para aprovechar en familia”. Hacer que los hijos pasen el menor tiempo posible frente a una pantalla es bueno para la salud de los niños, “recordemos que tener una vida sedentaria está vinculada con un mayor riesgo de padecer obesidad, con un menor rendimiento escolar y con habilidades sociales más pobres”. Cabe recordar que la obesidad infantil ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud, como una creciente epidemia. Es más la prevalencia, según explica esta misma organización, está estimada en 41 millones de niños con sobrepeso u obesos en el mundo.

Y añaden que usar estos dispositivos también les aleja de tener relaciones satisfactorias con sus iguales. “Nuestra esperanza es que estos resultados hagan que los padres sean cautelosos ante de los dispositivos y en cómo educan a sus hijos a este respecto”, concluye Haines.

Consultada en relación a este estudio, la psicóloga infantil Silvia Álava asegura que «efectivamente, es peligroso o inadecuado relacionar el uso de dispositivos con un castigo o un premio. En el primer caso, los psicólogos estamos en contra del castigo, ya que el niño no aprende, no sabe cuál o cómo se corrige la conducta por la que ha sido reprendido. No es un buen uso. Si le prohíbo el uso de pantallas, en cuanto se las ponga delante se volverá loco. Fomentaré su deseo, las ganas. Cuando hace algo mal, es mejor explicarle las cosas, que aprenda a hacerlas bien o cómo tiene que hacerlas, paso a paso, lo que haga falta». «En cuanto a los premios es distinto. Está bien premiar a los más pequeños, que se recompense una tarea que han hecho bien o que les ha ocasionado cierto esfuerzo. Pero hay que premiar de forma coherente, con algo que desee el pequeño. Pero siempre debe ser algo vigilado y con control paterno, no aumentando el tiempo de pantallas, por ejemplo, que hace que el niño no interactúe con otros o que no juegue de forma activa, ambos comportamientos ideales para pequeños preescolares y más mayores», añade la autora de Queremos hijos felices, entre otros títulos.

«Los padres tienen que ser cautelosos con el uso de los dispositivos. Si los usan mucho, el niño percibe que pueden usarlo y que no pasa nada. Dejemos el móvil a un lado cuando estemos con nuestros hijos. El tiempo libre no es para estar más conectados, sino para disfrutar todos juntos y cuando son pequeños por qué no apostar por el juego guiado, por ejemplo», incide la psicóloga.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/01/14/mamas_papas/1547465350_234182.html

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¿Nativos y Nativas Digitales?

Por: Elbinario. 02/05/2018

Cada vez que oigo el termino “nativo digital” algo rechina en mis oídos, soy padre y veo como mis peques manejan desde pequeños dispositivos electrónicos con una cierta soltura, algo que seguramente han aprendido usando el método de imitación. Los niños y niñas aprenden desde pequeños a relacionarse con su entorno imitando a sus familiares, si una niña o niño que no llega al año de edad sabe desbloquear un móvil o aplicación es porque se tiran horas observando el comportamiento de los adultos, pero el hecho de que consigan manejar con cierta soltura(algunos mejor que algunos adultos) la tecnología que los rodea, solo significa que han nacido con ella, no que comprendan como funciona.

Si saben manejar con cierta soltura una aplicación o juego no es solo porque sean unos y unas genios, si no porque los dispositivos y las aplicaciones tienen una capa de “abstracción” muy alta y una interfaz muy intuitiva que permite que cualquiera pueda manejarlos con destreza. Si programo una app con un web-loic y un botón que diga ¡Fire!, y se lo doy a mi pequeña lo mas probable es que acabe realizando un ataque de DDOS y no por ello sera una “juanquer” 😛 😉 por lo tanto no podemos pensar que son “nativos o nativas digitales” solo por haber nacido en en siglo XX, tenemos que hacer mucho trabajo de pedagogía para que según vayan creciendo entiendan como funcionan las redes, como diferenciar una pagina segura de no segura, como contrastar una noticia falsa, como proteger su privacidad,etc..

