Japón ya no permitirá a los profesores inspeccionar si sus estudiantes usan ropa interior blanca

Los docentes de las escuelas públicas ya no podrán comprobar el color de la ropa interior de los alumnos.

Los maestros de las escuelas públicas ya no podrán verificar el color de la ropa interior de sus estudiantes después de que las autoridades japonesas prohibieron la controvertida práctica.

La prefectura de Saga, en la isla de Kyushu, en el suroeste de Japón, anunció el cambio después de que las autoridades descubrieron que 14 de sus escuelas requerían que las estudiantes usaran ropa interior blanca.

Anteriormente, los maestros tiraban de los tirantes del sujetador de las alumnas y veían a adolescentes desvestirse en el vestuario para asegurarse de que estaban cumpliendo con las reglas del uniforme.

Las reglas de la ropa interior serán abolidas cuando comience el año escolar japonés en la segunda semana de abril, informó NewsOnJapan.

Un estudio realizado en la cercana ciudad de Fukuoka el año pasado encontró que más del 80 por ciento de sus escuelas tenían reglas sobre el color de la ropa interior de los estudiantes. El informe indicó que se obligó a algunos estudiantes a quitarse la ropa interior en la escuela si eran del color incorrecto.

Citando las estrictas medidas disciplinarias que a las que las estudiantes podrían enfrentarse si infringían las reglas, los autores del informe dijeron que su trato era una «violación de los derechos humanos».

Las pautas estrictas para los escolares japoneses se establecen en una lista conocida como las «reglas negras» y también incluyen la longitud de los dobladillos de las faldas de las niñas y el uso de productos para el cabello.

Otras ofensas punibles incluyeron ir de compras en el camino a casa desde la escuela, dejar libros de texto en clase y sentarse para una lección antes de que suene la campana.

Otro informe realizado en la prefectura de Shizuoka al oeste de Tokio encontró que los estudiantes tenían miedo de hablar en contra de las reglas bajo la amenaza de que sus calificaciones se verían afectadas.

Fuente: https://www.abc.es/recreo/abci-japon-no-permitira-profesores-inspeccionar-si-estudiantes-usan-ropa-interior-blanca-202103311106_noticia.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F

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España: Por unas aulas libres de adoctrinamiento y llenas de educación para la igualdad

España/ 29 de mayo de 2018/Por: Eva Garrido/ Fuente: https://www.eldiario.es

Carta abierta al consejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, contra la asignatura de Religión en centros educativos

Son varias las motivaciones que incitan a la Federación de Enseñanza de CCOO a escribir al consejero de Educación.

No hace mucho tiempo, nos hacíamos eco de la noticia que el “Diario de Navarra” publicaba en sus páginas, y que decía así: “La Religión Islámica llegará por primera vez a las aulas a partir del próximo curso”. Parece que esta publicación no ha dejado indiferente a la población. La iniciativa del Gobierno navarro ha sido de gran acogida por los practicantes de esta doctrina, no así por sus detractores.

Desde luego, el anuncio no ha pasado inadvertido. ¿Sorprendidos? Francamente, sí. Aunque, tal vez no debería ser objeto de asombro, dado que la religión católica tiene presencia y peso en nuestro sistema educativo, el hecho de que otras confesiones se hagan un hueco en el mismo tiene su lógica. Y más si tenemos en cuenta la diversidad cultural que predomina en nuestras aulas.

En CCOO creemos firmemente que para avanzar como sociedad se debería comenzar por la ruptura con el Concordato que abre las aulas a la enseñanza de la religión católica, no por otorgar similares concesiones a otras religiones. Como somos conocedores de que la religión es un tema “sensible” y no quisiéramos que las dudas se apoderasen del lector, deberíamos aclarar que el presente escrito no es un manifiesto en defensa, ni ataque, de una u otra religión.

La cosa está clara. No es la primera vez, como tampoco será la última, que CCOO se posiciona en contra de que las creencias religiosas sean inculcadas desde la escuela. Tampoco es una novedad el afirmar que nada tenemos en contra de ningún credo. Nuestra petición, que pasa por hacer de las aulas “espacios libres de adoctrinamiento”, responde únicamente a que consideramos que los aspectos relacionados con la fe deberían quedar relegados a otro ámbito y contexto distinto al educativo.

La escuela no es un lugar de credo. La escuela pública nos pertenece a todas y a todos. Y tenemos la firme convicción de que una de las finalidades de la educación pública ha de ser la de dotar al sujeto de mecanismos a nivel afectivo y cognitivo que posibiliten la integración en la sociedad de cada uno de nosotros como individuos sociales y como personas únicas que somos.

Por no hablar del conflicto que surge en las edades más tempranas cuando nuestros niños y niñas enfrentan religión y ciencia. La presencia de la religión en la escuela favorece que el pensamiento dogmático aventaje muchas veces al pensamiento científico.

Son varias las cuestiones: ¿Por qué se permite la formación religiosa en los centros sostenidos con fondos públicos? ¿Por qué no convertimos las aulas en espacios libres de adoctrinamiento, libres de verdades únicas y excluyentes? ¿Por qué no nos limitamos a potenciar valores que nos sirvan para vivir en una sociedad plural, valores como la solidaridad, la tolerancia, el respeto mutuo, la libertad? ¿Por qué no luchamos por derribar la barrera que supone para la ciudadanía los dogmas de fe? ¿Por qué no se apuesta por el pensamiento libre, por el pensamiento crítico?

Pero como hemos anunciado al inicio, eran varios los motivos que nos incitaban a manifestarnos. La reciente celebración del 17 de mayo, día contra la LGTBIfobia, nos vuelve a recordar que no todas y todos tenemos cabida en nuestra sociedad. Que el amar puede llegar a ser una razón de condena.  Que tu identidad sexual puede convertirte en víctima de la violencia, de la exclusión, del odio, del miedo, de la discriminación. Y la motivación del salvaje ejecutor se basa únicamente en la orientación sexual de aquel o aquella que eligen como presa para desahogar su irracionalidad, para mostrar su intolerancia, su carencia de valores.

«Estamos sufriendo las consecuencias de una gran epidemia, la intolerancia»

 ¿Por qué no nos aventuramos entonces, en un sistema educativo que eduque en la igualdad, en la laicidad, en la corresponsabilidad, que combata la LGTBIfobia, que haga de la diferencia una riqueza? En definitiva, ¿por qué no implantamos de una vez la asignatura que está siendo objeto de pilotaje en nuestra CCAA?

Desde CCOO, invitamos al señor consejero a que apueste de una vez por todas y a que apueste fuerte, por la reducción de las horas asignadas a la materia de Religión y la puesta en marcha de “Educación para la igualdad, la tolerancia y la diversidad” en todos los centros educativos de la región.

Fuente de la Noticia:

https://www.eldiario.es/clm/palabras-clave/libres-adoctrinamiento-llenas-educacion-igualdad_6_775932406.html

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