Lamentablemente por falta de esa pedagogía lo único que veo(hablo de mi experiencia) con niños y niñas de mediana edad y preadolescentes es cultura del exhibicionismo en las redes, pequeños y pequeñas narcisos, intentando obtener la mejor pose para ese “selfie” o vídeo que compartir con sus amigas,exposición irresponsable de datos privados colgados en cualquier pagina, solo porque “esta lo pide” o sus amigas también están registradas,o difusión constante de bulos y noticias falsas intoxicando aun mas las redes.

Necesitamos que comprendan como funciona Internet, puesto que es un elemento fundamental para la humanidad hoy en día, pero también necesitamos que conozcan como funciona la tecnología, fuera de los cánones de corporaciones que solo quieren convertirlos en meros clientes de sus productos y cual es la relación de ella con la sociedad, la “brecha” digital y el “precio” que se paga en derechos laborables y humanos por el “low cost” de esos juguetes tecnológicos y las alternativas mas éticas a estos.

Recuerdo que antiguamente cuando comprabas un nuevo equipo, este venia con un montón de discos y manuales para aprender a usarlo y tus padres te decían no lo toques hasta que leas como funciona, obviamente no le hacías ni caso y la liabas, pero después de liarla cogías al manual y aprendías a como no había que usarlo(por lo menos en mi caso), hoy en día entregamos dispositivos conectados a un gigantesco “mundo”” llamado Internet a nuestros hijos y hijas sin ningún tipo de instrucción y advertencia, porque son nativos y nativas digitales” y claro saben manejarlo mejor que tu y cometemos un grandísimo error,porque estamos fomentando personas, dependientes de un medio que realmente no comprenden como trabaja o funciona, por lo que solo se están convirtiendo en esclavos digitales de empresas y corporaciones, peones para una sociedad tecnocrata cada vez mas intrusiva y controladora.

Tal vez el problema de usar de manera tan alocada la tecnología, sea que esa capa de “abstracción” que hemos comentado antes, también sirva para pensar que detrás de esa pagina que nos pide que nos registremos,compartamos o subamos ese video/foto no existen personas, que al igual que en la vida real, puedan ser capaces de hacer cosas maravillosas o cosas terroríficas, por lo que debemos de enseñar a los niños y niñas que darles nuestros datos es entregarles la llave de nuestros mas preciados secretos y intimidades y eso si en la vida real no lo hacen con “cualquiera” tampoco deberían hacerlo en las redes por muchos “likes” que consigan.

*Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/nativos-y-nativas-digitales/

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Cómo está modelando la tecnología a los jóvenes chinos

La Vanguardia

El Ministerio de Educación chino incorporó en 2016 los deportes electrónicos en su programa de especializaciones universitarias. La retransmisión de las semifinales del campeonato mundial de la liga de leyendas en octubre de 2017 consiguió en este país una audiencia que rondó los 105 millones de espectadores, el 50% más del público habitual de los esports en el gigante asiático. Unos 500 millones de chinos practican esta actividad; aproximadamente 50.000 de ellos son profesionales. La facturación de las empresas relacionadas con esta industria asciende a 6.500 millones de euros.

La mayoría de los clientes de este sector son jóvenes, un colectivo que se está transformando gracias a la tecnología. Otro ministerio, en esta ocasión, el de Cultura, va a publicar una guía para promover la innovación en la animación y los cómics, dos contenidos igualmente populares entre los ciudadanos de menor edad. La consultora de internet iResearch calcula que la cifra de usuarios chinos ha pasado de 50 millones en 2014 a 80 millones tres años después. Además, la mayoría de estos chavales está dispuesta a pagar por esta modalidad de entretenimiento.

Unos 500 millones de chinos practican e-sports; aproximadamente 50.000 de ellos son profesionales

Cuando una figura muy famosa de la animación japonesa, Hatsune Miku, llamada también Miku Hatsune, ofreció en noviembre de 2017 un concierto en Shanghai, hubo entradas que costaron casi 300 euros. Los muchachos que llenaron el recinto y sus compañeros están habituados a comprar y vender. La mayor plataforma de economía colaborativa de la nación, Xianyu, cuenta con más de 200 millones de inscritos. Según los datos que maneja esta firma, el 52% nació en la década de los noventa. Las consecuencias de esta fórmula alternativa de comercio son sorprendentes.

El intercambio de aparatos electrónicos en Xianyu ha reducido en 100 millones de kilos la cantidad de emisiones de dióxido de carbono en tres temporadas, de acuerdo con la valoración de la organización China Beijing Environment Exchange. El transporte en bicicleta es otra medida sostenible muy implantada entre los millennials y los integrantes de la Generación Z en este país. Las aplicaciones de Ofo y Mobike, con índices de penetración superiores al 5%, son las líderes de un mercado en el que se comparten 25 millones de bicis al mes.

El intercambio de aparatos electrónicos en la red ha reducido en 100 millones de kilos la cantidad de emisiones de dióxido de carbono

Para el director ejecutivo de esta segunda empresa, Wang Xiaofeng, tras esta expansión global hay una explicación sencilla: los jóvenes chinos “no están obsesionados por poseer objetos”. Incluso a la hora de comer, estos chicos piensan en clave digital: los establecimientos en línea que sirven encargos son su primera opción. Tres de cada cuatro peticiones se refieren a alimentos orientales tradicionales. El resto de las comandas es menos saludable y de origien occidental: pizzas, hamburguesas… Lo que subyace en este fenómeno es la voluntad de quedarse en casa durante los fines de semana.

Las preferencia tecnológicas de los jóvenes chinos han causado que esté cayendo la venta de un producto que aparentemente estaba tan asentado como los fideos instantánteos. La preocupación por seguir una dieta más variada y las facilidades que proporcionan internet y los dispositivos móviles han desencadenado un descenso en el consumo de este artículo del 17% en los últimos cuatro ejercicios. Así, los fabricantes ingresaron unos siete millones de euros en 2017, 1.200.000 menos que en 2013.

Muchos chavales prefieren quedarse en casa los fines de semana y pedir por internet alimentos orientales tradicionales

Fuente del articulo: http://www.lavanguardia.com/tecnologia/20180106/434079795095/china-internet-psicologia.html

Fuente de la imagen:http://www.lavanguardia.com/r/GODO/LV/p4/WebSite/2018/01/05/Recortada/900090924_20171231191401-kT4E-U43407

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Elogio del papel (y de la palabra pausada)

Por: Jaume Carbonell

Los dispositivos electrónicos colonizan la escuela y dificultan, entre otras cosas, una lectura crítica y profunda.

“Los efectos positivos de los dispositivos electrónicos en el rendimiento escolar son, cuando menos, dudosos. Así pues no debemos llenar la escuela de dispositivos electrónicos para perseguir la ilusión de efectos pedagógicos en realidad inexistentes”. Lo sostiene Roberto Casati, en Elogio del papel. Contra el colonialismo cultural (Ariel, 2015) que amenaza ya con apoderase de la educación. Cabe decir que se trata de un reputado pensador nada alérgico a lo digital que utiliza las TIC con gran frecuencia y le resultan indispensables para muchas de sus actividades. Son diversos los estudios -aunque no abundan y también los hay de signo contrario- que confirman la tesis de Casati sobre las cuestionadas bondades tecnológicas en torno al aprendizaje, que incluso muestran que este decrece en la medida que aumenta el tiempo que ocupan de forma unidimensional.

Ello es perceptible, sobre todo, en la lectura. Patricia Alexander y Lauren Singer (Los nativos digitales también aprenden mejor con los libros de pepel, El País, 26-10-2017). Esta afirmación surge tras revisar docenas de estudios desde 1992 sobre las diferencias existentes entre la palabra escrita y digital, y que muestran que los resultados contradicen la creencia tan generalizada entre los estudiantes de que están aprendiendo mejor leyendo en la pantalla que con los textos impresos. Una cosa es que la lectura digital resulte más atractiva y otra muy distinta es que favorezca una mejor comprensión. Ello se aprecia cuando los textos superan cierta extensión -estos autores la fijan a partir de la página escrita- y se requiere cierto grado de profundidad.

Ahí está la clave. La cultura del zapping tiene enormes ventajas para localizar informaciones en un tiempo récord e incluso para hacerse una idea aproximada, aunque a menudo superficial,  del contenido de un texto: para captar la atención momentánea y satisfacer necesidades urgentes. Pero la atención hay que protegerla también de las distracciones, con la concentración y la pausa necesaria, con el objeto de ejercitar el análisis, el razonamiento, la crítica y la memoria. Es decir la comprensión lectora.

La escuela garantiza el aprendizaje mecánico de la lectura pero no siempre logra una que el alumnado adquiera una lectura en profundidad. Dicho de otro modo: al término de la escolaridad se gradúa un gran número de personas con una alfabetización básica pero otras muchas -desconozco las estadísticas- se convierten en analfabetas funcionales para toda la vida. Depende, claro está, del contexto sociocultural y de las oportunidades educativas postescolares.

En este como en otros ámbitos cabe preguntarse por las virtudes en sí del uso de las diversas tecnologías -que obviamente son diversas e inmensas- en función de los fines educativos, al margen de los crecientes intereses económicos y comerciales de las grandes multinacionales tecnológicas. Y no al revés, como suele ocurrir: primero se llena el centro de ordenadores, tabletas electrónicas, pizarras digitales y otros artefactos, calculando a cuántos tocas por aula y alumno, y posteriormente se discute su uso didáctico. Y a veces ni eso. En tales casos el imperio tecnológico sustituye o marca la agenda de institución educativa, una de las estrategias hoy más poderosas de las políticas neoliberales. De ahí la necesidad de ser cautos en las inversiones en aparatos que, con frecuencia,  además, pronto quedan obsoletos-hay administraciones educativas que de forma irresponsable firman contratos millonarios cautivados por el lustre y prestigio de la novedad-;  y de gestionar sus aplicaciones en función de las diversas necesidades educativas y de las posibilidades de evaluar sus resultados.

Sostiene Casati que el libro y la escuela son dos elementos clave de la resistencia a la colonización digital porque se sitúan en una zona todavía controvertida y disputada. Y porque el desarrollo moral e intelectual de los seres humanos no puede estar al albor de la cultura del zapping ni estar sometida a la carrera desenfrenada del cambio tecnológico. La escuela, en efecto, precisa protección de éstas y otras dinámicas sociales aceleradas. “Tal vez la fuerza de la escuela no sea saber adaptarse, sino poder crear zonas de tranquilidad a partir de las cuales se pueda observar pausadamente la evolución de la sociedad”. Un argumento que entronca con los discursos de la educación lenta y serena, que descarta los atajos que no conducen a ninguna parte (véase Elogio de la educación lenta, Domènech, J, 2009).

Una escuela de calidad que apuesta por un conocimiento sólido, por un aprendizaje situado y por un pensamiento crítico se sustenta en el triángulo formado por la lectura, la escritura y la oralidad. Una lectura más atenta, reflexiva y profunda, en las antípodas de la cultura del zapping. Una escritura sustanciosa y pausada que atienda la complejidad que no soporta un tuit de 140 caracteres. Y una oralidad forjada en la conversación democrática con argumentos, contraste respetuosa de puntos de vista, y con preguntas y más preguntas para ampliar el horizonte mental y experiencial, lejos del ruido mediático y tertuliano donde triunfa el que más grita y la dice más gorda. Un triángulo que enriquece la escuela democrática o, lo que es lo mismo: introduce otro modo de estar, hacer y pensar la educación.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2017/11/15/elogio-del-papel-y-de-la-palabra-pausada/

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